Tesis tradicional
La de los dorios (griego antiguo: Δωριεῖς Dōrieis, singular Δωριεύς Dōrieus) era una de las cuatro tribus griegas antiguas (las otras tres eran la de los aqueos, la de los jonios y la de los eolios).
Los dorios se distinguían por su idioma, por su sociedad y por su tradición histórica. Los relatos tradicionales colocan su lugar de origen en las regiones del norte de la Grecia antigua, desde donde algunas circunstancias desconocidas los condujeron hacia el sur de la región del Peloponeso, a ciertas islas de la parte sur del mar Egeo y a la costa sur de Asia Menor. Durante cierto tiempo se consideró su irrupción como una invasión que desestabilizó los Estados micénicos, destruyendo sus formas culturales y sustituyéndolas por las de los invasores. Indro Montanelli señala que los dorios introdujeron criterios racistas en Grecia. Su área de dominio histórico los sitúa en el Peloponeso y en la época clásica, con el desarrollo de la cultura espartana, el ejemplo apical de la sociedad y cultura dorias.
La mitología atribuyó este nombre al fundador epónimo, Doro, hijo de Helén, patriarca mitológico de los helenos.
La invasión dórica es un concepto utilizado por los historiadores de la Antigua Grecia para explicar la sustitución de los dialectos y las tradiciones preclásicas en el sur de Grecia por los que prevalecieron en la época Arcaica.
Cuenta la leyenda que los dorios tomaron posesión de la península del Peloponeso en un hecho conocido como el Regreso de los Heraclidas. Los estudiosos de la época Clásica vieron en esta historia un hecho real que llamaron invasión dórica. El significado del concepto ha variado con el tiempo y tanto historiadores como filólogos y arqueólogos lo han utilizado para explicar las discontinuidades culturales que se encuentran en sus respectivos campos de estudio. El momento de la llegada de los dorios a Creta tampoco está claro, aunque los dorios conquistaron algunos lugares como Lato.
A pesar de 200 años de investigación, la historicidad de la invasión dórica nunca ha sido establecida. Aunque ha permitido descartar otras posibilidades. La posibilidad de que ocurriera en realidad sigue abierta. (ver ref: C. Michael Hogan, Lato Fieldnotes, The Modern Antiquarian.).
Los dorios fueron un pueblo indoeuropeo cuya llegada a Grecia durante la Edad Oscura desempeñó un papel central en la transformación del panorama cultural y social del territorio. Según la tradición griega, los dorios descendían de Heracles y eran considerados los responsables de la llamada «invasión doria,» un proceso migratorio y militar que ocurrió alrededor del siglo XII a.C., coincidiendo con el colapso de la civilización micénica.
Se cree que los dorios se originaron en el norte de Grecia o en la región de Epiro y Macedonia. Su llegada fue gradual y compleja, más un proceso migratorio que una invasión repentina. Este desplazamiento se produjo en varias oleadas, empujando a otros pueblos griegos como los jonios y eolios hacia las islas del Egeo y la costa de Asia Menor.
En el pasado se ha ofrecido la explicación de que las destrucciones de los centros micénicos fueron llevadas a cabo por los dorios, procedentes del norte de Grecia. Esta explicación se apoya en el estudio de los dialectos griegos de la época posterior así como en el mito del retorno de los Heráclidas. Nota: El mito del retorno de los Heráclidas narra el regreso de los descendientes de Hércules (los Heráclidas) a Grecia, después de haber sido exiliados en la época de la guerra de los Heráclidas contra los antiguos gobernantes de los reinos griegos. Según la leyenda, los Heráclidas, liderados por los hijos de Hércules (como Temístocles y Hyllus), regresan a recuperar el trono que les correspondía legítimamente. Este retorno simboliza la restauración del orden y la justicia, ya que los Heráclidas habían sido injustamente desplazados. Finalmente, logran conquistar el reino de Micenas y otros territorios, estableciendo dinastías que perdurarían en la mitología griega.
En contra de esta tesis algunos historiadores, como Z. W. Rubinsohn, han señalado que la llegada de los dorios debió producirse dos siglos más tarde de las destrucciones mientras otros, como John Witch, argumentan que en la época micénica ya había hablantes del dialecto dorio. Tampoco hay evidencias arqueológicas de una cultura doria que hubiera suplantado la anterior.
Impacto en la Edad Oscura de la llegada de los Dorios
La llegada de los dorios coincidió con el colapso de los grandes centros micénicos. La destrucción de palacios como Pilos, Micenas y Tirinto está asociada a este movimiento migratorio, aunque las causas exactas aún se debaten. Su impacto incluyó:
- Desurbanización: Los dorios introdujeron un estilo de vida más pastoral y rural, lo que contribuyó al declive de las ciudades micénicas.
- Tecnología del Hierro: Trajeron consigo el uso del hierro, que desplazó al bronce como material predominante, revolucionando la fabricación de herramientas y armas.
- Cambios Culturales: El arte micénico fue reemplazado por la cerámica geométrica propia de los dorios. Su cultura dejó pocas evidencias escritas, ya que la escritura lineal B se perdió tras el colapso micénico.
Los dorios establecieron nuevas estructuras sociales basadas en comunidades tribales dirigidas por jefes guerreros. Su sistema político evolucionó hacia la creación de polis, algunas de las cuales serían potencias clave de la Grecia clásica, como Esparta, un claro ejemplo de una sociedad doria organizada en una estructura militar rígida.
Legado Histórico. Aunque inicialmente se les asocia con un período de destrucción y retroceso cultural, los dorios también fueron impulsores de la renovación griega. Su llegada preparó el terreno para el resurgimiento cultural que culminaría en la Época Arcaica. La combinación de elementos culturales dorios y micénicos, junto con las influencias del mundo oriental, dio forma a la civilización griega que conocemos.
Tesis de los pueblos del mar
Se ha asociado el inicio de la Edad Oscura con una oleada de invasiones de los pueblos del mar a causa de la cercanía cronológica aproximada de la destrucción de los palacios micénicos con las invasiones documentadas en Egipto de estos pueblos. Algunas inscripciones de tablillas de lineal B de época inmediatamente anterior a la destrucción del palacio de Pilos sugieren que en esta ciudad se esperaba un ataque procedente del mar.
El origen de estas invasiones debe inscribirse en el contexto posterior a la caída del Imperio hitita que eliminó la fuente de estabilidad que había permitido la creación de redes de comercio a larga distancia y la prosperidad de las ciudades-estado del Levante durante la Edad del Bronce.
Sin una potencia dominante capaz de grandes campañas de represalia, muchos pueblos nómadas o semi-nomádas fueron capaces de atacar a las poblaciones más civilizadas.
Sin embargo nunca ha estado claro por qué tantos pueblos se pusieron en marcha a la vez y por qué súbitamente todos ellos obtuvieron una ventaja militar tan grande contra civilizaciones que llevaban siglos de hegemonía. Otros problemas de esta teoría son que en la mayor parte de las islas del Egeo no se aprecian señales de destrucción, así como la constatación de que numerosas destrucciones de Grecia continental tuvieron lugar lejos de la costa.
Al parecer estos pueblos adoptaron una serie de armas nuevas (notablemente la espada larga y la jabalina) que les permitieron enfrentar con ventaja al arma por excelencia de las aristocracias que gobernaban las ciudades-estados: el carro con arqueros. Es probable que las guerras entre ciudades se hubiesen ritualizado (tal como ha sucedido muchas veces en la historia) y que ello, en combinación con las nuevas armas hubiera dado una gran ventaja a unos nómadas determinados y sanguinarios.
Factores internos
Se ha propuesto que la rivalidad entre los diversos palacios micénicos pudo ser la causa de la destrucción de los mismos, así como de la disminución de los recursos y de posibles revueltas civiles contra la aristocracia.
Sin embargo, esta hipótesis por sí sola no consigue explicar el hecho, arqueológicamente constatado, de que fueron abandonados un número muy elevado de asentamientos menores. Por ello se ha propuesto que en el hundimiento también pudo incidir el agotamiento de los cultivos así como un empobrecimiento de una parte de población que pudo ser debido a una excesiva carga de impuestos y una gran exigencia de trabajo obligatorio.
Causas naturales
No se puede descartar que un fuerte terremoto colaborara en el proceso de desintegración de la próspera unidad económica que alimentó las culturas de la época micénica.
Como consecuencia de la inestabilidad y las invasiones, la agricultura de tipo mediterráneo (frágil de por sí) colapsó, reduciéndose extraordinariamente la cantidad de población que podía mantener. Es posible que alguna variación climática y/o el agotamiento de terrenos agrícolas por causa de una previa sobreexplotación también coadyuvaran a la persistencia de la Edad Oscura durante cuatrocientos años. Este cambio climático no ha sido, sin embargo, suficientemente demostrado.
También se han propuesto como causa factores patológicos como la generalización de algunas enfermedades, con base al estudio de restos de huesos de excavaciones en Lerna y Tirinto.