Hildegarda de Bingen (1098-1179) fue una mística, abadesa, escritora, compositora y científica alemana, reconocida como una de las figuras más extraordinarias de la Edad Media. Su vida y obra abarcaron una diversidad de campos, desde la teología y la música, hasta la medicina y la filosofía natural. Fue canonizada en 2012 por el papa Benedicto XVI, quien también la proclamó Doctora de la Iglesia, convirtiéndose en una de las pocas mujeres en recibir este título.
Vida
Hildegarda nació en 1098 en Bermersheim, cerca de Alzey, en la región de Renania (actual Alemania). Desde una edad muy temprana, manifestó tener visiones místicas que describía como «la luz viviente». A los 8 años, sus padres la enviaron a un monasterio benedictino en Disibodenberg, donde fue confiada a Jutta von Sponheim, quien se convirtió en su mentora. Al tomar el hábito religioso, Hildegarda comenzó su formación en la fe y los conocimientos propios de la época.
En 1136, tras la muerte de Jutta, Hildegarda se convirtió en abadesa del monasterio. Durante su vida religiosa, no solo lideró la comunidad de monjas, sino que fundó dos conventos más: el de Rupertsberg y el de Eibingen.
Obras y Contribuciones
Hildegarda es conocida por una vasta producción intelectual, y su legado se divide en varias áreas:
1. Misticismo y Teología
Hildegarda es más famosa por sus visiones y sus escritos teológicos. En 1141, a la edad de 42 años, recibió una visión que le ordenaba escribir lo que veía y escuchaba. Esto dio lugar a su primera obra teológica, el Scivias («Conoce los caminos»), una vasta obra en la que describe 26 visiones que abarcan desde la creación del mundo hasta el fin de los tiempos, y tratan sobre la relación entre Dios, la humanidad y el universo.
Entre sus otros textos teológicos se encuentran:
- Liber Vitae Meritorum («Libro de los méritos de la vida»)
- Liber Divinorum Operum («Libro de las obras divinas»), donde profundiza sobre la creación y el papel del ser humano en el cosmos.
Su teología estaba profundamente influenciada por sus visiones, que veía como una revelación directa de Dios. Sus escritos místicos fueron considerados tan importantes que recibió el apoyo del papa Eugenio III, lo que consolidó su reputación.
2. Medicina y Ciencias Naturales
Hildegarda también se interesó por la salud y la medicina. Escribió dos tratados clave sobre las propiedades curativas de las plantas, animales y minerales:
- Physica: Un compendio de la naturaleza y sus elementos, describiendo plantas, animales, piedras y sus propiedades medicinales.
- Causae et Curae: Un tratado sobre las causas y curas de las enfermedades, donde combina los conocimientos médicos de su tiempo con observaciones sobre el cuerpo humano, los humores y la relación entre el alma y el bienestar físico.
Hildegarda fue pionera en el uso de plantas medicinales y desarrolló un enfoque holístico de la salud, considerando tanto el cuerpo como el alma en sus diagnósticos. También habló de la importancia de la dieta, el ejercicio y el equilibrio emocional.
3. Música
La música de Hildegarda es uno de sus legados más duraderos. Compuso himnos y cantos litúrgicos que reflejan su profunda espiritualidad. Su obra musical más famosa es el Ordo Virtutum, un drama litúrgico que representa la lucha de las virtudes contra el diablo por el alma humana. El Ordo Virtutum es una de las primeras obras de teatro musical conocidas en la historia.
Sus composiciones se caracterizan por su gran originalidad, con melodías expansivas y una estructura libre que contrasta con el estilo más estricto del canto gregoriano. Hildegarda usaba la música como medio para expresar su devoción mística y consideraba que los sonidos y la armonía eran una manera de alabar a Dios.
4. Filosofía Natural
Hildegarda desarrolló un sistema de pensamiento que reflejaba una cosmovisión medieval, en la que el ser humano estaba conectado con el universo a través de una armonía entre el cuerpo, el alma y el mundo natural. Creía que el bienestar humano dependía de un equilibrio adecuado con el mundo que lo rodeaba. En sus visiones, describía la naturaleza y la creación como manifestaciones de la voluntad divina.
Impacto y Legado
Hildegarda de Bingen fue una figura influyente no solo en su tiempo, sino también en épocas posteriores. Su legado intelectual abarca muchos campos, desde la espiritualidad hasta la medicina. Su contribución a la música ha sido redescubierta y apreciada en tiempos modernos, y muchas de sus ideas médicas, especialmente las que promueven un enfoque holístico de la salud, son consideradas precursoras de la medicina moderna alternativa.
Además, su papel como líder femenina en una época en la que las mujeres tenían un acceso muy limitado a la vida intelectual y espiritual ha sido fuente de inspiración para muchos movimientos feministas.
Conclusión
Hildegarda de Bingen fue una mujer extraordinaria que, a través de sus visiones místicas, sus escritos teológicos, su música, su conocimiento de la medicina y su filosofía natural, dejó una marca indeleble en la historia. Su vida y obra continúan inspirando a personas en todo el mundo, y su canonización y proclamación como Doctora de la Iglesia han consolidado su lugar en la tradición cristiana.
Fue una de las figuras más influyentes, polifacéticas y sorprendentes de la Plena Edad Media. Poseedora de una vasta cultura científica y artística, fue compositora, escritora, médica naturalista, abadesa y una de las representantes más ilustres del monacato medieval femenino. Su nombre, como su biografía, es muy sonora: HILDEGARDA DE BIRDEN (1098-1179).
Nació en Bemersheim, una localidad del valle del Rin, y era la menor de los diez hijos de una familia noble alemana. Sus padres eran muy religiosos y cuando la niña cumplió los 8 años la ofrecieron a la Iglesia y la pusieron bajo los cuidados de la condesa Jutta de Spenheim, abadesa de un monasterio benedictino cercano a Bingen. A la muerte de Jutta, en 1136, Hildegarda fue nombrada abadesa del monasterio.
Durante toda su vida tuvo visiones místicas, pero la más importante ocurrió en el año 1141 cuando vio varias lenguas de fuego que descendían hasta ella desde el cielo y que Dios le instaba a “escribir todo cuanto viera y oyera”. Y fue ese contacto con lo divino lo que le permitió tener gran influencia y una autoridad inusuales para una mujer de su época. Tal fue así que fue la primera y única mujer de su tiempo que consiguió el permiso de las autoridades eclesiásticas para predicar.
Fusionando su pasión por la poesía y por la música, fue una de las compositoras medievales más prolíficas y su repertorio musical es uno de los más extensos. Ella misma se veía como “una pluma movida por el aliento divino”. Su creación musical incluye 78 bellas obras que recopiló bajo el título “Sinfonía de la armonía y las revelaciones celestiales”. También compuso un drama litúrgico con música, “Ordo virtusum”. Y fue una prolija escritora donde dejó muy patente la estrecha alianza que establecía entre ciencia y arte. Incluso escribió un tratado sobre medicina (“Causae et cuarae”) y otro sobre historia natural (“Physica”).
El proyecto Hildegard von Bingen (1982-2012)
Desde principios de la década de 1980, el nombre de Sequentia ha estado estrechamente vinculado con la música de Hildegard von Bingen (1098-1179), la visionaria abadesa y sanadora cuyas composiciones espirituales se encuentran entre las creaciones más asombrosas y únicas del dinámico entorno monástico benedictino del siglo XII. Hildegard se refería a sus canciones colectivamente como «La Música Armoniosa de las Revelaciones Celestiales» (symphoniae harmoniae celestium revelationum), un título que pretendía indicar su inspiración divina, así como la idea de que la música es la forma más elevada de actividad humana, reflejando los inefables sonidos de las esferas celestiales, los coros angélicos y el alma humana individual. Entre 1151 y 1158, esta visionaria «Sibila del Rin» comenzó a recopilar sus creaciones musicales, la mayoría de las cuales estaban destinadas a ser cantadas por las hermanas de su convento en Rupertsberg (en el Rin, en Bingen), como complemento al canto gregoriano tradicional que se cantaba durante funciones litúrgicas y otros actos. Cualquiera que haya interpretado su música sabe que se encuentra entre los repertorios vocales más sublimes, virtuosos y exigentes jamás creados. “Se dice que eres elevada al Cielo, que te son reveladas muchas cosas, que traes grandes escritos y descubres nuevas formas de canto…” escribió el Maestro Odo de París en 1148. Entonces, al igual que ahora, Hildegard era admirada por explorar valientemente el lugar del alma en el cosmos y darle voz a través de su visión musical única.
Sequentia fue uno de los primeros conjuntos vocales en revivir la música de Hildegard en nuestro tiempo, trabajando de cerca a partir de las fuentes manuscritas medievales y empleando conceptos de práctica interpretativa que habrían sido conocidos por la abadesa y sus hermanas benedictinas en el siglo XII. Bajo la dirección general de la fallecida Barbara Thornton, y trabajando estrechamente con musicólogos y filólogos (especialmente Leo Treitler, Peter Dronke y Barbara Stühlmeyer), muchos de los más destacados vocalistas e instrumentistas del mundo en música histórica se unieron a Sequentia para interpretar y grabar regularmente las obras de Hildegard entre 1982 y 2012 (ver lista de músicos más abajo). Desde el principio, el proyecto fue apoyado generosamente por la Radio de Alemania Occidental en Colonia (productores Alfred Krings y Klaus L. Neumann), que coprodujo la mayoría de las grabaciones con el sello Deutsche Harmonia Mundi. Además de grabar, el conjunto realizó giras ampliamente, recibiendo elogios de la crítica en Europa, América del Norte, Australia y Japón.
En 2012, la grabación final de las obras completas, Celestial Hierarchy, fue llevada a cabo por el cofundador y director de Sequentia, Benjamin Bagby, para conmemorar la elevación de Hildegard von Bingen a Santa y Doctora de la Iglesia (2012), finalizar el proyecto de obras completas de Sequentia en el sello DHM, y así honrar el trabajo de toda la vida de Barbara Thornton (1950-1998). Para esta grabación, se reunió un conjunto multigeneracional de siete voces femeninas bajo la dirección de Bagby, junto con el flautista Norbert Rodenkirchen y Bagby tocando el arpa. Una de las cantantes de esta grabación final había sido miembro del conjunto de Barbara Thornton, mientras que algunas otras aún no habían nacido cuando se realizó la primera grabación en 1982.
Hildegard von Bingen- Symphonia armonie celestium revelationum
1. Favus distillans 0:00 – 7:46
2. Et ideo puelle iste 7:47 – 10:15
3. O rubor sanguinis 10:16 – 14:18
4. Rex noster promptus est 14:19 – 18:46
5. Deus enim in prima muliere presignavit 18:47 – 20:30
6. De patria etiam earum 20:31 – 22:11
7. Sed diabolus in invidia sua 22:20 – 24:46
8. Nune gaudeant materna viscera Eclessie 24:48 – 27:50
9. O clarissima mater 27:52 – 35:36
10. Cum processit 35:37 – 38:32
11. O frondens virga 38:33 – 40:38
12. O quam preciosa 40:40 – 45:14
14. Ave generosa 52:50 – 58:25
15. Unde quocumque venientes 58:28 – 59:53
Intérpretes: Sinfonye: Vivien Ellis, Jocelyn West, Stevie Wishart, Sara Stowe and Oxford Girls Choir: Emily Levy, Julie Murphy, Victoria Couper, Lucy Steele, Camilla Scarlett, Hester Briant, Fiona Cunningham, Tara Franks, Louise Eekelar, Katharine Taylor. Este disco acompaña al libro «Hildegard von Bingen. Vida y Visiones» de editorial Siruela. Diese CD begleitet das Buch «Hildegard von Bingen. Vida y Visiones des Siruela-Verlags.