Las Bucólicas (en latín Bucolica, también conocidas como Églogas, Eclogae) constituyen la primera de las grandes obras del poeta romano Virgilio.
Publio Virgilio Marón (Virgilio, 70 a. C.-Brundisium, 19 a. C.), más conocido por su nomen Virgilio, fue un poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas. En la obra de Dante Alighieri la Divina comedia aparece como su guía a través del Infierno y del Purgatorio.
Formado en las escuelas de Mantua, Cremona, Milán, Roma y Nápoles, se mantuvo siempre en contacto con los círculos culturales más notables. Estudió filosofía, matemáticas y retórica, y se interesó por la astrología, medicina, zoología y botánica. De una primera etapa influido por el epicureísmo, evolucionó hacia un platonismo místico, por lo que su producción se considera una de las más perfectas síntesis de las corrientes espirituales de Roma.
Fue el creador de una grandiosa obra en la que se muestra como un fiel reflejo del hombre de su época, con sus ilusiones y sus sufrimientos, a través de una forma de gran perfección estilística.
Roma conoció la poesía bucólica (del griego βουκολική ἀοιδή, «canto de pastores»), según parece, por las ediciones que se hicieron a lo largo del siglo I a. C. de los Idilios (del griego εἰδύλλιον, «pequeño poema») de Teócrito, varios de los cuales tenían este carácter pastoril. Teócrito había nacido en Siracusa (Sicilia), hacia 310 a. C. y había marchado en torno a 275 a. C. a Alejandría, que Ptolomeo II Filadelfo estaba convirtiendo en un centro fundamental de cultura y arte. Allí entró en contacto con otros poetas, especialmente con Calímaco y Apolonio de Rodas, con quienes compartió el amor por lo pequeño, refinado y nuevo. No se sabe gran cosa de los orígenes o precedentes de esta poesía pastoril, ni se sabía tampoco en época del propio Teócrito, lo que lo deja en una posición de creador o, al menos, recreador del género.
Virgilio había sentido siempre profunda admiración por los poetas alejandrinos del siglo III a. C. La que profesó por Teócrito se manifiesta en las múltiples ocasiones en que se inspira en él para sus Bucólicas. De las propias afirmaciones de Virgilio se deduce que fue incitado a la composición de estos poemas por Cayo Asinio Polión, quien parece haber contribuido a que se solucionara el problema de la confiscación de las tierras que pertenecían al padre del poeta.
Virgilio había sentido siempre profunda admiración por los poetas alejandrinos del siglo III a. C. La que profesó por Teócrito se manifiesta en las múltiples ocasiones en que se inspira en él para sus Bucólicas. De las propias afirmaciones de Virgilio se deduce que fue incitado a la composición de estos poemas por Cayo Asinio Polión, quien parece haber contribuido a que se solucionara el problema de la confiscación de las tierras que pertenecían al padre del poeta.
Son diez poemas de entre 63 y 111 versos. En general se consideran escritos entre los años 41 y 37 a. C., si bien hay alguna propuesta de rebajar la fecha de su publicación definitiva hasta el 35. El orden de la colección no se corresponde con el de composición. A la hora de preparar la publicación, Virgilio reordenó el material con criterios puramente estéticos. El metro empleado es el hexámetro dactílico, que será también el de toda la producción virgiliana posterior.
Edición de la Biblioteca Apostolica Vaticana, Vaticanus Palatinus lat. 1632, fol. 3r., 1473/1474. (Creative Commons).
«En pleno cielo pacerán los ciervos;desnudo al pez en el playón las olaspodrán abandonar; podrán las gentestrocar en los destierros sus fronteras,y beberán del Tigris los Germanosy los Partos del Áraris – mas nuncase borrará aquel rostro de mi pecho.»(Égloga I, habla Titiro)
En pleno cielo pacerán los ciervos; desnudo al pez en el playón las olas podrán abandonar; podrán las gentes trocar en los destierros sus fronteras, y beberán del Tigris los Germanos y los Partos del Áraris – mas nunca se borrará aquel rostro de mi pecho.Roma conoció la poesía bucólica (del griego βουκολική ἀοιδή, «canto de pastores»), según parece, por las ediciones que se hicieron a lo largo del siglo I A.C . de los Idilios (del griego εἰδύλλιον, «pequeño poema») de Teócrito, varios de los cuales tenían este carácter pastoril. Teócrito había nacido en Siracusa (Sicilia), hacia 310 a. C. y había marchado en torno a 275 a. C. a Alejandría, que Ptolomeo II Filadelfo estaba convirtiendo en un centro fundamental de cultura y arte. Allí entró en contacto con otros poetas, especialmente con Calímaco y Apolonio de Rodas, con quienes compartió el amor por lo pequeño, refinado y nuevo. No se sabe gran cosa de los orígenes o precedentes de esta poesía pastoril, ni se sabía tampoco en época del propio Teócrito, lo que lo deja en una posición de creador o, al menos, recreador del género.
Virgilio había sentido siempre profunda admiración por los poetas alejandrinos del siglo III ad C. La que profesó por Teócrito se manifiesta en las múltiples ocasiones en que se inspira en él para sus Bucólicas. De las propias afirmaciones de Virgilio se deduce que fue incitado a la composición de estos poemas por Gayo Asinio Polión, quien parece haber contribuido a que se solucionara el problema de la confiscación de las tierras que pertenecían al padre del poeta.
Son diez poemas de entre 63 y 111 versos. En general se consideran escritos entre los años 41 y 37 a. C., si bien hay alguna propuesta de rebajar la fecha de su publicación definitiva hasta el 35. El orden de la colección no se corresponde con el de composición. A la hora de preparar la publicación, Virgilio reordenó el material con criterios puramente estéticos. El metro empleado es el hexámetro dactílico, que será también el de toda la producción virgiliana posterior.
Las Bucólicas, las Geórgicas y la Eneida
Este manuscrito del siglo XV, conocido como el Virgilio Riccardiano, incluye el texto de las tres obras que todavía sobreviven del gran poeta romano Virgilio: las Bucólicas, las Geórgicasy la Eneida. Además, contiene 88 pinturas en miniatura en el margen inferior de muchas de las hojas de vitela. Las miniaturas (86 en la Eneida y otras dos, una en las Bucólicas y otra en las Geórgicas) se atribuyen al artista florentino Apollonio di Giovanni y a su taller. Aquellas que ilustran la historia de Eneas reflejan la influencia de Benozzo Gozzoli, quien en 1459 completó una serie de frescos en la Capilla de los reyes magos en el Palacio Médici Riccardi de Florencia. La influencia de los acontecimientos contemporáneos, en particular el Concilio de Florencia de 1439 (en el que una gran delegación griega trabajó con obispos occidentales para tratar de resolver las diferencias doctrinales y poner fin al cisma entre la ortodoxia oriental y Roma) y la caída de Bizancio en el año 1453, pueden verse en las pinturas en miniatura, sobre todo en los trajes orientales de muchas de las figuras representadas en la Eneida.
Estos dibujos deslumbrantes de las vestiduras, resaltadas en dorado, púrpura y rojo, con el fondo arquitectónico de la ciudad de Florencia, conforman algunas de las iluminaciones más bellas de la época. En las Bucólicas y las Geórgicas hay una pintura en miniatura por cada texto y, en todo el volumen, hay numerosas iniciales decoradas de varios tamaños, diseñadas con motivos de ramas y vides. En el manuscrito aparecen varios dibujos incompletos sin colorear. De las 88 miniaturas, 19 solo están parcialmente coloreadas o son dibujos en espera de ser iluminados. Estas ilustraciones terminadas en parte ofrecen una ventana a los métodos del artista y a una mejor comprensión del proceso de creación de imágenes iluminadas.
Fuente: Biblioteca Gonzalo de Berceo.