El rock es un género musical amplio que surgió a mediados del siglo XX, caracterizado por el uso predominante de la guitarra eléctrica, ritmos fuertes y letras expresivas que reflejan el espíritu de rebeldía y cambio social. Sus raíces se encuentran en una mezcla dinámica de rhythm and blues afroamericano, música country y swing, sintetizadas en el enérgico estilo del Rock and Roll, que emergió en Estados Unidos durante los años 50. Esta década marcó un punto de inflexión cultural, impulsado por jóvenes que, identificándose con figuras icónicas como Elvis Presley, Chuck Berry y Little Richard, hicieron del Rock and Roll un movimiento no solo musical, sino también cultural y generacional. Este estilo musical se convirtió en una poderosa voz juvenil frente a las convenciones conservadoras de la época, sentando las bases para la evolución futura del rock en múltiples direcciones estilísticas a lo largo de las décadas siguientes.
El nacimiento del rock and roll en los años 50 no puede entenderse sin tener en cuenta el contexto social, cultural y económico de los Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. Durante este período, el país vivía una etapa de crecimiento económico, expansión del consumo y consolidación de una poderosa clase media. La juventud comenzaba a tener identidad propia, con mayor poder adquisitivo y tiempo libre, lo que la convirtió en un nuevo público objetivo para la industria del entretenimiento. Al mismo tiempo, se vivía un momento de tensiones raciales, pero también de creciente intercambio cultural entre comunidades blancas y afroamericanas, especialmente a través de la música. La radio desempeñó un papel crucial en la difusión de los nuevos ritmos, así como la televisión, que comenzaba a convertirse en un medio masivo. Los discos de vinilo, más accesibles y duraderos, permitieron que la música llegara a los hogares y se compartiera con facilidad. En ese entorno dinámico y cambiante, el rock and roll surgió como una expresión poderosa de rebeldía juvenil, mezcla de estilos afroamericanos y blancos, que reflejaba tanto la energía como las contradicciones de una sociedad en transformación.
El rock es un amplio género de música popular originado a principios de la década de 1950 en Estados Unidos y que derivó en un gran rango de diferentes estilos a mediados de los años 1960 y posteriores, particularmente en ese país y Reino Unido.(1) (2) Tiene sus raíces en el rock and roll de los años 50, estilo surgido directamente de géneros como el blues, el rhythm and blues (pertenecientes a la música afroamericana) y el country. También se nutrió fuertemente del blues eléctrico y el folk, además de incorporar elementos del jazz y la música clásica, entre otras fuentes. Instrumentalmente, se centra en la guitarra eléctrica, en general como parte de un grupo integrado por batería, bajo, uno o más cantantes y, algunas veces, instrumentos de teclado como el órgano y el piano. Usualmente, se basa en canciones en compás de 4/4 y una estructura verso-estribillo. Sin embargo, el género se ha vuelto extremadamente diverso y las características comunes son difíciles de definir. Como en la música pop, las letras se refieren a menudo al amor romántico, pero tratan también un amplio rango de otros temas, con un enfoque frecuente en lo social, lo personal y lo político.
A mediados de la década de 1960, los músicos de rock comenzaron a adoptar el álbum como medio principal de difusión, expresión y consumo de música grabada. The Beatles fueron la cara principal del desarrollo comercial del género y sus producciones llevaron a la legitimación cultural del rock en el mainstream, lo que inició la época del álbum en la industria musical, que perduraría varias décadas. Ya a finales de la década de 1960, a la que se refiere como el periodo del «rock clásico», (1) habían surgido numerosos subgéneros, entre ellos, híbridos como el blues rock, folk rock, country rock, rock sureño, raga rock y el jazz rock, muchos de los cuales contribuyeron al desarrollo del rock psicodélico, influenciado por la escena contracultural psicodélica y hippie. Entre los nuevos géneros que emergieron se incluyen el rock progresivo, que incorporó más elementos artísticos, el glam rock, que resaltó el espectáculo y el estilo visual, y el heavy metal, que se centró en el volumen, la intensidad y la velocidad. En la segunda mitad de los años 1970, el punk intensificó y reaccionó contra algunas de estas tendencias con una música cruda y energética y letras altamente políticas. Durante la década siguiente, fue una de las principales influencias en el desarrollo de otros subgéneros como el new wave, el post-punk y, finalmente, el rock alternativo.
A partir de la década de 1990, el rock alternativo se convirtió en el estilo dominante del género y se hizo conocido en las formas de grunge, Britpop e indie rock. Desde entonces, han aparecido otros subgéneros de fusión, entre ellos el pop punk, el rock electrónico, el rap rock y rap metal, así como varios intentos de revivir el rock histórico con el resurgimiento de géneros como el punk con el garage rock/post-punk durante los años 2000. La década de 2010 marcó un declive en el impacto y la relevancia cultural del rock, cuando géneros ajenos como el hiphop lo superaron en popularidad y dominaron gran parte del mainstream musical.
La música rock también se asoció con y sirvió de vehículo para movimientos culturales y sociales, lo que llevó a la creación de subculturas como los mods y los rockers en Reino Unido y la contracultura hippie en San Francisco (Estados Unidos) en la década de 1960. De forma similar, la cultura punk de la década de 1970 originó las subculturas visualmente distintivas emo y gótica. Heredera de la tradición folclórica de la canción de protesta, la música rock ha sido asociada con el activismo político, así como con los cambios en las actitudes sociales sobre el racismo, el sexo y el uso de drogas y es usualmente vista como una expresión de rebelión juvenil contra el consumismo y conformismo.
Características
Los orígenes musicales y culturales del rock and roll se encuentran en una rica fusión de estilos populares que florecieron en Estados Unidos durante la primera mitad del siglo XX. El blues afroamericano, con su expresión profunda y melancólica, aportó la estructura básica y el lenguaje emocional del nuevo género. El gospel introdujo la intensidad vocal y la energía espiritual que más tarde se transformarían en pura fuerza escénica. Por su parte, la música country y el western swing contribuyeron con sus melodías sencillas, ritmos vivos y un enfoque narrativo que conectaba con el público blanco del sur estadounidense. Esta confluencia de tradiciones, marcada por la segregación racial pero también por el intercambio cultural constante, dio lugar a un sonido nuevo que comenzó a tomar forma a finales de los años 40 y explotó en popularidad en los años 50. Figuras como Chuck Berry, con su innovadora guitarra y letras sobre la vida adolescente, Little Richard, con su voz frenética y poderosa presencia escénica, y Bo Diddley, con su característico ritmo de clave, fueron fundamentales en la definición del estilo. Ellos no solo moldearon el sonido del rock and roll, sino que también transformaron la cultura popular, al romper barreras raciales, inspirar a generaciones futuras y dar inicio a una revolución musical global.
Desde sus inicios, el rock se ha caracterizado por un sonido potente y directo, centrado tradicionalmente en el uso de la guitarra eléctrica amplificada, cuya forma moderna comenzó a consolidarse en la década de 1950 con la popularización del rock and roll. Este instrumento, influido decisivamente por los guitarristas del blues eléctrico, pronto se convirtió en el emblema sonoro del género. A la guitarra eléctrica se le suele acompañar con un bajo eléctrico, un instrumento inicialmente introducido por músicos de jazz contemporáneo, que aporta profundidad y estructura rítmica al conjunto. Completando la base instrumental típica del rock se encuentra la batería, un conjunto de percusión que combina tambores y platillos y que juega un papel clave en la marcación del ritmo. Esta formación básica —guitarra, bajo y batería— constituye el núcleo de la mayoría de las bandas de rock, y a menudo se amplía con instrumentos de teclado como el piano, el órgano Hammond o el sintetizador, dependiendo del estilo y la época. Esta configuración instrumental, comúnmente adoptada en forma de cuarteto, tiene su origen directo en las agrupaciones de blues y es, aún hoy, la estructura más representativa del género. Sin embargo, también es habitual encontrar formaciones más reducidas, como el power trio —compuesto por tres músicos—, o más amplias, integrando hasta cinco miembros o más. En lo que respecta a la composición rítmica, la música rock suele construirse sobre ritmos sincopados relativamente simples, basados en un compás de 4/4, donde es característico el golpe de caja en contratiempo sobre el segundo y cuarto tiempo del compás, creando una base rítmica enérgica y fácilmente reconocible que invita a la participación física del oyente, ya sea mediante el baile, los aplausos o el movimiento corporal.
Red Hot Chili Peppers, con la alineación típica de cuarteto de rock (de izquierda a derecha: bajista, vocalista, batería y guitarrista). Red Hot Chili Peppers playing live in London on 26 June 2022. Kreepin Deth. CC BY-SA 4.0. Original file (1,464 × 915 pixels, file size: 325 KB).

Cronología y evolución
Años 1950
Rock and roll
Los orígenes del rock se encuentran en el rock and roll, género nacido entre fines de la década de 1940 y principios de la de 1950 en Estados Unidos y que rápidamente alcanzó repercusión mundial. Este estilo proviene de la fusión de varios géneros de la música afroamericana de la época, como el rhythm and blues y el góspel, con otros estilos autóctonos como el country.(11). En 1951 en Cleveland, el disc-jockey Alan Freed empezó a transmitir rhythm and blues (en ese entonces conocida como race music) para audiencias multirraciales y se lo acredita como el primero en emplear el término rock and roll para describir este tipo de música. (12)
No hay acuerdo sobre cuál de las muchas canciones llamadas la «primera grabación de rock and roll» merece realmente ese título. Se consideran, entre otras, «Good Rocking Tonight» (1948) de Wynonie Harris; (13) «Rock Awhile» (1949) de Goree Carter; (14) «Rock the Joint» (1949) de Jimmy Preston, versionada por Bill Haley & His Comets en 1952; (15) y «Rocket 88» de Jackie Brenston y sus Delta Cats (quienes eran en realidad Ike Turner y su banda Kings of Rhythm), producida por Sam Phillips para Sun Records en 1951. (16) También se ha propuesto el sencillo debut de Elvis Presley, «That’s All Right» de 1954. (17) Otros artistas del género con éxitos tempranos fueron Chuck Berry, Bo Diddley, Fats Domino, Little Richard, Jerry Lee Lewis y Gene Vincent. (16) (18).
En 1955, «Rock Around the Clock» de Bill Haley se convirtió en la primera canción de rock and roll en liderar los rankings de la revista Billboard.(19)(20). Pronto el género fue la principal fuente de ventas en el mercado estadounidense, lo que provocó que crooners como Eddie Fisher, Perry Como y Patti Page, que habían dominado la música popular la década anterior, se vieran considerablemente relegados en las listas de éxitos. (21).
El rock and roll dio origen a numerosos subgéneros, incluido el rockabilly, en combinación con la música country «hillbilly», que fue grabado e interpretado por artistas blancos como Carl Perkins, Jerry Lee Lewis, Buddy Holly y, con enorme éxito comercial, Elvis Presley a mediados de los años 1950.(22). Los movimientos hispanos y latinoamericanos en el rock and roll, que popularizaron el rock latino y chicano en Estados Unidos, empezaron a emerger en el Suroeste del país con músicos de rock and roll estándar como Ritchie Valens y otros con diferentes influencias culturales, como Al Hurricane y sus hermanos Tiny Morrie y Baby Gaby, que comenzaron a fusionar el rock and roll con el country-western en la música tradicional de Nuevo México.(23)(24). En otros estilos como el doo wop, originado en grupos vocales afroamericanos de las décadas de 1930 y 1940, se ponía especial énfasis en las armonías vocales y los coros (de los que el género obtendría su nombre), que usualmente se acompañaban con una instrumentación ligera. (25) Grupos como The Crows, The Penguins, The El Dorados y The Turbans consiguieron grandes éxitos y otros como The Platters, con temas como «The Great Pretender» (1955),(26) y The Coasters, con temas humorísticos como «Yakety Yak» (1958), (27) fueron de los músicos más exitosos de rock and roll de la época. (28)
Elvis Presley promocionando El rock de la cárcel en 1957. Metro-Goldwyn-Mayer, Inc. Dominio Público. Original file (2,673 × 3,448 pixels, file size: 3.05 MB).
En este periodo creció también la popularidad de la guitarra eléctrica y se desarrolló un estilo de tocar específico, cuyos exponentes fueron, entre otros, Chuck Berry, Link Wray y Scotty Moore. (29) El uso de la distorsión, innovado por guitarristas de blues eléctrico como Guitar Slim, (30) Willie Johnson y Pat Hare, y los power chords, innovados por los dos últimos a principios de los años 1950, (31), fueron popularizados, respectivamente, por Chuck Berry a mediados de la década,(32) y Link Wray a finales. (33)
En Reino Unido, el jazz tradicional y el folclore atrajeron a músicos de blues al país. (34). En 1955, el éxito «Rock Island Line» de Lonnie Donegan influenció notablemente en el desarrollo de la moda skiffle, que dio origen a diversas bandas en todo el país, muchas de las que, como The Quarry Men de John Lennon, pasaron a tocar rock and roll. (35)
De forma retrospectiva, se percibió un declive en el género hacia finales de la década y principios de la siguiente: en 1959, la muerte de Buddy Holly, The Big Bopper y Ritchie Valens en un accidente aéreo, llamado «El día que murió la música», el enrolamiento de Elvis en el ejército estadounidense, el retiro de Little Richard para convertirse en predicador, las persecuciones legales a Jerry Lee Lewis y Chuck Berry y los escándalos de payola (con la implicación de figuras mayores, como Alan Freed, en corrupción y sobornos para la promoción de músicos y canciones) daban la sensación de que la era del rock and roll establecida hasta ese momento había llegado a su fin. (36)
Chuck Berry en una imagen publicitaria de 1958. Foto: Pickwick Records. «Billboard, page 59, 25 November 1972»). Dominio Público. Original file (1,013 × 1,294 pixels, file size: 219 KB).
El rock and roll o rocanrol (también rock ‘n’ roll o rock & roll) es un género musical de ritmo marcado, derivado de una mezcla de diversos géneros de música folclórica estadounidense (doo wop, rhythm and blues, hillbilly, blues, country y wéstern son los más destacados) y popularizado desde los años 1950. El cantante más popular fue Elvis Presley; su guitarrista más influyente, Chuck Berry; su pianista más importante, Jerry Lee Lewis y sus precursores más destacados fueron The Everly Brothers, Ike Turner, Buddy Holly, Roy Orbison, Carl Perkins, Eddie Cochran, Gene Vincent, Little Richard, Bo Diddley, Fats Domino, Bill Haley y Sister Rosetta Tharpe, entre otros. La expresión rock and roll ya venía utilizándose en las letras del rhythm and blues desde finales de la década de 1930, pero fue el locutor estadounidense Alan Freed, quien comenzó a utilizarla para describir el estilo.
- «Rocanrol». Real Academia Española, Diccionario de la lengua española (vigésima tercera edición).
- «Rock». Real Academia Española, Diccionario de la lengua española (vigésima segunda edición).
La importancia de los estudios discográficos y productores. Sun Records (Sam Phillips) y Chess Records (Chicago blues y R&B).
En los inicios del rock and roll, las discográficas y los estudios de grabación jugaron un papel crucial como catalizadores del cambio musical y cultural que se estaba gestando en Estados Unidos. Fueron mucho más que simples negocios de distribución de discos: actuaron como laboratorios creativos, puntos de encuentro entre géneros musicales y plataformas para que artistas desconocidos encontraran una voz propia y una audiencia masiva.
Sun Records, fundada en Memphis por Sam Phillips, fue uno de los estudios más influyentes de la época. Sam Phillips tenía una visión clara: quería llevar el sonido crudo y emocional del blues afroamericano a una audiencia más amplia, especialmente al público blanco joven que comenzaba a romper barreras sociales y raciales a través de la música. Fue en Sun donde nacieron las primeras grabaciones de Elvis Presley, Johnny Cash, Jerry Lee Lewis y Carl Perkins, artistas que tomaron elementos del country, el blues y el gospel para crear algo completamente nuevo. Phillips no solo grababa, sino que moldeaba el sonido, guiaba la interpretación y potenciaba la energía de los músicos en el estudio, haciendo del
proceso de grabación una experiencia creativa que iba mucho más allá de capturar una interpretación. Sun Records se convirtió así en el epicentro del nacimiento del rockabilly y en uno de los pilares fundamentales del surgimiento del rock and roll como fenómeno cultural.
Por otro lado, Chess Records, con sede en Chicago y dirigida por los hermanos Leonard y Phil Chess, desempeñó un papel esencial en la consolidación del blues eléctrico y el rhythm and blues, estilos que alimentarían directamente el lenguaje musical del rock. En Chess grabaron figuras como Muddy Waters, Howlin’ Wolf, Willie Dixon, Bo Diddley y Chuck Berry. Este último, en particular, llevó el blues a una dimensión nueva con sus letras sobre adolescentes, autos y rebeldía, y con su estilo de guitarra distintivo que se convertiría en uno de los cimientos del rock. Los productores de Chess entendían el valor expresivo del blues y supieron adaptar su sonido a un formato más accesible para el mercado discográfico sin perder su autenticidad.
Tanto Sun como Chess fueron esenciales porque no solo registraban música, sino que reconocían el talento allí donde otros no lo veían y lo presentaban de forma atractiva para un público amplio. Actuaban como mediadores entre culturas, ayudando a transformar un conjunto de estilos populares marginales en un género dominante. En un tiempo en que la radio, la televisión y el vinilo eran los principales medios de difusión, contar con un estudio de grabación con visión y personalidad era la diferencia entre el anonimato y la inmortalidad artística. En definitiva, estos estudios y sus productores no solo hicieron posible el nacimiento del rock and roll, sino que lo definieron.
Rock and roll | ||
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Orígenes musicales | blues, folk, rhythm and blues, góspel, boogie-woogie, country, blues eléctrico, jump blues, chicago blues, western swing, hillbilly. | |
Orígenes culturales | años 1940-1950 en Nueva Orleans, San Luis (Misuri), Boston, Texas | |
Instrumentos comunes | guitarra, guitarra eléctrica, contrabajo, bajo eléctrico, batería, piano, saxofón | |
Popularidad | alta durante la década de 1950 | |
Subgéneros | ||
rockabilly |
Significado del término
El vocablo rock and roll proviene de la jerga usada por los afroamericanos durante la primera mitad del siglo xx, con connotaciones aparentemente sexuales. Según la Real Academia Española el término «rock and roll» se refiere a un género musical característico y popularizado en los años 50, mientras que «rock», además de un significado que equivale a «rock and roll», puede referirse también a «cada uno de los diversos géneros musicales derivados del rock and roll». Con todo, en la práctica existen muchos artistas dentro de la música rock que, sin realizar rock and roll al estilo de los 50, continúan denominando a su música «rock and roll» al considerarla directamente heredera de aquella.
Por otro lado, el Diccionario de la lengua española reconocía, en su vigésima segunda edición, el término rock and roll como voz inglesa a modo de anglicismo, en la vigésima tercera edición el artículo ha sido enmendado tomando «rocanrol» como término en español derivado del inglés.
Literalmente, el término rock and roll hace referencia a dos tipos de movimiento: por un lado, rock es un movimiento de adelante atrás y de atrás adelante (como el de una mecedora, que en inglés se denomina rocking chair); y por otro lado, roll es un movimiento de balanceo vertical alternado (traducido en términos de aeronavegación como alabeo).
Buddy Holly y su grupo, en un promocional. Buddy Holly fue uno de los pioneros más influyentes del rock and roll en los años 50. Junto a su grupo, The Crickets, estableció el modelo clásico de banda de rock formada por dos guitarras, bajo y batería, que inspiraría a generaciones posteriores, incluidos The Beatles. Su estilo combinaba melodías pegadizas, armonías vocales y una actitud fresca e innovadora. Canciones como That’ll Be the Day y Peggy Sue marcaron un antes y un después en la música popular. A pesar de su corta carrera, truncada por un accidente aéreo en 1959, su legado perdura como uno de los grandes creadores del sonido del rock moderno. Foto: Coral Records. Dominio Público.

Historia
Origen del término Rock & Roll
El disc-jockey estadounidense Alan Freed comenzó a transmitir por radio rhythm and blues para una audiencia de diversos orígenes no étnicos. A Freed se le atribuyó ser el primero en utilizar la expresión rock and roll para describir la música que difundía; su uso también se le ha atribuido a Leo Mintz, patrocinante de Freed, quien lo impulsó a difundir ese estilo de música.
La expresión a su vez, fue tomada por Freed de la propia música negra que difundía que solía contenerla en las letras de las canciones, como el tema Rock and rolling (1939) de Bob Robinson, Rock and rolling mamma (1939) de Buddy Jones y Cherry Red (1939) de Big Joe Turner. Tres diferentes canciones con el título Rock and roll fueron grabadas a finales de la década de 1940, creadas por Paul Bascomb en 1947, Wild Bill Moore en 1948 y Doles Dickens en 1949. Para entonces la expresión era de uso común en las letras del R&B. En 1949 Erline Harris, grabó el tema Rock and Roll Blues, en el que repite constantemente la expresión y que le valió el apodo de Erline «Rock and Roll» Harris.
La expresión también fue incluida en 1950 en la publicidad para el filme Wabash Avenue, protagonizado por Betty Grable y Victor Mature, donde se decía que Grable era «la primera dama del rock and roll».
- Encyclopedia of Cleveland History. Archivado el 19 de octubre de 2016 en Wayback Machine. Rock’n’Roll
- R. Aquila, That old-time rock & roll: a chronicle of an era, 1954-1963 (Chicago: University of Illinois Press, 2000), p. 142.
- JammUpp – Issue no. 11, e-magazine Archivado el 17 de junio de 2010 en Wayback Machine., consultado el 05/08/09.
El locutor Alan Freed popularizó el término rock and roll. Foto: TGC-Topps Gum Cards – eBay front back. Foto tipo «trading card» de Alan Freed. En 1957, la compañía de chicles Topps lanzó una serie de tarjetas coleccionables con estrellas de cine, televisión y música. Alan Freed formó parte de las tarjetas dedicadas a las estrellas de la música. Foto en Dominio Público.

Primeros cantantes y orígenes
En la década de 1950, en Estados Unidos, los adolescentes buscaban nuevos sonidos, nuevas sensaciones. Por primera vez, una música se dirigía directamente a ellos: el rock and roll.
En tiempos de la esclavitud en Estados Unidos las comunidades negras desarrollaron un potencial musical en el que predominaban los cánticos religiosos y ritmos propios que marcaban los días de trabajo en las diversas plantaciones que habitaban en aquel entonces. A nivel musical, la influencia de los ritmos y sonidos africanos se hacían presentes generando un estilo propio y diverso que luego se materializó en el blues, el cual se convertiría en el ingrediente musical que más tarde revolucionaría la música a nivel mundial. Por otro lado también la influencia de los músicos blancos a través del género musical denominado country y la aparición de la guitarra eléctrica daría nacimiento a lo que se llamó rhythm and blues, padre del rock and roll.
El término rock and roll empezó a utilizarse para aminorar musicalmente el popular ritmo rhythm and blues, el cual denotaba en demasía las luchas raciales para la época, y aunque en esencia los dos géneros musicales representaban lo mismo, se quiso diferenciar uno del otro para dar paso a los cantantes blancos y a la música que no mencione el conflicto racial.
Sus inicios combinan elementos del blues, del boogie-woogie y del jazz, con influencias de la música folclórica apalache, (hillbilly), góspel, country y wéstern especializado. Suele acreditarse a Muddy Waters como al músico que «pavimentó» el camino hacia el rock and roll.
Hay quienes datan su origen en 1954, con el trabajo discográfico de Bill Haley y su grupo Bill Haley & His Comets, especialmente con Crazy man crazy (1954) y su gran éxito Rock Around the Clock (1954), o con las grabaciones de Elvis Presley en la Sun Record de Memphis donde Elvis, junto a los músicos Bill Black en contrabajo, Scotty Moore en guitarra y Sam Phillips en la consola de grabación, fusionaron el rhythm blues, country y góspel convirtiéndose en precursores del género rockabilly. Otros consideran como creador a Chuck Berry o a Little Richard. También es posible que se haya originado con los trabajos discográficos The Fat Man de Fats Domino (1949) Y Rocket 88 de Ike Turner (1951). Entre los músicos destacados de la época se pueden citar a Jerry Lee Lewis, Bo Diddley, Fats Domino, Buddy Holly, Eddie Cochran, Chuck Berry y Gene Vincent, entre otros.
Elvis Presley
Elvis Presley es considerado el mito fundacional del rock and roll y su piedra angular. Iba a convertirse en héroe y rey de dicho estilo musical y cultural. El mismo Little Richard comentaría: Elvis fue un integrador. Una bendición. No dejaban que la música negra apareciera y él nos abrió la puerta. Elvis reunió dos cualidades que resultarían esenciales para afrontar los problemas raciales estadounidenses de ese momento, era étnicamente blanco y cantaba como un negro. Tommy Hunt, estrella del soul y admirador de Elvis, le atribuye su éxito a esa misma cualidad. Dado que los nuevos sonidos que se estaban gestando en ese momento sonaban demasiado afroamericano en manos de Berry o Little Richards, quienes aún se mantenían más cercanos al rhythm and blues siendo considerados artistas de ese género apenas unos años antes o demasiado blando y blanco en manos de Bill Halley, Elvis logró enmendar eso, logrando un producto lo suficientemente negro como para no perder sus orígenes y a la vez lo suficientemente blanco como para conquistar al nuevo público. Elvis ni siquiera sabía que estaba haciendo rock and roll, motivo por el cual durante algún tiempo su circuito se sostuvo en los locales dedicados al country y al western. Elvis reunió todos los requisitos para convertirse en un ídolo exclusivo de los rebeldes teenagers; no era afroamericano como Berry ni algo entrado en años como Bill Halley, vocalmente podía pasar de un tono meloso al grito del gettho negro, combinado con una imagen atlética, sensual, juvenil y desafiante. Su mérito fue exteriorizar lo que él llevaba dentro y lograr una mezcla de country, western y hillbilly con el blues sureño y el góspel de la iglesia que frecuentaba. No faltaron sin embargo aquellos que en el revisionismo histórico actual, han querido minimizar el aporte musical de Elvis frente al de artistas afroamericanos como Berry o Richard, relegándolo todo a cuestiones meramente raciales sin tomar en cuenta la serie de cualidades que Elvis reunía para convertirse en la figura más destacada de la nueva ola. (…)
- Jurado, Miguel (1990). «Elvis ¿mito o realidad?». En Juan Luis Miravet, ed. Elvis Presley. Video Rock. Barcelona, España: Salvat Editores S.A. p. 8.9. ISBN 84-345-5289-2
- S.A.P, El Mercurio (7 de mayo de 2004). «¿Quién inventó el rock and roll? 7/5/2004 | Emol.com». Emol.
- lamaletademaxweb (17 de agosto de 2017). «ELVIS: EL BLANCO QUE CANTABA COMO UN NEGRO». La Maleta de Max F.
- Mallorca, Diario de. «Tommy Hunt: “Elvis es el rey porque cantaba como un negro”». www.diariodemallorca.es. Consultado el 28 de marzo de 2020.
- «rock and roll | History, Songs, Artists, & Facts». Encyclopedia Britannica (en inglés).
- Gallardo, David (16 de noviembre de 2016). «Cómo es posible que los tres creadores del rock sigan vivos después de todo esto». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 30 de marzo de 2020.
- Elvis Presley: The King of Rock ‘n’ Roll (en inglés). epubli. Consultado el 30 de marzo de 2020.
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- Cohn, Nik (1970). Paladin, ed. Awopbopaloobop Alopbamboom (US title: Rock from the Beginning). (en inglés). ISBN 0-586-08014-7.
- Gobello, Marcelo (1991). «Heroes del Rock and Roll». Rock en el cielo – nuestros ilustres muertos. Argentina: Distal SRL. p. 36.37. ISBN 9509495336.
- Gobello (1991). «heroes de rock an roll – Buddy Holly». Rock en el cielo – Nuestros ilustres muertos. Editorial Distal SRL. p. 21. ISBN 950-9495-33-6.
- Blitz, Matt (15 de agosto de 2016). «How Sam Phillips Invented the Sound of Rock and Roll». Popular Mechanics (en inglés estadounidense). Consultado el 30 de marzo de 2020.
Letrero publicitario de Elvis Presley. RCA Victor – Billboard, March 10, 1956, page 54. Dominio público. Original file (2,185 × 1,648 pixels, file size: 6.5 MB).
Por su parte Elvis nunca dejó de reconocer el aporte de los artistas afroamericanos cuando en 1968 expresó La música de Rock and Roll es básicamente gospel y rhythm blues.
El periodista británico Roy Carr de New Musical Express considera que fue con las grabaciones de Elvis en la compañía Sun Records donde se creó el combo básico del rock y que a pesar de que artistas como The Beatles, Credence o Bob Dylan trataron en algún momento de rendir homenaje a ese sonido, nunca lograron recrear ni la inocencia ni la esencia de esas grabaciones.
El crítico Nick Cohn expresó: Lo que el rock necesitaba en aquel momento para despegar era un héroe universal, un símbolo. Alguien que fuera muy joven, especial, incompartible —una propiedad exclusiva de los teenagers—. Alguien que pudiera cristalizar el movimiento entero, darle tamaño y dirección. Evidentemente, Bill Haley no daba la medida, pero Elvis sí que la daba.
Su gran contribución fue el demostrar hasta qué punto podía llegar la capacidad económica de los teenagers. Antes de Elvis, el rock había sido un gesto de vaga rebelión; en cuanto él llegó se convirtió en algo sólido y de contenido propio, que imprimió su estilo en la ropa, en el lenguaje y en el sexo; una total independencia en casi todos los aspectos, en cosas que hoy se dan como aceptadas.
Fue entonces cuando se dio la mayor ruptura de los «teen», y Elvis fue quien la provocó. De este modo, y sin ni siquiera habérselo propuesto, se convirtió en una de las personas que han afectado de una forma más radical la manera de vivir y de pensar de la gente.
De la misma manera el escritor y periodista especializado de la revista «Rock and Pop» Marcelo Gobello, considera que solo Elvis puede ser considerado como padre y rey del rock and roll.
La irrupción de Presley en escena hizo que artistas que comenzaban a surgir en ese mismo período, como Buddy Holly, quien lo conociera durante un recital de Elvis en Lubbock, Texas, se inclinasen por el rockabilly de manera definitiva y al mismo tiempo inspiró a Sam Phillips a continuar buscando talentos para su compañía Sun Records luego de que este vendiese el contrato de Elvis a la RCA, surgiendo de allí artistas como Johnny Cash y Jerry Lee Lewis entre otros.
Compositores legendarios
Fats Domino es el primero de los grandes compositores de rock and roll. Con una sólida carrera en el circuito de rhythm and blues desde los años 40 a muy temprana edad, fue el artista más popular de los años 50 a nivel de ventas tras Elvis Presley, firmando estándares del género como «The Fat Man», considerada por muchos críticos el punto de partida de la música rock, «Blue monday», «Blueberry hill» o «Ain’t that a shame». Johnny Otis surgió como descubridor, padrino, mentor, productor y descubridor de numerosas luminarias del rhythm and blues y el rock and roll en la primera mitad de los 50. De su pluma salieron canciones como «Dance with me Henry», «Every beat of my heart» o «Willie and the Hand Jive». También fue coautor de la celebérrima «Hound Dog», aunque perdió el litigio que mantuvo con el equipo de composición Leiber-Stoller y nunca ha aparecido acreditado como tal. Carl Perkins a partir de 1955 compuso temas dentro del estilo rockabilly como «Blue Suede Shoes», «Matchbox», «Honey Don’t» y «Everybody’s trying to be my baby», algunos de los cuales alcanzarían los primeros puestos del Billboard y serían versionados a lo largo de los años por diversos artistas como Elvis, The Beatles y posteriormente Stray Cats.
Algo similar ocurría con Chuck Berry y composiciones como «Johnny B. Goode» o «Sweet Little Sixteen» aunque en este último caso y pese a que nunca fue reconocido como tal, la autoría de varios de sus temas fue disputada por el pianista Johnnie Johnson.
De cualquier manera, el legado y la importancia de Chuck Berry como compositor, letrista y guitarrista es quizá el más vasto e influyente de entre todos sus contemporáneos y la lista de artistas de rock que le han citado como su influencia principal es interminable. También Little Richard fue un prolífico compositor, dejando ejercicios de estilo en temas como «Lucille», «Sleepin’ and slidin'», «Long tall Sally», o su más famosa contribución Tutti Frutti. Tanto Elvis como The Beatles entre otros muchos recurrieron con frecuencia a su repertorio. A la sombra de Little Richard (que fue su mentor y amigo de por vida) y como «imitador» de su estilo, Larry Williams, dejó un legado de grandes temas como «Bonny Moronie», «Short Fat Fannie», «Dizzy Miss Lizzy», «Bad boy» o «Slow down», habituales también en el repertorio de The Beatles y muchos otros grupos británicos. Otro autor cuya obra fue sumamente influyente, especialmente entre los grupos británicos de principios de la década de los 60 y en los artistas New Wave de finales de los 70, fue Buddy Holly con canciones como «That’ll be the day», «Peggy Sue», «Oh boy» o «Not fade away», esta última basada en el patrón rítmico habitualmente usado por Bo Diddley en su tema homónimo y en otras creaciones suyas como «Who do you love», el cual también inspiró a una pléyade de músicos en las décadas de los 60 y 70, llevando su influencia hasta géneros como el rap y el hip hop.
En el campo exclusivo o principalmente de la composición el dúo Robert «Bumps» Blackwell-John Marascalco escribieron algunos de los más recordados temas de Little Richard como «Good golly Miss Molly», «Ready Teddy», «Rip it up». Compartiendo apellido pero sin relación, Otis Blackwell compuso un sinfín de estándares de rock and roll como «All Shook Up» y «Don’t be cruel», para Elvis Presley o «Great balls of fire» y Breathless para Jerry Lee Lewis, además de la célebre Fever, canción versionada por decenas de artistas. El matrimonio Felice y Boudleaux Bryant, creadores de muchos éxitos de los Everly Brothers como «Bye Bye Love» o «Wake Up Little Susie» o los formados por Barry Mann-Cynthia Weil y Gerry Goffin-Carole King. El dúo Doc Pomus-Mort Shuman, creadores de otra larga lista de canciones a la postre exitosas para Elvis como «Little Sister», «Suspicion», «(Marie’s the Name) His Latest Flame» o la adaptación de la canción napolitana «Torna a Surriento» («Surrender»), y responsables además de éxitos de otros muchos artistas como Ray Charles («Lonely Avenue»), Dion and The Belmonts («A teenager in love»), The Drifters («Save the Last Dance for Me»), («Sweets for My Sweet») o Fabian Forte («Turn me Loose»). Quizá los más afamados, prolíficos e influyentes compositores de la era del rock and roll fueron el dúo compuesto por Jerry Leiber y Mike Stoller cuyas creaciones desde principios de los 50 como «Hound Dog» o Kansas City han sido uno de los pilares principales sobre los que se ha construido el rock. Sus composiciones para The Coasters en temas como «Yakety yak», «Young blood», «Riot in cellblock #9» o «Along came Jones» son solo superadas en relevancia por su contribución al repertorio de Elvis con canciones arquetípicas del género como son la ya citada «Hound Dog», «King Creole», «Trouble» o «Jailhouse Rock».
The Beach Boys a comienzos de los 60. A comienzos de los años 60, The Beach Boys emergieron como una de las bandas más influyentes del panorama musical estadounidense, combinando armonías vocales complejas, letras centradas en el estilo de vida juvenil de California y una producción innovadora liderada por Brian Wilson. Su música capturó el espíritu de una generación marcada por el optimismo, el consumismo y la expansión de la cultura popular, en un momento en que el rock and roll se transformaba en pop sofisticado. Inspirados por el doo-wop, el surf rock y el jazz vocal, lograron desarrollar un sonido distintivo que los llevó del entretenimiento ligero de la playa a la experimentación artística, anticipando las posibilidades expresivas del pop moderno.
Foto: Capitol Records – Billboard, page 73, 11 September 1965. Dominio Público. The Beach Boys en 1965, de izquierda a derecha: arriba Mike Love, Brian Wilson, Carl Wilson, abajo Al Jardine y Dennis Wilson. Original file (1,194 × 933 pixels, file size: 868 KB).
La Juventud Rebelde y el Impacto Cultural del Rock and Roll en la Sociedad Conservadora de los Años 50
Durante la década de 1950 en Estados Unidos, emergió una juventud marcada por la rebeldía, cuya expresión cultural desafió abiertamente los valores tradicionales de una sociedad conservadora. Este fenómeno se manifestó especialmente en torno a la sexualidad, el racismo y el papel de los medios de comunicación, con el cine como vehículo clave para la expansión del Rock and Roll y el surgimiento de nuevas identidades juveniles.
Desarrollo argumental:
Contexto de posguerra y surgimiento de una nueva juventud:
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos vivió un periodo de bonanza económica, crecimiento demográfico y fuerte conservadurismo ideológico. Sin embargo, la prosperidad material también posibilitó el nacimiento de un nuevo grupo social: los adolescentes como segmento diferenciado, con tiempo libre, capacidad de consumo y un sentido propio de pertenencia cultural. Frente a los valores tradicionales —familia nuclear, religión, patriotismo, moral sexual estricta—, esta juventud comenzó a adoptar actitudes de rebeldía, cuestionando la autoridad de los adultos y sus normas.Rebeldía, sexualidad y tensión racial:
La figura del joven rebelde se convirtió en un símbolo de transgresión cultural. Íconos como James Dean en Rebelde sin causa o Marlon Brando en The Wild One encarnaban la angustia existencial, la incomunicación generacional y la búsqueda de autenticidad. Paralelamente, el Rock and Roll introdujo un ritmo afroamericano en la cultura blanca, lo cual suscitó un doble escándalo: sexual (por la expresividad corporal y sensualidad de la música) y racial (por la apropiación cultural y la integración implícita que proponía). El racismo institucionalizado se vio desafiado por la popularidad de artistas negros como Chuck Berry o Little Richard, y por la aparición de figuras puente como Elvis Presley, quien llevó el estilo afroamericano al público blanco.El cine como catalizador del Rock and Roll:
El cine jugó un papel fundamental en la difusión de este nuevo paradigma juvenil. Películas protagonizadas por Elvis Presley como Love Me Tender (1956) o Jailhouse Rock (1957) no solo consolidaron su figura como ídolo popular, sino que vincularon explícitamente la música con una estética y una actitud desafiantes. La imagen de Elvis moviéndose de forma provocadora en la pantalla generó tanto admiración como rechazo, sirviendo como símbolo de una ruptura con las normas morales establecidas. El cine, como medio masivo, amplificó el alcance del Rock and Roll, convirtiéndolo en un fenómeno global.
La juventud de los años 50 en Estados Unidos no solo desafió las estructuras conservadoras del momento, sino que inauguró un nuevo modelo de identidad cultural que tendría profundas repercusiones en las décadas siguientes. A través de la música, el cine y una actitud de rebeldía, esta generación puso en tela de juicio la moral sexual, los prejuicios raciales y el autoritarismo generacional, sembrando las semillas de la revolución cultural de los años 60.
Desarrollo y evolución
A partir de Presley tanto en Estados Unidos como en Inglaterra nace de la música y la imagen estética, impuesta principalmente por él, la subcultura del rocker o de los roqueros. La puesta en escena de Elvis que se vería reflejada en varios de los filmes que realizase en ese período, daría origen con la coreografía del Jailhouse Rock dentro de la película homónima, al primer videoclip de la historia. Igualmente y sin proponérselo, años más tarde en 1968 crearía un antecedente para lo que luego sería el unplugged.
Para finales de los 50 y comienzos de los 60, los responsables de la industria de la música iban a condenar el producto y en un intento de suavizarlo y recortarlo, surgieron artistas como Pat Boone con versiones grabadas de temas de Little Richard como «Tutti Frutti» y se creó una legión de bellos jóvenes crooners como Frankie Avalon, Ricky Nelson y Fabian Forte quienes prosperaron y servirían esencialmente como los Perry Comos y Bing Crosbys de una nueva generación de oyentes. En 1958 Presley había sido reclutado al ejército, Buddy Holly junto a Richie Valens y Big Booper habían muerto en un accidente aéreo y Little Richard se había inclinado hacia la religión. La era dorada del rock and roll se estaba agotando. Surge en esos momentos otra variante musical dentro del rock and roll, más orientada hacia el baile, el twist, con artistas como Chubby Checker o grupos como Sam the Sham and the pharaohs. La música entera pasaría a una fase caracterizada por una mayor sofisticación como el sonido orquestal erigido por Phil Spector, the «hit factory» y las armonías vocales plasmadas en las canciones de una vida de ensueño en torno al surf creadas por The Beach Boys. No es sino a partir de los años 1960 cuando decae y deja de ser el ritmo que representaba a los jóvenes rebeldes en los 50, dando paso al género denominado rock o música rock, que marcaría un hito entre la naciente generación joven de los 60. A mediados de los 60, la sofisticación musical que iba surgiendo, permitió alcanzar una mayor libertad y variedad de estilos.
De esa manera, de él nacieron distintos subgéneros como el rockabilly o el hard rock (o rock duro), y fenómenos como el de los teen idols o las girl groups, estos últimos patrocinados principalmente por Phil Spector y de él han derivado géneros como el garage rock, el punk rock, el rock progresivo, el glam rock, rock gótico y, entre todos ellos, siguen existiendo elementos comunes provenientes del rock and roll. Así, a algunos artistas de hard rock como AC/DC y Mötley Crüe les agrada definirse como músicos de rock and roll, para poner en evidencia su influencia musical.
1959: El Fin de una Era y el Comienzo de Otra. Eventos Clave en la Transición del Rock and Roll hacia la Revolución Musical de los 60
El final de la década de 1950 marcó un punto de inflexión en la historia del Rock and Roll, cuando una serie de eventos trágicos, escandalosos y simbólicamente potentes —como la muerte de Buddy Holly, el desprestigio de figuras como Jerry Lee Lewis y la crisis del estilo original— pusieron fin a la inocencia inicial del género. Sin embargo, esta aparente decadencia preparó el terreno para una reinvención del rock en los años 60, influenciando profundamente a artistas británicos como The Beatles y The Rolling Stones, quienes retomaron y transformaron el legado de los pioneros estadounidenses.
I. El «Día que Murió la Música»: la tragedia de 1959
El 3 de febrero de 1959, un accidente aéreo en Iowa acabó con la vida de tres figuras clave del primer Rock and Roll: Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper (J.P. Richardson). El hecho fue bautizado años después como «The Day the Music Died», inmortalizado por Don McLean en su canción “American Pie”. Buddy Holly, en particular, representaba un modelo alternativo al arquetipo del rockero salvaje: compositor, productor, guitarrista técnico e innovador. Su muerte simbolizó la fragilidad del nuevo movimiento juvenil y el fin de su primera gran oleada. Fue percibida como el cierre prematuro de una etapa de promesa artística y rebeldía aún contenida.
II. Escándalos y decadencia de las primeras estrellas del Rock
La muerte de Holly no fue un hecho aislado: coincidió con una serie de escándalos y declives que afectaron a otras figuras emblemáticas:
Jerry Lee Lewis fue condenado al ostracismo mediático tras hacerse público que se había casado con su prima de 13 años, lo que destruyó su carrera en EE. UU. en un instante, a pesar de su talento como pianista explosivo y showman.
Chuck Berry fue arrestado en 1959 acusado de transportar a una menor a través de líneas estatales, en una causa que mezclaba racismo con moralismo puritano.
Little Richard, otra figura clave, renunció temporalmente al rock para convertirse en predicador evangélico.
Elvis Presley, mientras tanto, fue reclutado por el ejército (1958), lo que lo alejó del escenario justo cuando la escena comenzaba a derrumbarse.
Estos eventos debilitaron la imagen del Rock and Roll como fenómeno juvenil fresco y autónomo, y muchos críticos llegaron a anunciar su «muerte» o domesticación por parte del sistema.
III. Una transición silenciosa: el puente hacia los 60
A pesar del aparente colapso, el legado de estos músicos siguió vivo. Su estilo, actitud y repertorio cruzaron el Atlántico y encendieron la chispa en jóvenes británicos que pronto transformarían la música moderna:
The Beatles reconocieron la influencia directa de Buddy Holly (el nombre de su banda se inspiró en The Crickets, grupo de Holly).
The Rolling Stones, The Kinks y otras bandas británicas retomaron los ritmos del Rhythm and Blues estadounidense y el espíritu rebelde del primer rock.
La «Invasión Británica» de los años 60 no fue una ruptura total, sino una evolución, alimentada por la nostalgia, la energía y la innovación de los pioneros de los 50.
Así, aunque los eventos de finales de la década parecieron marcar el declive del Rock and Roll, en realidad fueron catalizadores de una profunda transformación que preparó el terreno para la revolución musical de los años 60.
El final de los años 50 fue una etapa de cierre simbólico y real para el Rock and Roll original. Las tragedias, escándalos y desilusiones truncaron las carreras de muchas de sus figuras clave, pero también sembraron las bases para una nueva generación de artistas que reinterpretarían el género con mayor sofisticación, proyección internacional y profundidad artística. Lejos de morir, la música entraba en un proceso de metamorfosis, con raíces firmemente plantadas en la efervescencia rebelde de la década anterior.
«Great Balls of Fire», interpretada por Jerry Lee Lewis en 1957, es una de las canciones más icónicas del primer rock and roll. Escrita por Otis Blackwell y Jack Hammer, y grabada en los estudios Sun Records de Memphis, la canción es un estallido de energía, irreverencia y sexualidad que rompió moldes en su época y consolidó a Lewis como uno de los grandes pioneros del género.
Con su piano desatado, sus gritos salvajes y una interpretación frenética, «Great Balls of Fire» encarna el espíritu provocador del rock naciente. Jerry Lee Lewis no era simplemente un cantante, era un showman explosivo que golpeaba el teclado con los codos y los pies, transmitiendo una mezcla de deseo, locura y humor que escandalizaba a los sectores más conservadores de la sociedad estadounidense de los años cincuenta.
La letra, que habla de una pasión ardiente e incontrolable, fue considerada atrevida para su tiempo. Aunque no contiene ninguna palabra explícita, su tono sugestivo y su fuerza interpretativa la convirtieron en un símbolo de la juventud rebelde que desafiaba las normas morales y religiosas del momento. Esto fue especialmente polémico en una América profundamente marcada por el conservadurismo, el puritanismo y la censura cultural.
El impacto fue inmediato. La canción fue un éxito rotundo en ventas, escaló rápidamente en las listas de popularidad y se convirtió en uno de los sencillos más vendidos de la década. También ayudó a establecer el papel del piano como instrumento protagonista en el rock and roll, en contraste con el dominio de la guitarra eléctrica que caracterizaba a otros artistas del género.
Sin embargo, el éxito de Lewis con esta canción también coincidió con el inicio de su escándalo personal. Poco después de alcanzar la fama, la prensa descubrió que se había casado con su prima de 13 años, lo cual prácticamente arruinó su carrera en Estados Unidos durante muchos años. Aun así, «Great Balls of Fire» siguió siendo una de sus canciones más celebradas y versionadas, y ha permanecido como un símbolo eterno del desenfreno juvenil y del nacimiento del rock como fenómeno cultural.
Hoy en día, la canción es parte del ADN del rock and roll. Su energía sigue viva en películas, series, programas de televisión y en la memoria colectiva de varias generaciones. «Great Balls of Fire» no es solo una canción, es un estallido de libertad y escándalo que representa a la perfección la revolución cultural que estaba empezando a transformar el mundo.
Análisis musical
En sus inicios y en el estado menos evolucionado, el término rock and roll fue utilizado para designar al estilo de rhythm blues más acelerado.
Aparte de la guitarra, la batería y el piano fueron elementos igualmente fundamentales.
El rock and roll sigue la estructura del blues, encontrándose canciones de 12, 16 u 8 compases. El ritmo generalmente está en compás de 4/4, recayendo cierta acentuación en los tiempos 2 y 4, siendo esta marcada por un agresivo golpe en la caja de la batería en los tiempos mencionados.
La improvisación también juega un papel dentro del género, utilizando la escala pentatónica con un par de alteraciones, lo que pasará a ser conocido posteriormente como «escala de blues».
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Anexo: Orígenes del rock and Roll
El rock and roll como tal, tiene sus orígenes en los años 1950, pudiendo observarse, sin embargo, elementos propios de este género en producciones de Rhythm and blues que datan incluso de los años 1920. En los orígenes del rock and roll existía una combinación de elementos de blues, boogie woodgie, jazz y rhythm. El género también estaba influenciado por corrientes musicales tradicionales como el Hillbilly, la música folk de Irlanda, la música gospel y la música country.
El término rock and roll se coló en la música espiritual negra en el siglo XIX, pero con un significado religioso, y fue grabado por primera vez en soporte fonográfico en 1916.
Antes de 1947, la única gente que solía hablar de «rocking» eran los cantantes afroamericanos de góspel. «Rocking» era un término usado por los afroamericanos para denominar la «posesión» que experimentaban en determinados eventos religiosos, y el término también hacía referencia al poderoso ritmo que se hallaba en la música que acompañaba dicha experiencia religiosa. Esta música llegó a ser tan poderosa y popular, que casi cada artista afroamericano sacaba un disco de este nuevo género.
Origen del término
En la década de 1940, el término «rock and roll» se empleaba ya en las valoraciones de grabaciones discográficas del periodista y columnista de Billboard Mauri Orodenker. En la edición del 30 de mayo de 1942, por ejemplo, describió la voz de Rosetta Tharpe en la reedición de «Rock Me» como «un canto espiritual de rock and roll».
R&B (acuñado en 1949) era un término demasiado ambiguo, porque R&B era una categoría que incluía todas las formas de música negra excepto el jazz y el góspel. Cualquier otro estilo era considerado R&B pero como esta música rocking era nueva y revolucionaria, necesitaba un nuevo nombre, así que los disc jockeys, liderados por uno de Cleveland llamado Alan Freed, comenzaron a llamarlo rock and roll. Esto sucedió en 1951 y muchos DJ’s usaron ese término, que también era utilizado para comercializar la música a una audiencia más amplia.
Significados del término
Un significado doble e irónico surgió en 1947 gracias a la canción Good Rocking Tonight del cantante de blues Roy Brown en la cual la palabra rocking era aparentemente acerca de bailar pero podía tratarse de una alusión sutilmente velada al sexo.
La versión definitiva de esta canción la hace Elvis Presley, en 1954. Estas dobles intenciones no eran nada nuevo en la música blues (que estaba mayormente limitada a las rocolas y los clubes) pero eran desconocidas en las transmisiones de radio. En general, el término rocking, adquirió un nuevo significado: el sexo.
El Rock and Roll, como ya se mencionó, tuvo su origen en la fusión de distintos géneros de música afroamericana. En 1947, Roy Brown hizo un blues llamado «Good Rocking Tonight», que era una parodia del góspel, donde, en lugar de «rockear» al Señor, él ponía a gente de iglesia como Deacon Jones y Elder Brown a «rockear» de modo no religioso (bailar de un modo vulgar, o altamente sexual). Tras el éxito de la primera versión de «Good Rocking Tonight» muchos otros artistas de rhythm and blues usaron títulos similares a fines de los años 1940, incluyendo una canción llamada «Rock and Roll» grabada por Wild Bill Moore en 1949. Estas canciones estaban relegadas a las tiendas de race music (el alias que usaba la industria de la música para referirse al rhythm and blues) y eran apenas conocidas por las audiencias blancas. Nótese que en aquella época estaba presente la alta discriminación racial en los Estados Unidos.
Wynonie Harris grabó una versión del disco de Brown, también en 1947, pero lo iba a convertir, tomando como base lo que sucedió después, en una de las grabaciones más importantes de la historia de la música. Cogió la broma de Brown, sobre la gente de iglesia «rockeando», pero como añadido a la parodia, cambió el ritmo a un compás y ritmo de góspel, fusionando de ese modo góspel y blues de un modo innovador. Cuando la versión de Wynonie Harris de «Good Rocking Tonight» se grabó en diciembre de 1947 y entró en listas en 1948, comenzó una revolución. Aunque Harris no era el primero en cantar blues con un compás góspel, ya que otros como Big Joe Turner lo habían estado haciendo durante años, fue el disco de Harris el que comenzó la moda del rocking en el blues y el R&B de finales de los 40. Tras el disco de Harris, la onda expansiva de canciones de blues rocking, hizo que todo artista negro sacase un disco de rocking blues en 1949 o 1950. Hubo una prohibición de grabar durante el año 1948, por lo que muchos de los discos que se grabaron a principios de 1949 se habían grabado realmente en secreto en 1948. Una de dichas grabaciones era el «Rocking At Midnight» de Roy Brown, que fue su respuesta a la versión de Wynonie Harris de su «Good Rocking Tonight». En 1952 y 1953, el «rock and roll» se estaba caracterizando cada vez más por dulces baladas de amor de grupos vocales adolescentes con nombre de pájaro, como Crows, Ravens, Orioles, Cardinals, y otros de ese mismo estilo. Normalmente, las caras B de dichos discos eran temas rápidos para el baile, que fueron llamados «rockers». En las diversas partes de los Estados Unidos, la gente les iba añadiendo sus influencias locales:
- En las ciudades del norte, las comunidades italiana y puertorriqueña tocaban «rock and roll» a su manera.
- En la costa oeste, los chicanos lo tocaban en castellano.
- En el sur, los cantantes de country añadían «rock and roll» a su «hillbilly boogie» y nacía el «rockabilly».
- Los cajun en Luisiana añadían «rock and roll» a su música, y nacía el zydeco.
- Los ingleses añadían «rock and roll» a su música y nacía el «skiffle».
- Los jamaicanos añadían «rock and roll» a su música y nacía el «Ska», que evolucionó al «Rocksteady» y más tarde (mediados de los 70’s) el «Roots Rock Reggae»,
Explosión de los años 1954-1960
Hubo una gran explosión entre 1954 y 1960. Elvis, Bill Haley, Chuck Berry, Little Richard y otros estaban tocando rock and roll perfectamente desarrollado. Algunos lo describen como un momento mágico en un estudio de grabación, con músicos pasando el rato durante un descanso y tocando algo no ensayado, y de repente, accidentalmente inventan un tipo de música completamente nueva. Cuando el rock and roll se arraigó por completo tras la llegada del rockabilly, y años más tarde con la influencia británica de principios de los años 1960, se convirtió en una música basada en la guitarra, y los guitarristas, buscaban de modo natural a otros guitarristas como pioneros de la música. Así, las compañías discográficas se mostraron interesadas en reeditar el material antiguo en tanto y cuanto hubiese un guitarrista al frente. Pero el rock and roll de antes de 1954 estaba basado en el saxofón, con muy poca guitarra. Y mientras el saxo se había retirado virtualmente del rock and roll a partir de 1956, muchas de las estrellas primigenias permanecieron olvidadas. Lo mismo con el piano, que fue probablemente el instrumento en el que se tocó rock and roll por primera vez. A mediados de los años 1950, cuando el rock and roll alcanza un alto nivel de popularidad, cada compañía discográfica importante tenía unas cuantas megaestrellas que intentaban vender.
El periodista británico Roy Carr de New Musical Express considera que fue con las grabaciones de Elvis en la compañía Sun Records donde se creó el combo básico del rock y que a pesar de que artistas como The Beatles, Credence o Bob Dylan trataron en algún momento de rendir homenaje a ese sonido, nunca lograron recrear ni la inocencia ni la esencia de esas grabaciones.
El crítico Nick Cohn expresó: Lo que el rock necesitaba en aquel momento para despegar era un héroe universal, un símbolo. Alguien que fuera muy joven, especial, incompartible —una propiedad exclusiva de los teenagers—. Alguien que pudiera cristalizar el movimiento entero, darle tamaño y dirección. Evidentemente, Bill Haley no daba la medida, pero Elvis sí que la daba.
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Rockabilly
El rockabilly es uno de los primeros subgéneros del rock and roll, cuyo origen se remonta a la década de 1950. El término es la contracción de las palabras rock y hillbilly, refiriéndose a esta última como a una variedad ruda de folk conocida como hillbilly music, en la década de los años 1940, y que contribuyó enormemente al desarrollo de su estilo. Otras influencias del rockabilly incluyen el western swing, el rhythm & blues, el boogie woogie, el doo wop y la música folk de los Apalaches. Aunque existen excepciones, su origen descansa en la región sur de los Estados Unidos. Su influencia y popularidad decayó en la década de 1960, pero a finales de los años 1970 y principios de los años 1980, disfrutó de un resurgimiento que llegó a la actualidad mediante la subcultura rockabilly.
Orígenes musicales | Rock and roll, rhythm and blues, country, bluegrass, jazzhillbilly. | |
---|---|---|
Orígenes culturales | Años 1950 en Estados Unidos | |
Instrumentos comunes | Guitarra, contrabajo, batería | |
Popularidad | Edad de oro en los años 1950, revival desde los años 1980 | |
Derivados | Rock, garage rock, punk rock. | |
Subgéneros | ||
Psychobilly, Horrorbilly. | ||
Fusiones | ||
Gothabilly, Punkabilly |
El rockabilly es uno de los primeros subgéneros del rock and roll y una de las formas más puras y representativas de su etapa fundacional. Surgido en los Estados Unidos a comienzos de la década de 1950, principalmente en el sur del país, el término «rockabilly» es una combinación de las palabras «rock» y «hillbilly», esta última en referencia a la música de raíces rurales blancas, como el country y el western swing. El estilo se desarrolló como resultado de la fusión entre el rhythm and blues afroamericano y la música country blanca, generando una sonoridad nueva, enérgica y juvenil que canalizaba el espíritu rebelde de la época. El rockabilly representó una ruptura estilística con los cánones musicales anteriores y se convirtió en un emblema cultural del cambio generacional de la posguerra.
Entre los primeros grandes nombres del rockabilly destaca Elvis Presley, cuyo paso por Sun Records, bajo la dirección del productor Sam Phillips, dio lugar a una serie de grabaciones históricas que marcaron el nacimiento del género. Temas como «That’s All Right» y «Blue Moon of Kentucky» mostraban la fórmula perfecta de esta mezcla de géneros: la voz melódica de Presley, el ritmo sincopado y el acompañamiento de guitarra eléctrica, contrabajo y batería. Junto a él, otros artistas fundamentales del rockabilly que grabaron en Sun Records fueron Carl Perkins, autor de la legendaria canción «Blue Suede Shoes», y Jerry Lee Lewis, cuya interpretación salvaje del piano llevó el estilo a nuevas cotas de intensidad. Johnny Cash también debe ser mencionado, ya que si bien su estilo era más cercano al country, sus primeras grabaciones compartían el espíritu minimalista y contundente del rockabilly.
Gazz Guzzlers durante una actuación en Caddy’s Diner en Purmerend, Países Bajos. Foto: Patbosman. Dominio Público.

Musicalmente, el rockabilly se caracteriza por un ritmo muy marcado, en compás de 4/4, con un uso frecuente del contrabajo tocado de forma percutiva con la técnica de slap, lo que le daba una base rítmica distintiva. La guitarra eléctrica, con un sonido limpio y agudo, ejecutaba riffs sencillos pero llenos de energía, mientras que la batería mantenía un patrón constante, muchas veces con escasa ornamentación. La voz solía ser nasal o vibrante, a veces con un tono juguetón o provocador, reflejo del humor y la actitud rebelde de muchas de las letras. Los temas del rockabilly giraban en torno a la juventud, el amor, los autos, el baile y la independencia, y su interpretación estaba marcada por una gestualidad escénica que acentuaba su conexión directa con el público joven.
La primera fase del rockabilly tuvo su apogeo entre 1954 y 1958. Durante esos años, el estilo alcanzó gran popularidad en las emisoras de radio, en programas de televisión como el Ed Sullivan Show y en películas musicales dirigidas al público adolescente. Su influencia se extendió rápidamente más allá del sur estadounidense, conquistando el mercado nacional e incluso llegando a Europa. Sin embargo, a finales de los años 50, el estilo comenzó a perder protagonismo frente al desarrollo de un rock and roll más elaborado y orientado al pop, así como por la aparición de nuevos ídolos musicales. La muerte de Buddy Holly, el escándalo que rodeó a Jerry Lee Lewis y el alistamiento de Elvis en el ejército marcaron simbólicamente el fin de la edad dorada del rockabilly.
Elvis Presley «King Creole» 1958. Paramount Pictures – King Creole trailer. Dominio Público.
No obstante, su legado perduró y resurgió con fuerza en distintas fases posteriores. Durante los años 70, el rockabilly vivió un renacimiento en Europa, especialmente en el Reino Unido, donde bandas como The Stray Cats retomaron su estilo y estética con un enfoque actualizado. Este revival se acompañó de un culto a la moda y al diseño de los años 50, con peinados tipo tupé, chaquetas de cuero, pantalones entallados y autos clásicos. En paralelo, dentro de la escena punk y del psychobilly —una fusión entre rockabilly y punk— se mantuvo viva la actitud rebelde y contracultural del estilo original. En los años 80 y 90, el rockabilly continuó siendo una influencia clara en muchos géneros, y su huella puede rastrearse en artistas tan diversos como Brian Setzer, Imelda May o incluso bandas contemporáneas que incorporan elementos retro en sus composiciones.
El rockabilly no solo dejó una marca en lo musical, sino también en el imaginario cultural colectivo. Su estética visual, sus códigos de vestimenta, su lenguaje corporal y su conexión con el cine, la moda y la publicidad lo convirtieron en un símbolo de juventud, rebeldía y libertad. Además, su papel como puente entre las culturas blancas y negras del sur de Estados Unidos tuvo un impacto decisivo en el proceso de integración musical y social, abriendo camino a la aceptación popular de la música afroamericana en los mercados dominados por blancos. En ese sentido, puede decirse que el rockabilly no solo fue una revolución musical, sino también un fenómeno cultural de profundas consecuencias históricas.
Hoy en día, el rockabilly es celebrado en festivales, coleccionado por melómanos y revivido por bandas de todo el mundo. Sigue siendo una expresión viva de una época en la que la música se volvió vehículo de cambio, de deseo de libertad y de afirmación de la identidad juvenil. Su energía contagiosa, su sencillez estructural y su capacidad de fusión siguen siendo fuente de inspiración para nuevas generaciones que descubren en el rockabilly algo más que un estilo: una forma de vida.
Ver más: Rockabilly en wikipedia
Pop rock y rock instrumental
A partir de 1967, la evolución del rock entró en una etapa de maduración formal y expansión expresiva que lo alejó de sus raíces más sencillas y directas del rock and roll original. Si la primera ola del rock and roll había sido una explosión de energía adolescente, de estructuras básicas y de impulso rítmico inmediato, lo que vino después fue una complejización del discurso musical: nacía el pop rock como forma más refinada, melódica y emocional del género, y simultáneamente el rock instrumental adquiría entidad propia como vehículo de exploración sonora, técnica y conceptual. Esta etapa supuso un punto de inflexión decisivo en la historia de la música popular moderna.
El año 1967 marca un momento simbólico y real de ruptura con el paradigma anterior. El lanzamiento de discos como Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles no solo transformó la forma de entender el álbum como obra conceptual, sino que puso sobre la mesa una nueva estética: arreglos más elaborados, letras introspectivas o abstractas, incorporación de instrumentos no tradicionales y una preocupación creciente por la producción de estudio como herramienta creativa. En ese contexto, el pop rock emergió como una síntesis entre la accesibilidad melódica del pop y la actitud disruptiva del rock. Era música pensada para ser escuchada tanto con el cuerpo como con la mente, capaz de emocionar sin renunciar a la inteligencia formal.
Las canciones dejaron de girar en torno a la estructura de los doce compases del blues para explorar progresiones armónicas más ricas, cambios de ritmo, juegos vocales complejos y una paleta instrumental cada vez más amplia. El piano, las cuerdas, los vientos o los sintetizadores comenzaron a convivir con la guitarra eléctrica, ampliando el horizonte expresivo. El pop rock no solo fue una evolución estilística, sino también una ampliación del público: dejó de dirigirse exclusivamente a los adolescentes y comenzó a conquistar a oyentes más adultos, culturalmente exigentes y abiertos a nuevas sensibilidades.
En paralelo, el rock instrumental adquirió protagonismo como territorio de experimentación y virtuosismo. Bandas y artistas comenzaron a explorar las posibilidades de la música sin palabras como un medio capaz de transmitir estados emocionales, atmósferas e incluso narrativas. Las influencias del jazz, la música clásica, la psicodelia y las músicas del mundo se fundieron en piezas donde la improvisación, la textura sonora y la dinámica ocupaban un lugar central. En este campo brillaron guitarristas como Jeff Beck, Joe Satriani o Mike Oldfield, así como bandas que desarrollaron suites instrumentales dentro del rock progresivo, como Pink Floyd o King Crimson.
Esta etapa estuvo marcada por una concepción más artística y ambiciosa del rock. La música comenzó a considerarse, por primera vez, como una forma de arte total, capaz de dialogar con la literatura, la filosofía, la política o la pintura. El lenguaje del rock se sofisticó, se intelectualizó y se diversificó, dando lugar a una generación de discos que, lejos de buscar solo el éxito comercial, aspiraban a trascender en el tiempo como obras completas.
El periodo que va de 1967 a mediados de los años 70 fue, en definitiva, una época de transición entre la simplicidad fundacional del rock and roll y la eclosión de géneros más definidos como el progresivo, el hard rock o la música de fusión. En ese interregno, el pop rock y el rock instrumental actuaron como laboratorios estéticos, como espacios donde la melodía, la armonía y la arquitectura sonora adquirieron un papel protagonista. Esta sofisticación del lenguaje marcó el paso hacia una madurez que consolidó al rock no solo como forma musical popular, sino como forma de arte y expresión cultural profunda.
El término «pop», usado desde principios del siglo XX para referirse a la música popular en general, empezó a emplearse hacia mediados de la década de 1950 para un género específico, a veces considerado una alternativa más suave al rock and roll y dirigida a un público más joven. (37) (38). Alrededor de 1967, empezó a usarse cada vez más como opuesto al término rock y visto como una forma de música más comercial, efímera y accesible.(39). En contraste, el rock se fue enfocando en obras más extensas, particularmente álbumes, y se lo asociaba a menudo con alguna subcultura en particular (como la contracultura en la década de 1960), que ponía especial énfasis en los valores artísticos, la «autenticidad», las actuaciones en vivo y el virtuosismo instrumental o vocal, considerada un compendio de los desarrollos progresivos, en lugar de como reflejo de las tendencias existentes. (39) (37) (38) (40).
Sin embargo, en gran parte el pop y rock han sido bastante similares en sonido, instrumentación y contenido lírico, por lo que términos como «pop-rock» y «power pop» se usaron para describir un tipo de música comercialmente exitosa que usa elementos, o la fórmula, del rock. (41).
Ver nota: El pop-rock es definido como «[una] variación optimista de la música rock representada por artistas como Elton John, Paul McCartney, Rod Stewart, Chicago y Peter Frampton». Power pop fue acuñado por Pete Townshend, de The Who, en 1966, pero no sería usado de manera extensa hasta la década de 1970 para describir a bandas como Badfinger, que tendrían enorme éxito comercial.
The Everly Brothers fue un dúo de hermanos de música country y rockabilly y una de las más grandes influencias en la historia del rock & roll. Su periodo de fama y éxito fue entre 1951 hasta 1961, formando parte del Salón de la Fama del Rock desde 1986, junto a otros genios de la música.
Han sido influencia de artistas como The Beatles, Simon & Garfunkel, Neil Diamond, Electric Light Orchestra, Mark Knopfler, Billy Joel, The Hollies, Eagles, The Beach Boys o Frankie Valli y The Four Seasons, entre otros.
The Everly Brothers, formados por los hermanos Don y Phil Everly, fueron un influyente dúo musical estadounidense activo principalmente entre finales de los años 50 y principios de los 60. Su estilo fusionó el country, el rock and roll y las armonías vocales del pop, creando un sonido distintivo que marcó profundamente la evolución de la música popular. Canciones como Bye Bye Love, Wake Up Little Susie y All I Have to Do Is Dream los convirtieron en íconos juveniles y en referentes esenciales para futuras bandas, incluyendo a The Beatles y Simon & Garfunkel.
Caracterizados por sus armonías vocales cerradas y su acompañamiento con guitarras acústicas, los Everly Brothers refinaron el formato del dúo pop y contribuyeron a consolidar la figura del cantante-compositor en el rock. Su música combinaba melodías pegadizas, letras sentimentales y una estética limpia que contrastaba con la crudeza de otros pioneros del rock and roll. Su influencia fue clave en la transición entre el country tradicional y el pop rock moderno, y su legado perdura como una de las bases del sonido armónico de la música popular contemporánea.
Pese que a finales de los años 1950 y principios de 1960 se originaron importantes innovaciones y tendencias sin las que no habría sido posible el desarrollo posterior del género, (44) (45) este periodo ha sido tradicionalmente visto como una era de receso para el rock and roll. (46)
Mientras que el rock and roll temprano, particularmente en la forma de rockabilly, fue un gran éxito comercial para músicos blancos, en estos años el género fue dominado por artistas femeninas y artistas negros. Al término de la década, el rock and roll influenció notablemente el twist, que tendría un enorme auge de popularidad a principios de los 1960, y Chubby Checker en particular fue el músico más exitoso. (45)
El doo wop también resurgió durante este período y grupos como The Marcels, The Capris, Maurice Williams and the Zodiacs y Shep and the Limelites posicionaron éxitos en las listas.[28] Por otro lado, la creciente fama de girl groups como The Chantels, The Shirelles y The Crystals produjo un cambio de enfoque hacia una producción mucho más pulida y con especial énfasis en las armonías, lo que contrastaba notablemente con el rock and roll temprano. (47)
Algunos de los éxitos más significativos de estos grupos surgieron en el Brill Building, un edificio de oficinas de Nueva York donde trabajaban varios compositores, incluida la dupla de Gerry Goffin y Carole King, autores de «Will You Love Me Tomorrow» en 1960, primera canción de The Shirelles —y de un grupo de mujeres afroamericanas— en alcanzar el número 1 de las listas estadounidenses. (48) (49).
En 1958, Cliff Richard tuvo el primer gran éxito del rock and roll británico con «Move It», que marcó el comienzo del rock en Reino Unido. (50) A principios de 1960, su banda de apoyo The Shadows se estableció como el grupo más exitoso que grababa instrumentales. (51) Mientras el rock and roll iba desvaneciéndose en el pop ligero y las baladas, las bandas británicas que tocaban rock en clubes y pubs, notablemente influenciadas por pioneros del blues rock como Alexis Korner, empezaron a tocar con una intensidad raramente presente en los músicos blancos estadounidenses. (52)
La música soul también tuvo un significativo auge como una fuerza comercial mayor. Desarrollada fuera del rhythm and blues con un renutrimiento del gospel y el pop, e influenciada por pioneros de mediados de la década de 1950 como Ray Charles y Sam Cooke, (53) hacia principios de los 1960, figuras afroamericanas como Marvin Gaye, James Brown, Aretha Franklin, Curtis Mayfield y Stevie Wonder lideraban las listas de R&B e irrumpieron en las principales de pop (lo que ayudó a acelerar su desegregación) a la vez que sus sellos discográficos Motown y Stax/Volt se convertían en empresas dominantes en la industria musical. (54) Todos estos elementos, incluidas las armonías cerradas del doo wop y los girl groups, la delicada composición de las canciones del Brill Building Sound y los pulidos valores de producción del soul, influenciaron considerablemente el sonido del Merseybeat, en especial el trabajo temprano de The Beatles y, a través de ellos, el de la música rock en general.(55) Otras innovaciones y desarrollos técnicos importantes construidos alrededor del rock and roll durante este período incluyen el tratamiento electrónico del sonido de productores como Joe Meek y los elaborados métodos de producción de la Wall of Sound perseguidos por Phil Spector.
James Brown presentándose en 1969. ABC Television – eBay front back. Dominio Público. Original file (1,252 × 893 pixels, file size: 207 KB).
James Brown fue un cantante, compositor y showman estadounidense considerado una de las figuras más influyentes de la música del siglo XX. Nacido en 1933 en Carolina del Sur y criado en la pobreza en Georgia, comenzó su carrera en los años 50 con el grupo The Famous Flames. Alcanzó la fama con su estilo explosivo y su energía escénica inigualable, convirtiéndose en pionero del soul, el funk y elementos del rhythm and blues. Con éxitos como Papa’s Got a Brand New Bag, I Got You (I Feel Good) y Get Up (I Feel Like Being a) Sex Machine, redefinió el ritmo, el fraseo vocal y el uso de la banda como máquina rítmica. Fue apodado “el Padrino del Soul” y su influencia se extiende a géneros como el hip hop, el pop y la música electrónica. Más allá de lo musical, fue un símbolo cultural dentro del movimiento por los derechos civiles. Falleció en 2006, dejando un legado inmenso como arquitecto del groove moderno.
Pop rock
El pop rock (también escrito como pop/rock) es un género fusión originado a finales de los años 1950 como una alternativa más ligera del rock and roll, con un mayor énfasis en los aspectos de grabación y composición profesional, y con menor prioridad en la «actitud». En un inicio, el pop rock fue influenciado por el ritmo, estilo y arreglos del rock and roll y, en menor medida, el doo wop; durante las siguientes décadas el «género» llegó a incorporar elementos de la música psicodélica y el blue-eyed soul, y ya para mediados de los años 1970, el pop rock terminó por diluirse en un concepto más amplio para englobar a aquellos estilos que se encuadran tanto en el pop como en el rock
En la actualidad no existe una definición unánimemente aceptada para el término, pudiendo verse este como un género propio más que como un tipo de música que se solapa entre el pop y el rock, detractores de este además suelen catalogarlo como un producto comercial plano y menos auténtico que la música rock.
Avril Lavigne tocando la guitarra en el escenario durante su gira Black Star Tour el 27 de mayo de 2011. El lugar del concierto es el Atlantis Stadium en Paradise Island, Bahamas, como parte del ciclo de conciertos del sábado Rays/Hess Express. Fotografía tomada con una Nikon D3100. Cliff Wittig (as «Rays Renegade») – Original image can be found uploaded to Flickr as Avril Lavigne 2011 442. CC BY-SA 3.0. Original file (2,304 × 1,536 pixels, file size: 1.55 MB).
Gran parte del pop y rock ha sido bastante similar en sonido, instrumentación y contenido lírico, con términos como «pop rock» y «power pop» siendo usados para describir un tipo de música comercialmente exitosa que usa elementos, o la fórmula, del rock. Para los autores Larry Starr y Christopher Waterman es definido como una «variación optimista de la música rock representada por artistas como Elton John, Paul McCartney, Rod Stewart, Chicago, y Peter Frampton».
Desde la década de los 2010, los términos «guitar pop rock» e «indie rock» son frecuentemente usados como sinónimos. De igual forma, «jangle» es un sustantivo/adjetivo inglés que los críticos suelen usar para referirse al «guitar pop» que produce un sentimiento radiante o cálido.
Estándares
George Starostin define el pop rock como un subgénero de la música pop que utiliza pegadizas canciones pop que son sobre todo basadas en la guitarra. Starostin afirma que la mayor parte de lo que tradicionalmente se llama power pop cae en el subgénero pop rock. Afirma que, el contenido lírico del pop rock, es «normalmente secundario a la música».
El crítico Philip Auslander argumenta que la distinción entre el pop y el rock es más pronunciada en los Estados Unidos que en el Reino Unido. Auslander afirma que en los Estados Unidos el pop tiene sus raíces en cantantes blancos como Perry Como, mientras que el rock tiene sus raíces en las formas afroamericanas con influencias como el rock and roll. Auslander señala que el concepto de pop rock, que mezcla al pop y el rock, está en contradicción con la concepción típica de pop y rock como opuestos. Auslander y varios otros estudiosos, como Simon Frith y Grossberg argumentan que la música pop es a menudo representada como una forma inauténtica, cínica, «hábilmente comercial» y basada en fórmulas de entretenimiento. En contraste, la música rock es a menudo considerada como una forma auténtica, sincera y anticomercial de la música, que hace hincapié en escribir canciones de los cantantes y bandas, virtuosismo instrumental, y una «conexión real con el público».
El análisis de Simon Frith de la historia de la música popular de los años 1950 y 1980 ha sido criticado por BJ Moore-Gilbert, quien sostiene que los académicos como Frith y otros han puesto demasiado énfasis en el papel del rock en la historia de la música popular al nombrar a todos los nuevos géneros con el sufijo de «rock»; así, cuando surge en la década de 1960 un estilo basado en el folk, Frith lo denomina «folk rock», o a los estilos que beben del pop en la década de 1970 los llama «pop rock». Moore-Gilbert afirma que este enfoque injustamente pone al rock en la cima de los movimientos musicales, y hace que todo otro tipo de influencia sea considerada como un complemento al núcleo central del rock.
El pop/rock, como fusión entre la accesibilidad melódica del pop y la energía instrumental del rock, ha servido durante décadas como terreno fértil para la evolución de múltiples subgéneros, entre los que destacan el power pop y el punk rock, dos expresiones distintas pero íntimamente relacionadas con sus raíces. Mientras que el pop/rock se caracteriza por su equilibrio entre estructura convencional, armonías pegajosas y producción pulida, el power pop llevó esa fórmula a un nivel de intensidad emocional y precisión melódica mayor, tomando como referentes esenciales a bandas como The Beatles, The Who y Big Star, y apostando por una estética de guitarras brillantes, estribillos inmediatos y una actitud juvenil sin excesos.
Por su parte, el punk rock reaccionó contra la complejidad técnica y el comercialismo de algunas corrientes del pop/rock de los años 70, rescatando la inmediatez y crudeza del rock primitivo, pero conservando, paradójicamente, una esencia pop en su estructura básica y su aspiración a conectar con el oyente a través de canciones cortas, directas y repetibles. Así, aunque el punk y el power pop nacieron en contextos diferentes y con actitudes casi opuestas, ambos comparten con el pop/rock la misma raíz melódica y la voluntad de revitalizar un lenguaje musical que, en manos creativas, puede ser a la vez popular, artístico y revolucionario.
Rock instrumental
El rock instrumental como laboratorio sonoro y afirmación artística
El rock instrumental ha sido una de las vertientes más singulares y menos mediáticas del género, pero también una de las más influyentes y revolucionarias en términos musicales. Si bien el rock nació con un fuerte componente vocal, basado en la canción como forma expresiva centrada en la palabra y el estribillo, desde finales de los años sesenta comenzó a consolidarse una corriente paralela en la que la música hablaba por sí misma. Sin necesidad de letra, el rock instrumental se convirtió en un laboratorio sonoro, un espacio privilegiado para la exploración técnica, la improvisación y la expansión de los límites del lenguaje musical contemporáneo.
La consolidación del rock instrumental se dio en un contexto de transformación general del panorama musical. A partir de 1967, con la explosión psicodélica y el nacimiento del rock progresivo, se abrió paso una nueva manera de concebir la música popular: más ambiciosa, más introspectiva y más orientada a la experiencia estética que al consumo masivo inmediato. En ese marco, muchos músicos comenzaron a prescindir de la voz como eje central de sus composiciones, y a poner el foco en el viaje sonoro, en la atmósfera, en el detalle tímbrico y en el desarrollo de ideas musicales complejas.
El rock instrumental se nutrió inicialmente de las influencias del jazz, el blues y la música clásica, pero pronto desarrolló un carácter propio. La guitarra eléctrica se convirtió en su emblema, y con ella emergieron figuras que trascendieron la categoría de intérpretes para convertirse en auténticos autores de lenguaje. Guitarristas como Jeff Beck, Carlos Santana, Steve Vai, Joe Satriani, Eric Johnson o Yngwie Malmsteen revolucionaron la técnica y la expresividad de su instrumento, componiendo piezas sin letra que alcanzaban una profundidad emocional comparable —y a veces superior— a la de cualquier canción con voz.
La ausencia de letra no implica ausencia de mensaje. Muy al contrario, el rock instrumental trabaja con un tipo de narrativa no verbal, donde el significado se construye a través de las variaciones melódicas, los contrastes dinámicos, los climas armónicos y la interacción entre los instrumentos. Muchas composiciones instrumentales poseen una estructura casi sinfónica, con movimientos internos, tensiones y resoluciones, y permiten al oyente una lectura más abierta, subjetiva y emocional.
En el campo del rock progresivo, el componente instrumental fue esencial para el desarrollo del género. Bandas como Pink Floyd, King Crimson, Genesis, Camel o Yes compusieron largas secciones instrumentales donde los teclados, las guitarras, los sintetizadores y la percusión dialogaban en libertad, muchas veces alejándose de la estructura de canción tradicional. Estas obras exigían del oyente una escucha atenta, una disposición casi contemplativa que rompía con la lógica radiofónica de los tres minutos.
El rock instrumental también desempeñó un papel central en la evolución del metal progresivo, el post-rock y otras variantes experimentales surgidas desde los años noventa hasta la actualidad. Bandas como Explosions in the Sky, Godspeed You! Black Emperor, Pelican o Russian Circles han seguido desarrollando un lenguaje instrumental sofisticado, a menudo cinematográfico, cargado de intensidad emocional y capaz de expresar angustia, belleza o catarsis sin una sola palabra. En estos casos, la música se convierte casi en arquitectura emocional, en un viaje íntimo donde cada oyente construye su propia interpretación.
Otra dimensión interesante del rock instrumental es su capacidad para el diálogo intercultural. Al no depender del idioma, sus composiciones circulan más libremente entre culturas, y han permitido fusiones con músicas tradicionales de todo el mundo, desde el flamenco hasta la música hindú, desde el folklore andino hasta el minimalismo europeo. Esto ha dado lugar a formas híbridas de gran riqueza expresiva, donde el virtuosismo técnico se equilibra con una búsqueda espiritual o identitaria.
En definitiva, el rock instrumental no ha sido una forma secundaria o derivada del rock vocal, sino más bien su contraparte reflexiva y expansiva. Ha permitido a los músicos asumir un papel más autoral, crear paisajes sonoros más complejos y liberar al oyente del peso de la palabra para invitarlo a una experiencia más libre y sensorial. Aunque muchas veces fuera del foco comercial, el rock instrumental ha sido —y sigue siendo— un espacio fundamental para la evolución del género, un territorio fértil donde la música se vuelve pensamiento, emoción pura y exploración constante.
El rock instrumental es un subgénero de rock and roll que hace hincapié en los instrumentos musicales, y que cuenta con ninguna o muy poca voz en los temas. También se considera música de fondo, aunque otros instrumentos son casi siempre traídos al primer plano de la mezcla en lugar de la voz. Ejemplos de rock instrumental se pueden encontrar en prácticamente todos los subgéneros del rock. Entre los músicos y bandas de rock que se especializan en este estilo se destacan Carlos Santana, Austin TV, Buckethead, Joe Satriani, Steve Vai, Link Wray, Eric Johnson, Chuck Berry, Surfaris, Brian Jones, Dick Dale, The Ventures, The Shadows, Jeff Beck, The Beatles, Paul Gilbert, Kansas, Booker and the MGs, The Champs, Guthrie Govan, entre otros.
La formación básica del rock instrumental se compone de una o dos guitarras, bajo y batería. Algunas bandas también utilizan sintetizadores y otros instrumentos no tan comunes en el rock como violines, cellos, arpas, xilófonos, etc.
Historia del rock instrumental
Tuvo su gran apogeo durante la primera década de existencia del rock and roll (mediados de 1950 hasta la mitad de 1960), antes de la invasión británica.
De los primeros temas instrumentales se destacaron el llamado «Honky Tonk» de Bill Doggett Combo, que tenía un ritmo suave, tocada con saxofón, guiado por un órgano. Y el intérprete de blues Jimmy Reed con «Boogie in the Dark» y «Roll and Rhumba».
El saxofonista de jazz Earl Bostic revivió su carrera con temas instrumentales como «Harlem Nocturne» y «Rhumboogie Earl’s Court». Otros músicos de jazz también obtuvieron grandes éxitos con temas instrumental como: Tab Smith y Arnett Cobb.
Hubo varias canciones notables de blues instrumental durante la década de 1950, Little Walter con su tema «Juke» la cual fue un gran éxito.
Varias canciones instrumental de éxito de diferentes bandas, hacían hincapié en el órgano electrónico (The Tornados – «Telstar», Dave «Baby» Cortez – «The Happy Organ») o el saxofón (The Champs – «Tequila»). Pero en la guitarra el más prominente fue Duane Eddy que obtuvo varios éxitos, como su obra más conocida «Rebeld ‘Rouser'». Eddy fue el primer artista de rock & roll en poder lanzar un álbum en estéreo.
The Fire Balls, con el distintivo trabajo de George Tomsco en la guitarra , comenzó su carrera en los últimos años de la época de los cincuenta, con éxitos instrumentales como «Torquay» y «Bulldog». La banda fue pionera en el uso de la guitarra, bajo y batería dentro de los temas instrumentales, allanando el camino para otros grupos The Ventures, The Shadows, y la escena de la música surf. Fueron una de las pocas bandas instrumentales, que con éxito cambiaron su estilo a temas vocales, realizando su mayor éxito en 1963 llamado «Sugar Shack».
Otras bandas y diferentes estilos
The Shadows provenientes del Reino Unido, empezaron utilizando guitarras estadounidenses Fender Stratocaster con amplificadores británicos, con la guitarra líder usando el reverb como principal recurso. Este grupo con Cliff Richard dominó las listas de popularidad de Reino Unido desde 1959-1963 hasta que llegó la Beatle-manía.
The Ventures con un preciso trabajo de guitarra fue una gran influencia más tarde en muchos guitarristas de rock , sino que también ayudó a la formación de la música surf, que en esta etapa consistieron casi exclusivamente en temas instrumentales de guitarra con mucha reverberación.
La música surf fue muy popular en la década de 1960, y sus sonido fue en general bastante simple y con una melodía monótona a excepción de Dick Dale, que saltó a la fama por su forma rápida de tocar, a menudo influenciado por la música del Oriente Medio y con frecuencia utilizando escalas exóticas.
Años 1970
La música funk y disco produjo varios éxitos instrumentales durante la década de 1970.
The Allman Brothers Band no se considera totalmente una banda de rock instrumental, pero tienen muchos temas instrumentales y hacen versiones largas de sus canciones. Un buen ejemplo es la versión de 22-minutos de Whipping Post en el LP At Fillmore East. Sus instrumentales, «In Memory of Elizabeth Reed» y «Jessica» son muy populares.
El guitarrista Jeff Beck también grabó dos discos totalmente instrumentales en los años 1970 llamados «Blow by Blow» y «Wired».
King Crimson ganó una audiencia masiva a finales de los años 1960 y 1970 con sus producciones de rock instrumental explosivos que fusionó con los estilos de Jazz, la Música clásica y el Heavy metal. Tubular Bells de Mike Oldfield, un álbum de rock progresivo, que es totalmente instrumental (salvo algunas partes habladas) fue lanzado en 1973 y es uno de los álbumes instrumentales más vendidos de todos los tiempos con 16 millones de copias vendidas.
Mike Oldfield creó uno de los álbumes instrumentales más vendidos de la historia.
Años 1980
Durante la década de los 80, el género del rock instrumental fue dominado por varios solistas de guitarra.
El virtuoso sueco Yngwie Malmsteen se hizo un nombre por sí mismo en 1984 tocando en la popular banda Alcatrazz, y luego lanzó su álbum debut como solista llamado Rising Force a finales de ese año, que llegó hasta la posición # 60 en el Billboard 200. En 1987 el álbum Surfing With The Alien de Joe Satriani fue un sorprendente éxito, que contiene la popular balada instrumental «Always With Me, Always With You», y el blues distorsionado «Satch Boogie». Dos años después llegó el siguiente álbum instrumental de Satriani nombrado Flying in a Blue Dream.
Después de que Malmsteen dejó Alcatrazz, fue reemplazado por el extravagante guitarrista Steve Vai, quien previamente había estado tocando con la banda de Frank Zappa. Continuando con la línea (y tras un breve paso en la banda de David Lee Roth de 1986 a 1988), Vai lanzó un buen número de discos como solista.
Jason Becker también fue considerado por muchos como un gran intérprete de la guitarra, que lanzó dos álbumes con la banda Cacophony. Fue un grupo básicamente instrumental con Becker y Marty Friedman como integrantes. Después del lanzamiento del segundo álbum de Cacophony Go Off! en 1988, Becker lanzó dos álbumes en solitario antes de ser diagnosticado con ELA. Actualmente está confinado a una silla de ruedas y es completamente incapaz de realizar movimientos.
Años 1990
En 1990, Steve Vai lanzó su álbum Passion and Warfare, el cual es una fusión de rock, jazz, clásica y tonalidades orientales. Este álbum fue un punto y aparte a través de las técnicas empleadas en cuanto a lo que podría lograrse en el campo de la composición de la guitarra y el rendimiento técnico. Este fue seguido por el álbum de 1995 llamado Alien Love Secrets, el cual es considerado por sus fanes el más complejo y épico de Vai hasta la fecha, su otro álbum Fire Garden fue lanzado un año después.
En 1995, Michael Angelo Batio de la famosa banda de glam metal Nitro lanzó su CD, No Boundaries, con el cual comenzó su carrera en solitario. Sus álbumes, son mayormente predominantes en el rock instrumental, aunque a veces cuentan con la voz de Batio o alguno de sus vocalistas. Hasta el momento Batio ha publicado ocho discos en solitario.
Steve Vai salto a la fama por su fascinante álbum instrumental Passion and Warfare. Vento di Grecale – originally posted to Flickr as [1]. CC BY-SA 2.0.
En 1996, el batería y guitarra de Dream Theater, Mike Portnoy y John Petrucci (El verdadero candidato para guitarra sería Dimebag Darrell, pero la discográfica Magna Carta quería una banda compuesta por integrantes de rock Progresivo), el tecladista Jordan Rudess (Dixie Dregs) y el Bajista Tony Levin (Peter Gabriel, King Crimson) formarían Liquid Tension Experiment, una banda instrumental de rock Progresivo. Liquid Tension Experiment lanzó dos álbumes, Liquid Tension Experiment (1998) y Liquid Tension Experiment 2 (1999) a través de Magna Carta. ‘También hicieron algunos espectáculos en directo en New York, Filadelfia y Los Ángeles. En el año 2007 se edita un nuevo disco bajo el nombre de «Liquid Trio Experiment», conformado por antiguas grabaciones que Mike Portnoy tenía guardadas. Todas las melodías son sesiones de improvisación realizadas durante la grabación de «Liquid Tension Experiment 2» en la ausencia de Petrucci que estaba pendiente del nacimiento de su hija. Durante 2008 se edita un disco en vivo de Liquid Trio Experiment llamado When the Keyboard Breaks, grabado durante un show en Chicago, EE. UU., en el cual, el teclado de Jordan Rudess sufre una grave falla. Los músicos restantes se prestan a iniciar una larga sesión de Jams de aproximadamente una hora mientras Rudess junto a sus técnicos tratan de reparar su instrumento.
El directo Quentin Tarantino, tuvo gran éxito con la película Pulp Fiction ya que hizo un gran uso de instrumentales de rock en su banda sonora, al estimular el interés en algunos temas instrumentales clásicos, y la revitalización de la carrera de Dick Dale.
Años recientes
En los últimos años han sido lanzados nuevos álbumes de rock instrumental. La mayoría de los populares guitarrista de la década de 1980 han vuelto a relucir, gracias en gran medida para poder revitalizar el sonido que manifestaron en sus últimos lanzamientos. Artistas como: Steve Morse, Marty Friedman, Paul Gilbert, Ron Jarzombek, Joe Satriani y Yngwie Malmsteen han seguido lanzando álbumes de rock instrumental y realizando giras con gran éxito. Sin embargo, todavía es muy raro escuchar una canción de rock instrumental en la radio, o ver una en las listas populares de música.
La década de 2000 dio paso a un nuevo estilo de artistas. John 5, lanzó un álbum instrumental en solitario después de salir del grupo de Marilyn Manson en 2003. Su álbum Vértigo compuesto de una fusión de metal, rock, rock and roll, blues y demás estilos musicales es una clara muestra de sus versatilidad en los temas instrumentales. El álbum fue un éxito, y después lanzaría otro llamado, «Songs For Sanity», que cuenta con las colaboraciones de Steve Vai y Albert Lee, siendo esté -uno de los discos más vendidos en el sello Shrapnel-. A este le siguieron en 2007 otro álbum llamado «The Devil Knows My Name», donde participan Joe Satriani, Jim Root y Eric Johnson.
En los últimos años se ha visto un aumento en la popularidad de las bandas que han sido etiquetados como post-rock, muchos de estos grupos han creado canciones de rock instrumental. Constellation Records ha publicado algunos de los ejemplos más conocidos de instrumental post-rock, como: Godspeed You! Black Emperor y Do Make Say Think. Mogwai, God Is An Astronaut, Russian Circles y Explosions in the Sky son otros ejemplos de post-rock instrumental .
Russian Circles en concierto en Madrid 2015. Foto: Jorge Simonet. CC BY-SA 4.0. Original file (4,608 × 2,268 pixels, file size: 4.43 MB).
Doo wop
El doo wop (conocido en español con el nombre onomatopéyico duduá) es un estilo vocal de música nacido de la unión de los géneros rhythm and blues y góspel. Se desarrolló en comunidades afroamericanas de los Estados Unidos durante los años 40 y alcanzó su mayor popularidad entre los 50 y los 60. Surgió de las calles de ciudades industriales de la región noreste de ese país: Nueva York, Filadelfia, Chicago, Baltimore y Pittsburgh, donde los muchachos se reunían llevando a cabo interpretaciones de temas clásicos de góspel o composiciones que ellos mismos creaban. En un principio, fue un estilo musical que estaba dirigido a una audiencia principalmente adulta y afrodescendiente, para posteriormente extenderse a un
Algunos historiadores aseguran que, durante esta época se grabaron en los Estados Unidos más de quince mil discos de este estilo, y que su sonido armónico de voces entrelazadas que incorporaban elementos de rhythm and blues, jazz, swing y góspel, consistieron en el modelo que le dio formato al rock and roll.
Aunque se ha romantizado que sus inicios comenzaron en las esquinas de callejones, (Street corner style) realmente comenzó en los porches y garajes de las casas de los jóvenes, en pequeñas reuniones de cinco o seis adolescentes que intentaban sorprender a sus novias o adquirir cierta popularidad. Con su expansión, comenzó a practicarse en los callejones y prácticamente en cualquier lugar que pudiera ofrecer un eco que reforzase sus arreglos vocales. De hecho, este procedimiento fue el que dio nombre a la frase que posteriormente, en 1975, se convirtió en el tema Looking for an echo – «Buscando un Eco» – de Richard Reicheg (autor que recibió junto con su banda un premio Grammy en Mejor Composición Instrumental al año siguiente).
Doo wop | ||
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Orígenes musicales | Rhythm and blues, góspel, blues, Jazz | |
Orígenes culturales | Medio oeste, en Estados Unidos | |
Instrumentos comunes | A capela | |
Popularidad | Muy popular en Estados Unidos desde 1950 hasta 1960 | |
Fusiones | ||
Country blues |
El doo-wop como raíz melódica del rock y espejo vocal de la juventud afroamericana
El doo-wop fue uno de los géneros más singulares y fundacionales en la historia de la música popular del siglo XX. Aunque hoy se recuerda a menudo como una curiosidad nostálgica o un estilo vinculado al romanticismo de los años 50, en realidad el doo-wop fue mucho más que eso: representó un punto de inflexión en la evolución del pop, una forma musical profundamente ligada a las comunidades afroamericanas urbanas y un vehículo privilegiado de expresión juvenil en una época marcada por la segregación, la migración interna y el sueño de integración cultural. A través de sus armonías vocales, su economía instrumental y su calidez emocional, el doo-wop allanó el camino para el desarrollo del rock and roll, del pop melódico y del soul.
Originado en los barrios negros de ciudades como Nueva York, Filadelfia, Chicago o Baltimore durante los años 40 y primeros 50, el doo-wop tuvo su base en los grupos vocales callejeros, en jóvenes que cantaban a capela en las esquinas, en patios escolares, en iglesias o bajo farolas, buscando en la voz compartida una forma de comunión estética y social. En un contexto de exclusión racial y falta de acceso a formación musical formal, estos grupos desarrollaron una tradición de canto coral que bebía del gospel, del rhythm and blues y de los standards de jazz y pop. Lo característico del doo-wop fue precisamente esa armonía vocal construida desde abajo, entre iguales, donde cada voz encontraba su lugar: el tenor principal que cantaba la melodía, los barítonos y bajos que proporcionaban la base armónica y los coros que repetían estribillos rítmicos o sonidos onomatopéyicos como «shoo-bop», «doo-wah» o «dum-dum», de ahí su nombre.
Uno de los grandes aportes del doo-wop fue su capacidad para convertir la emoción en forma musical pura. Las letras eran generalmente sencillas y trataban temas universales: el primer amor, el desengaño, la esperanza, la juventud que pasa. Pero detrás de esa aparente simplicidad, había una sofisticación vocal extraordinaria y una intensidad emocional desarmante. Canciones como In the Still of the Night de The Five Satins, Earth Angel de The Penguins, Why Do Fools Fall in Love de Frankie Lymon & The Teenagers o I Only Have Eyes for You de The Flamingos no solo marcaron una época: aún hoy conmueven por su delicadeza, su lirismo y su vulnerabilidad.
El doo-wop tuvo también una función social e identitaria clave. En plena era de la segregación racial en Estados Unidos, este estilo permitió a miles de jóvenes afroamericanos expresar su humanidad, su sensibilidad y su talento en un lenguaje musical que podía cruzar fronteras raciales. Aunque al principio fue un fenómeno casi exclusivamente negro, muchas de estas canciones lograron éxito comercial entre audiencias blancas, y no tardaron en surgir también grupos blancos que imitaban el estilo, como Dion and the Belmonts o The Crew Cuts. Esta hibridación contribuyó, de forma lenta pero decisiva, a romper barreras culturales y preparar el terreno para la explosión integradora del rock and roll.
Desde el punto de vista musical, el doo-wop fue una escuela de armonía vocal que influenció directamente a numerosos géneros posteriores. Sus estructuras de llamada y respuesta, su énfasis en la melodía, su sentido rítmico y su economía instrumental sentaron las bases de las baladas pop, del soul clásico, del Motown sound y de buena parte del rock melódico de los 60. Muchos artistas que luego dominarían la escena musical, como Smokey Robinson, Marvin Gaye, Diana Ross o incluso Paul Simon, comenzaron sus carreras en grupos doo-wop o bajo su influjo.
La estética del doo-wop —trajes iguales, coreografías suaves, gestos ensayados pero sinceros— también contribuyó a codificar la imagen del grupo vocal moderno, creando una cultura de la puesta en escena que sería adoptada y transformada por boy bands, girl groups y agrupaciones corales de décadas posteriores. Incluso hoy, en el siglo XXI, su influencia se percibe en el trabajo de artistas que apuestan por la armonía vocal como elemento distintivo.
En resumen, el doo-wop no fue solo un género pasajero ni un estilo limitado a una época concreta. Fue una matriz sonora y cultural desde la que se articuló una forma temprana de modernidad musical afroamericana, una escuela emocional y técnica para la música popular y una afirmación de belleza y dignidad en tiempos adversos. Su legado vive en las voces que se armonizan, en la emoción compartida sin artificio, y en ese momento suspendido en el tiempo en que cinco jóvenes, en una esquina cualquiera, decidieron cantar a la luna con toda el alma.
Los Earth Angels, grupo español de armonía vocal que participaron como invitados honoríficos (por haberse convertido en los Today’s Doo wop Masters Series Premier Band) en el festival que reunió a los grandes artistas estadounidenses de este género en mayo de 2010 en Pittsburgh, Pensilvania. Foto: Christian Carrasco. CC BY-SA 4.0-. Original file (1,536 × 2,048 pixels, file size: 1.29 MB).
Se caracteriza por sus contenidos de voces a capela y por consistir en melodías en las que un vocalista principal es acompañado por los coros y frases del resto del grupo, el cual usualmente se compone de tres cantantes o más. Las composiciones incluyen un amplio rango de voces; contratenor, falsete, tenor, barítono y bajo vocal.
En la mayoría de grabaciones de estudio su instrumentación es muy ligera, reducida a un mero acompañamiento de fondo. Las actuaciones mantienen un ritmo de batería muy simple, otorgando el absoluto dominio a los diversos registros melódicos de las voces la riqueza armónica. Debido a esto, el Doo wop es también conocido por el sobrenombre de icecream changes.
The Five Satins – In The Still Of The Night (1956) 4K
«In the Still of the Night» de The Five Satins, grabada en 1956, es una de las canciones más emblemáticas del doo-wop y una joya absoluta de la música popular estadounidense. Su importancia no solo radica en su sonido característico, sino también en el momento histórico y cultural en el que apareció.
La canción fue escrita por Fred Parris, líder del grupo, mientras hacía el servicio militar. Se grabó en el sótano de una iglesia en New Haven, Connecticut, en condiciones técnicas muy modestas, lo que le da ese toque crudo, íntimo y casi mágico. A pesar de su producción humilde, el tema logró transmitir una atmósfera romántica y nostálgica que lo convertiría en un clásico inmortal. Su armonía vocal, el uso del falsete, el ritmo lento y el fondo de bajo vocal son elementos típicos del doo-wop, un género que surgió en comunidades afroamericanas urbanas y que influiría profundamente en el desarrollo del soul, el pop y el R&B.
«In the Still of the Night» no fue un éxito rotundo inmediato —alcanzó el puesto 24 en las listas de Billboard—, pero con el tiempo se consolidó como una de las canciones más queridas de la era del rock & roll temprano. Es frecuentemente incluida en recopilaciones de «oldies» y fue clave en mantener vivo el recuerdo de la década de los 50 en la cultura estadounidense. La canción resurgió varias veces gracias a su inclusión en películas como Dirty Dancing, The Irishman, American Graffiti o The Buddy Holly Story, y es habitual en recopilaciones de “música para enamorados” o baladas del siglo XX.
Además de su valor musical, tiene una gran carga emocional y simbólica. Para muchos estadounidenses, evoca los bailes escolares, los primeros amores, los jukebox de los diners y los años de inocencia antes de los grandes cambios sociales que llegarían con los 60. Es una pieza profundamente sentimental que resiste el paso del tiempo sin perder su capacidad de conmover.
«In the Still of the Night» representa lo mejor del doo-wop: emoción pura, belleza vocal y sencillez honesta. Es, sin exagerar, uno de esos momentos mágicos donde una canción modesta termina por definir toda una época.
Las primeras interpretaciones sonaban a grupos de estudiantes que le dedicaban una canción a su novia o amiga. Sus letras, compuestas de sílabas sin sentido y usualmente de una melodía simple y de carácter romántico captaban la atención de las adolescentes al sentirse claramente identificadas con el mensaje que enviaban, por lo que se convirtieron en típicas de las verbenas y de encuentros en los patios de recreo de los institutos, donde también era frecuente hacer «piques» entre ellos para demostrar quiénes eran mejores.
Con su proliferación y junto a la aparición e impacto del rock and roll vocal, llegó también una oleada de jóvenes que comenzaron a lucir tupés y también vestimentas para identificarse con el movimiento, como era el caso de algunas féminas usando prendas con lunares.
Algunos músicos del Bronx acudían a las escuelas públicas para enseñarles a los muchachos la técnica, y posteriormente, muchos colegios y centros sociales les proporcionaban un lugar donde pudiesen ensayar, de modo que se mantuviesen alejados de las calles, de la drogadicción y de la delincuencia. Algunas iglesias como la de San Anthony, (de la cual surgió el grupo femenino The Chantels, cuyo exclusivo sonido tenía su raíz en la música litúrgica de esta institución) colaboraron junto a emisoras de radio a promocionar el estilo.
El mánager de la emisora de radio «WWRL Rocky Bridges», circulaba con una furgoneta por las calles del Bronx promocionando el género, mientras que la compañía «Co-Op» organizaba eventos musicales entre distintas formaciones de muchachos. Asimismo, el Doo wop colaboró en romper barreras raciales entre bandas de blancos y de color que colaboraban juntas.
Un Mercury de 1949 típico de las clases populares de la movida juvenil de finales de los años 60 en los Estados Unidos. Nathan Bittinger from Rochester, NY, USA. Owner: James Whitesal, Oxford, PA. CC BY 2.0. Original file (1,024 × 682 pixels, file size: 189 KB).
Etimología Doo wop
Existen desacuerdos sobre el verdadero significado y comienzos de uso del término, aunque los expertos coinciden en que consiste en un estilo de voces armoniosas basadas en el Blues y que suelen incluir sílabas sin sentido que forman su base principal. Generalmente, las voces de acompañamiento incluyen la frase «doo wop ah doo wop», de donde se estima que proviene su nombre.
Al principio, durante su apogeo, no se le llamaba así, este tipo de música no tenía un nombre específico; el término Doo wop no se usaba. En 1950, a este tipo de sonido armonizado se le conocía principalmente como Rock and Roll, y en menor medida Rhythm and blues. Sin embargo, este último era también un término generalizado, puesto que incluía solistas, instrumentalistas y bandas de Jump blues, así como grupos vocales. Puede ser que el término más preciso usado en esos días fuese «Vocal group harmony» (grupo de armonía vocal), pero todavía no contaba con nombre oficial, a pesar de que a finales de 1950 y principios de 1960 dominaba las principales listas de éxitos.
Existe cierta confusión sobre cuál fue la primera grabación que contenía la frase «doo-wop». Generalmente se reconoce a When You Dance, del grupo The Turbans (Herald Records H-458) de 1955, como al primer tema de éxito en usar estas sílabas en su portada, así como al primero en el que se escucha el término «doo-wop». Sin embargo, Tim Lucy, un fan de la armonía vocal, reveló que, el primer sencillo en usarla fue el tema Never en 1954, de un grupo de Los Ángeles llamado Carlyle Dundee & The Dundees (Space 201), en donde el coro acompaña al vocalista cantando la frase doo wop. Algunos miembros de esta banda se convirtieron posteriormente en una banda llamada The Calvanes.
El grupo neoyorquino de Doo wop The Quotations en una actuación en vivo en el Benedum Center, Pensilvania. Foto: Christian Carrasco. CC BY-SA 4.0. Original file (1,843 × 1,382 pixels, file size: 717 KB).
The Quotations es un grupo vocal neoyorquino de doo wop formado a finales de los años 50 en Brighton Beach, Brooklyn. Conocidos por su armonía vocal suave y su estilo nostálgico, representaron fielmente la esencia del doo wop clásico que floreció en las calles y esquinas de Nueva York. Su primer éxito, Imagination, lanzado en 1961, los posicionó como una de las agrupaciones destacadas de la escena vocal de la época. Aunque nunca alcanzaron la fama masiva de otros grupos del género, su dedicación al estilo y su autenticidad les valieron un lugar especial entre los aficionados al doo wop tradicional. A lo largo de los años han mantenido presentaciones en vivo que celebran la era dorada del género, como su actuación en el Benedum Center de Pensilvania, donde compartieron su música con nuevas generaciones y seguidores fieles del sonido vocal armónico que definió una parte esencial de la música popular estadounidense.
Erróneamente se informó de que la frase la había acuñado el disc jockey de radio Gus Gossert a principios de 1970. Sin embargo, el mismo Gossert dijo que ya la usaban antes que él para categorizar los discos en California. Luego de algún tiempo, el término cuajó como descripción y categoría para el rythm and blues de armonía vocal. Muchas colecciones que se componían exclusivamente de composiciones originales de este género se vendieron bajo el nombre de doo wop, el cual sigue vigente hoy día.
Larry Chance, el vocalista de la banda The Earls, comentó en una entrevista que; «el Doo wop se había convertido en un arte olvidado debido a la creciente proliferación de bandas británicas, así como el sonido Motown, hasta que una serie de dee jays como Gus Gossert, Jerry Blavat y Don K. Reed entre otros, rehusaron aceptar su fin y mostrar a la industria discográfica que todavía había mercado para las viejas bandas de armonía vocal».
The Mallor-kings, el primer y principal grupo de doo wop de las islas Baleares, España. Foto: Rafael Ortega Díaz. CC BY-SA 4.0. The Mallor-Kings es considerado el primer y principal grupo de doo wop originario de las Islas Baleares, España. Formado en Mallorca, este conjunto rinde homenaje al estilo vocal estadounidense de los años 50 y 60, caracterizado por armonías cerradas, estructuras simples y un enfoque melódico centrado en la voz. Inspirados por grupos clásicos como The Platters, The Penguins o The Five Satins, The Mallor-Kings adaptan ese legado al contexto español con gran fidelidad estilística, interpretando tanto versiones como composiciones propias dentro del género. Su presencia en la escena musical local ha sido fundamental para mantener vivo el espíritu del doo wop en una región poco habitual para este estilo, combinando el respeto por la tradición con una entrega escénica que conecta con públicos de distintas generaciones.

Estilo
El estilo representaba la culminación de largas horas de práctica, y la creatividad de los adolescentes junto al sueño de obtener éxito en el mundo de la música mediante el cruce de estilos, además del amor que sentían por la armonía vocal. Desde su perspectiva, la mejor ruta hacia el éxito consistía en adaptar los estándares de la música popular del momento a los estilos contemporáneos de voces negras. Los pronunciados rasgos de rhythm and blues y góspel en su trabajo, reflejaban las influencias que habían adquirido en su entorno desde su infancia; la iglesia, las actividades sociales y los problemas raciales que afloraban en los getos.
El doo wop está marcadamente relacionado con el entramado rockabilly, prueba de ello se encuentra en el popular tema Little Darlin’, de la lista estadounidense American Top 40, escrito por Maurice Williams y publicado por primera vez por The Zodiacs en 1957, el cual se basa en una melodía doo wop con prominente énfasis en clave rítmica. Cabe destacar que, siendo una de las piezas más populares de la época, ha sido interpretada por numerosos artistas, como lo hizo Elvis en su álbum Moody Blue o la banda Sha Na Na en el Woodstock Festival del 69, aunque también las hermanas The Lennon Sisters, con una apreciada, pero corta interpretación que rodaron durante su propio espectáculo musical, emitido desde 1969 hasta 1970, en la cadena de radio y televisión estadounidense ABC. Asimismo, se encuentra dentro de los 100 grandes éxitos de este género
Partitura que representa la típica progresión armónica usada en las composiciones estadounidenses de música popular del oeste. Foto: Hyacinth. Dominio público.

Las voces de armonías vocales se interpretan y suenan como un eco por debajo de la voz del vocalista principal, el contratenor. Al mismo tiempo, el tenor, de timbre más claro y brillante, canta junto al barítono uniendo sus voces al unísono, permitiendo al tenor llevar el falsete sobre la voz principal, al tiempo que la voz del bajo se posiciona reverberando de fondo al final. A menudo los arreglos se hacen de oído, en contraste con los típicos sofisticados arreglos del acapela contemporáneo.
Uno de los temas más afamados y representativos del género doo wop es el sencillo Earth Angel, grabado y publicado por el grupo The Penguins en septiembre de 1954, bajo el sello Doctone, pero que había evolucionado de otras bandas antes de que ellos lo publicasen por primera vez.
Bandas como Dion and the Belmonts, The Platters, The Crests y un sinfín de agrupaciones que se dividían en grupos de blancos y de negros generó temas muy distintos entre ellos, incluso dentro del mismo estilo. Los grupos negros poseían mayor inclinación al rhythm and blues de los 40, mientras que los blancos, de procedencia italiana, recordaban a las tarantelas napolitanas.
Como peculiaridad, cabe destacar que existía cierta tendencia en algunas bandas a usar nombres de aves en su presentación comercial. De este modo surgieron varias agrupaciones, entre las que cabe mencionar: The Ravens, The Penguins, The Cardinals, The Crows y The Flamingos entre muchos otros.
The Mills Brothers en la grabación del tema Till Then (Hasta entonces) en 1944, ambos con vistas al cese de la Segunda Guerra Mundial y de la proliferación de la música doo wop. (Courtesy of the Fraser MacPherson estate c/o Guy MacPherson). Courtesy of the Fraser MacPherson estate c/o Guy MacPherson – Mills Brothers. CC BY 2.0.

The Mills Brothers fueron un influyente grupo vocal estadounidense formado por cuatro hermanos de Piqua, Ohio: John Jr., Herbert, Harry y Donald Mills. Activos desde los años 20, se destacaron por su innovador estilo en el que imitaban instrumentos musicales con sus voces, creando armonías sofisticadas que revolucionaron el panorama del jazz y la música popular de su tiempo. Su primer gran éxito llegó en 1931 con la canción Tiger Rag, y a lo largo de las décadas siguientes cosecharon una notable popularidad tanto en Estados Unidos como en el extranjero. Grabaron cientos de canciones y trabajaron con artistas como Bing Crosby, Louis Armstrong y Ella Fitzgerald. Su repertorio abarcó jazz, pop tradicional y rhythm and blues, y su capacidad para adaptarse a los cambios musicales les permitió mantenerse relevantes durante más de medio siglo. Su legado perdura como uno de los pilares del canto vocal en la música del siglo XX.
Una máquina de discos Würlitzer de 1971, encendida y con la tapa levantada. Foto: Frederic Pasteleurs. CC BY-SA 3.0. Original file (1,200 × 1,600 pixels, file size: 687 KB).
Orígenes del Doo wop
Sus raíces provienen de los años 1930 y 1940, evolucionando a partir de grupos que cantaban góspel en las iglesias de las aldeas africanas de Estados Unidos. Sin embargo, en este mismo momento se le incorporaron también influencias del blues, dándole su propia identidad. En ocasiones, algunos miembros de las iglesias que cantaban góspel, entre unas tres y seis personas, se acumulaban en las esquinas con su propia música y letras, en general, cantando sobre el amor o las relaciones sentimentales.
Entre uno de los primeros ejemplos grabados en vinilo de música vocal afroamericana se encuentra la canción My Prayer, de los Ink Spots en 1939, los cuales junto a The Mills Bros, fueron uno de los grupos vocales de color más populares entre comienzos de la década de 1930 y 1940. La influencia que los Ink Spots tuvieron en otros grupos vocales fue notable durante este periodo y puede escucharse en las interpretaciones de muchos de ellos, como por ejemplo en The Temptations.
Se estima que la época de su momento principal como estilo, está definida entre dos grabaciones primarias en 1948, It’s Too Soon To Know publicada por The Orioles en su álbum It’s A Natural y el lanzamiento en 1961 de On Lover’s Island por los BlueJays en su álbum Milestone.
A lo largo de la historia se ha desestimado ampliamente la contribución que los hispanos le proporcionaron a los grupos de armonía vocal. Se estima que la razón de esta exclusión fue el hecho de que muchos de ellos se encontraban en una prominente posición para llevar a cabo el papel de cruzado étnicamente en los grupos vocales. En los primeros desarrollos del sonido street corner, especialmente en las ciudades de la costa este de Estados Unidos, los puertorriqueños solían ser los principales vocalistas en algunos grupos, junto a negros y blancos. Como ejemplo, cabe destacar a The Crests, Frankie Lymon & The Teenagers, Five Discs y Tune Weavers que entre muchos otros incluían a latinos para darle formato al sonido del grupo.
Los Earth Angels Interpretando al tradicional estilo callejero en Pittsburgh. Foto: Christian Carrasco. La banda española de doo wop interpretando al tradicional estilo de las esquinas de las calles en Pittsburgh, Pensilvania. La foto fue tomada durante su participación en el festival de este género celebrado en el Benedum Center for the performing arts en esta ciudad en 2010. CC BY-SA 4.0.

El doo wop, con su sencillez melódica, sus armonías vocales envolventes y su carga emotiva, ocupa un lugar único en la historia de la música popular. Nacido en los barrios urbanos de Estados Unidos durante los años 40 y 50, este estilo no solo dio voz a una generación juvenil que buscaba identidad y expresión, sino que también sirvió como puente entre comunidades, géneros y tradiciones musicales. Su estética callejera, muchas veces nacida a capela en esquinas y portales, evolucionó hacia un sonido pulido que conquistó las listas de éxitos sin perder su esencia sentimental y accesible. Aunque su popularidad declinó con el paso del tiempo, su influencia permanece viva tanto en la estructura de las canciones pop como en el desarrollo de estilos posteriores como el soul, el R&B o el rock and roll. Más allá de su valor musical, el doo wop representa la fuerza de la armonía humana como vehículo de emoción, comunidad y belleza atemporal.
Caribbean Motel en el condado de Cape May (Nueva Jersey) ofreciendo aspecto al estilo de la Era Espacial típico de los años 50 que luego llamaron arquitectura Doo wop. Foto: Smallbones. Dominio público. Original file (3,969 × 2,646 pixels, file size: 3.15 MB,).
Rock and roll británico
El rock and roll británico (también escrito rock ‘n’ roll británico), es un estilo de música popular basado en el rock and roll estadounidense, que surgió a finales de la década de 1950 y fue popular hasta la llegada de la música beat en 1962. En general, se ha considerado inferior a la versión estadounidense del género y tuvo un breve y escaso impacto internacional. Sin embargo, fue importante para establecer la cultura de la música popular en la juventud británica, y se convirtió en un factor clave en los desarrollos posteriores que llevaron a la invasión británica de mediados de la década de 1960. Desde la década de 1960, algunas estrellas del género, sobre todo Cliff Richard, lograron mantener carreras exitosas y se han producido reapariciones periódicas de esta forma de música.
El rock and roll británico, surgido a finales de los años 50, fue la respuesta local al fenómeno que, desde Estados Unidos, estaba transformando la música popular y las costumbres juveniles a nivel mundial. Inspirado directamente en los pioneros estadounidenses como Elvis Presley, Chuck Berry, Little Richard o Buddy Holly, este estilo se caracterizó por su intento de replicar la energía, el ritmo y la estética del rock and roll original, adaptándolo al contexto cultural del Reino Unido. Aunque a menudo ha sido considerado por la crítica como una versión más domesticada y estilísticamente menos influyente que la estadounidense, su valor histórico y cultural fue decisivo para sentar las bases de la futura revolución musical británica.
El rock and roll británico tuvo su apogeo entre aproximadamente 1957 y 1962, justo antes de la irrupción del beat y de la llamada Invasión Británica. Durante este periodo, artistas como Cliff Richard and The Shadows, Billy Fury, Marty Wilde, Tommy Steele o Joe Brown encabezaron las listas y llevaron este nuevo sonido a una juventud británica que, por primera vez, encontraba en la música popular un lenguaje propio, moderno y subversivo. Aunque las limitaciones técnicas y la censura mediática británica de la época condicionaron el grado de agresividad o provocación que podía expresar este rock and roll, el estilo se convirtió en un símbolo de identidad generacional, al tiempo que abría una brecha entre la cultura adulta establecida y las nuevas formas de expresión juvenil.
Musicalmente, el rock and roll británico mantenía los patrones del género: el uso del ritmo sincopado, el protagonismo de la guitarra eléctrica, el formato de trío o cuarteto, y una preferencia por canciones de estructura sencilla y pegadiza. No obstante, muchos de sus artistas tendían a incorporar elementos del pop tradicional británico, lo que daba como resultado un sonido algo más pulido y controlado que el de sus referentes estadounidenses. Esta contención fue, sin embargo, parte de su éxito: logró calar en un público más amplio y preparar el terreno para la experimentación posterior.
A pesar de no tener un gran impacto internacional en su momento, el rock and roll británico cumplió una función estructuralmente esencial: consolidó la industria musical juvenil en el Reino Unido, profesionalizó a músicos, promotores y estudios, y despertó la vocación artística de toda una generación de jóvenes que, pocos años después, estarían a la cabeza del cambio cultural global. Grupos como The Beatles, The Rolling Stones o The Animals empezaron precisamente imitando estos modelos británicos del rock and roll, antes de descubrir las raíces más crudas del rhythm and blues y redefinir por completo las reglas del juego.
Aunque el género como tal perdió fuerza con la llegada del beat en los años 60, muchos de sus protagonistas siguieron siendo figuras clave del espectáculo británico. Cliff Richard, por ejemplo, logró reinventarse varias veces y mantener una carrera longeva, convirtiéndose en uno de los artistas más exitosos del Reino Unido. Además, el estilo nunca desapareció del todo: tuvo revivals periódicos en los años 70 y 80, tanto por nostalgia como por su influencia en subculturas como el rockabilly, el glam y el pub rock.
En suma, el rock and roll británico fue mucho más que una réplica sin alma del modelo americano. Fue el puente necesario entre la era del music hall y la modernidad eléctrica, entre la música de salón y la cultura pop juvenil. Su impacto puede que no se midiera en cifras de exportación o innovación estilística, pero su función en la gestación de la identidad musical británica contemporánea es tan ineludible como subestimada.
Los instrumentos del grupo de skiffle The Quarry Men, que finalmente se convertirían en los Beatles. Foto: Ronald Saunders – Flickr: THE QUARRYMEN…Plus their instruments. CC BY-SA 2.0. Original file (3,648 × 2,736 pixels, file size: 3.88 MB).
Orígenes
En la década de 1950, Gran Bretaña estaba bien situada para recibir la música y la cultura del rock and roll estadounidense. Compartía un idioma común, había estado expuesta a la cultura estadounidense a través del estacionamiento de las tropas estadounidenses en el país durante la Segunda Guerra Mundial, y aunque no disfrutaba de la misma prosperidad económica que los Estados Unidos, experimentaba muchos desarrollos sociales similares, entre los que destaca la aparición de distintas actividades de ocio juvenil y subculturas. Esto se hizo evidente en el surgimiento de los Teddy Boys entre los jóvenes de clase trabajadora de Londres desde alrededor de 1953, que adoptaron una versión de los estilos eduardianos de la generación de sus abuelos.
El público británico estaba acostumbrado a la música popular estadounidense y los músicos británicos ya habían sido influidos por los estilos musicales estadounidenses, particularmente por el jazz tradicional, que también sirvió para introducir entre el público alguno de los estilos precursores del rock and roll, incluidos el boogie-woogie y el blues. De ahí surgió la locura del skiffle en 1955, liderada por Lonnie Donegan, cuya versión de «Rock Island Line» alcanzó el Top 10 en la lista de singles del Reino Unido. El skiffle a su vez produjo una forma anglicanizada y en gran parte en manos de músicos aficionados de la canción popular estadounidense, principalmente notable por inspirar a muchas personas a tocar música. En la siguiente generación surgieron artistas de rock and roll, folk, R&B y beat, como John Lennon y Paul McCartney, que actuaron juntos por primera vez en el grupo de skiffle Quarrymen en 1957.
Al mismo tiempo, el público británico comenzaba a encontrarse con el rock and roll estadounidense. Para muchos, este encuentro se produjo inicialmente a través de películas estadounidenses, incluidas Blackboard Jungle (1955) y Rock Around the Clock (1955). Ambas películas contenían el éxito de Bill Haley & His Comets «Rock Around the Clock», y contribuyeron a que encabezara la lista del Reino Unido en 1955 y nuevamente en 1956. También desencadenó un estado de pánico moral cuando los jóvenes asistentes al cine destrozaron los asientos para poder bailar, lo que ayudó a identificar el rock and roll con la delincuencia. Esto llevó a que fuera casi prohibido por las estaciones de radio y televisión, lo que lo convirtió en una especie de movimiento juvenil clandestino, que fue ampliamente adoptado por la subcultura Teddy Boy.
La radio en el Reino Unido estaba casi exclusivamente en manos de la BBC. La música popular solo se reproducía en un programa llamado Light, y la reproducción de discos estaba fuertemente restringida por acuerdos de «tiempo de aguja». Sin embargo, las canciones de rock and roll estadounidenses se convirtieron en una fuerza importante en las listas del Reino Unido. Elvis Presley alcanzó el número 2 en la lista del Reino Unido con «Heartbreak Hotel» en 1956 y colocó nueve sencillos más en el Top 30 ese año. Su primer número 1 fue «All Shook Up» en 1957, con muchos más éxitos para el propio Elvis, para Buddy Holly y los Crickets y para Jerry Lee Lewis en los dos años siguientes.
Aparición y desarrollo
La respuesta inicial de la industria musical británica fue intentar producir copias exactas de los discos estadounidenses, que se grababan con músicos de sesión. Aunque su sonoridad era perfecta, carecían de la energía y la espontaneidad que caracterizaba al rock and roll estadounidense. A menudo eran interpretadas por ídolos adolescentes fabricados por la industria musical, en un intento de captar el mercado juvenil que había emergido de repente.
Pronto comenzaron a aparecer más rockeros británicos de base, muchos de ellos provenientes de la moda en declive del skiffle, incluidos Wee Willie Harris (generalmente acreditado como el primero) y Tommy Steele, quien resultó ser el más popular de esta primera ola, y uno de los más exitosos, siendo el primero en ser etiquetado como «el Elvis británico». Alcanzó el Top 20 con «Rock with the Caveman» y el número 1 con «Singing the Blues» en 1956. Otra respuesta fue tratar el rock and roll como una broma: «Bloodnok’s Rock and Roll Call», grabado por The Goons, alcanzó el número 3 en las listas a finales de 1956.
El estilo suave, jocoso o totalmente imitativo de gran parte del rock and roll británico en este período significó que los artistas estadounidenses siguieran dominando las listas. Sin embargo, este proceso fue importante en la orientación de la industria discográfica británica hacia el mercado juvenil y la música de grupos en general. En 1958, Gran Bretaña produjo su primera canción y estrella de rock and roll «auténtica», cuando Cliff Richard and the Drifters alcanzó el número 2 en la lista con «Move It», que logró combinar un riff de rock and roll con letras y una actitud creíbles.
Tommy Steele, uno de los primeros rockeros británicos, actuando en Estocolmo en 1957. Foto: Svenska Dagbladet. Ehnemark, Jan. – Stockholmskällan. Dominio público.

El éxito de «Move It» se debió en parte a una aparición en Oh Boy! en la Independent Television (1958-9). A continuación, la BBC se introdujo en la emisión de música para jóvenes con su programa Six-Five Special (1957-1958), que hizo mucho para promover las carreras de rockeros británicos como Marty Wilde, Johnny Gentle, Vince Eager, Adam Faith y Duffy Power, todos dirigidos por Larry Parnes, quien también les dio sus nombres artísticos.
Estos y otros intérpretes británicos lograron una serie de éxitos a finales de la década de 1950. Cliff Richard, y su nueva banda de acompañamiento instrumental, The Shadows, fueron los artistas locales de rock and roll más exitosos de la época. The Shadows, y en particular el guitarrista Hank Marvin, fueron muy influyentes en la siguiente generación de músicos, ayudando a cimentar la formación de batería, bajo y guitarras solista y rítmica de las bandas británicas. Sin embargo, en retrospectiva, su trabajo tiende a verse como una imitación suavizada del rock and roll estadounidense. En particular, Cliff Richard abandonó rápidamente gran parte de su imagen que evocaba a Elvis, adoptando un estilo convencional más suave, como se puede ver en su primer número 1, «Living Doll» y una serie posterior de baladas que le deben poco al rock and roll.
En medio de la vitalidad limitada del rock and roll británico de finales de los años 1950 y principios de los 1960, aparecieron algunos intérpretes más dinámicos como Billy Fury, cuyas composiciones de estilo rockabilly apoyadas en la guitarra de Joe Brown, dieron lugar a su LP de 1960 The Sound of Fury, considerado una obra maestra del género de la época. Tony Sheridan, Vince Taylor y Screaming Lord Sutch and the Savages también produjeron algunos trabajos que podían compararse con el rock and roll estadounidense. Otros cantantes que publicaron discos notables incluyeron a Terry Dene, «un excelente vocalista de rock’n’roll»; Johnny Brandon, quien realizó una gira por los Estados Unidos en 1956 y fue anunciado como «el Rey del Rock & Roll»; Dickie Pride, Roy Young y Helen Shapiro. La única banda británica que creó lo que se ha descrito como «un clásico del rock pre-Beatle» fue Johnny Kidd & the Pirates, cuya canción «Shakin’ All Over» logró convertirse en un estándar del rock and roll.
Joe Meek produjo varios de los discos británicos más perdurables e innovadores de la época, entre los que figuran «Johnny Remember Me» de John Leyton, un disco número uno en el Reino Unido en 1961, y «Telstar» de The Tornados en 1962, número uno en el Reino Unido y que se convirtió en el primer disco de un grupo británico en alcanzar el número uno en el Hot 100 de Estados Unidos.
Decadencia y reapariciones
El rock and roll británico se redujo drásticamente ante la nueva música beat posterior a 1962. Si bien algunos de los intérpretes más exitosos, sobre todo Cliff Richard, pudieron mantenerse, el rock and roll británico prácticamente desapareció de las listas de éxitos, ya que los grupos basados en el beat y luego en el R&B comenzaron a dominar el panorama musical. Muchos rockeros británicos continuaron sus carreras, y bandas ocasionales se especializaron en este estilo, pero el éxito general del género fue raro. Ha habido reavivamientos periódicos del rock and roll británico, incluso en la década de 1970, con intérpretes de pop nostálgico de gran éxito en los años 1970 como Showaddywaddy y Alvin Stardust (quien, como Shane Fenton, había disfrutado del éxito en las listas a principios de la década de 1960), y Shakin’ Stevens en la década de 1980, pero siempre sin alcanzar un amplio eco.
El intérprete retro de rock and roll Shakin’ Stevens actuando en 1976. 21stCenturyGreenstuff de Wikipedia en inglés. CC BY 3.0.

Shakin’ Stevens, cuyo nombre real es Michael Barratt, es un cantante galés nacido en 1948 que alcanzó gran popularidad en el Reino Unido durante los años 80 con su estilo retro inspirado en el rock and roll de los años 50. Aunque comenzó su carrera musical en la década de 1960, fue en 1976 cuando ganó notoriedad al interpretar a Elvis Presley en el musical teatral Elvis, una producción del West End de Londres que ayudó a consolidar su imagen como heredero del estilo clásico del rock and roll. A partir de allí, Shakin’ Stevens lanzó una serie de éxitos que lo convirtieron en uno de los artistas más exitosos del Reino Unido durante esa década y la siguiente. Canciones como This Ole House, Green Door y Oh Julie mostraban su capacidad para revivir el sonido y la estética del rockabilly y el pop rock temprano, adaptándolo a una nueva audiencia. Con su imagen característica —chaqueta de cuero, peinado tupé y energía escénica— se convirtió en un símbolo de la nostalgia musical en tiempos dominados por el punk, el new wave y el pop contemporáneo. Su carrera es una de las más representativas del revival del rock and roll en Europa, y su éxito comercial lo posiciona como una figura central del entretenimiento musical británico del último cuarto del siglo XX.
Música beat
La música beat y el movimiento mod: juventud, estilo y revolución sonora en la Inglaterra de los años 60
A principios de la década de 1960, el Reino Unido vivió una verdadera eclosión cultural que transformó para siempre el panorama de la música popular y el modo en que la juventud se veía a sí misma. En ese contexto emergió la música beat, también conocida simplemente como beat music o merseybeat, que combinaba la energía del rock and roll con la inmediatez del pop, la sencillez melódica y el empuje del rhythm and blues. Más que un estilo cerrado, fue una actitud compartida por cientos de grupos que encontraron en este formato la vía para expresarse de forma directa, fresca y moderna. A la vez, y casi de forma paralela, surgió en las calles de Londres el movimiento mod, una subcultura juvenil urbana que no solo tenía un gusto musical propio, sino también una estética refinada, una visión cosmopolita y una firme determinación de marcar diferencias con respecto a las generaciones anteriores.
La música beat tuvo su epicentro inicial en la ciudad de Liverpool, con grupos como The Beatles, Gerry and the Pacemakers, The Searchers o The Merseybeats, que mezclaban influencias del rock and roll estadounidense, el skiffle, el soul y el pop vocal. Lo que caracterizaba a esta nueva música era su ritmo marcado, sus melodías pegadizas, el protagonismo de las guitarras eléctricas y un formato de grupo compacto, generalmente con dos guitarras, bajo, batería y voces armonizadas. A diferencia del rock and roll británico de los años 50, la música beat estaba más arraigada en la experiencia directa de los jóvenes músicos que componían y tocaban sus propias canciones, y no en fórmulas prefabricadas por la industria.
El fenómeno beat pronto se extendió desde Liverpool a todo el país, y muy especialmente a Londres, donde adquirió nuevas formas y se entrelazó con el surgimiento del movimiento mod. Los mods —abreviatura de modernists— eran jóvenes urbanos, generalmente de clase trabajadora, obsesionados con la elegancia, la modernidad, la música afroamericana y la vida nocturna. Se desplazaban en scooters italianas, vestían trajes entallados, escuchaban jazz moderno, soul, rhythm and blues, y más adelante también música beat y rock con tintes más agresivos. Su lema era claro: estilo, sofisticación y ruptura generacional.
La conexión entre el movimiento mod y el rock británico fue inmediata. Grupos como The Who, The Kinks, Small Faces, The Action o The Yardbirds se convirtieron en referentes de esta nueva sensibilidad, aportando un sonido más potente, rítmico y agresivo que el del beat clásico. El mod no era solo una moda: era una forma de vivir la modernidad, una afirmación de identidad en una Inglaterra aún marcada por la austeridad de la posguerra. Mientras los adultos seguían anclados en valores conservadores, los mods celebraban la cultura pop, la libertad estética y la música como centro vital de su existencia.
Musicalmente, el paso del beat al sonido mod más definido significó una intensificación rítmica y una mayor contundencia. Las letras empezaron a reflejar los conflictos y aspiraciones de la juventud urbana, y la actitud escénica se volvió más desafiante. The Who, por ejemplo, rompía guitarras en el escenario y cantaba sobre alienación juvenil con una sinceridad brutal. Los Small Faces canalizaban la energía callejera de Londres con un sonido crudo pero melódico. A medida que avanzaba la década, muchos de estos grupos fueron evolucionando hacia el rock psicodélico, pero sin perder su conexión con las raíces mod.
La música beat y el movimiento mod, aunque diferentes en origen, compartieron una función cultural esencial: dar voz a una nueva generación que quería dejar atrás el conformismo, el moralismo y la rigidez del pasado. Si el rock and roll británico de los años 50 había abierto la puerta, el beat y los mods la derribaron por completo, conectando directamente con las inquietudes de los jóvenes y exportando por primera vez una identidad musical británica que no dependía de Estados Unidos. El éxito internacional de The Beatles, y luego de The Rolling Stones, The Animals, The Yardbirds y tantos otros, fue el punto culminante de un proceso que comenzó en los clubes, cafés y calles de Inglaterra con un puñado de chicos que solo querían tocar música con la que se sintieran auténticos.
En definitiva, la música beat y el movimiento mod fueron dos caras de una misma revolución: una que redefinió el sonido, el estilo y el espíritu de una generación. Fueron el preludio y el motor de la explosión creativa que dominó la década de 1960, y dejaron un legado estético y sonoro que, más de medio siglo después, sigue inspirando a músicos, diseñadores, cineastas y jóvenes de todo el mundo que buscan, como ellos, sentirse parte de algo nuevo y vibrante.
La música beat, British beat o Merseybeat (del inglés: beat, «pulso») es un subgénero del pop rock nacido en el Reino Unido a principios de los años 1960. Una parte de este estilo se denominó como Merseybeat, en referencia a los grupos surgidos en la región de Merseyside a la que pertenece Liverpool, la ciudad que vio nacer a The Beatles y a otros grupos del género.
Los instrumentos habituales de la música beat fueron la guitarra eléctrica, el bajo eléctrico y la batería y su sonido se caracterizó por la sincronización de estos dos últimos. La parte vocal puede recordar al doo wop con coros repitiendo sílabas sin significado, pero a diferencia de este género, los falsetes y los tonos demasiado graves no son habituales. En un principio, los grupos beat tocaban fundamentalmente canciones de rock and roll y R&B, hasta que The Beatles comenzaron a grabar sus propias canciones.
El género se originó en Liverpool, aunque muchos de sus grupos pasaron temporadas actuando en la ciudad alemana de Hamburgo, interpretando canciones de R&B con influencias de doo wop, skiffle y en mayor medida rock and roll. Además de The Beatles, otras bandas importantes del género procedentes de Liverpool fueron The Searchers, Gerry and the Pacemakers y The Merseybeats, quienes en su mayoría se curtieron actuando en el Cavern Club de esta ciudad inglesa.
Las bandas beat más importantes, además de las de Liverpool, fueron The Hollies, The Kinks, Herman’s Hermits, The Dave Clark Five, The Monkees, los primeros The Zombies y los australianos Easybeats.
Su época dorada tuvo lugar entre los años 1962 y 1966. En 1967 inició su decadencia cuando la mayoría de las bandas beat comenzaron a tocar rock psicodélico. Muchos de estos grupos dieron lugar a la llamada Invasión británica, como fue conocida la oleada de artistas de rock británico que obtuvieron una gran popularidad en Estados Unidos a mediados de los años 1960, liderados por The Beatles.
Influencia
En general, el rock and roll británico temprano fue un producto de segunda clase y tuvo poco impacto en el mercado estadounidense, donde los músicos británicos del género antes de 1963 eran casi desconocidos. También en Gran Bretaña su importancia fue limitada. Las bandas de rhythm and blues británico como los Rolling Stones y los Yardbirds deliberadamente se alejaron del rock and roll hacia sus orígenes en Norteamérica, e incluso la generación posterior de bandas beat que debían mucho más al rock and roll, vieron algunas de sus canciones en versiones de artistas estadounidenses como Chuck Berry, pero rara vez se utilizó en Estados Unidos material procedente de rockeros británicos. El rock and roll británico temprano influyó sin duda en la instrumentación y en la estructura de la música beat que encabezó la invasión británica, pero tuvo que transformarse en algo significativamente nuevo y vital para tener algún impacto fuera de sus propias fronteras.
Soul
La música soul: la voz del alma afroamericana y el puente entre el góspel, el rhythm and blues y la cultura popular moderna
La música soul es una de las expresiones más profundas y poderosas de la experiencia afroamericana en el siglo XX. Surgida en Estados Unidos a finales de los años 50 y desarrollada con fuerza en la década de 1960, el soul fue mucho más que un estilo musical: fue una afirmación de dignidad, emoción y pertenencia, un lenguaje espiritual que supo transformar el dolor colectivo en belleza sonora, y al mismo tiempo abrir caminos hacia la integración racial y la renovación cultural en un país marcado por la segregación.
En su esencia, el soul nació de la fusión entre el góspel afroamericano —la música religiosa cantada en iglesias bautistas del sur de EE. UU.— y el rhythm and blues secularizado, que ya desde los años 40 había sido la banda sonora de las comunidades negras en los barrios urbanos. A diferencia del góspel, que alababa a Dios, y del blues, que hablaba desde la tristeza o el deseo individual, el soul se centró en las emociones humanas cotidianas, en el amor, el sufrimiento, la esperanza, el deseo y la lucha personal y colectiva. Era una música visceral, hecha para ser cantada con el cuerpo entero, para llorar y bailar al mismo tiempo, con la intensidad de quien está contando su verdad más íntima.
Los primeros grandes nombres del soul fueron Ray Charles, Sam Cooke y James Brown. Ray Charles rompió barreras al combinar el góspel con el ritmo profano del rhythm and blues, creando un estilo atrevido, sensual y profundamente humano. Sam Cooke llevó el soul a la balada romántica con una voz aterciopelada y una sensibilidad melódica sin igual. James Brown, por su parte, añadió una dosis extra de ritmo, energía y teatralidad que daría origen no solo al soul más bailable, sino también al funk.
La década de 1960 fue la edad de oro del soul, gracias a la consolidación de dos grandes centros de producción: la discográfica Motown en Detroit y Stax Records en Memphis. Motown, fundada por Berry Gordy, desarrolló un estilo pulido, melódico y sofisticado, pensado para el consumo masivo y con una producción impecable. Artistas como Marvin Gaye, The Supremes, Stevie Wonder, The Temptations, Smokey Robinson y Diana Ross llevaron el soul al público blanco sin perder su identidad negra, combinando letras accesibles, coreografías elegantes y un sonido inconfundible. Stax, en cambio, apostó por un estilo más crudo, emocional y cargado de groove, con figuras como Otis Redding, Wilson Pickett, Booker T. & the M.G.’s o Isaac Hayes, que representaban la cara más orgánica, intensa y sudorosa del soul sureño.
El soul no solo fue una revolución musical; fue también una fuerza política y simbólica. Canciones como A Change Is Gonna Come de Sam Cooke o What’s Going On de Marvin Gaye se convirtieron en himnos del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. La música soul hablaba con claridad del sufrimiento racial, pero también de la esperanza, de la posibilidad de cambio, de la belleza interior de una comunidad históricamente marginada. Por eso, en las décadas siguientes, el soul siguió siendo una referencia constante en la música negra, influyendo decisivamente en el funk, el disco, el hip hop y el R&B contemporáneo.
En los años 70, la evolución del soul tomó distintos caminos. Algunos artistas como Curtis Mayfield o Al Green mantuvieron viva la llama del soul más espiritual o político, mientras otros como Isaac Hayes, Barry White o Teddy Pendergrass exploraron sus posibilidades sensuales y orquestales, dando lugar al llamado soul barroco o Philadelphia soul, caracterizado por arreglos sofisticados, secciones de cuerda y una producción lujosa. Paralelamente, James Brown seguía impulsando el camino hacia el funk, basado en la repetición rítmica y el acento en el primer tiempo del compás, lo que abriría la puerta a nuevos estilos urbanos.
Aunque a partir de los años 80 el soul perdió parte de su protagonismo frente al pop, el rap y el R&B moderno, su influencia estructural se mantuvo constante. Muchos artistas contemporáneos —desde Amy Winehouse hasta Alicia Keys, desde D’Angelo hasta Anderson .Paak— han retomado elementos del soul clásico con un enfoque contemporáneo, mezclándolo con jazz, electrónica, hip hop o rock, y demostrando que el alma de esta música sigue latiendo con fuerza. Incluso dentro del mundo del rock, artistas como The Rolling Stones o Eric Clapton han reconocido siempre su deuda con los sonidos y el espíritu del soul.
En definitiva, la música soul no fue una moda pasajera ni una simple etiqueta comercial: fue y sigue siendo una forma elevada de expresión emocional y cultural, una síntesis entre espiritualidad, deseo, humanidad y lucha. A través de sus voces apasionadas, sus arreglos envolventes y su rítmica vibrante, el soul ha trascendido el tiempo y el espacio para convertirse en una forma de arte universal, íntimamente ligada al alma humana y, al mismo tiempo, profundamente marcada por la historia y el orgullo de la comunidad afroamericana.
El soul es un término adoptado para describir la música afroamericana en los Estados Unidos a medida que esta evolucionó entre las décadas de 1950 y 1970. También se lo considera simplemente como un término nuevo para el género musical conocido como Rhythm and blues (R&B). En este sentido, una generación de artistas reinterpretó los sonidos de los pioneros del R&B de la década de 1950: Bo Diddley, Chuck Berry, Little Richard, Ray Charles y Sam Cooke, cuya música encontró acogida entre la población blanca estadounidense y se transformó en el género rock and roll.
Soul | ||
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Orígenes musicales | Rhythm & blues, góspel, himnos religiosos ingleses | |
Orígenes culturales | Finales de la década de 1950, Estados Unidos | |
Instrumentos comunes | Guitarra, bajo eléctrico, batería, teclados, piano, sintetizador, órgano, voces y saxofón | |
Popularidad | Muy alta (1960-1980) | |
Derivados | R&B contemporáneo, disco, funk, quiet storm, broken beat, teen pop, rock, pop, reggae | |
Subgéneros | ||
Blue eyed soul, Motown sound, soul psicodélico, smooth soul | ||
Fusiones | ||
Neo soul, soul blues, soul jazz, nu jazz, pop soul, soul rock |
Al igual que otros géneros de música afroamericana, el soul no ha sido definido con precisión, varios de sus principales representantes fueron considerados también como figuras del blues, góspel o rock.
Finalmente, en la década de 1960, el soul se estableció como fundamento del pop; sin embargo, en las dos décadas siguientes, su supremacía fue desbancada por el funk, la música disco, el electro, o el dance-rock.
Los ritmos pegadizos, acentuados por palmas y movimientos corporales espontáneos, son un importante elemento del soul. Otras características son la llamada y respuesta entre el solista y el coro, y un sonido vocal particularmente tenso. El género utiliza también, ocasionalmente, añadidos improvisados, giros y sonidos auxiliares.
La música soul dominó las listas estadounidenses de R&B en la década de 1960, y muchas grabaciones pasaron a las listas de pop en Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países. En 1968, el género del soul empezó a fragmentarse. Algunos artistas de soul desarrollaron la música funk, mientras que otros cantantes y grupos desarrollaron variedades más elegantes, sofisticadas y, en algunos casos, con mayor conciencia política. Muchos artistas de soul ganaron popularidad debido al dominio de la música soul en las listas de R&B. Entre estos artistas se encontraban Ray Charles, James Brown y el grupo de soul the Temptations. A principios de la década de 1970, la música soul se había visto influida por el psicodélico y el rock progresivo, entre otros géneros, dando lugar al psicodélico y al soul progresivo. En Estados Unidos se vio el desarrollo del neo soul hacia 1994. También existen otros subgéneros y ramas de la música soul.
Los subgéneros clave del soul incluyen el estilo Motown, un estilo más pop-amistoso y rítmico; el deep soul y el southern soul, estilos de soul enérgicos que combinan R&B con sonidos de música gospel sureña; Memphis soul, un estilo brillante y sensual; New Orleans soul, que surgió del estilo rhythm and blues; Chicago soul, un sonido más ligero con influencias del gospel; Philadelphia soul, un exuberante sonido orquestal con voces inspiradas en el doo-wop; así como psychedelic soul, una mezcla de rock psicodélico y música soul.

Ray Charles fue uno de los músicos más influyentes y versátiles del siglo XX, reconocido por su profunda contribución al soul, al rhythm and blues, al jazz, al gospel, al country e incluso al pop. Nacido en 1930 en Albany, Georgia, y criado en Florida, perdió la vista completamente a los siete años debido a un glaucoma. A pesar de esta discapacidad, desarrolló desde niño un talento musical excepcional, aprendiendo a tocar el piano y estudiando en una escuela para niños ciegos, donde recibió formación en música clásica y técnica instrumental.
En los años 50, Ray Charles revolucionó la música popular al combinar la intensidad emocional del gospel con la temática secular del blues y del R&B, creando así las bases del soul. Su voz rasposa, su expresividad interpretativa y su dominio del piano eléctrico lo convirtieron en una figura única e irrepetible. Canciones como What’d I Say, I Got a Woman, Hallelujah I Love Her So o Georgia on My Mind se convirtieron en clásicos instantáneos que rompieron barreras raciales y estilísticas. En los años 60, su exploración del country con el álbum Modern Sounds in Country and Western Music amplió aún más su alcance, demostrando que la música podía trascender géneros y públicos.
Ray Charles no solo fue un innovador musical, sino también una figura cultural de gran impacto, luchando contra la segregación racial, negándose a actuar en lugares segregados y defendiendo la libertad artística a lo largo de su carrera. Fue un maestro de la improvisación, la fusión de estilos y la emotividad interpretativa, dejando un legado inmenso que influyó en generaciones enteras de músicos, desde el soul hasta el rock, el jazz y el pop. Falleció en 2004, pero su voz, su genio creativo y su papel como pionero siguen siendo fundamentales para entender la historia moderna de la música.
Historia
Décadas de 1950 y 1960
Durante la Segunda Gran Migración Negra la cultura afroestadounidense comienza a ser aceptada por parte de la población blanca estadounidense. Actores negros como Sidney Poitier y Harry Belafonte se convierten en estrellas, y Dorothy Dandridge es nominada al Premio Oscar. En este contexto, Sam Cooke, Ray Charles, Otis Redding y James Brown son considerados comúnmente y a grandes rasgos como pioneros del género Soul. Incluso es frecuente encontrar citas que proclaman el góspel secularizado de «I Got A Woman» (1954, Atlantic Records) de Ray Charles como el primer tema soul de la historia.
En medio del movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos, marcado por líderes como Martin Luther King, floreció la conciencia racial y a la orden del día los disturbios callejeros. En medio de este entorno social, algunas de las grabaciones de Solomon Burke a finales de los años 1950 y principios de los años 1960 en Atlantic como «Cry to Me», «Just Out of Reach» y «Down in the Valley», codificaron el estilo del soul y le dieron algunas de sus bases. En Memphis, la compañía discográfica Stax comenzó a grabar a artistas como Otis Redding y Wilson Pickett. En 1965 Joe Tex grabó «The Love You Save» que dio un nuevo giro emotivo al estilo. Otro gran centro de grabación y creación del soul fue la ciudad de Florence (Alabama), gracias a los Fame Studios; donde trabajó a principios de los años 1960 gente como Percy Sledge, Arthur Alexander y Jimmy Hughes; y más tarde también Aretha Franklin.
En estos estudios obtuvo gran fama la banda de grabación denominada Muscle Shoals, que mantenía también una estrecha relación con Stax. Otra importante discográfica que trabajó en Memphis fue Goldwax Records, propiedad de Quinton Claunch. En esta etiqueta estaban James Carr y O.V. Wright.
Además del valor de símbolo que adquiere la música soul en los Estados Unidos, el R&B es descubierto en Europa, lo que hace posible la aparición del blues británico y la “Invasión británica” liderada por The Beatles y The Rolling Stones. Por su parte, Billboard suprimió en 1964 todas las listas específicas para las músicas negras y creó un Top 40 estadounidense, lo que permitió al soul tomar el relevo del blues en medio de esta integración considerada alternativamente como una disolución.
El movimiento por los derechos civiles contó con la “revolución racial a través del soul”, donde se destacó la aparición del álbum de Aretha Franklin «I never loved a man the way I love you» en 1967, y sencillos de impacto considerable como «Respect». Durante este tiempo artistas de Stax como Eddie Floyd y Johnnie Taylor hicieron contribuciones considerables al soul, en un momento que el fenómeno Motown estaba en lo más alto con artistas como The Supremes, Gladys Knight & the Pips, The Temptations, Stevie Wonder o Marvin Gaye, y Atlantic seguía manteniendo en lo más alto a artistas como Ray Charles. En 1968 varios artistas entre los que se cuentan James Brown y Sly & The Family Stone empiezan a dar un nuevo sentido al soul; debido al asesinato de Martin Luther King, Jr. en abril de ese año, y la pérdida de aquellos ideales de revolución soul. En esta “era dorada del soul”, sus representantes añadieron dureza y mayor agresividad rítmica y sonora acorde a los tiempos que se vivían, dando paso al funk.
Publicity photo of Aretha Franklin from Billboard, 17 February 1968. Conocida como la reina del Soul. D. Público. Original file (1,019 × 1,200 pixels, file size: 235 KB).
«(You Make Me Feel Like) A Natural Woman» (1967)
Esta canción, escrita por Carole King, Gerry Goffin y Jerry Wexler, y popularizada por Aretha, es uno de los momentos más sublimes de la música soul. Es una balada poderosa, emotiva y profundamente femenina, que muestra no solo su técnica vocal, sino también su capacidad interpretativa única, combinando fuerza, dulzura y vulnerabilidad en una sola interpretación.
A diferencia de «Respect», que es un grito de empoderamiento fuerte y directo, «(You Make Me Feel Like) A Natural Woman» tiene un tono más íntimo, reflexivo y emocional, convirtiéndose en un himno del amor profundo y de la afirmación del ser desde lo emocional.
También ha sido considerada una de las canciones más influyentes dentro de la música femenina, y un referente tanto del soul como del pop clásico. La interpretación de Aretha en esta canción es a menudo citada como una de las mejores actuaciones vocales de todos los tiempos, especialmente en sus presentaciones en vivo (como la mítica del Kennedy Center en 2015, que hizo llorar a Obama y puso en pie a Carole King).
Desde los años 1970
La industria de la música afroamericana había crecido a pasos agigantados, y con ella la Industria del entretenimiento en general. Apareció entonces una nueva burguesía negra en los Estados Unidos y un fenómeno entre la población afroamericana en el que es común convertirse al islam, el cual también tiene consecuencias políticas, manifestadas en movimientos como la Nación del Islam. Al mismo tiempo, con la crisis del petróleo de 1973 había una especie de necesidad de diversión, motivo que puede explicar la popularidad en los medios de la música disco. De este acercamiento comercial hubo artistas como Parliament, Earth, Wind & Fire y otros, de tal forma que a finales de la década casi toda la música soul estaba invadida por la música disco.
Con la llegada de la década de 1970 el soul comienza a decaer y a renovarse, surgiendo nuevos estilos derivados. Cada vez empezaba a quedar menos de la esencia góspel, que sólo conservaban puramente artistas como The Staple Singers. Uno de los fenómenos musicales fue Al Green, que incluso con uno de sus temas creó un subgénero denominado quiet storm. Por este tiempo surgió también el retro soul, el soul sinfónico (Barry White) y el soul psicodélico (los Temptations desde «Psychedelic Shack» de 1967, Fifth Dimension, Stark Reality), a la par que de aquí derivaban estilos como el disco con artistas como Gloria Gaynor, Donna Summer e Isaac Hayes. Hi Récords continuó la tradición de Stax con cantantes como Syl Johnson. Dos de las representantes máximas de este tiempo fueron Roberta Flack y Minnie Riperton. Por su parte Berry Gordy y su discográfica Motown hacía crecer las carreras de Marvin Gaye, Diana Ross, The Jackson Five y Smokey Robinson.
Con la llegada de la década de 1980 la música disco empezó a decaer, y el soul resurgió en forma de retro soul y quiet storm antes de que sufriera otra metamorfosis. A mediados de la década se transformó en urban por la influencia del disco y el hip hop. En este tiempo triunfaron artistas como Michael Jackson, Chaka Khan, Sade, Shalamar que tenían un estilo que combinaba el soul o funk con el Eurodisco de la década de 1980, pero surgieron dentro del urban otros que daban un nuevo sonido al soul, como Whitney Houston, Babyface, New Edition o Janet Jackson. Pero también las viejas glorias del soul como Stevie Wonder o Aretha Franklin quien relanzó su carrera bajo el auspicio del productor Clive Davis.
En la década de 1990 el urban derivó en el Rhythm and blues contemporáneo, que a finales de la década tomaría un giro hacia sus raíces dando lugar al hip hop soul (cuya inicial transición fue el New Jack Swing del ex New Edition Bobby Brown, Bell Biv Devoe. Más recientemente se ha desarrollado el neo soul que con un sonido más puro está representado por numerosos artistas.
Gladys Knight, la Emperatriz del Soul. Joost Evers / Anefo – Nationaal Archief. CC BY-SA 3.0.

Gladys Knight, conocida como la Emperatriz del Soul, es una de las voces más poderosas y reconocibles de la música afroamericana. Nacida en Atlanta en 1944, comenzó su carrera musical desde muy joven junto a su grupo familiar The Pips, con quienes alcanzó fama internacional como Gladys Knight & The Pips. Su estilo combina con maestría soul, gospel, R&B y pop, y se caracteriza por una interpretación apasionada, una voz cálida y firme, y una capacidad excepcional para transmitir emoción. Durante las décadas de los 60 y 70, el grupo cosechó una larga lista de éxitos como Midnight Train to Georgia, Neither One of Us y If I Were Your Woman, consolidándose como uno de los pilares del soul clásico. A lo largo de su carrera, Gladys Knight ha ganado múltiples premios Grammy, ha sido reconocida por su contribución a la cultura musical estadounidense y ha influido profundamente en generaciones de artistas. Más allá de su impacto musical, también ha destacado como figura de integridad artística y elegancia escénica, manteniéndose activa y relevante en el mundo del espectáculo por más de seis décadas.
«Midnight Train to Georgia» (1973),
Es, sin duda, canción más emblemática de su carrera, un clásico absoluto del soul estadounidense y una historia emocional contada con una interpretación vocal extraordinaria. Ganó el Grammy a la Mejor Interpretación Vocal de R&B y ha sido incluida en múltiples listas de “mejores canciones de todos los tiempos”, incluyendo la de la revista Rolling
«Midnight Train to Georgia» cuenta la historia de un hombre que abandona sus sueños en Los Ángeles y regresa a su hogar en Georgia, acompañado por la mujer que lo ama. Es una balada narrativa cargada de melancolía, lealtad y ternura, que mezcla lo personal con lo colectivo: la desilusión urbana frente a la calidez del hogar y la tierra.
La interpretación de Gladys es sensible pero firme, respaldada por los coros brillantes de The Pips, que responden como si fueran parte de una conversación íntima. Esa estructura «llamada y respuesta» la convierte en una joya del soul narrativo, muy característica de los años 70.
Véase también
Referencias
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Años 1960
La década de 1960: El nacimiento de una revolución sonora
La década de 1960 marcó un antes y un después en la historia del rock. Fue el momento en que el género dejó de ser simplemente una derivación rebelde del rhythm and blues para convertirse en una fuerza cultural transformadora. Durante estos años, el rock se diversificó, se internacionalizó y se convirtió en la banda sonora de una juventud que buscaba cambiar el mundo. No es exagerado decir que los años sesenta fueron una verdadera explosión creativa que sentó las bases de todo lo que vendría después.
El fenómeno más destacado del inicio de la década fue, sin duda, la irrupción de The Beatles. Su debut discográfico en 1962 con Love Me Do fue apenas un anticipo de lo que se conocería poco después como la Beatlemanía, un fenómeno de masas sin precedentes. En pocos años, el grupo de Liverpool no solo se convirtió en el más influyente del planeta, sino que transformó la forma de hacer, grabar y entender la música popular. Con discos como Rubber Soul (1965), Revolver (1966) y Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967), The Beatles rompieron los moldes del rock primitivo y elevaron el género a nuevas cotas de sofisticación artística.
Paralelamente, surgió la llamada Invasión Británica, un movimiento en el que numerosas bandas del Reino Unido cruzaron el Atlántico para conquistar Estados Unidos. The Rolling Stones, The Kinks, The Who, The Animals y muchos otros se convirtieron en referentes fundamentales del nuevo rock que ya no solo hablaba de amor juvenil, sino que exploraba temas sociales, políticos y existenciales. Si The Beatles representaban la cara más melódica y experimental, los Stones encarnaban una actitud más cruda, heredera directa del blues y del espíritu rebelde del rock and roll original.
En Estados Unidos, mientras tanto, la escena evolucionaba de forma paralela. Bob Dylan introdujo la poesía en las letras del rock, con un estilo lírico que influyó decisivamente en generaciones posteriores. Su transición del folk acústico al rock eléctrico fue un hito en 1965, cuando en el festival de Newport electrificó a su audiencia, literalmente, al presentarse con una banda de rock. Fue también en esta década cuando surgió el folk rock, de la mano de bandas como The Byrds, que fusionaban armonías vocales con guitarras eléctricas inspiradas por Dylan y los Beatles.
La segunda mitad de la década estuvo marcada por el nacimiento del rock psicodélico, estrechamente ligado a la contracultura hippie y al consumo de sustancias alucinógenas como el LSD. San Francisco fue el epicentro de esta corriente, con grupos como Jefferson Airplane, Grateful Dead y Janis Joplin, que canalizaban la búsqueda espiritual y la ruptura con los valores tradicionales a través de una música expansiva, onírica y muchas veces improvisada.
También fue la era de la virtuosidad instrumental y de los primeros grandes guitarristas de rock. Jimi Hendrix, con su mezcla explosiva de blues, psicodelia y distorsión, revolucionó el lenguaje de la guitarra eléctrica. Sus actuaciones en festivales como Monterey (1967) y Woodstock (1969) son aún hoy hitos irrepetibles. Otros guitarristas como Eric Clapton, Jeff Beck o Jimmy Page, desde formaciones como Cream, The Yardbirds o Led Zeppelin (fundada en 1968), sentaban ya las bases de lo que sería el hard rock y el heavy metal.
La década terminó con un acontecimiento simbólico: el festival de Woodstock en agosto de 1969. Durante tres días, medio millón de personas convivieron pacíficamente para celebrar la música, la paz y el amor, en lo que muchos consideran la culminación del sueño hippie. Sin embargo, ese mismo año, los asesinatos cometidos por la secta de Charles Manson y el violento festival de Altamont, con la muerte de un joven a manos de los Hell’s Angels, marcaron el final de la inocencia del rock de los sesenta.
En definitiva, los años sesenta no fueron solo una década dorada para el rock; fueron su verdadero acta de nacimiento como arte, como expresión generacional y como vehículo de cambio social. El impacto de esa época sigue siendo palpable hoy, tanto en las estructuras musicales como en la actitud desafiante que sigue definiendo al rock más de medio siglo después.
Música surf
El rock and roll instrumental de músicos como Duane Eddy, Link Wray y The Ventures fue desarrollado por Dick Dale, quien le añadió una distintiva reverb «mojada», una veloz técnica de alternate picking e influencias de la música medioriental y mexicana. (56) En 1961 Dale publicó, con un enorme éxito regional, «Let’s Go Trippin’», que dio origen a un auge de la música surf que siguió con temas como «Misirlou» en 1962. (57) Al igual que Dale y sus Del-Tones, la mayoría de bandas de surf temprano se formaron en el Sur de California, como The Bel-Airs, The Challengers y Eddie & the Showmen. Otras instrumentales exitosas durante los inicios del género serían «Pipeline» (1962) de The Chantays, y «Wipe Out» (1963) de The Surfaris, que llegarían, respectivamente, al puesto 4 y 2 en la Billboard Hot 100. (58)
El surf, sin embargo, logró su mayor éxito como música vocal, concretamente con The Beach Boys, formados en 1961 en el Sur de California. Sus primeros álbumes incluían tanto instrumentales surf rock (entre ellos, versiones de la música de Dick Dale) como canciones y se caracterizaban por presentar armonías cerradas de pop de grupos como The Four Freshmen y elementos de rock and roll y doo wop. (59) El sencillo debut de The Beach Boys, «Surfin’» de 1962, fue un éxito comercial que entró en el top 100 de las listas de Billboard, ayudando así a hacer de la música surf un fenómeno nacional. (60) Debido a que la mayoría de música surf se grabó y publicó entre 1961 y 1965, se considera que la carrera de casi todos los grupos y músicos del género terminó con la llegada de la Invasión británica en 1964. (61)
Sobre «Good Vibrations». Producción innovadora: Brian Wilson tardó meses en completarla, grabando fragmentos por separado en distintos estudios y ensamblándolos como piezas de un rompecabezas. Fue una de las primeras canciones en utilizar técnicas de “grabación modular”, anticipándose al estilo de producción moderno. Instrumentación única: Usa sonidos poco comunes para una canción pop de la época, como el theremín (ese extraño instrumento que produce un sonido etéreo y vibrante), y arreglos orquestales que mezclan psicodelia, doo-wop, rock y música clásica. Complejidad estructural: No tiene una estructura típica de verso-estribillo. Es como una mini sinfonía pop que evoluciona constantemente, llevándonos por distintos estados emocionales, sin perder su capacidad melódica ni su fuerza comercial. Espíritu de los 60: Refleja el ambiente de experimentación, libertad creativa y misticismo californiano que definió a la segunda mitad de la década. A diferencia de sus primeras canciones más centradas en el surf y los coches, «Good Vibrations» muestra a los Beach Boys como artistas ambiciosos y visionarios. Éxito rotundo: Fue número 1 en EE. UU. y Reino Unido, y consolidó a Brian Wilson como un genio musical. Se considera el anticipo de lo que sería el mítico álbum Smile, que aunque no se completó en su momento, elevó la figura de Wilson a la categoría de leyenda.
Nota; The Beach Boys fue la única banda que pudo reinventarse a mediados de 1960, y produjo varios sencillos y álbumes exitosos, entre ellos Pet Sounds en 1966, que les convertiría, posiblemente, el único grupo estadounidense de pop o rock que podía rivalizar con los grupos de la Invasión Británica. (60) (61)
Invasión británica
Hacia fines de 1962, lo que se convertiría en la escena del rock británico comenzó con bandas de beat como The Beatles, Gerry and the Pacemakers y The Searchers de Liverpool, y Freddie and the Dreamers, Herman’s Hermits y The Hollies de Mánchester. Estas se nutrieron de una amplia gama de influencias estadounidenses como el rock and roll de la década pasada, el soul, el rhythm and blues y la música surf, (62) y al principio interpretaban estándares bailables de música estadounidense. Otros grupos como The Animals de Newcastle, Them de Belfast,(63) y en particular aquellos de Londres como The Rolling Stones y The Yardbirds estaban más directamente influenciados por el rhythm and blues y blues tardío. (64) Pronto estos grupos empezaron a componer su propio material, en el que combinaban diferentes formas de música estadounidense a las que inyectaban energéticos ritmos. Las bandas de beat tendían a producir «animadas e irresistibles melodías», mientras que las del blues británico temprano hacían canciones más agresivas, menos sexualmente inocentes y, a veces, con una postura antisistema. Hubo, sin embargo, una inclinación a mezclar estas dos tendencias, en especial en sus etapas iniciales. (65) Hacia 1963, las bandas de beat, lideradas por The Beatles, empezaron a tener enorme éxito nacional, seguidas poco atrás en las listas por grupos más influenciados por el rhythm and blues. (66)
En febrero de 1964, «I Want to Hold Your Hand» de The Beatles se convirtió en la primera canción de esta proliferación de bandas en alcanzar el puesto número uno de la Billboard Hot 100, (67) en la que permaneció un total de quince semanas, siete de ellas en la cima. (68) (69) El 9 de febrero, la primera presentación del grupo en The Ed Sullivan Show tuvo una audiencia de 73 millones de personas, por lo que fue el episodio más visto de un programa de entretenimiento en ese entonces y marcó un hito en la cultura popular estadounidense. (70) Dos meses más tarde, durante la semana del 4 de abril de 1964, doce singles de The Beatles se ubicaban en el Billboard Hot 100, cinco en los primeros puestos. The Beatles se convirtieron en el grupo con mayores ventas de la historia y, tras ellos, varias otras bandas británicas ingresaron en las listas estadounidenses. (65) Durante los dos años siguientes, artistas británicos como The Kinks, The Dave Clark Five, Peter and Gordon, The Animals, Manfred Mann, Petula Clark, Freddie and the Dreamers, Wayne Fontana and the Mindbenders, Herman’s Hermits, The Rolling Stones, The Troggs y Donovan dominaron las listas de su país y las estadounidenses, todos con uno o más temas en el primer puesto. (71) (71) (68)
The Beatles llegan a Nueva York al inicio de la Invasión británica, en enero de 1964. Foto: United Press International, photographer unknown. Dominio Público. Original file (3,578 × 2,526 pixels, file size: 1.84 MB).
The Beatles fue una banda británica formada en Liverpool en 1960, compuesta por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr. Considerados el grupo más influyente de la historia de la música popular, revolucionaron no solo el sonido del rock y el pop, sino también la manera en que se concibe la creación artística dentro de la música comercial.
Los inicios de la banda se remontan a 1957, cuando John Lennon y Paul McCartney se conocieron en un evento parroquial. Pronto se unió George Harrison, y luego de varios cambios de nombre y miembros, se consolidaron como The Beatles en 1960. Tras sus primeros años tocando en bares de Hamburgo y Liverpool, lograron llamar la atención del productor George Martin, quien sería clave en su desarrollo artístico. En 1962, Ringo Starr reemplazó al baterista Pete Best y así nació la formación clásica del grupo.
Su primer gran éxito fue «Love Me Do», lanzado en 1962. A partir de entonces, la Beatlemanía arrasó en el Reino Unido y luego en todo el mundo. Entre 1963 y 1966, The Beatles dominaron las listas de éxitos con canciones como «She Loves You», «I Want to Hold Your Hand», «Can’t Buy Me Love» y «Help!». Durante esta primera etapa, su imagen era la de jóvenes simpáticos con trajes y flequillos, pero ya mostraban una gran habilidad para la composición y la armonía vocal.
A partir de 1965, con el álbum «Rubber Soul», comenzaron a evolucionar hacia un sonido más sofisticado. «Revolver» (1966) y, sobre todo, «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» (1967) los consagraron como innovadores absolutos. Experimentaron con la psicodelia, la música india, los arreglos orquestales y la grabación de estudio como un arte en sí mismo. Obras como «A Day in the Life», «Tomorrow Never Knows» o «Lucy in the Sky with Diamonds» marcaron una nueva era en la música.
En 1968, publicaron el álbum blanco, caracterizado por su eclecticismo. Ya en este momento eran evidentes las tensiones internas. Las diferencias personales y creativas se intensificaron, especialmente entre Lennon y McCartney. Aunque aún lanzaron obras maestras como «Abbey Road» (1969) y «Let It Be» (1970), el grupo se disolvió oficialmente en abril de 1970.
Tras la separación, los cuatro miembros siguieron carreras solistas. John Lennon fue asesinado en 1980 en Nueva York, y George Harrison falleció en 2001. Paul McCartney y Ringo Starr continúan activos musicalmente.
El legado de The Beatles es inmenso. Fueron pioneros en el uso del estudio como instrumento creativo, escribieron algunas de las canciones más importantes del siglo XX y transformaron la música en una expresión artística total. Su influencia se extiende más allá del rock, abarcando el cine, la moda, la contracultura y la forma en que el mundo entiende el arte popular. Más que un grupo musical, The Beatles fueron y son un fenómeno cultural global.
Esta «invasión británica» ayudó a internacionalizar el sonido del rock and roll, lo que promovió que otros músicos británicos e irlandeses tuvieran enorme éxito comercial.(72) En Estados Unidos, esto conllevó el fin de la música surf instrumental, los grupos vocales femeninos y, por un tiempo, los ídolos adolescentes, que habían dominado las listas de éxitos de ese país entre fines de los años 1950 e inicios de 1960. (73) Por otra parte, la carrera de intérpretes importantes de R&B como Fats Domino y Chubby Checker se estancó, así como el éxito en las listas musicales de los artistas restantes del rock and roll original, incluido Elvis, se vio temporalmente acabado. (74) La invasión británica también desempeñó un papel importante en el ascenso del rock como un estilo musical distintivo y en la primacía de las bandas en el género, al establecer la formación típica de guitarras y batería y la creación de su propio material a modo cantautor. Siguiendo el ejemplo establecido por The Beatles con Rubber Soul en 1965, varios grupos británicos editaron álbumes de rock como «declaración artística» en 1966, entre ellos, Aftermath de The Rolling Stones, Revolver de los propios Beatles y A Quick One, de The Who. También siguieron esta tendencia algunos músicos estadounidenses, como The Beach Boys con Pet Sounds y Bob Dylan con Blonde on Blonde.(75).
The Rolling Stones en una imagen publicitaria de 1965. London Records – Billboard, 1965-05-01, pag. 25. Dominio Público.

The Rolling Stones es una de las bandas de rock más importantes y longevas de la historia. Fundada en Londres en 1962 por Brian Jones, Mick Jagger, Keith Richards, Ian Stewart, Bill Wyman y Charlie Watts, el grupo se consolidó como la cara más salvaje, cruda y provocadora del rock británico, en contraste con la imagen más pulida de The Beatles. Su música, influenciada profundamente por el blues afroamericano, el rock and roll y el R&B, marcó generaciones enteras y ayudó a definir el sonido del siglo XX.
Desde sus primeros años, The Rolling Stones adoptaron una actitud rebelde y desafiante que les dio un aura de peligrosidad y atracción para la juventud. Su primer sencillo, una versión de “Come On” de Chuck Berry, se lanzó en 1963. Pero fue a partir de 1965, con canciones como “(I Can’t Get No) Satisfaction”, “The Last Time” y “Paint It Black”, cuando lograron reconocimiento internacional y se convirtieron en figuras centrales de la llamada British Invasion que llevó el rock británico a Estados Unidos.
Durante los años 60, la banda pasó de hacer versiones de blues y R&B a desarrollar un estilo propio, gracias al talento compositivo de Jagger y Richards, la mítica dupla conocida como «The Glimmer Twins». En esta etapa grabaron álbumes esenciales como Aftermath, Between the Buttons y el psicodélico Their Satanic Majesties Request. En 1969, tras la salida y muerte trágica de Brian Jones, fue incorporado Mick Taylor, guitarrista virtuoso que ayudó a definir la etapa más poderosa y rockera del grupo.
Entre 1968 y 1972, The Rolling Stones vivieron su época dorada. Discos como Beggars Banquet, Let It Bleed, Sticky Fingers y Exile on Main St. son considerados pilares del rock clásico, con una mezcla impecable de blues, country, soul y hard rock. Canciones como “Sympathy for the Devil”, “Gimme Shelter”, “Brown Sugar” y “Wild Horses” no solo capturaron la tensión de su tiempo, sino que se convirtieron en himnos generacionales.
A lo largo de los años 70 y 80, a pesar de conflictos internos, adicciones y cambios de formación, la banda se mantuvo activa y relevante. Ronnie Wood reemplazó a Mick Taylor en 1975 y se integró de manera definitiva al grupo. Bill Wyman dejó la banda en los años 90, pero el núcleo formado por Jagger, Richards, Watts y Wood continuó adelante, realizando giras masivas y lanzando nuevos discos.
Tras la muerte de Charlie Watts en 2021, muchos pensaron que sería el fin de los Stones. Sin embargo, en 2023 lanzaron el álbum Hackney Diamonds, demostrando que siguen siendo una fuerza creativa viva incluso después de seis décadas.
Más allá de la música, The Rolling Stones definieron una estética, una actitud y una forma de entender el rock como espectáculo. Su legado incluye no solo algunas de las mejores canciones del género, sino también una visión del rock como sinónimo de libertad, riesgo, exceso y autenticidad. Si The Beatles fueron los artistas que revolucionaron la música desde lo conceptual, The Rolling Stones fueron los que llevaron la esencia del rock a su máxima expresión cruda y visceral. Son, sin discusión, una de las bandas más grandes de todos los tiempos.
La Invasión británica (en inglés, British Invasion) fue el movimiento musical predominante en Estados Unidos hacia mediados de los años 1960, cuando grupos de rock procedentes del Reino Unido alcanzaron altas cuotas de popularidad a raíz del éxito del grupo británico de rock The Beatles. Todos estos grupos, claramente influenciados por el rock and roll, el blues y el rhythm & blues estadounidenses, eran capaces de elaborar canciones sencillas y pegadizas.
Antes de la fulgurante llegada de The Beatles, cantantes como Cliff Richard o bandas como The Shadows gozaron de gran repercusión en el Reino Unido. La casi nula presencia británica en el panorama musical estadounidense se refleja claramente en el número de canciones británicas que lograron situarse durante aquella época en las primeras posiciones de las listas estadounidenses, únicamente dos: «Stranger on the Shore» de Mr. Acker Bilk y «Telstar» de The Tornados, en mayo y diciembre de 1962, respectivamente. Con la publicación por parte de Capitol del sencillo de The Beatles «I Want To Hold Your Hand» a finales de 1963, llegó la revolución: el grupo visitó Estados Unidos por primera vez y su disco pronto se situó en los primeros puestos de las listas. Además, su presencia en el programa de Ed Sullivan el 9 de febrero de 1964 marcó un récord de telespectadores jamás alcanzado hasta la fecha; este momento suele ser considerado el comienzo de la invasión británica. Los «Fab Four» pronto se hicieron con el primer puesto de las listas, lo cual abrió el mercado estadounidense a bandas británicas de rock como The Rolling Stones, The Dave Clark Five, The Animals, o The Who, y también el cantante Tom Jones.
Curiosamente, otras bandas británicas tan importantes en la época como The Yardbirds, Them o The Kinks tuvieron, inicialmente, poca presencia en los EE. UU. No obstante, a pesar de su escaso éxito a nivel mainstream (los Kinks incluso llegaron a tener vedada su presencia en los Estados Unidos como sanción por su mal comportamiento) su influencia en el ambiente underground fue enorme. Tanto como para ser auténticos iconos de las bandas que dieron lugar a la explosión de lo que ha venido a llamarse Garage Rock o Garage-Punk y que tuvo su momento culminante entre 1965 y 1968.
Antecedentes
Es importante destacar que antes del éxito de The Beatles, el rock & roll pasaba por momentos difíciles, o mejor dicho, sus intérpretes. Elvis Presley se había marchado al servicio militar, Chuck Berry había ingresado en prisión, Little Richard se había convertido en predicador, Buddy Holly, The Big Booper y Ritchie Valens habían muerto en un accidente aéreo, Eddie Cochran fallecería en un accidente automovilístico y Jerry Lee Lewis se había visto envuelto en un escándalo al contraer matrimonio con una niña de trece años. Mientras, el twist, con Chubby Checker a la cabeza, comenzaba a llenar los espacios vacíos que dejaban estos artistas, así que los editores de las casas discográficas se pusieron a buscar nuevos ídolos capaces de cubrir dichos espacios, lo que terminó en el surgir de una nueva manera de interpretar la música, más melosa y dulzona que el más desenfadado Rock & roll original.
La voz de alerta de lo que estaba por venir se dio la noche del domingo 9 de febrero de 1964, cuando cuatro chicos procedentes de una ciudad portuaria del extremo norte del Reino Unido, se presentaron en uno de los programas de televisión más importantes de los Estados Unidos, paralizando casi por completo sus ciudades principales, en especial la ciudad de Nueva York. Esos chicos se hacían llamar The Beatles.
Cuando semanas más tarde, cinco de sus canciones ocuparon los cinco primeros lugares del ranking de la revista Billboard, los estadounidenses cayeron cautivos de la misma pandemia que venía azotando a los británicos desde un par de años atrás y que la prensa había bautizado como la “Beatlemanía”, fenómeno que luego daría pie a la llegada de otras bandas inglesas al nuevo continente.
«A Day in the Life», publicada en 1967 como tema final del álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, es una de las canciones más ambiciosas y revolucionarias de The Beatles. Representa la culminación de su evolución artística y el punto más alto de la música pop como forma de arte. No es solo una canción, sino una experiencia sonora que marcó un antes y un después en la historia de la música del siglo XX.
Compuesta por John Lennon y Paul McCartney, combina dos mundos sonoros y emocionales distintos: la parte de Lennon es introspectiva, onírica y melancólica, inspirada en noticias reales y sensaciones cotidianas llevadas al absurdo; la sección de McCartney, en cambio, es más rápida, activa y terrenal, una especie de recuerdo de la rutina diaria. Ambas partes se entrelazan a través de una orquesta creciente que desemboca en una explosión sonora caótica, para terminar en un acorde final eterno que se ha vuelto legendario.
Esta canción rompió todas las reglas del pop comercial. Fue censurada por la BBC por la frase «I’d love to turn you on», percibida como una referencia al consumo de drogas. Pero más allá del escándalo, su fuerza está en la forma en que representa el espíritu de los años 60: una mezcla de asombro, desencanto, experimentación y deseo de trascender la realidad cotidiana.
«A Day in the Life» no es solo una canción importante de The Beatles, es un símbolo del momento en que el pop dejó de ser entretenimiento ligero para convertirse en una forma de expresión artística profunda, capaz de hablar del tiempo, de la conciencia y de la vida moderna con una complejidad nunca antes vista. Es, en muchos sentidos, la obra maestra de una banda que cambió el mundo.
Respuesta estadounidense
Aunque los estadounidenses tenían bandas de éxito, lo cierto es que la «Invasión británica» fue percibida, literalmente, como eso: una auténtica invasión. No obstante, pronto se montó algo parecido a una reacción, lo que ha sido llamado «La Respuesta Estadounidense».
Artistas y bandas como Chubby Checker, Bob Dylan, Joan Báez, Buffalo Springfield, Crosby, Stills, Nash & Young, Simon and Garfunkel, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jefferson Airplane, Creedence Clearwater Revival, The Doors, Steppenwolf, Grateful Dead, Quicksilver Messenger Service, James Brown, Stevie Wonder, Roy Orbison, Billy Joel, Smokey Robinson, Marvin Gaye, The Supremes, The Beach Boys, The Byrds, The Kingsmen, un Elvis Presley de regreso en el mundo de la música como buen rey, y un largo etcétera se escuchaban a lo largo y ancho de Estados Unidos. Sin embargo, la importancia de la invasión británica en los gustos musicales fue fundamental. Hasta ese momento, en USA sólo se consumía “su” música (el jazz, el blues, el rock… todos nacieron allí) y sus artistas. Ningún grupo, solista o compositor de Gran Bretaña había tenido éxito al otro lado del charco. Pero a partir de 1964 la situación cambió. Se comenzó a consumir la música llegada desde las islas británicas, convirtiéndose en todo un fenómeno de masas. Hubo una ruptura de fronteras.
A partir de 1966 el nacimiento del “Movimiento Hippie” en California supuso algo parecido a una victoria norteamericana. A partir de ese momento el centro del mundo musical cruzó de nuevo el Atlántico y se trasladó a Estados Unidos. En Los Ángeles aparecen The Doors, y en San Francisco el «Rock Ácido Californiano» de Jefferson Airplane, Grateful Dead, Quicksilver Messenger Service o Big Brother and the Holding Company establecen nuevos caminos y fórmulas musicales. El propio Eric Burdon (líder de The Animals) disuelve su vieja banda y se establece en la Costa Oeste estadounidense refundando su grupo. La psicodelia adquiere carta de identidad estadounidense y desplaza, poco a poco, a los británicos del centro de la escena.
Por supuesto, el rock británico todavía tendría mucho que decir, tanto en lo que quedaba de década como en los posteriores años 70 y 80 (e incluso en la actualidad). Pero lo cierto es que en torno a 1967-68 se puede fechar el fin del fenómeno conocido como «British Invasion» en sentido estricto.
Invasión británica
La primera visita de The Beatles a EE. UU., el 7 de febrero de 1964, marcó una pauta que se volvió casi regla para las agrupaciones inglesas: Hacer carrera de este lado. El 7 de febrero marca no sólo medio siglo de la llegada de The Beatles, sino también de lo que cultural e históricamente se conoce como “La invasión británica”. The Rolling Stones, una de las principales bandas de la invasión británica.
A raíz del éxito de The Beatles, en el mercado estadounidense, comenzó el verdadero proceso de la llamada Invasión Británica; bandas como The Rolling Stones, The Dave Clark Five, The Who, The Animals, Tom Jones y otros literalmente invadieron los Estados Unidos con su música.
The Rolling Stones pisaron por primera vez suelo estadounidense en junio de 1964, presentándose en los mejores recintos y mejores programas de la época como «The Ed Sullivan Show» . En 1965 editan su tercer trabajo discográfico, «Out of Our Heads», en el que se encuentra el éxito «(I Can’t Get No) Satisfaction», el primero de los muchos números 1 en las listas americanas que obtendría posteriormente la banda.
Curiosamente, The Rolling Stones alcanzó con sus dos primeros discos el número 1 en el mercado británico, sin lograrlo en Estados Unidos, pero este fue su primer número uno en Estados Unidos y el primero en quedarse solo en el número 2 en el Reino Unido.
Compuesta por Mick Jagger y Keith Richards,»Satisfaction» es considerada por la crítica como la mejor grabación de la banda y una de las mejores de la música contemporánea. Número 2 en la lista de las 500 mejores canciones de la historia. La cadena televisiva estadounidense VH1 la puso en el número 1 en su lista de las 100 canciones más grandes del Rock & Roll. En 2006 un jurado compuesto por expertos en perseveración de música y sonido de Estados Unidos la anexó en el registro nacional de grabaciones de la biblioteca del congreso de Estados Unidos debido a su «significancia cultural o histórica» en la vida estadounidense.
The Rolling Stones y The Animals son los primeros en bombardear “musicalmente” a los Estados Unidos tras el terreno preparado por The Beatles. Los Stones representaron la cara agresiva del Rock Inglés, contrastando en cierta forma con la imagen educada de “chicos buenos” de The Beatles. The Rolling Stones, al igual que The Yardbirds más influenciados por el Blues de Chicago, pisaron Estados Unidos por primera vez en junio de 1964, presentándose en los mejores recintos y los mejores programas de variedades de la época como «The Ed Sullivan Show»; era el inicio de la Invasión. Los Stones ya en EE. UU. se contactaron con sus ídolos de la escena “underground” del blues, como Muddy Waters. Jagger y compañía supieron darle la vuelta a su música y le dieron a su rock un sonido con ecos del blues de antaño. Los músicos británicos influenciaron a los estadounidenses y viceversa. Hubo un intento de hacer una “ola estadounidense” en Reino Unido que no tuvo el mismo efecto.
The Animals, por su parte, con la adaptación de una canción folk popular “House of the rising sun”, logran ser el segundo grupo británico que consigue el número uno en las listas, tanto británicas como estadounidenses y a finales de 1964 editan su primer LP «The Animals».
La lista de grupos que se apoya en este trío de bandas para poder entrar en el mercado estadounidense es interminable, pero entre ellos hay que resaltar también la importancia de bandas como The Who y The Kinks en todo este proceso musical vivido en la década de los 60. Curiosamente, como ya se ha comentado, The Kinks fueron un grupo vetado en EE. UU. tras su gira de 1965, lo que les impidió volver a actuar en el país (y llegar a sus listas) hasta 1970. No obstante, a pesar de su escasa presencia durante el momento culminante de la British Invasion, su influencia fue tremenda entre las nuevas bandas que surgieron por todas partes de la geografía estadounidense y que dieron lugar al nacimiento del Garage Rock. Algo similar ocurrió con bandas como The Who o The Yardbirds (cuya escasa presencia en las listas no impidió que ejercieran una enorme influencia en los grupos de garaje).
La Invasión ya era un hecho y para el año 1965, el mercado estadounidense había sido conquistado por las bandas británicas: The Beatles, The Rolling Stones, The Who, The Animals, The Dave Clark Five, Dave Dee, Dozy, Beaky, Mick & Tich, The Hollies, The Herman’s Hermits, por nombrar algunas de las más conocidas, eran los “dueños” del mercado estadounidense y las bandas estadounidenses que surgían simplemente se limitaban a “copiar” el estilo impuesto por estos grupos británicos, que era algo así como una fusión (eléctrica y moderna) entre el R&B negro, el rock & roll más clásico, el pop desarrollado años antes por The Everly Brothers o Buddy Holly y, por supuesto, un toque netamente british.
The Who. My Generation (1965)
«My Generation» no solo es la canción más representativa de la banda, sino también un manifiesto generacional que definió la actitud rebelde de la juventud británica de los años 60. Escrita por Pete Townshend, es un estallido de rabia, inconformismo y energía cruda. Su letra directa —“I hope I die before I get old”— se convirtió en una declaración de principios para la juventud mod, que buscaba romper con las normas establecidas por la generación anterior.
Musicalmente, la canción fue revolucionaria. Incluye uno de los primeros solos de bajo distorsionado de la historia del rock, cortesía de John Entwistle, y una interpretación vocal de Roger Daltrey que roza el tartamudeo, como si la rabia y la frustración no le permitieran articular con claridad. Este efecto, lejos de ser una limitación, se convirtió en símbolo de angustia juvenil y autenticidad.
Además, «My Generation» introdujo el estilo agresivo que The Who llevaría al extremo en sus conciertos en vivo, donde rompían guitarras, destrozaban amplificadores y hacían del caos escénico una forma de arte. Esta canción ayudó a cimentar su reputación como una de las bandas más explosivas e innovadoras de su tiempo.
«My Generation» fue mucho más que un éxito: fue una piedra fundacional del hard rock, del punk y de todo el rock de actitud combativa que vino después. Es la canción con la que The Who quedaron grabados para siempre en la historia de la música como la voz desafiante de una generación que no quería parecerse a sus padres ni seguir sus reglas.
Garage rock
El garage rock, un estilo desprolijo de rock, llamado así por la percepción de que los músicos ensayaban en garajes de familias suburbanas, fue particularmente prominente en Estados Unidos a mediados de la década de 1960. (76)(77) Las canciones del género a menudo trataban sobre problemas de la vida adolescente, como «chicas mentirosas» y circunstancias sociales injustas.(78) Sus letras y modo de cantar eran más agresivos de lo común, con gruñidos o gritos que se disolvían en alaridos incoherentes. (76) La música iba de bandas de un solo acorde (como The Seeds) a músicos de calidad cercana a los de estudio (como The Knickerbockers, The Remains y The Fifth Estate). También existían variaciones regionales en muchas partes del país, entre las que se destacan especialmente las escenas de California y Texas. (78) Aunque de acuerdo al autor Neil Campbell, los estados del Noroeste del Pacífico, Washington y Oregón, tenían el sonido local más definido. (79)
The D-Men (luego The Fifth Estate) en 1964. Foto: Kenneth Evans. Original file (1,891 × 1,480 pixels, file size: 586 KB).
El género llevaba gestándose de las escenas locales desde al menos 1958. Ejemplos conocidos del estilo en sus primeras etapas son «Tall Cool One» (1959) de The Waillers y «Louie Louie» de The Kingsmen (1963). (80) Hacia 1963, varios sencillos de garage rock escalaban en las listas estadounidenses con bandas como Paul Revere & The Raiders (Boise), (81) The Trashmen (Mineápolis) (82) y The Rivieras (South Bend, Indiana). (83) Otros grupos influyentes, como The Sonics (Tacoma, Washington), nunca alcanzaron la Billboard Hot 100. (84).
La Invasión británica influyó enormemente en los músicos de garage rock, que ganaron así en popularidad nacional, lo que llevó a que muchos grupos (con frecuencia de surf) adoptaran su estilo, además de incentivar a que se formaran más bandas. (78) Hubo cientos de éxitos regionales de bandas de Estados Unidos y Canadá durante este periodo.(78) Sin embargo, y pese a que muchas de ellas firmaron con sellos discográficos importantes, la mayoría fueron un fracaso comercial. Está generalmente aceptado que el garage rock llegó a su punto más alto, tanto comercial como artísticamente, alrededor de 1966. (78) Hacia 1968, el subgénero había desaparecido de las listas nacionales y a nivel local, ya que los músicos amateurs debían ir a la universidad, trabajar o cumplir con el reclutamiento obligatorio, y nuevos estilos lo reemplazaron rápidamente, aunque en Detroit su legado permaneció vivo hasta principios de la década siguiente, con bandas como MC5 y The Stooges, que empleaban un estilo muchísimo más agresivo que sus predecesores. Estos grupos fueron catalogados como punk rock y son ahora vistos como protopunk o proto-hard rock. (85)
Garage rock | ||
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Orígenes musicales | Rock, rock and roll, rockabilly, rock instrumental, rhythm and blues, surf, doo-wop, blues y música instrumental | |
Orígenes culturales | Mediados/Finales de los años 1950 en Estados Unidos | |
Instrumentos comunes | Guitarra, bajo, batería, órgano (especialmente farfisa) y voz | |
Popularidad | Media/Alta en Estados Unidos mediados de los años 1960 Han existido varios resurgimientos conocidos como «vueltas» en los años 1980 y 2000 en el resto del mundo (Estados Unidos, Europa, Latinoamérica, Japón y Australia) | |
Derivados | Punk rock, hard rock, acid rock, power pop, new wave, bubblegum pop, egg punk | |
Subgéneros | ||
Freakbeat, garage rock revival, proto punk | ||
Fusiones | ||
Garage punk |
El garage rock (en español, rock de garaje) es un subgénero del rock que combina aspectos sonoros del doo-wop, del R&B y del rock instrumental con los ritmos característicos del blues y del surf rock y de la música instrumental. Este subgénero musical es la forma cruda y enérgica de rock and roll y rockabilly.
Suele utilizar estructuras de acordes muy básicas y sencillas, interpretadas con guitarras eléctricas distorsionadas (principalmente por pedales como el fuzzbox); aunque también es habitual el uso de teclados. En general las letras son poco sofisticadas y, a veces, muestran una actitud airada y agresiva.
El término de rock de garaje viene del hecho de que sus intérpretes eran grupos compuestos por adolescentes y jóvenes aficionados, con una escasísima preparación musical, que solían reunirse «para tocar y ensayar en el garaje de sus casas». La música de estas bandas era, por lo general, mucho menos elaborada que los originales en los que se inspiraban (dado que sus intérpretes poseían escasa pericia instrumental. Chicos de entre quince y veinte años, apenas sabían tocar unos pocos acordes); pero, a cambio, estaba repleta de pasión y energía juvenil, lo que algunos consideran el verdadero espíritu del Rock’n’Roll. La mayor parte de las bandas utilizaban sencillas secuencias de notas octavas y quintas debido, además de a lo anteriormente explicado, a que los amplificadores de la época poseían mucha distorsión a un volumen alto y se sobre-saturaban. Con el uso de esas notas (a lo que se añadía una batería agresiva y unas letras pegadizas) se disimulaba este problema y se conseguían sorprendentes resultados.
A principios de los años 1970, cuando el movimiento ya había desaparecido como tal pero (paradójicamente) fue redescubierto por la crítica musical, llegó a usarse la palabra «Punk» para definir tanto este tipo de música como a los grupos que la tocaban. De ahí que garage rock y garage punk sean términos prácticamente intercambiables. O que, a veces, se emplee también el término Sixties Punk (o «60’s Punk») como otra denominación para el Rock de Garaje original. Y de ahí también que, cuando en 1976-77 surgió el movimiento Punk propiamente dicho, muchos de sus miembros se autorreivindicasen ideológica, musical y estéticamente, declarándose herederos directos de las bandas de garaje de mediados de los años sesenta.
The Count Five (1966). Créditos: Double Shot Records – Billboard, page 59, April 29, 1967. Dominio Público.

The Count Five fue una banda de garage rock formada en San José, California, a mediados de los años 60, conocida principalmente por su éxito Psychotic Reaction lanzado en 1966. Este grupo, integrado por John «Mouse» Michalski, Roy Chaney, Craig Atkinson, Kenn Ellner y Sean Byrne, capturó con fuerza el espíritu crudo y rebelde del garage rock estadounidense, con una mezcla de energía juvenil, guitarras distorsionadas y una clara influencia del sonido de The Yardbirds y el rock británico de la invasión. Psychotic Reaction se convirtió en un himno del género por su fuerza rítmica, su uso del fuzz en la guitarra y su estructura caótica que anticipaba rasgos del punk. Aunque su carrera fue breve y no lograron repetir el éxito comercial de su sencillo más famoso, The Count Five son considerados una banda de culto dentro del rock psicodélico y el garage, especialmente tras su inclusión en recopilaciones históricas como Nuggets. Su imagen —aparecían en escena vestidos con capas de estilo gótico— y su estilo provocador contribuyeron a consolidar su estatus como símbolo de una época en la que el rock era una forma de actitud más que una fórmula comercial. A pesar de su corta vida artística, dejaron una huella duradera en la evolución del rock alternativo.
Nacimiento y auge del garage rock durante la década de 1960
Sobre el nacimiento del Rock de Garaje hay cierta polémica. La crítica europea vio el fenómeno, durante mucho tiempo, como una consecuencia de la Invasión Británica. Según esa teoría, los jóvenes americanos, deslumbrados por el éxito de las bandas procedentes de Gran Bretaña, se dedicaron a intentar reproducir los sonidos que venían del otro lado del Océano Atlántico (sobre todo los más ásperos, como el Rythm’n’blues de The Rolling Stones, The Yardbirds, Them, The Pretty Things o los primerísimos The Kinks) aunque de una forma más amateur y, en consecuencia, mucho más cruda, lo que terminó otorgando a su estilo un carácter diferencial. En cambio, los críticos estadounidenses han demostrado que ya antes de la British Invasión el estilo estaba casi definido. Y que pueden rastrearse sus antecedentes en el surf instrumental, el Frat-rock, la actitud en el escenario Rockabilly o los sonidos primitivistas de clásicos como Bo Diddley o Link Wray y otros pioneros del Rock’n’roll de los años 1950.
En cualquier caso, lo que está claro es que miles de combos de garaje aparecieron en los Estados Unidos entre 1963 y 1968, pero solo unos pocos —The Shadows of Knight, The Count Five, The Seeds, The Leaves, Question Mark & the Mysterians, The Blues Magoos, The Remains o The Standells— tuvieron algo de éxito (y aun así relativo, ya que la mayor parte de las veces solo alcanzaron las listas estatales, no las nacionales), mientras la inmensa mayoría se limitaron a grabar singles aislados, con tiradas muy escasas y una distribución prácticamente inexistente más allá de su condado natal. En realidad, las canciones relacionadas con el garage rock que más alto llegaron en listas fueron Louie Louie de The Kingsmen y Surfin’ Bird de The Trashmen, las dos en el año 1963. A pesar de que ninguno de estos dos grupos puede ser considerado una «banda de garaje» en sentido estricto (los primeros eran semi-profesionales, y estaban relacionados con el Frat-rock, mientras que los segundos eran un grupo de música surf), ambos temas forman parte de la historia del género (y de la música en general) e influyeron tremendamente en el sonido de las bandas surgidas posteriormente. De hecho, Louie Louie ha sido descrita, alguna vez, como el prototipo perfecto del «sonido garaje» y la primera canción punk propiamente dicha.
The Seeds en 1966. Montgomery Ward. This is an ad promoting the group’s new album. – KRLA Beat page 7. Dominio Público.

Si bien es cierto que no tuvieron éxito a nivel nacional, hay que aclarar que las garage-bands sí solían tener su «minuto de gloria» en el reducido ámbito de sus ciudades y comarcas. La extensa red de radios locales estadounidenses posibilitaba que las pequeñas emisoras tocaran con frecuencia los sencillos de las bandas de su localidad. Así, hoy todavía resulta curioso leer las listas de éxitos de minúsculas estaciones radiofónicas (con un área de escucha de apenas unos pocos kilómetros a la redonda) en las que, junto a grandes clásicos como The Rolling Stones, The Beatles, The Byrds, Tom Jones, Aretha Franklin o The Beach Boys, aparecen temas de garage-bands semi-ignotas como The Outcasts, The Others, The Squires, The Litter o The Third Bardo. Casi en igualdad de condiciones.
Por otra parte, la existencia de eventos conocidos con el nombre de Battle Of The Bands y que se celebraban con frecuencia tanto en grandes ciudades como en pequeños pueblos de todo el país y en los que varias docenas de bandas competían entre sí para conseguir un premio (la grabación de un sencillo de 45rpm, la mayor parte de las veces) suponía la posibilidad de darse a conocer siquiera fuese en los condados o pueblos vecinos.
The Blues Magoos (1966). KLRA/Beat Publications-page 1 – KRLA Beat page 3. Dominio Público.,
The Blues Magoos fue una banda de rock psicodélico formada en el Bronx, Nueva York, a mediados de los años 60. Alcanzaron notoriedad en 1966 con su éxito We Ain’t Got Nothin’ Yet, una canción destacada por su pegajoso riff de órgano y su atmósfera hipnótica, que se convirtió en uno de los himnos tempranos del garage psicodélico estadounidense. El grupo combinaba elementos del rhythm and blues con una estética psicodélica cargada de colorido y efectos visuales en sus presentaciones en vivo. Su álbum debut Psychedelic Lollipop fue uno de los primeros en utilizar abiertamente el término «psychedelic» en su título, posicionándolos como pioneros del movimiento. Aunque su éxito comercial fue limitado y su carrera relativamente breve, The Blues Magoos dejaron una marca significativa en la escena underground de la segunda mitad de los años 60 y son recordados como una banda emblemática de la transición entre el garage rock y la psicodelia.

The Standells (1966). Tower Records – Billboard page 39, 16 April 1966. Dominio Público.

The Standells fueron una banda de garage rock originaria de Los Ángeles que alcanzó notoriedad en 1966 con su emblemático sencillo Dirty Water, una canción que se convirtió en un himno del rock urbano y rebelde de la costa oeste. Su estilo se caracterizaba por un sonido crudo, guitarras distorsionadas, una actitud desafiante y letras que reflejaban el descontento juvenil de la época. Aunque comenzaron como un grupo de versiones en clubes nocturnos, pronto evolucionaron hacia una propuesta más agresiva y original, cercana al proto-punk. Dirty Water, con su riff inconfundible y su burla irónica a la ciudad de Boston, consolidó su lugar en la historia del rock de garaje y les dio fama nacional. A pesar de que su éxito fue breve y limitado en cuanto a número de éxitos, The Standells influyeron notablemente en bandas posteriores del punk y el rock alternativo, siendo reivindicados por movimientos como el garage revival de los años 80 y las compilaciones Nuggets. Su legado perdura como símbolo de una etapa del rock marcada por la espontaneidad, la irreverencia y la energía directa.
Hay que aclarar que en su momento (1963-68) el rock de garaje no tuvo conciencia de sí mismo. Las bandas y los jóvenes que las integraban no eran conscientes de formar parte de un movimiento ni de tener nada especialmente en común (más allá del hecho de tocar rock’n’roll). De hecho, la expresión «garage-band» tenía, en principio, cierto sentido peyorativo. Al igual que la otra palabra usada para nombrarlos: «punk». Ambas aludían a su escasa o inexistente pericia instrumental, su falta de profesionalidad y ambiciones, su amateurismo y su extremada juventud. Algo que se percibía como negativo y fallido. La consideración del Garage Rock como un auténtico movimiento musical, estético e incluso ideológico vino después, a mediados de la década de 1970, cuando todo había terminado y generaciones que no habían participado en ello descubrieron y reivindicaron ese tipo de sonido y actitud.
The Shadows of Knight (1966). KRLA/Beat Publications-page 2. The paper was produced for KRLA Radio, Los Angeles, in the mid-1960s. Dominio público.

The Shadows of Knight fue una banda de garage rock formada en Chicago a mediados de los años 60, conocida por su mezcla de rock británico con raíces del blues eléctrico de Chicago. Su mayor éxito llegó en 1966 con su versión de Gloria, originalmente de Them, a la que imprimieron un sonido más áspero, juvenil y accesible para el público estadounidense. El grupo destacó por su habilidad para fusionar la crudeza del rhythm and blues con la energía del garage rock, logrando una identidad propia dentro de la escena musical emergente. Su estilo incluía guitarras agresivas, una voz rasposa y una actitud rebelde, elementos que los convirtieron en una influencia directa para el posterior desarrollo del punk rock. Aunque su popularidad fue efímera y no lograron mantener una carrera extensa, The Shadows of Knight dejaron una marca significativa en el sonido underground de la década y son considerados una de las bandas más representativas del garage rock norteamericano.
Existe una especie de lugar común según el cual la mayor parte de las bandas de garaje surgieron en el centro de los Estados Unidos (el Mid-West), pero lo cierto es que el fenómeno se extendió por todo el país. Así, ejemplos prototípicos de garage-bands fueron The Sonics, que eran de Tacoma (Washington), The Seeds o The Music Machine, que provenían de California, The 13th Floor Elevators que eran texanos, Question Mark & the Mysterians (banda integrada en su totalidad por jóvenes de origen chicano) que surgieron en Míchigan o The Remains, que procedían de Boston. E incluso en Canadá el movimiento tuvo enorme presencia (podemos citar como ejemplo a The Haunted; pero hubo muchos más grupos).
Como detalle adicional, hay que señalar que en los últimos años se ha querido incluir en la categoría de rock de garaje o Garaje-Punk «original» (de los años 1960) a algunas bandas de otros países (como Australia, Reino Unido, Países Bajos, España, Italia, Japón, Perú o Uruguay), cuyo sonido, espíritu y trayectoria las emparenta estrechamente con sus contemporáneas norteamericanas. A ese respecto, hay que dejar claro que, a pesar de los evidentes puntos de contacto, el movimiento fue exclusivamente estadounidense (y que, como mucho, pueden incluirse también grupos originarios de Canadá).
Cosa distinta fue el Revival que tuvo lugar a partir de la década de 1980, que sí afectó a otros países, sobre todo a Europa Occidental (y, en mucha menor medida, a Latinoamérica) y que se verá en su apartado correspondiente.
Desaparición del garage rock original en torno a 1968
Hacia 1968 las bandas de garaje y el Garage Rock desaparecieron casi de un día para otro. Se han señalado diversas circunstancias para explicarlo. En primer lugar, la aparición de nuevos estilos musicales como la psicodelia, el rock progresivo, el country rock o el renacimiento del blues eléctrico, trajeron consigo un cambio estético y musical evidente. Para interpretar ese tipo de músicas se requería una pericia instrumental de la que la mayor parte de los componentes de las bandas de garaje carecían. Además, el espíritu era muy distinto: el amateurismo de las garage-bands llevaba implícito, ya desde el principio, un plazo de vida muy corto para la inmensa mayoría de los grupos. Los jóvenes crecían, buscaban trabajo, se casaban, formaban una familia y (por así decirlo) «sentaban la cabeza», abandonando la música. Su periodo en una banda de garaje se consideraba apenas una aventura juvenil, pues nunca se habían planteado (ni habían tenido ocasión de hacerlo) la profesionalización.
Creedence Clearwater Revival – Fortunate Son (Official Music Video)
«Fortunate Son», lanzada por Creedence Clearwater Revival en 1969, es una de las canciones más contundentes y directas del movimiento antibelicista en Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam. Escrita por John Fogerty, vocalista y guitarrista del grupo, la canción denuncia con ironía y rabia la profunda hipocresía social y política de la época.
La letra refleja el resentimiento de millones de jóvenes de clase trabajadora que eran enviados a combatir en Vietnam, mientras los hijos de los ricos y poderosos —los “fortunate sons”, los “hijos afortunados”— podían evitar el servicio militar gracias a sus conexiones, su estatus social o su influencia política. Fogerty, con una voz áspera y urgente, lanza frases como “It ain’t me, I ain’t no senator’s son” o “I ain’t no millionaire’s son”, dejando claro que el peso del conflicto recaía injustamente sobre quienes menos poder tenían para evitarlo.
Más que una canción contra la guerra en sí, «Fortunate Son» critica la desigualdad y el clasismo con el que se gestionó el reclutamiento militar. Denuncia cómo los símbolos patrióticos —la bandera, la libertad, la nación— eran usados para justificar el envío de jóvenes al frente, mientras los privilegiados se beneficiaban del sistema sin asumir sus consecuencias.
La canción se convirtió en un himno espontáneo de protesta, aunque su fuerza no está en un llamado directo a la paz, sino en su denuncia mordaz de la injusticia. Musicalmente, suena cruda, urgente, con una guitarra eléctrica punzante y una batería marcada, lo que la hace aún más poderosa. Fue censurada en algunos espacios, pero adoptada por miles de jóvenes como símbolo de rebeldía y conciencia.
Décadas después, «Fortunate Son» sigue siendo utilizada en películas, documentales y campañas para representar el descontento social frente al poder establecido. Es un ejemplo claro de cómo el rock puede convertirse en una herramienta de denuncia y expresión política, con una voz auténtica que habla desde abajo, desde quienes no fueron nunca los hijos afortunados.
Iggy Pop, cantante y líder de The Stooges. Robert Toren. Copyrighted free use.

Por último, hay que recordar que por aquel entonces en Estados Unidos existía el Servicio Militar Obligatorio y que la guerra de Vietnam estaba en su apogeo; de forma que el reclutamiento fue una de las causas (y no de las menores) del fin de muchas garage-bands.
Lo que está claro es que a partir de 1968 y tras la llegada de nuevos estilos musicales y la desaparición de las bandas amateurs, hubo una especie de olvido casi total del Garage Rock durante muchos años. No obstante, grupos como The Stooges, MC5 (que, en su origen, en torno a 1966-67, habían sido auténticas garage-bands), The Flamin’ Groovies (que se mantuvieron escrupulosamente fieles a los viejos sonidos y ajenos a las modas dominantes) o The New York Dolls supusieron, ya en la década de 1970, un nexo de unión entre el viejo Garage-rock de los años 1960 (o, como también fue llamado a partir de ese momento: «Sixties Punk») y el nuevo punk surgido en 1976-77; hasta el punto de ser considerados como ejemplo de lo que podría llamarse «Proto-punk”.
Resurgimiento. El Revival de los años 1980
En 1972 Lenny Kaye (que poco después sería miembro de la banda punk de Patty Smith) recopiló en un doble LP llamado Nuggets —subtitulado «Original Artyfacts From The First Psychedelic Era (1965-1968)»— dos docenas de grupos (y canciones) de Garage Rock de los años 1960 que dormían en el olvido. La publicación del disco pasó desapercibida al principio, pero apenas dos o tres años después fue creando una legión de seguidores entre las nuevas generaciones que no habían conocido la escena original y que odiaban el «rock de FM», el rock sinfónico y «de gran estadio» (que percibían como algo domesticado, previsible, serio y adulto) dominante en las radiofórmulas de mediados de los años 1970 tras la muerte prematura del Glam Rock y su punto lúdico. Al mismo tiempo, bandas protopunk como The Stooges, MC5, The Flamin’ Groovies o The New York Dolls se encargaron de mantener viva la llama y de servir de nexo de unión entre la escena original de los años 1960 y el posterior movimiento punk surgido en 1976-77.
Como directa consecuencia de todo eso, es a partir de 1976-77 (con la aparición del movimiento Punk) cuando se inicia la verdadera reivindicación del sonido de las bandas garajeras de la década anterior. Grupos como The Ramones o The Dictators (entre otros muchos) reconocían sin ambages su querencia por el viejo rock’n’roll salvaje de 1965 o 1966 (que habían escuchado de niños y que habían redescubierto gracias a la recopilación de Lenny Kaye). Los punk-rockers estadounidenses de 1976-77, al tiempo que rechazaban los sonidos de los años 1970 —sobre todo el Rock Sinfónico, el Rock Progresivo, el «Rock de FM», el AOR y similares—, se declaraban herederos directos del garaje-punk estadounidense de mediados de los años 1960. De hecho, el empleo del mismo término (punk) fue un nexo de unión, explícito, conscientemente buscado, con la vieja escena del Garage Rock y, al mismo tiempo, una especie de puente con aquella época. Un puente que unía ambos movimientos y pasaba por encima de todo lo realizado desde finales de los años 1960 hasta mediados de los años 1970 (el Rock mainstream y cualquier cosa que se percibiese como una «domesticación», una desviación y una profesionalización del verdadero espíritu juvenil y rabioso del Rock’n’roll primitivo).
Lux Interior y Poison Ivy de The Cramps. Masao Nakagami – Flikr.com/photos. CC BY-SA 2.0

Lux Interior y Poison Ivy fueron los fundadores y el corazón creativo de The Cramps, una banda estadounidense que fusionó el punk rock con el rockabilly, el garage rock y una estética inspirada en el cine de serie B, el horror kitsch y la cultura retro de los años 50. Lux Interior, con su presencia escénica salvaje, teatral y provocadora, se convirtió en un ícono del underground por su forma única de habitar el escenario, mientras que Poison Ivy, guitarrista, compositora y cerebro sonoro del grupo, aportó una combinación de crudeza, sensualidad y control técnico que definió el estilo de la banda. Juntos crearon el “psychobilly”, un subgénero ruidoso, oscuro y humorístico que rompía con los cánones tradicionales del rock. Su música, deliberadamente sucia y minimalista, se mantuvo fiel a una estética contracultural y provocadora, evitando las modas comerciales y ganándose una base de seguidores fieles. Más allá de su legado musical, Lux e Ivy encarnaron una visión artística total, donde sonido, imagen y actitud formaban un todo coherente, marcando profundamente la historia del rock alternativo.
En pleno 1977 nacen en Nueva York The Fleshtones, una banda que aprovechó la estela del movimiento punk pero que, desde el principio, se diferenciaba de sus contemporáneos al reivindicar sin ningún disimulo el sonido del viejo Garage rock (además de otros estilos sesenteros asimilables como el frat-rock, el surf, el beat y el soul). Casi al mismo tiempo aparecen en California The Cramps, con una estética en principio muy diferente, pero con un espíritu más fiel, si cabe, a la tradición del rock de garaje y del rock’n’roll primitivo y amateur de la escena Sixties-punk. La aparición de esos dos grupos (y de algunos más, como The Modern Lovers, o los diversos avatares de Stiv Bators entre la disolución de The Dead Boys y la creación de The Lords of the New Church) supuso un auténtico punto de inflexión que desembocó, inevitablemente, en el surgimiento de varias bandas que siguieron, con mayor o menor fidelidad, su estela durante los primeros años de la década de 1980 (caso de los seminales DMZ).
Pero fue sobre todo a partir de 1983-84 cuando se produjo una auténtica explosión que trajo consigo la resurrección literal del garage rock (lo que se conoció como el garage revival), de la mano de bandas como The Fuzztones, The Chesterfield Kings, The Lyres, The Cynics, The Miracle Workers y docenas más. En este caso no se usaron coartadas estéticas ni ideológicas. La reivindicación del viejo rock’n’roll de garaje era tan explícita que los nuevos grupos intentaban reproducir el sonido de los sesenta de forma casi arqueológica (en sus discos recurrían a trucos de estudio y producción para conseguir que sonaran viejos). Incluso imitaban en su aspecto, en sus ropas y en sus cortes de pelo a las bandas originales de 1966 o 1967. Este movimiento, que se conoció en su día con el nombre de «Garage revival», nació en Estados Unidos pero se extendió rápidamente por todo el mundo (sobre todo por la Europa continental, Australia y Japón) y conoció su auge entre 1985 y 1990.
The Fuzztones en 1985. Anthony Gliozzo (Revup67). CC BY-SA 3.0.

The Fuzztones es una banda de garage rock formada en Nueva York en 1980 por el guitarrista y vocalista Rudi Protrudi. Desde sus inicios, el grupo se propuso revivir y reinterpretar el sonido crudo y psicodélico del garage rock de los años 60, con influencias claras de bandas como The Sonics, The Standells y The Seeds. Su estilo se caracteriza por el uso prominente de fuzz en la guitarra, órganos Farfisa, una estética retro cargada de referencias al cine de terror de serie B y una actitud provocadora y escénica. The Fuzztones fueron fundamentales en el renacimiento del garage punk en los años 80, especialmente en Europa, donde encontraron un público entusiasta que apreciaba su fidelidad al sonido original de los 60 y su energía en directo. A lo largo de su carrera han editado numerosos álbumes, tanto de estudio como en vivo, y han mantenido una presencia constante en la escena underground, consolidándose como una de las bandas más representativas del garage revival. Su legado es el de mantener viva una tradición sonora con autenticidad, entrega y una pasión inalterable por el rock más primitivo y visceral.
Miles de grupos surgieron a la largo y ancho de todo el planeta, destacando especialmente Suecia (donde la moda arraigó de forma especial. Desde la aparición de The Nomads, The Creeps, The Sinners y otros a principios de los años 1980, es uno de los países que más bandas de garage revival ha aportado al mundo), Australia, España (donde se desarrolló la segunda escena más potente de Europa, tras la sueca, con grupos como Sex Museum, The Nativos o Los Furtivos), Japón, Alemania, Italia, Grecia (donde destacaron The Last Drive) y Francia (con formaciones como Les Playboys, Les Surrenders o Les Vietnam Veterans). Además, se reeditaron los viejos discos de las bandas de los años 1960, así como multitud de recopilatorios (el mítico Nuggets se convirtió en una serie, seguido por Pebbles, Back From The Grave y cientos más, donde se exhumaban grabaciones de grupos prácticamente ignotos) y se oficializó el término garage Rock (y su alternativa garage punk o Sixties-punk), con lo que el género alcanzó una enorme popularidad a nivel mundial (aunque ninguna canción o banda relacionada con él se acercó nunca a las listas de éxitos).
Este movimiento coincidió, además, con un resurgimiento del Rock’n’Roll clásico de raíces estadounidenses (lo que con el paso de los años ha dado en llamarse Americana), del surf rock, del beat, del soul clásico, de la cultura mod y, sobre todo, de la psicodelia (la «neopsicodelia» de los años 1980, el Paisley Underground estadounidense, etc.), de forma que más que de un «Revival del Garaje-Rock» podría hablarse de un «Revival de los años 1960» en sentido amplio. Esta ola revivalista fue tan intensa que es imposible obviar su influencia en buena parte de la música y la estética pop de la segunda mitad de los años 1980 (incluido el mainstream). Hay quien afirma que sin ella no podría entenderse el nacimiento, ya a principios de la década de 1990, del rock alternativo (o indie), de cierto sector temprano de la música dance (por ejemplo, la que surgió en la estela del Mánchester Sound) y del grunge (que, según algunos, fue en parte influenciado por el rock de garaje que hicieron en Seattle, veinte años antes, bandas como The Sonics o The Wailers. Siendo una afirmación discutible, sí es cierto que pueden apreciarse débitos con el garage rock en el sonido de grupos como Mudhoney o los primeros Nirvana).
El garage rock en los últimos años
Tras el revival de los años 1980, el rock de garaje (o garaje punk) se ha mantenido activo a lo largo de los 1990 hasta la actualidad, ya entrados los 2010, gracias a multitud de sellos discográficos independientes que han seguido apostando por las bandas de rock and roll primitivo. Algunos de los sellos discográficos independientes más prolíficos han sido Estrus, Rip Off, In The Red, Telstar, Crypt, Dionysus, Get Hip, Bomp! y Sympathy for the Record Industry en Estados Unidos. En Europa destacaron el ya desaparecido New Rose (Francia) y, sobre todo, Munster Records (España).
A fines de los años 1990, Steven van Zandt («Little Steven», guitarrista de la E Street Band de Bruce Springsteen), se convirtió en portavoz y defensor del rock de garaje promoviendo conciertos y festivales por todo Estados Unidos. En el año 2002 creó un programa de radio llamado Little Steven’s Underground Garage y el canal Underground Garage en la red de radio por satélite Sirius Satellite Radio. Van Zandt ha definido el formato musical de sus programas como «grupos que han inspirado a Los Ramones, grupos inspirados por. Los Ramones».
The White Stripes en los años 1990. Masao Nakagami – https://www.flickr.com/photos/goro_memo/181688271/. CC BY-SA 2.0.

The White Stripes fue un dúo de rock formado en Detroit a finales de los años 90 por Jack White en la voz y la guitarra y Meg White en la batería. Su propuesta minimalista, basada en una instrumentación cruda y un sonido directo, capturó la atención de la escena alternativa desde sus primeros discos. Con una estética visual marcada por el uso del blanco, rojo y negro, y una imagen ambigua que jugaba con la idea de ser hermanos, el grupo combinó influencias del blues, el garage rock de los años 60 y el punk, devolviendo al rock una intensidad esencialista que contrastaba con la sobreproducción del momento. Su álbum White Blood Cells de 2001 y especialmente Elephant de 2003, que incluye el himno Seven Nation Army, los consagraron a nivel internacional. En los años 90, The White Stripes se destacaron por su autenticidad, su sonido vintage y su rechazo al artificio, convirtiéndose en una de las bandas clave del resurgimiento del rock de garage en la transición al nuevo milenio.
A mediados de la década del 2000, el garage rock experimentó un nuevo resurgimiento. Hasta el punto de que algunas bandas que podrían ser consideradas como parte de la escena garajera adquirieron presencia en los grandes medios y cobertura en la radio comercial, algo que nunca había pasado hasta ese momento. Este nuevo impulso fue dado, en primer lugar, por grupos como The Strokes (que en un primer momento jugaron la baza del garage rock), The Hives y The White Stripes. The White Stripes provenían de la destacada escena garajera de Detroit (que también incluye a The Detroit Cobras, The Dirtbombs, Von Bondies, The Go, The Muggs o Payback). Hasta su reciente disolución fueron un ejemplo de fidelidad al espíritu original del garage rock (a pesar de que no pueden encasillarse en modo alguno en el género) en medio de un ambiente plenamente mainstream y, quizás, el único caso en que un grupo con vocación de garage band ha alcanzado algo parecido al éxito internacional. No obstante, hay que insistir en que presentar a The White Stripes como ejemplo de rock de garaje es, cuando menos, reduccionista y que su trayectoria les ha hecho abarcar otros géneros del Rock’n’roll.
Además de las citadas, ha habido bandas como The New Bomb Turks, The Black Lips, The Black Keys, Oblivians, The Gories, Dead Moon, los japoneses Guitar Wolf, Lost Sounds, Black Rebel Motorcycle Club y, sobre todo, los suecos The Hellacopters que han tenido también presencia en la escena underground y, puntualmente, en el mainstream.
The Hives. Rama. CC BY-SA 2.0 fr. Original file (4,004 × 2,666 pixels, file size: 1.1 MB).

The Hives es una banda sueca de garage rock y punk revival formada en la localidad de Fagersta a principios de los años 90. Se dieron a conocer internacionalmente a comienzos de los 2000 con su disco Veni Vidi Vicious, que incluía el exitoso sencillo Hate to Say I Told You So. Con un estilo sonoro crudo, energético y directo, influido por bandas como The Stooges, The Sonics y el punk británico de los años 70, The Hives destacaron por sus actuaciones explosivas, su actitud provocadora y una cuidada imagen en blanco y negro que se volvió parte de su identidad visual. Liderados por el carismático vocalista Howlin’ Pelle Almqvist, se convirtieron en una de las figuras centrales del renacimiento del garage rock junto a bandas como The Strokes, The White Stripes y The Vines. A lo largo de su carrera han mantenido una propuesta coherente, basada en riffs rápidos, estribillos pegajosos y un espíritu lúdico que los mantiene como referentes del rock más inmediato y festivo en la escena internacional.
El Garage Rock en Latinoamérica
Años 1960. Los pioneros
Aunque ya se ha mencionado que el rock de garaje, como movimiento (y estilo) solo existió realmente en los EE. UU. y Canadá, hay que reconocer que en Latinoamérica (como en otras partes del mundo —Europa, Australia o Japón—) hubo muchas bandas que se acercaron al género, tanto en espíritu como en estética.
Los York’s de Perú (1967). Dominio público.
En Perú durante los años 1960, existió una escena que, quizás, es lo más asimilable al garage rock original que existió fuera de Norteamérica y que allí se denominó «Rock Colérico». Los Saicos fueron la banda más destacada (aunque hubo otras, como Los York’s, el solista Jean Paul «El troglodita» o Delai Alamos y sus King Stars). Los Saicos, en concreto, grabaron exclusivamente en castellano y, en lugar de hacer versiones, solamente editaron canciones propias. Sus temas producidos entre 1964 y 1966 son, posiblemente, lo más cercano al espíritu garage original que existió por aquel entonces fuera de los Estados Unidos. De hecho, la reedición de sus discos a partir de los años 2000 por sellos europeos (españoles) los ha terminado consagrando, a nivel mundial, como verdaderos pioneros del proto-punk, con todos los honores.
México también destacó con bandas como Los Sleepers con su tema titulado «Zombie» (que es de 1961 y por lo tanto muy anterior a la Invasión Británica; pero en el que se aprecian ya elementos claramente proto-punks), Los Sinners con su tema «Rebelde Radioactivo» de 1964, Los Monjes, Los Yaki, Los Ovnis y otros. Su cercanía a Estados Unidos se dejó notar en una especial tendencia a los sonidos crudos y ásperos entre ciertos grupos y, también, por una evidente receptividad (siquiera fuese implícita) hacia lo que estaba ocurriendo «al otro lado de la frontera». En México siempre pesaron mucho las tendencias e influencias musicales estadounidenses, más que en ninguna otra parte de Latinoamérica (con la posible y fugaz excepción de la Cuba pre-revolucionaria y del inevitable Puerto Rico). De forma que incluso la «invasión británica» llegó, de alguna manera, a través del filtro de los Estados Unidos.
No hay que olvidar a bandas de otras partes que, en un momento u otro, se acercaron al estilo, como Los Gatos, Los Bestias o Los Knacks de Argentina; Los Jocker’s y Los Vidrios Quebrados de Chile; Los Flippers, Los Speakers y Los Yetis de Colombia; y, sobre todo, Los Shakers y Los Mockers de Uruguay (estos últimos uno de los grupos latinoamericanos de los años 1960 cuyo sonido, totalmente influido por los Rolling Stones, más se acerca al sonido garajero original de las bandas estadounidenses de la época).
No obstante, hay que insistir en que en ninguno de los países citados existió una escena de rock de garaje, algo que solo puede aplicarse a las bandas estadounidenses y canadienses.
Los Mockers de Uruguay en 1966. Olga Masa [1] – https://www.pagina12.com.ar/15502-nuestra-musica-ha-envejecido-bien. Dominio público.

El revival del Garage Rock en Latinoamérica (años 1980 hasta la actualidad)
El garage revival de los años 1980 también terminó llegando a Latinoamérica, aunque con cierto retraso y con menor intensidad que en los Estados Unidos, Europa o Australia. Aun así, hubo dos países donde el revival tuvo especial incidencia a finales de los años 1980 y principios de los años 1990: Argentina y México. Y, muy posteriormente, ya en la década de los años 2000 y 2010, otros tres: Brasil, Colombia y Uruguay.
En Argentina, a pesar de ser el país con la tradición rocanrolera más larga y constante de toda Latinoamérica, el Revival del garage rock tuvo lugar, como ya se ha señalado, relativamente tarde (aunque antes que en el resto del subcontinente). Así, no fue hasta finales de los años 1980 y principio de los años 1990 cuando surgieron algunos grupos como Los Telépatas, Amor Indio y La Celebración que, inspirados en bandas clásicas como The Kinks y The Sonics o más modernas como The Fuzztones, reivindicaron los sonidos sixties. En la actualidad dichas bandas siguen existiendo y son la influencia fundamental para nuevos grupos que practican, de una u otra forma, estilos similares al rock de garaje como Los Peyotes, The Tormentos (estos más escorados hacia el surf instrumental), Satan Dealers (en su primera época) o Utopians (que sin ser exactamente una banda de Garage-rock, incluyen ese sonido entre sus referencias).
También en México surgió, aunque algo más tarde (ya a finales de los años 1990 y principios de los años 2000), una escena underground muy potente relacionada con el Garage, el Sixties Punk y los sonidos crudos del rock and roll, que ha llegado con excelente salud hasta nuestros días. En ella destacan, entre otros muchos, grupos como Los Mustang 66, Las Ultrasónicas, Los Explosivos, Los Infierno, Twin Tones, Los Jóvenes Salvajes, Jessy Bulbo, Los Chicos Problema, Las Pipas de la Paz, Las Vinylators, Olaf From The Future, Hastinos, Los Agradables o Los Bigams. De hecho, la escena garajera mexicana es, a día de hoy, de las más vitales y dinámicas de toda Latinoamérica. Aparte de a su propia tradición rocanrolera (solo comparable a la argentina tras el «bache/paréntesis» que sufrió en los años 1970), esa pujanza puede deberse a la evidente cercanía a la fuente original del Rock de Garaje (Estados Unidos) y, también, a la fluidez de sus contactos e influencias con la escena europea (en concreto la española).
Los Telépatas de Argentina en 2011. Foto: Friedmitri. CC BY-SA 3.0.

Los Telépatas es una banda de rock alternativo y garage originaria de Argentina, activa principalmente en la escena independiente durante la primera década del siglo XXI. Con una propuesta influenciada por el garage rock clásico, el post-punk y el indie contemporáneo, el grupo destacó por su sonido directo, letras introspectivas y una actitud underground que los posicionó dentro del circuito alternativo porteño. En 2011, la banda vivía una etapa de consolidación, con presentaciones en vivo que combinaban intensidad y psicodelia, y una estética que remitía tanto al rock de los años 60 como a las nuevas corrientes del rock sudamericano. Su música canalizaba un espíritu retro con sensibilidad contemporánea, convirtiéndolos en una de las propuestas más interesantes de la escena independiente argentina de esos años. Aunque su trayectoria ha sido discreta en términos comerciales, su legado permanece entre los seguidores del rock de culto y las expresiones más libres del panorama musical latinoamericano.
A destacar, a partir de los años 2000, la escena garajera de Brasil, un país que cuenta con una tradición musical especialmente notable, original e idiosincrática (ella sola ha dado al mundo estilos tan característicos como la bossa nova y otros). En los años 1950 y 1960 alumbró multitud de bandas y solistas que practicaban una peculiar fusión de pop, rock’n’roll y (en su momento) psicodelia, con unas cualidades que los diferencian del resto del subcontinente. No obstante, el revival garajero de los años 1980 no tuvo especial incidencia. Hubo que esperar hasta la década de 2000 para que apareciesen grupos influenciados por ese tipo de sonidos. Entre ellos destacan los extraordinarios Os Haxixins -a día de hoy una de las mejores bandas de garage rock de toda Latinoamérica-, The Human Trash o Garotas Suecas (más escorados hacia el soul).
La Nueva escena garajera de Colombia surgió a partir del año 2006 en la ciudad de Bogotá, con agrupaciones como Los Neuronas, Nanook el último Esquimal, Los Plankton, The Kitsch, The Suck’s o Billy Garage & Los Esqueletos; cuyos sonidos retoman desde el Beat de los años 1960 hasta el Garage Revival de los años 1980; y que están influenciadas por bandas como The Sonics, The Monks y The Gruesomes. Desde la ciudad de Cali se pueden reconocer propuestas afines con la sonoridad del Garage rock en bandas como The Black Foxes y Los Macarras, las cuales aparecieron en escena aproximadamente desde el año 2014.
Por último, reseñar que también Uruguay se ha incorporado vigorosamente a la escena garajera latinoamericana a principios del siglo XXI con ejemplos recientes y tan notables como The Funtastic Vagoos, Jesse & the Sheena Lovers y Los Ultraman, bandas que recogen el testigo dejado en los años 1960 por grupos tan importantes y ya citados como Los Mockers o Los Shakers.
Referencias
- Diego A Manrique, y varios autores (1988). Historia del Rock. Madrid: El País.
- Galgo Magazine. «El valor del epíteto Garage». Consultado el 24 de junio de 2020.
- Marsh, Dave (1993). Louie Louie: The History and Mythology of the World’s Most Famous Rock ‘n Roll Song. Michigan: University of Michigan Press.
- Andrés Puente, Sergio Guillén (2007). Psicodelia Americana. El Sonido de la Contracultura. Madrid: Editorial Milenio.
- V. Bogdanov, C. Woodstra and S. T. Erlewine (2002). All music guide to rock: the definitive guide to rock, pop, and soul. USA: Backbeat Books.
- Gonzalo, Jaime (2008). The Stooges. Combustión espontánea (Un instante de eternidad y poder. 1965-2007). Madrid: Discos Crudos.
- Gillian McCain, Legs McNeill (1997). Por favor, mátame (La historia oral del Punk). Madrid: Editorial Celeste.
Blues rock
El blues rock: el cruce eléctrico entre tradición y rebeldía
El blues rock es uno de los subgéneros más importantes y fundacionales de la música moderna, un puente natural entre la raíz afroamericana del blues y la energía eléctrica del rock que emergía con fuerza en los años 60. Esta fusión no fue solo una cuestión estilística: fue también un acto de apropiación, homenaje, transformación y, en cierto sentido, redención artística. En su forma más pura, el blues rock supo capturar la intensidad emocional del blues tradicional y dotarlo de una nueva potencia rítmica, técnica y escénica, abriendo la puerta a algunas de las figuras más icónicas de la historia del rock.
El blues, con sus orígenes en las plantaciones del sur de Estados Unidos y sus primeras grabaciones a comienzos del siglo XX, ya había sido la columna vertebral de buena parte del jazz, el rhythm and blues y el primer rock and roll. Sin embargo, fue a partir de los años 60 cuando el blues se electrificó definitivamente y entró en una nueva fase de expansión. Jóvenes músicos blancos de Estados Unidos y, sobre todo, del Reino Unido, comenzaron a redescubrir a figuras legendarias como Muddy Waters, Howlin’ Wolf, Robert Johnson, John Lee Hooker o B.B. King, y se lanzaron a reinterpretar sus canciones con una intensidad amplificada, adaptando sus estructuras al lenguaje más directo del rock emergente.
En ese sentido, el blues rock fue uno de los pilares de la llamada Invasión Británica. Grupos como The Rolling Stones, The Yardbirds, John Mayall & the Bluesbreakers, Cream o Fleetwood Mac en sus inicios, tomaron el repertorio del blues tradicional, lo aceleraron, le añadieron distorsión, improvisación y solos más largos, y lo llevaron a los grandes escenarios. Este proceso no solo renovó el interés mundial por el blues; también consagró a una generación de guitarristas virtuosos que redefinieron el instrumento en el contexto del rock. Eric Clapton, Jeff Beck, Jimmy Page, Peter Green y más adelante Rory Gallagher o Gary Moore fueron auténticos embajadores del blues eléctrico europeo.
En Estados Unidos, el blues rock encontró su desarrollo paralelo con artistas como Jimi Hendrix, cuya música era una amalgama explosiva de blues, psicodelia, soul y experimentación sonora. Su forma de tocar la guitarra no solo era técnica, sino visceral, emocional, casi chamánica. Hendrix llevó al blues a un nuevo nivel de expresividad y demostró que las raíces podían ser el punto de partida para una exploración sin límites. Al mismo tiempo, bandas como Canned Heat, The Paul Butterfield Blues Band o The Allman Brothers Band profundizaron en las formas tradicionales del blues desde una perspectiva más jam, más americana, mezclando con country, jazz y gospel.
El blues rock de los años 70 fue una etapa de consolidación y diversificación. El género alimentó directamente al hard rock, al heavy metal primitivo y al rock sureño, que asumieron sus patrones rítmicos, su escala pentatónica y su actitud cruda como bases de su lenguaje. Grupos como Led Zeppelin tomaron elementos del blues y los llevaron a terrenos más oscuros, sensuales y mitológicos. Incluso el rock progresivo, más alejado del blues en su forma, no habría existido sin esa etapa intermedia de electrificación y expansión emocional que el blues rock inauguró.
Desde entonces, el blues rock no ha desaparecido nunca, aunque sí ha pasado por momentos de mayor o menor visibilidad comercial. En los años 80 y 90, artistas como Stevie Ray Vaughan, Bonnie Raitt, Robert Cray o Kenny Wayne Shepherd mantuvieron viva la llama del blues eléctrico con una mezcla de respeto por la tradición y virtuosismo contemporáneo. En las últimas décadas, músicos como Joe Bonamassa, Susan Tedeschi, John Mayer, Gary Clark Jr. o el dúo The Black Keys han renovado el interés por el blues rock, adaptándolo a la sensibilidad moderna sin perder su esencia directa y emocional.
Más que un estilo cerrado, el blues rock es una matriz expresiva, una forma de tocar y de sentir que conecta lo antiguo con lo moderno, lo individual con lo colectivo. Es música de guitarra, sí, pero también es música de raíces, de alma, de tensión emocional. Su poder no reside tanto en la complejidad armónica como en su capacidad de canalizar la experiencia humana más cruda —el dolor, el deseo, la rabia, la resistencia— en un lenguaje musical sencillo pero profundamente conmovedor.
En definitiva, el blues rock ha sido una columna vertebral del rock desde sus orígenes, un territorio donde se cruzan la historia, la emoción y la técnica. Su legado sigue vivo porque no es una moda ni una fórmula, sino una actitud: la de mirar hacia atrás para poder avanzar, la de convertir la herida en arte, y la de dejar que la guitarra diga lo que las palabras no pueden expresar.
El blues rock es un género musical que combina elementos del blues y del rock, enfatizando en la utilización de la guitarra eléctrica. Este género se desarrolló en Inglaterra y en Estados Unidos a mediados de la década de 1960 por grupos musicales como The Rolling Stones, Cream, Blue Cheer, The Beatles, The Yardbirds, The Jimi Hendrix Experience y The Doors, los cuales experimentaron e innovaron a partir de la música de intérpretes de blues como Elmore James, Howlin’ Wolf, Albert King, B. B. King, y Muddy Waters.
Blues rock | ||
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Orígenes musicales |
| |
Orígenes culturales | Reino Unido y Estados Unidos, mediados de la década de 1960 | |
Instrumentos comunes | Guitarra, Bajo, Batería, Teclado, Voz, Saxofón, Armónica, Pandereta | |
Popularidad | Alta en las décadas de 1960 y 1970, siendo aún popular actualmente | |
Derivados | Heavy metal, doom metal | |
Subgéneros | ||
Rock duro, boogie rock, rock rolinga | ||
Fusiones | ||
Punk blues, Heavy blues |
Fleetwood Mac en 1977. De izquierda a derecha: Mick Fleetwood, Christine McVie, John McVie, Stevie Nicks y Lindsey Buckingham. Warner Bros. Records – Billboard, 25 June 1977, p. 86. Dominio público.

Historia
A pesar de que tanto el blues como el rock han compartido características comunes a través de la historia, el blues rock es un género distinto cuyo nacimiento se remonta a la década de 1960. Este género, originariamente británico, se desarrolló con la formación de grupos musicales por parte de artistas como Alexis Korner y John Mayall, grupos que desempeñaron un papel formativo en intérpretes, o grupos musicales, como Free, Savoy Brown y las formaciones iniciales de Fleetwood Mac; intérpretes estadounidenses como Johnny Winter, Paul Butterfield y Canned Heat también fueron pioneros en este género. Jimi Hendrix, con su estilo musical revolucionario e innovador a la hora de interpretar blues eléctrico, y especialmente su disco «Band Of Gypsys», influyeron notablemente en el desarrollo del blues rock.
The Rolling Stones influyeron mucho en este género ya que al principio de su carrera todos sus álbumes eran Blues Rock. Eric Clapton fue otro artista que ayudó al desarrollo de este género musical, a través de sus colaboraciones (en las décadas de 1960 y 1970) con John Mayall, The Yardbirds, los supergrupos Blind Faith, Cream, Derek and the Dominos y su extensa carrera musical como intérprete en solitario.
En los últimos años de la década de 1960, Jeff Beck, otro de los componentes de The Yardbirds, evolucionó el concepto de blues rock en una forma de rock heavy, mediante una serie de conciertos con su grupo, The Jeff Beck Group, en los Estados Unidos. Jimmy Page, componente de The Yardbirds, dejó el grupo para formar «Los nuevos Yardbirds», grupo que pasaría a llamarse Led Zeppelin y que desempeñaría un papel importante en la escena musical del blues rock de la década de 1970 junto con Queen. Otros intérpretes británicos destacados del blues rock incluyen a Rory Gallagher (el cual es irlandés) y Robin Trower. Por su parte, en Estados Unidos los californianos Blue Cheer desarrollarían un blues duro y contundente en su primer álbum que sirve de puente entre el blues rock y el rock duro, y muestra la conexión entre el blues y el heavy metal. Podemos citar también a la canción Yer Blues de The Beatles, la cual es una gran interpretación del blues rock, que además le otorgó al grupo otro género de música interpretado por ellos, además de la gran cantidad que ya tenían.
A principios de la década de 1970, el blues rock estadounidense incluía géneros musicales como el rock sureño y el rock duro, los cuales eran interpretados por grupos musicales como Aerosmith, Allman Brothers Band, James Gang, Fabulous Thunderbirds, Foghat, ZZ Top y Lynyrd Skynyrd mientras que la escena musical británica se centraba en la innovación del heavy metal. El blues rock resurgió en los primeros años de la década de 1990, continuando hasta nuestros días, con las interpretaciones de John Mayer, Slash, Richie Kotzen, The White Stripes, The Black Keys, The Muggs, The Jon Spencer Blues Explosion, Silvertide y Joe Bonamassa.
Los australianos AC/DC influyeron en el blues rock, mezclando canciones de rock duro con blues, cómo se puede apreciar en canciones como The Jack o Ride On.
Características musicales
El blues rock se caracteriza por la improvisación musical bluesera, la utilización de patrones de doce compases, jam sessions centradas en la guitarra eléctrica y riffs más potentes que los caracterizados en el género musical tradicional chicago blues; así mismo, este género suele interpretarse en un tiempo rápido, distinguiéndose de esta manera del blues. De manera paralela fue de máxima influencia en la escena psicodélica de finales de los 60, como se puede apreciar en los grupos de blues rock de la época quienes al practicar su estilo con el peculiar fenómeno se denominaron rock ácido, con improvisaciones de hasta 20 minutos por canción en sus presentaciones.
Instrumentación
Los instrumentos principales del blues rock son la guitarra eléctrica, bajo y batería; la voz suele ser un elemento central, aunque la gran cantidad de canciones instrumentales en este género indican que la voz no siempre es un elemento de importancia en las mismas. También suelen utilizarse ocasionalmente instrumentos como el piano y el órgano Hammond. El sonido de la guitarra suele estar caracterizado por la distorsión, siendo habitual la utilización de dos guitarras, desempeñando una de ellas el rol de guitarra principal y la otra el rol de acompañamiento.
Estructura
Las composiciones de blues rock suelen seguir la estructura típica de doce compases del blues, introduciendo ligeras modificaciones en dicha estructura, como puede comprobarse en la canción de Allman Brothers Band «Stormy Monday», la cual sigue el patrón general de doce compases pero con alteraciones en los acordes:
Sol9 | Sol9 | Sol9 | Sol9 | Sol9 | Sol9 | Sol9 / La menor7 | Si menor7 / Si bemol7 | La menor7 | La bemol mayor7 | Sol9 / Do9 | Sol9 / Re aumentado
en vez de la típica progresión de acordes
Sol | Do | Sol | Sol | Do | Do | Sol | Sol | Re | Do | Sol | Sol / Re
En dichas progresiones de acordes suele haber repeticiones, a pesar de que en algunas canciones existe una sección de la misma interpretada en «Si». La parte principal de dichas progresiones suelen ser notas mayores, o menores (como en la técnica común de la escala pentatónica con notas blues, técnica utilizada en la mayor parte de las canciones de Albert King).
Un ejemplo clásico de blues rock corresponde a la canción de Cream «Crossroads», la cual es una adaptación de las canciones de Robert Johnson «Cross Road Blues» y «Traveling Riverside Blues»; dicha adaptación fusiona los estilos musicales y líricos de blues con el tempo y los solos de guitarra del blues rock.
Pese a que el impacto inicial de la Invasión británica en la música popular estadounidense fue a través del beat y R&B, este impulso prontamente lo acaparó una segunda ola de grupos que se inspiraban de manera más directa en el blues estadounidense, como The Rolling Stones y The Yardbirds.(86) El estilo de los músicos británicos de blues de finales de los años 1950 e inicios de 1960 se inspiró fundamentalmente en el de intérpretes acústicos como Leadbelly y Robert Johnson. (87) Progresivamente, empezaron a utilizar un sonido amplificado más fuerte, a menudo centrado en la guitarra eléctrica y con base en el Chicago blues, especialmente tras la gira por Gran Bretaña de Muddy Waters en 1958, que impulsó a Alexis Korner y Cyril Davies a crear el grupo Blues Incorporated, (52) que combinó los estándares y estructuras del blues con la instrumentación y énfasis del rock, lo que involucró e inspiró a muchas figuras del subsecuente boom del blues británico, entre ellos miembros de The Rolling Stones y Cream. (88)
Eric Clapton en 1974. Stoned59 – originally posted to Flickr as Eric «slowhand» Clapton. CC BY 2.0.

Eric Clapton es un guitarrista, cantante y compositor británico nacido en 1945, considerado una de las figuras más influyentes en la historia del rock y el blues. Comenzó su carrera en los años 60 como miembro de bandas emblemáticas como The Yardbirds, John Mayall & the Bluesbreakers y Cream, donde se consolidó como un virtuoso de la guitarra eléctrica. Conocido por su estilo expresivo y su dominio del blues, Clapton desarrolló una carrera solista exitosa que incluye clásicos como Layla, Wonderful Tonight y Tears in Heaven. A lo largo de su trayectoria ha explorado diversos géneros, desde el rock psicodélico hasta el reggae y el pop, manteniéndose siempre fiel a la raíz bluesera de su música. Ha recibido numerosos premios, incluyendo múltiples Grammys, y es el único músico incluido tres veces en el Salón de la Fama del Rock and Roll. Su vida personal ha estado marcada por momentos trágicos, pero también por una continua búsqueda artística que lo ha consagrado como una leyenda viva de la música contemporánea.
Otra figura clave del blues británico fue John Mayall y su banda The Bluesbreakers, que incluyó a los guitarristas Eric Clapton, que ya había dejado The Yardbirds, y Peter Green. Su álbum Blues Breakers, de 1966, se considera particularmente uno de los discos esenciales del blues, y su sonido fue imitado por gran parte de artistas británicos y estadounidenses.(89)
Posteriormente, Clapton ayudó a llevar el blues rock al mainstream con su carrera solista y los supergrupos Cream, Blind Faith y Derek and the Dominos. (88) Del mismo modo, Green alcanzó considerable éxito comercial con la banda Fleetwood Mac, que formó junto a Mick Fleetwood y John McVie de The Bluesbreakers. A finales de la década de 1960, Jeff Beck, también exguitarrista de The Yardbirds, empezó a redireccionar el blues rock a un tipo de rock más pesado con su banda The Jeff Beck Group. Durante la misma época, el último guitarrista de The Yardbirds, Jimmy Page, también empezó a innovar este tipo de blues rock más pesado con Led Zeppelin.(88)
El guitarrista Lonnie Mack dio comienzo al blues rock en Estados Unidos a inicios de los años 1960,[90] pero el género no despegó sino hasta mediados de la década, cuando los músicos estadounidenses empezaron a desarrollar un sonido similar al de sus pares británicos. El armonicista Paul Butterfield y su banda tuvieron un papel similar al de John Mayall en Reino Unido como punto de inicio para varios artistas. Otras figuras destacadas del blues rock estadounidense fueron Canned Heat, Jefferson Airplane, Janis Joplin, Johnny Winter, The J. Geils Band y Jimi Hendrix.[88] En los estados del sur, grupos como The Allman Brothers Band, Lynyrd Skynyrd y ZZ Top incorporaron elementos del country al blues rock para crear lo que se conoce como rock sureño.[91]
Las primeras bandas de blues rock, como Cream y Canned Heat, imitaban las extensas improvisaciones instrumentales del jazz,(92) aunque, a partir de los años 70, el blues rock se volvió más pesado, con el uso de riffs como elemento central y una producción más roquera, por lo que sus diferencias con el hard rock «eran apenas visibles». (92) El género lo continuaron exponentes como George Thorogood y Pat Travers,(88) pero, especialmente en Reino Unido, las bandas se concentraron en la innovación del heavy metal y el blues rock decayó en popularidad general. (93)
Folk rock
El folk rock: cuando la canción popular encontró la electricidad
El folk rock es uno de los cruces más fecundos y simbólicos de la historia de la música popular del siglo XX. Nacido a mediados de los años 60 en Estados Unidos y el Reino Unido, este estilo no fue simplemente una fusión entre el folk tradicional y el rock eléctrico, sino un verdadero punto de encuentro entre la introspección lírica y la energía transformadora de una nueva generación. En un momento de profundos cambios sociales, el folk rock supo canalizar la sensibilidad poética del folk y el impulso juvenil del rock para crear una música comprometida, accesible y emocionalmente poderosa.
El folk —abreviatura de folk music o música popular— tenía una larga tradición en la cultura estadounidense. Inspirado en las baladas anglosajonas, los himnos religiosos, los cantos de trabajo y la protesta política, el folk fue durante décadas el vehículo musical de los campesinos, obreros y activistas. En los años 40 y 50, artistas como Woody Guthrie, Pete Seeger o Odetta ya cantaban con una guitarra acústica en la mano y un mensaje claro en la voz. El folk de esos años era austero, directo, ético. Pero con la llegada de la revolución cultural de los años 60, ese viejo lenguaje necesitaba una nueva forma.
La transición la marcó de forma definitiva Bob Dylan, cuya figura es inseparable del nacimiento del folk rock. Tras consolidarse como un joven trovador folk en la escena de Greenwich Village, Dylan sorprendió al mundo en 1965 cuando enchufó su guitarra eléctrica y lanzó canciones como Like a Rolling Stone, Maggie’s Farm o Subterranean Homesick Blues. Ese gesto fue más que musical: fue simbólico. Representó la fusión del compromiso lírico con la fuerza expresiva del rock. Aunque fue criticado por algunos puristas del folk, su decisión inspiró a toda una generación de músicos a seguir ese camino.
Poco después, el grupo The Byrds electrificó una canción de Dylan, Mr. Tambourine Man, y la convirtió en un éxito internacional. Con su mezcla de guitarras jangly, armonías vocales y letras poéticas, The Byrds consolidaron el sonido del folk rock como un género autónomo. A partir de ahí, surgieron múltiples artistas y bandas que exploraron este terreno híbrido, desde Simon & Garfunkel hasta Buffalo Springfield, desde Crosby, Stills, Nash & Young hasta Joni Mitchell o Joan Baez, quien también adoptó el nuevo lenguaje eléctrico sin abandonar su sensibilidad original.
El folk rock no se limitó al contexto norteamericano. En el Reino Unido, artistas como Donovan, Fairport Convention, Pentangle o Nick Drake desarrollaron una variante más ligada a las tradiciones celtas y medievales, con un tono más introspectivo, pastoral y, en muchos casos, melancólico. Este folk rock británico fue menos combativo en lo social, pero igualmente refinado en lo musical, y sentó las bases de un sonido que influiría más adelante en el rock progresivo y en la música acústica moderna.
Más allá de su sonoridad, lo que definió al folk rock fue su visión del artista como conciencia crítica. Era una música con vocación de cambio, de testimonio, de búsqueda espiritual o política. En una década marcada por la guerra de Vietnam, los movimientos por los derechos civiles, el feminismo, el ecologismo y la contracultura, el folk rock fue una forma de estar en el mundo. No se trataba solo de entretener, sino de despertar conciencias, de poner palabras a lo que muchos sentían y no sabían expresar.
Durante los años 70, el folk rock se ramificó en varias direcciones. Algunos artistas, como Neil Young, alternaban baladas acústicas con potentes guitarras eléctricas sin perder coherencia. Otros como James Taylor, Jackson Browne o Carole King crearon un folk rock intimista, más centrado en la vida personal que en la protesta social. El legado del género también fue absorbido por el country rock, el americana, el rock alternativo acústico y, más tarde, por muchos cantautores indie de las décadas posteriores.
En el siglo XXI, el espíritu del folk rock sigue vivo en propuestas que combinan introspección lírica con arreglos modernos. Artistas como Fleet Foxes, Mumford & Sons, Sufjan Stevens, Laura Marling o Iron & Wine han retomado esa sensibilidad con una mirada actual, mezclando el folklore acústico con influencias electrónicas, pop o experimentales. Lejos de ser una reliquia, el folk rock sigue funcionando como espacio de síntesis entre tradición y modernidad, entre lo íntimo y lo colectivo.
En resumen, el folk rock ha sido una de las grandes aportaciones de la música popular al siglo XX: una forma de darle cuerpo eléctrico a la palabra poética, de tender puentes entre generaciones, de mirar el mundo con lucidez, emoción y belleza. Su legado permanece no solo en las canciones, sino en la idea de que la música puede ser, al mismo tiempo, emoción, pensamiento y gesto transformador.
El folk rock o rock folk, en un sentido amplio, es un género musical que combina elementos de la música folk, el blues y el rock. Sin embargo, el término se suele usar preferentemente, aunque no exclusivamente, en referencia a la música de fusión surgida en los Estados Unidos y en el Reino Unido, a mediados de los años sesenta, resultado de la incorporación de elementos del rock, sobre todo del rock de la Costa Oeste, y especialmente en el terreno instrumental y rítmico, a la música de tradición folclórica local. Algunos autores denominaron este género folk pop. En muchos aspectos, el folk rock se solapa con otras denominaciones aplicadas a fusiones de música tradicional estadounidense y rock, como es el caso del country rock o del llamado rock sureño.
Los ejemplos de fusión de rock o pop y música folclórica de otros lugares del mundo u otras culturas, suelen recibir denominaciones más específicas (zydeco, celtic fusion, world music, etc.), aunque la etiqueta «folk rock» se aplicó también, de forma usual, a la música de los grupos británicos de esa misma época.
Folk rock | ||
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Orígenes musicales | Folk, rock, pop | |
Orígenes culturales | mediados de los década de 1960, en los Estados Unidos y en el Reino Unido. | |
Instrumentos comunes | guitarra acústica, guitarra eléctrica, bajo, batería, instrumentos de cuerda, piano, órgano, sitar, teclado, armónica | |
Popularidad | Alta, en los Estados Unidos, en España y en Europa a finales de los años sesenta. | |
Derivados | Jangle pop, indie folk, college rock | |
Subgéneros | ||
Country rock, rock celta | ||
Fusiones | ||
Folk metal, folk punk, anti-folk |
Origen
La iconografía tradicional del folk rock sitúa el nacimiento del género en el giro dado por Bob Dylan a su música en el Festival de Newport de 1965, en coincidencia con el triunfo de las propuestas discográficas de The Byrds, pero esto no deja de ser un convencionalismo.[3] En realidad, el proceso se había iniciado a finales de la década de 1950, con la fuerte evolución sufrida por el bluegrass, las innovaciones que fueron consolidándose a través del Grand Ole Opry y la aparición de grupos de gran proyección popular entre los jóvenes. En cualquier caso, para el último tercio de la década de 1960, el folk rock aparece ya como un estilo consolidado, tanto en los Estados Unidos como en el Reino Unido
Evolución del género
El primer grupo que se encaminó por esta vía fue el Kingston Trio, que ya había conseguido una gran proyección hacia 1957, con su versión «pop» del tema «Tom Dooley», que vendió tres millones de unidades. Tras ellos, grupos como los New Lost City Ramblers, The Weavers, Peter, Paul & Mary o Scottsville Squirrel Barkers, grupo este que incluía a músicos tan esenciales como Chris Hillman o Bernie Leadon, fueron derivando desde posiciones más puramente folkies hacia planteamientos cercanos a la música pop.
«Like a Rolling Stone» no solo es considerada su obra maestra, sino una de las canciones más influyentes en la historia de la música popular. Con ella, Dylan rompió los límites del formato comercial, llevando una canción de más de seis minutos a las radios de pop. Su estilo narrativo crudo, su tono irónico y la voz rasgada de Dylan marcaron el nacimiento de una nueva era en la música: el rock con contenido profundo, poético y provocador.
La canción narra la caída social y emocional de una mujer que alguna vez vivió en el privilegio, pero ahora debe enfrentarse sola al mundo. La frase “How does it feel?” repetida a lo largo del estribillo es un dardo cargado de resentimiento, pero también de verdad, dirigido a cualquiera que haya perdido el control de su vida. Es una crónica generacional de la desilusión, escrita con lenguaje callejero y referencias culturales, cargada de imágenes que parecen sacadas de la literatura beat.
Musicalmente, combina rock, folk y blues con un sonido potente y urgente. El órgano de Al Kooper —que tocó casi por accidente— se convirtió en una de las líneas más reconocibles de la canción, mientras que la producción de Tom Wilson capturó toda la energía de Dylan y su nueva banda electrificada.
«Like a Rolling Stone» marcó el momento en que Bob Dylan rompe con el folk acústico tradicional y abraza el rock eléctrico, desatando una revolución estética que cambiaría para siempre el rumbo de la música popular.
Esta canción es, en esencia, el manifiesto moderno del artista rebelde, del poeta del rock, del cronista de la contradicción humana, y por eso se sigue considerando su pieza más definitoria.
El gran paso hacia la concienciación del folk-rock como género, como ya se ha dicho, se dio con los arreglos claramente eléctricos de The Byrds y Bob Dylan, a partir de 1965. Esta denominación se popularizó en todo el mundo en 1965, cuando la banda californiana The Byrds grabó una versión de la canción «Mr. Tambourine Man» de Bob Dylan. En ella, el grupo angelino utilizaba los juegos de voces característicos del pop junto con cristalinas guitarras eléctricas, sobre la base de la canción de Dylan. Esta versión en particular, con su mezcla de poesía abstracta, melodía folk, complejas armonías vocales, el sonido de la guitarra de 12 cuerdas Rickenbacker, y el ritmo claramente influenciado por los Beatles, resultó la génesis de lo que, a partir de ese momento, se llamó folk rock. La letra de la canción por sí sola llevó la composición de rock y pop a nuevas alturas; nunca antes una letra tan intelectual y literaria había sido combinada con instrumentación de rock por un grupo de música popular. El éxito del simple dio lugar a un pequeño boom de folk rock entre los años 1965 y 1966. En California, por esa época, junto a los Byrds de Los Ángeles se popularizaban The Beau Brummels, en San Francisco que apelaban a la misma fórmula: frenéticas guitarras eléctricas sobre melodías folk pegajosas y, muchas veces, armonías vocales inspiradas en los Beach Boys. En este período, una verdadera profusión de bandas influenciadas por los Byrds y los Beau Brummels, invadieron las listas de éxitos tanto en los Estados Unidos como en Gran Bretaña. La influencia de los Byrds se nota claramente en bandas de mediados de los 60, como Barry McGuire, the Mamas & the Papas, Simon & Garfunkel, Jefferson Airplane, the Turtles, We Five, Love, y Sonny & Cher. Este último dúo exploró las posibilidades más pop de la fórmula en canciones hoy clásicas como la sentimental I Got You Babe (1965) y la dramática Bang Bang (1966). En el otro extremo, The Lovin’ Spoonful se adelantaron al fenómeno del folk psicodélico poniendo más énfasis en los arreglos instrumentales, y llegando a incorporar grabaciones de sonidos de la ciudad en su álbum Summer In The City (1966). Con el tiempo, e incluso décadas después, el sonido folk rock de los Byrds seguiría influenciando a muchísimas bandas, incluidas Big Star, Tom Petty and the Heartbreakers, R.E.M., the Long Ryders, the Smiths, the Bangles, the Stone Roses, y Teenage Fanclub, entre muchas otras.
El éxito de este nuevo sonido hizo que Bob Dylan realizara un giro eléctrico a su música, aportándole elementos pop y rock. El 20 de julio de 1965, Dylan editó «Like a Rolling Stone», una mordaz canción de seis minutos de duración, dirigida a una chica de la alta sociedad, que contaba con Dylan acompañado por una banda de rock eléctrico. Lanzada justo cuando la versión de «Mr. Tambourine Man» de los Byrds encabezó las listas de éxitos en Estados Unidos, la canción fue fundamental para definir la floreciente escena del folk rock y para establecer a Dylan como una auténtica estrella de rock, en lugar de ser sólo un cantante de folk. Cinco días después del lanzamiento de «Like a Rolling Stone», el 25 de julio de 1965, Dylan actuó en el Newport Folk Festival de 1965, utilizando la guitarra eléctrica y una banda de acompañamiento. El público le abucheó clamorosamente. (Hay que recordar que, en aquella época, el folk en Estados Unidos era un vehículo para expresar la crítica y el descontento con la sociedad establecida y muy especialmente con la guerra de Vietnam. Prueba de ello eran las reivindicativas letras de sus dos máximos exponentes en ese momento: Joan Báez y el propio Bob Dylan. El público folk estaba formado fundamentalmente por activistas de izquierda y universitarios progresistas, que consideraban al rock y el pop como géneros superficiales y poco comprometidos). A partir de ese momento, el propio Dylan se convertiría en uno de los principales promotores del género, particularmente con sus álbumes Bringing It All Back Home, Highway 61 Revisited y Blonde on Blonde. Este último fue el primer disco doble de música rock en la historia y la crítica de rock lo considera entre los lanzamientos más importantes e influyentes. Según el crítico Piero Scaruffi: «sigue siendo uno de las obras maestros del rock de todos los tiempos: dos elegías extensas, errantes, en forma libre, basadas en órgano, Visions Of Johanna y Sad Eyed Lady Of The Lowlands, y del conjunto de melodías misteriosamente embrujadoras (I Want You, Absolutely Sweet Marie, One Of Us Must Know) completamente cambiaron el panorama de la música rock». Todos los nombrados eran discos de rock eléctrico de gran intensidad, que combinaban la poesía intensa, a veces surrealista, de Dylan con un ritmo contundente, proporcionado por músicos que pronto serían estrellas de rock por derecho propio, como Mike Bloomfield, Al Kooper y los canadienses The Band. Así, si bien el alejamiento de Dylan de la música folk acústica tuvo el efecto de alejar a muchos de sus seguidores originales, su nuevo sonido folk rock le ganó legiones de nuevos seguidores a mediados de los años 1960.
Simon & Garfunkel fue un dúo de folk rock compuesto por Paul Simon y Arthur «Art» Garfunkel. Simon y Garfunkel fueron uno de los grupos musicales más populares durante la década de 1960. Algunas de sus canciones más conocidas son «The Sound of Silence», «Mrs. Robinson» y «Bridge over Troubled Water».
Simon y Garfunkel en Dublín, 1982 .Eddie Mallin. Flikr.com /photos. CC BY-SA 2.0.
Simon y Garfunkel se conocieron en la escuela primaria en Queens, Nueva York, en 1953, donde aprendieron a armonizar juntos y comenzaron a escribir canciones. En 1957, bajo el nombre Tom & Jerry, los adolescentes tuvieron un éxito menor con «Hey Schoolgirl», una canción que imitaba a sus ídolos, los Everly Brothers.[2] En 1963, durante un período de creciente interés por la música folk en Estados Unidos, firmaron un contrato con Columbia Records (hoy Sony) como Simon & Garfunkel. Su álbum debut, Wednesday Morning, 3 A.M. se vendió mal y el grupo se disolvió. Simon emprendió una carrera en solitario, esta vez en Inglaterra. En junio de 1965, una nueva versión de «The Sound of Silence» apilada con guitarra eléctrica y batería se convirtió en un gran éxito, alcanzando el número uno en Estados Unidos. El dúo se reunió para lanzar un segundo álbum de estudio, Sounds of Silence y recorrió universidades en todo el país. En su tercer lanzamiento, Parsley, Sage, Rosemary and Thyme (1966), el dúo asumió un mayor control creativo. Su música apareció en la película de 1967 El graduado. Su siguiente álbum, Bookends (1968), encabezó la lista Billboard 200 e incluyó el sencillo «Mrs. Robinson» de la película, que alcanzó también el número uno.
La relación a menudo inestable del dúo llevó a desacuerdos artísticos que terminaron en su ruptura en 1970. Su último álbum de estudio, Bridge over Troubled Water, fue lanzado en enero de ese año, convirtiéndose en su lanzamiento más exitoso y uno de los álbumes más vendidos de la historia. Después de su ruptura, Simon lanzó varios álbumes aclamados, incluido Graceland de 1986. Garfunkel tuvo éxitos en solitario como All I Know y brevemente siguió una carrera como actor, con papeles principales en películas como Catch-22, Conocimiento carnal y Contratiempo. El dúo se ha reunido en varias ocasiones, la más famosa en 1981 para The Concert in Central Park en Nueva York, que atrajo a más de 500 000 personas.[6] Simon & Garfunkel ganaron diez premios Grammy, y fueron incluidos en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1990. Richie Unterberger los describió como «el dúo de folk-rock más exitoso de la década de 1960». Se encuentran entre los artistas musicales más vendidos, con más de 100 millones de discos.
- «Simon & Garfunkel | Biography, Albums, Streaming Links». AllMusic (en inglés). Consultado el 5 de agosto de 2021.
- Fornatale, Pete (2007). Simon & Garfunkel’s Bookends. Rodale. p. 16-18. ISBN 1-59486-427-6. OCLC 145379743. Consultado el 5 de agosto de 2021.
- Browne, David (2012). Fire and Rain : the Beatles, Simon and Garfunkel, James Taylor, CSNY, and the lost story of 1970 (1st De Capo Press pbk. ed edición). Da Capo Press. ISBN 978-0-306-82213-1. OCLC 812174120. Consultado el 5 de agosto de 2021.
- Eliot, Marc (2010). Paul Simon : a life. Wiley. p. 107. ISBN 978-0-470-43363-8. OCLC 644688685. Consultado el 5 de agosto de 2021.
- «Imagine… Simon & Garfunkel: the Harmony Game, BBC One, My Transsexual Summer, Channel 4, review». www.telegraph.co.uk. Consultado el 5 de agosto de 2021.
- Raber, Rebecca (24 de septiembre de 2011). «Hive Five: Big Concerts With Big Draws | MTV Hive». web.archive.org. Archivado desde el original el 24 de septiembre de 2011. Consultado el 5 de agosto de 2021.
- «History». BRIT Awards (en inglés). Archivado desde el original el 26 de agosto de 2018. Consultado el 5 de agosto de 2021.
- «The singer with Art». Kidderminster Shuttle (en inglés). Consultado el 5 de agosto de 2021.
Un mérito particular por la evolución del folk rock corresponde a Tom Wilson: aunque comenzó como músico de jazz, el joven productor afroamericano de Columbia Records, llegó a ser conocido como la «esposa del folk rock» por su trabajo fundamental detrás de escena. Como productor de Bob Dylan durante los álbumes de transición The Times They Are a-Changin’, Another Side of Bob Dylan y Bringing It All Back Home, fue el arquitecto del sonido eléctrico de Dylan. Sin embargo, quizás sea aún más conocido por haber descubierto primero a Simon & Garkfunkel y luego haberlos convertido en superestrellas del folk rock con su álbum Wednesday Morning, 3 A.M. que incluía «The Sounds of Silence». Aprovechando el interés de las radios locales en Florida por esta canción e inspirado en el gran éxito de The Byrds con «Mr Tambourine Man», Wilson tomó la pista original la cual era totalmente acústica, sin el conocimiento de Simon & Garfunkel, y agregó instrumentos eléctricos sobredoblados, convirtiendo la pista en un hit pop (el cual llegó a ser número uno en las listas del Top 100 de Billboard), ayudando a poner en marcha el género Folk rock. Simon & Garfunkel, quienes ya se habían separado inicialmente, rearmaron el dúo después del lanzamiento del sencillo y comenzaron una carrera ascendente que los llevó al éxito.
Después de trabajar con Wilson, tanto Dylan como Simon & Garfunkel trabajaron con otro productor: Bob Johnston, quien produjo varios álbumes para ambos artistas.
Paralelamente, ya en la segunda mitad de los años sesenta, en Gran Bretaña, algunos grupos de formación pop, asumieron la tradición de la música medieval inglesa, como es el caso de Pentangle o Fairport Convention, cuyo bajista Ashley Hutchings fundó otro ícono del folk pop británico, Steeleye Span, que conseguirán una fusión perfecta entre el rock y la música tradicional inglesa, lo que les hará entrar también en las listas de éxitos tanto de Estados Unidos como de Gran Bretaña.
Junto a ellos, otros músicos investigaron en la tradición celta, estableciendo su propia vía de desarrollo, diferenciada de la anterior. Este género fue iniciado a principios de la década de 1970 por bandas como The Horslips, los primeros en fusionar mitología celta, música tradicional irlandesa y rock. El cantautor escocés Donovan también influyó en el desarrollo del rock celta ya a finales de la década de 1960, con sus álbumes The Hurdy Gurdy Man, Barabajagal, y Open Road, este último conteniendo incluso una canción llamada «Celtic Rock». Este subgénero se popularizó aún más en 1973 por Thin Lizzy, con su hit «Whiskey in the Jar», una canción tradicional irlandesa interpretada íntegramente en el estilo del rock. A lo largo de la década de 1970, el rock celta se mantuvo fiel a sus raíces folclóricas, recurriendo en gran medida a la música tradicional Celta e instrumentos como fiddle, gaita, y arpa , así como también estilos vocales tradicionales, pero haciendo uso de los niveles de amplificación y percusión de una banda de rock. En la década de 1980 y después, el rock celta fue perpetuado por bandas como the Pogues, the Waterboys, y the Prodigals.
En Gran Bretaña el folk rock tomó su forma definitiva en los últimos años de la década del 60, una época de ebullición creativa dentro del rock, por lo que participó de todas las mismas derivaciones de la música rock. La escena del folk rock se superpuso a las escenas progresiva y psicodélica con relaciones de mutua influencia. Así surgió una escena de folk progresivo y de folk psicodélico o acid folk.
La tendencia a la electrificación llevó a varios grupos de folk progresivo al rock., Esto incluye al dúo acústico Tyrannosaurus Rex, que se convirtió en la banda eléctrica T. Rex. Otros, probablemente influenciados por el folk eléctrico iniciado por Fairport Convention a partir de 1969, se inclinaron hacia material más tradicional, una categoría que incluye a Dando Shaft, Amazing Blondel, y Jack the Lad, una rama del grupo de folk progresivo del norte Lindisfarne, que fue una de las bandas más exitosas del Reino Unido a principios de los años 70. A la inversa, esta actitud folk también la podemos encontrar en grupos originarios del rock progresivo como Jethro Tull, con los álbumes de la llamada «tríada folk»: Songs from the Wood, Heavy Horses y Stormwatch, grabada entre 1977 y 1979, cuando su líder Ian Anderson se recluyó en una granja y tomó el sonido del folk rock para expresar su nueva experiencia de vida rural. También en el álbum John Barleycorn Must Die de Traffic, o en la cara B -predominantemente acústica- de Led Zeppelin III de Led Zeppelin. Ejemplos de bandas que permanecieron firmemente en la frontera entre el folk progresivo y el rock progresivo fueron Comus, de corta vida (pero luego reunida) y, con más éxito, Renaissance, que combinaron folk y rock con elementos de música clásica.
Se cree que el primer uso musical del término psicodélico fue realizado por el grupo folk neoyorquino The Holy Modal Rounders en su versión de ‘Hesitation Blues’, un popular estándar de blues, en 1964..La música psicodélica se extendió rápidamente en las escenas beat folk de la costa este y oeste a mediados de la década de 1960. Los Angeles y San Francisco produjo bandas como Kaleidoscope, The Peanut Butter Conspiracy y It’s A Beautiful Day.[31] Del Greenwich Village neoyorkino surgieron bandas como Jake and the Family Jewels y Cat Mother & the All Night Newsboys La mayor contribución de Chicago fue H. P. Lovecraft. Pero el acid folk terminó de configurarse en Gran Bretaña a través de un peculiar sonido atmosférico cuyas letras generalmente se basan en el mundo natural, el amor y la belleza y tratan de evocar un estado de la mente asociado con las drogas psicodélicas. La banda determinante en ese sonido fue Incredible String Band, que a partir de 1967 incorporó diversas influencias a su música acústica, incluyendo instrumentos medievales y orientales.
Como sucedió con el rock progresivo, también el sonido folk fue tomado por bandas de rock psicodélico que, si bien estaban enraizadas en un fuerte sonido eléctrico, hicieron canciones acústicas o casi totalmente acústicas influenciadas por el folk estadounidense y británico. Uno de los mejores ejemplos del género es «Cosmic Charlie» de Grateful Dead. También son dignas de mención las canciones de Pink Floyd «Scarecrow» y «A pillow of winds» junto con canciones de Jefferson Airplane como «Triad», «Today» y «Coming back to me».
A partir de la década de 1970, varios artistas inspirados en el folk eléctrico procedentes de Gran Bretaña han tomado como base la música medieval, renacentista y barroca, en contraste con las baladas del siglo XIX que utilizaba como inspiración Fairport Convention. En 1972, la banda Steeleye Span lanzó el álbum Below the Salt, el cual estaba realizado en clave de música medieval. Otros grupos similares del mismo período fueron Gryphon, Gentle Giant y Third Ear Band y a partir de allí el ejemplo fue seguido también en países no anglófonos agregando el legado de distintas tradiciones folklóricas locales. En 1970 se formó la banda Ougenweide en Alemania, banda que se fijó como meta musicalizar viejos poemas y canciones, eludiendo las composiciones tradicionales de siglos posteriores (Volkslieder), que habían sido manipuladas por el nazismo. Sin embargo, nunca se restringieron por completo a lo medieval. En la banda se percibe la influencia de la escena musical de Hamburgo en los años 60, así como la de grupos británicos de la época, como Pentangle, Fairport Convention, Incredible String Band y Jethro Tull. En la URSS también hubo ejemplos de música neomedieval, en particular, la canción «Golden City» interpretada por el grupo Aquarium basada en la estilización de V. Vavilov de la música del compositor renacentista italiano Francesco da Milano y los poemas de Henri Volokhonsky (con algunos cambios en el texto).Sin embargo, a finales de la década de 1970, algunas de estas bandas, como Gentle Giant y Gryphon, se habían inclinado decididamente hacia el rock progresivo, mientras que otras se habían separado.
En los ochenta surgió el neofolk, como un nuevo estilo a partir de la intersección del post-punk, el folk y el industrial, combinando instrumentos folclóricos acústicos como el violín y la guitarra acústica con elementos fundamentales de la música electrónica como los sintetizadores y los samplers. Entre los artistas populares de la escena neofolk se incluyen Sol Invictus, Current 93, Death in June, Empyrium, Blood Axis, Of the Wand & the Moon, Spiritual Front, Ordo Rosarius Equilibrio y Rome. Las raíces de estas bandas neofolk van desde el folk acústico hasta el black metal, el post-punk de los años 80 y la música industrial de los años 90.
David Tibet de Current 93 usó el término «folk apocalíptico» para describir su música de finales de los 80 y principios de los 90, especialmente a partir de su álbum Earth Covers Earth, con el que se propuso revivir el género del Acid Folk de grupos como la Incredible String Band. El concepto del álbum es algo como una parodia post-punk del álbum de la Incredible String Band The Hangman’s Beautiful Daughter. La etiqueta apocalyptic folk fue aplicada a la mayoría de artistas en la World Serpent Distribution Company y a la música influenciada directamente por Current 93. Temas gnósticos y thelémicos son a menudo puestos en escena en los trabajos de estos artistas, así como influencias de la psicodelia de los 60 y el psych folk. Es también usado a veces para describir los proyectos del líder de la banda Swans, Michael Gira.
Características
El resultado sonoro se resume en apretadas armonías vocales y una instrumentación relativamente «limpia», es decir, sin demasiados efectos de distorsión o de pedales para los instrumentos eléctricos. Dylan incorporó como fórmula característica en sus arreglos el piano interpretado al estilo country («Just like Tom Thumb´s blues»), o gospel (Like a Rolling Stone), y —muy destacadamente— el órgano Hammond, un instrumento tradicionalmente usado en templos e iglesias de todos los cultos en los Estados Unidos. Asimismo, también mantuvo en sus interpretaciones «eléctricas» el uso de la armónica diatónica, instrumento de viento de sencilla construcción muy claramente identificado con el folk y el blues. La presencia de estos instrumentos se tornó habitual en los arreglos de numerosos artistas del género, dotándolo de una sonoridad muy característica y representativa de la música rock con raíces tradicionales. El repertorio se tomó, en parte, de fuentes populares, pero esencialmente se utilizaron composiciones propias de los artistas, realizadas con estructuras y melodías con claras reminiscencias del folk escocés, británico e irlandés, que fueron las fuentes originales del folclore estadounidense, y en especial del bluegrass.
Principales artistas
- -Bob Dylan: Es uno de los principales artistas que dieron nacimiento al folk rock, sobre todo con sus discos Bringing It All Back Home y Highway 61 Revisited, el cual incluía, la sensacional «Like a Rolling Stone», que fue abucheada por el público en el festival folk de Newport por incluir instrumentos eléctricos.
- -The Byrds: Obtuvieron un enorme éxito con su característico sonido basado en la guitarra Rickenbacker de doce cuerdas y sus armonías vocales. En el comienzo de su carrera fueron conocidos como «los Beatles estadounidenses». Su sonido derivó desde la evocadora psicodelia folk que practicaban en sus primeros discos hasta el country rock.
- -The Mamas & the Papas: Otra de las piezas fundamentales del folk rock de California. Eran un grupo vocal formado por dos parejas que representaba la cara más amable del movimiento hippie, que previamente habían estado en otro grupo importante del folk-rock: The Journeymen. Su sonido se caracterizaba por los juegos de voces chico-chica y, aunque fueron muy populares a mediados de los sesenta, tuvieron una carrera muy corta. Algunos de sus éxitos más importantes fueron «California dreamin» o «Monday, monday»
- –Crosby, Stills and Nash (and Young): Supergrupo formado por ex-componentes de The Byrds, Buffalo Springfield y The Hollies. Hacían canciones con una fuerte carga política y social que iban desde el Rock Psicodélico hasta el folk pop acústico, en las que destacaban sus características armonías vocales. Relacionados con ellos, el grupo Manassas.
- -Simon & Garfunkel: Fueron una de las mejores y más populares formaciones de folk rock. Naturales de Nueva York, grabaron varios discos memorables en los que Paul Simon demostraba su enorme talento compositivo en canciones que la dulce voz de Art Garfunkel terminaba de redondear.
- –Neil Young: Compositor canandiense, considerado ampliamente como uno de los más influyentes de su generación. Tanto su carrera solista como el integrar bandas como Buffalo Springfield o Crosby, Stills & Nash (and Young).Su trabajo más reconocido se divide en dos estilos musicales: el acústico, con canciones folk y country rock como «Heart of Gold» y «Old Man», y el eléctrico, con canciones hard rock como «Hey Hey, My My (Into the Black)» y «Rockin’ in the Free World».
- -Peter, Paul and Mary: Con el éxito de «If I Had a Hammer», se consolidan como una de los exponentes más reconocidos de este género. Gracias a este trío, el folk rock se abrió a todo el mundo y no solo a los Estados Unidos, siendo muy popular en las fiestas juveniles en Europa y Latinoamérica.
- -Donovan: cantante escocés que comenzó como émulo de Bob Dylan y evolucionó hasta obtener un estilo propio, añadiendo pinceladas de jazz o música hindú a su sonido, dominado por el folk pop y el pop psicodélico. Fue el primer artista pop en usar el sitar en sus canciones, en las que mezclaba misticismo y sentido del humor, siempre con un toque ingenuo y sin pretensiones que le hacía único.
- -Nick Drake: cantautor británico cuya música no obtuvo repercusión comercial en su momento, aunque con los años muchos artistas alternativos han reconocido su influencia, siendo objeto de creciente culto. Sus canciones tenían un tono confesional y torturado, a las que la cálida voz de Drake y su original forma de tocar la guitarra dotaban de una extraña belleza. Se suicidó en 1974 a los veintiséis años.
- -Cat Stevens: cantautor británico con raíces en el folk rock, aunque con toques de jazz y pop en algunos temas, vendió millones de discos a fines de la década de 1960 y principios y mitad de los años 1970. Sus canciones hablaban de romances generalmente, aunque muchas de sus canciones más famosas tratan de paz, armonía interior y de la vida. Moonshadow, Father and Son, Morning Has Broken e Into White son claros ejemplos de ello, su voz y su guitarra con melodías fluidas y armoniosas fueron sin duda gran aporte al folk rock.
- -Mumford & Sons: banda británica, su estilo mezcla un armonioso banjo, acompañado de otros instrumentos como el piano, viola y guitarras. Es una de las mayores representantes del folk rock actual.
Joan Báez y Bob Dylan en 1963. Rowland Scherman – U.S. National Archives and Records Administration. Dominio Público.

Hacia 1960, la escena que se había desarrollado a partir del resurgimiento del folk americano se convirtió en un movimiento importante, en el que se tocaba música tradicional y composiciones nuevas en estilo tradicional, usualmente con instrumentos acústicos. (94) (95) En Estados Unidos, el género fue innovado por músicos como Woody Guthrie y Pete Seeger, y se asoció comúnmente con el movimiento obrero y progresista.(94) A principios de la década, Joan Báez y Bob Dylan encabezaban el folk como cantautores. (96) Alrededor de 1963, Dylan empezó a alcanzar popularidad mainstream con éxitos como «Blowin’ in the Wind» y «Masters of War», que acercaron la «canción de protesta» a un público más amplio. (97) Sin embargo, y pese a que empezaban a influenciarse mutuamente, el rock y el folk se mantendrían extensamente como géneros separados, a menudo con audiencias mutuamente excluyentes. (98)
Entre los ejemplos tempranos de combinación de elementos del rock y folk se incluye la versión de «The House of the Rising Sun» (1964) de The Animals, considerada la primera canción de folk grabada con instrumentación de rock and roll en ser un éxito comercial, (99) y «I’m a Loser» (1964) de The Beatles, primer tema del grupo directamente influenciado por Dylan. (100) Sin embargo, el auge del folk rock suele atribuirse a la grabación de The Byrds de «Mr. Tambourine Man» de Dylan, que lideró las listas de éxitos en 1965. (98) The Byrds, cuyos miembros habían sido parte de la escena folk de Los Ángeles, adoptaron una instrumentación de rock que incluía batería y guitarras Rickenbacker de doce cuerdas, que luego fueron un elemento esencial en el sonido del género.Ese mismo año, muy para el disgusto de muchos puristas del folk, Dylan también comenzó a usar instrumentos eléctricos y su sencillo «Like a Rolling Stone» se convirtió en un éxito en Estados Unidos. (98) Según el crítico y periodista Richie Unterberger, Dylan (incluso antes de adoptar instrumentos eléctricos) influenció a músicos de rock como The Beatles y demostró «a la generación roquera en general que un álbum podía ser una importante declaración independiente sin sencillos exitosos», tal como The Freewheelin’ Bob Dylan de 1963.
El folk rock fue particularmente bien recibido en California, donde grupos como The Mamas & the Papas y Crosby, Stills & Nash adoptaron instrumentos eléctricos, y en Nueva York, donde surgieron grupos como The Lovin’ Spoonful y el dúo Simon and Garfunkel, cuya remezcla de su canción «The Sounds of Silence» (1965) con instrumentación eléctrica se convirtió en su primer gran éxito comercial. (98) Varios de estos grupos influenciarían enormemente a músicos británicos como Donovan y Fairport Convention. (98) Estos últimos, en 1969, abandonaron la mezcla de versiones estadounidenses y canciones inspiradas en Dylan para tocar exclusivamente música tradicional inglesa con instrumentos eléctricos. Este tipo de folk rock británico fue subsecuentemente adoptado por bandas como Pentangle, Steeleye Span y The Albion Band, y en respuesta, grupos irlandeses, como Horslips, y escoceses, como JSD Band y Spencer’s Feat (luego Five Hand Reel), comenzaron a incorporar su música tradicional en el género, lo que a principios de los años 1970 se convertiría en rock celta., (103)
El folk rock alcanzó su apogeo comercial entre 1967 y 1968, antes de que muchos de sus artistas se pasaran a otros estilos, como Dylan y The Byrds, quienes empezaron a tocar country rock.(104) Sin embargo, la hibridación del folk con el rock fue vista como una influencia mayor en el crecimiento posterior de este, al incorporar elementos de la psicodelia y ayudar a desarrollar los conceptos de cantautor, canción de protesta y «autenticidad».
Rock psicodélico
El rock psicodélico: sonido, alucinación y expansión de la conciencia
El rock psicodélico fue, más que un estilo musical, una experiencia cultural total. Surgido a mediados de los años 60, en plena efervescencia de la contracultura juvenil, este subgénero del rock no solo transformó la forma de hacer música, sino también de percibirla, vivirla y entenderla. Nacido al calor de los movimientos sociales, del auge del consumo de drogas alucinógenas y de un impulso generalizado hacia la expansión de la conciencia, el rock psicodélico se convirtió en la banda sonora del cambio de paradigma de toda una generación. A través de sonidos envolventes, estructuras musicales abiertas y letras cargadas de simbolismo, el rock psicodélico ofreció una experiencia sensorial que aspiraba a disolver los límites entre arte, percepción y realidad.
Musicalmente, el psicodelismo representó una ruptura con la lógica de la canción convencional. Si el rock hasta entonces se había caracterizado por estructuras simples y estribillos repetitivos, el rock psicodélico apostó por la improvisación, la disolución de la forma, el uso de escalas orientales, la repetición hipnótica de motivos y una producción de estudio cada vez más ambiciosa. Se incorporaron instrumentos inusuales como el sitar, el mellotron, las cintas al revés, los sintetizadores primitivos, efectos de reverberación, eco o phaser, todo con el objetivo de provocar una experiencia auditiva similar a un viaje mental.
El nacimiento del rock psicodélico se sitúa entre Estados Unidos y el Reino Unido. En San Francisco, epicentro de la contracultura hippie, bandas como Jefferson Airplane, Grateful Dead, Big Brother and the Holding Company (con Janis Joplin al frente) o The Doors propusieron una música expansiva, cargada de improvisación y cargada de referencias al LSD, la liberación sexual, el pacifismo y la espiritualidad oriental. Por su parte, en el Reino Unido, grupos como Pink Floyd, The Beatles, The Rolling Stones, Cream o Traffic comenzaron a experimentar con nuevas formas sonoras, llevando al rock a territorios abstractos, poéticos o incluso místicos.
Un momento clave en la historia del rock psicodélico fue el lanzamiento en 1967 del álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles, considerado por muchos como la obra cumbre del género. Aunque no fue un disco puramente psicodélico, sí contenía todos los elementos estéticos y conceptuales del movimiento: sonido envolvente, letras enigmáticas, efectos de estudio vanguardistas y un sentido de unidad artística que rompía con el concepto tradicional de álbum. Ese mismo año, el llamado «verano del amor» convirtió a San Francisco en el epicentro de una utopía sonora y social. Miles de jóvenes peregrinaron a la ciudad en busca de libertad, drogas, comunas y conciertos al aire libre donde la música era tanto un rito colectivo como una expansión sensorial.
El uso de sustancias psicodélicas como el LSD o la psilocibina fue parte inseparable del espíritu del género. No se trataba de hacer música “sobre” las drogas, sino de hacer música que imitara los efectos de las drogas: distorsión del tiempo, percepción expandida, sensación de flotar, fusión de colores y sonidos. Los músicos buscaban romper las barreras de la mente racional y explorar estados alterados a través del sonido. Esto no solo afectó a la música, sino también al diseño gráfico de los discos, a la moda, a la iluminación de los conciertos y a la propia idea del artista como chamán o visionario.
La psicodelia también sirvió como puente entre culturas. Muchos grupos incorporaron influencias de la música india, árabe, africana o latinoamericana, creando una estética musical global antes de que existiera siquiera el término “world music”. Las canciones dejaban de hablar exclusivamente de relaciones personales y comenzaban a explorar el cosmos, la muerte, la reencarnación, la política o el absurdo existencial. El rock psicodélico abrió así la puerta al rock progresivo, al krautrock alemán, a la electrónica experimental y a muchos otros movimientos posteriores.
Hacia finales de los años 60, el rock psicodélico empezó a fragmentarse. Algunos de sus exponentes evolucionaron hacia el rock progresivo, con estructuras aún más complejas y ambiciones sinfónicas. Otros derivaron en el hard rock o el funk psicodélico. El festival de Woodstock en 1969 marcó el punto culminante de la psicodelia como fenómeno cultural, pero también su límite. Con el tiempo, el desencanto político, la violencia (como la del festival de Altamont ese mismo año) y los efectos destructivos del abuso de drogas hicieron que el movimiento perdiera fuerza.
Sin embargo, el legado del rock psicodélico no desapareció. En las décadas siguientes ha tenido múltiples revivals: en el space rock de los 70, en el neopsicodelismo de los 80, en bandas como Spacemen 3, en el indie psicodélico de los 90 con The Flaming Lips o Mercury Rev, y más recientemente con grupos como Tame Impala, King Gizzard & the Lizard Wizard, Pond o Temples, que han retomado la estética lisérgica con un enfoque contemporáneo.
En definitiva, el rock psicodélico fue una revolución musical, estética y sensorial. Cambió la forma de escuchar y de crear música, rompió con las normas del mercado, amplió el campo de juego de la imaginación artística y ofreció a millones de jóvenes una manera de buscar algo más allá de la realidad inmediata. Su herencia no se mide solo en discos, sino en una idea: la música puede ser una puerta hacia otras dimensiones de la experiencia, un viaje sin destino fijo, una búsqueda constante del más allá de lo real.
El rock psicodélico es un estilo de música rock que está inspirado o influenciado por la cultura psicodélica e intenta replicar y potenciar las experiencias con drogas psicodélicas que alteran la mente, siendo la más notable el LSD. A menudo utiliza nuevos efectos y técnicas de grabación y se inspira en diversas fuentes como la música folk, el free jazz, los ragas de la música india así como en la temprana música electrónica contemporánea.
Fue iniciado por músicos y bandas de rock como 13th Floor Elevators, The Beatles, The Byrds, The Yardbirds, y The Beach Boys, surgiendo como un género a mediados de la década de 1960 entre las bandas basadas en el folk psicodélico y el jazz blues en el Reino Unido y Estados Unidos. Alcanzó su punto máximo entre 1966 y 1969 con eventos hito como el Verano del Amor de 1967 y el Festival de Woodstock de 1969, y bandas y cantantes como Pink Floyd, The Doors, Jimi Hendrix, Grateful Dead, Iron Butterfly y las bandas anteriormente mencionadas, convirtiéndose en un movimiento musical internacional, y asociado a una contracultura generalizada antes de iniciar un descenso; ya que el cambio de actitudes, la pérdida de algunos individuos clave y un movimiento de volver-a-lo-básico llevaron a los músicos sobrevivientes a moverse hacia nuevas áreas musicales.
En los años 1960, había dos principales tipos de rock psicodélico: la variante caprichosa británica y la más fuerte con el rock ácido de la costa oeste de Estados Unidos. Los términos «rock psicodélico» y «rock ácido» son comúnmente usados indistinguidamente, sin embargo «rock ácido» a veces se refiere a las corrientes más extremas del género. El rock psicodélico influenció la creación del soul psicodélico y sirvió como puente en la transición del rock basado en el blues y el folk al pop progresivo, glam rock, hard rock, y como resultado ha influido en el desarrollo de subgéneros como el heavy metal. Desde finales de los años 1970 se ha reavivado en varias formas de neopsicodelia.
«Comfortably Numb», incluida en el álbum The Wall, es mucho más que una canción. Es una experiencia emocional, conceptual y musical que representa a la perfección la esencia de Pink Floyd: introspección, alienación, conflicto interno y experimentación sonora. Es una de las cumbres del rock progresivo y una de las composiciones más reverenciadas del siglo XX.
La canción gira en torno a un personaje ficticio, «Pink», que cae en un estado de desconexión emocional tras un colapso mental. Las voces de David Gilmour (que canta los versos melódicos) y Roger Waters (que interpreta las partes más frías y narrativas) representan la dualidad interna del protagonista: la parte que sufre y la que se anestesia para no sentir.
Musicalmente, es célebre por el solo de guitarra final de Gilmour, considerado por muchos como uno de los mejores de la historia del rock. No se trata solo de virtuosismo técnico, sino de una intensidad emocional que parece hablar directamente al alma del oyente. La progresión armónica, la producción envolvente y la estructura dramática convierten a la canción en una especie de poema sonoro sobre el dolor, el vacío y la pérdida del yo.
«Comfortably Numb» no solo resume el espíritu de The Wall, sino que también encapsula los grandes temas que atraviesan la obra de Pink Floyd: el aislamiento, la crítica social, la fragilidad humana frente al poder, y la lucha entre razón y emoción.
Es una canción que ha trascendido generaciones, que sigue conmoviendo profundamente, y que representa la cima artística de una banda que cambió para siempre la historia de la música. Si solo se pudiera elegir una canción para explicar qué es Pink Floyd, sería esta.
Características
Como estilo musical, el rock psicodélico intentaba replicar y potenciar los efectos de las drogas alucinógenas, incorporando nuevos efectos electrónicos y de grabación, solos extendidos e improvisación; y fue particularmente influenciado por el misticismo oriental, reflejado en el uso de instrumentación exótica, particularmente de la música india o la incorporación de elementos de la música oriental. Las principales características incluyen:
- guitarras eléctricas, a menudo utilizadas con acople, wah-wah, trémolo y saturación;
efectos de estudio elaborados, tal como backmasking, panning, phasing, largos loops y reverberación extrema; - instrumentos no occidentales, especialmente los utilizados originalmente en la música clásica de India como el sitar y la tabla;
- una fuerte presencia del teclado, especialmente órganos, clavecines, o el Mellotron (un temprano sampler de cinta);
- amplios solos, especialmente de guitarra, o jams instrumentales;
complejas estructuras de canción, cambios de armadura y signatura de tiempo, melodías modales y pedales; - instrumentos electrónicos como sintetizadores y el theremín;
- letras que hacen referencia directa o indirecta a las drogas alucinógenas, como «White Rabbit» de Jefferson Airplane o «Purple Haze» de Jimi Hendrix;
- letras surrealistas, excéntricas, inspiradas en la literatura o el esoterismo.
Etimología y rock ácido
El término «psicodélico» fue usado por primera vez en 1956 por el psiquiatra Humphry Osmond como una opción alternativa para las drogas alucinógenas en el contexto de la psicoterapia psicodélica. Conforme la escena contracultural que se desarrollaba en San Francisco, los términos rock ácido y rock psicodélico fueron usados en 1966 para describir la nueva música influenciada por los efectos de las drogas y eran ampliamente utilizados en 1967. Los términos de rock psicodélico y rock ácido se utilizan indistintamente, pero el rock ácido puede ser distinguido como una variante más extrema, pesada y fuerte que se basa en jams largos, concentrada más directamene al LSD y con un mayor uso de distorsión.
Historia Antecedentes
Desde la segunda mitad de la década de 1950, los escritores de la Generación beat como William Burroughs, Jack Kerouac y Allen Ginsberg tomaron y escribieron acerca de drogas, incluyendo el cannabis y la bencedrina, sensibilizando a las personas sobre el tema y ayudando a popularizar su uso. En el mismo periodo la dietilamida de ácido lisérgico, más conocida como LSD o «ácido» (en aquel tiempo una droga legal), comenzó a usarse en los Estados Unidos y Reino Unido como un tratamiento experimental, inicialmente promocionado como una potencial cura para las enfermedades mentales.
Un sitar, muy utilizado en los primeros discos del género. Foto: Jan Kraus. Dominio Público.
El sitar es un instrumento musical de cuerda tradicional del norte de la India, muy característico de la música clásica hindustani. Se toca pulsando las cuerdas con una pua curva llamada mizrab, que se coloca en el dedo índice de la mano derecha, mientras la mano izquierda presiona y desliza las cuerdas sobre un largo mástil.
Tiene una caja de resonancia hecha generalmente de calabaza y un mástil largo con trastes móviles. Suele contar con entre 18 y 21 cuerdas, aunque no todas se tocan directamente; muchas son cuerdas simpáticas que vibran por resonancia, produciendo el sonido metálico y etéreo tan distintivo del sitar.
El sitar se hizo muy conocido en Occidente a partir de los años 60, especialmente gracias al virtuoso indio Ravi Shankar, quien influyó directamente en músicos como George Harrison de The Beatles, que lo incorporó en canciones como Norwegian Wood y Within You Without You.
Es un instrumento profundamente expresivo y complejo, asociado tanto con la espiritualidad como con la improvisación en la música india.
A principios de los años 1960 el uso de LSD y otros alucinógenos fue defendido por proponentes de la nueva «expansión de consciencia», como lo fueron Timothy Leary, Alan Watts, Aldous Huxley y Arthur Koestler. Sus textos influenciaron profundamente el pensamiento de la nueva generación de jóvenes. Los efectos sensoriales del LSD pueden incluir alucinaciones de patrones de colores, patrones geométricos que se arrastran, rastros de objetos moviéndose, sinestesia y efectos auditivos como una distorsión de sonidos similar al eco y una intensificación en general de la experiencia de la música.
A mediados de la misma década, el estilo de vida psicodélico ya se había desarrollado en California y se había desarrollado una subcultura entera. Esto era verdadero particularmente en San Francisco, debido en parte a la primera fábrica clandestina grande de LSD, establecida ahí por Owsley Stanley.
Dentro de las primeras bandas que dan atisbos de rock psicodélico tenemos a la escena de Canterbury con los Wilde Flowers, o también con el otro nombre que adquirió, Daevid Allen Trío. Posteriormente, los integrantes de estas bandas darían origen a importantes grupos como Soft Machine, Gong y Soft Heap entre otros.
En 1962, el rock británico se embarcó en una frenética carrera de ideas que se extendió por EE. UU. a causa de la llamada Invasión británica de la música rock. El entorno de la música folk también experimentó con las influencias externas. En la misma línea de la tradición jazz y blues, muchos músicos comenzaron a tomar drogas, e incluyeron referencias a éstas en sus canciones. En 1965 Bob Dylan tomo influencias de los Beatles y The Animals y trajo la instrumentación eléctrica de la música rock en su álbum Bringing It All Back Home, pero la banda de Los Ángeles The Byrds le superaron en ello con un disco sencillo (single) de una pista de un álbum suyo con rastros de psicodelia, Mr. Tambourine Man (en efecto, un «cover» de Dylan), que jugueteaba con los sonidos eléctricos y voces algo etéreas.
Estados Unidos de América en los años 1960
La psicodelia musical dio sus primeros pasos en EE. UU. primero en el campo de grabaciones de corte experimental académico como el LP «This Is It», que hizo en 1961 el filósofo de origen inglés Alan Watts, y que contenía música ritual y evocaciones de la temática de la expansión de la conciencia. Luego en los entornos folk, con la banda neoyorkina Holy Modal Rounders introduciendo el término en 1964 en su tema «Hesitation Blues», en la línea que canta: «…I got my psychedelic feet/In my psychedelic shoes/Oh lordy momma/I got the psychedelic blues…». Una banda folk similar llamada Mother McCree’s Uptown Jug Champions de San Francisco recibieron influencias de The Lovin’ Spoonful, cambiando su instrumentación acústica por una eléctrica en 1965. Cambiaron su nombre por The Warlocks, toparon con los Merry Pranksters (grupo de personas interesadas en la literatura y la figura de Ken Kesey, uno de los íconos de la generación hippie) en noviembre de 1965, y cambiaron nuevamente su nombre a The Grateful Dead el mes siguiente.
Pero es 1965 cuando toma verdadera forma las características del rock psicodélico: Primero, cuando el grupo estadounidense The Charlatans (no confundir con el grupo británico creado en 1989) materializa la primera actuación de una banda bajo efectos del LSD, en su presentación en el Red Dog Saloon de Virginia City, Nevada, el 29 de junio. En menos de un mes de ese bizarro acontecimiento, el productor de entre otros, la banda surf The Rivingston, Kim Fowley, lanza en julio el primer tema rock con una clara temática referente a la experiencia psicodélica llamado «The Trip» que logró un relativo éxito. En agosto de ese mismo año, la banda contracultural neoyorkina The Fugs, hace la primera referencia explícita al LSD en la letra de una canción de rock en su «I Couldn’t Get High», aunque su música no sonaba psicodélica. Los californianos The Doors tienen temas de carácter psicodélico en sus álbumes con el sabido uso de drogas de Jim Morrison, de cuya inspiración nacieron temas como «Moonlight Drive», «The End» y otros.
Ya en 1966, California demuestra ser el mayor impulsor de la psicodelia estadounidense, con actividades psicodélicas como los Acid Test organizados por Ken Kesey y sus Merry Pranksters, el Trips Festival organizado por Stewart Brand (pionero en el concepto multimedia, y responsable de presentar la música electrónica a la generación contracultural); y sobre todo, el lanzamiento de discos fundacionales de la psicodelia, como el sencillo con toques indios «Eight Miles High» de The Byrds (febrero 1966), el barroquismo sinfónico del «Pet Sounds» de The Beach Boys, y la experimentación con coqueteos con la música concreta del «Freak Out» de The Mothers Of Invention liderado por Frank Zappa.
Bandas psicodélicas como Fifty Foot Hose y Lothar and The Hand People en California, y Silver Apples o The United States Of America, se hicieron de culto por atreverse a crear alucinantes efectos con primitivos instrumentos electrónicos, entre ellos osciladores, theremin y aparatos de radio.
Lundborg, Patrick (2004). «Timeline of Early Psychedelia». Consultado el 2006.
En los años 1970
Se suele mencionar que en los setenta la mayoría de las bandas psicodélicas de los sesenta que continuaron siendo activas en EE. UU. y el Reino Unido (Pink Floyd, The Pretty Things, The Society of Fleeting Mysteries, etc) dejaron atrás la psicodelia y en muchos casos mutaron hacia el estilo conocido como rock progresivo y a géneros similares (ej: The Soft Machine hacia el jazz fusión, los Camel con sus referencias al folk celta y toques de jazz rock, Yes que apareció desde miembros de bandas psicodélicas desaparecidas como Tomorrow y Syn). Hubo casos en Reino Unido y en EE. UU. en que hubo otra tendencia hacia desarrollar un estilo más convergente con lo que aparecía en el mainstream (ej: Jefferson Airplane que se transformó en la banda de rock-pop Jefferson Starship o el caso de los británicos T. Rex que mutaron desde el acid folk hacia el Glam rock con Marc Bolan). Una tercera tendencia mantuvo una perspectiva psicodélica mientras desarrollaban su sonido hacia el rock progresivo o el rock espacial (ej: Gong, Hawkwind o Arthur Brown).
En Alemania aparecieron algunas bandas con un estilo post-psicodélico y de rock progresivo muy experimental. Bandas posteriores como Kraftwerk, Neu, Faust, Can, Tangerine Dream y Amon Düül III usualmente clasificadas dentro de la etiqueta krautrock. Can mantiene una fuerte influencia psicodélica con toques de dadaísmo mientras que Tangerine Dream desarrolló el space rock (en Alemania conocida como Kozmicsche Muzik) y evolucionó en cierta forma hacia el ambient electrónico para ser en muchos casos asociada con la música New Age junto con Klaus Schulze y la llamada Escuela de Berlín.
A fines de los años setenta aparecieron bandas usualmente clasificadas dentro del nombre post-punk. Dentro de estas destacaban The Soft Boys, The Teardrop Explodes y Television Personalities; las cuales tenían una clara influencia del rock psicodélico de los sesenta.
En los años 1980
En los años 1980 aparecieron nuevas bandas con influencias psicodélicas claras. En California especialmente pero también en otros lugares de EE. UU aparecieron bandas a las que les fue asignado el término Paisley underground y aquí destacan Green on Red, The Three O’Clock, The Dream Syndicate, Plasticland, The Secret Syde, The Inn y Lord John. En éstas la influencia de The Byrds era importante y en muchos aspectos eran cercanas al sonido conocido como Jangle pop.
En el Reino Unido en los ochenta aparecieron bandas asociadas con el término New Wave como Siouxsie And The Banshees con el álbum A Kiss in the Dreamhouse y Echo & the Bunnymen. XTC desarrolló el rock psicodélico bajo el pseudónimo The Dukes of Stratosphear. En EE. UU por otra parte, The Grateful Dead y la banda Phish siguieron dando conciertos en un estilo conocido como jam band y acompañados por fieles seguidores.
A fines de la década de la los ochenta de desarrollaría la escena rave en el Reino Unido. Allí se impuso el género de música electrónica bailable psicodélica conocido como Acid House. Este y la escena rave influenciarían a bandas de rock de sonido neo-psicodélico como The Happy Mondays, The Stone Roses y el resto de la escena conocida como Madchester, The Shamen, Nick Nicely Martin Newell con The Cleaners from Venus, The Barracudas, Mood Six, The Prisoners, Doctor and the Medics, The Cardiacs y The Brotherhood of Lizards.
Una banda aparecería en el Reino Unido que tendría una notable influencia en bandas posteriores de psicodelia, rock espacial y noise rock, Spacemen 3, la cual fusionaba influencias del garage rock de The Stooges, la psicodelia de The 13th Floor Elevators, y el Krautrock; al mismo tiempo que tenía un explícito contenido relacionado con las drogas en sus letras.
En los años 1990
Entre fines de los años 1980 e inicios de los años 1990, en el Reino Unido se desarrollaron dos géneros similares y conectados fuertemente por una perspectiva influenciada por la psicodelia. Por un lado está el dream pop y por otro el shoegazing. El dream pop se caracterizó por un fuerte melodicismo con tendencias texturales y letras con contenido nostálgico, agridulce, introspectivo y evocador de estados oníricos. Cocteau Twins, The Chameleons, The Sundays, The Passions, Dif Juz, Lowlife y A.R. Kane desarrollaron este sonido que en muchos casos evitaba un sonido demasiado apoyado en guitarras fuertes e incorporaba en forma importante efectos de estudio. Posteriormente aparecerían bandas con este sonido dentro de los EE. UU como, Alison’s Halo, Low, Mazzy Star, Velour 100, Love Spirals Downwards, Ars Poetica y Duster and Frownland.
El shoegazing, por otro lado, es similar en temática y en el énfasis textural al dream pop pero se diferencia en el que suele recurrir a un fuerte sonido grueso de guitarras influenciadas por grupos como The Velvet Underground, Sonic Youth, Spacemen 3, Dinosaur Jr. y The Jesus and Mary Chain. Así pues destacan grupos como My Bloody Valentine, Ride, Lush, Chapterhouse, y Slowdive. My Bloody Valentine especialmente resultó ser el grupo más influyente y aclamado por la crítica al producir el álbum Loveless, que figura siempre en las listas de los mejores álbumes de los años noventa.
Bandas posteriores de psicodelia aparecieron en el Reino Unido como Kula Shaker, Ozric Tentacles, Sun Dial, The Bevis Frond, y The Magic Mushroom Band. En EE. UU. aparecieron bandas que fueron agrupadas dentro del apelativo de The Elphant 6 collective como The Apples in Stereo, of Montreal, Neutral Milk Hotel, Beulah, Elf Power, Grandaddy, Modest Mouse, The Essex Green, The Gerbils, The Ladybug Transistor y The Olivia Tremor Control. Otras bandas aclamadas con un sonido similar son The Flaming Lips y Stereolab. Estas bandas mezclaban sus influencias de la psicodelia de los sesenta con los nuevos sonidos electrónicos disponibles.
Por otro lado en el sur de California emergió un sonido en alguna forma similar al grunge debido a influencias similares como Black Sabbath, Led Zeppelin, The Stooges y MC5 así como cercano al sludge rock. Este es el género de heavy metal y rock ácido conocido como Stoner Rock en el que destacan bandas como Kyuss, Monster Magnet, Queens of the Stone Age, y Nebula, y en Argentina principalmente Los Natas. Este género se destaca por fuertes referencias a drogas psicodélicas y se lo denomina «stoner» por ser un nombre que se le suele designar en EE. UU. a los aficionados al consumo de marihuana. Así por un lado están bandas con un sonido más rock duro como Nebula y otras que aparecerían después cercanas al Doom metal como Electric Wizard y Cathedral del Reino Unido, bien por otra parte bandas de Stoner Rock más atípicas en el nuevo milenio se acercaron más a la psicodelia, ejemplos claros destacan Weird Owl, Radio Moscow, Colour Haze, Sungrazer, Earthless o Dead Meadow, bandas que destacan por largos sets de jams, uso de múltiples efectos en vivo y en estudio, letras enteógenas y el prolongado uso de Fuzz y Overdrive.
En los años 1990
Entre fines de los años 1980 e inicios de los años 1990, en el Reino Unido se desarrollaron dos géneros similares y conectados fuertemente por una perspectiva influenciada por la psicodelia. Por un lado está el dream pop y por otro el shoegazing. El dream pop se caracterizó por un fuerte melodicismo con tendencias texturales y letras con contenido nostálgico, agridulce, introspectivo y evocador de estados oníricos. Cocteau Twins, The Chameleons, The Sundays, The Passions, Dif Juz, Lowlife y A.R. Kane desarrollaron este sonido que en muchos casos evitaba un sonido demasiado apoyado en guitarras fuertes e incorporaba en forma importante efectos de estudio. Posteriormente aparecerían bandas con este sonido dentro de los EE. UU como, Alison’s Halo, Low, Mazzy Star, Velour 100, Love Spirals Downwards, Ars Poetica y Duster and Frownland.
El shoegazing, por otro lado, es similar en temática y en el énfasis textural al dream pop pero se diferencia en el que suele recurrir a un fuerte sonido grueso de guitarras influenciadas por grupos como The Velvet Underground, Sonic Youth, Spacemen 3, Dinosaur Jr. y The Jesus and Mary Chain. Así pues destacan grupos como My Bloody Valentine, Ride, Lush, Chapterhouse, y Slowdive. My Bloody Valentine especialmente resultó ser el grupo más influyente y aclamado por la crítica al producir el álbum Loveless, que figura siempre en las listas de los mejores álbumes de los años noventa.
Acid Mothers Temple, Night & Day Cafe, Manchester, 2012. Jake from Manchester, UK – Acid Mothers Temple @ Night & Day Cafe, Manchester 21/10/2012…. CC BY 2.0.

Bandas posteriores de psicodelia aparecieron en el Reino Unido como Kula Shaker, Ozric Tentacles, Sun Dial, The Bevis Frond, y The Magic Mushroom Band. En EE. UU. aparecieron bandas que fueron agrupadas dentro del apelativo de The Elphant 6 collective como The Apples in Stereo, of Montreal, Neutral Milk Hotel, Beulah, Elf Power, Grandaddy, Modest Mouse, The Essex Green, The Gerbils, The Ladybug Transistor y The Olivia Tremor Control. Otras bandas aclamadas con un sonido similar son The Flaming Lips y Stereolab. Estas bandas mezclaban sus influencias de la psicodelia de los sesenta con los nuevos sonidos electrónicos disponibles.
Por otro lado en el sur de California emergió un sonido en alguna forma similar al grunge debido a influencias similares como Black Sabbath, Led Zeppelin, The Stooges y MC5 así como cercano al sludge rock. Este es el género de heavy metal y rock ácido conocido como Stoner Rock en el que destacan bandas como Kyuss, Monster Magnet, Queens of the Stone Age, y Nebula, y en Argentina principalmente Los Natas. Este género se destaca por fuertes referencias a drogas psicodélicas y se lo denomina «stoner» por ser un nombre que se le suele designar en EE. UU. a los aficionados al consumo de marihuana. Así por un lado están bandas con un sonido más rock duro como Nebula y otras que aparecerían después cercanas al Doom metal como Electric Wizard y Cathedral del Reino Unido, bien por otra parte bandas de Stoner Rock más atípicas en el nuevo milenio se acercaron más a la psicodelia, ejemplos claros destacan Weird Owl, Radio Moscow, Colour Haze, Sungrazer, Earthless o Dead Meadow, bandas que destacan por largos sets de jams, uso de múltiples efectos en vivo y en estudio, letras enteógenas y el prolongado uso de Fuzz y Overdrive.
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The Jimi Hendrix Experience en una imagen publicitaria de 1968. Foto: Warner/Reprise Records Uploaded by We hope at en.wikipedia. Dominio Público.

Durante este período, The Beatles incursionaron en varios de los principales elementos del sonido psicodélico, como el acople de guitarra, el sitar indio y los efectos de sonido backmasked. (106) El espíritu inspirado por el LSD de la música psicodélica empezó en la escena folk, (107) particularmente en la de California, cuando diversos grupos empezaron a replicar la transición de folk a folk rock de The Byrds en 1965. (106) Un año después, la banda texana 13th Floor Elevators fue la primera en autopromocionarse como «rock psicodélico». (107) En San Francisco, el nacimiento del movimiento hippie, fuertemente asociado al uso de drogas alucinógenas, (108) causó que la ciudad tuviera una escena especialmente desarrollada y con varias bandas prominentes, como Big Brother and the Holding Company de Janis Joplin, (109) Grateful Dead y Jefferson Airplane. (106) (110) El rock psicodélico tuvo su apogeo durante los últimos años de la década: en 1967, se publicaron varios de los álbumes más importantes del género, incluidos Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, de los Beatles, Their Satanic Majesties Request, de The Rolling Stones,[106] y The Piper at the Gates of Dawn, de Pink Floyd, otros registros clave de la psicodelia lanzados ese año fueron Surrealistic Pillow, de Jefferson Airplane, Strange Days, de The Doors, (111) y Are You Experienced, de The Jimi Hendrix Experience, (112) banda del virtuoso guitarrista Jimi Hendrix, quien, con sus extensas improvisaciones con distorsión, wah-wah y feedback, influyó enormemente en la forma de tocar en los músicos de rock. En 1969, el punto más alto de la psicodelia se vio reflejado en el Festival de Woodstock, donde se presentó la mayoría de los artistas más importantes del género.
Posteriormente, Sgt. Peppers fue ampliamente descrito como el mejor álbum de todos los tiempos, así como el que dio inicio a la «época del álbum», periodo donde el rock empezó a ser reconocido como parte del mainstream cultural y cambió del sencillo al álbum de estudio como formato predominante de difusión, expresión y consumo, (113) (114) tendencia que perduró en la industria musical por varias décadas. (115)
Años 70
La década de 1970: Diversificación, virtuosismo y el rostro cambiante del rock
La década de 1970 fue testigo de una profunda transformación del rock, que pasó de ser un movimiento cultural ligado a la juventud rebelde de los años sesenta a convertirse en una industria global, diversa y sofisticada. El espíritu de revolución dio paso a una etapa marcada por la exploración estilística, la búsqueda técnica y la profesionalización del espectáculo. El rock ya no era solamente una música, sino una galaxia de géneros, estéticas y públicos. Lo que nació como una chispa encendida en los sesenta, en los setenta se convirtió en un fuego multicolor que iluminó todas las ramas del árbol musical.
Uno de los primeros fenómenos importantes de esta década fue la consolidación del rock progresivo, una corriente que buscaba ir más allá de las estructuras tradicionales del rock con influencias de la música clásica, el jazz y la literatura fantástica o científica. Bandas como Pink Floyd, Yes, Genesis, King Crimson o Emerson, Lake & Palmer propusieron un rock de largo aliento, con álbumes conceptuales, instrumentaciones complejas y ambiciones artísticas inéditas. Discos como The Dark Side of the Moon (1973) de Pink Floyd se convirtieron en obras maestras atemporales que rompieron barreras entre géneros y públicos, y siguen siendo referentes absolutos medio siglo después.
En paralelo, surgió con fuerza el hard rock, una vertiente más directa, poderosa y orientada al riff de guitarra. Grupos como Led Zeppelin, Deep Purple, Black Sabbath o AC/DC inyectaron al rock una dosis de potencia y visceralidad que conectó con un público que buscaba energía pura. Black Sabbath, liderados por Ozzy Osbourne, incorporaron además temáticas oscuras y atmósferas sombrías, convirtiéndose en pioneros del heavy metal, un subgénero que florecería con personalidad propia en los años siguientes. La figura del guitarrista virtuoso alcanzó aquí su apogeo: nombres como Jimmy Page, Ritchie Blackmore o Tony Iommi marcaron un estándar técnico y estético que sería reverenciado por décadas.
En el otro extremo del espectro, el glam rock añadió teatralidad, provocación y ambigüedad sexual a la escena. Artistas como David Bowie, T. Rex, Roxy Music o Sweet se sirvieron del maquillaje, el vestuario extravagante y una puesta en escena deliberadamente artificial para desafiar las normas de género y proyectar una estética futurista y alienada. Bowie, con su personaje de Ziggy Stardust, redefinió la figura del rockstar como un ente mutante, capaz de cambiar de piel con cada disco. El glam no solo conquistó al público joven: también fue una plataforma de crítica social y de libertad personal, envuelta en purpurina y plataformas.
Mientras tanto, en Estados Unidos, se consolidó el rock sureño con bandas como Lynyrd Skynyrd o The Allman Brothers Band, que fusionaban el rock con raíces del country, el blues y el soul. También floreció el rock de estadio o arena rock, con artistas como Queen, Boston, Journey y Kiss, que llenaban pabellones deportivos con shows espectaculares y canciones coreables, diseñadas para un público masivo. Esta década vio nacer, además, el rock sinfónico latinoamericano y nuevas escenas europeas que aportaron identidades culturales propias al fenómeno global del rock.
Pero no todo fue grandilocuencia y virtuosismo. A mediados de los años 70 surgió una reacción crítica frente al exceso técnico y la comercialización del rock: el punk. Con su espíritu crudo, urgente y despojado de ornamentos, el punk reclamó el retorno a lo esencial. Bandas como The Ramones, Sex Pistols, The Clash y Buzzcocks recuperaron el espíritu provocador y contracultural del rock original. Su lema era claro: tres acordes bastan, la furia lo es todo. El punk no solo revolucionó la música; reconfiguró la moda, el diseño gráfico y las formas de producción y distribución cultural. Fue una sacudida ideológica que reinyectó sangre nueva al sistema.
En este mismo periodo florecieron géneros híbridos como el funk rock, el rock jazz y el rock psicodélico tardío, mientras el rock urbano se abría paso en países como España, donde artistas como Leño, Triana o Asfalto ofrecían una versión local y comprometida del género. En América Latina, la dictadura en muchos países convirtió al rock en vehículo de resistencia y expresión poética contra la censura.
Hacia finales de la década, el surgimiento de la new wave y el post punk marcaron el inicio de una nueva etapa, con bandas como Talking Heads, Joy Division y The Police, que incorporaron elementos electrónicos, ritmos más bailables y una estética más minimalista, anticipando las transformaciones de los años ochenta.
La década de 1970 fue, en resumen, el laboratorio sonoro por excelencia del rock. Cada nuevo subgénero, cada mutación estilística, fue una respuesta tanto a las condiciones sociales como a las ansias expresivas de los artistas. Fue una época en la que la creatividad parecía no tener límites y en la que el rock encontró la madurez sin perder del todo su espíritu provocador y su vocación de conmover, transformar y trascender.
- Blue Cheer, Black Sabbath, Led Zeppelin, Deep Purple, Queen, Sir Lord Baltimore y Iron Claw empiezan a combinar elementos de otros géneros musicales y sientan las raíces de lo que sería el heavy metal, que alcanzó su máxima popularidad en la década de los ochenta.
«Stairway to Heaven» (1971)
Esta pieza, incluida en el cuarto álbum sin título oficial de la banda (comúnmente llamado Led Zeppelin IV), es considerada no solo el himno supremo de Led Zeppelin, sino también una de las canciones más importantes de toda la historia del rock.
«Stairway to Heaven» resume a la perfección el estilo de la banda: comienza con un tono suave y acústico, se va desarrollando de forma gradual y termina en una explosión eléctrica cargada de fuerza, misticismo y emoción. Su estructura progresiva es una obra de arquitectura musical, que transita del folk y el rock pastoral al hard rock más poderoso. Robert Plant canta sobre símbolos, misterios y caminos interiores, mientras Jimmy Page construye uno de los solos de guitarra más famosos de todos los tiempos.
La canción está impregnada de referencias poéticas y esotéricas, con imágenes de damas que compran escaleras al cielo, señales en la pared y canciones que susurran secretos. Esto conecta con la fascinación de la banda por el ocultismo, la mitología y la espiritualidad, muy presente en la cultura contracultural de los años 70. Aunque Plant negó que la canción tenga un significado único, la carga simbólica de su letra la ha convertido en objeto de múltiples interpretaciones.
«Stairway to Heaven» también representa el espíritu de libertad creativa de Led Zeppelin. Fue una canción que rompió con el estándar radial de la época: más de ocho minutos de duración, sin estribillo, sin videoclip promocional, y aun así se convirtió en un fenómeno mundial gracias a las emisoras de rock y al boca a boca entre fans. Nunca fue lanzada como sencillo en su versión de estudio, lo que le dio un aura de exclusividad que la hizo aún más poderosa.
Musicalmente, la canción condensa las múltiples identidades de la banda: el folk de raíz británica, el rock pesado, el blues eléctrico y la improvisación progresiva. Es una síntesis de lo que Led Zeppelin significó para el rock: poder, delicadeza, misterio y maestría instrumental.
En cuanto a su clasificación estilística, Led Zeppelin es una banda de hard rock, blues rock y rock psicodélico, y Stairway to Heaven es una balada épica de rock progresivo y psicodélico con final hard rock, lo que la convierte en una especie de mini sinfonía moderna.
Si solo se pudiera elegir una canción para presentar la grandeza de Led Zeppelin a alguien que no los conoce, esa canción sería sin duda «Stairway to Heaven».
- Con los discos Black Sabbath y Paranoid de Black Sabbath y Led Zeppelin de Led Zeppelin se da por sentada la creación del heavy metal.
- Gracias a la gira de The Rolling Stones American Tour 1972 se populariza la frase «Sexo, drogas y rock and roll».
- Paul Rodgers salta a la fama con Free, principalmente a través del tema «All right now», a finales de los años 1960 y principios de los años 1970, para luego formar Bad Company. Faces, con Rod Stewart a la cabeza, son otro exponente de ese rock de crudeza clásica, a caballo entre el blues rock y el hard rock.
- Queen salta a la fama con una mezcla de hard rock, rock progresivo, heavy metal, glam rock y ópera rock. Primeros años 1970. Además se considera que el sencillo Stone Cold Crazy fue la primera canción de Thrash metal.
- The Stooges, New York Dolls y MC5, y más tarde The Runaways, comienzo del proto-punk.
- Elvis Presley realiza el primer concierto televisado vía satélite a nivel mundial conocido como Aloha from Hawaii.
- En 1974 nace el punk rock con uno de los pioneros del género, Ramones. Esta música está caracterizada por ser más simple, con canciones de entre uno y dos minutos de duración y sin solos de guitarra complicados. Otra característica son las letras reivindicativas sobre problemas políticos y sociales. Un poco más adelante se unirían al nuevo género reivindicativo, por parte británica, bandas como Sex Pistols o The Clash.
El club CBGB, en Nueva York, un desaparecido icono del punk y la new wave que vio las primeras actuaciones de Ramones, Talking Heads y Blondie. Stig Nygaard from Copenhagen, Denmark – Legendarisk men lukketruet CBGB. CC BY 2.0. Original file (2,592 × 1,944 pixels, file size: 2.14 MB).
- Nace Kiss con su característico maquillaje esta vez apegados al heavy metal y al rock and roll.
- Jethro Tull, Pink Floyd, Genesis etapa Peter Gabriel, Yes, Rush y King Crimson: el rock progresivo y el jazz rock. Pink Floyd publica The Dark Side of the Moon, que se convertiría en el disco más exitoso del género, postulándose asimismo como padres del space rock, que tendría en Hawkwind su continuidad.
- Emerge el glam rock con artistas como Elton John, T. Rex, Queen, David Bowie, Roxy Music, Alice Cooper, Slade y Sweet, a los que se sumaron Lou Reed y The Stooges. El glam actualizó, con provocación y maquillaje, la frescura del rock and roll de los años 1950 frente al virtuosismo del rock progresivo, e influyó posteriormente en el punk y en todos los géneros que nacieron a partir de él a finales de la década.
- Mountain y Grand Funk Railroad crean un nuevo estilo y son pioneros del hard rock y el heavy metal norteamericano. Aerosmith salta a la fama, con una mezcla de hard rock con ritmos funkys. Paralelamente surgen grupos como Kiss, Cheap Trick y Ted Nugent. En Australia nace AC/DC y en Irlanda Thin Lizzy, mientras en Inglaterra emergen Motörhead, quienes impondrían una mayor velocidad en los riffs, adelantándose al crossover punk-metal y al thrash.
- Segunda etapa y desarrollo final del heavy metal. Rainbow, UFO, Judas Priest, Scorpions, Nazareth, Uriah Heep como algunas de las bandas dentro del movimiento.
- El power pop recupera las melodías de los grupos de la Invasión británica, combinándolas con guitarras enérgicas con artistas como Big Star, Todd Rundgren o The Raspberries. A finales de la década el género vive su éxito comercial gracias a grupos como The Knack. A partir de los años 1990 grupos de rock alternativo como Teenage Fanclub y The Posies revitalizarían el género.
Bon Scott (derecha) con Angus Young (izquierda), tocando en vivo con AC/DC en el Ulster Hall en agosto de 1979. Lost Parables from Ballymena, Northern Ireland. ©jameshughes,. CC BY 2.0. Original file (810 × 1,024 pixels, file size: 195 KB).
- Kraut-rock, derivación alemana del rock sinfónico o progresivo, en la se comienza a usar el sintetizador, derivado del Moog, de una cierta manera que provocaría el nacimiento de la música electrónica. Can, Neu!, Kraftwerk.
- La gran explosión inglesa del punk, tras la aparición de The Ramones, Misfits, Patti Smith, Iggy Pop y The Dictators, seguidos por Dead Boys y The Heartbreakers en los Estados Unidos y como reacción a los excesos, vuelta a lo básico; surgen en el Reino Unido Sex Pistols, The Clash, The Damned, Buzzcocks, The Slits.
- Desde Jamaica el reggae alcanza popularidad en todo el mundo gracias a Bob Marley y otros artistas como Peter Tosh y Jimmy Cliff. Otro ritmo jamaiquino, el dub, se populariza de la mano de Lee «Scratch» Perry. El reggae marcaría profundamente a muchos músicos de rock, como The Rolling Stones, y especialmente a la generación punk y new wave, entre ellos The Clash y The Police. A partir de esa fusión de punk y reggae evolucionaría el ska moderno o 2 Tone.
- El new wave, tributario del rock and roll de los años 1950, tras el fin del punk. The Police, Blondie, Talking Heads, Devo, The B-52’s, Elvis Costello.
- Van Halen revoluciona a partir de su primer disco en 1978 la forma de tocar la guitarra eléctrica en el hard rock.
- Surgimiento del post-punk: Siouxsie and The Banshees, The Cure, Joy Division, Bauhaus, Public Image Ltd., Gang of Four, Parálisis Permanente.
- Uso del sintetizador en el synth pop a finales de la década: Kraftwerk, Gary Numan, Ultravox, Human League.
- Rock gótico en Europa, deathrock en los Estados Unidos y dark wave en Alemania, Holanda y otros países de Europa influenciados por el post-punk, el Glam rock y el New wave. Bauhaus, The Sisters of Mercy, The Cure, Siouxsie and the Banshees, Joy Division, The Damned, Clan Of Xymox, Dead Can Dance, Christian Death, Alien Sex Fiend, Specimen.
- Raíces del rock industrial: electrónica y rock comienzan a fusionarse. Throbbing Gristle, KMFDM, Einstürzende Neubauten.
- Tom Waits y más tarde Nick Cave representarían la figura del crooner desde un punto de vista iconoclasta y underground, en una dilatada carrera que se extiende desde los años 1970 hasta la actualidad, y cuyo mayor apogeo tiene lugar en los años 1980.
- El soft rock es representado por grupos como America e Eagles.
- La NWOBHM surge en Inglaterra con bandas como Iron Maiden, Diamond Head, Saxon, Angel Witch, Tygers of Pan Tang y Def Leppard como estandarte.
- Tuvo también su mayor esplendor el rock sureño, género surgido a finales de la década de 1960, que mezclaba rock and roll, blues y country. Sus máximos exponentes fueron bandas como The Allman Brothers Band, Lynyrd Skynyrd, ZZ Top, y algunos temas de Creedence Clearwater Revival y posteriormente bandas como Outlaws y Black Oak Arkansas.
Queen en un concierto en 1977. Foto: Carl Lender. CC BY-SA 3.0.

Años 80
La década de 1980: Entre la reinvención tecnológica y la expansión global del rock
Los años 80 representaron una década de contrastes y redefiniciones en la historia del rock. Lejos de la espontaneidad salvaje del punk y del virtuosismo épico de los 70, el rock en los 80 se sumergió en un proceso de reinvención, adaptándose a nuevas herramientas tecnológicas, nuevos formatos de consumo y un contexto social y económico completamente diferente. Fue la época del videoclip, de los sintetizadores, de los peinados imposibles y los estadios llenos, pero también de la creatividad refinada y del surgimiento de escenas alternativas que preparaban el terreno para el futuro. Si los 70 habían abierto ramas, los 80 hicieron florecer un jardín ecléctico donde el rock convivía, se fusionaba y competía con otras formas de música popular.
Uno de los elementos decisivos que marcaron la década fue el nacimiento de MTV en 1981. La aparición de este canal de televisión por cable, dedicado exclusivamente a emitir videoclips musicales, cambió la forma en que los artistas se relacionaban con el público. Ya no bastaba con sonar bien: había que verse bien, tener una imagen poderosa y carismática. Bandas como Duran Duran, The Police, U2, INXS y artistas como David Bowie, que ya venía reinventándose desde los 70, entendieron enseguida el nuevo lenguaje visual y lo convirtieron en una extensión de su arte. El videoclip se transformó en una herramienta narrativa, estética y promocional sin precedentes.
A nivel musical, los 80 vivieron la consolidación del rock de estadio y de la superproducción discográfica. Artistas como Queen, Bruce Springsteen, Dire Straits o Bon Jovi llenaban recintos masivos y vendían millones de discos, combinando canciones accesibles con espectáculos deslumbrantes. Fue también la era dorada de U2, que emergieron como una de las bandas más influyentes del planeta, fusionando idealismo político, pasión lírica y una sonoridad etérea cada vez más ambiciosa. La tecnología permitió sonidos más pulidos, pero también más calculados, lo que generó una cierta reacción crítica desde los márgenes.
Una de esas reacciones fue el surgimiento del rock alternativo, que, aunque no tuvo una identidad única, reunió a bandas que huían de la comercialidad y buscaban expresarse de manera más honesta, independiente o experimental. R.E.M., The Smiths, Sonic Youth y más adelante Pixies definieron un nuevo camino sonoro que sería crucial para entender la explosión del grunge y el indie en la década siguiente. En el Reino Unido, el post-punk ofreció una versión más sombría, intelectual y minimalista del legado punk. Grupos como Joy Division, The Cure, Siouxsie and the Banshees y Echo & the Bunnymen crearon atmósferas melancólicas, introspectivas y poéticas que definieron a una generación.
Simultáneamente, el hard rock y el heavy metal vivieron una etapa de gran popularidad. Bandas como Iron Maiden, Judas Priest, Motörhead y Dio consolidaron una estética poderosa, basada en el virtuosismo instrumental y la iconografía épica. En Estados Unidos, el llamado glam metal o hair metal, con exponentes como Mötley Crüe, Poison o Def Leppard, aportó una versión más hedonista, visualmente estridente y orientada al entretenimiento de masas. Las guitarras seguían siendo protagonistas, pero el componente teatral y festivo alcanzó nuevos niveles.
Por otro lado, los años 80 fueron también un periodo de hibridación musical. El rock comenzó a dialogar con el funk, el reggae, el pop electrónico e incluso el hip hop emergente. Grupos como Talking Heads, Red Hot Chili Peppers o The Clash incorporaron ritmos africanos, caribeños o urbanos, demostrando que el rock podía ser una plataforma de fusión sin límites. En ese sentido, los 80 fueron una década de apertura mental, de exploración cultural y de ruptura de fronteras estilísticas.
A nivel global, el rock dejó de ser una expresión casi exclusivamente anglosajona y comenzó a consolidarse en otras lenguas y territorios. En América Latina surgieron movimientos poderosos como el rock en español, con bandas como Soda Stereo, Héroes del Silencio, Los Prisioneros o Caifanes, que tradujeron la energía del rock a sus propios contextos sociales y culturales. En España, la movida madrileña irrumpió como un fenómeno artístico y contracultural irrepetible, con grupos como Alaska y los Pegamoides, Radio Futura, Nacha Pop o El Último de la Fila, que redefinieron la identidad musical de un país que salía de la dictadura y se abría al mundo.
La década culminó con una escena fragmentada pero vibrante. Por un lado, el rock comercial alcanzaba cotas de popularidad gigantescas; por otro, el underground gestaba nuevos sonidos y actitudes que explotarían en los años 90. Fue una década marcada por la tensión entre la sofisticación tecnológica y la necesidad de autenticidad, entre la estética y la ética, entre la forma y el contenido.
En definitiva, los años 80 fueron un periodo de transición, adaptación y multiplicidad. El rock no solo sobrevivió al cambio de época: se transformó, se expandió y se diversificó. En esa década, el género perdió parte de su inocencia juvenil pero ganó una riqueza expresiva y una proyección mundial que lo consolidaron como un lenguaje global, con infinitas variantes y con la capacidad de seguir dialogando con el mundo que lo rodea.
- El rock neoprogresivo (a veces acortado a neo-prog) es un género musical derivado del rock progresivo que alcanzó su auge en la década de 1980. Se caracteriza por composiciones transmitidas mediante letras oscuras y una cuidada teatralidad en el escenario; Marillion es quizás la banda más importante del género, cuyos discos Misplaced Childhood y Clutching at Straws alcanzaron altos puestos en las listas de éxitos. Otras bandas como IQ, Pendragon, Pallas, Jadis o Arena también consiguieron buenas ventas.
- El pop rock de radiofórmula continúa mostrando la influencia de la new wave: Tears for Fears, Duran Duran, INXS, The Cars, Adam and the Ants, Billy Idol, Dire Straits y Bryan Adams.
- Surge el rock melódico o soft rock, caracterizado por potentes solos de guitarra y melodías a cargo de los teclados; estilo encabezado por bandas como Journey, Toto, Foreigner y Boston.
- En el campo del rock más comercial, Michael Jackson, Madonna y Prince consiguieron numerosos éxitos. (116) (117) (118)
- El rock estadounidense revive gracias a Tom Petty y Bruce Springsteen, este último calificado como «el futuro del rock and roll» o «The Boss». Músicos como John Cougar Mellencamp o John Hiatt destacan en el estilo, mientras Joan Jett, procedente de The Runaways, y Pat Benatar triunfan con numerosos éxitos de rock FM.
- El hard rock de los años 1980, también denominado glam metal o hair metal por las vestimentas y los peinados propios de esa década, alcanza su mayor auge con grupos como Bon Jovi, Cinderella, Europe, L.A. Guns, Kiss, Vinnie Vincent Invasion, Mötley Crüe, Poison, Ratt, Tesla, Quiet Riot, Twisted Sister, Warrant, White Lion y Whitesnake entre los más exitosos.
- Rock cristiano: El rock cristiano es una forma de música rock tocada por bandas cuyos miembros son cristianos, y que a menudo centran en la letra en temas religiosos. La medida en que sus letras son explícitamente cristianas varía entre bandas como lo fue la primera banda de este naciente género Stryper.
Vista nocturna de L.A. desde Hollywood Hills. La ciudad se convirtió en la meca del rock durante gran parte de la década. Foto: Thomas Pintaric. CC BY-SA 3.0. Original file (1,200 × 800 pixels, file size: 378 KB).
- Las discográficas independientes creadas a partir del punk posibilitan el nacimiento del indie y el indie pop representado por bandas como The Smiths, Orange Juice o The Go-Betweens. En 1986 NME publicó un casete con el título C86 que daría origen al movimiento del mismo nombre.
- En 1980, U2 publicó su primer álbum, Boy
- Primeros grupos de rock alternativo: The Cure, Siouxsie & the Banshees, R.E.M., U2, The Smiths, Primal Scream, Pixies, Sonic Youth, Jane’s Addiction, Dinosaur Jr. y Red Hot Chili Peppers en Reino Unido y Estados Unidos, marcan las bases del género, en sus inicios en un plano underground, y para iniciados, y más tarde como fenómenos de masas.
- Nace el rap metal, estilo alternativo cuyos pioneros fueron Run-D.M.C. y Beastie Boys. (119)
- El thrash metal marcó el inicio de este género con Megadeth, Venom, Celtic Frost, Metallica, Slayer, Testament, Anthrax, Sepultura, Suicidal Tendencies, Pantera, Overkill. En Alemania, Kreator, Destruction, Sodom y Tankard. El heavy metal adquiere más velocidad y aparece speed metal que daría posteriormente el thrash metal y el power metal. La dureza e influencias del género aumenta debido a las distintas perspectivas de unos grupos y otros, creando el death metal con bandas como Death o Morbid Angel y el black metal con bandas como Venom de nuevo, Hellhammer, Bathory o Mayhem. El death metal se fusionaría con el hardcore punk creando un género denominado grindcore, la banda más popular del género es Napalm Death.
U2, una de las bandas más influyentes desde los años 1980 hasta la actualidad. Foto: David Shankbone. CC BY-SA 3.0.

- En 1987, Guns N’ Roses redefinen el hard rock utilizando elementos del heavy metal en el disco Appetite for Destruction. Esto implica un cambio en la temática y actitud preparando un cambio en la siguiente década apartándose así de la frivolidad y diversión del Glam metal. Otras dos bandas que marcaron una diferencia sustancial en el género fueron Dogs D’amour y The Cult, estos últimos en su etapa más roquera y menos siniestra; por su parte, tanto Skid Row como los escoceses Gun, facturando un hard rock ligeramente más modernizado, Sleaze rock, se mantendrían en la escena de los primeros años de la década de 1990, ya dominada por el grunge.
- Se comienza a apreciar la fuerte influencia en el rock de grupos de hip hop como N.W.A. Cypress Hill, Public Enemy.
- Surge en la ciudad de Mánchester la escena madchester, que mezcló el indie con ritmos bailables y le dio a la música un tinte psicodélico. Bandas como The Stone Roses, Happy Mondays, Inspiral Carpets, The Charlatans, James y 808 State serían representantes del género.
- El shoegazing fue un género de música indie surgido a finales de los años 80 y principios de los 90 en el Reino Unido. Está representado por grupos como My Bloody Valentine, Ride y Slowdive, entre otros.
Años 1990
La década de 1990: El retorno a la autenticidad y la atomización del rock
Los años 90 representaron un punto de inflexión para el rock, una suerte de vuelta a lo esencial después del exceso visual y sonoro de la década anterior. Fue una época marcada por la búsqueda de autenticidad, por el desencanto generacional y por una atomización estilística que abrió el abanico del rock como nunca antes. No hubo un solo estilo dominante, sino múltiples corrientes que convivieron, se influenciaron y se cruzaron, mientras la industria discográfica se enfrentaba a transformaciones tecnológicas que cambiarían para siempre la forma de escuchar y producir música.
El fenómeno más definitorio del inicio de la década fue el grunge, surgido en la ciudad de Seattle, en el noroeste de Estados Unidos. Con su estética desaliñada, sus letras introspectivas y una actitud radicalmente opuesta al glamour de los 80, el grunge canalizó el malestar y la frustración de una juventud que no se sentía representada por la cultura del consumo. Nirvana, con su disco Nevermind (1991), se convirtió en la voz de esa generación. Su líder, Kurt Cobain, fue elevado casi a la fuerza como ídolo involuntario, símbolo de un vacío existencial difícil de asumir. Junto a Nirvana, bandas como Pearl Jam, Soundgarden, Alice in Chains y Stone Temple Pilots conformaron el núcleo duro del grunge, que alcanzó una relevancia mediática sin precedentes, pero cuya intensidad también tuvo un coste: el suicidio de Cobain en 1994 marcó simbólicamente el final de una era.
Mientras tanto, en el Reino Unido, una corriente diferente cobraba fuerza bajo el nombre de britpop. Esta fue una reacción cultural contra la invasión estadounidense del grunge y una reivindicación del pop-rock británico clásico. Bandas como Oasis, Blur, Pulp o Suede recuperaron el legado de The Beatles, The Kinks o The Smiths, con una actitud descarada, letras con referencias locales y un sonido pegadizo. El britpop fue tanto una moda musical como un fenómeno social que impregnó la cultura joven británica a mediados de la década, ofreciendo un mensaje más lúdico, urbano y accesible que el tono existencialista del grunge.
Los años 90 fueron también el momento de eclosión del rock alternativo, un término paraguas que abarcó desde el indie hasta el noise rock, el post-hardcore o el college rock. La etiqueta “alternativo” dejó de referirse a un circuito marginal para convertirse en sinónimo de lo que dominaba las listas. R.E.M., Radiohead, The Smashing Pumpkins, Pixies, Beck, Nine Inch Nails, Sonic Youth y muchos otros ofrecieron propuestas sonoras arriesgadas, líricamente densas y emocionalmente complejas. Fue una década en la que los álbumes volvían a importar, en la que las bandas aspiraban a ofrecer algo más que entretenimiento, algo cercano a la experiencia artística total.
Paralelamente, el rock se mezcló cada vez más con otros géneros. El rap metal y el nu metal nacieron de la fusión entre guitarras pesadas y líricas habladas o gritadas, con grupos como Rage Against the Machine, Limp Bizkit, Korn o Linkin Park (estos últimos ya a finales de la década). Estos híbridos canalizaban rabia, energía política y la influencia de culturas urbanas. También hubo espacio para un resurgimiento del punk, pero en forma de pop-punk: Green Day, The Offspring o Blink-182 devolvieron al punk su velocidad y actitud adolescente, esta vez con una producción más pulida y orientada al gran público.
El metal, lejos de desaparecer, se diversificó. Mientras el glam metal se esfumaba, surgían subgéneros más extremos y técnicos como el death metal, el black metal o el doom, con escenas locales activas en Escandinavia, EE. UU. o Alemania. A su vez, el metal progresivo, con bandas como Tool o Dream Theater, ofrecía una alternativa más experimental y cerebral. La escena gótica también tuvo su renacimiento con grupos como Marilyn Manson, que mezclaban teatralidad oscura con una fuerte carga crítica y provocadora.
En el ámbito internacional, el rock vivió una explosión sin precedentes. América Latina consolidó su propia identidad sonora, con movimientos como el rock argentino (Soda Stereo, Los Fabulosos Cadillacs, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota), el rock mexicano (Caifanes, Café Tacuba, Molotov) y escenas poderosas en Chile, Colombia o España. En todos estos países, el rock dejó de ser una influencia extranjera para convertirse en un lenguaje propio, capaz de expresar problemáticas locales con una voz auténtica.
La segunda mitad de la década estuvo marcada por una revolución digital silenciosa. La llegada de internet, los archivos MP3 y las primeras formas de intercambio digital como Napster cambiarían la industria musical para siempre. El modelo tradicional de promoción, distribución y consumo comenzó a tambalearse, y los artistas empezaron a experimentar con nuevas formas de llegar al público. Esta transición afectó tanto a los grandes sellos como a las escenas independientes, que se vieron empoderadas por la posibilidad de difundir su música sin intermediarios.
En resumen, los años 90 fueron una década marcada por el desencanto, la introspección y la búsqueda de nuevas formas de autenticidad. El rock dejó de ser un fenómeno masivo homogéneo para fragmentarse en múltiples subculturas, cada una con su propio sonido, estética y forma de entender el mundo. Fue también un periodo de transición entre la era analógica y la digital, entre el dominio de las discográficas y la autonomía creativa de los músicos. Y, por encima de todo, fue la década en que el rock, lejos de agotarse, se reinventó una y otra vez, demostrando que su capacidad de transformación era tan poderosa como su legado.
- Segunda oleada de black metal a lo largo de los años 1990 junto a toda la polémica que la rodea y una segunda invasión de bandas británicas.(120). Fue durante este periodo cuando el desarrollo del black metal se hizo patente y más evidente, sin embargo, el origen del género hay que situarlo mucho antes a principios y mediados de los años 1980. Fueron los británicos Venom, quienes con su demo de 1979, prepararon el camino para la oleada de black metal que debía venir. Los fanes se dividieron en opiniones respecto a este grupo, (121) quien con su segundo disco, del año 1982, titulado Black Metal, dieron el nombre al género. Otras bandas influyentes en establecer las bases del género, fueron, en cuanto a la estética, Kiss, y la danesa Mercyful Fate que en 1982 se estrenó con un EP con cuatro temas denominado Nuns Have No Fun. El black metal se fusiona con lo sinfónico y orquestal con bandas como Emperor y más tarde Dimmu Borgir entre otros.
- El death metal se divide en varias ramas, apareciendo el un estilo más bruto, contundente y técnico en bandas como Cannibal Corpse, Immolation o Dying Fetus, uno más melódico con In Flames, At The Gates, Dark Tranquillity, con progresismos o rock progresivo con Edge Of Sanity, Cynic o Opeth e incluso mestizado con música jazz en bandas como Cynic de nuevo o Cephalic Carnage. También está el doom/death de Anathema, Paradise Lost o My Dying Bride, que cogerían elementos doom (subgénero o variante del heavy metal) creados por Black Sabbath y Candlemass, años más tarde se mestizaría con la subcultura gótica creando el género denominado gothic metal.
- Rock de fusión: El rock, el metal y el punk se fusionan con el rap y el funk e incorporan otros elementos como rock progresivo. Red Hot Chili Peppers, Fishbone, Living Colour, Faith No More, Incubus, Infectious Grooves, Primus y Rage Against the Machine. En Holanda se darían a conocer Urban Dance Squad.
- El rock alternativo y el grunge revolucionan el género a raíz del éxito del sencillo Smells Like Teen Spirit, del álbum Nevermind, de Nirvana. Seattle se convierte en el centro del rock; además de Nirvana surgen Pearl Jam, (renacidos de las cenizas de los seminales Mother Love Bone), Screaming Trees, Soundgarden, Stone Temple Pilots, Blind Melon y Alice In Chains, además de Hole, The Afghan Whigs, y Garbage, bandas que luego le abrirían el camino a otras de corte más comercial como Nickelback o Collective Soul. El grunge también influye en la escena hard rock, y las hair bands prácticamente desaparecen con la nueva tendencia. En el rock alternativo triunfan Weezer, The Smashing Pumpkins o Jane’s Addiction gracias al festival Lollapalooza.
- A ello se le viene a sumar el auge del rock industrial y el metal industrial, con bandas como Nine Inch Nails, Marilyn Manson, Ministry y Rammstein.
- El metal de los años 1990 comienza a impregnarse del espíritu del rock alternativo; Sepultura innovan con los álbumes Chaos A.D. y Roots, al igual que Metallica adaptan sus presupuestos a la nueva década, mientras que Pantera desbanca a Michael Jackson del número uno de la lista estadounidense con un disco de metal extremo llamado Far Beyond Driven.
El éxito de Nirvana impulsó la oleada del grunge en los años 1990. P.B. Rage from USA – More Kurt — too rad. Kurt Cobain (primer plano) y Krist Novoselic (al fondo) presentándose en vivo en la ceremonia de los MTV Video Music Awards 1992. CC BY-SA 2.0.

- Surge el stoner rock o rock desértico, fusión de rock psicodélico, hard rock y la música de Black Sabbath; caracterizado por densos riffs de guitarras oscuras y ritmos lentos, utilizando las afinaciones más graves de los instrumentos, contrastado por Melvins y otras bandas americanas provenientes de California como Kyuss (considerados fundadores del estilo), Fu Manchu o Nebula, pero sin llegar a alcanzar el éxito comercial de las bandas de Seattle y del movimiento grunge; el estilo tuvo su continuidad con bandas como Queens of the Stone Age durante la siguiente década.
- Grupos de hard rock y heavy metal con tendencia a incorporar elementos del rock psicodélico y el punk, así como de la cultura de «Serie B», comienzan a popularizarse y triunfar en los Estados Unidos: Monster Magnet, White Zombie, Y Danzig, banda del antiguo líder de The Misfits.
- The Black Crowes contrastan como rara avis en la nueva escena por su propuesta fuertemente retro, influenciada por Faces o The Rolling Stones. A lo largo de los años 1990 desarrollarían más su estilo hacia el concepto de jam-band, entroncando así con un incipiente revival 70s, secundado por la personal propuesta de Blind Melon, quienes desde 1992 conjugan el rock alternativo y ciertos aspectos del grunge con una estética y sonido retro, y seguido en menor medida, Spin Doctors y una nueva hornada de grupos influenciados por Grateful Dead que despuntarían en la segunda mitad de la década, entre ellos, Phish y Blues Traveller.
- Esta tendencia retro hacia sonidos de los años 1970, la confirmarían grupos como Counting Crows o 4 Non Blondes, que saltarían a la fama con sus dos respectivos hits, «Mr. Jones» y «What’s up», temas que sonarían de forma insistente durante el resto de la década en las radiofórmulas, convirtiéndose ambos en temas de referencia de la década.
- El britpop nace en Reino Unido a mediados de los años 1990 como reacción a la creciente popularidad del grunge que invadía las radios locales, de la mano de grupos como Oasis, Blur, Radiohead, Pulp, Suede, The Verve y Placebo. El britpop toma influencia de los géneros madchester, indie, shoegazing, new wave y el rock de los años 1970 y 1960.
- Oasis lanza (What’s the Story) Morning Glory?, su segundo disco, que vendió más de 22 millones de discos en todo el mundo. La banda se volvió muy popular y llegó a realizar dos mega conciertos en Knebworth Park para 125 000 personas cada noche, lo que fue un récord en su país.
- Prodigy, The Chemical Brothers, Fatboy Slim, Apollo 440 y otros artistas de big beat combinan rock con distintos géneros de música electrónica, alcanzando una notable popularidad entre las audiencias rock.
- Surge el pop punk con grupos como The Offspring, Green Day, Blink-182, Rancid y NOFX (procedentes de la escena hardcore punk melódica) principalmente, que se encargan de llevar el punk a un plano menos contracultural y rupturista que el punk original, y musicalmente más limpio y melódico. También el género forma gran parte de la segunda oleada punk.
- Bandas como Redd Kross, Urge Overkill o Jellyfish, reivindican de nuevo la música e imagen de los años 1970, esta vez desde una óptica y sonido cercanos en ocasiones a Cheap Trick o los primeros Kiss, y a melodías beatlerianas arropadas por enérgicas secciones rítmicas tomadas del punk y el hard rock.
- Los años 1990 es también la década en que triunfan solistas, en ocasiones cercanos a la figura del crooner o del cantautor, pero con propuestas marcadamente personales, arriesgadas e iconoclastas, que en muchas ocasiones toman un rumbo fuera del género, como Jeff Buckley, PJ Harvey, Björk o Tori Amos. Un artísticamente renacido Johnny Cash produce sus últimos discos para American Recordings.
- Radiohead publica OK Computer, álbum que según la prensa musical se convierte en su obra cumbre y uno de los más importantes de la década,[122] influyendo en grupos posteriores como Travis, Delirious?, Keane, Muse y Coldplay.
- De la mezcla de grunge, funk y hip hop surge, a mediados de década, el nu metal, estilo muy popular hasta mediados de la siguiente década. Bandas como Korn y Deftones serían los precursores del estilo, que alcanzaría su máxima popularidad con la aparición de bandas como Limp Bizkit o Linkin Park
- Segunda etapa del gothic metal y tercera etapa del gothic rock, encabezado principalmente por la banda alemana Unheilig desde 1999. Se suprimen las voces guturales del death en el metal gótico: Nightwish, Moonspell, Within Temptation y Anabantha fusionan metal gótico con ópera. Comienzan bandas que muestran influencias del metal gótico fusionado con otros géneros como metal alternativo o Doom metal: Epica, Within Temptation, Therion. The 69 Eyes, HIM, Xandria, L’Âme Immortelle, Entwine (1996 – 1998).
- Segunda mitad de la década: nueva ola de rock, llamado en ocasiones action-rock, fusionando hard rock con punk, como reacción a la intelectualidad del grunge y el alternativo, vuelta al rock más básico. El movimiento proviene de Escandinavia principalmente; Turbonegro, Backyard Babies, The Hellacopters, Hardcore Superstar o Gluecifer; sin olvidar la respuesta americana, con Buckcherry o Nashville Pussy. Ello trae consigo un cierto revival del glam rock, y grupos como L.A. Guns o Poison vuelven a girar o editar discos.
- Últimos años 1990, y primera mitad de la nueva década, se populariza el country alternativo o americana, así se llama al nuevo rock estadounidense; country y música de raíces americana fusionado con rock alternativo; Drive-By Truckers, Steve Earle, Lucinda Williams, Son Volt, Wilco o Cracker. Vuelta a las raíces, pero con otro punto de vista más actual, partiendo del legado de Gram Parsons, y cuyas raíces se sitúan generalmente en el grupo Uncle Tupelo.
- Desaparecen los últimos grupos que definieron el rock durante los años 1970. Pink Floyd, líder en el rock psicodélico y progresivo, se termina separando
No Doubt se encuadra principalmente en la década de los años 90, aunque su formación data de mediados de los 80 (1986 en Anaheim, California). Su momento de mayor éxito y relevancia cultural se dio entre 1995 y principios de los 2000, con el lanzamiento del álbum «Tragic Kingdom» (1995), que los catapultó al estrellato internacional gracias a canciones como Don’t Speak, Just a Girl y Spiderwebs.
Musicalmente, No Doubt forma parte de la ola del llamado third wave ska (tercera ola del ska), un movimiento que mezcló ska, punk, pop y new wave, influido por bandas británicas como The Specials y Madness, pero con un sonido más moderno y californiano. A diferencia de otras bandas ska-punk del momento como Sublime o Reel Big Fish, No Doubt introdujo elementos de pop melódico, sintetizadores y una presencia escénica muy marcada por Gwen Stefani, su carismática vocalista.
Culturalmente, No Doubt se inscribe en la estética post-grunge y alternativa de los 90, con un enfoque más colorido, urbano y ecléctico. Gwen Stefani se convirtió en un ícono de estilo y empoderamiento femenino, combinando rebeldía punk con sensibilidad pop, algo muy visible en el videoclip de Just a Girl o en las baladas introspectivas de Tragic Kingdom.
A lo largo de los 2000, la banda experimentó con otros géneros como el reggae, el dancehall y el synthpop, y aunque su popularidad disminuyó, siguieron siendo una referencia importante. Gwen Stefani inició una exitosa carrera solista mientras la banda entraba en pausa.
En resumen, No Doubt pertenece claramente a la década de los 90, dentro del rock alternativo, ska-pop y la estética juvenil californiana de la época. Representan una versión festiva, crítica y personal del rock alternativo, con una identidad muy marcada tanto musical como visualmente.
Años 2000
La década de 2000: El rock en la era digital y el retorno de lo indie
Los años 2000 marcaron el inicio de una nueva etapa para el rock, no tanto por una revolución sonora como por una transformación estructural. Fue una década atravesada por la irrupción definitiva de internet, por la fragmentación cultural, por el declive del formato físico y por la emergencia de una nueva generación de oyentes que accedía a la música de forma completamente distinta. En este escenario cambiante, el rock sobrevivió, mutó y, en muchos casos, resurgió desde los márgenes con nuevas formas, lejos ya del dominio absoluto que había ostentado en décadas anteriores.
El cambio tecnológico fue el telón de fondo de toda la década. La caída de las grandes discográficas tradicionales, el auge de la piratería digital, la aparición de plataformas como Napster, MySpace y más adelante YouTube, alteraron radicalmente el circuito de distribución y descubrimiento musical. Ahora, los grupos ya no necesitaban un contrato discográfico para llegar a su público: bastaba con colgar una canción en la red y esperar que el boca a boca hiciera su trabajo. En este nuevo ecosistema, el rock encontró vías de supervivencia y renovación, sobre todo en la escena indie, que se convirtió en el gran motor creativo del periodo.
El rock alternativo e independiente vivió una verdadera edad de oro, con el surgimiento de bandas que marcaron a toda una generación. En Estados Unidos, nombres como The Strokes, The White Stripes, Interpol, Yeah Yeah Yeahs o TV on the Radio recuperaron la inmediatez del rock clásico, pero con una estética urbana, moderna y minimalista. Is This It (2001) de The Strokes fue un disco definitorio: repleto de guitarras crudas, producción lo-fi y actitud despreocupada, se convirtió en el punto de partida de un nuevo canon musical. Por su parte, The White Stripes, con su fórmula de dúo ruidoso y blues primitivo, demostraron que menos era más en plena era digital.
En el Reino Unido, el fenómeno fue similar. Bandas como Arctic Monkeys, Franz Ferdinand, Bloc Party y Kaiser Chiefs protagonizaron el llamado post-punk revival, una corriente que reactivó los sonidos de los años 80 con energía renovada y un enfoque bailable. Arctic Monkeys, especialmente, rompieron moldes al alcanzar la fama masiva desde internet, subiendo maquetas a foros y redes antes incluso de firmar con un sello. Fue un símbolo claro de que los tiempos habían cambiado, y de que la relación entre artista y audiencia ya no dependía de los canales tradicionales.
Esta década también fue testigo de la consolidación de bandas que habían surgido en los 90 y que alcanzaron su madurez creativa en los 2000. Radiohead, con discos como Kid A (2000) y In Rainbows (2007), exploró terrenos electrónicos, experimentales y desafiantes, sin perder su esencia ni su impacto. De hecho, In Rainbows fue un hito al ofrecerse inicialmente bajo un modelo de “paga lo que quieras”, lo que demostró que la industria estaba dispuesta —o al menos forzada— a reinventarse.
En paralelo, el pop punk y el emo vivieron un auge sin precedentes entre el público adolescente. Bandas como My Chemical Romance, Fall Out Boy, Paramore o Panic! at the Disco llenaron estadios y dominaron las listas con un estilo dramático, emocional y teatral, que combinaba melodías pegadizas con una estética oscura y letras sobre el dolor, la alienación y la identidad. Este subgénero, aunque a menudo vilipendiado por la crítica, fue decisivo para conectar con una generación marcada por la ansiedad y el aislamiento de la era digital temprana.
El nu metal, heredero directo del cruce entre rock y rap iniciado en los 90, alcanzó su máxima popularidad con grupos como Linkin Park, System of a Down, Slipknot o Evanescence. Su estilo intenso, agresivo y emocional conectó con millones de jóvenes, aunque su impacto se fue diluyendo hacia finales de la década. En su lugar, otros estilos más técnicos o atmosféricos, como el post-rock o el metal progresivo moderno, comenzaron a ganar espacio con bandas como Explosions in the Sky, Mogwai o Tool.
La escena indie folk también tuvo un auge inesperado, con propuestas más introspectivas y acústicas. Artistas como Bon Iver, Fleet Foxes, Iron & Wine o Sufjan Stevens ofrecieron una alternativa más íntima y melancólica al ruido de las guitarras eléctricas, con un enfoque artesanal y espiritual. A pesar de su aparente alejamiento del rock tradicional, estas propuestas mantenían su espíritu desde la honestidad y la narrativa personal.
En cuanto al rock latino, los años 2000 consolidaron figuras que ya venían creciendo desde los 90. Café Tacuba, Zoé, Babasónicos, La Ley o Los Bunkers alcanzaron gran repercusión dentro y fuera de sus países. En España, el rock vivió una década más diversa y ecléctica, con la expansión del indie nacional —Vetusta Morla, Love of Lesbian, Lori Meyers— y la supervivencia de bandas veteranas en nuevos formatos.
A finales de la década, la aparición de Spotify (2008) y otras plataformas de streaming transformó definitivamente el modelo de consumo musical. El álbum comenzaba a ceder terreno frente a la canción individual, y el algoritmo sustituía a la radio como prescriptor de tendencias. En este nuevo paradigma, el rock perdía algo de presencia frente al auge del pop, el hip hop y la electrónica, pero mantenía viva su llama gracias a la diversidad de propuestas, la fidelidad de sus seguidores y su capacidad de adaptarse a nuevos tiempos.
En definitiva, los años 2000 fueron la década de la democratización digital, del retorno a lo alternativo y de una creatividad fragmentada pero rica. El rock ya no lideraba la cultura popular como en décadas anteriores, pero seguía siendo relevante, con múltiples voces y estilos que desafiaban la homogeneidad. Fue el inicio de una nueva era, más horizontal, más abierta y más incierta, donde el futuro del rock ya no dependía de las grandes masas, sino de la conexión íntima entre artista y oyente.
- Aunque el rap metal tuvo su éxito durante la década de 1990, con bandas como Rage Against The Machine, su verdadero éxito fue al comienzo del milenio con bandas como Linkin Park que lanzó su primer álbum Hybrid Theory, además se convirtió en el álbum debut más vendido de la década. Limp Bizkit que lanzó Chocolate Starfish and the Hotdog Flavored Water, Papa Roach, Deftones, Korn, y Slipknot con su álbum homónimo.
- Auge del metalcore y deathcore, con bandas como As I Lay Dying, Killswitch Engage y Shadows Fall como principales exponentes. Tras las fusiones entre géneros que se dieron en la década de 1990, el rock vuelve a su concepto más básico en el 2000 como garage rock o garage rock revival, con influencias y enfoque alternativos, con grupos como The Strokes, The Sounds, Yeah Yeah Yeahs, The White Stripes, The Black Keys, The Libertines, The Vines, The Hives, Kings of Leon, BRMC, entre otros.
- La nueva ola del post-grunge; con grupos como Audioslave, 12 Stones, Three Days Grace, Seether, Taproot.
- Sigue la oleada del pop punk entre 2000 y 2005 con bandas como The Offspring, Green Day, Blink-182, Sum 41, NOFX, entre otros.
- En el deathcore se destacan Job for a Cowboy, Despised Icon y As Blood Runs Black.
- En el plano del rock alternativo destacan Muse, Placebo, The Smashing Pumpkins, Radiohead, Linkin Park, Keane, Coldplay, Foo Fighters, Green Day, Evanescence e Incubus.
- En 2001 aparece el segundo álbum de System of a Down, Toxicity, que tuvo mucho éxito en la industria musical.
- En el año 2005 la banda californiana Green Day da su más grande concierto en Milton Keynes, el concierto más grande en la historia del punk rock.
- Queens of the Stone Age continúan durante la nueva época el legado stoner rock de Kyuss, añadiéndole otros matices, instrumentación y estructuras a algo que definen como Robot Rock.
- En Reino Unido, The Libertines reinventa el britpop, dándole un tinte menos comercial que el de bandas como Oasis o Blur. Con letras más autodestructivas, pero sin variar demasiado la fórmula de las bandas anteriores, logran ser una banda de culto, a la vez que abren el camino a bandas como Franz Ferdinand, Boy Kill Boy, Bloc Party, Arctic Monkeys, Kasabian, Maxïmo Park, y Kaiser Chiefs. Otras bandas de post punk revival, como Mando Diao (Suecia), actualizan el legado del post-punk y del britpop.
- Las principales bandas de hard rock y heavy metal vuelven a su sonido clásico de los años 1980, luego de largas etapas de experimentación con sonidos típicos de los años 1990.
El nu metal tuvo su apogeo a principios de la década. Linkin Park fue el grupo más exitoso con más de 60 millones de discos vendidos.Linkin Park en 2024. De izquierda a derecha: Dave Farrell, Brad Delson, Joe Hahn, Emily Armstrong, Colin Brittain y Mike Shinoda. Foto: James Minchin III (rights holder), CeriRoberts (Warner Records representative) – ticket. CC BY-SA 4.0.

- Surgen bandas de indie rock, post punk revival, otras ramas de la nueva ola (post-punk), (new wave) como The Strokes, The Killers y The Bravery (entre las que ha habido rivalidades), Franz Ferdinand, Vampire Weekend y Arctic Monkeys (indie), Arcade Fire e Interpol (1998-presente) de post punk revival, banda cuyo estilo oscuro ha sido comparado con el de Joy Division, Interpol es una de las pioneras y más influyentes bandas del post punk revival.
- En los Estados Unidos grupos como LCD Soundsystem, !!! o The Rapture adaptarían la parte más bailable del género dando lugar al dance punk y al dance rock con bandas como Panic! at the Disco.
- En 2007 el solo de la canción Blackbird de la banda Alter Bridge fue nombrado el mejor solo de todos los tiempos por la revista Guitar Magazine.
En 2007 el álbum debut de Klaxons, Myths of the Near Future, lanzado el 29 de enero del 2007 da paso al nuevo género llamado new rave, en los que también hay grupos como Datarock, Hot Chip y Cansei de Ser Sexy. El estilo denota la influencia del rock de la década de 2000 con parte de la cultura rave (electrónica) de los años 1990, la etiqueta de new rave se le aplica frecuentemente y tal vez erróneamente a grupos con influencias electrónicas. - Muse se consagra en Europa con su mezcla de rock alternativo con música clásica y toques progresivos, con giras alrededor de todo el mundo presentando sus discos Absolution (2003) y Black Holes and Revelations (2006), dando dos shows agotados en el nuevo estadio de Wembley en Londres presentando este último.
- La tradicional figura del cantautor iconoclasta en el rock tiene su continuidad con el éxito de Antony and the Johnsons y su disco I am a bird now, mientras Rufus Wainwright sorprende en sucesivas entregas con su estilo personal que recuerda en su tonalidad vocal a Jeff Buckley, practicando ambos músicos diversas fusiones estilísticas que enlazan con el trabajo a caballo entre rock y lírica de artistas como Lou Reed, mientras Mark Lanegan continúa con su sonido profundo e introspectivo tras la disolución de Screamin’ Trees.
- The Darkness, The Answer y Airbourne vuelven a poner en el primer plano de actualidad la esencia del hard rock con una gran atención a la puesta en escena, guitarras energéticas y cuidadas, diversión como leit-motiv principal, e incluso voces en falsete. Por su parte, Velvet Revolver suman al género la influencia del post-grunge y el grunge, debido a que su exvocalista era procedente de la banda de grunge Stone Temple Pilots.
- Wolfmother y Jet cosechan éxitos de audiencia con su hard rock de impronta retro.
- Tanto la banda Scissor Sisters como el solista Mika fusionan el pop rock con el funk y la música disco de corte retro, cosechando un notable éxito.
- El rock progresivo y el rock experimental consiguen un relativo auge gracias a grupos como Porcupine Tree y The Mars Volta, este último es el más notable por sus influencias de punk rock, jazz fusión, funk, dándole toques psicodélicos del rock de los años 1960 y 1970 como los de Jimi Hendrix y Carlos Santana. El metal progresivo crece en popularidad gracias a bandas como Ayreon, Dream Theater, Mastodon, Opeth, Pain of Salvation, Riverside, Symphony X y Tool.
- Avenged Sevenfold, DevilDriver, Disturbed, Lamb of God, Machine Head y Trivium son algunas de las bandas que forman parte del movimiento conocido como NWOAHM (nueva ola de heavy metal estadounidense).
- Las bandas de rock más populares del siglo xx regresan, aunque la mayoría como solistas o en pequeñas reuniones. El evento Live 8 permitió el último regreso de bandas como Pink Floyd. Led Zeppelin se reúne en un concierto luego de casi 25 años de su separación, mientras que Queen se une con Paul Rodgers para formar Queen+Paul Rodgers. Roger Waters, bajista de Pink Floyd, realiza un el Dark Side of the Moon World Tour y posteriormente regresa para conmemorar los 30 años de The Wall con The Wall Live. Bandas como Oasis y R.E.M. se separan, y otras como The Police se reúnen. John Fogerty realiza un tour con las canciones de Creedence Clearwater Revival.
- Algunas de las bandas de la vieja escuela continuaron publicando álbumes de estudio y realizando giras mundiales como AC/DC con Black Ice; Aerosmith con Just Push Play, Honkin’ on Bobo y Music from Another Dimension!; Iron Maiden con Dance of Death, A Matter of Life and Death y The Final Frontier; o Def Leppard con X y Songs from the Sparkle Lounge, entre otros.
Años 2010 en adelante
De 2010 hasta hoy: El rock en la era de la posmodernidad musical
Desde la década de 2010 hasta nuestros días, el rock ha experimentado una etapa de redefinición profunda. Lejos del papel central que ocupó durante décadas en la cultura popular, hoy vive en una especie de segundo plano mediático, pero con una vitalidad subterránea innegable. El rock ya no es el motor principal de la música contemporánea —ese lugar lo ocupan hoy el pop urbano, el trap, el reguetón o el hip hop—, pero sigue vivo, adaptándose, hibridándose y resistiendo como un lenguaje capaz de reinventarse. En este nuevo panorama, su relevancia ya no se mide por números masivos, sino por la profundidad de su arraigo y la diversidad de sus expresiones.
Durante la década de 2010, una de las claves ha sido la disolución de los géneros. En plena era del streaming, donde el acceso es instantáneo y la curaduría algorítmica reemplazó a las radios y a la crítica musical, las fronteras estilísticas se volvieron difusas. El rock comenzó a mezclarse abiertamente con lo electrónico, el pop alternativo, el folk digital y el hip hop. En este contexto, bandas como Tame Impala, Arctic Monkeys, Foals, The 1975 o Imagine Dragons ofrecieron propuestas que partían del rock pero lo reformulaban desde nuevas estéticas. Tame Impala, por ejemplo, con su mezcla de psicodelia, sintetizadores y sensibilidad pop, se convirtió en una de las voces más influyentes de la década, a pesar de que su música muchas veces desborda el molde tradicional del rock.
En paralelo, asistimos a un retorno nostálgico por parte de muchas bandas y oyentes. La revalorización del rock clásico, del grunge o del post-punk generó una oleada de reediciones, documentales y reuniones de grupos emblemáticos. También aparecieron nuevas bandas que imitaban deliberadamente los estilos del pasado, como Greta Van Fleet, con claras influencias de Led Zeppelin, o grupos de garage rock como IDLES y Fontaines D.C., que revivieron la furia post-punk con un enfoque social y político acorde a los tiempos actuales. Esta recuperación no fue una simple copia: muchos de estos grupos buscaron resignificar el legado del rock desde el presente, con una mirada crítica y contemporánea.
El rock femenino y queer ganó una presencia y visibilidad sin precedentes. Artistas como St. Vincent, Phoebe Bridgers, Julien Baker, Mitski, Courtney Barnett o Sharon Van Etten renovaron el panorama con una sensibilidad lírica profunda, paisajes sonoros ricos y una actitud que desmonta estereotipos de género dentro del rock. La escena dejó de ser territorio exclusivo de hombres blancos con guitarras eléctricas para abrirse a nuevas voces, más diversas, más honestas, más plurales.
Al mismo tiempo, el rock latinoamericano y español encontró nuevas formas de expresión. En México, Argentina, Colombia o Chile, muchas bandas de la generación anterior siguieron activas mientras emergían nuevos proyectos indie o alternativos con fuerte presencia en festivales y redes. En España, el llamado nuevo pop-rock alternativo, con grupos como Vetusta Morla, IZAL, Love of Lesbian o Leon Benavente, capturó a una audiencia intermedia entre lo masivo y lo indie, con letras existenciales y sonidos trabajados.
Uno de los cambios más profundos de esta etapa ha sido el desplazamiento del álbum como unidad central. En la era del streaming, dominada por listas de reproducción y lanzamientos constantes, la estructura clásica del LP ha perdido peso frente al sencillo digital. Esto ha obligado a los artistas de rock a repensar su manera de producir, lanzando a menudo singles sueltos, EPs o colaboraciones fuera del marco de un disco tradicional. Sin embargo, muchos músicos han reivindicado el álbum como espacio de coherencia y exploración artística, manteniéndolo vivo como formato narrativo, aunque ya no hegemónico.
La pandemia del COVID-19 también dejó su marca. Entre 2020 y 2021, la cancelación global de conciertos puso en pausa una de las piedras angulares del rock: la experiencia en vivo. Sin embargo, surgieron nuevas formas de conexión: directos por streaming, conciertos virtuales, discos caseros, colaboraciones remotas. En ese contexto, muchos artistas encontraron nuevas maneras de crear y compartir, y el público redescubrió el poder íntimo de la música en momentos de aislamiento.
A partir de 2022 y hasta hoy, la situación ha ido estabilizándose. Los grandes festivales han regresado, las giras mundiales de bandas veteranas (como The Rolling Stones, Red Hot Chili Peppers, Arctic Monkeys, Metallica o Foo Fighters) llenan estadios, y también emergen jóvenes artistas que reafirman el valor de las guitarras y la distorsión. Al mismo tiempo, se consolida la idea de que el rock ya no necesita dominar el mundo para seguir siendo culturalmente relevante. Ha pasado de ser la corriente principal a convertirse en un lenguaje lateral, más libre, más maduro y con mayor variedad de voces.
En resumen, desde 2010 hasta hoy, el rock ha aprendido a vivir fuera del centro, pero sin desaparecer. Ha abandonado la lucha por el protagonismo y se ha asentado como una forma de expresión más, poderosa, evocadora, cargada de historia pero abierta al futuro. En un mundo saturado de estímulos, el rock ya no grita para imponerse, pero sigue hablando con fuerza a quienes deciden escucharlo con atención. No es el ruido dominante de la calle, pero sí sigue siendo el latido profundo de muchas almas que encuentran en él un lugar de pertenencia, emoción y libertad.
Durante la década de 2010, el rock perdió su posición de género de música popular más importante frente a estilos como la música electrónica y, especialmente, el hip hop, que hacia 2017 ya era el género más consumido en Estados Unidos. (123) (124) (125) Entre las principales explicaciones a este fenómeno se citó el cambio de enfoque en la creación musical que causaron el auge del streaming y los nuevos avances tecnológicos. (126) Ken Partridge, del sitio web Genius, sugirió que el hip hop se volvió más popular porque es más transformador y no necesita depender de sonidos del pasado y que existe una conexión directa entre el estancamiento del rock y el cambio de actitudes sociales durante la década. (124) En un artículo de opinión para The New York Times, en 2016 Bill Flanagan comparó el estado del rock de este período con el del jazz a inicios de la década de 1980, que «disminuyó la velocidad y miró hacia atrás». (127)
Del sonido a la imagen: el impacto de la radio y la televisión en la industria musical, y en especial el videoclip en la promoción de grupos musicales
La radio y la televisión han sido elementos fundamentales en la transformación de la música en un fenómeno de masas durante el siglo XX. Su impacto en la promoción de los grupos musicales no solo facilitó la difusión global de nuevos sonidos y estilos, sino que también redefinió la manera en que los artistas se relacionan con el público, dando lugar a una nueva forma de comunicación cultural basada en la inmediatez, la imagen y la repetición mediática.
En primer lugar, la radio permitió por primera vez que una canción pudiera ser escuchada simultáneamente por millones de personas en diferentes lugares. Esto rompió las barreras geográficas del mercado musical y generó un consumo masivo e instantáneo. Las emisoras de radio se convirtieron en plataformas clave para el lanzamiento de sencillos y la consolidación de carreras artísticas. Desde Elvis Presley hasta The Beatles, pasando por artistas del soul, el pop o el rock, la radio funcionó como una herramienta democratizadora que conectaba al oyente con nuevos ídolos a través de un medio accesible y constante.
Con la llegada de la televisión, el impacto de la música se amplificó aún más al añadir el componente visual. A partir de los años cincuenta y sesenta, programas como The Ed Sullivan Show ofrecieron escenarios mediáticos donde los artistas no solo eran escuchados, sino también vistos. Esto convirtió la imagen, la actitud corporal, el vestuario y la estética en elementos esenciales del éxito musical. La televisión no solo difundía la música, sino que contribuía a construir mitologías alrededor de los artistas, transformándolos en iconos culturales y sociales.
La consolidación definitiva del componente visual llegó con el videoclip, un formato que emergió con fuerza en los años setenta y que alcanzó su máximo esplendor en los ochenta con el nacimiento de canales especializados como MTV. El videoclip dejó de ser un mero soporte promocional para convertirse en una forma de arte en sí misma, donde la música, la narrativa audiovisual, la estética, la coreografía y la tecnología se fundían en una obra compacta de pocos minutos. Artistas como Michael Jackson, Madonna, Peter Gabriel o Björk supieron explotar el videoclip no solo para difundir su música, sino para reforzar su identidad artística y su discurso visual.
Este formato permitió una relación emocional más intensa con el público, al asociar una canción a una experiencia visual concreta, cargada de simbolismo y estilo. El videoclip no solo vendía discos, sino que generaba tendencias culturales, moda, actitudes y debates. Además, ofrecía a los artistas la posibilidad de reinterpretar o enriquecer el sentido de sus canciones, convirtiéndolo en un campo de experimentación estética y narrativa.
En resumen, la radio y la televisión han sido vehículos decisivos para el desarrollo y expansión de la música popular moderna. Han transformado a los músicos en figuras públicas globales, y al oyente en espectador activo. Dentro de ese proceso, el videoclip ha sido la culminación de la unión entre música e imagen, no solo como herramienta promocional, sino como espacio creativo que ha redefinido el modo de consumir y comprender la música en la era contemporánea.
Impacto social
Los distintos géneros del rock fueron adoptados y esenciales para la identidad de diversas subculturas. En las décadas de 1950 y 1960, respectivamente, los jóvenes británicos adoptaron las subculturas Teddy boys y Rocker, ambas centradas en el rock and roll de Estados Unidos. La contracultura de la década de 1960 estaba muy relacionada con el rock psicodélico. La subcultura punk de mediados de la década de 1970 comenzó en los Estados Unidos y Gran Bretaña casi simultáneamente y tomó una imagen distintiva creada por la diseñadora Vivienne Westwood que se popularizó en todo el mundo. Desde la escena punk, las subculturas Emo y Gótica crecieron presentando sus estilos visuales propios.
El Festival de Woodstock de 1969 fue visto como una celebración del estilo de vida contracultural. Foto: Derek Redmond and Paul Campbell. CC BY-SA 3.0.
Cuando una cultura internacional del rock se ha desarrollado, consiguió destronar al cine como la mayor influencia en la moda. Los seguidores de la música rock usualmente desconfiaron del mundo de la moda, al que usualmente han visto como una exageración de la importancia de la imagen a costa del contenido. La moda del rock ha sido considerada una combinación de culturas y periodos distintos, así como una expresión de visiones divergentes sobre la sexualidad y el género, y la música rock en general ha sido vista y criticada por facilitar una mayor libertad sexual. El rock también ha sido asociado con varias formas de uso de drogas, incluyendo los estimulantes consumidos por algunos mods en los inicios y mediados de la década de 1960, por el LSD relacionado con el rock psicodélico al final de los años 1960 e inicios de los 1970; y ocasionalmente la marihuana, cocaína y heroína, todas elogiadas en las canciones.
El rock ha recibido crédito por cambiar las actitudes raciales al abrir la cultura afrodescendiente a una audiencia más amplia; pero también ha sido acusado de apropiarse y explotar esa cultura. Mientras que el rock ha absorbido muchas influencias e introdujo al público occidental a tradiciones musicales distintas, su popularidad a nivel mundial ha sido interpretada como una forma de imperialismo cultural. El rock tomó la tradición folclórica de la música protesta, haciendo declaraciones políticas sobre temas como la guerra, la religión, la pobreza, los derechos humanos, la justicia y el medio ambiente. El activismo político alcanzó su punto máximo con el sencillo «Do They Know It’s Christmas?» («¿Saben ellos que es Navidad?», de 1984) y el concierto Live Aid para Etiopía en 1985, que mientras concientizaron con éxito sobre la pobreza y el altruismo, también han sido criticados (junto con otros eventos similares), por dar una plataforma para mejorar el prestigio propio y proporcionar mayores ganancias para los intérpretes involucrados.
Desde sus inicios tempranos, la música rock ha sido asociada con la rebelión contra las normas sociales y políticas, lo cual era más obvio en el rechazo en el rock and roll temprano hacia la cultura dominada por los adultos. El rechazo de la contracultura hacia el consumismo y el conformismo y el rechazo del punk hacia todas las formas de convención social, pueden ser vistos como una forma de explotación comercial de estas ideas y una forma de distraer a la juventud de la acción política, social y ambiental.
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