La Tumba de Amintas, también conocida como Tumba de Fethiye, es una antigua tumba licia excavada en la roca en la antigua Telmeso, en Licia, que era por aquel entonces una satrapía del Imperio aqueménida. Se encuentra en la ciudad de Fethiye en la provincia de Muğla, ubicada en la región del Egeo de Turquía. 36°37′06″N 29°07′04″E
Turquía.
La tumba de Amintas es una famosa tumba licia ubicada en Fethiye, Turquía. Construida en el siglo IV a.C., esta tumba rupestre está tallada directamente en un acantilado y es notable por su fachada, que se asemeja a un templo griego con columnas dóricas. La inscripción en la entrada identifica a Amintas, un noble licio, como el propietario de la tumba. Es uno de los monumentos más destacados de la antigua Lycia y un importante sitio turístico en la región.
La tumba de Amintas, año tras año, recibe a un gran número de visitantes. Y siendo honestos, no es para menos. No solamente cuenta con una gran belleza que se aprecia a simple vista, sino que es realmente importante tanto a nivel cultural como, sobre todo, a nivel histórico. Esta peculiar tumba se construyó en la antigua ciudad griega de Telmeso, que conocemos en la actualidad como Fethiye, situado en Turquía. Por si fuera poco, cabe destacar que data del siglo IV a. C, aproximadamente en el año 350 a.C, así como construida por los licios.
Si hay algo que caracteriza a esta zona de Turquía es, sin lugar a dudas, por la gran cantidad de tumbas talladas en la roca caliza. ¡Son absolutamente espectaculares! De hecho, parece que estamos en un auténtico museo al aire libre, donde disfrutar de monumentos de ensueño. Todas y cada una de las tumbas tienen su historia y gracias a que fueron excavadas en plena roca se han podido conservar en unas condiciones verdaderamente óptimas a pesar del inevitable paso de los siglos. Una de las que más destaca es, sin lugar a dudas, la conocida como Tumba de Amintas.
¿Cuál es el verdadero motivo? Es la tumba del conocido rey de Telmessos. Tal es su espectacularidad que hay quien dice que parece una entrada a un templo, y la verdad no le falta razón. Y es que cuenta con dos magníficas columnas jónicas, así como una estructura perfectamente decorada con relieves. La inspiración para llevar a cabo la portada de esta tumba es, sin lugar a dudas, un templo jónico. Estos lugares eran excavados por los licios para personas que contaban con un alto estatus. De ahí que, gracias a la tumba de Amintas, podamos tener cierta referencia sobre lo creativos que eran los arquitectos de aquella época.
Es importante conocer, a su vez, que cuidaban hasta el más mínimo detalle. Tanto es así que en el interior de estas tumbas se encontraban hasta camas de piedra donde se colocaban los muertos. Por ese mismo motivo, si estás pensando en visitar Turquía, ¡es hora de que tengas frente a ti esta histórica y magnífica Tumba!.
La Fethiye moderna se encuentra en la ubicación de la antigua ciudad licia, luego griega y romana, de Telmeso, con la Tumba de Amintas ubicada en el lado sur de la ciudad, en la base de la montaña. La impresionante tumba fue construida en el 350 a. C. y recibió su nombre de la inscripción escrita en griego en un costado que dice Amyntou tou Ermagiou, que significa «De Amintas, hijo de Hermagio».
La tumba fue construida por los licios, el pueblo que vivía en esta satrapía del Imperio persa en aquella época. Los licios eran una confederación muy unida de ciudades-estado independientes, que incluía a Telmeso.
No hay que confundir el nombre de este Amintas con el del rey macedonio Amintas I de Macedonia, sátr apa de Skudra y antepasado de Alejandro Magno. El Amintas que se menciona en esta tumba podría ser descendiente del general medo Harpagos, que aupó al trono a Ciro el Grande y que fue nombrado sátrapa de Licia por sus servicios a Ciro, el primero de la dinastía harpágida.
Imagen entrada: Tomb of Amyntas, Fethiye, Turkey. Trabajo propio. CC BY-SA 4.0. Original file (5,785 × 3,857 pixels, file size: 10.18 MB).–
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Berens, Kallie. «Fethiye Tomb». Mysendoff.com website. mysendoff.com.
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«Lycian Tombs». Lycian Turkey.
La Tumba de Amintas es uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura funeraria licia, ubicada en la ciudad de Fethiye, en la actual Turquía. Se trata de una monumental tumba excavada en roca, que data del siglo IV a.C., y es representativa de la influencia cultural y arquitectónica de la antigua Licia, una región que floreció en el suroeste de Asia Menor. Su diseño, forma y la inscripción hallada en ella la vinculan a un personaje llamado Amintas, aunque los detalles exactos sobre su identidad siguen siendo objeto de debate entre los historiadores.
La tumba es una de las muchas que se encuentran en la necrópolis de Fethiye, una zona que revela la sofisticación y la riqueza cultural de los licios. Lo que distingue a esta tumba de las demás es su fachada, que imita la estructura de un templo griego clásico, con columnas dóricas talladas directamente en la roca. Este diseño arquitectónico refleja el sincretismo cultural que caracterizó a Licia, donde las tradiciones locales se mezclaron con influencias griegas debido al intenso contacto comercial y político con el mundo helénico.
La inscripción en la entrada de la tumba, escrita en griego antiguo, menciona el nombre «Amintas, hijo de Hermágoras», lo que ha llevado a suponer que pertenecía a un aristócrata o líder local de gran relevancia. Licia, en este período, estaba compuesta por una confederación de ciudades-estado que gozaban de una notable autonomía, aunque a menudo se veían influidas por potencias más grandes, como el Imperio Persa y, posteriormente, Alejandro Magno y sus sucesores. La prominencia de la tumba indica que Amintas pudo haber tenido un papel significativo en la sociedad licia, posiblemente como gobernador, magistrado o militar destacado.
El contexto histórico de la construcción de la Tumba de Amintas está marcado por una época de transición y cambio en Licia. En el siglo IV a.C., la región estaba bajo el dominio del Imperio Aqueménida, aunque conservaba un grado considerable de autonomía. Esta situación permitió el florecimiento de una identidad cultural única que combinaba las tradiciones anatolias locales con las influencias persas y griegas. Las tumbas excavadas en roca eran una manifestación de esta identidad, concebidas como un medio de perpetuar la memoria y el prestigio de las élites licias.
Culturalmente, los licios rendían gran importancia a la vida después de la muerte, lo que explica la monumentalidad y el detalle de las tumbas. Estas no solo eran lugares de sepultura, sino también símbolos de estatus y poder. La elección de la ubicación, en las laderas de las montañas, era intencionada, ya que se creía que los espíritus de los difuntos tenían una mejor conexión con los dioses en lugares elevados. Este aspecto espiritual también está relacionado con la adoración de deidades locales y griegas, lo que refleja la integración de distintas tradiciones religiosas.
El estilo arquitectónico de la Tumba de Amintas, con su fachada de templo, no solo indica la admiración por la cultura griega, sino también un deseo de proyectar poder y sofisticación. La Licia del siglo IV a.C. estaba en un punto estratégico para el comercio y las rutas marítimas del Mediterráneo, lo que la convirtió en un crisol de culturas. Las familias nobles, como la de Amintas, seguramente aprovecharon esta posición para consolidar su influencia y riqueza, lo que queda patente en sus elaboradas tumbas.
La Tumba de Amintas es un testimonio del auge cultural, político y artístico de Licia durante el período clásico. Su diseño refleja tanto la destreza técnica de los artesanos locales como la capacidad de la élite licia para asimilar y reinterpretar influencias extranjeras. Este monumento no solo conmemora a un individuo, sino que encapsula un capítulo crucial en la historia de una región que, aunque a menudo eclipsada por potencias mayores, dejó una huella imborrable en el legado del Mediterráneo antiguo.