Elam (en elamita antiguo: «olakkmi», en acadio: «Elamtu», en sumerio: «ElamKI»; persa antiguo: Hujiyā; persa moderno تمدن عیلام ―»cultura de Elam»―) era un territorio histórico situado al este de Sumeria y Acad, en el actual suroeste de Irán. Los elamitas llamaban a su país Haltamti (en elamita tardío, Atamti), del cual sus vecinos acadios adaptaron el nombre Elamtu. El alto Elam fue posteriormente cada vez más identificado por su baja capital, Susa, y geógrafos posteriores a Ptolomeo la llamaron Susiana. El término del antiguo persa Hujiyā sobrevive en el topónimo Juzestán, que es la provincia junto con la de Lorestán en la que se sitúan los restos del antiguo Elam. En diversos períodos existieron diferentes imperios elamitas y en otros momentos estuvieron sometidos a imperios vecinos. Elam fue establecido en el año 2700 a.C y disuelto en el 645 a.C. Su forma de gobierno fue la monarquía absoluta.
El reino de Elam tuvo, desde su fundación en el 2700 a.C aproximadamente, 3 grandes periodos como potencia autónoma.
- Periodo Protoelamita
- Periodo Elamita antiguo
- Periodo Neoelamita
Organización Política y Militar. Elam era una federación de estados que incluía varias ciudades importantes además de Susa, como Anshan. Esta estructura política hizo que el control de Elam fluctuara entre períodos de centralización bajo reyes poderosos y tiempos de fragmentación en los que las ciudades-estados actuaban con mayor autonomía. Los elamitas desarrollaron una fuerte tradición militar y participaron en numerosas guerras con sus vecinos mesopotámicos, especialmente con el Imperio Acadio y posteriormente con Babilonia.
Excavaciones realizadas en Susa han proporcionado numerosos documentos en caracteres cuneiformes que permiten reconstruir la más antigua historia y religión de los elamitas. El idioma elamita ―según se ha establecido a partir de los registros cuneiformes― no está relacionado con ninguno de los cuatro grupos lingüísticos vecinos: camito-semítico, sumerio e indoeuropeo (en concreto, del grupo iranio temprano). Algunos expertos han encontrado que la lengua de los elamitas parece estar emparentada con las actuales lenguas drávidas del sur de la India (ver lenguas elamo-drávidas). Sin embargo aún es oscura la relación de los elamitas con otras naciones conocidas.
Religión y Cultura Elamita. La religión elamita es otro aspecto fascinante de esta civilización. El panteón elamita era diverso y sincrético, incorporando deidades locales junto con influencias mesopotámicas. La diosa principal del panteón elamita era Kiririsha, y entre otras deidades importantes estaba Inshushinak, el dios protector de Susa. En términos culturales, los elamitas eran conocidos por su avanzada metalurgia y sus intrincadas obras de arte, especialmente en el campo de la escultura y la cerámica. Las tumbas reales de los elamitas han proporcionado una visión valiosa sobre sus rituales funerarios y su concepción del más allá.
Historia de Elam
La historia elamita ha sido dividida convencionalmente en tres periodos: protoelamita, elamita antiguo y neoelamita; sin embargo debe considerarse que continúan siendo descubiertos restos y artefactos de las primeras etapas en el centro y sudeste de Irán.
A. Período protoelamita
La ciudad de Susa, fundada alrededor de 4000 a. C. en la cuenca del río Karun, es considerada como el sitio de aparición de la cultura protoelamita. Durante su historia temprana fluctuó entre la sumisión a los estados mesopotámicos y el poder elamita. En los primeros niveles (22-17 en las excavaciones realizadas por Le Brun en 1978) la cerámica no tiene equivalente en Mesopotamia, pero en el período siguiente el material excavado permite la identificación con la cultura Sumeria del periodo de Uruk. La influencia de Mesopotamia en Susa se hace visible a partir de alrededor de 3200 a. C. Los textos en el sistema de escritura protoelamita, aún no descifrada, están presentes hasta alrededor de 2700 a. C. El período protoelamita termina con el establecimiento de la dinastía Awan. La figura histórica conocida más antigua relacionada con Elam es el rey Mebaragesi, de Kish (2650 a. C.), quien lo sometió, según la lista de reyes sumerios. La historia elamita sólo puede ser rastreada a partir de los registros que datan de principios del Imperio acadio, en torno a 2300 a. C. en adelante. Susa, ubicada en la región de Juzestán, jugó un papel crucial en el desarrollo de la civilización protoelamita. La ciudad estaba situada en una zona estratégica, cerca de las rutas comerciales entre Mesopotamia y las tierras altas de Irán. Este posicionamiento geográfico facilitó el intercambio cultural y comercial, lo que ayudó a Susa a crecer en importancia.
Tablilla con símbolos numéricos del período de Uruk (entre 3200 a. C. y 2700 a. C.). Encontrada en Susa. El texto parece recojer una transacción económica. Actualmente la pieza está en el Museo del Louvre. La foto es de Marie-Lan Nguyen (2009), bajo licencia de libre uso con atribución. CC BY 2.5. Original file (1,600 × 1,160 pixels)-.
Los arqueólogos han sugerido que existía una estrecha relación entre la civilización elamita y la civilización de Jiroft, evidenciada por sorprendentes similitudes en el arte y la cultura así como por los escritos en lengua elamita encontrados en Jiroft.
Mapa de Elam, encuadrado en el contexto geográfico y cronológico de la Edad del Bronce en Mesopotamia. Desde 2700 a. C.-645 a. C. (Mapa: Morningstar1814, rowanwindwhistler). CC BY-SA 4.0.
El período protoelamita discurre entre alrededor del 3200 a. C. al 2700 a. C. cuando Susa, más tarde capital de los elamitas, empezó a recibir influencia de las culturas de la meseta iraní. En términos arqueológicos se corresponde con el período Banesh tardío. Esta civilización es reconocida como la más antigua de Irán y fue ampliamente contemporánea con su vecina, la civilización sumeria, la más antigua del mundo, que comenzó alrededor de 5200 a. C.
Se sabe que el territorio de Elam está habitado desde el VIII milenio a. C. En el VII milenio a. C. se inicia una civilización agrícola basada en la irrigación fluvial, en VI milenio a. C. se pasa a una irrigación artificial similar a la de Mesopotamia, en el IV milenio a. C. nos encontramos con una comunidad calcolítica muy implantada y con contactos comerciales con Mesopotamia, Beluchistán y el valle del Indo. En este milenio surge también la ciudad de Susa, la cual es tan antigua como las ciudades de Sumeria en Mesopotamia. En el III milenio a. C. se construyen muchas otras ciudades por el territorio de Elam.
Los protoelamitas son conocidos principalmente por su sistema de escritura, el protoelamita, que es el más antiguo de Irán y uno de los sistemas de escritura más enigmáticos, ya que aún no ha sido completamente descifrado. Este sistema de escritura fue utilizado aproximadamente entre 3100 y 2900 a.C., y consta de más de mil signos diferentes que parecen haber sido utilizados para registrar transacciones económicas.
Copa de plata de Marvdasht, Fars, con una inscripción elamita-lineal en ella, III milenio a. C. Museo Nacional de Irán. Photo is By Zereshk. With thanks to ICHO. CC BY-SA 3.0.
Aparte de Susa, un sitio protoelamita importante es Tappeh Sialk, donde se puede ver el único zigurat protoelamita que queda. Textos en la escritura protoelamita aún por descifrar encontrados en Susa datan de este periodo. Se cree que los protoelamitas en realidad eran elamitas (hablantes del idioma elamita), debido a muchas similitudes culturales (por ejemplo, la construcción de zigurats) y a que no parece que haya ocurrido una migración a gran escala en la región entre el período protoelamita y los posteriores elamitas. Pero dado que aún ha de descifrarse su escritura, esta teoría permanece en la incertidumbre.
Algunos antropólogos, como John Alden, mantienen que la influencia protoelamita creció rápidamente a finales del IV milenio a. C. y declinó igualmente de forma rápida con el establecimiento del comercio marítimo en el golfo Pérsico algunos siglos más tarde.
Cerámica protoelamita que se remonta a la segunda mitad del V milenio a. C. se ha encontrado en Sialk, donde se ha encontrado escritura protoelamita, la primera forma de escritura de Irán, en tablillas de esta fecha. Los primeros sellos cilíndricos vienen también del período protoelamita.
Tappeh Sialk, el zigurat de Sialk
Tappeh Sialk (en persa: tappe, ‘colina’ o ‘montículo’) es un zigurat ubicado en Sialk y considerado el más antiguo del mundo. Fue construido en el año 2900 a. C. en tres plataformas; sin embargo, los restos arqueológicos más antiguos del montículo norte datan de mediados del VI milenio a. C., esto es, alrededor de hace 7500 años. Un estudio conjunto entre la Organización del Patrimonio Cultural de Irán, el Louvre y el Instituto Francés de Investigación en Irán también verifican que los más antiguos asentamientos en Sialk se remontan a 5500–6000 a. C.
Sialk es uno de los cuatro zigurats construidos por la civilización elamita. Los otros tres son Choga Zanbil (1250 a. C.), el zigurat de Susa (1800 a. C.) y Haft Tepe (1375 a. C.), todos ellos en el Juzestán. Sialk es el zigurat N.º 32 y el más recientemente descubierto.
Teppe Sialk es una de las ruinas protoelamitas que quedan en Irán. Las ruinas se remontan al VI milenio a. C. en su parte más antigua. Vista actual del zigurat (2014). Foto: Diego Delso. CC BY-SA 4.0. Irán
Lo que queda de este zigurat de cinco mil años de antigüedad no está en condiciones favorables, como muchas otras ruinas antiguas en Irán. En el yacimiento, hay de hecho dos estructuras (necrópolis) en Sialk situadas varios cientos de metros la una de la otra. Las tres plataformas del zigurat más grande, no obstante, aún están en su lugar. No queda mucho de la estructura menor. El Louvre también ha excavado un cementerio cerca de las estructuras que se ha datado a 7500 años. Lo poco que queda de los dos zigurats de Sialk que se desmoronan está ahora amenazada por los invasivos suburbios de la ciudad de Kashan en expansión. No es infrecuente ver a niños jugando al fútbol entre las ruinas, mientras que sólo a unos pocos metros queda la «zona prohibida» con esqueletos de 5500 años de antigüedad sin desenterrar, a los pies del zigurat. (véanse los artículos referenciados abajo) El lugar aún tiene que ser registrado como un Lugar Patrimonio Mundial por la Unesco para recibir protección.
Representación artística de cómo podría ser el zigurat de Sialk hace 5000 años. Foto: Shauni. Dominio Público.
También está considerado como la primera construcción tipo palacio en que comenzó la vida humana en las llanuras. Se han encontrado asimismo piezas de alfarería con trigo en su interior.
Tappeh Sialk fue excavada por vez primera por un grupo de arqueólogos europeos encabezados por Roman Ghirshman en los años 1930. Sus amplios estudios fueron seguidos por D.E. McCown, Y. Majidzadeh, P. Amieh, hasta los años 1970 y recientemente revisados por la Organización del Patrimonio Cultural de Irán en 2002 (guiado por Shah-mirzadi, Doctor en Filosofía de la Universidad de Penn). Pero como miles de otras ruinas históricas iraníes, los tesoros excavados aquí con el tiempo acabaron yendo a parar a museos como el Louvre, el Británico, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y a coleccionistas privados.
Sialk, y toda la región que la rodea, se piensa que se originó por vez primera como un resultado de amplias fuentes de agua prístinas en las cercanías que aún manan hoy en día. El Cheshmeh ye Soleiman (‘Manantial de Salomón’) ha proporcionado agua a esta región desde las montañas cercanas desde hace miles de años.
Vasija de cerámica, IV milenio a. C. Colección de Sialk en el Museo Nacional de Irán (Teherán). Original uploader and creator was Zereshk . CC BY-SA 3.0.
Escritura protoelamita
Hacia el 3300 a. C. las tablillas de Susa dan a conocer mediante signos figurativos, es decir pictogramas, cifras para contar el ganado. En el 2900 a. C. aparece la escritura protoelamita. No es seguro si la escritura protoelamita puede considerarse directa predecesora del elamita lineal. Ambos alfabetos permanecen en gran medida sin descifrar y es sólo mera especulación postular una relación entre las dos.
La escritura protoelamita es un sistema de escritura de principios de la Edad del Bronce brevemente en uso para el antiguo idioma elamita antes de la introducción del elamita cuneiforme.
El corpus completo de la escritura elamita cuneiforme consta de aproximadamente 20 000 tablillas y fragmentos. La mayoría pertenecen a la época aqueménida y contienen principalmente registros económicos.
El elamita es una lengua muerta que se habló en el antiguo Imperio elamita.
El elamita también fue una lengua oficial del Imperio aqueménida del siglo VI a. C. al siglo IV a. C. Los últimos textos escritos en elamita son de la época de la conquista del Imperio persa por Alejandro Magno.
El protoelamita es el sistema de escritura más antiguo de Irán. Sus primeros testimonios son del 3100 a. C., realizados en Susa, capital de Elam. Se cree que la escritura protoelamita se desarrolló a partir de la escritura sumeria naciente. Las tablillas más antiguas con pictogramas elamitas proceden del nivel 16 de Susa (3100 a. C.) y son contemporáneas del periodo Uruk IV de Sumer, donde se halló el primer descubrimiento de escritura.
Ver: Gramática elamita de Enrique Quintana Cifuentes.
Pictogramas del silábico conocido como Lineal Elamita. Frank, Carl (1881-1945) – ZUR ENTZIFFERUNG DER ALTELAMISCHEN INSCHRIFTEN Published 1912. Dominio público.
El elamita lineal es un sistema de escritura de la Edad de Bronce utilizado en Elam (más propiamente conocido ahora por su autodenominación como reino de Hatamti), conocido por unas decenas de inscripciones monumentales y sobre objetos litúrgicos, principalmente de la ciudad de Susa. Se usó en una época previa y también contemporánea del elamita cuneiforme, y posiblemente registra el idioma elamita o «hatamtita».
Estuvo en uso durante un breve período de tiempo durante el último cuarto del III milenio a. C. A menudo se afirma que la elamita lineal es un sistema de escritura silábico derivado del antiguo sistema de escritura protoelamita.
La escritura elamita lineal se ha considerado indescifrada desde los primeros hallazgos, a comienzos del siglo XX. Los primeros intentos de Carl Frank (1912) y Ferdinand Bork (1924) lograron un progreso limitado. Los intentos posteriores de Walther Hinz y Piero Meriggi impulsaron el trabajo.
Inscripción bilingüe elamita lineal-acadio del rey Kutik-Inshushinnak, «Tabla del león», Museo del Louvre. Original file (2,567 × 1,291 pixels).
Jean-Vincent Scheil (1858-1940) – Mission archéologique en Iran; France. Mission archéologique en Iran. Publication date 1905. Bilingual Proto-Elamite Akkadian inscription of king Kutik-Inshushinak Table of the Lion Louvre Museum Sb 17.
Reconstrucción probable del desarrollo de la escritura y posición de la elamita lineal. Es muy posible que la escritura egipcia se haya inventado independientemente de la escritura mesopotámica.
Creation of the drawing: पाटलिपुत्र . CC BY 4.0. Ver a tamaño completo.
Dos ejemplos de uso de este antiguo sistema de escritura.
La foto de la izquierda, piedra incisa decorada con un bajorrelieve e inscrita en elamita lineal. (Ver en pantalla completa). La foto es compartida por Ninara desde Helsinki, Finlandia. Y se halla en el Museo del Louvre de París, en el departmento de antiguedades del Oriente Próximo. Iran Periodo del rey Puzur-Inshushinak 2100 BJC. Bajo licencia CC BY 2.0.
La foto de la derecha Propuesta de lectura de piedra incisa. (Ver a mayor tamaño). Frank, Carl (1881-1945) – ZUR ENTZIFFERUNG DER ALTELAMISCHEN INSCHRIFTEN Published 1912. En dominio Público.
El protoelamita se usó durante un período breve alrededor del 3000 a. C. (presumiblemente contemporáneo con Uruk III o Jemdet Nasr en Mesopotamia), mientras que el elamita lineal está acreditado durante un periodo breve de tiempo similar durante el último cuarto del III milenio a. C.
Quienes proponen una relación elamo-drávida han buscado similitudes entre el protoelamita y la escritura del Indo.
Aunque el protoelamita permanece sin descifrar, el contenido de muchos textos se conoce. Esto es posible porque ciertos signos, y en particular una mayoría de los signos numéricos, son préstamo directo del sistema de escritura de la vecina Mesopotamia, protocuneiforme.
A diferencia de sus predecesores protoelamitas, los elamitas desarrollaron un sistema de escritura cuneiforme adaptado del acadio, lo que facilitó su comunicación y administración. Sin embargo, el idioma elamita es una lengua aislada, sin parentescos claros con otras lenguas conocidas, lo que añade un nivel adicional de misterio a su estudio.
B. Periodo elamita antiguo
El Período Elamita Antiguo (ca. 2700-1600 a.C.) es una fase crucial en la historia de Elam, que sigue al Período Protoelamita y precede al Período Elamita Medio. Este periodo marca la transición de una cultura protohistórica a una civilización plenamente desarrollada con instituciones políticas, religiosas y culturales complejas.
Extensión de Elam (a la derecha, en marrón) en tiempos del Sargón de Acad.
User:Einsamer Schütze – File:Sargon de Acad de.svg- CC BY-SA 4.0. Original file (Máx tamaño).
Este periodo se divide en varias fases basadas en los desarrollos políticos y culturales:
Período de los reinos dinásticos tempranos (ca. 2700-2200 a.C.): Este es el período en el que surgieron las primeras dinastías conocidas de Elam. Durante este tiempo, Susa continuó siendo el principal centro, pero comenzaron a surgir otras ciudades importantes como Anshan (cerca de la moderna Fars). Las relaciones entre Elam y Sumer, particularmente con ciudades como Ur y Uruk, eran intensas, caracterizadas tanto por el comercio como por la guerra.
Período Shimashki (ca. 2200-2000 a.C.): El nombre de este período proviene de la dinastía Shimashki, que dominó Elam durante esta época. Los reyes de Shimashki fortalecieron la posición de Elam en la región, estableciendo una fuerte resistencia contra los reinos mesopotámicos. Es durante este período cuando Elam se convierte en una federación de estados bajo un liderazgo centralizado más definido.
Dinastía Sukkalmah (ca. 2000-1600 a.C.): Este período, también conocido como el “Período de los Sukkalmah”, es uno de los más documentados del Período Elamita Antiguo. Los reyes de esta dinastía, que se autodenominaban «Sukkalmah» (un término que se traduce como «Gran Regente»), gobernaron como vasallos de la dinastía acádica y luego de los reyes de Ur III, pero también mantuvieron un alto grado de autonomía.
Oriente Próximo en torno al 1700 a. C., en tiempos de la dinastía babilónica. Mapa: Enyavar, rowanwindwhistler – Este archivo deriva de: Alter Orient 1700BC.svg . CC BY-SA 4.0.
Cylinder seal,ca. 20th century B.C. Old Elamite period. Metropolitan Museum of Art. Creative Commons.
Sociedad y Cultura
Durante el Período Elamita Antiguo, la estructura social se fue complejizando. La sociedad elamita parece haber estado organizada en torno a una élite gobernante, que incluía a la familia real, la nobleza, y posiblemente una clase de sacerdotes y administradores. El poder se concentraba en las ciudades de Susa y Anshan, y la estructura política probablemente era una mezcla de reinos independientes que formaban una confederación bajo un liderazgo común en tiempos de necesidad.
Escritura y Lengua
El Período Elamita Antiguo es también notable por el desarrollo de la escritura elamita, una adaptación del sistema cuneiforme acadio, pero utilizando el idioma elamita. Aunque el idioma protoelamita había sido utilizado anteriormente, su desciframiento es extremadamente limitado. Sin embargo, en esta época, el cuneiforme se adapta para el idioma elamita, permitiendo una mayor cantidad de textos administrativos, legales y religiosos que arrojan luz sobre la vida en esta civilización.
Arquitectura y Arte
La arquitectura elamita de este período está caracterizada por templos y palacios que muestran una influencia mesopotámica, pero con características locales distintivas. Las ciudades elamitas fueron centros de producción artesanal, especialmente en metalurgia y cerámica. Los sellos cilíndricos, las esculturas y otros objetos de arte muestran una mezcla de influencias mesopotámicas y tradiciones autóctonas.
Relaciones Exteriores
Elam mantuvo relaciones diplomáticas y comerciales con las grandes potencias de Mesopotamia, pero también hubo frecuentes conflictos. Las inscripciones de los reyes elamitas a menudo mencionan campañas militares tanto defensivas como ofensivas contra sus vecinos, incluyendo a los sumerios, acádicos y, más tarde, los babilonios.
Uno de los episodios más notables es la participación de Elam en la caída de la Tercera Dinastía de Ur alrededor del 2004 a.C., un evento que marcó el inicio del declive del poder sumerio y el ascenso de otras potencias en la región, incluida Babilonia. Los elamitas capturaron y deportaron al último rey de Ur, Ibbi-Sin, a Elam, lo que fue visto como un acto de prestigio y poderío por los elamitas.
Religión y Mito
La religión elamita durante este período estaba dominada por una combinación de deidades locales y la influencia de dioses mesopotámicos. Los elamitas adoptaron y adaptaron deidades como Inanna/Ishtar, pero también adoraban a dioses locales como Inshushinak, que era el protector de Susa. Los templos y otros sitios religiosos se construyeron en varias ciudades, y los reyes a menudo se presentaban como intercesores entre los dioses y el pueblo.
Fin del Período Elamita Antiguo
El Período Elamita Antiguo terminó alrededor del 1600 a.C., cuando Elam comenzó a declinar, probablemente debido a las presiones externas de nuevas potencias emergentes como los hititas y los casitas, así como a conflictos internos. Sin embargo, la civilización elamita continuó influyendo en la región durante el Período Elamita Medio, que siguió al Antiguo y se caracterizó por la reactivación y expansión del poder elamita en el segundo milenio a.C.
Conclusión
El Período Elamita Antiguo es una fase fundamental en la historia de Elam, que marca la evolución de la región desde un conglomerado de culturas prehistóricas hasta una civilización sofisticada que interactuaba y competía con las grandes potencias de la antigua Mesopotamia. Aunque aún quedan muchas preguntas sin respuesta debido a la escasez de fuentes, el legado de este período es evidente en las tradiciones culturales, políticas y religiosas que continuaron desarrollándose en Elam durante los siglos siguientes.
Orante-sacerdote elamita. Periodo Elamita antiguo. (Museo del Louvre). Marie-Lan Nguyen and one more author – Own work. Public Domain.
Después del colapso o transformación del Período Protoelamita, alrededor de 2700 a.C., Elam experimenta una serie de cambios significativos que lo llevan a convertirse en una de las civilizaciones más importantes del suroeste asiático. Durante el Período Elamita Antiguo, la región de Elam, con Susa como su principal centro, consolidó su identidad cultural y comenzó a tener un papel más activo en la política regional.
Empieza con los reyes elamitas atestiguados con mayor antigüedad, aproximadamente 2700 a. C. Elam, designado por escribas sumerios simplemente como NIM («Tierras montañosas»), no había sido unificado étnica o culturalmente con anterioridad. Elam cayó bajo el control político de Acad en el siglo XXII a. C. por acción de Sargón de Acad, que mantuvo las instituciones locales. La dinastía Awan reafirmó la independencia de Elam. Shulgi de Ur (2094-2047 a. C.) conquistó Elam por un tiempo. A mediados del siglo XIX a. C., el poder en Elam pasó a la dinastía Eparti. Hammurabi de Babilonia atacó Elam en el siglo XVIII a. C. El rey Kutir-Nahhunte I de Elam contraatacó y causó serios daños, de lo cual se sabe poco, hacia 1160 a. C., y al mando de Shutruk-Nahhunte, Elam derrota a los casitas y establece el primer Imperio elamita, de corta duración. El rey Nabucodonosor I de Babilonia conquistó Elam hacia el 1120 a. C. llevando el imperio a su fin.
Mapa Oriente Próximo sobre el 1200 a.C (mapa repetido).
C. Periodo neoelamita
Hacia el 750 a. C., Elam reafirmó su independencia, causando el renacimiento cultural del periodo neoelamita. Elam, que se había aliado con los caldeos para tratar de restablecer la independencia de Babilonia, fue ocupada por los asirios hacia el 645 a. C., lo que supuso el fin de Elam como estado independiente. Los medos conquistaron Elam a los asirios, y la dinastía aqueménida, otra dinastía iraní que gobernó la anterior tierra elamita de Anshan, tomó Susa y conquistó el Imperio medo para establecer el primer Imperio persa.
La historia tradicional da por concluida la civilización elamita con el surgimiento de los Aqueménidas, pero las referencias griegas y latinas aún mencionan una región autónoma dentro del Imperio parto denominada Elymaida, que atestigua una supervivencia cultural, según Daniel Potts (ver refs.). Adicionalmente, el viajero árabe del siglo X Istakhrī comentaba que la gente de Juzestán hablaba tres lenguas, árabe, persa y algo que ellos llamaban Khuzī». No está claro si esta lengua descendía del elamita o simplemente era un dialecto local persa. La lengua elamita todavía no ha podido ser relacionada con ninguna otra conocida.
El idioma elamita fue una de las lenguas oficiales del Imperio persa en tiempos antiguos, y Susa una de las cuatro capitales del imperio. Susa también fue capital de la dinastía sasánida desde el 224 a. C. y hasta el 651 d. C. El último uso de la escritura elamita es de fecha del siglo IV d. C., y Elam es todavía conocido como la actual provincia de Juzestán, donde se basa la inmensa industria petrolera de Irán.
Arte Elamita
De alrededor del 6000 a. C. provienen ídolos femeninos de barro. A los recipientes cocidos a fuego abierto y muchas veces decorados con incisiones les suceden las cerámicas pintadas, sus motivos son abstractos hacia el 4500 a. C.. En el periodo de cerámica de Samarra se adornan con rombos, líneas en zig-zag u onduladas. Hacia el 4000 a. C. estas líneas se unen para formar figuras geométricas con formas de animales. En periodos posteriores irán ganando en realismo sin perder su carácter ornamental. Finalmente y coincidiendo con la cultura de El Obeid en Mesopotamia, aparecen animales astados y las primeras representaciones humanas, y en la última fase aparece el torno. Se han encontrado unas extrañas fuentes decoradas con animales de enormes astas que se adaptan a la forma de las vasijas, mientras que otros, como peces, patos o pájaros, aparecen extremadamente estilizados; tales fuentes se han hallado en Tall-i-Bakun cerca de Persépolis, y fueron datadas alrededor del año 3500 a. C.
Cerámica de Sialk. Fabienkhan – personal picture. CC BY-SA 2.5. Pottery vessel, Tepe sialk (Kashan) 1st mil BC. National Museum of Iran.
Estatuillas
Fechadas aproximadamente en el siglo XII a. C., las estatuillas de oro y plata de adoradores elamitas muestran una cabra de sacrificio. Estas estatuillas divinas y reales pretendían asegurar al rey la protección duradera de la divinidad, bienestar y una larga vida. Las obras que mostraban a un gobernante y su ejecución de una acción ritual pretendían eternizar la eficacia de tales actos. Encontradas cerca del Templo de Inshushinak en Susa, estas estatuillas se habrían considerado cargadas de poder benéfico.
Estatuilla dorada de un hombre (probablemente un rey) llevando una cabra. Susa, Irán, c. 1500-1200 a. C. (período elamita medio).Foto: Amir85. CC BY-SA 3.0.
Aunque los arqueólogos no pueden estar seguros de que el lugar donde se encontraron estas figuras indique una fecha anterior o de la época del rey elamita Shilhak-Inshushinak, los rasgos estilísticos pueden ayudar a situar las figuras en un periodo de tiempo específico. El peinado y el atuendo de las figuras, salpicados de lunares y ribeteados con un flequillo corto en la parte inferior, así como los metales preciosos, apuntan a una fecha de finales del segundo milenio a. C. y no del primer milenio.
En general, cualquier estatuilla de oro o plata que representara al rey haciendo un sacrificio no sólo cumplía una función religiosa, sino que también era una muestra de riqueza.
Ver referenca: Porada, Edith (2017). «Arte de los elamitas». www.iranchamber.com.
Archaic statue re-dedicated by Eshpum 500 years after its inception. Autor: Rama and one more author . CC BY-SA 3.0 fr.
Sellos
Los sellos elamitas alcanzaron su máxima complejidad en el IV milenio a. C., cuando su forma pasó a ser cilíndrica en lugar de un sello.
Los sellos se utilizaban principalmente como forma de identificación y a menudo se fabricaban con piedras preciosas. Dado que los sellos de las distintas épocas tenían diseños y temas diferentes, los sellos y las impresiones de sellos se pueden utilizar para rastrear las distintas fases del Imperio elamita y pueden enseñar mucho sobre el imperio de maneras que otras formas de documentación no pueden.
El sello representado muestra dos figuras sentadas que sostienen copas con un hombre delante de ellas vestido con una larga túnica junto a una mesa. Un hombre está sentado en un trono, presumiblemente el rey, y lleva una túnica envuelta. La segunda figura, tal vez su reina, lleva un amplio vestido con volantes y está elevada sobre una plataforma bajo una enredadera. En el campo aparece una media luna.
Referencia/Fuente: Sello cilíndrico e impresión moderna: Worshiper before a Seated Ruler or Deity; Seated Female under a Grape Arbor | Work of Art | Heilbrunn Timeline of Art History | The Metropolitan Museum of Art». The Met’s Heilbrunn Timeline of Art History, The Metropolitan Museum of Art.
Sello cilíndrico e impresión moderna- adorador ante un gobernante o deidad sentado; mujer sentada bajo una parra. Esta imagen fue donada a Wikimedia Commons por en el marco de un proyecto del Museo Metropolitano de Arte (Met) de Nueva York. MET DP370181. Creative Commons. Original file (2,964 × 1,387 pixels).
Plato cerámico decorado con motivos geométricos, actualmente en el Museo del Louvre de París. Civilización Elamita. Podría tener una datación de 4000 años a.C, es decir más de 6000 años de antiguedad. Agradecimientos a foto de Fabien Gatti. CC BY-SA 4.0. Máx. tamaño.
Cylinder seal of the Elamite king: Humban Kitin. Unknown author – http://iranologie.com/tag/neo-elamite/. Public Domain. No higher resolution available.
Ili-ishmani ensi Shushanki. Thureau-Dangin, F. (François), 1872-1944 – Inscription Chaldéennes Published in 1903. Public Domain.
Seal of Liburbeli, servant of the Great Epirmupi. Jean-Vincent Scheil (born 10 June 1858, Kœnigsmacker – died 21 September 1940, Paris) – Mémoires XIV Published in 1908. Public Domain. No higher resolution available.
Escultura de Shutruk Nahunte, de Elam. CC BY-SA 4.0.
Ummanaldash, King of Elam 645-640 BCE. The British Museum.Carole Raddato from FRANKFURT, Germany – This file has been extracted from another file. CC BY-SA 2.0.
Human pottery figurine, Susa, first half of 2nd mil BC. Sukkalmah era. National Museum of Iran. On the right, the musician is holding a short-necked lute. The player on the left holds a long-necked lute. beige ceramics. Fabien Dany, also known as Fabienkhan. CC BY-SA 2.5.
Chogha Zanbil, Ziggurat (model). Jona Lendering – Livius.org Image provided under CCO (notice under photograph). Creative Commons.
El Zigurat de Choga Zanbil
Choga Zanbil ( en persa, چغازنبیل) es un complejo elamita situado en la provincia del Juzestán, en Irán. Se encuentra a unos 25 kilómetros al oeste de Dezful, a unos 45 kilómetros al sur de Susa y a 230 kilómetros al norte de Abadán.
Las ruinas de Choga Zanbil fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1979.
La fecha de construcción de la ciudad no está clara debido a la incertidumbre en la cronología del reinado de Untash-Napirisha (Untah-Gal) (1275-1240 a. C.), hijo de Humban-Numena. pero se sitúa claramente en algún momento de los siglos XIV o XIII a. C.. La fecha convencionalmente asumida es el 1250 a. C. La ciudad está situada a unos 40 km al sureste de Susa (Shush) en la provincia de Juzestán en el actual Irán. Como otros gobernantes orientales de la misma época, Untash-Napirisha abandonó la antigua capital de su país para fundar una nueva ciudad. La ciudad quizás siga el modelo de Dur-Kurigalzu. Alrededor del 640 a. C. Dur-Untasch fue conquistada por las tropas del rey asirio Assurbanipal en torno al 645 a. C., junto con la capital elamita de Susa, aunque algunos investigadores sitúan el final de la ocupación a finales del siglo XII a. C.
El zigurat está considerado como el ejemplo mejor conservado del monumento piramidal escalonado por la UNESCO. En 1979, las ruinas de Chogha Zanbil se convirtieron en el primer sitio iraní inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de UNESCO.
Choga Zanbil era un centro religioso del Imperio elamita, fundado hacia 1250 a. C. por el rey Untash-Naprisha en la ruta entre Anshan y Susa, con el nombre de Dur-Untash-Naprisha (fortaleza de Untash-Naprisha). Rodeada de tres murallas concéntricas, la ciudad santa fue consagrada al dios nacional de Susa, Inshushinak.Chogha en lori Bakhtiari significa colina.
El monumento más importante es un extraordinario zigurat, construido según un método único: en lugar de estar formado por terrazas superpuestas, los cuatro pisos están encajados verticalmente. El zigurat ocupa completamente el recinto interior, y fue construido sobre un templo cuadrado anterior, también erigido por Untash-Naprisha. Es uno de los dos zigurats que se han conservado hasta nuestros días fuera de Mesopotamia, y uno de los mejor conservados.
En la zona intermedia se encuentran once templos dedicados a dioses menores. Se cree los planes originales incluían la construcción de veintidós templos, pero la muerte del rey interrumpió las obras.
En la zona exterior, al sudeste, se construyó un barrio real con palacios; las cinco tumbas reales subterráneas descubiertas bajo uno de los palacios contienen restos incinerados según una práctica similar a las de los hititas y hurritas, pero que no se encuentra en la tradición elamita. Es posible que se tratara de una dinastía de origen extranjero, quizá en relación con grupos primitivos indoeuropeos. Cerca de los palacios se ha descubierto un templo dedicado a Nusku, dios mesopotámico del fuego.
Aparentemente, la ciudad propiamente dicha no llegó a ser construida ni habitada; el sitio fue abandonado rápidamente, quizá debido a la extinción de la dinastía de Untash-Naprisha. La mayor parte de las obras de arte realizadas para la ciudad fueron transportadas a Susa. El zigurat, sin embargo, se mantuvo activo durante varios siglos, hasta su destrucción por el rey asirio Asurbanipal en 640 a. C. Algunos historiadores opinan que el gran número de templos y santuarios construidos en Choga Zanbil significa que Untash-Naprisha pretendía crear un nuevo centro religioso para reemplazar a Susa y unificar los dioses del alto y el bajo Elam.
Figurilla de caolín (arcilla) del segundo milenio a. C. Fabienkhan – personal picture. CC BY-SA 2.5.
La ciudad tiene unas 100 ha y está rodeada por una muralla.
Templo. En el centro hay un recinto amurallado de templos, cuya pieza arquitectónica central es un zigurat que aún hoy tiene 25 m de altura (originalmente probablemente unos 50 m) y es una de las torres de templo mejor conservadas de Mesopotamia. Tiene una longitud lateral de 105 metros y es el zigurat más antiguo encontrado en Elam hasta la fecha. Formaba la base de un templo alto en cuatro terrazas y estaba dedicado a Napirischa e Inschuschinak. El zigurat se construyó sobre un templo plano de Inšušinak, que se rellenó con ladrillos de barro. No se accedía a él por escaleras exteriores, como en Mesopotamia, sino por escaleras interiores. El templo estaba probablemente revestido de ladrillos vidriados y los pisos superiores estaban decorados con ladrillos de pomo vidriados (clavos de arcilla). En los portales del templo se encontraron figuras de arcilla de toros y grifos de tamaño natural. En la parte posterior de la figura del toro hay una dedicatoria a Inschuschinak. Alrededor del zigurat había pedestales y pequeños templos a nivel del suelo que contenían ofrendas votivas. Un camino procesional pavimentado con fragmentos de ladrillo conducía a ellos.
Cerca del zigurat había otros tres templos, uno de ellos dedicado a la diosa Kiriša. Otros templos se encontraban en la zona de los Temenos. Fuera de los temenos, sólo se construyó un templo al sur de los palacios. Estaba dedicado al dios Nusku. Ghirshman lo considera un precursor del persa templo del fuego, ya que la sala central no estaba techada.
En el noreste de la ciudad había cuatro palacios, que se organizaban en torno a patios centrales y presumiblemente kassita modelos. Las fachadas estaban decoradas con azulejos de colores en relieve. Las incrustaciones de marfil probablemente formaban parte del preciado mobiliario.
Abastecimiento de agua. Dado que el río Dez próximo a la ciudad está cortado profundamente en el terreno y la capa freática se encuentra a más de 50 metros de profundidad, el agua tuvo que ser extraída del río Karche cercano a Susa a través de un canal de 50 km de longitud. El canal fue construido por Untash-Napirisha. Pasaba por Haft Tepe y desembocaba en un gran embalse frente a la muralla noroccidental de la ciudad, que aún es visible hoy en día. Éste, junto con otros embalses más pequeños que le seguían, tenía la función de tratar el agua antes de introducirla en el fino sistema de distribución de la ciudad. La estructura, de más de 3.000 años de antigüedad, está considerada la planta de tratamiento de agua más antigua del mundo.
En el palacio situado más al sur se hallaron cinco tumbas subterráneas. Sólo se encontraron algunos restos de enterramientos.
Presa de agua al final del canal Untash-Napirisha. Rainer Fischer – Photo eines Freunds. CC BY-SA 3.0.
El rey Untash-Naprisha
Untash-Napirisha (1340- a. C.), fue un rey de Elam de la dinastía Igehalkida, durante el Período Elamita Medio, hijo del rey anterior, Humban-Numena. Su nombre viene de Napir, el dios elamita de la luna.
Fundó la nueva ciudad de, Dur-Untash, a 40 km al SE de Susa, (moderna Choga Zanbil). Construyó mucho en esta ciudad, y su templo principal, el famoso zigurat, todavía permanece. Aunque las construcciones, en este complejo religioso de la ciudad, terminaron abruptamente tras la muerte de Untash-Napirisha, el sitio no se abandonó sino que continuó ocupado hasta que fue destruido por el rey asirio, Asurbanipal, en 640 a. C..
Untash Napirirsha también dejó numerosas inscripciones en más de 50 templos y edificios, en Choga Zanbil, Susa, Choga Gotvand, y otros lugares.
Una carta elamita posterior, guardada en el Museo de Pérgamo (VAT17020), de Berlín, menciona que se casó con “la hija de Burna-Buriash (un rey babilonio), que le dio un hijo, el futuro rey Kidin-hudurdish (Hutran)». Si este es el mismo personaje que el rey de Babilonia, Burna-Buriash II, el reinado de Untash-Napirisha podría datarse hacia 1340 – 1300 a. C.. Sin embargo, algunos expertos consideran un modelo diferente para el sincronismo entre la Dinastía Casita de Babilonia, y los reyes elamitas, y sugieren que el mencionado Burna-Buriash fue un príncipe posterior, y que el reinado de Untash-Naprisha podría datarse hacia 1275 – 1240 a. C.
Esta obra contiene una traducción derivada de «Untash-Napirisha» de Wikipedia en inglés, publicada por sus editores bajo la Licencia de documentación libre de GNU y la Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Estela de Untash Naprisha. Stele of Untash Napirisha, king of Anshan and Susa. Sandstone, ca. 1340–1300 BC, brought from Tchoga Zanbil to Susa in the 12th century BC. Museo del Louvre. Foto: Unspecified – Jastrow (2005). Dominio público.
Plan general
Untash-Napirisha emprende obras ambiciosas. La ciudad se organiza en torno a tres recintos. El primero, de forma ovoide, tiene 4 kilómetros de longitud y abarca toda la ciudad en una superficie de unas 100 hectáreas. Está atravesada por siete puertas (un número mágico en la religión). Al noreste se encuentra el barrio real, al que se accede por la puerta principal de la ciudad. En el centro se encuentra el barrio sagrado, protegido por un recinto de 460 x 420 metros. Aquí se encuentra un tercer recinto (190 x 170 m) que incluye el zigurat que domina el paisaje de la ciudad. Al norte de la ciudad, fuera de las murallas, se construyó un embalse para redistribuir el agua por toda la ciudad. Se alimenta de un canal de más de 50 km, construido para la ocasión, debido al aislamiento de la ciudad.
El resto del primer recinto nunca ha sido poblado. Esta ausencia de construcción se debería a que no era una ciudad destinada a ser habitada, sino más bien un centro religioso pensado como lugar de reunión para todos los elamitas, ya que había templos dedicados a las principales deidades de las diferentes regiones del reino: Inshushinak de Susa, la región de Dur-Untash, pero también Napirisha el gran dios del país de Anshan, Kiririsha de Liyan, etc. Se trataría, pues, de un intento de dar cohesión a Elam mediante la creación de un lugar de culto que federa un panteón elamita constituido para la ocasión con un objetivo político, mientras que normalmente cada región tiene una fuerte individualidad cultural.
La ciudad propiamente dicha fue abandonada muy pronto, tal vez debido a la rápida extinción de la dinastía Untash-Napirisha, que hizo fracasar su proyecto unificador. La mayoría de las obras de arte realizadas para Dur-Untash fueron llevadas a Susa, donde se encontrarán durante las excavaciones. Sin embargo, el zigurat seguiría funcionando durante varios siglos más, hasta su destrucción por los asirios
El barrio sagrado y el zigurat
La ciudad santa central está dedicada al dios nacional de Susa Inshushinak. Otros dioses tienen su lugar aquí (Napirisha, Ishme-Karab, Kiririsha). El monumento más imponente es un soberbio zigurat.
Está construido en el antiguo emplazamiento de un templo ya dedicado a Inshushinak, que tenía unas dimensiones de 105 x 8 m. Los materiales básicos utilizados para la construcción del zigurat son el adobe para el núcleo y el ladrillo cocido, más resistente, para el exterior. Durante la construcción, el templo se elevó y se remató con cuatro pisos.
Para construir la torre, los constructores delimitaron primero el perímetro del edificio con un muro macizo, luego rellenaron el espacio alrededor del núcleo con adobes, antes de construir los pisos superiores siguiendo las escaleras, siempre alrededor de un núcleo principal.
Una vez terminado, el zigurat tiene una base cuadrada de 105 metros de lado (como el templo original) y una altura estimada de unos 55 metros (las ruinas aún miden 25 metros hoy en día). Al edificio se sube por cuatro escaleras a cada lado de la torre, que conducen al primer piso, y luego se utilizaban otras escaleras para subir a los demás pisos, haciendo un recorrido circular.
Estas escaleras interiores son una característica especial del edificio. Este zigurat estaba dedicado a Inshushinak, pero también a Napirisha, dios del país de Anshan, asegurando así la unión simbólica de las dos entidades que constituían Elam, el país bajo de Susa y el país alto de Anshan.
Hacha con el nombre del rey Untash-Napirisha. Fabienkhan y un autor más. CC BY-SA 2.5.
Arqueología
El yacimiento, de 96 hectáreas de superficie, fue descubierto originalmente por un geólogo que realizaba prospecciones petrolíferas en la zona. Encontró un ladrillo con una inscripción y, como arqueólogo aficionado, se lo llevó a los excavadores que entonces trabajaban en el yacimiento de Susa. La inscripción describía la construcción de una ciudad sagrada por un tal «Untash-Gal». 1935-39 y 1946.
Chogha Zanbil fue excavada en seis temporadas (un total de 21 meses) entre 1951 y 1962 por Roman Ghirshman con la Misión Arqueológica Francesa. En el proceso se retiraron casi 100.000 yardas cúbicas de escombros, con un equipo de entre 100 y 125 trabajadores a la vez.
Las excavaciones sacaron a la luz un cuadrilátero de 1300 pies cuadrados de muralla que encerraba una zona sagrada con templos y patios. El zigurat de cinco niveles se erguía en su centro, con las esquinas orientadas hacia los puntos cardinales. Cada 11º nivel de ladrillos del zigurat tenía una inscripción.
En los cuatro lados había grandes puertas, tres de ellas con escaleras para acceder al segundo nivel y una, la del suroeste, al quinto y más alto. En cada puerta había estatuas del tamaño de media vida, una de terracota vidriada en azul con una inscripción dedicada al dios Inshushinak.
Las excavaciones mostraron que el zigurat se construyó en dos fases, primero hasta el segundo nivel, con dos templos, y después hasta el quinto. En uno de los templos se encontraron azulejos de vidrio blanco y negro.
Se encontraron cinco tumbas bajo las habitaciones del patio. Al parecer, la tumba 1 nunca se utilizó, la tumba V fue saqueada en la antigüedad, la tumba II contenía restos parcialmente quemados de cinco individuos (incinerados en otro lugar) y la tumba IV, completamente intacta, contenía una mujer adulta de entre 40 y 60 años acompañada de ajuar funerario.
Toro con inscripción en elamita – Late 2nd millen BC – Museo Nacional de Irán – número de inventario 3213. Foto: Faqscl – Trabajo propio. CC BY-SA 4.0.
Se encontraron varios ladrillos con inscripciones (5.257 en total, la mayoría en elamita y 67 en acadio). En uno de ellos se podía leer:
«Yo, Untaš-Napiriša, hijo de Humbanumena, rey de Anšan y de Susa, deseoso de que mi vida sea continuamente próspera, para que no se me conceda la extinción de mi próspero linaje, un templo de ladrillos cocidos y un santuario de ladrillos vidriados construí; se lo di a Inšušinak del Siyan-kuk y erigí una torre templo. Que lo que hice y por lo que trabajé, como un regalo en mi nombre, sea aceptable para Inšušinak!».
Recientemente, el yacimiento fue excavado por Behzad Mofidi Nasrabadi en 1999, 2002, 2004 y 2005, incluyendo un estudio magnetométrico de 35 hectáreas realizado por la Universidad de Kiel.
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- Sitio oficial
- Choga-Zanbil guía de viajes y tours
- Tchogha Zanbil (UNESCO) (en inglés)
Estatua de la reina Napir-Asu
Este exvoto de tamaño natural de la reina Napir-Asu fue encargado alrededor del año 1300 a. C. en Susa, Irán. Está hecha de cobre mediante el método de fundición a la cera perdida y descansa sobre un sólido armazón de bronce que pesa 1750 kg (3760 lb). Esta estatua es diferente de muchas otras estatuas elamitas de mujeres porque se asemeja a las estatuas masculinas debido al cinturón ancho del vestido y a los motivos que se parecen mucho a los de las estatuas masculinas.
La estatua de la reina Napir-Asu es una de las obras más impresionantes y enigmáticas del arte elamita, datada aproximadamente en el siglo XIII a.C., durante el Período Elamita Medio. Esta estatua no solo es notable por su tamaño y calidad artística, sino también porque ofrece valiosos insights sobre la figura de Napir-Asu y el papel de las reinas en la corte elamita.
Contexto Histórico. Napir-Asu fue una reina elamita, probablemente esposa del rey Untash-Napirisha, uno de los monarcas más importantes de Elam, conocido por fundar la ciudad de Al-Untash-Napirisha (hoy conocida como Chogha Zanbil), que es uno de los sitios arqueológicos más importantes de Irán. El reinado de Untash-Napirisha, aproximadamente entre 1340 y 1300 a.C., se caracterizó por la construcción de grandes proyectos arquitectónicos y religiosos, lo que refleja un período de poder y prosperidad en Elam.
La estatua de Napir-Asu es una escultura de bronce fundido, recubierta con una fina capa de cobre, y pesa alrededor de 1750 kg. Mide aproximadamente 1,29 metros de altura y representa a la reina en una postura solemne, con las manos cruzadas sobre su abdomen, lo que es un gesto común en las representaciones de figuras reales y divinas en la antigua Mesopotamia y Elam.
Detalles Artísticos
Materiales y Técnica: La estatua está hecha de bronce sólido, lo que la hace extremadamente pesada. La técnica utilizada para su creación implica un notable dominio de la metalurgia, reflejando el alto nivel de habilidad técnica en Elam durante este período. La superficie está finamente trabajada, con detalles minuciosos en las vestimentas y joyas, indicando la riqueza y estatus de la reina.
Inscripción: En la base de la estatua hay una inscripción cuneiforme en elamita que identifica a la figura como Napir-Asu, esposa del rey Untash-Napirisha. La inscripción es también una maldición para proteger la estatua, advirtiendo a cualquiera que intente destruirla o profanarla que sufriría la ira de los dioses.
Iconografía: La reina está representada con un vestido largo, que cae en pliegues cuidadosamente esculpidos, y un cinturón ancho. La postura con las manos cruzadas es un signo de respeto y devoción, y puede también indicar su rol como una figura intercesora o protectora. Aunque la cabeza y los pies de la estatua no se han conservado, la majestad y el peso de la figura sugieren una imagen de poder y dignidad.
La inscripción del lateral de la estatua maldice a cualquiera, concretamente a los hombres, que intente destruir la estatua:
«Yo, Napir-Asu, esposa de Untash-Napirisha. Aquel que se apodere de mi estatua, que la destroce, que destruya su inscripción, que borre mi nombre, que sea castigado con la maldición de Napirisha, de Kiririsha y de Inshushinka, que su nombre se extinga, que su descendencia sea estéril, que las fuerzas de Beltiya, la gran diosa, se abatan sobre él». Esta es la ofrenda de Napir-Asu.»
Estatua de Napirasu. Foto: Lamashtu2006. CC BY-SA 4.0. Ver mayor resolución.
Significado Cultural y Religioso
La estatua probablemente estaba destinada a ser colocada en un templo, posiblemente en Chogha Zanbil, como un acto de devoción de la reina hacia los dioses elamitas. La inscripción en la estatua indica que Napir-Asu deseaba ser inmortalizada en el templo, perpetuando su memoria y asegurando su lugar en el más allá. Esto subraya el rol religioso que las reinas elamitas podían desempeñar, no solo como consortes reales sino también como figuras importantes en el culto estatal.
La Estatua como Objeto de Poder
La creación de una estatua de tal magnitud y sofisticación técnica era, sin duda, una declaración de poder y riqueza. Las inscripciones de maldiciones en estatuas y edificios no eran inusuales en la antigua Mesopotamia y Elam, y servían para proteger los objetos sagrados de profanadores. En el caso de Napir-Asu, la maldición subraya la importancia de la estatua no solo como una representación física de la reina, sino también como un objeto dotado de poder sagrado.
Descubrimiento y Conservación
La estatua de Napir-Asu fue descubierta en Susa, uno de los principales centros de Elam, y actualmente se encuentra en el Museo del Louvre en París. Su estado de conservación es excepcional, lo que permite a los historiadores y arqueólogos estudiar en detalle la técnica y el estilo artístico del periodo elamita medio.
Legado
Napir-Asu, a través de esta estatua, nos deja un legado importante sobre el rol de las reinas en Elam, su relación con la religión y su deseo de ser recordadas más allá de su vida terrenal. La estatua también nos ofrece una ventana a las prácticas artísticas, religiosas y políticas de Elam, reflejando cómo las mujeres de la realeza podían ejercer un poder significativo en el contexto de su cultura.
En resumen, la estatua de Napir-Asu no solo es un testimonio del nivel artístico alcanzado por los elamitas, sino que también nos revela aspectos importantes sobre la figura de la reina y su posición en la sociedad elamita. Es una de las piezas más valiosas para entender la complejidad y la riqueza de la civilización elamita en su período medio.
Estela de Untash Napirisha
Se cree que la estela del rey elamita Untash-Napirisha fue encargada en el siglo XII a. C.. Fue trasladada desde la capital religiosa original de Chogha Zanbil a la ciudad de Susa por el rey sucesor, Shutruk-Nahnante. Quedan cuatro registros de la estela. Los restos representan al dios Inshushinak validando la legitimidad de quien se cree que es Shutruk-Nahnante. En la periferia hay dos sacerdotisas, deidades híbridas de pez y mujer que sostienen corrientes de agua, y dos guardianes mitad hombre mitad muflón del árbol sagrado. Los nombres de las dos sacerdotisas están grabados en sus brazos.
El rey Untash Napirisha dedicó la estela al dios Ishushinak. Al igual que otras formas de arte del antiguo Oriente Próximo, ésta representa a un rey reconociendo ceremonialmente a una deidad. Esta estela es única en el sentido de que el reconocimiento entre el rey y el dios es recíproco.
Relieve de Kul-e Farah I (650-575 a.C.). Elamite Museum. CC BY-SA 4.0.
Cronología de gobernantes
Dinastía awan (fechas precisas desconocidas).
La Dinastía Awan fue la primera dinastía del Imperio elamita, fundada por un rey llamado Peli en los albores de la historia. Debió tener importancia e influencia con respecto a Sumer desde muy tempranas épocas, pues sus conflictos con Mesopotamia comienzan con En-Men-Barage-Si de Kiš (siglo XXVIII a. C.-siglo XXVII a. C.), monarca que la derrotó. Otra figura sumeria, Eannatum de Lagash, también tuvo que vérselas con los elamitas de Awan, a los que asegura derrotar.
- Peli (2500 a. C.).
- Tata (fecha precisa desconocida).
- Ukku-Takhesh (fecha precisa desconocida).
- Khishur (fecha precisa desconocida).
- Shushun-Tarana (fecha precisa desconocida).
- Napil-Khush (fecha precisa desconocida).
- Kikku-Sive-Temti (fecha precisa desconocida).
- Lukh-Ishshan (siglo XXIV a. C.).
- Khelu (2300 a. C.).
- Khita (2275 a. C.).
- Kutik-Inshushinnak (2240 a. C.).
Dinastía simash
- Gir-Namme (2030 a. C.).
- Enpi-Luhhan (2010 a. C.).
- Khutran-Temtt (fecha precisa desconocida).
- Kindattu (fecha precisa desconocida).
- Indattu-Inshushinnak I (fecha precisa desconocida).
- Tan-Rukhurater (fecha precisa desconocida).
- Indattu-Inshushinnak II (fecha precisa desconocida).
- Indattu-Napir (fecha precisa desconocida).
- Indattu-Tempt (fecha precisa desconocida).
Dinastía babilónica (1770-1500 a. C.)
Babilonia (en acadio: «Bābilim», en sumerio: «KÁ.DINGIR.RAKI» o 𒌓𒆠 «BAR.BARKI») fue un antiguo Estado localizado en la región central-sur de Mesopotamia, teniendo su epicentro en la ciudad homónima y que llegó a extenderse por Acad y Sumeria, arrebatando la hegemonía a las dinastías amorritas de Isin y Larsa del llamado Renacimiento sumerio. Su historia se divide en dos etapas principales; el imperio paleobabilónico (1792–1595 a. C.) y el imperio neobabilónico (612–539 a. C.), durante las cuales Babilonia dominó toda Mesopotamia. Babilonia y sus dominios fueron anexados al Imperio persa aqueménida tras las conquistas de Ciro el Grande.
Oriente Próximo en torno al 1700 a. C., en tiempos de la dinastía babilónica. (Mapa Enyavar, rowanwindwhistler). Creative Commons.
Dinastía igehalkid (1350-1200 a. C.)
- Ige-Halki (1350-1330 a. C.).
- Pakhir-Ishshan (1330-1310 a. C.).
- Attar-Kittakh (1310-1300 a. C.).
- Humban-Numena (1300-1275 a. C.).
- Untash-Naprisha (1275-1240 a. C.).
- Unpatar-Naprisha (1240-1235 a. C.).
- Kidin-Hutran (1235-1210 a. C.).
Dinastía Shutrukida (1205-1100 a. C.)
La dinastía shutrukida (hacia 1200-1100 aC) fue una estirpe de soberanos que reinó en Elam y llevó al país a la cima de su poder. El país era rico y bajo Shutruk-Nakhunte y sus tres hijos y sucesores Kutir-Nakhunte II, Silhak-Inshushinak y Hutelutush-Inshushinak se hicieron expediciones contra los casitas de Mesopotamia y se construyeron o restauraron en Susa y otros lugares lujosos templos.
Shutruk-Nahhunte, hijo de Hallutush-Inshushinak, dirigió las primeras expediciones a Mesopotamia. Por las inscripciones se sabe que saqueó Akkad, Babilonia y Ešnunna, de la última de las cuales se llevó las estàtuas de Manishtusu. Este rey llevó a Susa el código de Hammurabi y la estela de Naram-Sin. El 1158 aC mató al rey casita Zababa-shum-iddina. y colocó en el trono de Babilonia a su propio hijo Kutir-Nakhunte. A la muerte de su padre Kutir-Nakhunte le sucedió, poniendo fin a la dinastía casita deponiendo a Enlilnadinahi (1157-1155 aC). Reinó poco tiempo y le sucedió su hermano Silhak-Inshushinak, que ha dejado numerosas inscripciones recordando sus campañas en Mesopotamia y los templos construidos o restaurados (una sola estela recuerda una veintena de templos).
El último rey de la dinastía, Hutelutush-Inshushinak, es señalado algunas veces como «hijo de Kutir-Nakhunte y de Silhak-Inshushinak» y otras «hijo de Shutruk-Nakhunte» o «hijo de Kutir-Nakhunte» o «hijo de Silhak-Inshushinak», pero probablemente fue hijo de Sutruk-Nahhunte con su propia hija Nakhunteutu (el incesto parece que fue muy frecuente en la familia real). Abandonó Susa, ocupada temporalmente por Nabucodonosor I (hacia 1125-1104 a. C.) y se refugió en Anshan, donde construyó o restauró un templo; pudo volver a Susa más tarde, donde su hermano Silhinahamru-Lagamar parece que había tomado el poder. Después Elam entró en decadencia.
Oriente Próximo en torno al 1200 a. C., en tiempos de la dinastía shutrukida. MAPA: Enyavar – Este archivo deriva de: Alter Orient 1200BC.svg. CC BY-SA 4.0.
Dinastía Shutrukida (1205-1100 a. C.)
- Khallutush-In-Shushinak (1205-1185 a. C.).
- Shutruk-Nahhunte (1185-1155 a. C.).
- Kutir-Nahhunte III (1155-1150 a. C.).
- Silhak-Inshushinak (1150-1120 a. C.).
- Khutelutush-In-Shushinak (1120-1110 a. C.).
- Shilhana-Hamru-Lagamar (1110-???? a. C.).
Última dinastía elamita (743-644 a. C.)
- Khumbanigash I (743-717 a. C.).
- Shuturnakhkhunte II (717-699 a. C.).
- Khallushu (699-693 a. C.).
- Kutir-Nakhkhunte (693-692 a. C.).
- Khumma-Menanu (692-689 a. C.).
- Humban-Haltash I (689-681 a. C.).
- Humban-Haltash II (681-680 a. C.).
- Humban-Haltash II y Shilhak-In-Shushinak (680-676 a. C.).
- Shilhak-In-Shushinak y Urtaki (676-664 a. C.).
- Shilhak-In-Shushinak y Temti-Humban-Inshushinak (664-653 a. C.).
- Atta-Khumma-In-Shushinak y Khumbanigash II (653-651 a. C.).
- Atta-Khumma-In-Shushinak y Tammaritu (651-649 a. C.).
- Atta-Khumma-In-Shushinak y Indabigash (649-648 a. C.).
- Indabigash (648-647 a. C.).
- Khumma-Khaldash III (647-644 a. C.).
Menciones en la Biblia
La Biblia menciona ―en Génesis 5:32,10:22― que Elam fue uno de los hijos de Sem (hijo de Noé). Estos versículos llevan al lector al hogar o patria de los semitas, Mesopotamia y Arabia oriental. Elam era la región fronteriza con el bajo Tigris en el oeste y con Media en el noreste. Susa, la antigua capital de Elam (cf. Daniel 8:9), llegó en tiempos posteriores a ser una de las capitales del Imperio persa (véase p.ej. Ester 1:2). Además, Elam posee su propia profecía ―en Jeremías 49, del versículo 34 en adelante― donde Jehová manda males a este pueblo jurando que lo reunirá de nuevo al final de los tiempos.
Bibliografía Reino de Elam
- Khačikjan, Margaret: The elamite language. Consiglio Nazionale delle Ricerche Istituto per gli Studi Micenei ed Egeo-Anatolici (Documenta Asiana IV), 1998. ISBN 88-87345-01-5.
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- Quintana Cifuentes, Enrique: Textos y fuentes para el estudio del Elam. Murcia: Estudios Orientales, IPOA-Murcia, 2000..
- Quintana Cifuentes, Enrique: La lengua elamita (Irán prepersa). Madrid: Gram, 2010. ISBN 978-84-88519-17-7.
Lengua e historia elamita, por Enrique Quintana Cifuentes
- Elamit.net (en italiano e inglés).
- Curso de lengua elamita en línea.
Susa, la capital Elamita
Susa Irán (En persa, شوش Shush; hebreo: שׁוּשָׁן Shushān; griego: Σοῦσα ; en siríaco: Shush; persa antiguo Çūšā) era una antigua ciudad de los imperios iraníes protoelamita, elamita, primer imperio persa, seleúcida y parto, y una de las ciudades más importantes del Antiguo Oriente Próximo. Se encuentra situada en la parte inferior de los montes Zagros a unos 250 km al este del río Tigris, entre los ríos Karkheh y Dez, en el sudoeste del actual Irán.
Hoy en día, de la antigua ciudad solo queda un gran campo de ruinas. La moderna ciudad iraní de Shush se encuentra en el lugar de la antigua Susa. Shush es la capital administrativa del condado de Shush de la provincia de Juzestán. Tenía una población de 64.960 habitantes en 2005. (Ref.Susa 1).
Nombre
En elamita, el nombre de la ciudad se escribía de varias maneras Ŝuŝan, Ŝuŝun, etc. y aparentemente se pronunciaba Susən. Šušan fue invadida por el imperio babilonio y el asirio en violentas campañas. El origen de la palabra Susa procede de la deidad local Inshushinak. Tras la conquista babilónica, el nombre fue malinterpretado y relacionado con el término semítico šušan, ‘lirio’.
Tradiciones literarias
Susa fue una de las ciudades más importantes del Antiguo Oriente Próximo. En literatura histórica, Susa aparece en los primeros documentos sumerios: por ejemplo, se la describe como uno de los lugares sometidos a la obediencia de Inanna, deidad propia de Uruk, en Enmerkar y el señor de Aratta.
Textos bíblicos
Se menciona a Susa en el Ketuvim de la Biblia hebrea con el nombre de Shushan, principalmente en Ester, pero también una vez en el de Nehemías y en el de Daniel. Tanto Daniel como Nehemías vivieron en Susa durante el cautiverio de Babilonia, del siglo VI a. C. Ester se convierte allí en reina, al casarse con el rey Asuero, y salva a los judíos del genocidio. Una tumba que se cree que pertenece a Daniel se encuentra en la zona, conocida como Shush-Daniel; sin embargo la estructura actual es en realidad una construcción muy posterior que data de finales del siglo XIX, alrededor del año 1871. (Ref.Susa 2)
Susa vuelve a mencionarse en el Libro de los Jubileos (8:21 & 9:2) como uno de los lugares que fueron herencia de Sem y su hijo mayor, Elam; y en 8:1, «Susan» aparece también como el nombre de un hijo (o hija, en algunas traducciones) de Elam.
Textos griegos
La mitología griega atribuyó la fundación de Susa al rey Memnón de Etiopía, un personaje que aparece en el relato épico de la guerra de Troya, la Ilíada de Homero.
Primeros asentamientos
Susa es uno de los más antiguos asentamientos de la región, probablemente fue fundado como una aldea alrededor del 4000 a. C., pero los arqueólogos han datado las primeras trazas de la villa neolítica habitada en 7000 a. C. Hay evidencias de una civilización de cerámica pintada que se ha datado en h. 5000 a. C. (Ref.Susa 15)
Las vasijas de cerámica pintada de Susa de principios del primer estilo son una versión regional y tardía de la tradición de cerámica obeida mesopotámica que se extendió por todo Oriente Próximo durante el V milenio a. C.
En la historia de las ciudades, Susa es uno de los asentamientos más antiguos que se conocen en la región. Basándose en la datación de C14, la fundación del asentamiento allí tuvo que ocurrir tan pronto como el 4395 a. C. (una datación calibrada por radiocarbono). En esta etapa, la ciudad ya era muy grande para la época, alrededor de 15 hectáreas. (Ref.Susa 17)
La fundación de Susa se correspondía con el abandono de pueblos cercanos. Potts sugiere que la ciudad pudo haberse fundado para intentar restablecer el asentamiento, previamente destruido, de Chogha Mish. Previamente Chogha Mish fue también un asentamiento muy grande y presentaba una plataforma maciza similar a la que más tarde se construyó en Susa. (Ref.Susa 18)
Otro asentamiento importante en la zona es Chogha Bonut, que fue descubierto en 1976.
Período Susa I
Poco después de que Susa fuera habitada por vez primera hace más de 6000 años, sus habitantes erigieron un templo sobre una monumental plataforma que se alzaba sobre el paisaje de la llanura circundante. La naturaleza excepcional del lugar aún se reconoce hoy en lo artístico de los recipientes de cerámica que fueron colocados como ofrendas en un millar o más de tumbas cerca de la base de la plataforma del templo.
El primer asentamiento de Susa se conoce como período Susa I (h. 4200-3900 a. C.). Dos asentamientos que los arqueólogos han denominado Acrópolis (7 ha) y Apadana (6,3 ha), más tarde se fusionarían para formar Susa propiamente dicha (18 ha).18 La Apadana fue encerrada en muros de tapial de seis metros de ancho (este lugar en particular se llama Apadana porque también contiene una estructura aqueménida posterior de este tipo).
Cáliz y copa, Irán, estilo Susa I, IV milenio a. C. – Período de El Obeid; el cáliz mide unos 12 cm; Sèvres – Cité de la céramique. Foto: Siren-Com. CC BY-SA 3.0. Original file (2,398 × 1,753 pixels).
Casi dos mil jarros de estilo Susa I se recuperaron en el cementerio y la mayor parte de ellos están hoy en día en el Louvre. Los recipientes encontrados son un testimonio elocuente de los logros artísticos y técnicos de sus hacedores y ofrecen claves sobre la organización de la sociedad que los encargó. (Ref.Susa 16)
El estilo Susa I fue en gran medida un producto del pasado y de influencias de las industrias de cerámica contemporáneas en las montañas de Irán occidental. La coincidencia en estrecha asociación de vasijas de tres tipos —un cáliz para beber, un plato para servir y una pequeña jarra— implica el consumo de tres tipos de comida, que aparentemente se necesitaban para la vida de ultratumba de la misma manera que lo eran en este mundo. Cerámicas con estas formas, que estaba pintada, constituye una gran proporción de los recipientes del cementerio. Otras que tienen un aspecto más grosero, para cocinar, jarras y boles, con simples bandas pintadas sobre ellas, fueron posiblemente ofrendas funerarias para tumbas de ciudadanos más humildes así como adolescentes y, quizás, niños. (Ref.Susa 19).
La cerámica ha sido realizada a mano cuidadosamente. Aunque pudo haberse empleado una rueda lenta, la asimetría de las vasijas y la irregularidad de las líneas circundantes y las bandas indican que la mayor parte del trabajo se hizo a mano alzada.
También está testimoniada en este período metalurgia en cobre, que era contemporánea de obras en metal en algunos yacimientos de las tierras altas de Irán como Tappeh Sialk.
Susa II y la influencia de Uruk
Susa entró en la esfera de influencia cultural de Uruk durante el período de Uruk. Una imitación de todo el aparato estatal de Uruk, protoescritura, sellos cilíndricos con motivos sumerios, y arquitectura monumental, todo ello se puede encontrar en Susa. Según algunos estudiosos, puede que Susa fuera una colonia de Uruk.
Hay cierta discusión sobre la periodización comparativa de Susa y Uruk en esta época, así como alrededor de la extensión de la influencia de Uruk en Susa. La investigación reciente indica que el período de Uruk temprano se corresponde al período de Susa II. (Ref.Susa 20).
D. T. Potts arguye que la influencia de la región de Juzestán en las tierras altas iraníes, en Susa, fue más significativa en el período temprano y también continuó más adelante. Así, Susa combinó la influencia de dos culturas, la de la meseta y la de las llanuras aluviales. También insiste Potts en el hecho de que la escritura y los sistemas de numeración de Uruk no fueron simplemente tomados prestados en Susa al por mayor; más bien, se produjo un préstamo parcial y selectivo, que fue adaptado a las necesidades de Susa. A pesar del hecho de que Uruk era todavía más grande que Susa en la época, Susa no fue su colonia, pero aún mantuvo alguna independencia durante largo tiempo, según Potts. (Ref.Susa 21)
Algunos estudiosos creen que Susa fue parte de la más amplia cultura de Uruk. Holly Pittman, una historiadora del arte de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia, dice que «los susánidas participan totalmente de la forma de vida de Uruk. No son culturalmente distintos; la cultura material de Susa es una variación regional de la llanura mesopotámica». Gilbert Stein, director del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago, dice que «Una expansión que en el pasado se creyó que había durado menos de 200 años ahora aparentemente continuó durante 700 años. Cuesta pensar en ningún sistema colonial que durase tanto. La expansión del material de Uruk no evidencia una dominación de Uruk; pudo haber sido una elección local. (Ref.Susa 22).
Período Susa III
Susa III (3100–2700 a. C.) es también conocido como período «protoelamita». (Ref.Susa 23). En esta época predomina la cerámica del período Banesh. Es también aquí cuando aparecen por vez primera tablillas protoelamitas. Posteriormente Susa se convirtió en el centro de la civilización de Elam.
En esta época aparecen en documentos sumerios referencias ambiguas a Elam. Susa entra en la historia durante el período Dinástico Arcaico de Sumer. Está documentada una batalla entre Kish y Susa en 2700 a. C.
Elamitas
Más adelante se convertiría en la capital del Imperio elamita. En el período sumerio, Susa fue la capital de un estado llamado Susiana (Šušan), que ocupó aproximadamente el mismo territorio que la moderna provincia de Juzestán con centro en el río Karún. El control de Susiana fue variando entre Elam, Sumer y los acadios. A Susiana a veces se la confunde como sinónimo de Elam pero, según F. Vallat, fue una entidad política y cultural diferente. (Ref.Susa 24)
Susiana fue incorporada por Sargón el Grande a su imperio acadio alrededor del año 2330 a. C.
Kutik-Inshushinnak
Copa de plata procedente de Marvdasht, Irán, con una inscripción elamita lineal de la época de Kutik-Inshushinnak. Museo Nacional de Irán. (Ver imagen).
Susa fue la capital de una provincia acadia hasta alrededor del año 2100 a. C. cuando su gobernador, Kutik-Inshushinnak, se rebeló e hizo de ella un estado independiente y un centro literario. También fue el último de la dinastía awan según la lista de reyes de Susa. Unificó los territorios vecinos y se convirtió en rey de Elam. Animó el uso de la escritura elamita lineal, que sigue sin haberse descifrado. (Ref.Susa 25).
La ciudad fue posteriormente conquistada por la dinastía neosumeria Ur-III y la conservó hasta que Ur finalmente cayó en manos de los elamitas bajo Kindattu en alrededor de 2004 a. C. En esta época Susa se convirtió en capital elamita bajo la dinastía epártida.
Período elamita medio
Alrededor del año 1500 a. C. comenzó el período elamita medio con el surgimiento de las dinastías anshanitas. Su gobierno se caracterizó por una «elamización» de Susa, y los reyes asumieron el título de «rey de Anshán y Susa». Mientras que, previamente, el idioma acadio fue frecuentemente usado en inscripciones, los reyes posteriores, como la dinastía igihálkida de h. 1400 a. C., intentaron usar el elamita. Así el idioma y la cultura elamita crecieron en importancia en Susiana. (Ref.Susa 24).
También fue esta la época en la que el panteón elamita se impuso en Susiana. Esta política alcanzó su cumbre con la construcción del complejo religioso y político de Choga Zanbil, a 30 km al sudeste de Susa.
Hacia el año 1175 a. C., los elamitas bajo Shutruk-Nahhunte saquearon la estela original que tenía inscrito el Código de Hammurabi, las primeras leyes escritas que se conocen en el mundo, y se la llevaron a Susa. Los arqueólogos la encontraron en 1901. Nabucodonosor I del imperio babilónico saqueó Susa alrededor de cincuenta años después. (Ref.Susa 26).
Neoasirios
Artículo principal: Batalla de Susa
En 647 a. C. el rey neoasirio Asurbanipal arrasó la ciudad durante una guerra en la que el pueblo de Susa participó con el otro lado. Una tablilla desenterrada en 1854 por Austen Henry Layard en Nínive revela a Asurbanipal como un «vengador», buscando compensar las humillaciones que los elamitas habían infligido a los mesopotámicos a lo largo de los siglos:
«Susa, la gran ciudad sagrada, morada de sus dioses, sede de sus misterios, yo la conquisté. Entré en sus palacios, abrí sus tesoros donde se amasaban la plata y el oro, los bienes y la riqueza,… Yo destruí el zigurat de Susa. Aplasté los brillantes cuernos de cobre. Reduje a los templos de Elam a la nada; sus dioses y diosas, yo los lancé al viento. Las tumbas de sus reyes, antiguos y recientes, los devasté, expuse al sol, y me llevé sus huesos a la tierra de Asur. Yo devasté las provincias de Elam y, en sus tierras, sembré sal.» (Ref.Susa 27)
El dominio asirio sobre Susa empezó en el año 647 a. C. y duró hasta la captura meda de Susa en el 617 a. C.
La brutal campaña de Asurbanipal contra Susa en 647 a. C. está documentada en este relieve. Surgen las llamas en la ciudad, conforme los soldados asirios la derriban con picos y palancas y se llevan los despojos.
Tras la conquista persa
Período aqueménida
Susa atravesó una gran transición política y etnocultural cuando pasó a formar parte del imperio aqueménida persa entre 540 y 539 a. C. cuando fue capturada por Ciro el Grande durante su conquista de Elam (Susiana), de la que Susa era la capital.(Ref.Susa 28). La Crónica de Nabónido documenta que, antes de las batallas, Nabónido había ordenado que se llevaran a la capital estatuas de culto de las ciudades babilonias periféricas, lo que sugiere que el conflicto sobre Susa había empezado posiblemente en el invierno de 540 a. C.(Ref.Susa 29).
Es probable que Ciro negociase con los generales babilonios para obtener un compromiso por su parte y así evitar un enfrentamiento armado. Nabónido estaba en la ciudad en aquella época y pronto huyó a la capital, Babilonia, que no había visitado en años. La conquista de Susa por Ciro, y del resto de Babilonia, dio comienzo a un cambio fundamental, llevando a Susa al control persa por vez primera. (Ref.Susa 30 y 31).
Esfinge de Darío I de Persia en el palacio de Susa. Jastrow (2005). Dominio Público.
Tal vez ya desde el reinado de Ciro II (c. 559-529 a. C.), Susa funcionó como una de las capitales del Imperio persa. Pero, con toda seguridad, bajo el hijo de Ciro, Cambises II, Susa se convirtió en el centro político como una de las cuatro capitales del imperio persa aqueménida, al tiempo que reducía la importancia de Pasargada como capital de Persia. Tras el breve gobierno de Cambises, Darío el Grande comenzó un gran programa constructivo en Susa y Persépolis. En esta época, describe su nueva capital en la inscripción DSf:
«Este palacio que construí en Susa, tiene decoración traída de lejos. Hacia abajo se excavó la tierra, hasta que alcancé el lecho de roca. Cuando se terminó la excavación, entonces se apisonaron los escombros, alrededor de 40 codos de hondo, otra parte 20 codos de profundo. Sobre esos escombros se construyó el palacio.» (Ref.Susa 29)
Susa siguió siendo la capital de invierno y residencia de los reyes aqueménidas que sucedieron a Darío el Grande, Jerjes I y sus sucesores.(Ref.Susa 33). Desde Susa habría partido Jerjes I en el verano de 481 a. C. en dirección a Critalia, en Capadocia, para conquistar Grecia.
En la ciudad se ambienta la obra Los persas (472 a. C.), una tragedia ateniense del dramaturgo griego Esquilo, que es la obra más antigua que se conserva en la historia del teatro.
Acontecimientos mencionados en el Libro de Ester del Antiguo Testamento se dice que acontecieron en Susa durante la época aqueménida o sasánida.
Períodos macedonio, parto y sasánida
Susa fue conquistada por Alejandro Magno en el 331 a. C. con lo que se hizo con el primer Imperio persa. Entonces Susa perdió gran parte de su importancia. Allí se celebraron las llamadas «bodas de Susa» que concertó Alejandro en 324 a. C. en Susa, entre los macedonios y los persas.
Aproximadamente un siglo después de Alejandro, Susa cayó en la órbita del imperio seléucida. Después de Seleucia, era la ciudad más grande bajo control seléucida en aquella época. Susa usó Alejandría de Susiana (Cárace) como su puerto. Conservó bastante independencia y su organización como ciudad-estado griega hasta bien avanzado el período parto y parece haber ganado independencia bajo una dinastía cuyos reyes llevaban el nombre de Kamnaskires en el siglo I d. C. (Ref.Susa 34).
Cuando el Imperio parto ganó su independencia del imperio seléucida y asumió el control de gran parte de sus provincias orientales, Susa fue convertida en una de las dos capitales (junto con Ctesifonte) del nuevo estado.
Susa fue un lugar frecuente de refugio para los partos y, más tarde, los reyes sasánidas de Persia, cuando los romanos saquearon Ctesifonte cinco veces diferentes entre 116 y 297 d. C. (Susa fue capturada brevemente solo por el emperador romano Trajano en 116 d. C. y nunca más los avances del imperio romano llegaron tan al este). Habitualmente los gobernantes partos pasaban el invierno en Susa y el verano en Ctesifonte. (Ref.Susa 35).
Los matrimonios de Barsine-Estatira y Alejandro Magno de Macedonia y su hermana, Dripetis con Hefestión en Susa en 324 a. C., como representa un grabado de finales del siglo XIX.
Período postislámico y degradación
Susa fue destruida al menos tres veces en su historia. La primera fue en el año 647 a. C., por Asurbanipal. La segunda tuvo lugar en el año 638, cuando los ejércitos musulmanes conquistaron por vez primera Persia. En 1218 la ciudad fue arrasada por los invasores mongoles. La ciudad quedó aún más degradada en el siglo XV cuando la mayoría de su población se trasladó a Dezful y quedó como el pequeño asentamiento actual. (Ref.Susa 36).
Susa tuvo una significativa población cristiana a lo largo del primer milenio y fue una diócesis de la Iglesia asiria del Oriente entre los siglos V y XIII, en la provincia metropolitana de Beth Huzaye (ʿIlam o Elam).
(…) En julio del 2015 fue inscrita en la lista del patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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