«El hombre no es más que un junco, el más débil de la naturaleza; pero es un junco pensante. No es necesario que el universo entero se arme para aplastarlo: un vapor, una gota de agua basta para matarlo. Pero, aun cuando el universo lo aniquilara, el hombre sería todavía más noble que lo que lo mata, porque él sabe que muere y conoce la ventaja que el universo tiene sobre él; el universo no sabe nada. Toda nuestra dignidad consiste, pues, en el pensamiento. Por éste debemos dignificarnos, y no por el espacio y la duración, que no podríamos llenar. Por lo tanto, esforcémonos en pensar bien: he aquí el principio de la moral. […]
No debo buscar mi dignidad sobre la base del espacio, sino de la regulación de mi pensamiento. […] Por el espacio el universo me comprende y me absorbe como un punto; por el pensamiento, yo lo comprendo a él».Blaise Pascal, «Pensamientos».