«La libertad no es un estado sino un proceso; sólo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe. Sólo la cultura da libertad. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamientos. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura».
Miguel de Unamuno
Miguel de Unamuno en el modernismo español
Miguel de Unamuno es una de las figuras más complejas y esenciales del modernismo español. Aunque su obra abarca diversos géneros, desde la novela hasta el ensayo filosófico, su contribución más significativa radica en cómo fusionó el pensamiento existencialista con la renovación literaria propia del modernismo. En este artículo, exploraremos la vida, el pensamiento y el legado de Unamuno dentro del movimiento modernista español, con particular énfasis en su singular visión del ser humano y su lucha por el sentido de la vida.
Nacido en Bilbao en 1864, Unamuno fue testigo de grandes cambios sociales y políticos que influyeron profundamente en su obra. Estudió filosofía y letras en la Universidad de Madrid y, tras obtener su doctorado, se trasladó a Salamanca, donde desarrolló gran parte de su carrera académica y se convirtió en rector de la universidad. Sin embargo, su vida estuvo marcada por tensiones políticas, especialmente debido a su oposición abierta a la dictadura de Primo de Rivera y su posterior exilio en 1924. Este destierro afectó profundamente su obra, agudizando su reflexión sobre la lucha entre el individuo y las fuerzas externas, ya sean políticas o metafísicas. Unamuno regresó a España poco antes de su muerte en 1936, dejando un legado literario y filosófico que sigue resonando en el siglo XXI.
Miguel de Unamuno es reconocido por su visión existencialista, mucho antes de que el existencialismo se convirtiera en un movimiento filosófico formal en Europa. Su obra «Del sentimiento trágico de la vida» es un testimonio de su enfoque único sobre la condición humana. Para Unamuno, la vida es una constante agonía, una lucha entre el deseo de inmortalidad y la realidad inevitable de la muerte. Esta tensión se refleja en su concepto de la «agonía» como lucha interior del ser humano frente a la incertidumbre existencial.
Además, Unamuno exploró el papel de la fe en esta lucha. Aunque a menudo se le percibe como un escéptico, argumentó que el acto de creer, incluso en ausencia de pruebas, es esencial para enfrentarse al vacío existencial. En este sentido, su pensamiento puede entenderse como una búsqueda del equilibrio entre la razón y la fe, la duda y la creencia. Su constante interrogación sobre la existencia de Dios, la naturaleza de la verdad y el significado de la vida hizo de Unamuno un pensador adelantado a su tiempo.
Unamuno también destacó como novelista e innovador literario. Introdujo el concepto de la *nivola*, un término que usó para definir un tipo de narrativa que desafiaba las convenciones de la novela tradicional. En «Niebla», por ejemplo, Unamuno juega con la metaficción, rompiendo la cuarta pared al hacer que el protagonista dialogue directamente con su creador, cuestionando los límites entre ficción y realidad.
En «San Manuel Bueno, mártir», una de sus obras más significativas, Unamuno explora el conflicto entre la fe y la duda en la figura de un sacerdote que, aunque no cree en la vida después de la muerte, sigue predicando para mantener la paz y la esperanza de su comunidad. Esta obra, junto a «La tía Tula» y «Abel Sánchez», examina temas universales como el amor, la muerte y la identidad, con un enfoque particularmente introspectivo y filosófico.
Aunque Unamuno perteneció a la Generación del 98, su obra trascendió los límites del modernismo. Sus reflexiones sobre la identidad española y su relación con la tradición y la modernidad influyeron profundamente en autores como Antonio Machado y Federico García Lorca. Además, su rechazo a las convenciones formales y su búsqueda de una verdad más profunda y espiritual lo conectan con los ideales modernistas de renovación estética y literaria.
En definitiva, la figura de Miguel de Unamuno es indispensable para comprender el modernismo español y su evolución. Su legado continúa inspirando a escritores y pensadores que, como él, buscan respuestas a las preguntas fundamentales de la existencia humana. A través de su obra, Unamuno nos recuerda que la vida, con todas sus incertidumbres y tragedias, es una constante búsqueda de sentido.
Artículo de Filiberto González (Grupo Sociedad Poética)