Grabado egipcio con temática agrícola (hacia el 1200 a. C.). The Yorck Project (2002) 10.000 Meisterwerke der Malerei (DVD-ROM), distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH. Dominio Público.
1. Introducción
2. Historia de la Agricultura
3. Hipótesis de origen. Desarrollo temprano.
4. Revolución Neolítica (Media Luna Fértil).
5. Neolítico en Oriente Próximo y Anatolia (Asia Menor).
Ver: «Neolítico en Oriente Próximo y Asia Menor».
6. Neolítico en Europa
- A. Cultura danubiana (Cerámica de bandas). Europa Central.
- B. Cultura de la cerámica cordada
- C. Ertebölliense (Ver mapa: Neolítico Nórdico. «Vasos de embudo».)
- D. Cultura de Starčevo
- E. Sesklo y Dimini
- F. Lepenski Vir
- G. Cerámica impresa cardial
- H. Cultura de las ánforas globulares
- I. Mejergar o Mehrgar (No europea).
- J. Hamangia
- K. Cultura de Baden
- L. Cultura de Boian
7. Neolítico en Asia (sin redactar).
8. El Neolítico en la península ibérica
9. Neolítico en América
10. Norteamérica (Mesoamérica y Sudamérica).
11. Neolítico en África
12. Características generales
13. Geocultura. El Sáhara
14. Egipto
15. Maghreb
16. África oriental
17. África Occidental
18. Continuamos Neolítico en general
19. Influencia del cambio climático
20. Fases del Neolítico
21. Vida en el Neolítico
22. Surgimiento de la agricultura y los poblados
23. Cerámica. Cerámica neolítica.
24. Trenzados de fibras y telar
25.Domesticación de los animales. La ganadería
26. Danzas rituales
27. Ejecuciones y asambleas de guerreros
28. Primeros poblados
29. Miel y bebidas
30. Harinas. El pan.
31. Arte neolítico
32. La alfarería
32. Documental: Neolítico: la madre de todas las revoluciones (Duración 1h 11 minutos).
El Neolítico (del griego νεός neós ‘nuevo’ y λιθικός lithikós ‘de piedra’) es el último de los períodos de la Edad de Piedra (herramientas de piedra). (1) Este período comenzó entre el 6000 a. C. y el 4000 a. C., según las diferentes culturas que lo alcanzaron, y se extendió hasta el 3000 a. C. (2) El término, que quiere decir «de piedra nueva», se refiere a las elaboradas herramientas de piedra pulida que caracterizan este período y lo diferencian de la «antigua» Edad de Piedra, o Paleolítico, con herramientas de piedra tallada, más toscas. En la periodización americana, el Neolítico coincide aproximadamente con el Periodo Arcaico. (3)
El proceso cultural culmina en el llamado Neolítico, en la llamada Revolución Neolítica ( entre el 6.000 y el 4.000 a.C, hasta aproximadamente el 3.000 a.C que ya se pasa a la llamada Edad de los Metales.). Pero si repasamos el periodo precedente, el Mesolítico, debemos buscar los antecentes en esta misma zona nuclear de Oriente Próximo y Anatolia en la cultura Kebariense (18.000 a.C y 15.000 a. C) y Natufiense (entre el 15.000 y el 11.500 a.C) ya tratados en dicha entrada. Lo que evolucionaría a los periodos precedentes de Neolítico Precerámico A y B (con una cronología entre el 11.500 y 10.500 a.C en el caso del Precerámico A y situados entre el 10.500 y el 9.000 a.C en el caso del Precerámico B).
Es el período de la historia humana en el que apareció y se generalizó la agricultura y el pastoreo de animales (ganado), dando origen a las sociedades agrarias. Generalmente, pero no necesariamente, fue acompañado por el trabajo de cerámica. En el Neolítico aparecen los primeros poblados y asentamientos sedentarios humanos. El período Neolítico fue seguido, según las regiones, por la Edad de los Metales o directamente por la Edad Antigua, en la que surgieron la escritura y las civilizaciones agrícolas.
En el Neolítico se produce la sedentarización del ser humano. La agricultura y la ganadería garantizan la provisión de alimentos, y se construyen los primeros asentamientos permanentes. Se pasa de una «economía depredadora» (cazadores/recolectores) a una economía productora a causa de la revolución agrícola.
Difusión de la agricultura desde algunos de los focos de desarrollo independiente inicial. Joe Roe – Trabajo propio. CC BY-SA 3.0
Una sociedad agraria, también denominada sociedad agrícola, se refiere a cualquier sociedad cuya economía se basa en producir y mantener cultivos y sus tierras. Otra manera de definir una sociedad agraria es viendo la cantidad total de producción en una nación. En una sociedad agraria cultivar la tierra es la fuente principal de riqueza. Tal sociedad puede reconocer otros medios de subsistencia y hábitos de trabajo pero hace hincapié en la importancia de la agricultura y la ganadería. Las sociedades agrarias han existido en varios lugares del mundo ya hace 10.000 años y continúa existiendo hoy. Han sido la forma más común de organización socioeconómica para la mayor parte de la historia humana registrada en el mundo.
La cosecha (1569). Cuadro de Pieter Brueghel el Viejo .Pieter Brueghel el Viejo – PAH1oMZ5dGBkxg — Google Arts & Culture. Dominio Público.
La historia de la agricultura abarca la domesticación de plantas y animales, así como el desarrollo y la difusión de técnicas para criarlos de manera productiva. En su fase inicial, la agricultura se desarrolló de manera independiente en diferentes partes del mundo e incluyó una amplia gama de taxones. Se identificaron centros de origen en por lo menos 11 regiones diferentes del mundo.
Los seres humanos recolectaron y se alimentaron con granos silvestres desde por lo menos 20 000 a. C. A partir de 9500 a. C., se empezaron a cultivar los ocho cultivos fundadores neolíticos —farro, trigo escanda, cebada, guisantes, lentejas, yero, garbanzos y lino— en el Levante mediterráneo. El arroz se domesticó en China entre 11 500 y 6200 a. C., seguido de poroto chino, soya y poroto azuki. Los cerdos fueron domesticados en Mesopotamia hacia 11 000 a. C., seguidos por las ovejas entre 11 000 y 9000 a. C. En Mesoamérica, el teosinte salvaje fue domesticado como maíz hacia 10000 a. C. El ganado bovino se domesticó a partir de los uros silvestres en la región de Turquía y Pakistán, alrededor de 8500 a. C. La caña de azúcar y algunas verduras de raíz fueron domesticadas en Nueva Guinea alrededor de 7000 a. C. El sorgo se domesticó en la región del Sahel en África hacia 5000 a. C. En los Andes en América del Sur se domesticaron la papa, los frijoles y la coca entre 8000 y 5000 a. C., así como las llamas, las alpacas y los cuyes. En el mismo período se cultivaron e hibridaron plátanos en Nueva Guinea. El algodón fue domesticado en Perú por 3600 a. C. Los camellos se domesticaron posiblemente alrededor de 3000 a. C. en Somalia y Arabia.
En la Edad Media —tanto en el mundo islámico como en Europa— la agricultura se transformó con el uso de técnicas mejoradas y la difusión de plantas de cultivo, incluida la introducción en Europa, por Al-Ándalus, de cultivos como la caña de azúcar, el arroz, el algodón y árboles frutales como la naranja. Después de 1492 el intercambio colombino llevó cultivos de América a Europa, como el maíz, patata, batata y mandioca, y por otro lado se introdujeron cultivos del Viejo Mundo en América, como el trigo, cebada, arroz y nabos, así como ganado, incluyendo caballos, ganado vacuno, ovejas y cabras.
Poco después de la revolución neolítica, se introdujo el riego, la rotación de cultivos y los fertilizantes, y en los últimos 200 años, a partir de la revolución agrícola británica, la agricultura se desarrolló a un ritmo mucho más rápido.
Escenas agrícolas del Antiguo Egipto mostrando la trilla, una tienda de granos, la cosecha con hoz, la tala de árboles y el arado. Pintura de la tumba de Nakht, siglo XV a. C. (Norman de Garis Davies, Nina Davies (2-dimensional 1 to 1 Copy of an 15th century BC Picture) – Matthias Seidel, Abdel Ghaffar Shedid: Das Grab des Nacht. Kunst und Geschichte eines Beamtengrabes der 18. Dynastie in Theben-West, von Zabern, Mainz 1991). Dominio Público.
Hipótesis de origen
Los científicos desarrollaron varias hipótesis para explicar los orígenes históricos de la agricultura. Estudios sobre la transición de las sociedades de cazadores-recolectores a sociedades agrarias indican que hubo un período antecedente de intensificación y aumento del sedentarismo, como por ejemplo la cultura natufiense en el suroeste de Asia y el Neolítico Temprano en China. Los modelos actuales indican que se comenzaron a sembrar los rodales silvestres que se habían cosechado previamente, aunque estos no se domesticaran de inmediato.
El cambio climático localizado es la explicación preferida para los orígenes de la agricultura en el Levante mediterráneo. (Ver: «The Development of Agriculture». National Geographic. 2016. Archivado desde el original ). Cuando se produjo un cambio climático importante después de la última glaciación (c. 11 000 a. C.), gran parte de la Tierra quedó sujeta a prolongadas estaciones secas. Estas condiciones favorecieron a las plantas anuales que mueren en la estación seca extendida, dejando semillas o tubérculos durmientes. La abundancia, en algunas áreas, de granos y legumbres salvajes, fácilmente almacenables, permitió que los cazadores-recolectores formasen las primeras aldeas asentadas.
Desarrollo temprano
Desde muy temprano los primeros humanos comenzaron a cambiar las comunidades de flora y fauna en su propio beneficio a través de medios como la agricultura del palo incendiario y la jardinería forestal. La Agricultura del palo incendiario (del inglés fire-stick farming) era una técnica propia de los aborígenes australianos para quemar áreas forestales (bush) y utilizar el suelo para la recolección o para facilitar la caza. A modo de antorcha, utilizaban palos ardientes para quemar la maleza. A largo plazo, tuvo consecuencias desastrosas para la ecología australiana; las selvas tropicales quedaron reducidas a pequeñas áreas de la Gran Cordillera Divisoria, dando paso a grandes sabanas. Esto ocurre porque el territorio se regenera con las plantas que más rápidamente consiguen adaptarse al suelo.
Ver: Gammage, Bill (octubre de 2011). The Biggest Estate on Earth: How Aborigines made Australia, Douglas John McConnell (2003). The Forest Farms of Kandy: And Other Gardens of Complete Design. p. 1., Y McConnell, Douglas John (1992). The forest-garden farms of Kandy, Sri Lanka. p).
Las fechas exactas son difíciles de determinar, ya que se recolectaban y comían las semillas antes de domesticarlas, y las características de la planta pueden haber cambiado durante este período sin la intervención selectiva humana. Un ejemplo notable en la región del Levante del Creciente Fértil es la raquis semi-dura, y semillas más grandes, que datan de poco después del Dryas Reciente (alrededor de 9500 a. C.) a principios del Holoceno. Las características monofiléticas se alcanzaron sin ninguna intervención humana, lo que implica que la aparente domesticación del cereal puede haber ocurrido de manera natural.
Hacha de piedra pulida, el tipo de herramientas características del período Neolítico, de donde tomó el nombre. Foto: Calame – Trabajo propio. CC BY-SA 3.0.
Se denomina revolución neolítica a la primera transformación radical de la forma de vida de la humanidad, que pasó de nómada a sedentaria, al concretarse una economía productora basada en la agricultura y la ganadería. Esta expresión se debe a Vere Gordon Childe (1941).( Ver nota: Gordon Childe, que en 1941 acuñó el término de Revolución Neolítica, e identificó el inicio de la producción de alimentos con la cría de ganado y la agricultura como un paso decisivo.). Colin Renfrew, Paul Bahn (1993 y 1994). Arqueología: Teoría, métodos y práctica. AKAL.
Este proceso tuvo lugar hace aproximadamente más de 7000 años (VIII milenio a. C.) como respuesta a la crisis climática que se produce en el comienzo del Holoceno, tras la última glaciación, y que, en términos relacionados con la historia de la cultura, corresponde al paso del período Paleolítico (piedra antigua) al Neolítico (piedra nueva), y de ahí su nombre. En primer lugar, los cambios que vienen de señalarse afectaron a una amplia zona que, debido a su apariencia en el mapa, ha recibido el nombre de creciente fértil o media luna fértil, (Ver: Samuel Noah Kramer. History Begins at Sumer: Thirty-Nine «Firsts» in Recorded History (1956) incluyendo desde la parte egipcia del valle del Nilo hasta Mesopotamia (el territorio entre los ríos Tigris y Éufrates), y también pasando por la franja costera del Levante mediterráneo y la región montañosa del sureste de la actual Turquía. Dentro de esta zona, los lugares donde se han encontrado las pruebas arqueológicas más antiguas de neolitización, es decir, de la sustitución de la piedra tallada por la piedra pulida para la confección de armas y herramientas, no proceden precisamente de las llanuras aluviales de los grandes ríos, sino de yacimientos situados en una zona más estrecha en torno a ellos (Jericó o Chatal Huyuk). Ello no tiene nada de extraño, ya que en las llanuras aluviales del Nilo, del Tigris, y del Éufrates, la piedra es más escasa.
La zona denominada Media Luna Fértil, origen de la Revolución Neolítica inicial, y posteriormente de las primeras civilizaciones históricas. (Map of fertile cresent.svg: Nafsadh ). CC BY-SA 3.0.
Años más tarde se produjeron cambios similares en la India (ríos Indo y Ganges) y en el Extremo Oriente (ríos Huang He y Yangtze en China). La expansión por el resto del Viejo Mundo (Europa, Asia y África) se produjo por difusión de estos primeros focos, aunque en algunas zonas se descubrió localmente la domesticación de animales o plantas autóctonas. De forma autónoma se produce la revolución neolítica en América, con los focos mesoamericano y andino. La difusión de la agricultura y la ganadería por Oceanía en algunos casos es simultánea a la ocupación humana (las migraciones de las islas del Pacífico eran tanto de los grupos humanos como de sus cultivos y ganado) y en otros los usos del suelo continuaron siendo muy arcaicos hasta la llegada de los europeos (aborígenes australianos, en su mayoría cazadores-recolectores, cuya ocupación del continente es muy antigua, quizá desde hace 40 000 años).
La zona más estrecha del Creciente Fértil donde se sitúan los yacimientos neolíticos más tempranos, en torno al VIII milenio a. C.. Foto: Sten Porse. Esta fuente. CC BY-SA 3.0.
Neolítico en Oriente Próximo y Anatolia (Asia Menor).
Puede seguirse el Neolítico con relativa exactitud en la zona de Canaán, región en donde surgen culturas agrícolas, sedentarias, (las primeras culturas agrícolas surgieron sin duda en el sudeste de Anatolia hacia el 8000 a. C.) probablemente antes del 7000 a. C. Se percibe la siembra, plantación y almacenaje de cereales, y se sabe que se domesticaron algunos animales, entre ellos, el primero, el perro. Se construyeron poblados de cabañas circulares semisubterráneas de una sola cámara, con los muros y el suelo cubiertos de barro.
La innovación se difundió con extrema rapidez y antes del 7000 a. C. ya se constata al menos una gran ciudad, Jericó, con una superficie de unas cuatro hectáreas, con una muralla de piedra y un foso excavado de unos 8 metros de ancho por 3 metros de fondo, y con, al menos, una gran torre circular de 9 metros de altura, que servía como torre de vigilancia, con escalera para acceder al techo y a la parte alta de la muralla.
Esta primera cultura neolítica (Neolítico precerámico) duró desde aproximadamente el 7500 a. C. al 6500 a. C. y fue sustituida por otra venida del Norte, de Anatolia, que duró también unos mil años (del 6500 al 5500 a. C.); siguió después otra cultura neolítica procedente también del Norte, que subsistió otros mil años (5500-4500 a. C.). Estas culturas se fueron difundiendo por todo el planeta, acelerándose la difusión después del 5000 a. C.
En Mesopotamia pueden identificarse la llamada cultura de Halaf (sobre el 6.100 y el 5.400 a.C) y la cultura Hassuna-Samarra, periodo arqueológico perteneciente a la Historia de Mesopotamia comprendido aproximadamente entre el 5.600 y el 5000 a.C. Posteriormente El Obeid o El Ubaid (hasta el 3.800 a. C , etapa precursora del periodo de Uruk, y el Yemdet Nasr, etapas éstas ya plenamente metalúrgicas, esto es situadas ya en la Edad del cobre que suponen el antecedente de la civilización Sumeria.
Alguno de los centros culturales más importantes son Göbekli Tepe, Ba’ja, Karahan Tepe, Çatalhöyük, Nevalı Çori y Jericó. Ver: «Neolítico en Oriente Próximo y Asia Menor».
Neolítico en Europa.
El Neolítico en Europa abarca desde la adopción de la agricultura y ganadería (hacia el VIII milenio a. C.) a la invención de la metalurgia.
Según la visión tradicional, la adopción de los modos de vida productores (cultivos y pastoreo) en Europa sería debida a la influencia de las culturas del Oriente Próximo. Los grupos neolíticos comenzaron a basar su alimentación en el cultivo de trigo, cebada y centeno, a la par que domesticaban cabras, ovejas y bueyes, así como asnos, caballos o renos. También empezaron a sedentarizarse, apareciendo los primeros poblados cerca de corrientes de agua.
Mapa que muestra las expansiones neolíticas desde el VII al V milenio a. C. (Renato de carvalho ferreira derivative work: Rowanwindwhistler (discusión) – Neolithic ).
Asociados a este periodo están la invención de la cerámica, del arado, la hoz, el molino de mano para moler cereales, así como los primeros tejidos hechos de lino y lana. La minería del sílex representa la mayor industria de este período, pero también se extraían obsidiana o variscita (minas de Can Tintorer en Gavá). Los útiles de piedra pulimentada sustituyeron en parte (pero no completamente) a los de piedra tallada y las manifestaciones artísticas se redujeron, cambiando su tipología radicalmente.
Mapa sintetizado y simplificado de la neolitización de Europa en el 5º milenio antes de nuestra era. (José manuel benito Álvarez —> Locutus Borg – Self work (several fonts of information). Dominio Público.
A. Cultura danubiana (Cerámica de bandas). Europa Central.
Cultura danubiana es un término historiográfico, acuñado por Vere Gordon Childe para denominar a la primera cultura neolítica de Europa Central y Oriental. Incluye la cultura de la cerámica de bandas (Linearbandkeramik -LBK-), la cultura de la cerámica decorada a punzón, punteada o puntillada (Stichbandkeramik -STK o STbK-) y la cultura de Rössen.
El comienzo de la primera de ellas, la de la cerámica de bandas, se data en torno al 5500 a. C. Parece haberse expandido en dirección oeste por el valle del río Danubio para terminar interactuando con las culturas de la Europa Atlántica en la zona de la cuenca de París.
Estos grupos están relacionados con la introducción de la agricultura en Europa central. Los objetos cerámicos de los que proviene su nombre consisten en tazas, cuencos, vasijas y jarras de confección sencilla, sin asas. Están decorados con frisos superpuestos con motivos diversos, destacando los meandros, las volutas y las formas angulosas.
Posteriormente, esta cerámica fue adornada con pequeñas orejeras, bases y cuellos. Los grupos que la utilizaban habitaban en poblados fortificados, algunos de gran tamaño (hasta 40 hectáreas).
Los pueblos del Danubiano I roturaron los bosques y cultivaron los fértiles suelos de loess desde los Balcanes hasta el canal de la Mancha. Disponían de una cabaña ganadera que incluía la vaca, el cerdo, la oveja, la cabra y el perro. Realizaban la cerámica de bandas, pero el fósil director de su cultura material es una herramienta versátil (hoz, hacha y arma), de piedra, denominada en inglés Shoe-last celt y en alemán Schuhleistenkeil. De su uso como arma hay evidencias en restos humanos hallados en Talheim, Neckar (Alemania) y Schletz (Austria). También hay evidencia de comercio a larga distancia, por la presencia de conchas de Spondylus, procedentes del Mediterráneo. Sus asentamientos consistían en «largas casas neolíticas» (Neolithic long house en inglés). Según la teoría de Eduard Sangmeister, sus asentamientos se abandonaron posiblemente por el agotamiento de la fertilidad de los suelos, y reocupados posteriormente tras muchos años de recuperación de la fertilidad natural. Opuestos a él, Peter Modderman y Jens Lüning creen que los asentamientos fueron habitados sin solución de continuidad por explotaciones familiares (Hofplätze).
La segunda fase de la cultura danubiana (Danubiano II), en la que se encuentra cerámica pintada de influencia asiática, se data en torno al 4500 a. C.
La tercera fase (Danubiano III) se caracteriza por la cerámica decorada a punzón.
Entre los yacimientos de la cultura danubiana están Bylany (Bohemia) y Köln-Lindenthal (Alemania).
La cultura toma su nombre de su cerámica característica, vasos y ánforas con cuellos en forma de embudo, que quizás eran empleados para beber. Un hallazgo atribuido a la cultura de los vasos de embudo es la olla de Bronocice, que tiene el dibujo más antiguo conocido de un vehículo de ruedas. La olla data de ca. 4000 a. C.
Hacha de guerra poligonal, procedente de Dalecarlia.
La tecnología estaba basada en el pedernal, del cual fueron importantes los depósitos de Bélgica, la isla de Rügen y Cracovia.
Objetos de la cultura Danubiana o Vasos de Embudo). La cultura utilizaba hachas de batalla que eran versiones en piedra de las hachas de cobre de Europa Central. Las versiones más antiguas tenían múltiples ángulos, y las posteriores son llamadas de doble filo, aunque uno de los filos era más redondeado.
Hacha de guerra poligonal, procedente de Dalecarlia. (Actual Suecia). (Nordisk familjebok – Nordisk familjebok (1917), vol.26, Till art. Stenålder. I.). Dominio Público.
Etnia e idioma. Poco se sabe acerca de las raíces étnicas o idiomáticas de la cultura. En el contexto de la hipótesis de los kurganes, la cultura se considera como no indoeuropea, representando lo que Marija Gimbutas llamó cultura de la Vieja Europa (véase cultura yamna).
Por otro lado, publicaciones neerlandesas mencionan funerales mixtos y proponen el cambio rápido hacia la cultura de la cerámica cordada en un lapso de dos generaciones, que habría ocurrido hacia el 2900 a. C. en territorios daneses y neerlandeses de la cultura de los vasos de embudo.
Mapa de las culturas neolíticas y de la Edad de Bronce tardía de hace 5.000 a 4.500 años. Créditos: Eupedia
B. Cultura de la cerámica cordada
La cultura de la cerámica cordada es un vasto horizonte arqueológico europeo que comenzó a despuntar a finales del Neolítico regional (la Edad de Piedra), alcanzó su apogeo durante el Calcolítico (la Edad del Cobre) y culminó a principios de la Edad del Bronce (o sea, entre el 2900 y el 2450/2350 a. C.).
También se la denomina cultura del hacha de combate/guerra o cultura de los sepulcros individuales, recibiendo unos u otros nombres en función de la escuela arqueológica a la que pertenezca el investigador correspondiente. Tanto la cerámica decorada con cuerdas como las hachas de combate (simbólicas, ya que estaban pulidas en piedra, lo que las convertía en armas poco eficientes para esa época) eran típicas ofrendas funerarias masculinas, depositadas en tumbas individuales, por lo que los tres elementos forman una asociación recurrente. (1)
Está asociada con la introducción del metal en el norte de Europa y, según algunos investigadores, con ciertas lenguas de la familia indoeuropea. La cultura de la cerámica cordada representa una fase importante en la prehistoria europea, marcando la transición hacia la Edad del Bronce y mostrando evidencia de avances en la tecnología, la economía y la organización social.
Vasijas del cementerio Lilla Beddinge, en Skåne (Suecia), con las marcas de cuerdas características de esta cerámica en el conjunto de técnicas de decoración incisa.
Cerámica incisa alude al conjunto de obras de alfarería que muestran ejemplos de técnicas decorativas realizadas con incisiones en el barro aun tierno. Tienen su origen en la Prehistoria, dando cuerpo a conjuntos tan representativos de la Edad del Bronce como la cerámica campaniforme o la cordada, y a objetos como la “olla de Bronocice”. Puede aparecer mezclada o complementada con otros procesos de decoración alfarera, como la incrustación, la cerámica excisa y semiexcisa, la decoración impresa, en relieve, e incluso la cerámica pintada.
- Caro Bellido, Antonio (2008). Diccionario de términos cerámicos y de alfarería. Cádiz: Agrija Ediciones. ISBN 84-96191-07-9.
- Castillo, Alberto del (1922). Horta, ed. La cerámica incisa de la cultura de las cuevas de la Península Ibérica y el problema de origen de la especie del vaso campaniforme. Consultado el 19 de febrero de 1019.
Extensión aproximada del horizonte arqueológico de la «cerámica cordada», con las culturas adyacentes del tercer milenio antes de nuestra era (según la Encyclopedia of Indo-European Culture). Corded Ware culture-svg version.svg: Sir Henry (discusión · contribs.) derivative work: Rowanwindwhistler (discusión) – Corded Ware culture-svg version.svg
Por lo que parece la «Cultura de las Ánforas Globulares» (datadas sobre el 3.400 al 2.800 a.C, es un horizonte arqueológico-cultural posterior a la «Cerámica Cordada» y que ocupa su espacio físico).
En cuanto a su extensión geográfica, la cultura de la «Cerámica Cordada» se extendió por toda Europa, desde el rio Rin en el oeste, hasta el rio Volga en el este, incluyendo buena parte de lo que actualmente son los siguientes países: Alemania, Países Bajos, Dinamarca, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Bielorrusia, República Checa, Eslovaquia, norte de Ucrania, oeste de Rusia, sur de Noruega, sur de Suecia, sur de Finlandia.
Es contemporánea del complejo cultural campaniforme, el cual aparece de forma totalmente independiente en el estuario del río Tajo (península ibérica), hacia el 2900 a. C., solapándose en su área de distribución más occidental con aquel, al oeste del río Elba. Esta circunstancia pudo haber contribuido a la distribución paneuropea del campaniforme.
Aunque adoptaron una organización social y patrones de asentamiento similares a los grupos campaniformes, los de la cerámica cordada carecían de los refinamientos de aquellos, sólo posibles mediante el comercio y la comunicación por el mar y los ríos.
Orígenes y desarrollo de la «Cultura de la Cerámica Cordada».
Ha habido muchas teorías diferentes relacionadas con el origen de la cultura de la cerámica cordada. De manera general, se podría decir que hay una división entre los arqueólogos que observan influencias de las sociedades ganaderas de las estepas situadas al norte del mar Negro y los que piensan que nació en Centroeuropa de manera autóctona. Pero en ambos campos, hay muchos puntos de vista diferentes. La última tendencia ha sido la búsqueda de un camino intermedio. La distribución de la cerámica cordada coincide en parte con su predecesora cultura de los vasos de embudo (TRB, por sus siglas en alemán), con la cual comparte cierto número de características, como las impresiones de cuerda en la cerámica o el uso de caballos y vehículos de ruedas, lo cual puede ser rastreado como influencia de las culturas de la estepa europea. (5).
Según H. Müller-Karpe la cerámica cordada y las hachas de piedra pulida como ofrendas funerarias constituirían una pervivencia de los sustratos neolíticos regionales en la mayoría de los territorios. (6) Para Fagan y Sherratt, este fenómeno representó la culminación de la interacción entre tendencias opuestas presentes en el área de las planicies que se extienden por el norte de Europa, desde Dinamarca a Kiev: entre la extensificación en la Europa del Este y el sedentarismo local de Europa occidental. (7).
Pero para otros investigadores, solo en algunas zonas la continuidad entre el vaso de embudo y el cordado puede ser demostrada, mientras que en otras la cerámica cordada anuncia una nueva tipología cultural y física. (8) Para estos, en la mayor parte de la enorme extensión que ocupó esta cultura fue claramente intrusiva y, por consiguiente, representa uno de los más impresionantes y revolucionarios cambios culturales constatados por la arqueología. (4) Establecer el grado a partir del cual un cambio cultural puede representar inmigración o no sigue siendo objeto de debate, debate que ha sido muy intenso en torno a este fenómeno.
Hacha de guerra con forma de bote, de Närke (Suecia); la «cultura del hacha de guerra» o «cultura del hacha con forma de bote», en Suecia y Noruega, apareció cerca del 2800 a. C. y se reconoce en cerca de 3000 tumbas desde Skåne hasta Trøndelag y Uplandia. Nordisk familjebok (1917), vol.26, Till art. Stenålder. I.
Las formas de cerámica cordada en sepulturas individuales se desarrollaron antes en Polonia que en el oeste y el sur de la Europa Central. El desarrollo al mismo tiempo de ritos funerarios con objetos cordados (rodeados por cuerdas) no cerámicos en las zonas occidentales se ha explicado como una difusión de rasgos culturales a través de una red de contactos, más que a través de la migración, sugiriendo la existencia de un «Horizonte A» en el siglo XXVIII a. C. Esto se debe comprender en el marco de un cierto número de conexiones (vasos comunicantes) dentro de diferentes contextos regionales. (9).
Las fechas más tempranas de radiocarbono proceden de Kujavia y Malopolska, en el centro y sur de Polonia, y apuntan hacia el período del 3000 a. C. Las dataciones del carbono-14 para el resto de Europa central muestran que la cerámica cordada apareció después del 2880 a. C. (5). Desde allí se extendió al Brezal de Luneburgo (Lüneburger Heide) y luego hasta la planicie del norte de Europa, la cuenca del Rin, Suiza, Escandinavia, la región del Báltico y Rusia hasta Moscú, donde este complejo se fusionó con el estepario.(4).
En las regiones occidentales, esta evolución ha sido identificada como un cambio interno, suave pero rápido que tiene sus raíces en el precedente grupo de los vasos de embudo, teniendo su origen en la zona del este de Alemania. (10). En la región báltica (actuales Estados bálticos y Kaliningrado) ha sido vista más bien como un elemento intrusivo en el área suroeste de la cultura de Narva.
En resumen, la cerámica cordada no representa una única y monolítica entidad, sino más bien la difusión de unas innovaciones tecnológicas y culturales de pueblos diferentes pero contemporáneos, que vivían muy próximos los unos a los otros, y que nos han dejado diferentes restos arqueológicos.
En cuanto a su economía de la cultura de la cerámica cordada:
Hay muy pocos asentamientos descubiertos que confirmen la tradicional visión de que esta cultura estaba dedicada exclusivamente al pastoreo nómada. Esta idea se fue viendo modificada según aparecían evidencias de agricultura sedentaria, como las trazas de trigo y cebada que fueron encontradas en el yacimiento de Bronicice, en el sudeste de Polonia. Los vehículos de ruedas (posiblemente tirados por bueyes) se convierten en una prueba de la continuidad con los tiempos del complejo de los vasos de embudo. (8)
Entre los animales domesticados se incluían caballos, bueyes y vacas, cuya leche fue usada sistemáticamente en el área limítrofe norte de los Alpes desde el 3400 a. C. en adelante. Las ovejas son encontradas más fácilmente en la parte occidental de Suiza, donde, posiblemente, utilizaban su lana. (11).
En el área báltica y costa oeste escandinava hay claras pruebas de una economía marítima, en la cual el mar se convirtió en un nexo de unión.
Comportamiento funerario: Con los grupos de la cerámica cordada se constatan dos nuevas tendencias, la de los sepulcros individuales y la diferenciación por sexos, en contraste con la tradición megalítica anterior de enterramientos colectivos sin apenas desigualdades. Mientras que los hombres eran enterrados normalmente en posición flexionada, sobre su lado derecho y orientados hacia el oeste, las mujeres se colocaban sobre su costado izquierdo y mirando hacia el este. Además, los ajuares masculinos considerados ricos estaban formados por cerámica cordada y armas (mazas y hachas de piedra, etc.), mientras que los femeninos consistían en cerámica y objetos suntuarios (cuentas de ámbar o conchas, brazaletes de cobre, et.). (12).
La inhumación se producía bajo un suelo que quedaba llano o bajo un pequeño túmulo. En Suecia y algunas partes del norte de Polonia las tumbas fueron orientadas norte-sur, con los hombres yaciendo sobre su izquierda y las mujeres sobre su derecha, ambos mirando hacia el este. Originariamente debió de haber alguna construcción en madera, ya que, con frecuencia, las tumbas se colocaban en línea. Esto contrasta con las prácticas de Dinamarca donde los muertos eran enterrados debajo de pequeños montículos con una estratigrafía vertical: el más antiguo bajo el nivel del suelo; el segundo por encima de esta tumba; y, ocasionalmente, un tercer entierro por encima de los otros dos. Otra tipología de enterramiento serían las tumbas-nicho de Polonia.
La contemporánea cultura del vaso campaniforme tuvo similares tradiciones funerarias y la extensión de ambas juntas llegó a abarcar buena parte de Europa, interrelacionándose y enriqueciéndose mutuamente en sus áreas de solapamiento.
Tumba de la Edad del Bronce (Pronssikausi hauta, en finés) en Meilahti (Helsinki, Finlandia). La tumba está situada en una roca al lado del mar y data aproximadamente del siglo XXI a. C. Dentro de la tumba había huesos quemados. Los objetos culturales más antiguos del área de Helsinki corresponden al final de la última glaciación, del 6000 a. C., en el valle del río Keravanjoki. (Foto: Pöllö – Trabajo propio). CC BY 3.0.
IDIOMA «CULTURA DE LA CERÁMICA CORDADA»: Durante el siglo XIX el complejo cultural cordado fue el favorito de algunos autores como el Urheimat (lugar original) de los hablantes del idioma protoindoeuropeo, una teoría que ha sido descartada por los investigadores actuales en favor de la hipótesis de los kurganes, de Marija Gimbutas, o la hipótesis anatólica (o NDT) de Colin Renfrew.
A pesar de ello, todavía hay quien sostiene que el celta, alemán, báltico y eslavo pueden ser rastreados hasta este horizonte arqueológico. (13). Y eso aunque se ha deducido que, por ejemplo, el protogermánico se desarrolló en Escandinavia hacia el final de la Edad de Bronce nórdica.
En 2009 se publicó el análisis genético del ADN de unos restos óseos pertenecientes a unos kurganes de Krasnoyarsk que establecían su relación con los tipos rusos actuales, lo que ha llevado a especular con la posibilidad de que estuvieran efectivamente relacionados con la expansión del indoeuropeo. (14)
Por lo que parecemos intuir, la «Cultura de los Vasos de embudo» , relacionada con la ERTEBÖLLIENSE, fue anterior al horizonte cultural llamado de la «CERÁMICA CORDADA», (en Europa central) ; cuyo sucesor cultural y de espacio geográfico y temporal fue la llamada «Edad de Bronce Nórdica», destacando la «Cultura de UNETICE», situadas ya en un contexto en plena Edad de los Metales.
La cultura de la cerámica cordada y la cerámica de bandas son dos términos que a menudo se utilizan para referirse a aspectos similares de la cultura material en el contexto del Neolítico europeo, pero pueden tener ciertas diferencias regionales y cronológicas.
La cerámica de bandas es un término más amplio que se refiere a un estilo de cerámica decorada con bandas horizontales o verticales de colores contrastantes. Este estilo de cerámica se encuentra en diferentes regiones y períodos de Europa, desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce. La cerámica de bandas puede estar asociada con diversas culturas y tradiciones locales en toda Europa.
Por otro lado, la cultura de la cerámica cordada es un término más específico que se refiere a una cultura arqueológica que se desarrolló en Europa Central y Oriental durante el Neolítico Tardío y el Calcolítico. Se caracteriza por su cerámica decorada con impresiones de cuerdas o cordones, que le dan su nombre. La cultura de la cerámica cordada está asociada con un conjunto específico de prácticas culturales, económicas y sociales.
En resumen, mientras que la cerámica de bandas es un estilo decorativo más amplio que abarca diferentes períodos y regiones en Europa, la cultura de la cerámica cordada se refiere a una cultura arqueológica específica que se desarrolló en Europa Central y Oriental durante el Neolítico Tardío y el Calcolítico.,
Referencias Cerámica Cordada
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- V. Heyd, Bell Beaker Culture in Southern Germany (1998)
- J. Muller y S. van Willigen: «New radiocarbon evidence for European Bell Beakers and the consequences for the diffusion of the Bell Beaker Phenomenon», en Franco Nicolis (ed.): Bell Beakers today: pottery, people, culture, symbols in prehistoric Europe (págs. 59-75), 2001.
- Barry Cunliffe: The Oxford Illustrated Prehistory of Europe (pág. 250-254). Londres: Oxford University Press, 1994.
- Janusz Czebreszuk: «Corded Ware from East to West», en Pam Crabtree y Peter Bogucki (eds.): Ancient Europe, 8000 B.C. to A.D. 1000: an encyclopedia of the Barbarian World (2004).
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- J. P. Mallory: «Corded Ware Culture», en Encyclopedia of Indo-European Culture. Fitzroy Dearborn, 1997.
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- González Marcén, Paloma; Lull, Vicente; Risch, Robert. Arqueología de Europa, 2250-1200 A.C. Una introducción a la «Edad del Bronce». pp. 59,108.
- The Oxford Introduction to Proto-Indo-European and the Proto-Indo-European World (Oxford Linguistics) – J. P. Mallory and D. Q. Adams, 2006, p.452, Oxford University Press.
- [1], en «Keyser C et al. Hum Genet (2009) 126:395–410».
Bibliografía Cultura Cerámica Cordada e inicio de la edad del cobre.
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- Schibler, J.: «The economy and environment of the 4th and 3rd millennia BC in the northern Alpine foreland based on studies of animal bones». Environmental Archaeology 11 (1): 49-64, 2006.
Enlaces externos
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- Sitios de la cultura de cerámica cordada en el noreste de Estonia, por Aivar Kriiska (en inglés)
- «La transición desde la Edad del Cobre hasta los principios de la Edad del Bronce en el borde noroeste de los Cárpatos», de Volker Heyd y Francois Bertemes, 2002 (en inglés)
- Lituania.com.ar Esbozo de la prehistoria de Lituania.
C. Ertebölliense (Ver mapa: Neolítico Nórdico. «Vasos de embudo».)
La cultura Ertebölliense (c. 5300 a. C.-3950 a. C.) es el nombre que recibe una cultura de pescadores y cazadores-recolectores que data de finales del periodo Mesolítico, aunque sus últimas etapas convivieron con el Neolítico. Esta cultura se dio en el sur de Escandinavia, pero está estrechamente conectada en su origen con otras culturas del norte de la actual Alemania y de los Países Bajos.
Presenta continuidad con el Maglemosiense, con industrias macrolíticas y microlíticas. La industria ósea presenta objetos como anzuelos, arpones típicos con asta de ciervo o huesos de cetáceos, espátulas, peines, punzones y brazaletes.
Un rasgo típico de su economía era la recogida de moluscos y la pesca. Entre los animales que cazaban se encontraban los ciervos, jabalíes y mamíferos marinos. Este aumento del consumo de animales marinos es debido a la mejora de tecnología pesquera y de navegación, como los anzuelos enmangados y las redes.
Su arte consiste en una decoración geométrica a base de alineaciones regulares de pequeños agujeros perforados.
Aún se discute dónde, cuándo y cómo se originó la cultura de los vasos de embudo. El dato que se cree más antiguo procede de un túmulo funerario de Sarnowo, en Polonia, que se remonta al 4400 a. C. Sin embargo, ese dato es discutido y se duda de su veracidad.
Otros datos más fidedignos (restos de carbón de alimentos conservados en fragmentos de cerámica) proceden de excavaciones en la costa suroccidental del Báltico, cerca de Wangels, en Alemania, donde la datación por radiocarbono arrojó datos cercanos al 4100 a. C.
Al parecer, la formación de la cultura de los vasos de embudo se relaciona con las primeras importaciones de cobre en la costa del Báltico. Este metal era ya accesible para las poblaciones de cazadores y recolectores de la cultura Ertebølle, y quizás produjo importantes cambios sociales e ideológicos, mientras que la estructura económica se desarrollaba lentamente hacia la agricultura de subsistencia. La relación entre la aparición de objetos de cobre y la formación de una sociedad neolítica también se ha hecho patente en la región de los Alpes (cultura Mondsee, cultura de Pfyn).
La cultura de los vasos de embudo se asume como la primera cultura agrícola del sur de Escandinavia, pero las opiniones están divididas sobre si fue introducida o no por migraciones. Después de la Segunda Guerra Mundial, el consenso entre los eruditos de Escandinavia fue que la cultura se extendió en la región de manera pacífica por difusión cultural y que la población indígena, entre ellos los pobladores de las culturas Ertebølle y Lihult, adoptaron la agricultura de manera espontánea a causa de los cambios ambientales. Extrañamente, la cultura de los vasos de embudo fue posteriormente desplazada hacia al sur del lago Mälaren por una cultura de cazadores y recolectores llamada la cultura de la cerámica perforada.
Al parecer, la cultura se habría originado en la costa sur del Báltico. Se ha intentado explicar su aparición en el posible contacto que mantenían las poblaciones cazadoras mesolíticas con las más antiguas poblaciones campesinas del sur. El uso de vasijas de barro en la cultura Ertebølle desde ca. 4800 a. C. así como de hachas de piedra parece mostrar que el contacto tuvo lugar durante un período bastante largo. Los hallazgos en Dinamarca muestran que se tenía contacto con la cultura de la cerámica de bandas.
Asentamientos: Con la excepción de algunos asentamientos en el interior, como el poblado de Alvastra, los núcleos de población se localizaron cerca de los de la previa cultura Ertebølle, junto al mar. Las casas se construían con ramas y lodo y medían aproximadamente 12 m × 6 m. Los poblados se dedicaban principalmente a la crianza de ovejas, vacas, cerdos y cabras, pero también a la pesca y a la caza. Se cultivaban variedades primitivas de trigo y cebada en terrenos que pronto agotaban su fertilidad, por lo cual las poblaciones se desplazaban a cortas distancias. También había cierta explotación de los recursos minerales, por ejemplo en la zona de Malmö, de donde se extraía sílex y se vendía a otras regiones, como el interior de la península Escandinava. La cultura de los vasos de embudo importaba cobre de Europa Central, en particular puñales y hachas.
Cerámica procedente de un dolmen en Västergötland, Suecia. (Nordisk familjebok – Nordisk familjebok (1917), vol.26, Till art. Stenålder. II. [1]
Beaker, Cists ceramic. Västergötland.
Sobre sus costumbres religiosas y formas de enterramiento: Las casas se levantaban en torno a una tumba monumental, lo que es un símbolo de cohesión social. Las prácticas funerarias variaban de acuerdo a la región y a la época, pero la inhumación parece haber sido la regla. Las tumbas más antiguas consistían de cámaras de madera dentro de grandes túmulos, pero posteriormente predominaron los pasadizos funerarios y los dólmenes. Originalmente, las estructuras funerarias eran posiblemente cubiertas con lodo y la entrada sellada con una roca. La cultura de los vasos de embudo marca la aparición de tumbas megalíticas en las costas del Báltico y el mar del Norte, y un ejemplo es Sieben Steinhäuser en el norte de Alemania. Las estructuras megalíticas de Irlanda, Francia y Portugal son más antiguas y no tienen relación directa con esta cultura.
Probablemente, las tumbas no se levantaban para cualquier persona difunta, sino solo para una élite. En las tumbas las personas ofrendaban vasos de cerámica que tal vez contenían alimento, además de hachas y otros objetos de pedernal. También se depositaban hachas y cerámica en ríos y lagos cercanos a la zona de labranza. También se construyeron grandes centros de culto rodeados de estacas, terraplenes y fosos. El mayor de estos centros es el encontrado en Sarup, en la isla de Fionia, Dinamarca, que comprende 85 000 m² y se ha estimado el tiempo de su construcción en unos 8000 días de trabajo. Otro importante centro de culto es el de Stävie, cerca de Lund, Suecia, que comprende 30 000 m².
Vaso en forma de embudo hallado en un enterramiento colectivo de Escania, Suecia. (Nordisk familjebok – Nordisk familjebok (1917), vol.26, Till art. Stenålder. II. [1]).
Europa en el periodo 4500-3500 a. C.( Joostik (discusión · contribs.) derivative work: Rowanwindwhistler (discusión) . CC BY-SA 4.0.
Cerámica de bandas. (Roman Grabolle [1] – GDFL content from German Wikipedia [de.wikipedia.org/wiki/Bild:BandkeramischeGefaeße.jpg
Las quemas de bosques para obtener tierras de cultivo y pastos se generalizaron, reduciéndose por primera vez la superficie arbolada debido a una causa antrópica. Aunque muchos cultivos se plantaban en huertos inmediatos a las viviendas, el trigo y la cebada solían ser cultivados en pequeños campos cercanos, con lo que el área usada por un solo asentamiento podía tener un radio de unos 5 km. Las comunidades agrarias de la cultura del Danubio estaban en contacto unas con otras e intercambiaban bienes a través de largas distancias, como el ámbar del Báltico, que llegaba hasta el Mediterráneo.
Uno de los grupos culturales más significativos sería el de la cerámica de bandas, en Europa central: formaron grandes comunidades rurales, mantenían ganado, cultivaban cereales y producían una alfarería característica. Desde la península ibérica se extendió a partir del 2900 a. C. el vaso campaniforme, cuyo límite de expansión oriental fue el sudeste de Polonia. Asociados al vaso campaniforme hay una serie de elementos nuevos (como los conocimientos metalúrgicos o los enterramientos individuales) que se extendieron por toda Europa junto a aquel. Ver:
- Muller, J. y S. van Willigen: «New radiocarbon evidence for European Bell Beakers and the consequences for the diffusion of the Bell Beaker Phenomenon» (págs. 59-75), en Franco Nicolis (ed.): Bell beakers today: pottery, people, culture, symbols in prehistoric Europe, 2001.
- Grygiel, Ryszard: U źródeł Polski, pp. 48-53.
- U źródeł Polski, Synchronization of archeological cultures, pp. 212-215 by Adam Żurek and chronology tables pp. 218-221 by Wojciech Mrozowicz and Adam Żurek used throughout the article
Véase también: Neolítico en la península ibérica.
Culturas importantes: Pueblos de la cerámica negra y gris, (hacia el 5.000 a.C.), Cultura de la cerámica de bandas, Cultura de Dniéper-Don, Cultura de la Cerámica del peine, Cultura ErteBölliense, Vinça, Karanovo, Hamangia, Dimini, Rocadour (en la actual Francia), Megalitismo Lusitano, y la Almagra (en la actual Andalucía), También muy destacable es la cerámica Cardial, Vaso campaniforme, y Cultura del Danubio.
Todas estas culturas se dieron en la Europa continental, si bien no se puede olvidar que los asentamientos neolíticos de Grecia son los más antiguos del continente, pues datan del VII milenio a.C. En el actual territorio griego surgieron las primeras civilizaciones de Europa, por lo que se considera el lugar de nacimiento de la civilización occidental. Las primeras en aparecer fueron la civilización Cicládica en las islas del mar Egeo (alrededor del 3200 a. C.), la civilización minoica en Creta (2700-1500 a. C.) y la civilización micénica en el continente (1900-1100 a. C.).
Europa en el periodo 4000-3500 a. C . Neolítico Tardío ( Rowanwindwhistler (discusión) – European-late-neolithic-english.svg. CC BY-SA 4.0.).
D. Cultura de Starčevo
La Cultura de Starčevo es una cultura arqueológica del Neolítico del sureste de Europa datada entre 6200 y 4500 a. C. (12) A menudo se la incluye en un grupo geográficamente más extenso denominado Cultura de Starčevo-Körös-Criş, (3) y que suele considerarse como manifestaciones diferentes de un mismo tipo de cultura arqueológica.
La localidad de Starčevo, el yacimiento que le da nombre, está situada en la margen izquierda del Danubio, cerca de Belgrado (Serbia). Es la primera cultura agrícola de la región, aunque la caza y la recolección son aún parte significativa de la dieta de sus habitantes.
Características y culturas relacionadas
La cerámica es tosca por lo general, aunque aparecen formas más elaboradas de tipo globular y ornamento rústico de acanaladuras o de tipo barbotina, (4) también surgen con el tiempo vasijas pintadas de mejor calidad. El útil característico es una especie de espátula hecha de hueso, quizás para recoger harina; también aparecen figurillas de arcilla. La cultura de Cultura de Körös, en Hungría, es una cultura muy parecida en la que también aparecen vasijas con pie, pocas pintadas. Ambas culturas dan sus nombres a las de toda la región en ese período.
Las culturas de Karanovo (Bulgaria), Criş (Rumania) y pre-Sesklo (Grecia) son culturas paralelas y estrechamente relacionadas.
Las fases finales de la cultura de Starčevo son contemporáneas de la fase inicial de la Cultura de Vinča.
La cultura Starčevo abarca un área considerable que incluye la mayor parte de las actuales Serbia y Montenegro, así como partes de Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Hungría, Macedonia y Rumania. (15)
La localidad más al oeste se encuentra en la ciudad croata de Bjelovar en el suburbio de (Ždralovi) y representa la etapa final de la cultura. (6), (7) (8). Los hallazgos de Ždralovi pertenecen a un subtipo regional de la variante final(facies Ždralovi) del largo proceso de desarrollo de la cultura de Starčevo.
Existen diferentes opiniones sobre el origen etnolingüístico de la gente de la cultura de Starčevo. Unas se inclinan por que las culturas neolíticas de los Balcanes tienen un origen no indoeuropeo9. Según esta opinión los indoeuropeos nos se asentarían en esta región antes del Eneolítico. Según otras opiniones, estas culturas balcánicas son indoeuropeas (10) y procedentes de Anatolia. Estas teorías diferentes son llamadas la hipótesis Kurgan y la hipótesis anatolia (ver también: Pueblo protoindoeuropeo).
En los estudios genéticos realizados sobre restos humanos se ha comprobado que los restos de hombres y mujeres se corresponden con los hallados en otros agricultores neolíticos europeos.
Referencias
- Istorijski atlas, Intersistem Kartografija, Beograd, 2010, page 11.
- Chapman, John (2000). Fragmentation in Archaeology: People, Places, and Broken Objects. London: Routledge. p. 237. ISBN 978-0-415-15803-9.
- Trbuhović, 2006, p. 62.
- Diccionario de prehistoria. Menéndez Fernández, Mario et al.
- «The Starčevo culture». Consultado el 5 de diciembre de 2017.
- Jakovljević, G. Arheološka topografija Bilogore, Bjelovarski zbornik ‘89, Bjelovar, 1989, pp 108-119
- Dimitrijević, S. Das Neolithikum in Syrmien, Slawonien und Nordwestkroatien – Einführung in den Stander Forschung, Archeologica Iugoslavica X, Belgrade, 1969, p 39-76 (45, 47)
- Dimitrijević, S. Sjeverna zona – Neolitik u centralnom i zapadnom dijelu sjeverne Jugoslavije, Praistorija jugoslavenskih zemalja II, Sarajevo, 1979, pp 229-360 (252-253)
- Mallory, 2006, p. 312.
- Mallory, 2006, p. 352.
Keramia: Foto: Kritheus. CC BY-SA 4.0.
Los pobladores de Sesklo construyeron sus aldeas en las colinas, cerca de fértiles valles donde se cultivaba el trigo y la cebada y mantenían principalmente rebaños de ovejas y cabras, aunque también tenían vacas, cerdos y perros. Sus casas eran pequeñas, con una o dos habitaciones, construidas de madera o ladrillos de barro en un primer período. Más tarde, la técnica de construcción se hizo más homogénea y todas las casas están construidas de adobe, con cimientos de piedra. En el VI milenio a. C., ya se encuentran las primeras casas de dos niveles y se percibe un urbanismo claro.
Las casas de la aldea se situaban unas junto a otras y eran rectangulares, casi cuadradas, con muros en barro o adobe con contrafuertes en los interiores y una fila de postes en el centro que sostenían la techumbre. A la puerta, situada en el muro más corto, se accedía por un porche sostenido por dos postes. El interior estaba dividido por paredes perpendiculares a los muros largos y la habitación principal se encontraba al fondo. Es la versión primitiva del mégaron que tanta influencia en la construcción tendría a lo largo de los siglos.
En los niveles más bajos del proto-Sesklo no se ha encontrado cerámica, pero sus pobladores pronto desarrollaron cerámica muy fina (vasos y copas) que decoraban con pinturas geométricas de color rojo o marrón. Durante el período Sesklo se incorporaron nuevos tipos de cerámica. Al final del período, la decoración se desarrolla con motivos de llama. La cerámica de este estilo Sesklo «clásico» también se utilizó en Macedonia Occidental y Serbia.
El megaron. Kritheus – Trabajo propio. CC BY-SA 4.0.
Cuando se investiga si estos pobladores podrían ser emigrantes de Asia Menor, hay muchas semejanzas entre la rara cerámica de Asia Menor y la cerámica griega de principios del Neolítico, pero esas similitudes parecen existir entre todas las cerámicas primitivas de las regiones del Próximo Oriente. El repertorio de formas no es muy diferente, pero las vasijas de Asia Menor, parecen ser más profundas que sus homólogas de Tesalia. Los cuencos característicos de la cultura Sesklo son poco profundos, ligeramente abiertos y no se han encontrado en los asentamientos de Asia Menor. La base en anillo era casi desconocida en Anatolia, mientras que las bases planas y plano-convexas eran comunes allí. En general, la apariencia de las vasijas es diferente y la apariencia de las primeras figuras, además, es completamente diferente.
La cerámica muy poco común de los niveles XII y XI en Çatal Hüyük se asemeja a la del Neolítico Temprano I de Sesklo, pero la pasta es muy diferente, teniendo un carácter parcialmente vegetal. Esta cerámica es contemporánea con la cerámica mejor hecha de Tesalia y no es precursora del material allí utilizado. En general, basándose en los restos arqueológicos hallados, hay inclinación a pensar en un desarrollo indígena en gran medida independiente de los asentamientos neolíticos griegos. La característica de la cerámica de Sesklo es su decoración roja sobre fondo amarillo o blanca sobre fondo rojo.
Los datos disponibles también indican que la domesticación del ganado se produjo en Argisa en una época tan temprana como 6300 a. C., durante la pre-cerámica del Neolítico.2 Los niveles de Sesklo que no tenían cerámica contenían sin embargo fragmentos de huesos de ganado domesticado. El primer suceso informado de esta índole en el Próximo Oriente está en Çatal Hüyük, en el estrato VI, que data de alrededor del 5750 a. C., aunque pueden haber estado presente en el estrato XII también – alrededor del 6100 a. C. Esto indica que la domesticación del ganado es autóctona del continente griego.
Una característica importante de esta cultura es la abundancia de estatuillas de mujeres, a menudo embarazadas. Ya se conocía la representación de las figuras humanas en estatuillas desde el Mesolítico en el Mediterráneo Oriental y antes, en el Paleolítico, pero será en el Neolítico cuando se desarrolle ampliamente la pequeña escultura, ya sea en barro o en piedras más durables como el mármol o la esteatita. Representan a la mujer esteatopígica en la mayoría de los casos, simbolizando a la diosa madre o símbolo de la fertilidad, tan generalizada en la cultura neolítica. Este tipo de esculturas están presentes en los Balcanes y en la mayor parte de los complejos neolíticos del Danubio complejo desde hace muchos milenios, aunque no pueden considerarse exclusivas de esta área. Es de resaltar por su novedad una figurilla de Sesklo que representa a una figura femenina entronizada con un niño en brazos y decorada con líneas pintadas.
La cultura de Sesklo es importante en la expansión del Neolítico en Europa. La investigación y su datación señalan la influencia de esta cultura en otras balcánicas (Karanovo I-II y Starčevo-Körös), que parece se originaron aquí, y serán estos los que estimularán el nacimiento de la importante cultura neolítica del Danubio.
La «teoría de la invasión», establece que la gente de la Cultura Dímini neolítica fue responsable de la violenta conquista de la Cultura Sesklo en torno al 5000 a. C. Por otra parte, esta teoría considera a las dos poblaciones con identidades culturales separadas. Sin embargo, I. Lyritzis ofrece una historia diferente en relación con las Culturas Dímini y Sesklo, puesto que junto a R. Galloway, comparó materiales cerámicos de las dos entidades, utilizando termoluminiscencia para datarlos. Así, descubrió que los habitantes de los asentamientos en Dímini aparecieron alrededor del 4800 a. C., cuatro siglos antes de la caída de la civilización Sesclo (c. 4400 a. C.). Ante esto, Lyritzis concluyó que los habitantes de Sesklo y los de Dímini convivieron durante un período.
Fortificaciones de Sesklo y Dímini
Sesklo y Dímini son dos de los principales yacimientos del Neolítico en Grecia, ca. 6000-3000 a. C.. Están situados a pocos kilómetros de distancia en la región de Tesalia de Grecia y fueron excavados entre 1899 y 1906 por Christos Tsountas.(1), (2).,
Ambos asentamientos contaban con un gran megaron central rodeado de edificios y casas más pequeños, así como con murallas. La finalidad de estos muros ha sido objeto de debate durante mucho tiempo, ya que Tsountas afirmó en un principio que tenían fines militares defensivos. Sin embargo, con el paso del tiempo, cada vez más arqueólogos han llegado a la conclusión de que funcionaban como muros de contención, para delimitar espacios habitados, como recintos para animales o que se utilizaban con fines rituales. (3) Independientemente de su finalidad, las fortificaciones reforzaban la distinción entre el asentamiento interior y el mundo exterior. (4)
El asentamiento de Sesklo (en griego: Σέσκλο) consta de tres fases principales. En general, había casas cerradas centradas alrededor de un megaron más grande con un patio pavimentado. (2) El asentamiento primitivo tenía una muralla inusualmente gruesa en el lado este, pero los asentamientos medios y tardíos revisten mayor interés a la hora de considerar las fortificaciones neolíticas. Los muros de piedra de Sesklo encerraban partes de la acrópolis y tenían una anchura aproximada de un metro. Existe la posibilidad de que estuvieran rematados con estructuras para crear una barrera más alta, pero esto es incierto. (3),
Dímini
El asentamiento de Dímini (en griego antiguo: Διμήνι) tenía aproximadamente 5000 m2 e incluía un megaron en un patio oval con edificios más pequeños y casas fuera de las fortificaciones. Este yacimi|ento floreció durante el Neolítico tardío y utilizó muchos de los métodos de construcción empleados anteriormente en Sesklo, incluidos los muros de piedra. Las fortificaciones de Dímini se componían de 6 o 7 muros en círculos concéntricos de 2-3 m de altura y separados entre sí hasta 1 m.(1) También es probable que se construyeran más altas con adobes o empalizadas de madera. (3),
Dímini, Dimini o en sus formas antiguas Diminio o Diminion (en griego: Διμήνι, romanizado: Diminion) era un pueblo cerca de la ciudad de Volos, en Tesalia (Grecia Central), perteneciente a la unidad periférica de Magnesia. Es también sede de la municipalidad de Aisonia. El nombre Aisonia se remonta a tiempos antiguos y es el lugar más occidental de la zona de Volos. El área de Dímini tiene tanto un asentamiento micénico como uno neolítico. El asentamiento neolítico de Dímini fue descubierto a finales del siglo XIX y excavado por los arqueólogos griegos Christos Tsountas y Valerios Stais.
En 1886, Lolling y Wolters excavaron la tumba de tholos micénica conocida como Lamiospito. En 1901 (o en 1892, según otras fuentes) Valerios Stais descubrió otra tumba de tholos en la colina del asentamiento neolítico y trabajó en Dímini con Christos Tsountas desde 1901 hasta 1903. En 1977, Giorgos Chourmouziadis continuó con las excavaciones en el asentamiento neolítico.
V. Adrimi-Sismani comenzó las excavaciones del poblado micénico en 1980. En 2001 las excavaciones descubrieron una ciudad micénica y el complejo del palacio que se cree puede formar parte de la antigua Yolco. También se descubrieron un peso de piedra y un vaso con inscripciones en lineal B.
La «teoría de la invasión», establece que la gente de la Cultura Dímini neolítica fue responsable de la violenta conquista de la Cultura Sesclo en torno al 5000 a. C. Por otra parte, esta teoría considera a las dos poblaciones con identidades culturales separadas. Sin embargo, I. Lyritzis ofrece una historia diferente en relación con las Culturas Dímini y Sesclo, puesto que junto a R. Galloway, comparó materiales cerámicos de las dos entidades, utilizando termoluminiscencia para datarlos. Así, descubrió que los habitantes de los asentamientos en Dímini aparecieron alrededor del 4800 a. C., cuatro siglos antes de la caída de la civilización Sesclo (c. 4400 a. C.). Ante esto, Lyritzis concluyó que los habitantes de Sesclo y los de Dímini convivieron durante un período de tiempo.
A comienzos del III milenio a. C., el poblado de Dímini presentaba un carácter mixto agrícola y militar y alrededor de una pequeña colina se expandía la aldea neolítica de sus habitantes y en la cima estaba construido un primitivo mégaron, probablemente como vivienda de su jefe local. El conjunto estaba protegido por murallas.
- Página del Ministerio de Cultura de Grecia: Dímini (en griego)
- Página del Ministerio de Cultura de Grecia: tumba abovedada «toumba» de Dímini (en griego)
- Página del Ministerio de Cultura de Grecia: tumba abovedada «lamiospito» de Dímini (en griego)
Fortificaciones defensivas
ProtecciónLa construcción de una muralla es, como mínimo, una declaración sobre las capacidades y el nivel de preparación del asentamiento para defenderse. La decisión de construirlas también expresa la falta de confianza que Sesklo y Dímini pudieron tener entre sí o en otros yacimientos neolíticos. Estos asentamientos sentían cierta necesidad de consolidarse y protegerse, lo que indica al menos cierto recelo. (5) Además, Dímini controlaba en gran medida la producción y el intercambio de un tipo exótico y valioso de conchas de ostra, que se utilizaba en la creación de adornos personales como anillos, cuentas y botones. Por lo general, estaba limitado a unas pocas élites y funcionaba como expresión de estatus. Las fortificaciones habrían protegido este valioso bien.3 En Sesklo se han encontrado varios tipos de armas, como puntas de proyectil de piedra, proyectiles de honda de arcilla y piedra, hachas y cuchillos. Si estas armas se utilizaron en un contexto bélico, los emplazamientos fortificados habrían proporcionado la defensa y protección necesarias. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que muchas de estas armas podrían haber tenido fines alternativos, incluida la caza. (3) (5)
Construcción
En otros yacimientos neolíticos de Europa se construyeron estructuras con los mismos métodos de construcción en los que se ha argumentado de forma muy convincente una función militar, como Makriyalos en Pieria, Strofilas en Andros y en el noreste de Bulgaria. Es poco probable que Sesklo y Dímini hubieran utilizado los mismos mecanismos para fines totalmente diferentes. (5) Las grandes extensiones de tierra vacías actúan como zonas de amortiguación para separar los asentamientos en guerra y exponer a los invasores cuando las cruzan para acercarse a un asentamiento contrario, dando a los defensores la oportunidad de prepararse. La presencia de estas tierras de nadie en Tesalia indica que pudo haber un conflicto y la necesidad de fortificaciones defensivas. (5) Las murallas de ambos asentamientos incluían puertas batientes, una característica clásica de otros emplazamientos fortificados durante este periodo de tiempo en Grecia. Esta característica obligaba a los invasores a exponer sus flancos al obligarles a girar a la izquierda, exponiendo su lado derecho sin escudo. Sesklo tenía una de estas puertas en el lado occidental, que no estaba protegido por el escarpado barranco situado en el lado oriental del asentamiento. Dímini tenía 4 o 5 de estas puertas, así como otras aberturas estrechas en las zonas de vivienda y trabajo, que son fáciles de defender, ralentizarían y confundirían a los invasores, y darían a los habitantes múltiples salidas. (3), (5).
La Puerta de los Leones de Micenas, que cumple una función similar a las puertas batientes de Sesklo y Díimini.
La Puerta de los Leones es la entrada principal a la ciudadela de Micenas. Fue construida en el siglo XIII a. C. sobre el lado noroeste de la acrópolis y debe su nombre a una escultura en relieve de dos leonas en una pose heráldica que se encuentra sobre la entrada. La Puerta de los Leones es la única pieza de escultura monumental que sobrevive de Micenas, como también la mayor escultura prehistórica del Egeo.
Destrucción
Los restos de Sesklo indican que se produjeron grandes incendios y destrucciones, lo que constituye una prueba importante del conflicto. Hay información que sugiere que Dímini puede ser el culpable de la destrucción en Sesklo. (5) Sin embargo, también es importante señalar que el incendio podría haberse debido a otras causas, incluyendo el uso de materiales de construcción inflamables. (3)
Funciones alternativas
Tras una investigación más profunda, muchos arqueólogos han determinado que hay muchos otros usos probables para los murallas encontradas en Sesklo y Dímini. Estas funciones incluyen características simbólicas con fines rituales, marcadores de espacios de habitabilidad, recintos para animales y organización del espacio dentro del asentamiento.3 Dadas las implicaciones de la construcción de un muro, es posible que su objetivo fuera disuadir de los ataques en primer lugar, en lugar de actuar realmente como medida de protección en medio de un conflicto físico.5 Tras la posterior reexcavación de Dímini, no se encontraron pruebas de superestructuras que cubrieran las murallas, lo que podría indicar que no eran de naturaleza defensiva o que podrían estar ausentes simplemente debido a la erosión. Los excavadores creían que las fortificaciones implicaban una estratificación social significativa, que puede no haber estado presente de forma significativa en Dímini, lo que sugiere que las murallas se utilizaban para organizar el espacio en su lugar. (5). Por último, microclimas dentro de la región de Tesalia causan una fluctuación en el éxito agrícola, haciendo que el conflicto sea peligroso e innecesario. Algunos estudiosos argumentan que esto promueve el intercambio, la negociación y la mitigación de los conflictos, por lo que es poco probable que los muros de Sesklo y Dímini tuvieran fines militares. (5).
Ver: Fortificaciones de Micenas.
Referencias
- «Dimini (Site)». www.perseus.tufts.edu (en inglés). Consultado el 12 de marzo de 2014.
- «Sesklo (Site)». www.perseus.tufts.edu (en inglés). Consultado el 12 de marzo de 2024.
- Heath, Julian (2017). Warfare in Neolithic Europe (en inglés). South Yorkshire, UK: Pen & Sword Books Ltd. pp. 1-10. ISBN 978 1 47387 985 0.
- Demoule, Jean-Paul; Perlès, Catherine (1993). «The Greek Neolithic: A New Review». Journal of World Prehistory (en inglés) 7 (4): 355-416. JSTOR 25800637. doi:10.1007/bf00997801.
- Runnels, Curtis N.; Payne, Claire; Rifkind, Noam V.; White, Chantel; Wolff, Nicholas P.; LeBlanc, Steven A. (2009). «Warfare in Neolithic Thessaly: A Case Study». Hesperia: The Journal of the American School of Classical Studies at Athens (en inglés) 78 (2): 165-194.
Esta obra contiene una traducción total derivada de «Sesklo and Dimini fortifications» de Wikipedia en inglés, concretamente de esta versión, publicada por sus editores bajo la Licencia de documentación libre de GNU y la Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
F. Lepenski Vir
Lepenski Vir es un asentamiento de la prehistoria europea localizado en Serbia que data de más de 8000 años y que desarrolló un sistema económico y sociocultural elaborado.1 Se encuentra cerca al río Danubio, concretamente, a su paso en el desfiladero de las Puertas de Hierro. (2) Las principales excavaciones fueron realizadas entre 1965 y 1971 por Dragoslav Srejović, de la Universidad de Belgrado. (2) Se han encontrado herramientas hechas en piedra y en hueso, así como hogares y numerosos objetos religiosos entre los que se encuentran esculturas únicas hechas en piedra.
El asentamiento evidencía la transición gradual de un modo de vida de cazadores-recolectores a otro de agricultura más sedentario, típico del Neolítico. Lepenski Vir incluye las primeras obras de arte monumentales en Europa Central y Sudoriental, así como las más antiguas formas organizadas de vida social, económica y religiosa en la cuenca del Danubio. (3) Esta civilización sabía de arquitectura, urbanismo, geometría, matemáticas, astronomía, arte y religión. (4)
A través de su arte, sus creencias y modos de subsistencia, esta civilización ha cruzado el abismo que aún existía entre el Mesolítico y Neolítico en las culturas del Danubio. (1). Según la UNESCO, Lepenski Vir es «un impresionante ejemplo de la relación entre el hombre y la naturaleza, del papel y la importancia del medio ambiente natural para la organización de la vida y la cultura en general.» (3).,
Estructura social Lepenski Vir
La cultura que se encuentra en Lepenski Vir desciende directamente de los primeros cazadores-recolectores hallados en Europa, ya que hay ciertos paralelismos con restos encontrados en Brno. Las evidencias arqueológicas de ocupaciones en cueva, en Europa, de cazadores recolectores llegan hasta el 20000 a. C., pero no sería hasta el 7000 a. C. cuando veremos ocupaciones similares a las de Lepenski Vir en una meseta de pequeña altura.
La estructura social compleja estaba dominada por un culto religioso que probablemente servía para unir y coordinar la actividad de sus miembros. Han sido hallados numerosos objetos sacrales que apoyarían esta teoría. El más remarcable ejemplo sería un tipo de escultura único de la cultura de Lepensky Vir, que sería uno de los primeros representantes del arte sacral europeo.
Esta estructura social respondería a la producción agrícola. Una vez se tienen productos agrícolas, aumenta la calidad de vida y se modifican los viejos hábitos de vida. Los mecanismos de evolución siguen sin estar claros, pero todo apunta más a desarrollo indígena que a invasión extranjera.
Escultura de Lepenski Vir. Mazbln – own work (photo). CC BY-SA 3.0
Arquitectura
El área del asentamiento principal de Lepenski Vir fue ocupada entre el Mesolítico y el Neolítico en diferentes fases. (1) Alrededor de la zona principal se encuentran varias villas satélite con la misma cultura y habitadas en el mismo periodo temporal. Los restos arqueológicos encontrados en las zonas de alrededor muestran asentamientos temporales que dejaron algunas construcciones, probablemente destinadas a épocas concretas de caza y recolección. Esto sugiere que serían sociedades seminómadas con una economía distribuida entre la explotación de los recursos del área y algunos aprovechados por temporadas.
El asentamiento está claramente planificado. Todas las casas están construidas siguiendo un patrón geométrico, lo cual denota una arquitectura propia de esta cultura: es uno de sus mayores logros. A las afueras del yacimiento se encuentra una necrópolis muy elaborada. Las únicas excepciones eran ciertos ancianos que eran enterrados dentrás de las chimeneas en las casas, siguiendo un ritual religioso.
En siete asentamientos en torno a Lepenski Vir se han encontrado 136 residencias y edificios sacrales con fechas de entre 6500 y 5500. (5) La disposición básica del asentamiento consiste en dos alas principales y una zona central vacía que haría las veces de plaza del pueblo o lugar de encuentro. El asentamiento está dividido radialmente con numerosos caminos, todos tomando el río como eje. Las villas de alrededor son paralelas a los acantilados circundantes.
La base de cada vivienda del asentamiento está construida a modo de triángulo equilátero en vez de forma redonda o circular.
El interior de cada casa incluye una chimenea construida con piedras rectangulares. Las chimeneas se extienden más al fondo para crear pequeñas capillas en la parte posterior de la casa. Siempre estaban decoradas con esculturas talladas en piedras de río que podían representar a los dioses o a viejos habitantes de la zona. Otro hecho significante es que en el centro de las casas hay una pequeña depresión circular, lo cual podría ser una especie de altar.
Todas las esculturas fueron talladas a partir de cantos rodados de arenisca encontrados en el margen del río.
Las esculturas pueden ser separadas en dos categorías, una simple con ciertos dibujos geométricos y otras antropomorfas. (6). Estas últimas son más interesantes, ya que todas las figuras están modeladas con expresiones un tanto dantescas. Únicamente la cara y la cabeza están modeladas de forma natural, aunque con ciertos rasgos como la nariz un tanto deformados. Pelo, brazos y manos pueden adoptar diferentes formas, e incluso hay algunos con estructura similar a un pez. Esto sugeriría que algún tipo de rito o veneración hacia el río.
Referencias
- «Les civilisations du Danube» (en francés). Dossiers Archeologie. Consultado el 19 de septiembre de 2010.
- Zaga Gavrilovic. «Obituary: Dragoslav Srejovic» (en inglés). The Independent. Consultado el 19 de septiembre de 2010.
- Nature Protection Institute of Serbia. «Djerdap National Park» (en inglés). UNESCO. Consultado el 19 de septiembre de 2010.
- EFE (18 de mayo de 2004). «Altar con escritura desconocida hallado en Serbia es el más antiguo del mundo». El Universo. Consultado el 19 de septiembre de 2010.
- Michael Roberts (13 de septiembre de 2010). «Srbija: Nastavljeni radovi na arheološkom nalazištu Lepenski Vir» (en serbio). Balkans.com. Archivado desde el original el 3 de marzo de 2016. Consultado el 19 de septiembre de 2010.
- «Particularism in the Proto-Starčevo culture» (PDF) (en inglés). Museo de Voivodina. Consultado el 19 de septiembre de 2010.
- ARRIBAS, A. «Lecciones de Prehistoria». Ed. Teide. Barcelona, 1974.
- VV. AA. «El Arte de Lepenski». Ministerio de Cultura. Madrid, 1986
G. Cerámica impresa cardial
La cerámica cardial recibe ese nombre por estar decorada con impresiones del borde dentado y sinuoso de conchas de berberecho, un bivalvo llamado tradicionalmente Cardium (o algún derivado como Dinocardium o Acanthocardia) porque su forma general recuerda a la de un corazón. Aunque se usaron diversas especies, estas, han sido determinadas casi siempre como Cerastoderma echinatum, o algún otro miembro de la familia: Cardiidae). Dado que los Cardiidae no eran el único motivo decorativo de este tipo de cerámica (pues incluye impresiones de dedos, o digitaciones y ungulaciones, impresiones con un punzón, cordones, etc.), a veces se prefiere la denominación de cerámica impresa.
Cerámica impresa es aquella obra de alfarería cuya superficie ha sido decorada con técnicas de impresión cuando la arcilla se encontraba aún tierna.1 Pueden diferenciarse dos tipos, según sea la técnica: por presión manual (digitada y ungulada), estrechamente relacionada con la llamada decoración incisa; o bien, por impresión mediante una matriz, con decoraciones resultantes puntiformes, cuneiformes, de cestería, hechas con cuerdas o cordadas, hechas con peine, con ruedecillas dentadas, cardiales (realizadas con la ayuda de conchas), estampilladas, etc.
La cerámica cardial es característica de uno de los primeros estadios del Neolítico de la cuenca mediterránea, durante los milenios sexto y quinto antes de Cristo, abarcando las zonas costeras desde el área de los Balcanes hasta las costas del Levante español. Aunque su influencia llega a alcanzar las costas atlánticas europeas.
Existe cerámica decorada con el borde dentado de un bivalvo también en las costas atlánticas africanas, como por ejemplo en los enormes concheros del parque nacional del Banco de Arguin, en Mauritania, o en las islas Chafarinas.
Es difícil determinar el origen de la cerámica cardial. Los ejemplos más antiguos proceden de Siria y Líbano, en el séptimo milenio, donde existía una antigua tradición de cerámica impresa con conchas de moluscos («cultura de Biblos»).(1) En Europa tenemos antecedentes en la cultura denominada «cultura pre-Sesklo» de la zona de Tesalia (Grecia), (2) donde parecen encontrarse los más antiguos ejemplares de impresiones cardiales del sexto milenio. Sin embargo, si exceptuamos la propia cerámica, esta cultura carece de otros rasgos neolíticos, ya que los restos nos hablan de cazadores, recolectores y pescadores, habitantes de cuevas, con una panoplia típicamente mesolítica, probablemente culturizados por otros pueblos más avanzados, los cuales sí conocerían la agricultura y la ganadería.
En ese mismo milenio, sin abandonar su tradición económica (caza, recolección, pesca) parece haberse producido la transición, a incorporarse las características plenamente neolíticas como el cultivo de cereales, la ganadería de ovicápridos y una mayor presencia de la cerámica impresa que se enriquece con nuevos motivos decorativos.
Difusión de la Cerámica Cardial
Se ha inferido que la difusión de la cerámica cardial solo es posible gracias a las grandes dotes de navegación de sus pueblos, ya que entre los restos bromatológicos aparecen especies propias de mar adentro; y que a través de la navegación se extendieron por gran parte del Mediterráneo. El caso es que cruzan el Adriático colonizando Apulia y Sicilia en el sur de Italia, instalando sus zonas de habitación casi siempre en cuevas (aunque hay algunos poblados fortificados con fosos y empalizadas). Gradualmente, la colonización alcanza el centro de Italia (Lacio, Toscana, Liguria) y las islas, como Córcega y Cerdeña, apareciendo las primeras avanzadillas en el sur de Francia.
Alrededor del quinto milenio a. C. la cultura ya se ha asentado en las costas mediterráneas de España y Francia. Con excepciones, ya que entrecaladas quedan numerosas comarcas de pueblos probablemente autóctonos que resisten más tiempo la aculturación. Hacia el interior, la cerámica cardial penetra por el Ródano y por el Ebro, llegando hasta el Atlántico, al menos en la península ibérica. Sin embargo, las costas andaluzas permanecen ajenas a este fenómeno.
Lo que queda de ellos no es muy espectacular ya que se trata, sin duda, de un pueblo neolítico bastante primitivo, salvo por su supuesta capacidad náutica. Es difícil hablar de una «cultura cardial» bien definida, debido a las innumerables variantes regionales, y es mejor referirse, simplemente, a un «horizonte con cerámicas cardiales» o, mejor, con cerámicas impresas, en general. En el sureste de Italia se grupan en la denominación «cultura de Molfetta» (que, además parece la más antigua); en Sicilia se usa la expresión «cultura de Stentinello». El norte de Italia y el sur de Francia formarían una colectividad cuyos máximos yacimientos son Arene Candide (Italia). Châteauneuf-lès-Martigues y Roucadour (Francia). El litoral español tiene su yacimiento estrella en Cova de l’Or, pero también La Sarsa (Comunidad Valenciana), donde se habla de la «cultura Montserratiense». Las influencias cardiales llegan a Portugal, y ciertas manifestaciones capsienses, del norte de África, también incluyen estas cerámicas impresas. (3)
Cerámica cardial de la cueva de La Sarsa, Valencia. Foto: José-Manuel Benito Álvarez -> Locutus Borg. Dominio Público.
La cerámica cardial occidental suele tener fondo redondeado y siluetas ovoides, a veces con cuello. La decoración, ya descrita, presenta impresiones en el barro fresco de conchas, dedos, uñas y punzones en motivos con forma de bandas, triángulos y chevrones. se asocian a una industria lítica con abundantes microlitos geométricos (evidenciando la importancia de la caza), perforadores y espátulas de hueso. También hay adornos como brazaletes de piedra, cuentas de collar y colgantes de concha. Los molinos barquiformes o de vaivén revelan las prácticas agrícolas, y los restos de fauna indican que hubo ganadería de cabras y ovejas, así como importantes aportes alimenticios marinos (pescado y marisco).
A finales del quinto milenio la cultura cambió, pero quedaron grupúsculos genéricamente llamados Epicardiales, sobre todo en el norte de Italia (cultura de los Vasos de Boca Cuadrada: «Chiozza») y los Balcanes adriáticos (Hvar, Lisicici y Butmir). (4)
También se sospecha que sus raíces tienen gran importancia a la hora de explicar el origen de los pueblos iberos y ligures.
Referencias
- Chapa Brunet, Teresa y Delibes de Castro, Germán (1983). «El Neolítico». Manual de Historia Universal. Tomo I. Prehistoria. Nájera, Madrid. ISBN 84-85432-06-1. (página 274)
- Bosch-Gimpera, Pedro (1975). Prehistoria de Europa. Ediciones Isto, Madrid. ISBN 84-7090-066-8. (página 169)
- Brézillon, Michel (1969). Dictionnaire de Préhistoire. Librairie Larousse, París. ISBN 2-03-075437-4. (página 60).Leroi-Gourhan, André; Bailloud, Gérard; Chavaillon, Jean y Laming-Emperaire, Annete (1980). La Prehistoria. Editorial Labor, Barcelona. ISBN 84-335-9309-9. (páginas 105-107).
- Menéndez Fernández, Mario; Jimeno Martínez, Alfredo y Fernández Martínez, Víctor M. (1997). Diccionario de Prehistoria. Alianza editorial, Madrid.
Una típica ánfora globular. Foto: CristianChirita. CC BY-SA 3.0.
La cultura de las ánforas globulares es conocida principalmente por sus enterramientos. Las inhumaciones se hacían en hoyos o en cistas. Se dejaban ofrendas en la tumba, como partes de animales (como mandíbulas de cerdo) o animales enteros, como bueyes. También se dejaban objetos como las ánforas globulares que dan nombre a la cultura y hachas de piedra. Asimismo se encuentran enterramientos de ganado bovino, a menudo en parejas, acompañados por ofrendas. Existen además enterramientos secundarios en tumbas megalíticas.
Interpretación
Marija Gimbutas ve la inclusión de animales en la tumba como una intrusión cultural. Gimbutas también tenía la hipótesis de que en esta cultura se practicaba el satí (tradición que se utilizó en la India hasta el siglo XX), y también la ve como una intrusión cultural. Los partidarios de la hipótesis de los kurganes de Gimbutas apuntan que estas prácticas inhumatorias distintivas demuestran que esta cultura representa la segunda ola migratoria de pueblos indoeuropeos.
Tumba. CristianChirita . CC BY-SA 3.0.
I. Mejergar o Mehrgar
Mehrgar era una aldea antigua en el sur de Pakistán y es uno de los sitios más importantes de la arqueología para el estudio de los establecimientos neolíticos más tempranos de esta región.
Los restos están situados en la provincia pakistaní de Baluchistán en el cercano llano de Kachi en el paso de Bolán,
- 230 km al noroeste de Larkana (ciudad a orillas del río Indo)
- 150 km al sureste de Quetta,
- 120 km al este de Qalat,
- 50 km al suroeste de Sibi y
- 130 km al noroeste de Yacobabad.
Mehrgar es el establecimiento más antiguo Asia del sur y el único sitio Neolítico excavado en la región. (1) Las excavaciones arqueológicas fueron realizadas a partir de 1974 por el equipo de la Misión Arqueológica del Indo, bajo la dirección de Jean-François Jarrige. (2) La evidencia más temprana del establecimiento está fechada a partir del 7000 a. C. También es citado como la evidencia más temprana de la cerámica en el sur de Asia. Los arqueólogos dividen el sitio de la ocupación en varios períodos.
I
Figura femenina en el arte de Mehrgar. foto: Denis Biette . CC BY-SA 1.0.
Mehrgar es el establecimiento más antiguo Asia del sur y el único sitio Neolítico excavado en la región. (1) Las excavaciones arqueológicas fueron realizadas a partir de 1974 por el equipo de la Misión Arqueológica del Indo, bajo la dirección de Jean-François Jarrige. (2) La evidencia más temprana del establecimiento está fechada a partir del 7000 a. C. También es citado como la evidencia más temprana de la cerámica en el sur de Asia. Los arqueólogos dividen el sitio de la ocupación en varios períodos.
La civilización de Mehrgar también tenía contactos con el norte de Afganistán, el noreste de Irán y la parte meridional de Asia central (B. B. Lal 1997:287).
El 30 de enero de 2004 el «Sitio arqueológico de Mehrgar» fue inscrito en la Lista Indicativa de Pakistán —paso previo a ser declarado Patrimonio de la Humanidad—, en la categoría de bien cultural (n.º ref 1876). (3)
Historia
Período I
Comprendido entre los años 7000 y 5500 a. C., este período es considerado neolítico y acerámico (es decir, no se usaba la cerámica). El cultivo en su periodo más temprano fue desarrollado por la gente seminómada que usaba plantas tales como trigo y cebada, y animales como ovejas, cabras y otros tipos de ganado. El asentamiento fue establecido con edificios simples de fango contando con cuatro subdivisiones internas. Se han encontrado numerosos entierros, muchos de ellos con mercancías elaboradas, tales como cestas, piedra, herramientas de hueso, granos, bangles, colgantes y, en algunos casos, animales sacrificados.
Los ornamentos de conchas de mar, de piedra caliza, de turquesa, de lapislázuli, de piedra arenisca y de cobre pulido han sido encontrados, junto con figurines simples de mujeres y de animales. Una sola hacha de piedra fue descubierta en un entierro, y varias fueron obtenidas en la superficie. Estas hachas de piedra son del periodo más temprano en el contexto estratificado en el sur de Asia.
Períodos II y III
El período II (comprendido entre los años 5500 y 4800 a. C.), y el período III (comprendido entre los años 4800 y 3500 a. C.) se caracterizan por la presencia de una cerámica neolítica (es decir, la cerámica ya comenzaba a ser usada) y últimamente la edad de cobre. Mucha evidencia se ha encontrado acerca de las técnicas avanzadas que fueron utilizadas en la fabricación.
La loza de barro esmaltada y los figurines de terracota producidos llegaron a ser muy detallados. Los figurines de hembras fueron adornados con pintura y tenían diversos tipos de peinados y ornamentos. Dos entierros fueron encontrados en el período II presentando una cubierta de ocre rojo en el cuerpo. La cantidad de objetos en el entierro disminuyó, limitándose solo a los ornamentos. En los entierros de mujeres se encontró variedad de artículos.
Los primeros sellos de botón fueron producidos en terracota y en hueso, y tenían variados diseños geométricos. Su tecnología incluía piedras y taladros de cobre, hornos de corriente aérea ascendente, grandes hornos de hoyo y crisoles que servían para derretir el cobre.
Hay evidencias acerca del comercio en el período II, esto debido al descubrimiento de varios granos de lapizlázuli, originalmente de Badahšan.
Período IV
En algún momento entre los años 2600 y 2000 a. C., la ciudad parece haber sido en gran parte abandonada, es cuando la cultura del valle del Indo estaba en sus etapas iniciales de desarrollo.
Se ha conjeturado que los habitantes de Mejergar emigraron a los valles fértiles del Indo, mientras que el territorio de Baluchistán se convirtió en una zona árida debido a los cambios climáticos.
Referencias
- Lal, B. B.: The Earliest Civilization of South Asia. Aryan Books International.
- JARRIGE, Jean-François; JARRIGE, Catherine; QUIVRON, Gonzague; WENGLER, Luc; SARMIENTO CASTILLO, David (2013). Mehrgarh. Neolithic Period – Seasons 1997-2000: Pakistan 15 (1 edición). Editions de Boccard. ISBN 978-2-7028-0355-4. Consultado el 8 de febrero de 2021.
- «Mehrgarh». www.wikidata.org (en inglés). Consultado el 8 de febrero de 2021.
- Véase en la entrada «Archaeological Site of Mehrgarh» del sitio oficial de la Unesco en: [1]. Consultado el 18 de agosto de 2016.
Enlaces externos
- mehrgarh.webpal.info
- Harappa.com (arte, símbolo y tecnología en el valle del Indo).
- News.BBC.co.uk (uso del taladro dental por el hombre en la edad de piedra).
- Travel.web.pk (breve información).
J. Hamangia
Hamangia fue una cultura del Neolítico Medio del norte de los Balcanes, que incluía el área del río Danubio, cuya evolución comienza durante la segunda mitad del 6000 a. C. Los países actuales que fueron hogar de la cultura Hamangia fueron Rumanía y Bulgaria.
Los rasgos característicos de la cultura de Hamangia eran la producción de vasos cerámicos decorativos con complejas decoraciones de dibujos geométricos y terracotas de figurillas humanas que expresaban una profunda espiritualidad en contraste con la vida cotidiana. En particular, dos figurillas conocidas como «El pensador» y «La mujer sentada» (véase foto) están consideradas obras maestras del arte Neolítico.
La cultura de Hamangia originada en el noreste del Mediterráneo, aparentemente es una herencia cultural que incluye las de Vinca, Dudesti y Karanovo III. La cultura de Hamangia se caracterizó por una fuerte estabilidad, la cual entorpece la percepción de su evolución geográfica y cronológica.
La cultura de Hamangia desapareció en el V milenio a. C., cuando se produjeron las migraciones de nuevas culturas en la región entre los Balcanes y los Cárpatos. Por lo tanto, las muy dinámicas comunidades Boian asimilaron a las comunidades Hamangia durante su transición hacia la cultura de Gulmenita. (1) Esta asimilación contribuyó a la génesis de una variante transitoria de la cultura de Gumelnita entre el mar Negro y el Danubio.
El pensador y La mujer sentada. Foto: CristianChirita. CC BY-SA 3.0
El pensador de Cernavodă, también conocido como El pensador de Hamangia (en rumano: Gânditorul de la Hamangia), o colectivamente El pensador y la mujer sentada, es un artefacto arqueológico, específicamente una escultura de terracota. Se cree que esta antigua estatuilla neolítica se remonta a la cultura Hamangia, que existió en lo que hoy es Rumania alrededor del año 5000 a. C.. La escultura El pensador representa una figura sentada, a menudo interpretada como un pensador o filósofo debido a su postura contemplativa.
K. Cultura de Baden
La cultura de Baden (entre el 3600 y el 2800 a. C.) fue una cultura arqueológica de la Edad del Bronce hallada en Europa central, ocupando una área notablemente coincidente con el Imperio austrohúngaro, menos las áreas del Adriático. Se ha dicho que era parte un gran complejo arqueológico que abarcaba culturas de la boca del Danubio, de la orilla oriental del mar Negro y del Helesponto y de (Troya).
Fue casi contemporánea con la cultura de la cerámica cordada y con la cultura de las ánforas globulares.
Se conocen cuatro de sus poblados fortificados, siendo el más famoso el de Vucedol. Es también una de las áreas donde hay constancia de vehículos con ruedas de Europa central. Las prácticas funerarias no son inconsistentes con las halladas en la estepa, con una clara influencia oriental.
La economía era mixta. La agricultura a gran escala estuvo presente, junto con la cría de cerdos, cabras, etc.
Según la hipótesis del kurgán expuesta por Marija Gimbutas, la cultura Baden parece indoeuropeizada. Para los que propugnan la vieja teoría que busca el urheimat (hogar, o patria original) de los indoeuropeos en Europa central en el área ocupada por la precedente cultura Funnelbeaker, esta es considerada similar a la indoeuropeizada.
La identidad étnica y lingüística del pueblo asociado con esta cultura es imposible de averiguar. Sin embargo, es tentador colocarla entre la itálica y la celta, al menos en el gran plató de mezclas europeas en las llanuras de Hungría.
L. Cultura de Boian
Cultura de Boian (4300-3500 a. C.), a veces denominada cultura de Giuleşti-Marica, y en Bulgaria como cultura de Mariza. Fue una cultura neolítica de Rumania y Bulgaria, en el sureste de Europa, en la región balcánica. Se propagó principalmente a través del bajo valle del Danubio.
Orígenes
La cultura de Boian comenzó en la llanura de Valaquia, en el sureste de Rumania. En su apogeo, la cultura se extendió hasta incluir asentamientos en la llanura de Baragan, el delta del Danubio, Dobrudja, y el noreste de Bulgaria. La extensión geográfica de la cultura llegó hasta la frontera de Transilvania en el centro-sur de Rumania, por el norte hasta el delta del Danubio, a lo largo de la frontera de Rumania con Ucrania y la costa de la mar Negro, y tan al sur como los montes Ródope y el mar Egeo en Grecia.
La cultura de Boian se formó como una fusión de dos grupos neolíticos anteriores, la cultura de Dudesti, que se originó en Anatolia (hoy en día Turquía), y la cultura de la cerámica de bandas.
Cultura Neolítica de Boian cerámica expuesta en el museo Piatra Neamt.
Foto: CristianChirita. CC BY-SA 3.0
La cultura Boian se divide tradicionalmente en cuatro fases, a cada una de las cuales se le asigna un nombre de uno de los sitios arqueológicos al que están asociadas.
- Fase I – Fase Bolintineanu, 4300-4200 antes de Cristo.
- Fase II – Fase Giuleşti (también conocido como la cultura de Giuleşti-Boian), 4200-4100 a. C.
- Fase III – Fase Vidra, 4100-4000 antes de Cristo.
- Fase IV – Fase Spantov (también conocido como la cultura de Boian-Gumelniţa), 4000-3500 a. C.
La cultura de Boian fue transformándose en la cultura de Gumelniţa, con apropiaciones de la cultura de Vădastra. Sin embargo, un segmento de la sociedad Boian se aventuró al noreste, a lo largo de la costa del mar Negro, encontrándose con la cultura de Hamangia, con la que finalmente se fusionó para dar origen a la cultura de Cucuteni.
Neolítico en Asia Oriental
(Aún no redactado).
Neolítico en América
El Neolítico en la América comprende el surgimiento de la agricultura, modo de producción intensificable que permite sustentar a poblaciones más numerosas, con mayor densidad de población y en las que es posible la especialización dio lugar a sociedades más complejas.
Los inicios de la Agricultura en América empezaron al parecer en tres lugares de manera independiente (tal vez cuatro): primeramente en Mesoamérica, los Andes septentrionales y la Amazonia occidental hace unos 5500 años y más tardíamente en lo que ahora es el este de Estados Unidos hace unos 4500 años. Algunos autores que consideran que el desarrollo en los Andes y en la Amazonia pudieron estar conectados por lo que comúnmente se consideran un único foco. No existe evidencia de contactos tempranos entre el norte de Sudamérica y Mesoamérica. También se estima que el desarrollo de la agricultura en el este de Estados Unidos fue independiente aunque dadas las fechas no se pueda descartar una influencia desde Mesoamérica a través de Aridoamérica. (Ver fuente: J. Diamond, 2006.).
El Neolítico en la península ibérica corresponde al período comprendido, aproximadamente, entre el 5000 a. C. y el 3000 a. C., momento en el que se generaliza la fundición del cobre y se da paso a un nuevo período, el Calcolítico. Puede decirse que los yacimientos neolíticos más antiguos de la península ibérica se han datado en torno al 5700 a. C.
Mayoritariamente se acepta que, al igual que en el resto de Europa, se trata de un desarrollo procedente del exterior, principalmente de Oriente Próximo, que irá penetrando hacia el interior a través del mar Mediterráneo, fusionándose con los rasgos autóctonos de cada región.
Neolítico en la península ibérica
Dolmen de Menga en Antequera. Fotógrafo: Manfred Werner (User:Tsui, Tsui at de.wikipedia.org). CC BY-SA 3.0.
Modelos explicativos del origen del Neolítico
Existen diversos modelos teóricos que tratan de identificar el origen del Neolítico en la península ibérica. Hasta los años 1980, la opción más difundida en la historiografía era la de la «colonización» de las costas levantinas por grupos humanos oriundos del Mediterráneo, que se habrían expandido progresivamente. Se trata del modelo conocido como «ola de avance».
Posteriormente, ciertos arqueólogos empezaron a defender el origen autóctono de la ganadería y la agricultura, basando estas opiniones en las fechas de C14 de algunos yacimientos andaluces (Cueva Chica de Santiago o La Dehesilla) y levantinos (Cova Fosca).
Por su parte, el llamado «modelo dual», argumenta sus explicaciones en la llegada de contingentes poblacionales desde otras áreas del Mediterráneo, que comenzarán a aculturar a la población indígena creando un modelo de neolitización «mixto» en el que intervienen elementos foráneos y autóctonos. Este modelo de interpretación supone que los primeros establecimientos neolíticos se establecerían en las costas peninsulares, ofreciendo el denominado modelo de colonización marítima. Otros autores se decantan por ofrecer versiones más complejas de la neolitización, basadas en las redes de intercambio como el principal vehículo que permitió la extensión de la agricultura por el occidente europeo, sin que necesariamente hubieran existido fenómenos de desplazamiento de la población: es el modelo del filtro insular o percolativo.
En suma, las posturas iniciales entre autoctonismo y difusionismo se han difuminado, dejando paso a modelos teóricos más complejos, que tratan de tener una contrastación arqueológica.
Características
Durante el Neolítico surgen la agricultura y la ganadería, y con esta nueva economía la población comienza a establecerse permanentemente en un lugar, se sedentariza. En la Península, la ganadería fue la actividad predominante en la mayor parte de las zonas, dadas las propicias condiciones del terreno. Las diferentes tareas agrícolas y ganaderas provocaron una mayor especialización y la división del trabajo, y con ello las diferencias sociales. Se desarrollaron útiles agrícolas, como las azadas, hoces y molinos de mano, y adquirieron un gran desarrollo de los instrumentos de madera, asta y hueso, pero sobre todo se extendió la cerámica, que fue primordial para la conservación de los alimentos y su cocción.
La agricultura del trigo y la cebada está comprobada indirectamente, por haberse encontrado útiles como molinos de mano o molederas; pero también directamente, a partir de semillas de trigo cultivadas. El inicio de la ganadería se deduce de la comprobación del consumo de vaca, oveja y cerdo.
El modelo de hábitat más extendido en el Neolítico peninsular es el de la ocupación de cuevas, con muchos ejemplos en la geografía peninsular como la Cova de l’Or, Los murciélagos de Albuñol, Can Sadurní, Caldeirão, Nerja o Dehesilla, por señalar algunas. No obstante, no faltan poblados al aire libre que se están documentando recientemente en toda la península ibérica, como La Draga, Mas d’Is o La Lámpara, entre otros, que demuestran la generalización del poblamiento en diversos tipos de ocupaciones.
Culturas neolíticas
Las divisiones del Neolítico obedecen siempre a fases de carácter regional, puesto que no está exento de peculiaridades según las regiones de la Península (entre otros, estilos cerámicos o costumbres funerarias distintas).
En la primera fase del Neolítico, desde el VI milenio a. C., se desarrolla en la Península la cultura de la cerámica cardial, caracterizada por su decoración impresa mediante conchas de berberecho (cardium edule). Se han encontrado yacimientos en Cataluña, Levante y Andalucía. En ellos hay muestras de prácticas agrícolas, aunque todavía predominaba la economía ganadera. Sin embargo en las sierras de Andalucía Occidental (Cueva Chica de Santiago, Sevilla, Cueva de la Dehesilla, Cádiz, etc) se da un estrato neolítico prematuro (cerámica de engobe rojo, domesticación de animales) cuyas dataciones no calibradas se remontan a inicios del VI milenio a.c., es decir un umbral de casi un milenio anterior a los primeros registros cardiales de la costa mediterránea, y que plantean el problema de cerámicas cardiales no datadas en entornos contemporáneos. (1).
Cuenco de cerámica cardial de la cueva de La Sarsa (Valencia, España). José-Manuel Benito Álvarez -> Locutus Borg . Dominio público.
También en esta fase se encuentran otros hallazgos de cerámicas decoradas, como la de ‘Boquique’ o las incisas. En algunos casos, las cerámicas están adornadas con representaciones humanas (l’Or), cuyas características se han puesto en relación en Levante con la pintura macroesquemática.
A partir del 5000 a. C. comienza una segunda fase neolítica. Esta etapa fue la de la expansión por el resto de la Península, con asentamientos en las dos mesetas, en el valle del Ebro y el País Vasco. Se desarrolla la cultura de los sepulcros de fosa en Cataluña hasta el sur de Francia, y se caracteriza por las tumbas individuales con ajuar, cubiertas por enormes losas. También poseían una técnica cerámica muy avanzada. En esta cultura predominaba la agricultura, y los restos funerarios demuestran que se trataba de una sociedad dividida en grupos sociales, posiblemente a través del trabajo.
Más al sur, en torno al 3700 a. C., aparecen la cultura megalítica y una tendencia paulatina hacia los enterramientos colectivos, con presencia desde lo que sería hoy la zona de Almería, haciendo un semicírculo que recorre la fachada atlántica hasta el norte de la península en el sentido de las agujas del reloj. Aparece la agricultura y se reduce la actividad errante de las tribus.
También la pintura levantina es característica del Neolítico peninsular. Está localizada en abrigos rocosos de las sierras interiores, normalmente al descubierto, y representa escenas de grupos, con mucho dinamismo y con figuras humanas estilizadas, reflejo de un mayor grado de esquematización y abstracción que la pintura cantábrica del Magdaleniense.
Combate de arqueros pintado de rojo oscuro en un abrigo de Morella la Vella, provincia de Castellón, en el este de España. Eduardo Hernández Pacheco – Hernández Pacheco, Eduardo (1924): «Estudios de arte prehistórico, Prospección de las pinturas rupestres de Morella la Vella». C. de I. P. y P., Madrid. Dominio público.
Norteamérica
En el este de Norteamérica a partir del 2500 a. C. aproximadamente se registra el cultivo de girasol y Chenopodium. Estos cultivos locales aunque con un valor nutritivo alto en proteínas presentaban otros inconvenientes secundarios y no alcanzaban productividades como la de los cultivos de otras regiones. Por eso, cuando se difundieron hacia la zona hacia el 1 d. C. los cultivos de Mesoamérica empezaron a desplazar a los cultivos originales. Hacia el 900 d. C. el maíz procedente de Mesoamérica se había convertido en el cultivo principal desplazando a las especies locales aclimatadas originalmente en la región. Eso permitió un aumento de la población considerable. Hacia 1492, muchos de los cultivos originalmente domesticados en la región habían dejado de ser cultivados.
Mesoamérica
Aunque se considera que la agricultura empezó en Mesoamérica hacia el 3500 a. C., la fecha no es universalmente aceptada y algunos autores citan ejemplos de aclimatación de plantas en la cueva de Coxcatlán (México) que podrían ser substancialmente las más antiguas. Por lo que la fecha de inicio real de la agricultura todavía sigue siendo discutida.
El principal cultivo cerealístico fue el maíz que se plantaba conjuntamente junto la calabaza y el frijol. Debido a la ausencia de animales de carga como bueyes que permitieran en arado, los campos siempre se trabajaron mediante palos de excavación y tracción humana. Eso condicionó el tipo de sembrado, que a diferencia de Eurasia nunca involucró esparcir semillas al azar sino que cada semilla era cuidadosamente colocada una a una. Así cada planta de maíz se sembraba junto a una de frijol que incidentalmente ayudaba a fijar nitrógeno a la tierra y hacerla más fértil.
Sudamérica
Aunque frecuentemente el norte de Sudamérica fue una de las regiones que más rápidamente evolucionó hacia sociedades típicamente neolíticas y sociedades estatales centralizadas algunos avances aparecieron en tiempos muy dispares dentro de una región no muy grande. Así por ejemplo la cerámica apareció en Ecuador (3100 a. C.) mientras que en Perú apareció mil trescientos años después (1800 a. C.).
Neolítico en África
El Neolítico, que se define en razón del conocimiento y uso de la agricultura y/o de la ganadería, se detecta en África hacia el final del último periodo glaciar, cuando algunas sociedades de cazadores-recolectores comenzaron a transformarse progresivamente en productoras. Suele ir acompañado por la alfarería, pero no siempre es así.
El neolítico surgió hacia 10000a.c.,con el inicio de la agricultura y la ganadería , y finalizó hacia el 4500a.c., cuando empezaron a trabajar los metales .
El Neolítico africano ha sido estudiado tradicionalmente como un fenómeno dependiente de la neolitización del Próximo Oriente, debido a la precocidad de este último y a la proximidad geográfica de ciertas zonas africanas, como el Bajo Egipto. En los últimos años la investigación prehistórica en África parece haberse ido librando de esta orientación difusionista al quedar en evidencia la originalidad del foco neolítico sahariano, surgido de sustratos culturales autóctonos y que siguió sus propios y complejos mecanismos de transformación. Aunque posiblemente recibió especies animales domésticas asiáticas, el Neolítico africano tiene una notable personalidad propia que se reflejó posteriormente en el desarrollo del Egipto faraónico, cuya idiosincrasia diferencia claramente esta civilización de sus vecinas contemporáneas. (Ver fuente: Fullola, Josep Mª; Nadal, Jordi (2005). «Introducción a la prehistoria. La evolución de la cultura humana». Barcelona (primera edición) (Ed. UOC). pp. 125-126.) No obstante, la ausencia de buenas secuencias arqueológicas limita, por el momento, el desarrollo de una adecuada investigación.
Figurillas de arcilla representando a cuatro bóvidos. El-Amra, Egipto (3500 a. C.). JMiall – Trabajo propio. CC BY-SA 3.0.
Las cronologías tienden a variar en tanto se analice una u otra área del continente africano, aunque de forma general el proceso de neolitización parece iniciarse en torno al 7000 a. C., si bien algunos autores rebajan la fecha hasta el 5000 a. C. en la región noroccidental de África. De todos modos, para el Neolítico africano se dispone de muy pocas fechas calibradas, por lo que cualquier cronología es discutible.
Con respecto a una periodización interna, buena muestra de la importancia que en la neolitización de África tuvo el pastoreo es el hecho de que generalmente suela dividirse en Neolítico Prepastoral y Neolítico Pastoral.
En áreas como Egipto el desarrollo de especies cultivadas y la domesticación de animales fue secundaria en los primeros momentos, siendo buena parte del proceso de neolitización debido a influencias saharianas y asiáticas. También se suele creer que el acceso a la agricultura en Etiopía fue el resultado de influencias externas, aunque se consiguieron cultivar plantas locales exclusivas de la región.
Proceso de Neolitización
En este proceso influyeron muchos factores, aunque, básicamente, los prehistoriadores han considerado dos:
- La tradicional línea difusionista, que establecía como motor de los cambios la llegada de gentes foráneas a tierras africanas o unos posibles contactos con el Próximo Oriente asiático (principalmente de la zona del valle del Nilo y el Sudán), aprovechando los notables circuitos de trashumancia desarrollados en todo el Levante mediterráneo.
- La más novedosa línea autoctonista, según la cual los grupos mesolíticos africanos del interior del Sáhara y el Magreb evolucionaron internamente hacia procesos neolíticos. En los últimos decenios los investigadores se han encontrado en estas zonas de África con datos que muestran una evolución única y diferenciada en la adopción de formas de vida neolíticas: mientras en el Próximo Oriente, se detecta primero la sedentarización de los cazadores-recolectores natufienses como paso previo a la adopción de la agricultura (dando lugar a lo que se ha definido como Neolítico precerámico), aquí existieron culturas mesolíticas con cerámica que posteriormente adoptaron la ganadería como patrón de vida, pero sin llegar a sedentarizarse del todo nunca; así, en el continente africano la ganadería sería anterior a la agricultura, la cual, si exceptuamos el valle del Nilo y el Magreb, siempre tuvo un papel secundario.( Ver fuente: Fullola, Josep Mª; Nadal, Jordi. Introducción a la prehistoria. La evolución de la cultura humana. p. 142.).
Cerámica egipcia. anónimo – Guillaume Blanchard, Juillet 2004, Fujifilm S6900. CC BY-SA 3.0. Ver archivo original.
También se considera importante por su influencia global en el proceso el clima africano, que a todas luces condicionó la aparición de la agricultura; de este modo, en el norte del continente, cerca de la costa, existía un clima mediterráneo apto para el cultivo de cereales ya explotados en el Próximo Oriente (como el trigo y la cebada). Por el contrario, en la zona sahariana y centroafricana el clima era (y es) de tipo monzónico, a lo que habría que sumar el cambio climático registrado a principios del Holoceno, con un importante descenso de la aridez (ca. 9000-5000 a. C.).
Características generales
Dentro de la enorme diversidad de áreas culturales que presenta el continente africano en tiempos neolíticos, es posible esbozar unas características generales que sirvan de marco de referencia general. Esta variedad fue debida a la adaptación de los grupos a condiciones climáticas y ambientales muy diversas, así como a la diversidad del sustrato mesolítico autóctono que se encontraba en el origen de todo el proceso.
Molino neolítico de piedra pulida. Foto: José-Manuel Benito Álvarez. CC BY-SA 2.5. Ver mayor tamaño.
En líneas generales:
- El Neolítico africano descansa mucho más en la ganadería que en la agricultura, al menos en los primeros tiempos. Esta base económica pastoril implica una alta movilidad de los grupos, favoreciendo los contactos y su expansión. Como contrapunto hay una ausencia de secuencias de habitación u ocupación largas y estables. Los primeros indicios de aprovechamiento de cereales están en el Sáhara y el valle del Nilo, en torno al 7000-6000 a. C. Sin embargo, no hay pruebas suficientes como para determinar exactamente el papel en la dieta global de estos primeros grupos neolíticos.
- La caza y la pesca debieron de seguir practicándose, ya que eran importantes fuentes de proteínas. A juzgar por las pruebas arqueológicas, la pesca parece haber tenido especial importancia entre los últimos grupos mesolíticos y los primeros neolíticos.
- En lo que se refiere a la cerámica, esta se fabricaba desde el mesolítico en el Sáhara y la meseta de Kenia, y presenta formas globulares sencillas, de boca ancha, técnica bruñida y/o decoración incisa. En la costa mediterránea había cerámica impresa cardial similar a la del Próximo Oriente.
- La industria lítica, por su parte, es especialmente notable en abundancia y calidad. Hay una rica industria sobre sílex, con puntas de retoque plano bifacial junto a útiles de piedra pulimentada. Se difunden por los circuitos de pastoreo, y en el norte hay que añadir la numerosa industria microlítica ya existente desde el mesolítico.
Geocultura. Sáhara
Hacia el 8000 a. C. lo que actualmente es el desierto del Sáhara era una inmensa sabana dominada por las gramíneas, con abundantes zonas pantanosas y lagos, así como una variada fauna. Los grupos mesolíticos africanos la recorrían cazando y recolectando masivamente los vegetales comestibles, como lo prueban las muelas para grano de hasta 300 kilos de peso encontradas. Hacia el 6000 a. C. se produjo un acusado descenso de las lluvias y el consecuente deterioro medioambiental que expulsó a los incipientes grupos ganaderos hacia la periferia del Sáhara: hacia el Magreb, Sahel y área de Jartum (Sudán actual). Es en la región de Jartum (Khartum) donde se desarrolló, a partir del 5200 a. C., la cultura jartumiana o khartumiana, considerada actualmente como plenamente neolítica: junto a las evidencias de ganadería hay un incipiente cultivo selectivo del trigo, así como recipientes hechos en cerámica y piedra con decoraciones incisas. Sus signos culturales son los mismos que después aparecieron río abajo: la circuncisión, deformaciones craneales rituales, momificación por desecación en la arena, el carnero y la vaca sagradas, además del disco solar.
(Ver: Iniesta, Ferran (1998). «Kuma. Historia del África negra». Barcelona (primera edición) (Edicions Bellaterra 2000). pp. 51-55. ISBN 84-7290-101-7.).
Grabados neolíticos del norte de África. Michel-georges bernard – Trabajo propio. CC BY-SA 3.0. Ver imagen a mayor tamaño.
En los macizos del Sáhara central-sur, todavía habitables entonces, se desarrolló la cultura denominada Tenereense, por estar sus manifestaciones relacionadas con la zona del Teneré, al norte de Níger. Se le atribuyen cronologías entre ca. 3850 y 2450 a. C., y presenta numerosos útiles en sílex y en jaspe, destacando sobremanera las puntas de flecha con retoque bifacial. También se encuentran piedra pulimentada, cerámica y un riquísmo arte rupestre.
Punta de flecha del neolítico, frontera de Níger y Mali. Foto: Diego Delso. Ver imagen original. CC BY-SA 4.0.
Egipto
El Valle del Nilo y sus oasis occidentales vieron nacer a las que fueron identificadas como primeras culturas plenamente neolíticas en África, en los yacimientos de El Fayum, Siwa, Jarga y Merimda. Según unos autores, las fechas más antiguas están en torno al 6400 a. C., aunque otros datan los orígenes de Merimda hacia el 5500 a. C. y del Fayum A sobre el 5200. En algunos de estos yacimientos son evidentes las influencias de los grupos vecinos del Próximo Oriente asiático (Merimda) o del Sáhara (oasis de Siwa y Jarga).( Ver fuente bibliográfica Padró Parcerisa, Josep (2003). «Historia del Egipto faraónico». Madrid (quinta edición) (Alianza Editorial). pp. 27-29).
Basándose en las pruebas arqueológicas, se puede afirmar la existencia de una economía fundamentada en la domesticación de bóvidos de gran tamaño, combinada con la agricultura del trigo y la cebada, así como la caza y recolección como complemento. Estos grupos se desarrollaron en paralelo a la cultura Jartum-Shaheinab (ver supra), cuyas influencias saharianas se combinaron con tradiciones mesolíticas locales.
Durante el V milenio a. C. ha sido identificado el Tasiense, primer esbozo de lo que sería posteriormente el periodo predinástico de Egipto y cuyo yacimiento epónimo es Deir Tasa, en el Alto Egipto. Su evolución cultural daría forma al Badariense, cuya diferencia principal radica en que conocían el cobre, aunque no lo fundían sino que lo manipulaban gracias al martilleado. De esta misma época datan las ricas necrópolis que se extienden a lo largo de unos 30 km de la orilla oriental del Nilo, al sur de El-Badari, en el ámbito geográfico donde surgieron posteriormente los grupos de Nagada. ( Padró Parcerisa, Josep. Historia del Egipto faraónico. pp. 35-36.).
Maghreb
Los grupos mesolíticos capsienses, identificados en la región central de Túnez (en el área de Gafsa, antigua Capsa) y en la argelina de Tébessa, evolucionaron hacia modos de producción neolíticos muy relacionados con los saharianos y jartumianos (ver supra), hasta el punto que algunos autores los engloban a todos ellos en el denominado Creciente fértil africano, que incluiría también la franja palestina, con el natufiense.
Su cronología se sitúa entre el VI y el III milenios a. C. Su denominación como capsiense ha sido objeto de discusión, aunque hoy en día sigue utilizándose, ya que se observa una clara continuidad en la industria microlítica. No hay pruebas de agricultura, pero sí de un activo pastoreo. Se han encontrado grabados rupestres relacionados con estos grupos, así como plaquitas grabadas y huevos de avestruz decorados.
África Oriental
Aunque la información que se dispone para esta área es muy escasa, no parece que la agricultura y la ganadería se extendieran por ella antes del 4000 a. C.. De hecho, parece asimismo que la introducción de la agricultura fue incluso posterior, por lo que en la zona oriental del continente africano nos encontramos con ganaderos influidos, de acuerdo con las cronologías manejadas, por las más neolitizadas comunidades vecinas. En esta región dos de los cultivos principales fueron de plantas autóctonas: el café y el teff.
África Occidental
En el Occidente, las primeras pruebas de formas de vida neolíticas son aún posteriores, ya que, aunque se han hallado piezas de piedra pulimentada y cerámica datadas entre el 5000 y el 4000 a. C., los primeros datos constatados de pastoreo son del 2500 a. C., y los de agricultura en torno al 1200 a. C.. La primera cultura plenamente neolítica se desarrolló en la zona de Ghana y Costa de Marfil en torno a 1650 a. C., con pequeños poblados, cerámica y útiles de piedra pulimentada.
Dos de los cultivos más importantes de esta región intertropical fueron el arroz de guinea y el ñame.
(ver fuente: Fullola, Josep Mª; Nadal, Jordi (2005). «Introducción a la prehistoria. La evolución de la cultura humana». Barcelona (primera edición) (Ed. UOC). pp. 125-126.).
Bibliografía Neolítico Africano
- Menendez Fernández, M (2002). El Neolítico en África (Prehistoria, Tomo II: Del Neolítico a la Protohistoria).
- Muñoz Amilibia, Ana Mª (2002). Economía y Sociedad en el Neolítico. UNED.
- Fernández Martínez, V. (1996). Arqueología prehistórica en África. Síntesis.
- Bernabeu, J (1993). Al Oeste del Edén. Síntesis.
- Klein, R.J. (1995). Cazadores-recolectores y agricultores en África (Atlas Culturales de la Humanidad). Debate.
Continuamos Neolítico en general:
La etapa de transición entre el Paleolítico y el Neolítico se conoce como Mesolítico, mientras que las fases del Paleolítico tardío contemporáneas con el Neolítico y el Mesolítico en otras regiones del planeta se conocen como Epipaleolítico. Se denomina Subneolítico a un pueblo o comunidad de economía cazadora-recolectora que recibe algún influjo de tipo neolítico, típicamente la cerámica, de sus vecinos agricultores.
La palabra «neolítico» o «neolítica» significa ‘de la piedra moderna’, siendo sinónima, en lenguaje prehistórico, de ‘piedra pulimentada’, por constituir uno de sus rasgos más característicos; otros también la llaman ‘de los animales domésticos’, por ser la época en que el hombre hizo definitivamente la conquista del perro, el caballo, el buey, el cerdo, etc.
—J. Vilanova i Piera.
Ver fuente: Martínez, Francesc A. y Laguna, Antonio (2007). «De nómadas a ciudadanos». La Gran Historia de la Comunitat Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, S.A
Aunque Neolítico se traduce literalmente como ‘de Nueva Piedra’, quizás sería más apropiado llamarlo ‘Edad de la Piedra Pulimentada’; sin olvidar que la principal característica que define actualmente el período no es otra que una nueva forma de vida basada en la producción de alimentos a partir de especies vegetales y animales domesticadas. Abarca distintos períodos temporales según los lugares. Se sitúa entre el 7000 a. C. y el 4000 a. C. aproximadamente. Este período se inició en el Kurdistán antes del 7000 a. C. (quizás hacia el 8000 a. C.) y se difundió lentamente, sin que en Europa pueda hablarse de Neolítico hasta fechas posteriores al 5000 a. C.
Influencia del cambio climático
A partir del 8000 a. C., el cambio climático (época posglaciar) empujó a los rebaños de renos hacia el norte, provocando una disminución de la caza. Declinó la cultura, volviendo el hombre a las cuevas (aunque en algunos casos aislados se conservaron las chozas). El culto a los difuntos y los rituales funerarios se hicieron más complejos. Esta época es llamada «período de marasmo» y se sitúa en el final del Mesolítico y el principio del Neolítico. Este cambio de clima hacia el 8000 a. C (en que se pasó a un clima templado) hizo que el hombre modificara sus costumbres (lo que se vería facilitado por los cambios climáticos —templado, frío, templado, frío— del período entre el 12000 a 8000 a. C.).
Las diferencias culturales de una zona a otra son perceptibles pero resulta imposible dar otro calificativo a los hombres que pueblan extensas zonas que el de Homo sapiens u Hombre de Cro-Magnon, sin que puedan establecerse diferencias étnicas regionales que necesariamente hubieron de darse por el desarrollo separado de los distintos grupos, el ambiente geográfico distinto, la diversa climatología, los hábitos alimentarios diferentes y las múltiples costumbres locales.
Del establecimiento de la ganadería y de una economía de base ganadera surge la trashumancia, que pone en contacto a los pueblos y, consecuentemente, facilita la comunicación entre gentes de culturas, tierras y tribus diversas. La emigración de tribus y la difusión de técnicas, que cada grupo aprende del grupo vecino, va extendiendo las culturas neolíticas desde su foco originario hacia el resto del mundo. De estos contactos y del desarrollo simultáneo de la agricultura surgen, entre otras cosas, los primeros molinos manuales para moler los granos que se cultivan.
Fases del Neolítico
El Neolítico se divide en tres fases:
- Neolítico inicial (I fase)
- Neolítico medio (II fase)
- Neolítico final (III fase).
Características de este período son la completa domesticación de algunos animales (el asno, el caballo, el reno, y otros), así como la sustitución de los útiles de piedra tallada por los de piedra pulimentada.
Neolítico medio o pleno
Es en este período cuando la cerámica alcanza su mayor difusión, con la importancia que tuvo para la vida del hombre. La cerámica de entonces corresponde al tipo llamado de cerámica con acanaladura que da idea de un mayor desarrollo de la cerámica en general.
Llama la atención en este período la desaparición de los cultivos agrícolas, que adquirieron bastante desarrollo en la etapa anterior, y que en esta casi se extinguen o cuando menos retroceden de forma notoria. No se conoce la causa que motivó este fenómeno general.
Parece ser que este período provocó desplazamientos masivos de poblaciones que se asentaron en determinadas zonas geográficas. En Cataluña se percibe claramente el asentamiento de una población procedente seguramente de Suiza y del norte de Italia, que empujó a los primeros emigrantes orientales del período anterior más al sur. Los emigrantes instalados en Cataluña, que constituyen la Cultura de las sepulturas de fosa, aportaron una cultura de base agrícola y ganadera, que establecía sus poblados en cabañas en los llanos, enterrándose en fosas como sepultura, distintas de la sepultura en cuevas, lo que demuestra que no las utilizaban. Sin duda pasada la primera época de invasión, y asentada sólidamente la población, estos emigrantes pudieron adoptar nuevas costumbres funerarias, religiosas, económicas y sociales, influidos no solo por la cultura de donde procedían, sino también por los restos de la cultura mesolítica anterior a la primera emigración oriental, y por esta primera cultura oriental.
La trashumancia puso en contacto a los pobladores de diversas regiones. Así la cultura arcaizante, Asturiense, de la cornisa Cantábrica y Aquitania, la Cultura de las Cuevas en el Valle del Ebro (neolítica), y la Cultura de los Sepulcros de fosa en Cataluña.
En esta época ya aparecieron algunos elementos de cobre en Francia, hacia el final del período.
Vida en el Neolítico
El cambio climático provoca una lenta conversión de la economía de subsistencia, basada en la caza, hacia una economía más estable de base pastoril y apoyada en los cultivos (agricultura). Se aprecia que el hombre deja las montañas para desplazarse hacia los llanos en persecución de sus presas de caza. El hombre vuelve a las cuevas aunque en algunos puntos pudo conservar la utilización de chozas en las cercanías de ríos. El desarrollo del pastoreo da lugar a la trashumancia y a los contactos relativamente frecuentes con gente de otras tierras, existiendo una mayor intercomunicación entre las diversas tribus.
Para las hachas y otros instrumentos se utiliza la piedra pulida y los útiles y algunas herramientas se fabrican frecuentemente con hueso. Aparecen también útiles de obsidiana.
Plato del neolítico en Europa: piedra de molino, pan y restos carbonizados de alimentos, olla de barro, recipientes para beber de astas de ciervo y de madera.
Own photograph by Sandstein. Ver imagen original.. CC BY 3.0.
Surgimiento de la agricultura y los poblados
Puede seguirse el Neolítico con relativa exactitud en la zona de Canaán, región en donde surgen culturas agrícolas, sedentarias (las primeras culturas agrícolas surgieron sin duda en el Sureste de Anatolia (Çatalhöyük) hacia el 8000 a. C.) probablemente antes del 7000 a. C.
Se sabe de la siembra, recolección y almacenaje de cereales. Entre los inventos útiles para las labores agrícolas, se encuentran la hoz de madera, el hacha de piedra pulimentada, el molino de mano para moler el grano o el cereal y los objetos de esparto, como las cestas de mimbre, los sacos o las sandalias de esparto. El arado tirado por bueyes o asnos permitió remover mejor la tierra y labrar una mayor extensión de terreno en menos tiempo. (ver link).
Cerámica. Cerámica neolítica.
Un invento de vital importancia para la vida de las personas, y que tuvo un desarrollo muy rápido, es la cerámica. Permitió la construcción de recipientes para líquidos y facilitó enormemente la vida del hombre, que ya no necesitaba estar permanentemente en las cercanías del agua, o realizar a menudo largos recorridos para abastecerse, pues almacenaba el agua, y también granos, semillas, productos molidos, etcétera, en los recipientes de cerámica. Solo necesitaba desplazarse periódicamente para renovar el abastecimiento de la cantidad consumida desde el suministro anterior.
Antes se usaban calabazas vacías (que podían contener agua pero no podían ponerse al fuego) y cestos de mimbre (que no podían contener agua). Posteriormente estos recipientes de mimbre se impermeabilizaron con la arcilla seca al sol o cocida al fuego. Más tarde aprendieron a dar la forma a la arcilla con un esqueleto de mimbre muy simple y luego sin esqueleto. La forma era a menudo de calabaza y las dimensiones parecidas al cesto de mimbre.
Los cazadores usaban en raras ocasiones las piezas de arcilla (por ejemplo, no servían como carcaj por su fragilidad), prefiriendo las de mimbre o de tejidos. En cambio, a los ganaderos y agricultores les proporcionaba seguridad en el almacenamiento de agua y otros productos, lo cual, junto con los medios de conservación de la carne, les hacía menos dependientes de la caza diaria.
En esta época se difunde el uso de las piezas de cerámica, cuya utilización en la península ibérica es segura, existiendo restos del Neolítico medio.
Cerámica neolítica. Autor: Calame . CC BY-SA 3.0. Foto mayor tamaño.
Aparecida la cerámica, el hombre intenta decorarla. Hay indicios de que las primeras decoraciones se hacían con cuerdas, utilizadas a menudo de refuerzo, pero después se introdujeron otras variantes: la acanaladura, el cordón (línea en relieve a modo de cuerda, ligeramente debajo del borde) y las asas de diversos tipos.
La cerámica de la época inicial (hacia el 4000 a. C.) es de la llamada «cardial», con incisiones de diversos tipos en la arcilla blanda pero ya moldeada, hechas con los dedos o con punzones o espátulas de hueso o piedra pulida, pero principalmente con la concha del molusco Cardium edule (berberecho) de donde recibe el nombre. Las incisiones, a menudo combinadas, buscaban efectos simétricos.
Trenzados de fibras y telar
Empiezan a usarse los primeros trenzados de fibras, en especial en mimbre.
Seguramente los primeros se hicieron toscamente con ramas. La técnica fue evolucionando hasta llegarse a cestos muy bien logrados en el Neolítico, producto de la necesidad de recolección de frutos, que existía hacía cientos o miles de años. Los cestos se hacían de mimbre. Quien ha visto los nidos de los pájaros tejedores, puede imaginar fácilmente la fuente de inspiración para los primeros cestos. Seguramente incluso se colectaban huevos de los nidos de los pájaros tejedores
Utensilios relacionados con la ganadería, típicos del Neolítico y sus posibles empleos a través de antiguas representaciones mesopotámicas. José-Manuel Benito – Trabajo propio. Dominio público. Imagen mayor tamaño.
El huso y el telar (pueden verse en la imagen adjunta) son algunos de los más revolucionarios inventos del neolítico. (ver: Eiroa, Jorge Juan (1994). Historia de la Ciencia y de la Técnica: La prehistoria, Paleolítico y Neolítico 1. Madrid: Ediciones AKAL. p. 51.).
Los humanos se dieron cuenta, por causas desconocidas, quizás por casualidad, de que algunos productos, como la lana y el lino (y luego otros, como el cáñamo) podían estirarse mediante un tosco huso o una barra de madera redonda. A modo de imitación de los tejidos de los cestos, podían tejerse estos hilos y fabricar telas (las de lana para el invierno y las de lino para el verano). Seguramente al principio se pensó utilizar el invento para hacer cestas más ligeras, antes de destinarlos a telas de vestidos. Otra prenda muy difundida es el saco, tejido con otro material, el esparto.
Domesticación de los animales
Se sabe que en esta época se domesticaron algunos animales, y entre ellos, el primero, el perro.
Para conservar la carne se usa el sistema del acecinado, secado al sol o salado, colocándola colgada en el centro de una figura de tres estacas con el suelo en el mismo vértice.
La habilidad manual de los pobladores de la época se utilizaba en la preparación de trampas de cuerdas de cierta complejidad. El animal capturado por las cuerdas anudadas tendidas por el hombre, era rematado después por este. El desarrollo de las trampas coincide con el culto a la araña, extendido por todas las culturas neolíticas de Europa Occidental y otras, culto probablemente vinculado a la habilidad de este pequeño animal para colocar sus trampas, las telas de araña.
El humano estaba habituado a seguir las huellas de los animales y es notoria la especialización que habían alcanzado, hasta el punto de que en las pinturas rupestres, en los pies están representadas perfectamente las pezuñas tal y como se marcaban en el suelo. Al parecer, por las representaciones pictóricas, los hombres corrían a una altísima velocidad, persiguiendo a sus presas.
De esta época son también las primeras cucharas, que no se usaban para comer sino para mezclar los alimentos en cocción.
En esta época, a raíz de capturas de jabalíes vivos (jabatos), principalmente hembras, estos animales fueron domesticados y dieron origen al cerdo (en general el jabalí era una pieza de caza). A menudo se representan en las pinturas rebaños de jabalíes que no son objeto de caza y que podría tratarse de rebaños en proceso de domesticación.
Danzas rituales
Las danzas rituales, asociadas a ritos de fertilidad, las prácticas religiosas (que ahora desconocemos) de la época, siguen practicándose. Probablemente, cada grupo disponía de un hechicero, que se adornaba con una cabeza de toro salvaje hueca y una piel de toro que incluía la cola. Estos hechiceros son los que aprendían y difundían las nuevas técnicas, trasmitían sus conocimientos a su sucesor o sucesores y hasta es posible que fueran los autores de las pinturas rupestres pues en general estas se suponen asociadas a ritos religiosos o mágicos.
Los hechiceros tenían vagos conocimientos astronómicos (observaban el cielo y en una pintura está representada la Osa Mayor); observaban las costumbres de los animales, salvajes o no, para hacer más fácil su captura o imitarlos (por ejemplo la araña, pero también otros) y ensayaba sobre vegetales, comestibles o no.
Ejecuciones y asambleas de guerreros
Existen representaciones de ejecuciones: una falange de guerreros, entre los que parece distinguirse uno de los demás por su posición y por el uso de una pieza en la cintura, y que probablemente debía ser el jefe del grupo, dispara flechas contra un condenado. En este período se celebraban asambleas o reuniones de guerreros, representadas no solo para las ejecuciones, creyéndose que tenían importancia política o religiosa. Se representan escenas con unos veinte guerreros lo que demostraría la existencia de grupos de unos cien individuos o más, ya que hay que incluir a las mujeres, niños, ancianos, adolescentes, hechiceros y sus ayudantes, centinelas, y otros (se supone que la población de Çatalhöyük era de unos 3000 habitantes). Se cree que la asamblea de guerreros ejercía un poder decisivo, pues en algunas representaciones se deduce que la asamblea, si no tenía carácter militar, tenía una finalidad religiosa, venerándose a las pinturas de los grandes animales o a estos mismos (de la veneración de las pinturas neolíticas existe constancia en épocas posteriores, incluso en tiempos de los romanos, presumiéndose que la tradición de su veneración continuó sin interrupción desde el Neolítico al periodo romano).
Primeros poblados
Se construyeron poblados de casas de adobe, aproximadamente rectangulares en medianería, sin calles y con entrada por la cubierta, que era plana. También cabañas circulares, semi-subterráneas, de una sola cámara, con los muros y el suelo cubiertos de barro (Jyroquitya, en Chipre).
La innovación se difundió con extrema rapidez y antes del 7000 a. C. ya se constata al menos una aldea, Jericó, con una superficie de unas cuatro hectáreas, con una muralla de piedra y un foso excavado de unos 8 metros de ancho por 3 metros de fondo, y con, al menos, una gran torre circular de 9 m de altura, que se pensó servía como torre de vigilancia, con escalera para acceder al techo y a la parte alta de la muralla, pero que realmente resultó ser un muro contra inundaciones y un almacén de grano.
Restauración del interior de una vivienda del asentamiento neolítico de Çatalhöyük, en la actual Turquía. (Elelicht – Trabajo propio). CC BY-SA 3.0. Ver imagen mayor tamaño.
Esta primera cultura neolítica (Neolítico pre-cerámico) duró desde aproximadamente el 7500 a. C. al 6500 a. C. y fue sustituida por otra «invasión» desde el norte, de Anatolia, que duró también unos mil años (6500 al 5500 a. C.); siguió después otra cultura neolítica procedente también del norte, que subsistió otros mil años (5500-4500 a. C.). Estas culturas se fueron difundiendo por toda Eurasia, acelerándose la difusión después del 5000 a. C., fecha en que puede fijarse el inicio del periodo neolítico en el continente europeo, alcanzando poco después la península ibérica.
Los densos agrupamientos de aldeas y pequeñas ciudades, confinados en principio a los márgenes de las corrientes de agua naturales, tuvieron que recurrir cada vez más al regadío artificial para regar sus campos de trigo y cebada. Hacia el 6350 a. C. se levantaron templos monumentales de ladrillo de adobe en el centro de importantes ciudades como Eridu y Al Ubaid. Las primeras ciudades surgieron en la zona de Oriente Próximo en torno a los 7000 años de antigüedad y asociadas a las primeras culturas neolíticas. La cercanía de los ríos Éufrates y Tigris permitió el cultivo de cereales y otras plantas que podían ser regadas por medio de las obras de canalización que realizaron los habitantes de estas primeras ciudades. Surgieron también los primeros edificios públicos que caracterizan a la ciudad, los palacios y los templos. Unos y otros funcionarán como grandes oficinas administrativas en las que se llevaba el control de la producción de alimentos y del comercio. La necesidad de administrar esta información llevó a la aparición de sencillas formas de anotación, contabilidad y escritura.
Miel y bebidas
El uso de la miel continúa. Su importancia deriva del hecho de que era el único alimento dulce conocido, igual que la sal era el único salado. Además, de los panales se obtenía la cera, que seguramente se usaba en rituales mágicos, religiosos o funerarios.
De la miel se obtuvo en una época indeterminada el hidromiel, solución acuosa de miel que a consecuencia de la fermentación alcohólica ha perdido toda o parte de la materia azucarada y se ha convertido en alcohol etílico, siendo parecido en su sabor a algunos tipos de vino. El hidromiel tenía un color brillante y dorado, que lo asemejaba igualmente a ciertos vinos. Para fabricar hidromiel se usaba el agua utilizada para lavar utensilios que habían contenido miel, a la cual se añadía miel (25 % de miel y 75 % de agua) con el polen extraído de los panales para su fermentación (0,05 %), creándose una bebida de unos quince grados.
Otra bebida es la cerveza, que es anterior a los cultivos. Se cree que los pobladores neolíticos calentaban al máximo una piedra hueca que contenía agua y plantas silvestres, fermentándolo con las mismas hierbas masticadas y escupidas en el líquido. Este procedimiento se usaba aún en la industria lechera vasca a principios del siglo XX para fabricar cuajada o mamilla (si bien la leche se introducía en recipientes de madera en los que se introducían las piedras calientes). Fue en Egipto donde se aprendió a elaborar la cerveza con cebada, sistema que probablemente no alcanzó Europa hasta el período de los indoeuropeos o celtas.
No se conocía el vino ni tampoco el aceite, usándose grasas animales. Sin embargo, a raíz de la domesticación del ganado se conocía la leche, aunque solo se usaba la de cabra, no difundiéndose el uso de la leche de vaca hasta la época romana.
Harinas. El pan.
El trigo, que era una planta silvestre difundida en Asia menor, fue cultivado en Oriente Medio y su cultivo se difundió en el Neolítico llegando a Europa hacia el 5000 a. C. Se comían los granos de trigo y otros cereales. Más tarde se trituraron, comiéndolos triturados o convertidos en pasta. A veces también se comían los granos hervidos.
Escenas de elaboración de pan en la Tumba de Ramsés III. Valle de los Reyes. Egipto.
The court bakery of Ramesses III. (Ver imagen original)
«Various forms of bread, including loaves shaped like animals, are shown. From the tomb of Ramesses III in the Valley of the Kings, Twentieth Dynasty of Egypt.»
Scanned from The Oxford encyclopedia of ancient Egypt ISBN 0-19-510234-7. )
Arte neolítico
El estilo del Neolítico manifiesta una intención artística geométrica y estilizada: grafos esquemáticos que indican, más que reproducen, el objeto, símbolos en vez de imágenes realistas fieles a la naturaleza.
Además en este período se desarrolló un estilo de pintura rupestre en la zona levantina de la península ibérica basado en la pintura de escenas de caza en rocas al aire libre, con representaciones esquemáticas de figuras humanas.
Otro tipo de vestigios de culturas neolíticas lo constituyen los antropolitos, zoolitos y ornitolitos hallados en Sudamérica.( Ver: Uruguay prehistórico).
Características
El estilo del neolítico, abierto a las sensaciones y a la experiencia, se transforma en una intención artística geométricamente estilizada, cerrada a la riqueza de la realidad empírica. En lugar de las minuciosas representaciones fieles a la naturaleza, plenas de cariño y paciencia para los detalles del modelo correspondiente, encontramos por todas partes signos ideográficos, esquemáticos y convencionales, que indican más que reproducen el objeto. El arte neolítico tiende ahora a fijar la idea, el concepto, la sustancia de las cosas, es decir a crear símbolos en lugar de imágenes.
(más específicamente en la Edad de los Metales), se conservan grandes monumentos megalíticos, entre ellos:
- Los menhires: monolitos verticales ocasionalmente antropomorfos , para marcar territorio.
- Los dolmenes: sepulturas construidas con dos o más piedras verticales cubiertas por una losa horizontal.
- Los crómlechs: conjuntos de menhires de forma circular , observatorios astronómicos vinculados al culto del sol. El más famoso se encuentra en Inglaterra (Stonehenge).
El cambio de estilo en el arte neolítico influyó en la forma en que se representaba la figura humana al interpretarla por medio de dos o tres simples formas geométricas, como una recta vertical para el tronco y dos semicírculos, vueltos el uno hacia arriba y el otro hacia abajo, para los brazos y las piernas. Los dibujos rupestres del Neolítico muestran esta avanzada abstracción, y los menhires, en los cuales se ha querido ver retratos abreviados de los muertos, también muestran esta misma tendencia hacia la abstracción.
Ver fuente: Hauser, Arnold; Tovar, A. (2012). Historia social de la literatura y el arte 1: Desde la prehistoria hasta el barroco.Inroducción de Valeriana Bozal.Traducción de A.Tovar y F.P.Varas-Reyes. Historia social de la literatura y el arte. DeBols!llo Ensayo.
En la península ibérica se desarrolló en este período un estilo de pintura rupestre en la zona levantina basado en la pintura de escenas de caza en rocas al aire libre, con representaciones esquemáticas de figuras humanas.
La alfarería
Un descubrimiento de vital importancia para la vida del hombre, y que tuvo un desarrollo muy rápido, es la alfarería. Permitió la construcción de recipientes para almacenar y cocinar, facilitando enormemente la vida cotidiana, pues ya no se requería estar permanentemente en las cercanías del agua, o realizar a menudo largos recorridos para abastecerse, pues almacenaba el agua, y también granos, semillas, productos molidos, etcétera, en los recipientes de alfarería. Solo necesitaban desplazarse periódicamente para renovar el abastecimiento de la cantidad consumida desde el suministro anterior.
Antes se usaban calabazas vacías (que podían contener agua pero no podían exponerse al fuego) y cestos de mimbre (que no podían contener agua). Posteriormente estos recipientes de mimbre se impermeabilizaron con la arcilla seca al sol o cocida al fuego. Más tarde aprendieron a dar la forma a la arcilla con un esqueleto de mimbre muy simple y luego sin esqueleto. La forma era a menudo de calabaza y las dimensiones parecidas al cesto de mimbre.
Los cazadores usaban en raras ocasiones las piezas de arcilla (por ejemplo, no servían como carcaj por su fragilidad), prefiriendo las de mimbre o de tejidos. En cambio, a los ganaderos y agricultores les proporcionaba seguridad en el almacenamiento de agua y otros productos lo cual, junto con los medios de conservación de la carne, les hacía menos dependientes de la caza diaria.
En esta época se difunde el uso de las piezas de alfarería, cuya utilización en la península ibérica es segura, existiendo restos del Neolítico medio.
Aparecida la alfarería, el hombre intenta decorarla. Hay indicios de que las primeras decoraciones se hacían con cuerdas, utilizadas a menudo de refuerzo, pero después se introdujeron otras variantes: la acanaladura, el cordón (línea en relieve a modo de cuerda, ligeramente debajo del borde) y las asas de diversos tipos.
La cerámica de la época inicial (hacia el 4000 a. C.) es de la llamada «cardial», con incisiones de diversos tipos en la arcilla blanda pero ya moldeada, hechas con los dedos o con punzones o espátulas de hueso o piedra pulida. Recibe el nombre de cardial por estar producidas la mayoría de las incisiones con conchas del molusco Cardium edule, el berberecho. Las incisiones, a menudo combinadas, buscaban efectos simétricos.
Referencias
- Gómez, María del Carmen García; Romay, Javier Ordaz (8 de septiembre de 2005). Materiales para la Historia de España. Ediciones AKAL. ISBN 978-84-460-1961-9. Consultado el 26 de noviembre de 2019.
- «El Neolítico. Una de las etapas más determinantes de la Historia». Patrimonio Inteligente. 21 de junio de 2018. Consultado el 12 de enero de 2021.
- Willey, Philip; Phillips (1958). Method and Theory in American Archaeology. Estados Unidos: University of Chicago Press. ISBN 978-0-226-89888-9.Diamond1, Jared; Bellwood, Peter (25 de abril de 2003). «Farmers and Their Languages: The First Expansions». Science 300 (5619): 597-603.
- http://sociedadytecnologiaculng4.wordpress.com/egipto/
- Mondot, Jean-François (2019). «Jean Guilaine. Apôtre du Néolithique». L’Histoire (en francés) (460): 34-35.
- Diamond, J. (1997), Armas, Gérmenes y Acero, cap. 5.
- Martínez, Francesc A. y Laguna, Antonio (2007). «De nómadas a ciudadanos». La Gran Historia de la Comunitat Valenciana. Valencia: Editorial Prensa Valenciana, S.A. ISBN 978-84-87502-90-3.
- http://abanicodeculturas.blogspot.com.es/2012/12/inventos-del-neolitico.html
- Eiroa, Jorge Juan (1994). Historia de la Ciencia y de la Técnica: La prehistoria, Paleolítico y Neolítico 1. Madrid: Ediciones AKAL. p. 51. ISBN 84-460-0217-5.
- Uruguay prehistórico
Bibliografía
- Aróstegui Sánchez, J.; García Sebastián, M.; Gatell Arimont C.; Palafox Gamir, J.; Risques Corbella, M. (2004). «Las raíces históricas de España». Crisol:Historia. Barcelona: Vicens Vives. ISBN 84-316-7075-4.; Información sobre las raíces históricas españolas, concretamente, sobre el paleolítico en las págs. 10 y 11
- Castiñeira Morales, Raquel; López Parra, Carlos; Mata Comino, Fernando; Prieto Calonge, María Eugenia (2002). «La Prehistoria». Ciencias Sociales ESO: CURSO 1. Zaragoza: Editorial Luis Vives. ISBN 84-263-4711-8.; Una pequeña introducción sobre la prehistoria, concretamente, sobre el paleolítico en las págs. 118 y 119
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre el Neolítico.
- Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre neolítico.
Neolítico: la madre de todas las revoluciones
Alberto Garín acompañado de Jano García conversarán sobre la revolución de los Neolíticos. En la segunda parte Daniel Gómez Aragonés nos hablará sobre su libro «Historia de los visigodos».
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