«El manuscrito del Roman de la Rose contiene uno de los poemas románticos franceses más populares de su tiempo…». This image is available from the National Library of Wales You can view this image in its original context on the NLW Catalogue. CC0.
El Roman de la Rose es un poema de cerca de 22 000 versos octosílabos que adopta la forma de sueño alegórico. Aunque consta de dos partes, que se escribieron en momentos distintos, la obra no fue concebida de modo conjunto. La primera parte del poema fue escrita por Guillaume de Lorris, y consta de 4058 versos octosílabos. Se elaboró entre 1225 y 1240. La obra, interrumpida por la prematura muerte de Guillaume de Lorris, fue continuada por Jean de Meung con 17 722 versos entre 1275 y 1280.

Scanned from Four Gothic Kings, Elizabeth Hallam, ed. Dominio Público.
La lámina que se contempla procede de un manuscrito del Roman de la Rose y muestra al autor Guillaume de Loris en plena labor de escritura. La escena responde al modelo característico de la iconografía medieval, en la que los escritores se representan sentados en un sitial, con el libro abierto sobre las rodillas o sobre un atril, concentrados en el acto de la composición. El personaje viste con los ropajes propios de un hombre letrado de su tiempo, con manto y capucha, lo que subraya su pertenencia a un ambiente culto y cortesano. El mobiliario que lo rodea es igualmente significativo: una mesa de forma circular, a modo de pedestal o fuente, sostiene libros y se corona con una construcción arquitectónica en miniatura que recuerda una torre. Este motivo no es meramente ornamental, sino que debe entenderse como símbolo, pues en la cultura visual medieval la arquitectura representaba la solidez del saber, la edificación del pensamiento y la elevación del espíritu.
Al fondo, a través de una ventana, aparecen varias figuras que observan la escena. Su presencia añade una dimensión social a la imagen, recordando que la escritura medieval no era un acto solitario, sino una actividad que tenía siempre un destinatario. El escritor trabaja para un público que espera, escucha o lee su obra, y que participa de la transmisión cultural. La miniatura sugiere así el circuito completo de la literatura medieval: el proceso de creación, la copia manuscrita, la lectura y la difusión en un medio cortesano.
La representación del autor tiene una función doble. Por un lado, legitima la obra al mostrar a quien la compone, aunque no se trate de un retrato realista, sino de una imagen idealizada que condensa la figura del auctor. Por otro lado, introduce al lector en el universo alegórico del Roman de la Rose, donde la fuente, el jardín amurallado y las construcciones simbólicas ocupan un lugar central. La torre en miniatura que aparece sobre la mesa dialoga con ese imaginario alegórico: puede entenderse como un signo visual del edificio del conocimiento, de la fortaleza del amor o de la elevación moral que se esconde tras la poesía.
Desde el punto de vista artístico, la lámina pertenece a la tradición del gótico internacional, con su uso de colores intensos, los contornos definidos y la ambientación cortesana. El interior está cuidadosamente representado: el suelo de madera en perspectiva, el respaldo labrado del asiento, los tejidos y ornamentos que sugieren un ambiente refinado. Todo ello contribuye a subrayar la dignidad de la escritura como actividad central de la vida cultural medieval.
Más allá de su valor estético, esta ilustración revela cómo se entendía el Roman de la Rose en su contexto original: no solo como un poema de amor cortés, sino como una obra enciclopédica, portadora de saber, reflexión moral y debate social. El autor representado encarna la figura del mediador entre el conocimiento y el público, entre la experiencia del deseo y su transposición en alegoría literaria. La miniatura, en definitiva, no retrata tanto a un hombre concreto como a la idea misma de autoría en la Edad Media, un concepto en el que la creación individual se funde con la tradición y la autoridad textual.
El Roman de la Rose constituye una de las obras literarias más influyentes de la Edad Media, no solo por su extensión y ambición poética, sino también por la forma en que condensó el imaginario cultural, filosófico y social de su tiempo. Concebido en dos etapas y por dos autores distintos —Guillaume de Lorris y Jean de Meun—, el poema alegórico se convirtió en una auténtica enciclopedia del pensamiento medieval, donde el amor cortés, la filosofía escolástica y la sátira social se entrelazaron en un texto de enorme riqueza simbólica. Su importancia radica en haber ofrecido a la sociedad medieval una obra que no era únicamente literaria, sino también formativa, un espejo en el que se proyectaban las concepciones del amor, la moral y el saber.
Las repercusiones de este poema fueron múltiples y profundas. En primer lugar, consolidó un modelo de poesía alegórica que inspiró a numerosos autores posteriores en Francia, Italia e Inglaterra, desde Christine de Pizan hasta Geoffrey Chaucer. En segundo lugar, abrió un espacio de debate en torno al papel de la mujer, la naturaleza del deseo y la tensión entre idealismo y materialidad, anticipando discusiones que resonarían en la transición hacia el Renacimiento. Finalmente, su enorme difusión manuscrita lo convirtió en un referente cultural compartido en toda Europa, con más de 300 copias conservadas, lo que da cuenta de su popularidad y prestigio.
El Roman de la Rose no fue una obra neutra: despertó controversias, críticas y defensas apasionadas, en especial por la segunda parte, donde Jean de Meun adoptó un tono más crítico y filosófico que llegó a incomodar a moralistas y pensadores de su época. Precisamente en ese carácter polémico reside una parte fundamental de su trascendencia, ya que estimuló la reflexión intelectual y contribuyó a dinamizar el diálogo cultural medieval. Hoy, más allá de ser un testimonio estético de gran belleza, la obra puede leerse como un documento de primer orden para comprender la mentalidad medieval, la evolución de la literatura europea y el modo en que la alegoría se convirtió en un vehículo privilegiado para transmitir tanto el saber como la crítica social.
Roman de la Rose. Master of the Vienna Roman de la rose – The Yorck Project (2002) 10.000 Meisterwerke der Malerei (DVD-ROM), distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH. ISBN: 3936122202.

La lámina que presentas es una miniatura perteneciente a un manuscrito del Roman de la Rose, una de las obras más difundidas y copiadas de la literatura medieval francesa. En esta escena se representa una de las alegorías centrales del poema: el cortejo del dios Amor (Dieu d’Amours), acompañado por un grupo de figuras que personifican las virtudes y actitudes vinculadas al amor cortés.
En el centro se alza la figura de Amor, identificado por su halo dorado y su presencia hierática, que lo distingue como divinidad alegórica y guía del séquito. A su alrededor, los personajes forman un círculo danzante, con las manos entrelazadas, lo que simboliza tanto la unión social como el carácter ritual del amor en la mentalidad medieval. Cada figura, representada con vestidos cortesanos de vivos colores, corresponde a una alegoría: pueden reconocerse, según las descripciones del texto, a personajes como Alegría, Amabilidad, Belleza o Riqueza, junto con el arquero que porta flechas, atributo que evoca la herida amorosa infligida por Cupido.
El manuscrito traduce en imagen el carácter didáctico y simbólico del Roman de la Rose. El poema no solo narra una historia de amor en clave alegórica, sino que despliega un auténtico repertorio moral y filosófico sobre el deseo, la seducción y las tensiones entre placer y virtud. Esta miniatura resume visualmente esa intención: los protagonistas no son individuos concretos, sino personificaciones de conceptos, presentados en un entorno cortesano idealizado que remite a jardines y espacios de celebración.
Desde el punto de vista artístico, la escena pertenece al estilo del gótico internacional. Los colores brillantes, las vestimentas elegantes y el cuidado por los gestos refuerzan la atmósfera festiva y refinada. La composición en círculo, con el dios Amor en el centro, refleja la idea de armonía y orden que se buscaba transmitir en la relación entre el amor humano y el orden moral.
En suma, esta ilustración es una de las más características del Roman de la Rose, pues encarna su núcleo alegórico: el amor convertido en fuerza universal que organiza la vida social y personal, elevado a un ritual compartido por hombres y mujeres bajo la guía del dios Amor.
La primera parte
La primera parte del poema es el relato de un sueño. El amante, Guillaume, entra en un jardín maravilloso de Placer de la mano de Dama Ociosa. Allí participa en la danza del tiempo, un baile guiado por Alegría y animado por Amor, Riqueza, Generosidad y otros personajes de carácter alegórico. Visita el jardín y se enamora de la Rosa, alcanzado por las flechas de Amor. A través del poema vemos cómo Guillaume va aprendiendo las reglas del amor cortés: educación, discreción, cortesía, paciencia, devoción y generosidad. Para alcanzar la Rosa, recibirá la ayuda de Esperanza, Pensamiento Agradable, Dulzura en la Mirada y Verbo Dulce. El hijo de Cortesía, Acogida Amable lo lleva al bosque, pero allí se ve rechazado por Peligro. Aunque Razón intenta desanimar a Guillaume, éste insiste, aplaca a Peligro y consigue incluso besar a la Rosa. La escena es vista por Malaboca, que pide auxilio a los enemigos del caballero: Peligro, Vergüenza y Miedo, que cierran el bosque y encarcelan a Amable Acogida en una torre. Guillaume se deja llevar por el dolor.
La segunda parte
Razón habla sobre la Fortuna y las pasiones a Guillaume. Al no estar demasiado convencido, visita a su Amigo, que le aconseja seguir normas contrarias al amor cortés, y filosofa acerca del origen de las sociedades. Amor arenga a todos sus seguidores antes de intentar asaltar la torre en la que Amable Acogida está preso. Los asaltantes acceden a la plaza, pero los enemigos se defienden con ahínco. Sin embargo, en su retirada, Naturaleza se opone a la fuerza destructora de Muerte. Se confiesa a Genio, y lo envía para que se una a las tropas de Amor, apoyadas por Venus. Peligro, Vergüenza y Miedo huyen. Amable Acogida permite al amante tomar la Rosa y entonces el poeta se despierta.

La imagen corresponde a una de las célebres miniaturas del Roman de la Rose, en la que se representa el baile alegórico que tiene lugar dentro del Jardín del Placer, uno de los escenarios centrales del poema. Este espacio, descrito por Guillaume de Lorris en la primera parte de la obra, es un locus amoenus cerrado por un muro en el que habitan las personificaciones de las virtudes y cualidades ligadas al amor cortés.
En primer plano, se observa a un grupo de cuatro personajes danzando de la mano. Cada uno lleva inscrito sobre su vestimenta el nombre que identifica la alegoría que encarna: a la izquierda, «Deduit» (Deleite), que porta una varilla como maestro de ceremonias; a su lado, «Joye» (Alegría), con una corona de flores; junto a ella «Largesse» o «Larguece» (Generosidad), representada como un caballero; y finalmente «Courtoisie» (Cortesía), figura femenina que cierra el círculo. Todos ellos forman parte del séquito que acompaña al dios del Amor en la narración y personifican las disposiciones morales y sociales necesarias para participar en el juego amoroso.
El baile se desarrolla en un interior con suelos enlosados y un fondo arquitectónico de columnas abiertas al cielo, que aportan sensación de amplitud y magnificencia cortesana. En la parte superior se distinguen músicos que tocan instrumentos de viento y de cuerda, reforzando la atmósfera festiva. Su presencia recuerda que la danza y la música eran elementos fundamentales en la vida cortesana, no solo como entretenimiento, sino también como expresión simbólica de armonía, orden y sociabilidad.
Desde el punto de vista iconográfico, esta miniatura refleja el carácter moralizante del Roman de la Rose. No se trata simplemente de una escena de baile, sino de una lección visual en la que cada figura representa valores necesarios para que el amor cortés florezca en equilibrio con la virtud y el decoro social. La Generosidad, la Alegría y la Cortesía se presentan como compañeras inseparables del Deleite, componiendo una danza que es, al mismo tiempo, celebración y enseñanza.
En definitiva, esta ilustración es un ejemplo perfecto del modo en que los manuscritos iluminados del Roman de la Rose transformaban en imágenes las alegorías literarias del poema, ofreciendo a los lectores medievales no solo un relato escrito, sino un auténtico espectáculo visual que reforzaba el sentido moral, filosófico y estético de la obra.
Diferencias entre ambas partes
La primera parte del Poema tiene claras influencias de Ovidio, y se construye adoptando la forma narrativa de un arte de amar inspirado por la doctrina del amor cortés. Utiliza un recurso habitual tanto en la literatura antigua como en la medieval: el Sueño que describe otro mundo, en este caso alegórico, que personifica ideas abstractas y cualidades morales.
La segunda parte presenta una discusión más filosófica del amor, así como digresiones acerca de temas variados llegando incluso a ridiculizar algunas de las ideas y sentimientos expresados por Guillaume de Lorris.
La segunda parte provocó polémicas relacionadas con la visión que tiene Jean de Meung de la mujer, en especial la respuesta de Christine de Pisan a sus posiciones.
Esta segunda parte no solo trata del amor. Se habla también de:
- los animales domésticos, de los que el ser humano no se podría servir como lo hace si tuvieran entendimiento;
- la inteligencia de la naturaleza que, al resultar insuficiente el instinto de procreación de los humanos para asegurar por sí mismo la perpetuación de la especie, añadió al acto amoroso un pequeño suplemento de placer para motivarlo un poco;
- los señores que no tienen ningún motivo para glorificar a sus antepasados cuando no tienen las cualidades de estos.
Una página de la traducción de Chaucer. Geoffrey Chaucer – Source URL: http://special.lib.gla.ac.uk/images/chaucer/H409_0057vwf.jpg. Dominio Público.

Esta página que compartimos pertenece a un manuscrito iluminado del Romaunt of the Rose, es decir, la traducción al inglés medio que Geoffrey Chaucer realizó del Roman de la Rose original francés. Se trata de un testimonio de enorme valor, porque refleja cómo esta obra fundamental de la literatura medieval traspasó fronteras lingüísticas y culturales, llegando a convertirse en un referente para la tradición literaria inglesa.
El folio conserva la disposición típica de los códices góticos: el texto está escrito en caligrafía gótica cursiva, con una inicial capital ricamente ornamentada que marca el inicio de un pasaje importante. Esa inicial, decorada con motivos vegetales y figuras, no es un mero adorno, sino que cumple una función tanto estética como didáctica, pues guía al lector en la organización del texto y resalta el carácter solemne de la obra. A su alrededor, el margen está embellecido con roleos, flores y hojas multicolores que muestran la delicadeza del trabajo de los miniaturistas, herederos de la tradición francesa e inglesa de los scriptoria tardomedievales.
El contenido del pasaje, escrito en verso rimado, corresponde a una de las secciones en las que se describe el poder del dios Amor y el efecto que produce en el protagonista. El texto mantiene la intención alegórica del original francés, pero Chaucer lo adapta con su estilo propio, cargado de musicalidad y de matices lingüísticos que acabarían influyendo en el desarrollo del inglés literario posterior.
La importancia de este manuscrito radica en su doble dimensión. Por un lado, es una obra de arte en sí misma, donde la escritura, la decoración y el equilibrio entre texto e imagen dan cuenta de la cultura del libro manuscrito en la Baja Edad Media. Por otro, es también un eslabón decisivo en la transmisión del Roman de la Rose, puesto que gracias a traducciones como la de Chaucer, el poema alegórico alcanzó nuevos públicos y contribuyó a moldear la sensibilidad literaria de toda una época.
En conjunto, la lámina es testimonio de cómo la poesía medieval era entendida como algo más que palabras: era un objeto precioso, destinado a ser leído, contemplado y atesorado, y que encarnaba en su materialidad tanto el arte de escribir como el de iluminar.
Repercusión de la obra
El Roman de la Rose fue lo que hoy llamaríamos un best-seller. De hecho, se han encontrado unos cien ejemplares en Francia. Para valorar en su justa medida esta cifra, hay que recordar que Johannes Gutenberg inventa la imprenta con caracteres móviles hacia 1450. Así pues, todos los ejemplares de los que estamos hablando son pergaminos escritos pacientemente a mano, letra a letra. Teniendo en cuenta el tiempo necesario de los expertos de la época (no era necesario saber leer y escribir) para dedicarse a esa tarea, el coste de una obra de este calibre podía oscilar entre lo que hoy en día cuesta un automóvil y un apartamento.
Hay alrededor de 300 manuscritos del Roman de la Rose conservados en todo el mundo.
Una parte de la novela la tradujo al inglés con el título de The Romaunt of Rose Geoffrey Chaucer, lo que tuvo una importante repercusión sobre la literatura inglesa.
También en Holanda hubo una versión realizada por Hein van Aken.
En Francia su éxito fue enorme: la concepción amorosa de Meung provocó el primer gran debate literario en Francia, la Querelle du Roman de la Rose, iniciada por la poetisa Christine de Pisan; también inspiró buena parte de los Dits de Guillaume de Machaut. Posteriormente, casi en el siglo XVI, la obra fue prosificada por Jean Molinet.
También se han señalado notables paralelismos con la obra Arbre de filosofia d’amor de Ramon Llull, aunque en este caso, más que de influencia directa, haya que hablar de similitudes fruto de una misma tradición cultural.
Traducciones al español
- Roman de la Rose. Traducción de Juan Victorio. Madrid, Cátedra, 1987.
- Le Roman de la rose = El Libro de la rosa. Introducción de María L. Carmona. Traducción de Carlos Alvar y Julián Muela. Madrid, Casariego, 1995.
- El Libro de la Rosa. Prólogo de Carlos Alvar. Traducción de Carlos Alvar y Julián Muela. Apéndice de Alfred Serrano i Donet. Madrid, Ediciones Siruela, 1986.
- El Roman de la Rose: El arte de amar en la Edad Media. Editorial cARTEm BOOKS.
- Sucinto resumen (en francés)
- Le Roman de la rose (en francés, formato XHTML)
Referencias
- Walker Vadillo, Mónica Ann (2013). «Le Roman de la Rose». Revista Digital de Iconografía Medieval V (10): 27-39. Consultado el 27 de mayo de 2020.
- «Roman de la Rose». Biblioteca Digital Mundial. 8 de enero de 2018. Consultado el 27 de mayo de 2020.
Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre Roman de la Rose.
- Project Gutenberg: Vol. 1, Vol. 2
- Roman de la rose en Somni
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1 comentario
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