La diosa Shala, antecesora de Virgo en una tabla astrológica de la era seléucida, aunque probablemente una copia de un documento más antiguo que data de principios del I milenio a. C. Autor: Roland E. Laffitte. CC BY-SA 4.0.
Los hurritas (cuneiforme Ḫu-ur-ri 𒄷𒌨𒊑, hórreos en el Antiguo Testamento, surabitas en los documentos de Babilonia) fueron un pueblo que habitó en la Antigüedad una región centrada en el valle del río Khabur (norte de Mesopotamia y sus alrededores), lo que comprende los actuales sudeste de Turquía, norte de Siria e Irak y noroeste de Irán.
Entre los numerosos Estados que fundaron, destaca el de Mitani, que fue una de las grandes potencias de su época. Su distribución era similar a la de los kurdos en la actualidad.
Los hurritas fueron un pueblo de la antigua Mesopotamia y el Cercano Oriente que surgió alrededor del tercer milenio a.C. en la región montañosa que hoy en día corresponde al sureste de Turquía, el norte de Siria y el norte de Irak. A pesar de no formar un imperio unificado, los hurritas tuvieron una gran influencia cultural y política, especialmente a través del Reino de Mitanni, uno de sus estados más destacados. Este reino, que se desarrolló en la zona conocida como el norte de Mesopotamia, jugó un papel significativo en la política y cultura de la región entre los siglos XVI y XIII a.C.
Fuentes para el estudio de los hurritas
El principal problema existente a la hora de estudiar a los hurritas es la escasez de fuentes directas. En 1887 se encontró en los archivos de El-Amarna (Egipto) una carta de un rey de Mitani, Tushratta, escrita en un idioma que al principio se llamó mitano. Sin embargo, pronto salieron a la luz los archivos hititas de Hattusa, donde a la lengua de los mitani se le llamaba hurrita, de donde tomó su nombre el pueblo que la hablaba.
Estos documentos hititas han sido la principal fuente para el conocimiento de la cultura hurrita, aunque también han resultado útiles documentos de otras potencias (Egipto, Babilonia, Ugarit) y restos arqueológicos. Particularmente interesantes son los documentos escritos tanto en hitita como en hurrita, ya que han ayudado a descifrar partes importantes de esta última lengua.
Mapa-gráfico de las posesiones Hurritas (1400 a.C) y situación de uno de sus principales estados, Mitanni, situado entre Anatolia, Hatti, la zona de Canaán y la Babilonia al sur. Mapa por: Javierfv1212, Dawid Deutschland, Rowanwindwhistler. CC BY-SA 3.0
Fuentes arqueológicas
Los principales yacimientos hurritas se encuentran en Siria, Irak y Turquía, siendo muchos de ellos difíciles de investigar debido a la inseguridad de la zona (Kurdistán), la cercanía a fronteras y la construcción de una presa en el Khabur.
Las primeras excavaciones comenzaron en los años veinte y treinta, en Siria e Irak, y fueron dirigidas por el arqueólogo estadounidense Edward Chiera (en el yacimiento de Nuzi) y el británico Max Mallowan (en los yacimientos de Chagar Bazar y Nagar). Hoy en día muchos equipos de diversas naciones están trabajando en la zona con ayuda de las autoridades sirias. La mayoría de los restos arqueológicos revelan ciudades con una historia que comienza en el Neolítico y llega al menos hasta el periodo romano, con la excepción de los restos de Urkesh. Para la datación del material encontrado suele ser muy útil la llamada «cerámica del Khabur», típica de la cultura hurrita.
Vajilla de lujo de varios sitios de la Alta Mesopotamia, inicios de la Edad de Bronce Tardía (c. 1500-1300 a. C.):
Izquierda: fino vaso de bebida pintado, de Assur; centro: fino vaso de bebida pintado, de Tell Brak.; derecha: cuenco con pedestal de loza, de Tell Rimah. Autor: Zunkir . CC BY-SA 4.0.
Relación entre los Hurritas y el actual pueblo Kurdo
La relación entre los hurritas y el actual pueblo kurdo es compleja y ha sido objeto de estudio entre historiadores y arqueólogos. Aunque existen teorías que sugieren un vínculo cultural y lingüístico entre ambos, el consenso actual es que la conexión es más indirecta y difusa, basada en el hecho de que ambos grupos han habitado la región de los montes Zagros y las áreas circundantes, en el norte de Mesopotamia, durante diferentes períodos históricos.
El pueblo kurdo es una etnia indígena que habita principalmente en una región conocida como Kurdistán, que abarca partes de varios países en el Medio Oriente, incluyendo:
Turquía: La región del sureste de Turquía tiene una gran población kurda, que constituye una significativa parte de la población en esa área.
Irak: En el norte de Irak, los kurdos son una de las principales comunidades étnicas y tienen una región autónoma conocida como el Kurdistán iraquí, con su propio gobierno regional.
Irán: En el oeste de Irán, los kurdos forman una parte considerable de la población, especialmente en las provincias de Kurdistán y Kermanshah.
Siria: En el norte de Siria, también hay una población kurda significativa, especialmente en la región conocida como Rojava, que ha ganado notoriedad por su autogobierno en años recientes.
Cultura y Lengua
Los kurdos tienen su propia lengua, el kurdo, que pertenece a la familia de lenguas indoeuropeas y se divide en varios dialectos, siendo los más hablados el kurmanji y el soranî. La cultura kurda es rica y variada, con tradiciones propias en música, danza, vestimenta y literatura.
Historia y Identidad
A lo largo de la historia, los kurdos han buscado reconocimiento y derechos como pueblo, enfrentando diversos niveles de represión y asimilación en los países donde residen. Su identidad se ha mantenido fuerte a pesar de estas dificultades, y en las últimas décadas, especialmente tras la guerra en Siria, han logrado un mayor grado de autonomía y visibilidad en la arena internacional. Sin embargo, la situación política de los kurdos sigue siendo compleja y en muchas ocasiones conflictiva.
Algunos autores consideran que los hurritas fueron los antecesores de los kurdos, cuyo actual territorio se muestra en la imagen (con color más claro).
La relación entre los hurritas y el actual pueblo kurdo es compleja y ha sido objeto de estudio entre historiadores y arqueólogos. Aunque existen teorías que sugieren un vínculo cultural y lingüístico entre ambos, el consenso actual es que la conexión es más indirecta y difusa, basada en el hecho de que ambos grupos han habitado la región de los montes Zagros y las áreas circundantes, en el norte de Mesopotamia, durante diferentes períodos históricos.
A continuación, detallo los aspectos principales de esta relación:
1. Ubicación Geográfica Común
- Los hurritas habitaban la región que abarca el sureste de Anatolia, el norte de Siria y el norte de Irak, una zona que coincide en parte con el área en la que actualmente vive el pueblo kurdo. Esta región, caracterizada por los montes Zagros y la meseta de Anatolia oriental, ha sido ocupada por diferentes culturas a lo largo de la historia, y la continuidad geográfica sugiere posibles influencias culturales y adaptaciones locales que podrían haber perdurado en la región.
- Sin embargo, los hurritas desaparecieron como entidad cultural y política alrededor del segundo milenio a.C., mientras que los kurdos son un grupo mucho más reciente, con sus raíces culturales y lingüísticas formándose alrededor de la llegada de pueblos indoeuropeos a la región.
2. Diferencias Lingüísticas
- El idioma hurrita es una lengua aislada, es decir, no tiene parentesco directo con ninguna de las lenguas conocidas actualmente, aunque en su tiempo fue influenciada por el acadio y otras lenguas mesopotámicas. Este idioma hurrita no guarda relación directa con el kurdo, que pertenece al grupo indoeuropeo y está vinculado a las lenguas iranias, como el persa.
- Los kurdos hablan dialectos del kurdish (kurdo), que evolucionaron mucho después de la desaparición de la cultura hurrita, por lo que no hay una relación lingüística directa entre ambas lenguas.
3. Continuidad Cultural y Posibles Influencias
- Aunque no se puede hablar de una continuidad directa, es posible que ciertos aspectos de la cultura hurrita hayan perdurado y se hayan transmitido a través de las poblaciones que continuaron habitando la región después de la desaparición de los hurritas. En el contexto del Cercano Oriente antiguo, las influencias culturales, prácticas religiosas y costumbres locales a menudo persistían incluso después de que una civilización desaparecía o era absorbida por otra.
- Las prácticas religiosas y algunos elementos culturales hurritas, especialmente en relación con los panteones y los rituales, influyeron en culturas vecinas como la hitita y asiria, lo cual pudo haber generado una base cultural que, de manera indirecta, influyó en la identidad de los grupos posteriores en la región, incluyendo a los kurdos.
4. Mitología y Religión
- Algunas deidades hurritas, como Teshub, el dios de la tormenta, y Shaushka, diosa del amor y la guerra, se integraron al panteón hitita, y ciertas prácticas religiosas podrían haber dejado huellas en las tradiciones religiosas de la región. Sin embargo, estas influencias fueron indirectas y filtradas a través de otras culturas que dominaron el área posteriormente, como los asirios y los persas, antes de llegar a influir en las prácticas de los pueblos iranios de la región.
- No obstante, las actuales prácticas religiosas kurdas, principalmente el yazidismo y el alevismo, tienen sus raíces en las religiones iranias antiguas, como el zoroastrismo, y no en la religión hurrita. Esto sugiere que las conexiones religiosas son más bien con el contexto iranio y no con los hurritas directamente.
5. Herencia Cultural en la Región
- Es posible que, a nivel antropológico, algunas prácticas culturales hurritas hayan sido transmitidas y adaptadas en las costumbres de los pueblos que continuaron habitando la región, incluyendo a los kurdos. Sin embargo, es difícil identificar cuáles de estas costumbres pueden atribuirse directamente a los hurritas, ya que la región ha experimentado una sucesión de imperios y pueblos que han dejado su huella, como los asirios, medos, persas, y más adelante los árabes y otomanos.
- En términos de etnicidad, algunos estudiosos sugieren que ciertos rasgos étnicos o elementos culturales compartidos podrían haberse mantenido entre los pueblos montañosos de la región, pero estas son teorías aún debatidas y difíciles de probar sin pruebas genéticas o arqueológicas más concluyentes.
Resumen Final
En conclusión, aunque no existe una relación directa y demostrable entre los hurritas y los kurdos, sí es probable que ciertos elementos culturales, en menor medida, hayan sido transmitidos en la región del norte de Mesopotamia. La herencia hurrita puede haber influido indirectamente en la cultura de los pueblos posteriores a través de tradiciones locales y prácticas adaptadas en las comunidades montañosas de la región. Sin embargo, el pueblo kurdo tiene sus raíces principalmente en los pueblos indoeuropeos iranios que llegaron a la región después de la desaparición de los hurritas, y su identidad cultural está más ligada a las lenguas y tradiciones iranias que a las hurritas.
Historia de los hurritas
Es mucho lo que se desconoce sobre la historia de los hurritas, sobre todo en lo referido a sus orígenes, pero parece que al llegar al valle del Khabur fundaron diferentes reinos, entre los cuales el más importante fue el de Mitanni, que luego fue destruido por los hititas y los asirios. Con la caída de los hititas se pierde la principal fuente documental acerca de los hurritas, lo que dificulta saber qué ocurrió con estos.
Los hurritas son mencionados en textos de civilizaciones vecinas, como los acadios y sumerios, quienes reconocían a los hurritas como habitantes de las tierras altas al noreste de Mesopotamia. Aunque el origen exacto de los hurritas es desconocido, su cultura parece tener raíces en las montañas de Anatolia oriental y las tierras altas del Cáucaso.
Los hurritas hablaban el idioma hurrita, una lengua no semítica ni indoeuropea, cuyo origen sigue siendo un misterio. Aunque no dejaron una escritura propia muy extendida, algunos documentos en hurrita han sido encontrados en tablillas de arcilla, escritas en cuneiforme. La lengua hurrita fue usada en tratados diplomáticos, como el famoso tratado de paz entre los hititas y los mitannios.
La cultura hurrita era rica en tradiciones religiosas y mitológicas. Sus dioses incluían figuras como Teshub, el dios del trueno, quien se convirtió en el dios principal del panteón hurrita. Esta deidad luego influiría en los panteones hititas e incluso en tradiciones posteriores en la región.
Influencia indoeuropea
Aunque está claro que los hurritas no eran de cultura indoeuropea o, al menos, no hablaban una lengua indoeuropea, se ha especulado durante mucho tiempo sobre una posible influencia indoeuropea en la cultura hurrita, e incluso se ha llegado a afirmar que los hurritas estaban dominados por una aristocracia indoeuropea, y se apuntaba que el nombre «mitani» podría ser una palabra iraní (mariyannu: ‘noble’) o sánscrita.
En la actualidad, estas teorías han caído en desuso, principalmente porque se han identificado raíces hurritas en la mayoría de las palabras y nombres considerados de origen indoeuropeo. Aunque parece que hubo un cierto contacto con pueblos iranios, de los que hurritas pudieron aprender el arte de la doma de caballos, no hay razones que permitan afirmar que elementos iranios gobernaran la sociedad hurrita.
Localización de los principales lugares de la Anatolia hitita (Kizzuwadna aparece en la parte central). Sémhur; obra derivada: Zunkir;. CC BY-SA 3.0
Los Estados hurritas
Después de la caída del imperio acadio, los hurritas fundaron una serie de reinos, entre los que destacan los siguientes:
Urkesh
El primer Estado hurrita atestiguado documentalmente es el creado en torno a la ciudad de Urkesh, que ya se encuentra registrado en documentos del 2100 a. C. procedentes de Ur. Urkesh no gozó de independencia durante mucho tiempo, ya que a comienzos del II milenio a. C. el reino amorreo de Mari impuso su dominio político sobre la zona. Además, los asirios fundaron algunas ciudades importantes en la zona durante el siglo XVIII a. C., lo que redujo aún más el margen de maniobra de Urkesh.
Alepo, Alalaḫ y Kizzuwadna
Para más información, véanse los artículos Alepo, Alalakh y Kizzuwadna.
Desde Urkesh los hurritas se expandieron al oeste, y se convirtieron en el elemento cultural dominante en la zona. A partir de finales del siglo XVIII a. C. es posible encontrar referencias hurritas en Alepo, Alalakh y Kizzuwadna. Mientras que Alalakh y Alepo se enfrentaron continuamente con los hititas, siendo derrotados en tiempos de Mursili I (finales del siglo XVII a. C.), el reino de Kizzuwadna (que algunos historiadores traducen como ‘Tierra de los Hurritas’) se mantuvo independiente y como una potencia a considerar hasta el reinado del hitita Tudhaliya I/II (finales del siglo XV a. C.), que lo redujo a vasallaje. Aún reducido a vasallaje, Kizzuwadna conservó su independencia hasta la época de Suppiluliuma I (mediados del siglo XIV a. C.), que convirtió a Kizzuwadna en provincia hitita.
Mitanni
Mitani fue el nombre de un antiguo reino ubicado en el norte de la actual Siria, también conocido como Naharina. Se puede considerar que el reino Mitani existe desde antes del 1500 a. C.
Mitani fue probablemente un término nativo del país. Los hititas llamaban al país Hurri o Jurri y en un texto de Mursili I (siglo XVI a. C.) se cita a un «rey de los hurritas». Los asirio-acadios lo citan como Hanigalbat (Janigalbat) y los asirios no usaron el nombre de Mitani hasta una época en la que el reino ya no existía (indicando entonces un término geográfico y no político). Los egipcios lo citan como Naharina (en asirio-acadio quiere decir «río»). Mitani es mencionado por primera vez en las fuentes egipcias hacia 1480 a. C. en las memorias de un oficial egipcio llamado Amememhet, que sirvió a Amenhotep I (en torno al 1525-1504 a. C.) y tal vez a sus dos sucesores.
Como concepto geográfico, este nombre se utilizó más adelante para designar también a la región comprendida entre el río Jabur y el río Éufrates en la época neoasiria. El nombre Mitani se habría conservado entre los kurdos (la tribu Motikan) que habitan justo los mismos territorios que el antiguo reino. Mitani fue un Estado dirigido por una aristocracia militar que llegó a la zona hacia 1800 a. C. o 1700 a. C. y que adquirió una gran importancia en torno al siglo XVII a. C., debido a su privilegiada situación a orillas del río Orontes y entre los imperios asirio, egipcio e hitita. Este reino habría sido conquistado por Asiria, quedando anexionado en 1270 a. C. y convertido en el virreinado o provincia de Hanigalbat.
Mitani se extendía desde Nuzi, cerca de Kirkuk, y el río Tigris en el este, hasta Alepo y Siria en el oeste. Su centro estaba en el valle del Jabur, con dos capitales: Taidu o Taite y Wassugani (denominada en las fuentes asirias Ushshukana), que aún no ha sido localizada con total seguridad, y por lo tanto no ha sido excavada. Toda su superficie permitía la agricultura sin necesidad de irrigación artificial. Su clima era muy parecido al asirio y estaba poblado por indígenas hurritas y otras gentes que hablaban el lenguaje de los amorreos (Amurru).
Los hurritas se encontraban en la región a partir de finales del III milenio a. C. (2) Un rey de Urkesh con nombre hurrita, Tupkish, fue encontrado en un sello de arcilla datado en c. 2300 a. C. en Tell Mozan. (3)(4). La primera inscripción registrada de su lengua es de Tish-atal (Circa del siglo XXI a. C), rey de Urkesh. (5) Más tarde, los hurritas constituyeron la principal población de Mitanni, que fue conocida por primera vez como Ḫabigalbat, en Babilonia, en dos textos de finales del Período antiguo de Babilonia, (6) durante el reinado de Ammi-Saduqa, (c. 1646-1626 a. C.), en cronología media.
Al parecer, el astrónomo y relojero oficial egipcio Amenemhet (Amen-hemet) ordenó escribir en su tumba que regresaba del «país extranjero llamado Mtn (Mi-ti-ni),» (7) (8) pero Alexandra von Lieven (2016) y Eva von Dassow (2022) consideran que la expedición a Mitanni pudo tener lugar en el reinado del faraón Ahmose I (c. 1550-1525 a. C.), en realidad por el padre de Amenemhet. (9)(10). Durante el reinado del faraón Tutmosis I (1506-1493 a. C.), los nombres Mitanni y Naharin se encuentran entre las reminiscencias de varios de los oficiales del faraón. Uno de ellos, Ahmose si-Abina, escribió: «…Su Majestad llegó a Naharin…». Otro, Ahmose pa-Nekhbit, escribió: «…cuando capturé para él en la tierra de Naharin…» (11).
Después de la Batalla de Megido, un oficial del faraón Tutmosis III (1479-1425 a. C.), en el año regio 22 del faraón, informó: «Ese [desdichado] enemigo de Cades ha venido y ha entrado en Meguido. Está [allí] en este momento. Ha reunido con él a los príncipes de [todos] los países extranjeros [que habían sido] leales a Egipto, así como (aquellos) hasta Naharin y M[itanni], los de Hurru, los de Kode, sus caballos, sus ejércitos.» (12) En varias campañas militares posteriores los Anales de Tutmosis III mencionan a Naharin, en particular las de sus años de regencia 33, 35 y 42. (13) Después de esa época, se dispone de más registros de fuentes locales hasta el final del imperio a mediados del siglo XIII a. C. (14).
El Imperio Mitanni era una fuerte potencia regional limitada por los hititas al norte, los egipcios al oeste, los casitas al sur, y más tarde por los asirios al este. En su máxima extensión Mitanni se extendía tan al oeste como Kizzuwatna por los Montes Tauro, Tunip en el sur, Arraphe en el este, y al norte hasta el lago Van.> Su esfera de influencia se muestra en los topónimos hurritas, nombres personales y la difusión a través de Siria y el Levante de un tipo de cerámica distinta, loza Nuzi. (15)
- El Reino de Mitanni fue una de las manifestaciones políticas más destacadas de los hurritas y se formó alrededor del siglo XVI a.C. en la región que se encuentra entre los ríos Éufrates y Tigris. Mitanni fue fundado por dinastías de origen hurrita y ejerció un gran poder en el norte de Mesopotamia.
- En su apogeo, Mitanni se expandió hacia el sur y el este, llegando a controlar partes de Siria, lo cual le permitió enfrentarse y competir con grandes potencias de la época, como Egipto y los hititas. La capital de Mitanni fue Washukanni, aunque su ubicación exacta sigue siendo incierta.
- El poder de Mitanni se consolidó bajo gobernantes como Parattarna y Shaushtatar, quienes lograron establecer un dominio regional a través de alianzas y tratados. El matrimonio entre miembros de la realeza mitannia y egipcia, como el de la princesa mitannia Kilu-Hepa con el faraón Amenhotep III, fortaleció las relaciones diplomáticas y políticas entre ambos reinos.
Orígenes
La etnia u origen de los mitanianos es difícil de discernir. Un tratado sobre el entrenamiento de caballos de carros de guerra de Kikkuli contiene un buen número de glosas de origen indoario. (16) Kammenhuber (1968) conjeturó que este vocabulario derivaría de una lengua cercana al protoindoiranio (16)(17) aunque Mayrhofer (1974) demostró que presentaba características específicamente indoarias. (18)
Los nombres de la aristocracia de Mitani frecuentemente son de origen indoario, pero son los nombres de sus deidades los que traslucen raíces léxicas indoarias (asocidas a nombres como Mitra, Varuna, Indra, Nasatya), aunque algunos piensan que estos nombres podrían estar relacionados con la influencia de los casitas (kašku). (19) La lengua común del pueblo era el idioma hurrita, que no es una lengua indoeuropea ni semítica pero que muestra características tipológicas de las lenguas caucásicas nororientales. De hecho algunos lingüistas han conjeturado un parentesco con estas lenguas (ver hipótesis alarodiana). Lo único seguro es que el hurrita está filogenéticamente emparentado con el urartiano, formando la familia hurrito-urartiana. (20) Un pasaje en hurrita en las cartas de Amarna —que usualmente están escritas en acadio, la lingua franca de ese tiempo— señala que la familia real de Mitani también solía hablar hurrita.
Primeras menciones
Desde tiempos de los acadios, los hurritas vivían al este del río Tigris, en la zona septentrional de Mesopotamia y en el valle del Jabur. Se los menciona en los textos encontrados en Nuzi, en Ugarit y en los archivos hititas de Hattusa. Textos cuneiformes de Mari mencionan gobernantes de ciudades-estado del norte de Mesopotamia con nombres en amorita (amurru) y hurrita.
Se cree que las tribus enemigas hurritas y las ciudades-estado se unieron bajo una sola dinastía, gobernada por una élite indoeuropea, tras el colapso de Babilonia debido al saqueo hitita de Mursili I en 1595 a. C. y la invasión de los casitas. La conquista hitita de Alepo, la debilidad de los reyes asirios del momento y las luchas internas de los hititas crearon un vacío de poder en el norte de Mesopotamia. Esto llevó a la creación del reino de Mitani. Los nombres indoarios se reflejan sobre todo en la onomástica de los reyes y de los dioses mitanios. Por otra parte, el componente hurrita fue el transmisor de la vieja cultura sumeria.
La primera mención escrita de Mitani o Janigalbat figura en la versión acadia de los textos hititas de Bogazköy, correspondientes al reinado de Hattusili I. Khanigalbat y Mitani se usan indistintamente, aunque el primer término es más antiguo. Asimismo, Jurri y Mitani son términos estrechamente relacionados, pues corresponden a territorios vecinos de la misma comunidad lingüística, habitualmente gobernados por el mismo monarca. Sin embargo, geográficamente, Hurri se corresponde con la Alta Siria, entre el Cáucaso y el lago Van, mientras que Janigalbat está en la Alta Mesopotamia, al sur y sureste de la anterior, entre los ríos Tigris y Éufrates.
Organización del Estado de Mitanni
La idea que se tiene de la historia de Mitani es forzosamente vaga, porque se dispone de pocos datos, y además proceden del exterior, principalmente las cartas de Amarna y las introducciones históricas de varios tratados hititas hallados en Bogazköy. El Estado de Mitani llegó a adquirir una importancia capital en torno al 1600 a. C. debido a su privilegiada situación entre los imperios asirio, egipcio e hitita. Alcanzó su máximo poder en el siglo XV a. C. expandiéndose al sudoeste hacia Siria, donde logró contener a Egipto, hasta ser sustituido por Hatti como potencia dominante en el siglo XIV a. C.
Contando con un ejército que introdujo mejoras determinantes como los carros de guerra y una potente caballería, la maquinaria bélica de Mitani infligió varias duras derrotas al inmenso Egipto faraónico y llegó a invadir Asiria (hecho que aún los historiadores no se explican dado el potencial bélico del imperio semita).
Mitani no conseguiría mantener su territorio a salvo de conquistas. Por un lado, el territorio entre el alto Éufrates y el Tigris había sido objetivo de la expansión hitita desde los tiempos de Hattusili I. Por otro lado, tras las derrotas de los hicsos, los faraones egipcios trataron de reconquistar los territorios de Retenu que una vez poseyeron en el norte de Siria. El auge hitita y los conflictos dinásticos de Mitani debilitaron el reino, siendo finalmente subyugado por una resurgida y de nuevo poderosa Asiria, tan solo 250 años después de su surgimiento. Dejaron un valioso legado, destacando su innovadora organización administrativa y un refinado arte con influencias diversas, tanto asirias como semitas y egipcias.
A pesar de las derrotas a manos de los hititas, los hurritas continuaron su expansión y migración, esta vez hacia el sur. El saqueo de Babilonia a manos del rey hitita Mursili I y el consiguiente ascenso de una dinastía casita en esta ciudad, unido a un periodo de debilidad en Hatti tras el asesinato de Mursili, provocó un vacío de poder en el que apareció un nuevo reino hurrita, Mitani. A pesar de las derrotas iniciales a manos del faraón Tutmosis III, Mitani logró contener el avance egipcio y pronto se convirtió en una gran potencia durante el siglo XV a. C. y comienzos del siglo XIV a. C. llegando a saquear Assur. El ascenso del poder hitita bajo Suppiluliuma I (mediados del siglo XIV a. C.) arrebató a Mitani la mayoría de su territorio y lo redujo a un pequeño Estado vasallo, que fue posteriormente incorporado a Asiria en la época de Salmanasar I.
Entre los vasallos de Mitani, hubo otros reinos hurritas de especial importancia; junto a los ya mencionados Alepo, Alalakh y, posiblemente, aunque durante un corto período, Kizzuwadna, cabe destacar el reino de Arrapha, centrado alrededor de la moderna Kirkuk, y que fue incorporado al imperio asirio durante el siglo XIV a. C.
Después de Mitani
Tras la conquista de Mitani, el carácter hurrita de los reinos de la zona no cambió, aunque estuvieron sometidos tanto a los hititas como a los asirios. Sin embargo, tras la caída del imperio hitita, desaparece la principal fuente documental sobre los hurritas, y no está claro qué sucedió con ellos, pues parece que el idioma hurrita dejó de hablarse en la región y fue sustituido por el arameo.
En la misma época aparece Urartu, un nuevo reino emparentado con los hurritas, pero que no era directamente descendiente de estos, lo que puede observarse en su idioma, relacionado pero no heredero del hurrita.
Algunos historiadores creen que los hurritas pueden ser antepasados de los kurdos, y que es posible rastrear en estos rasgos culturales de esta cultura. Aunque esta hipótesis es imposible, pues los kurdos son genéticamente arios-indoiranios, que hablan un idioma indoeuropeo relacionado con el iraní (pertenece a la familia de lenguas indoiranias), algo que parece ser opuesto al hurrita (que es diferente al indoeuropeo y al iraní-medo).
Escudo_estandarte. Royal seal of Šauštatar of Mitanni. Snubcube. Dominio Público-
Referencias Mitanni
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- Salvini, Mirjo. «Las primeras evidencias de los hurritas antes de la formación del reino de Mittanni». Urkesh and the Hurrians Studies in Honor of Lloyd Cotsen. Urkesh/Mozan Studies Bibliotheca Mesopotamica. Malibu: Undena Publications (1998): 99-115
- Lawler, Andrew. «¿Quiénes eran los hurritas?». Archaeology, vol. 61, no. 4, 2008, pp. 46-52
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- von Dassow, Eva, (2022). «Mittani and Its Empire», en Karen Radner, Nadine Moeller, D. T. Potts (eds.), The Oxford History of the Ancient Near East, Volume III: From the Hyksos to the Late Second Millennium BC, Oxford University Press, pp. 467, 469
- La memoria de Amenemhet fue publicada en: Borchardt, L., (1930). «Altägyptische Zeitmessung», en E. von Basserman-Jordan, Die Geschichte der Zeitmessung und der Ühre, vol. I., 1930, Berlín/Leipzig, pp 60 y ss. (Mencionado en Astour 1972:104, notas 25,26) transliterando Mtn como Me-ta-ni, aunque Alexandra von Lieven (2016: 219) lo menciona como Mi-ti-ni.
- De Martino, Stefano, (2018). «Relaciones políticas y culturales entre el reino de Mittani y sus polos subordinados en Siria y el sureste de Anatolia», en: Los rostros cambiantes de la realeza en Siria-Palestina 1500-500 a. C., Alter Orient und Testament 459, Ugarit Verlag, p. 37: «La primera atestación del topónimo Mittani procede de una fuente egipcia, una inscripción de Tebas en la tumba de un funcionario estatal llamado Amen-hemet. La inscripción hace referencia a la expedición militar siria en la que había participado este funcionario, que avanzó hasta el país de Mtn (Mittani)…suponemos que esta expedición fue la dirigida por Tuthmosis I…. «
- von Lieven, Alexandra, (2016). «El movimiento del tiempo. Noticias del ‘Relojero’ Amenemhet», en: RICO y GRANDE: Estudios en honor de Anthony J. Spalinger, Facultad de Arte de la Universidad Carolina de Praga, p. 220: «La explicación más probable de la historia precedente sobre Mitanni es que forma parte de los antecedentes del orador. Esto podría implicar que tal vez el padre de Amenemhet había ascendido de rango debido a alguna hazaña importante lograda durante la campaña militar de Ahmose allí.»
- von Dassow, Eva, (2022). «Mittani y su imperio», en: Karen Radner, Nadine Moeller, D. T. Potts (eds.), The Oxford History of the Ancient Near East, Volume III: From the Hyksos to the Late Second Millennium BC, Oxford University Press, p. 466: «…Debemos la primera mención existente de Mittani a la autobiografía de la tumba de Amenemhat, el astrónomo y relojero que se refiere a una campaña que puede haber tenido lugar ya en el reinado de Ahmose a finales del siglo XVI a.C…
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- Georges Roux, Ancient Iraq, p. 229. Penguin Books, 1966.
- E. A. Speiser, Introduction to Hurrian, p. 10. American Schools of Oriental Research, New Haven. Annual of the American Schools of Oriental Research, Vol. 20. 1941.
Bibliografía
- Brelich, Angelo; Puech, Henri-Charles (2002). Historia de las religiones siglo veintiuno: Las religiones antiguas.
- Wagner, Carlos G. (1999). Historia del cercano Oriente. Ediciones Universidad de Salamanca.
- Córdoba, Joaquín María (1983). Mitanni y los hurritas. Universidad Complutense de Madrid.
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- Cassin, Elena; Bottéro, Jean; Vercoutter, Jean (2002). Los imperios del antiguo Oriente: el fin del segundo milenio. Siglo XXI de España Editores s.a.
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Cultura hurrita
La cultura hurrita se conoce principalmente a través de referencias en los textos de Mesopotamia y del Imperio hitita, donde los hurritas ejercieron una gran influencia (probablemente a través de Kizzuwadna). En documentos de todo Oriente Próximo se encuentran nombres hurritas, y estos documentos, junto a los restos arqueológicos, constituyen la principal fuente de conocimiento sobre la cultura hurrita.
La canción más antigua que se conserva, probablemente para ser tocada con acompañamiento de lira, es hurrita.
Elementos materiales
La cerámica hurrita fue famosa en la Antigüedad, siendo muy cotizada en tierras lejanas como Egipto, hasta el punto de que en la actualidad, los distintos estilos de cerámica son la forma más sencilla de datar los yacimientos arqueológicos hurritas. Son especialmente famosos los restos que los arqueólogos llaman «de Nuzi» y «de Khabur». Junto a la cerámica, los hurritas destacaron por su habilidad metalúrgica, de tal modo que la mayoría de las palabras usadas por los sumerios para referirse a este arte son de origen hurrita; sin embargo, no han quedado muchos restos del trabajo en metal de los hurritas, aunque se supone semejante al de Urartu.
Pero si hay algo por lo que los hurritas son famosos es por la equitación; parece que un reino hurrita de Anatolia oriental, Isuwa, puede traducirse como ‘tierra de caballos’. Probablemente fueron los hurritas los que introdujeron los caballos en Oriente Próximo, tras haber adquirido el conocimiento de su doma de los iranios. Está atestiguado que otros pueblos, como los hititas, contrataron a hurritas para que les enseñaran la domesticación de caballos y su amaestramiento para la guerra.
Lengua hurrita
Artículo principal: Lenguas hurrito-urartianas
La lengua hurrita no se ha logrado descifrar del todo, pero se sabe lo suficiente de ella para afirmar que no es ni indoeuropea ni semita. Se suele clasificar como perteneciente al grupo de las lenguas caucásicas.
Destaca principalmente por ser una lengua aglutinante, que se escribía en tablas de arcilla con caracteres acadios, emparentada con la lengua de Urartu.
Parece ser que desde finales del segundo milenio a. C. o principios del primero, los hurritas abandonaron progresivamente su lengua y comenzaron a hablar con cada vez más frecuencia el arameo.
Religión y Mitología Hurrita
La religión es quizá el elemento más conocido de la cultura de los hurritas, por la influencia que tuvo sobre todos sus vecinos, especialmente el reino de Urartu, que incorporó importantes elementos hurritas en su vida religiosa, y el Imperio hitita. Al cabo de cierto tiempo, casi todo Oriente Próximo, excepto Egipto y el sur de Mesopotamia, acabó incorporando elementos hurritas en su religión.
La influencia en los hititas fue tal (probablemente a través de Kizzuwadna), que se produjo pronto un sincretismo entre la religión hitita y la hurrita, de la misma forma que mucho tiempo después llegaron a identificarse la religión romana y la griega. Los principales dioses hurritas fueron los siguientes (entre paréntesis la transcripción hitita del nombre):
- Teshub (Teshup), dios de la tormenta y figura clave del panteón hurrita. Se identificó con Baal en la antigua Siria.
- Hebat (Hepa), su esposa, diosa de la fertilidad y del sol. Se identificó con Cibeles.
- Sarruma (Šarruma), el hijo de ambos.
- Kumarbi, padre de Teshub.
- Shaushka o Shawushka (Šauska), equivalente hurrita de Ishtar.
- Kushuh (Kušuh), dios de la luna.
- Junto a estos, han sobrevivido los nombres de un par de dioses védicos, pero no parece que fueran demasiado importantes en el panteón hurrita, ya que en una lista de cien dioses, están citados como los dos últimos.
Los hurritas tuvieron muchos centros religiosos de importancia, en Kizzuwadna y en muchas ciudades extranjeras como Hattusa o Nínive. En algunos reinos hurritas existía una casta especial encargada de los oficios religiosos, de manera similar a los levitas dentro del judaísmo. Entre los mitos hurritas destaca particularmente el de Las canciones de Ullikummi, que conocemos a través de los hititas. Este documento contiene una historia muy parecida a la de la teogonía de Hesíodo, con Anu en el papel de Urano, Kumarbi en el de Crono y Teshub en el de Zeus.
- Los hurritas desarrollaron un complejo sistema religioso influenciado por sus relaciones con otras culturas de la región. Su religión incluía un panteón diverso con deidades como Teshub (dios del trueno), su esposa Hepat y el dios del sol Shimegi. Muchas de estas deidades fueron incorporadas al panteón hitita cuando los hititas tomaron el control de la región de Mitanni.
- La mitología hurrita también incluía historias y poemas épicos que narraban la creación del mundo, las luchas de los dioses y su influencia sobre los humanos. Entre los textos mitológicos importantes se encuentran las tablillas de Ugarit, que contienen relatos hurritas que influirían en las tradiciones de los cananeos, hititas y mesopotámicos.
- Los hurritas practicaban rituales de sacrificio y ceremonias de fertilidad en honor a sus dioses y creían en la importancia de mantener la armonía entre los humanos y el mundo divino.
Bibliografía de referencia
- Bryce, Trevor: The kingdom of the hittites. Nueva York: Oxford University Press, 1999.
- Kurth, Amélie: El Oriente próximo en la antigüedad, I (circa 3000-330 a. C.). Traducción por Teófilo de Lozoya. Barcelona: Crítica, 2000.
Relaciones con Egipto y los Hititas
- Las relaciones de Mitanni con Egipto fueron fundamentalmente diplomáticas y de intercambio cultural. Mitanni y Egipto, que inicialmente eran rivales en Siria, eventualmente formaron alianzas matrimoniales que ayudaron a estabilizar sus relaciones y consolidar un frente común contra los hititas, que representaban una amenaza para ambos.
- Durante el reinado del faraón Tutmosis III, los egipcios se enfrentaron a Mitanni en varias ocasiones en Siria. Sin embargo, bajo el faraón Amenhotep II, las relaciones se volvieron más pacíficas, y se estableció una alianza duradera. Esta relación amistosa alcanzó su apogeo durante el reinado de Amenhotep III, que intercambiaba correspondencia diplomática y regalos con los reyes de Mitanni.
- Sin embargo, en la época de Suppiluliuma I, el rey de los hititas, Mitanni comenzó a perder territorio frente a la expansión hitita. Los hititas derrotaron a Mitanni y finalmente se dividieron sus tierras con Asiria, otra potencia emergente en la región, lo que llevó al colapso del poder mitannio.
Economía y Sociedad en Mitanni
- La economía del Reino de Mitanni se basaba en la agricultura, el comercio y la ganadería. La posición estratégica de Mitanni en el norte de Mesopotamia le permitía controlar rutas comerciales clave que conectaban Anatolia, Siria y Mesopotamia. Esto le permitió prosperar y obtener recursos que fortalecieron su poder militar.
- La sociedad mitannia estaba estructurada en una jerarquía gobernada por la nobleza hurrita, con una realeza poderosa en la cima. La clase dominante de Mitanni estaba influenciada por costumbres indoarias, evidentes en nombres personales y en el uso de dioses del panteón védico, como Mitra, Varuna e Indra, lo que sugiere una interacción cultural entre los hurritas y los pueblos indoeuropeos.
- Los caballos desempeñaban un papel importante en Mitanni, y los hurritas desarrollaron técnicas avanzadas de cría y entrenamiento de caballos que se utilizaron en la guerra y en los carros. Este conocimiento fue tan avanzado que los manuales de entrenamiento hurritas fueron adoptados por otras culturas, como los hititas y los egipcios.
Caída de Mitanni
- La caída de Mitanni comenzó cuando los hititas, bajo el liderazgo de Suppiluliuma I, iniciaron una serie de campañas militares para expandir su imperio hacia Siria y el norte de Mesopotamia. Esto debilitó el poder de Mitanni, que también enfrentaba problemas internos, como conflictos sucesorios y tensiones con las provincias.
- Hacia finales del siglo XIII a.C., Mitanni ya había perdido gran parte de su territorio a manos de los hititas y los asirios, otra potencia emergente en la región. Los asirios eventualmente tomaron el control de Mitanni y lo integraron en su imperio, marcando el fin del dominio hurrita en la región.
- Tras la caída de Mitanni, los hurritas continuaron existiendo en algunas regiones, pero su influencia y poder se redujeron drásticamente. Su cultura y religión, sin embargo, influyeron en las tradiciones y panteones de las civilizaciones vecinas.
Legado de los Hurritas y Mitanni
- Aunque los hurritas y el Reino de Mitanni desaparecieron como entidad política, su legado cultural y religioso tuvo un impacto duradero en el Cercano Oriente. Sus dioses y mitos fueron adoptados por los hititas, y su arte y cultura influenciaron a otros pueblos de la región.
- El conocimiento hurrita sobre el entrenamiento de caballos se extendió a través de su famoso manual de entrenamiento de caballos, atribuido al maestro Kikkuli, quien escribió sobre técnicas que luego influirían en culturas vecinas.
- Su lengua también influyó en la región; los documentos hurritas, aunque escasos, han proporcionado importantes conocimientos sobre la diversidad lingüística y cultural de la antigua Mesopotamia.
En resumen, los hurritas y el Reino de Mitanni fueron una civilización destacada que, aunque poco conocida hoy en día, jugó un papel crucial en la política, la cultura y la religión del Cercano Oriente antiguo. Su influencia en el ámbito de la religión, la cría de caballos y las relaciones diplomáticas se extendió más allá de sus fronteras y dejó una huella que sería fundamental en el desarrollo de las culturas mesopotámicas y anatolias.