Es imposible medir el impacto literario de Gonzalo de Berceo, el gran poeta religiosa del Siglo XIII. No sólo estableció el modelo del verso poético en España, lo que se usaría durante muchos años después de su muerte, pero también añadió al buen establecido “culto mariano” en España con su poema Milagros de nuestra señora. Aunque el contenido del poema no es original (Berceo copió un libro latino como modelo literario), se considera este poema didáctico ser importante históricamente porque, entre muchas razones, es un testimonio de la intensidad religiosa de España en el principio del siglo XIII. En los Milagros, Berceo usa detalles pintorescos y un tono muy persuasivo para enseñar la gente común de la benevolencia de la Virgen María. Para captar las imaginaciones de sus oyentes y ganar su propósito, Berceo escribió sobre 25 milagros de la Virgen María, los que hacen hincapié en su carácter compasivo. Además, especialmente en la introducción del poema, Berceo emplea metáforas extendidas y simbolismo bonito para representar la Virgen en formas múltiples y agradables. Por un análisis de los representaciones de la Virgen utilizados por Berceo en Milagros de Nuestra Señora, con un énfasis en la introducción del poema, se puede acercarse a un entendimiento mejor de la multiplicidad no sólo de la Virgen, pero de Berceo, también.
Antes de un análisis de los Milagros, es importante discutir la vida del poeta. Gonzalo de Berceo, “el primer poeta español de nombre conocido”, nació hacia el año 1195 en la región de La Rioja, España y murió aproximadamente en 1264 (Sánchez-Romeralo 41). Berceo fue educado desde su niñez en el monasterio de San Millán de la Cogolla, y después de su estudias, llegó a ser monje del mismo monasterio (Sánchez-Romeralo 40). Aunque no existe mucha información recordada de la vida de Berceo, hay unos documentos conservados en los archivos de San Millán que revelan unos hechos importantes de su vida (Mount 3). Según estos documentos, durante su tiempo en el monasterio Berceo ganó los títulos de diácono y sacerdote supremo del monasterio; dos títulos que confirmen que Berceo se había comprometido completamente al causa Cristiana (Mount 3).
La devoción de Berceo no es una sorpresa cuando se considera unos de sus poemas, Milagros de Nuestra Señora, Loores de Nuestra Señora, y El duelo de la Virgen por ejemplo, y el estilo literario que Berceo utilizó cuando las escribió (Mount 3). Con respeto al estilo, Berceo es considerado uno de los poetas “más notable de los que usaron…la nueva forma poética llamada “mester de clerecía” (Sánchez-Romeralo 41). La poesía de estos autores fue fundamentalmente didáctica y usualmente llegó desde los monasterios y las primeras universidades de España (Mount 1). En general, los temas de estos poemas eran religiosos y tenían el propósito explícito de enseñar de la gracia de Dios, Jesucristo, o la Virgen, Santa María. Para la composición de sus versos, las poetas españolas como Bercero imitaron el modelo estilístico establecido por los franceses (Sánchez-Romeralo 41). El verso popular del día fue nombrado “alejandrino”: “estrofas de cuatro versos de catorce sílabas, con la misma rima consonante en cada estrofa”, y Berceo utilizó esta forma cuando escribió los Milagros (Sánchez-Romeralo 40).
Aunque son importantes estos cambios poéticas adoptados por los Españoles, no fueron los cambios más significantes de la época. El siglo XIII fue una época marcada por grandes cambios en España, cambios que desarrollaron España en una país muy diferente de la España del siglo anterior. Primero, hubo la reconquista de la mayoría de la tierra Española por los cristianos, con grandes victorias en Córdoba (1236) y Sevilla (1264). Estas victorias fueron importantes con respeto a Berceo porque significan la expansión de la fe cristiano y la creación de más obras religiosas.
También, esta expansión tenía un gran impacto en el número de peregrinos que pasaron por La Rioja y el monasterio de San Millán en ruta al Santiago de Compostela en Galicia (Mount 14). Como nota el erudito Richard T. Mount, es posible que Milagros de Nuestra Señora fueran escritos para entretener los peregrinos que pasaron por el pueblo:
The reader…will note not only the importance of the concept of pilgrimage in the work but also the orality of the text. The fact that the work was written to be read or recited…for an audience of religious pilgrims explains to a large degree both the motivation for the work’s composition as well as the nature of its presentation (Mount 14).
En general, los peregrinos que pasaron por el Camino de Santiago buscaban una manera acercarse a Dios y sus seguidores. Como propone Mount, los Milagros “were probably read or recited…to entice [these pilgrims] to go to San Millán to pay homage to the Blessed Mother”, como otra manera de acercándose a Dios y obteniendo paz espiritual (Mount 13).
Es importante notar que en la introducción Berceo se identifica no solo como narrador del poema, pero como peregrino antiguo. Si se acepta la proposición que Berceo escribió los Milagros específicamente para los peregrinos, no es una casualidad que Berceo elogió esta identidad para su narrador. Con esta asociación, Berceo puede captar la atención de sus oyentes mucho mejor. Es una característica humana tener interés solamente en las cosas que pueden impactar nuestras vidas, y cuando los peregrinos oyen que otro peregrino encontró un lugar tan perfecto como el prado descrito, escuchan con más atención.
Escrita en la forma de una alegoría, los Milagros de Nuestra Señora representan una colección de propaganda religiosa. Está claro desde la introducción que Berceo quiere convencer sus oyentes que la fe en Santa María es vital para obtener una vida eternal con la gracia del Dios. De todas las figuras bíblicas, Berceo eligió la Virgen María para enseñar de la vida mejor y la importancia de una vida religiosa. Sin embargo, no sólo es la selección de la Virgen muy importante en la enseñanza de Berceo, sino cómo la presenta con imágenes variadas para ganar su propósito didáctico. Enfocando en la introducción de los Milagros, es importante analizar cómo Berceo usa la imagen de la Virgen en todas sus representaciones diversas y por qué las usa.
En sumario, la introducción de los Milagros establece una metáfora entre el prado ideal y la Virgen María. Berceo describe un prado agradable llena de música, fruta, flores, y olores. El prado, “egual de Paraíso…[y] siempre verde en honestat”, le ofrece al peregrino un lugar sin las preocupaciones o los sufrimiento de la vida cotidiana (Berceo 14). Al final del poema, les dice a los oyentes, explícitamente, que el prado que acaba de describir actualmente representa “la Virgen gloriosa, Madre del buen criado”, y se puede vivir eternalmente en este prado perfecto si se da elogio a la Virgen (Berceo 19).
Porque Berceo explica su metáfora en términos literales, está claro que Berceo tenía intenciones didácticas con los Milagros. Específicamente, Berceo quería escribir un poema que le enseña al público de la compasión de la Virgen, y quería estar seguro de que los oyentes entendían sus “palabras oscuras”. Aunque se puede decir que Berceo realizó su propósito, es muy interesante la manera en lo que Berceo establece una metáfora entre el prado ideal, o locus amoenus, y la Virgen para enseñar su mensaje.
Una manera en lo que Berceo desarrolla su mensaje es hacer una conexión entre el prado y el paraíso, como se puede ver en la estrofa 14. En esta estrofa, Berceo describe el prado, o por extensión la Virgen, como un lugar igual al paraíso del Edan y Eva:
Semeia esti prado egual de paraiso,
En qui Dios tan grant graçia, tan grant bendiçion míso:
el que crió tal cosa, maestro fue anviso:
Omne que hi morasse, nunqua perdrie el viso.
Es interesante que Berceo use este lugar para hacer una comparación. El paraíso no sólo es un lugar santa, pero también se puede considerarlo como un símbolo de la pérdida de la virginidad y la inocencia de humanidad.
Según los autores Richard Mount y Annette Grant, esta comparación entre la Virgen, el prado, y el paraíso es clave a la alegoría y al sentido completo de los Milagros (Mount Grant 10). Ellos dicen que “la Virgen está relacionada simbólicamente con el Jardín de Edén” – el paraíso terrenal perdido, el caer de la humanidad – y la Virgen funciona como “la salvadora de la humanidad, como una Eva segunda”, y como otra oportunidad de redención (Grant Mount 10). En la siguiente estrofa, está claro que Berceo intentaba a hacer la Virgen como una figura de redención porque ella, como el prado y los frutos del prado, “era dulz e sabrido,/ [y] Si don Adan óbviese de tal fructo comido,/ De tal mala manera non serie deçibido/ Nin tomarien tal danno Eva nin so marido” (Berceo 15). Entonces, esta metáfora reafirma la Virgen como la fuente de restauración.
Lo que es interesante también es que Berceo declara explícitamente en la introducción del poema que el “buen prado” es una metáfora que simboliza la Virgen, pero no lo declara hasta la estrofa 19 (Berceo 19). En la estrofa 19, les dice a los oyentes que, “En esta romeria avemos un buen prado,/ En qui trova repaire tot romeo cansado,/ La Virgen Gloriosa madre del buen criado,/ Del qual otro ninguno egual non fue trovado” (Berceo 19). Antes de esta explicación, los oyentes tienen solamente imágenes agradables del paraíso, sin la posibilidad de obtener este mundo fantástico. Después de estrofa 19, los que oyen a la historia saben claramente que el paraíso imaginario que Berceo describe actualmente existe en el mundo espiritual. Este paraíso perfecto existe como la Virgen Santa María, y sabiendo esto, los oyentes pueden reflexionar en las descripciones vividas del prado y el paraíso con un nuevo conocimiento y asombro.
Porque Berceo divide la introducción en dos partes, antes y después de su explicación de la “palabra oscura”, se puede ver claramente que después de la estrofa 16, las descripciones anteriores del prado son, evidentemente, de la virgen también (Berceo 16). La característica más obvia de las metáforas después de la estrofa 16, las que significan el cambio en tono, es el uso del nombre de la Virgen en sus formas variadas. En la estrofa 19, Berceo empieza a nombrar Santa María como “La Virgen Gloriosa” y “madre del buen criado”, pero luego, entre las estrofas 31-39, Berceo ofrece una colección inmensa de los símbolos y nombres diversos de Santa Maria. De los títulos y símbolos variados que lleva la Virgen, o como dice Berceo, los “flores que componen el prado”, unos ejemplos de sus nombres son: el prado exuberante, una estrella, la fuente de alimentación, la madre, la puridad, una puerta de entrada, y “es dicha vid, es uva, almendra…oliva” (Berceo 31-39).
Como nota la erudita Patricia E. Grieve, el hecho que Berceo eligió el prado para representar la Virgen fue fundamental para obtener su propósito didáctico:
In choosing a garden to represent the Virgin herself, Berceo at once selected an easily remembered locus upon which he could imprint striking images, and which already made powerful claims upon the medieval memory through well-known associations. And, in choosing the Virgin Mary, the author selected a figure capable of embodying and fusing a multiplicity of visual and mental images. (Grieve 218)
Estos “striking images” que Berceo usan ya tienen asociaciones agradables en las mentes de sus oyentes, y es fácil extenderlas a la Virgen subconscientemente.
Finalmente, es importante desarrollar la importancia de la Virgen como la madre de la humanidad – la representación más significativa del texto. En el siguiente pasaje, esta vez del segundo Milagro, Berceo nos ofrece una imagen poderosa de la Virgen como una fuente de alimentación para los beneficiaros, sus niños, cuales son en este caso toda la humanidad:
Amigos, si quisieseis un poco esperar,
Aún otro milagro os querría contar,
Que por Santa María se dignó Dios mostrar,
De cuya leche quiso con su boca mamar. (Berceo 75)
La erudita Patricia E. Grieve cree que aunque Berceo representó la Virgen como muchas diferentes cosas para realizar su propósito, la representación como madre es lo más efectivo. En su articulo, “The Specatacle of Memory: Mary in Gonzalo de Berceo’s Milagros de nuestra señora,” Grieve escribe que por la explotación de la imagen de la Virgen como madre, Berceo explota la condición humana, también, en el sentido de que cada persona busca instintivamente una figura maternal (220). Por el uso de la Virgen como cuidadora y fuente de alimentación, como se puede ver en la estrofa 75 del segundo milagro, las oyentes o los lectores inconscientemente asociar sus deseos naturales de obtener la protección y el amor maternal con el símbolo de la Virgen María.
Al final de la introducción de Milagros de Nuestra Señora, el lector, o posiblemente el oyente, entiende mejor la percepción de la Virgen María en los ojos de Berceo. Es obvio que Berceo quería establecer la Virgen como algo perfecto, y su uso extensivo de las imágenes múltiples de Santa María apoyó su propósito didáctico. Como se puede ver claramente en la introducción de los Milagros, los que son fieles a la virgen pueden vivir eternalmente en el jardín de paraíso. Berceo verdaderamente quiere convencer sus oyentes que el único camino a la salvación sea a lado de la Virgen María y se debe dar elogio a la Virgen para llegar a este paraíso. Este mensaje, posiblemente dirigido a los peregrinos visitando su monasterio, tiene el propósito explícito de persuadir, y gracias a la preservación histórica de los Milagros, Berceo sigue persuadiendo.
Matthew Doyle.
(Biblioteca Pública Gonzalo de Berceo).
Fotografía: Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja.