La ciudad más antigua del mundo es Jericó, ubicada en Cisjordania, Palestina. Se estima que fue fundada alrededor del año 8000 a.C. Jericó cuenta con una historia de más de 10,000 años y ha sido habitada de forma continua desde su fundación.
Jericó está ubicada en el Valle del Rift, cerca del río Jordán, y su ubicación estratégica ha sido un factor clave en su desarrollo y supervivencia a lo largo de los siglos. La ciudad ha sido habitada por diferentes civilizaciones a lo largo de su historia, incluyendo los cazadores-recolectores prehistóricos, los cananeos, los israelitas, los babilonios, los persas, los griegos, los romanos, los bizantinos y los árabes, entre otros.
Uno de los aspectos más destacados de Jericó es su sistema de fortificaciones antiguas, incluyendo una muralla de piedra que rodeaba la ciudad en el período neolítico. Además, la ciudad es conocida por su fuente natural de agua, llamada «Fuente de Elías», que ha abastecido a la población durante milenios.
Jericó también es famosa por varios eventos bíblicos que se dice ocurrieron allí, como la caída de las murallas de Jericó durante la conquista de Canaán por los israelitas, según el relato del Antiguo Testamento.
Hoy en día, Jericó es un importante destino turístico que atrae a visitantes de todo el mundo debido a su rica historia y sus impresionantes restos arqueológicos. La ciudad también es conocida por su agricultura, especialmente por sus plantaciones de dátiles y su producción de cosméticos a base de barro del Mar Muerto.
En resumen, Jericó es una ciudad con una historia fascinante y una importancia significativa en la arqueología y la comprensión de las primeras civilizaciones humanas. Su antigüedad y continuidad habitacional la convierten en un lugar único y fascinante para explorar.