El origen de los pueblos griegos es un tema complejo y fascinante que se remonta a varios milenios antes de nuestra era. Los griegos, conocidos en su propia lengua como «helénicos,» no fueron una única civilización homogénea desde el principio, sino más bien un conjunto de tribus e influencias que con el tiempo se fusionaron y desarrollaron una identidad cultural compartida. A continuación, te presento un resumen extenso sobre el origen de los pueblos griegos.
El pueblo griego, también llamado heleno (en griego antiguo: Ἕλληνες, romanizado: Héllēnes; en griego: Έλληνες, romanizado: Éllines; en latín: Graeci), es un grupo étnico y nacional nativo de Grecia, Chipre y algunas otras regiones en torno al mar Egeo. También constituyen una diáspora significativa, con comunidades griegas establecidas en todo el mundo. (1)
Homero • Leónidas I • Pericles • Heródoto • Hipócrates • Sócrates • Platón • Aristóteles • Alejandro Magno • Arquímedes
En la antigüedad, los griegos se organizaban política y administrativamente en ciudades-estado y allí se originó el concepto de democracia. Se han establecido colonias y comunidades griegas a lo largo de la historia en muchos rincones del Mediterráneo, a pesar de que la nación se ha centrado siempre alrededor del mar Egeo, donde se habla la lengua griega desde la Antigua Grecia. (2)
Hipatia • Nicéforo II • Basilio II • Pletón • El Greco
En el siglo IV a. C. la expansión territorial más importante de los griegos llevó el helenismo hasta Asia Central e India y, después de la caída del Imperio romano y Bizancio hizo perdurar la cultura griega en el mar Mediterráneo oriental hasta 1453. Bajo el Imperio otomano y hasta el inicio del siglo XX, los griegos se encontraban instalados uniformemente entre el actual Grecia, la costa occidental de Anatolia, el mar Negro, Egipto, Chipre y Constantinopla; en general, estas regiones coinciden con las fronteras del Imperio bizantino a finales del siglo XI, y también con la zona de colonización griega en la antigüedad en el Después de la Guerra Greco-Turca (1919-1922), un masivo intercambio de poblaciones entre Grecia y Turquía (1923) dejó casi toda la población étnica griega confinada dentro de las nuevas fronteras de Grecia y Chipre (isla entonces integrada al Imperio británico).
Rigas Velestinlis • Theodoros Kolokotronis • Laskarina Bouboulina • Georgios Karaiskakis • Ioannis Kapodistrias • Elefthérios Venizélos • Konstantínos Kaváfis • Geórgios Papanikoláou • Makarios III • Pyrros Dimas
La nueva Grecia se constituía a partir de 1822 como un estado nación típico de la época, liberado del Imperio otomano. Otras poblaciones menores de griegos étnicos se pueden encontrar actualmente desde el sur de Italia y el sur de Albania hasta el Cáucaso, y también en las comunidades de la diáspora a otros muchos países. Actualmente, la mayoría de los griegos pertenecen formalmente a la Iglesia ortodoxa de Grecia. (3)
Se pueden atribuir a los griegos contribuciones muy notables en varios ámbitos de la cultura universal a lo largo de toda la Historia (las artes plásticas, la literatura, el teatro, la filosofía, la política, la música, las matemáticas, la ciencia, la arquitectura, la tecnología, las exploraciones, la cocina y el deporte).
Revisión Histórica sobre el pueblo griego. Etapas. Prehelenismo
1. Contexto Geográfico y Cronológico
La civilización griega se desarrolló en la península balcánica, las islas del mar Egeo y la costa occidental de Asia Menor (la actual Turquía). Esta región geográfica accidentada y dividida en múltiples valles y montañas fomentó la creación de ciudades-estado independientes y diferenciadas, conocidas como «polis.»
El origen de los griegos como grupo étnico y cultural tiene sus raíces en la Prehistoria, con un desarrollo que abarca desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce (aproximadamente 3000 a.C. – 1200 a.C.). Durante este período, la península balcánica experimentó la llegada y fusión de diversas poblaciones y culturas que dieron forma a lo que más tarde se conocería como la civilización griega.
2. Las Primeras Civilizaciones en Grecia: Los Minoicos y los Micénicos
Antes de la aparición de los griegos propiamente dichos, existieron dos importantes civilizaciones que influyeron en su desarrollo: los minoicos y los micénicos.
* Los Minoicos (3000 a.C. – 1450 a.C.): Establecidos en la isla de Creta, fueron una civilización marítima y comercial avanzada. Su cultura, centrada en torno a palacios como el de Cnosos, dejó un importante legado en la escritura (el Lineal A, aún sin descifrar) y en el arte. Los minoicos fueron una sociedad sofisticada y próspera, con un fuerte enfoque en el comercio marítimo en el mar Egeo y más allá.
* Los Micénicos (1600 a.C. – 1100 a.C.): Surgieron en la Grecia continental, en lugares como Micenas, Tirinto y Pilos. Se les considera los primeros griegos propiamente dichos, pues hablaban una forma arcaica de griego y utilizaron la escritura Lineal B, un sistema que ha sido descifrado y muestra registros administrativos y económicos.
Los micénicos adoptaron influencias minoicas, pero desarrollaron una cultura más guerrera y jerárquica. Fueron los protagonistas de la Guerra de Troya, un evento que quedó inmortalizado en la poesía épica de Homero.
El Período Oscuro (1200 a.C. – 800 a.C.)
Tras el colapso de la civilización micénica alrededor del 1200 a.C., Grecia entró en un período conocido como la Edad Oscura, caracterizado por la pérdida de la escritura, la disminución de la población y el declive de la organización política. Sin embargo, este tiempo fue crucial para la formación de la identidad griega.
Durante esta época, se produjeron migraciones y movimientos de pueblos dentro de la región. Los dorios, una tribu guerrera que se desplazó desde el norte, se asentaron en gran parte de la Grecia continental y en el Peloponeso, desplazando a los micénicos y otras poblaciones. Este período también vio la expansión de las tribus jónicas y eolias, que se asentaron principalmente en la costa de Asia Menor y las islas del Egeo.
La Formación de la Cultura Griega: Homero y la Época Arcaica
Hacia el final del Período Oscuro, la cultura griega comenzó a reemergir con la formación de las polis y la creación de una identidad cultural compartida. La lengua griega se consolidó, y se desarrolló un sistema de escritura basado en el alfabeto fenicio, dando lugar al alfabeto griego.
El poeta Homero, cuya obra épica «La Ilíada» y «La Odisea» se considera una mezcla de leyenda y memoria histórica, es un pilar fundamental para entender la mitología y los valores de los griegos en esta etapa. Estas obras no solo narran los eventos de la Guerra de Troya, sino que reflejan la moral, la religión y las estructuras sociales que comenzaron a definir a la civilización griega.
Durante la Época Arcaica (800 a.C. – 500 a.C.), se consolidaron las polis (ciudades-estado) como Atenas, Esparta, Corinto y Tebas. Cada una desarrolló sus propias leyes, sistemas políticos y tradiciones, pero todas compartían una lengua común, una religión con dioses como Zeus y Atenea, y la noción de una herencia helénica común.
Los Orígenes de los Pueblos Griegos: Mitos y Realidad
El origen de los griegos también está envuelto en mitología. Según la tradición griega, los helenos eran descendientes de Helén, el mítico ancestro de todas las tribus griegas. De Helén descendieron cuatro grandes grupos: los dorios, jonios, eolios y aqueos, quienes constituían las principales divisiones étnicas de la antigua Grecia.
Los dorios, jonios y eolios se establecieron en diferentes regiones, desarrollando dialectos y tradiciones distintas. Esta diversidad dentro de la unidad helénica es una característica clave de la historia griega.
Conclusión: La Conformación de la Civilización Griega
El origen de los pueblos griegos es una historia de migraciones, influencias culturales y desarrollo autónomo que, a lo largo de los siglos, resultó en la formación de una civilización única. La combinación de las culturas minoica y micénica, junto con las migraciones de los dorios y otras tribus durante la Edad Oscura, creó una mezcla diversa que, para el siglo VIII a.C., dio lugar a la Grecia arcaica.
La civilización griega, con su enfoque en la polis, la competencia (agon) y la filosofía, sentó las bases para muchas de las ideas que todavía son influyentes en la cultura occidental. Al final, la identidad griega fue el resultado de una síntesis cultural que unió a diferentes pueblos bajo una herencia compartida de lengua, religión y valores comunes, a pesar de las diferencias regionales.
Este complejo proceso de formación de los pueblos griegos no solo creó una civilización rica en filosofía, arte y política, sino que también estableció una base sólida para la Grecia clásica, cuyos ideales y logros continúan impactando al mundo moderno.
Auriga, detalle de un crátera ático de estilo geométrico. Original file (3,390 × 2,260 pixels, file size: 7.97 MB). Trachones…
El legado del pueblo griego
Se dice que los griegos son los padres de la civilización occidental debido a su enorme influencia en una amplia gama de áreas fundamentales para la cultura, la política, la filosofía, la ciencia y las artes que han moldeado el desarrollo de Occidente. A continuación, se detallan algunas de las razones por las que los griegos tienen este título:
1. Nacimiento de la Democracia
Una de las contribuciones más significativas de los griegos, especialmente de la ciudad-estado de Atenas, fue la creación del sistema democrático. La democracia ateniense, aunque limitada (solo participaban hombres libres y ciudadanos), sentó las bases de lo que hoy conocemos como gobierno por el pueblo. Conceptos como la participación ciudadana, el debate público y la toma de decisiones en asambleas populares son herencias directas de este modelo griego.
2. Desarrollo de la Filosofía
Los griegos son responsables de la fundación de la filosofía occidental. Filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles no solo desarrollaron pensamientos sobre la ética, la política, la naturaleza y la existencia humana, sino que establecieron marcos de razonamiento lógico y crítico que aún se utilizan en la actualidad. La filosofía griega buscaba explicar el mundo de manera racional y dio origen a disciplinas como la metafísica, la epistemología, la lógica y la ética.
3. La Ciencia y la Matemática
La civilización griega hizo avances significativos en las ciencias naturales y las matemáticas. Figuras como Pitágoras, Euclides, Arquímedes e Hipócrates fueron pioneros en sus respectivos campos. Los griegos introdujeron la idea de la observación y el razonamiento lógico como métodos para investigar la naturaleza. Las bases de la geometría moderna, la medicina basada en la observación y el método científico tienen sus raíces en el pensamiento griego.
4. El Teatro y la Literatura
Los griegos inventaron dos géneros teatrales que aún perduran: la tragedia y la comedia. Autores como Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes no solo crearon obras que se estudian y representan hasta hoy, sino que establecieron las estructuras y temas que continúan siendo relevantes en la literatura y el drama. Además, la épica homérica, con obras como La Ilíada y La Odisea, ha tenido un impacto duradero en la narrativa occidental.
5. La Historia y el Método Histórico
El concepto de escribir la historia como una disciplina objetiva, basada en la investigación y el análisis crítico, se originó en Grecia. Heródoto, considerado el «padre de la historia», y Tucídides, pionero en la historia basada en causas humanas y políticas, sentaron las bases de la historiografía. Su enfoque en la recolección de datos, el análisis de fuentes y la explicación racional de eventos marcó un punto de inflexión en cómo se entiende y registra el pasado.
6. El Arte y la Arquitectura
El arte y la arquitectura griegos influyeron profundamente en el desarrollo estético occidental. La escultura griega, con su énfasis en el ideal humano y la representación naturalista, se convirtió en un modelo a seguir durante el Renacimiento y más allá. En la arquitectura, los órdenes dórico, jónico y corintio han sido utilizados en edificios monumentales durante siglos. El Partenón en Atenas es un símbolo duradero de la arquitectura clásica.
7. El Pensamiento Político y Jurídico
Además de la democracia, los griegos reflexionaron profundamente sobre la política y la ética cívica. Platón y Aristóteles, por ejemplo, escribieron extensamente sobre la mejor forma de gobierno, la justicia y la estructura de la sociedad. Su pensamiento político ha influido en las teorías modernas sobre el estado, la gobernanza y los derechos humanos.
8. La Educación y el Humanismo
El concepto griego de la paideia, una educación integral que combina el desarrollo intelectual, moral y físico, es un antecedente de la educación liberal en la civilización occidental. Los griegos valoraban el desarrollo del individuo en todas sus dimensiones, sentando las bases del humanismo que floreció durante el Renacimiento y más adelante en la Ilustración.
9. El Espíritu Crítico y el Debate
La cultura griega promovía el cuestionamiento, el debate y el pensamiento crítico. La tradición de la dialéctica, o el arte de discutir y argumentar, fue esencial en la filosofía y la política griegas. Este espíritu crítico se mantuvo vivo en las tradiciones académicas europeas y ha sido una característica distintiva del pensamiento occidental.
10. Legado Duradero en el Derecho y la Ciudadanía
El concepto griego de ciudadanía, basado en derechos y deberes dentro de una comunidad política, influyó en el desarrollo de la noción de ciudadanía en Roma y, más tarde, en las repúblicas modernas. Asimismo, su enfoque en el derecho y la justicia, aunque no tan formalizado como en Roma, contribuyó a la evolución de sistemas legales en Occidente.
Conclusión
En resumen, los griegos son considerados los padres de la civilización occidental porque muchos de los pilares fundamentales sobre los que se construyeron las sociedades europeas (y, por extensión, el mundo moderno) se originaron en la cultura griega. Desde la filosofía y la política hasta el arte, la literatura y la ciencia, la influencia griega sigue siendo evidente en la forma en que entendemos el mundo, gobernamos nuestras sociedades y reflexionamos sobre la naturaleza humana.
En la antigüedad, los griegos se organizaban política y administrativamente en ciudades-estado y allí se originó el concepto de democracia. Se han establecido colonias y comunidades griegas a lo largo de la historia en muchos rincones del Mediterráneo, a pesar de que la nación se ha centrado siempre alrededor del mar Egeo, donde se habla la lengua griega desde la Antigua Grecia. (2)
En el siglo IV a. C. la expansión territorial más importante de los griegos llevó el helenismo hasta Asia Central e India y, después de la caída del Imperio romano y Bizancio hizo perdurar la cultura griega en el mar Mediterráneo oriental hasta 1453. Bajo el Imperio otomano y hasta el inicio del siglo XX, los griegos se encontraban instalados uniformemente entre el actual Grecia, la costa occidental de Anatolia, el mar Negro, Egipto, Chipre y Constantinopla; en general, estas regiones coinciden con las fronteras del Imperio bizantino a finales del siglo XI, y también con la zona de colonización griega en la antigüedad. Después de la Guerra Greco-Turca (1919-1922), un masivo intercambio de poblaciones entre Grecia y Turquía (1923) dejó casi toda la población étnica griega confinada dentro de las nuevas fronteras de Grecia y Chipre (isla entonces integrada al Imperio británico).
La nueva Grecia se constituía a partir de 1822 como un estado nación típico de la época, liberado del Imperio otomano. Otras poblaciones menores de griegos étnicos se pueden encontrar actualmente desde el sur de Italia y el sur de Albania hasta el Cáucaso, y también en las comunidades de la diáspora a otros muchos países.
Actualmente, la mayoría de los griegos pertenecen formalmente a la Iglesia ortodoxa de Grecia. (3)
Nombres de los griegos
Los habitantes de Grecia se denominan a sí mismos helenos (en griego antiguo Ἕλληνες; en griego moderno Έλληνες; en latín, Graeci), aunque han empleado y han sido conocidos por diferentes nombres a lo largo de la historia. Prácticamente toda nueva etapa histórica vino acompañada por la adopción de un nuevo término, ya fuese este completamente nuevo, remotamente antiguo, rescatado de la tradición o aportado por un pueblo extranjero.
A modo de ejemplo, los soldados que cayeron en la batalla de las Termópilas lo hicieron bajo el nombre de helenos. Posteriormente, en la Judea helenística, la palabra heleno modificó su significado para denotar a alguien que había abrazado el modo de vida griego; así, los libros de los Macabeos aluden con este nombre a los judíos que habían adoptado la cultura griega. En las escrituras del Nuevo Testamento, heleno se usa también como un término representativo de todos los pueblos no judíos (Epístola a los Gálatas 3:28). A finales de la Edad Antigua, los griegos se denominaban a sí mismos romeos o romios, es decir, «romanos»; téngase presente que a partir del año 212 prácticamente todos los griegos eran ciudadanos romanos. Tras la conversión al cristianismo del Imperio romano, heleno pasó a ser sinónimo de pagano.
Por lo que respecta al nombre de «griegos», este término fue empleado por los europeos occidentales. La adopción del mismo se produjo a partir del contacto con los colonos de la Magna Grecia, que llegaron en el siglo VIII a. C. Posiblemente estos primeros colonos eran descendientes de los dorios. En cuanto a los pueblos asiáticos, los persas y los turcos emplearon la palabra jonios, que se refiere a la región de la Grecia Antigua situada en la costa de Asia Menor.
Curiosamente, en georgiano se utiliza un gentilicio único para los griegos: ბერძენი, berdzeni. Esta denominación deriva de la voz georgiana para sabio, lo que se considera una alusión al hecho de que la Filosofía nació en Grecia.
Referencias bibliográficas:
- «Websters thesaurus». Greece. Archivado desde el original el 30 de septiembre de 2007. Consultado el 14 de octubre de 2006.
- Eastmond, A. Art and Identity in Thirteenth-Century Byzantium: Hagia Sophia and the Empire of Trebizond (2004). Ashgate Publishing, Ltd. Página 137
- Rapp SH, J. Sumbat Davitis-dze and the Vocabulary of Political Authority in the Era of Georgian Unification (Oct. – Dec., 2000). Journal of the American Oriental Society, Vol. 120, No. 4. Páginas 570-576.
- Los georgianos aplicaban este nombre en la Edad Media a Bizancio y a los bizantinos (ibid)
Los griegos, los pelícanos…
los Proto-Ellenos
Los griegos, los pelícanos…Los pelasgos fueron la continuación del Egeo, como los griegos postaclismicos y aunque a menudo son referidos como indiferenciados en tiempos históricos por los escritores clásicos, sin embargo, son el pandemonio del pueblo prehistórico de Grecia.Probablemente debido al olvido que siguió después de la inundación, los pelasgos son considerados los primeros habitantes de Grecia, por algunos, dejando el Egeo en parte. Otros todavía consideran a los griegos preliminares como pelícanos. Pero estas cosas no importan. Es importante que nosotros los griegos seamos indígenas.
Los pelasgos, según historiadores antiguos, eran los habitantes de más edad de Grecia.
Ahora se asume comúnmente que todos los sexos griegos se originaron en el mar de Pelasga, con las reglas de diferenciación. En otras palabras, todos los géneros griegos terminan en el ~ Pandemon of the Seas ~
~ A los Diez Pelícanos, que en la antigüedad, qué género pasaban contra Grecia…
~ (Stravon)
Isiodos afirma que Pelasgos era nativo del Peloponeso. :
.. Zeus y Niobi fueron la primera mujer mortal con la que Zeus se mezcló – dieron a luz a Argón y, como dice Acusilao, y Pelasgón, por quien los habitantes del Peloponeso fueron nombrados pelasgos. Isiodos también dice que Pelasgos era indígena (es decir, hijo de esta tierra).
(Biblioteca de Apolodorou, B, I, 1) De acuerdo con otro mito, Pelasgos era el hijo de Noseidón y su novia Larises, hermano de Aqueo y Fthios, de ahí los nombres, Pelasgiotis, Acaya y Ftiotis (por ejemplo, Lex Iliou, tom. 15 celda 691).
~Las Arcades dicen que el primer habitante de su país fue Pelasgos~ (Tour griego Pausani 8, Arcadian).
~ que durante ese período, mientras toda la tierra pasaba y dio toda clase de animales, bestia y día, sin embargo nuestra tierra permaneció, de bestia y barbarie, agonía y pura, llevó a cabo a los animales y dio a luz al hombre, que en inteligencia supera a los demás y cree que mira solo como los dioses~ (Platón, Menexeno, 237.2).
~que vivimos en este país, no por expulsión de otros, ni por su ocupación mientras era un desierto de habitantes, ni por nuestro asentamiento en él como un grupo de hojas diferentes, sino por el contrario nuestros genes son tan nobles y genuinos, que en este país, que nos dio a luz desde las laderas de ella, en él vivimos fácilmente sin interrupción porque éramos indígenas…
~ (Palabras Icrates, Festivo 24)
~ el igual de los pelasga, en las montañas boscosas nació por la tierra negra, para que los genes de los hombres pudieran existir ~ (Pausaniou, Tour griego, Arcadika I, 4,599)
~pero todos ellos son engañados por la ignorancia, atribuyendo a los extranjeros los logros de los griegos, porque los griegos no sólo crearon la educación, sino que también ejecutaron el principio de toda la raza humana~ (Diogenes de Laertios, Vida de Filósofos, A, Proimion)
~Las Arcades dicen que el primer habitante de su país fue Pelasgos …. La tierra, como dicen, fue nombrada en su honor, Rey de los Pelícanos… Lykaon, el hijo de Pelasgos… él fundó la ciudad de Lykosoura en el monte Lykae….. ~ (Pausaniou, Tour griego, 8 Arcadika, I, 4,599)
Mitología…~Prometheus llenó a la gente con agua y tierra y les dio el fuego que robó de Júpiter y trajo a la gente en una columna vertebral~
(Biblioteca Apollodorou, A, VII 1)Así que el primer hombre escapó al espacio griego. Esto ciertamente contradice el antiguo testamento. Pero el Antiguo Testamento es considerado, incluso por los historiadores judíos, el completamente fabricado, o una copia maligna de la mitología y la prehistoria griega. (Zeev Herzog, periódico Chora, 29-30.4.2000)
Fuentes: Biblia. Konstantinou Fr, Madinaou, los Pelasgi
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Dánaos (Δαναοί), argivos (Ἀργείοι) y aqueos (Ἀχαιοί)
En la Ilíada de Homero, las fuerzas griegas que asedian Troya son mencionadas con tres nombres diferentes: los argivos (en griego Ἀργείοι, Argeíoi; empleado 29 veces en el texto), los dánaos (Δαναοί, Danaoí; usado 138 veces) y los aqueos (Ἀχαιοί, Achaioí; usado 598 veces). (Nota y referencia: Excluyendo el Catálogo de las naves del libro II.).
Argivos procede de la antigua ciudad de Argos. El nombre deriva de la raíz arg-, que significa ‘brillante, reluciente’. Este lexema aparece en árgyros (ἄργυρος, que significa ‘plata’), argós (ἀργός que significa ‘brillante’) o en la palabra latina argentum ‘plata’. Dánaos es la denominación que se atribuye a la primera tribu en dominar el Peloponeso y el área alrededor de Argos. Con respecto a los aqueos, Pausanias indica que, desde Ftiótide, habían pasado al Peloponeso, donde estaban establecidos en Laconia y Argólide, hasta que fueron expulsados de allí por los dorios. Entonces ellos, a su vez, expulsaron a los jonios de la parte septentrional de la península del Peloponeso y llamaron a esa zona Acaya.
- Henry George Liddell, Robert Scott. A Greek-English Lexicon (1940).
- Pausanias VII,1,1-8.
Homer unter den Griechen por Nehrdich, Rolf Werner – The Photographic Archive of the Zentralinstitut für Kunstgeschichte, Germany – CC BY-NC-SA. Este enlace.
Los helenos (Ἕλληνες)
En el Catálogo de las naves de la Ilíada los helenos constituían un grupo relativamente pequeño, pero vigoroso. Entre sus principales asentamientos estaban Alo, Álope, Traquina y Argos Pelásgico. ( Ver: Homero. Ilíada, libro II, 681-685). Se han propuesto varias etimologías para la palabra «helenos», pero ninguna ha sido ampliamente aceptada. Entre ellas se incluyen sal («rezar»), ell («montañoso») y sel («iluminar»). Un estudio más reciente sigue la pista de una ciudad denominada «Hellás», próxima al río Esperqueo, que todavía se conoce por ese nombre. (Ver: Antonis Hatzis. Helle, Hellas, Hellene (1935). Atenas. Páginas 128-161).
No obstante, existe certeza acerca de que la raza helénica está relacionada con los selloí (Σελλοί), los sacerdotes del Oráculo de Dódona en el Epiro. Homero describe a Aquiles rezando al Zeus de Dódona como al dios ancestral: «Rey Zeus, señor de Dódona, dios de los pelasgos, que vives en la lejanía y reinas en Dódona, de frío invierno, donde habitan tus profetas los sello, con los pies sin lavar y que han de dormir en el suelo». (Ver: Homero, Ilíada, libro XVI, 233-235.).
Ptolomeo denomina al Epiro como «Hélade primordial» (Ver: Claudio Ptolomeo. Geografía. 3, 15) y Aristóteles recoge que un antiguo diluvio fue más severo «en la antigua Hélade, entre Dódona y el río Aqueloo […]. Aquí habitaban los selloí y aquellos que antiguamente se denominaban graeci y ahora helenos».(Ref: Aristóteles. Meteorología (en inglés). I, 352b). En consecuencia, la hipótesis de que los helenos fuesen una tribu del Epiro que más tarde emigró al sur hacia Ftía, en Tesalia, parece ser válida. La propagación del culto a Zeus desarrollado en Dódona (era una tendencia entre los griegos el formar comunidades y anfictionías cada vez mayores) y la creciente popularidad del culto de Delfos provocaron que el nombre se extendiese al resto de la península, que más tarde cruzase el mar Egeo hacia el Asia Menor y que por último llegase en el oeste a Sicilia y al sur de Italia, región que se conocía como Magna Grecia.
La primera aparición de la palabra helenos usando el sentido amplio del término se produce, según el geógrafo Pausanias, en una inscripción realizada por Ejembroto que fue dedicada a Heracles por su victoria en los Juegos Píticos, en el tercer año de la 48.ª Olimpiada (584 a. C.).(Ver: Pausanias. Descripción de Grecia. 10, 7, 6).
Al parecer, este significado comenzó a emplearse en el siglo VIII a. C. dentro de los Juegos Olímpicos y su uso se consolidó alrededor del siglo V a. C. Después de las guerras médicas apareció una inscripción en Delfos celebrando la victoria sobre los persas y alabando a Pausanias como el general al mando de los helenos. (Tucídides. Historia de la Guerra del Peloponeso (traducción al inglés). I, 132).
La conciencia de una unidad entre todos los helenos fue promovida por los festivales religiosos, en particular por los misterios eleusinos, en los cuales todos los participantes debían hablar griego; también fue impulsada de manera importante en los cuartos Juegos Panhelénicos (dentro de ellos se incluían los Juegos Olímpicos), en los cuales los concursantes eran admitidos en función de la tribu a la que pertenecían. No se permitía el concurso ni de mujeres ni de hombres que no fuesen griegos. Con posterioridad se producirían algunas excepciones a esta última regla, como la impulsada por el emperador Nerón, hecho que fue un símbolo de la hegemonía romana.
Bastante tiempo después de que se produjesen las migraciones históricas de los cuatro grupos tribales que los griegos reconocían, se comenzaron a desarrollar genealogías mitológicas para los mismos, según las cuales cada uno de estos grupos descendía de un fundador, cuyo nombre habría servido de epónimo para el de su pueblo.
Esta clasificación tuvo su influencia en el modo en que cada uno de estos pueblos norteños era percibido. De acuerdo con la principal leyenda, Helén, hijo de Deucalión y de Pirra, recibió de la ninfa Orseis tres hijos: Doro, Juto y Eolo. Doro y Eolo dieron su nombre a dos de las tribus: los dorios y los eolios. Juto tuvo dos hijos, Aqueo e Ion, que dieron nombre a los aqueos y a los jonios, respectivamente.
En la época de la guerra de Troya, a los habitantes del Epiro, de Molosia y Macedonia no se les consideraba helenos, ya que el nombre se limitaba a una pequeña tribu de Tesalia de la que Aquiles era miembro. No obstante, después de que el término se extendiese a todos los pueblos al sur del monte Olimpo, todavía siguió excluyendo a estos pueblos norteños de origen común. Uno de los factores decisivos que contribuyó a ello fue su negativa a participar en las guerras médicas, que fueron consideradas como un suceso trascendental por todos los helenos; con anterioridad a dichas guerras, representantes de estas tribus habían llegado a ser aceptados en los Juegos Olímpicos y habían competido junto a otros helenos. Tucídides llamó bárbaros a los habitantes de Acarnania, Etolia, Epiro y Macedonia, (Ver: Tucídides. Historia de la Guerra del Peloponeso. II, 68, 5 y III, 97, 5) aunque lo hizo en un sentido estrictamente lingüístico.
En cambio, el orador ateniense Demóstenes dijo que los macedonios eran peores que los bárbaros en su discurso Tercera Filípica, dirigido a Filipo II. Sin plantearse la cuestión de su origen, Demóstenes criticó que los macedonios no se hubiesen adherido a los estándares culturales helénicos: «no sólo no son helenos ni relacionados con los helenos, ni tan siquiera merecen la dignidad de ser llamados bárbaros, sino que son pestilentes truhanes de Macedonia, de donde todavía no ha sido posible comprar un esclavo decente». Polibio, en cambio, se refiere a las tribus del oeste de la Hélade, el Epiro y Macedonia como helénicas en todos los aspectos. (Polibio. Historias de Polibio. 9, 38, 5.).
Homer unter den Griechen por Nehrdich, Rolf Werner – The Photographic Archive of the Zentralinstitut für Kunstgeschichte, Germany.
«Homero entre los griegos.» Se refiere a la figura de Homero, el legendario poeta de la antigua Grecia, y cómo fue percibido o representado en la cultura griega.
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Helenos y bárbaros
En los siglos siguientes, «heleno» adoptó un significado más amplio, pasando a referirse a los pueblos civilizados, en contraposición con el término bárbaro, que aludía a los incivilizados.
Las tribus griegas se dieron cuenta rápidamente de que no hablaban la misma lengua que sus vecinos, por lo que tomaron la palabra βάρβαρος (bárbaros, «bárbaro») para ellos, con el significado de «hablante de una lengua extranjera». Se cree que el origen del término es onomatopéyico: bar-bar imitaría un tartamudeo, que es como a los hablantes de griego les sonaría el idioma de los extranjeros. (Ver: Oxford English Dictionary, 2nd Edition (1989). Entrada de «barbarous»
Este fenómeno también se produjo en la civilización egipcia, quienes, según Heródoto, «llamaban bárbaros a todos aquellos que hablasen una lengua diferente».
(Ver: Heródoto. Los nueve libros de la historia. Libro II, 158). En años posteriores, también lo harían los eslavos, quienes les dieron a los germánicos el nombre nemec, que significa «mudo», mientras que ellos se autodenominaban slověnski o «pueblo del mundo».
En su comedia Las Aves, Aristófanes llama «bárbaro» a un supervisor analfabeto que, sin embargo, enseña a hablar a las aves. Esto se debe a que el término comenzó a tomar un sentido peyorativo y pasó a ser empleado para aludir al modo de vida de los extranjeros, hasta acabar siendo sinónimo de «inculto» o «incivilizado». Por tanto, «un hombre analfabeto también es un bárbaro». (Ver: Aristófanes. Las Nubes. 492).
De acuerdo con Dionisio de Halicarnaso, un heleno se diferenciaba de un bárbaro en cuatro aspectos: el lenguaje refinado, la educación, la religión y el imperio de la ley.
(Dionisio de Halicarnaso. Historia antigua de Roma (traducción en inglés). Por su parte, Pablo de Tarso consideró su obligación predicar el Evangelio a todos los hombres: «helenos y bárbaros, tanto sabios como ignorantes».
(San Pablo. Epístola a los Romanos. 1, 14).
La distinción entre helenos y bárbaros perduró hasta el siglo IV a. C. Eurípides pensaba que era plausible que los helenos gobernasen a los bárbaros, ya que los primeros estaban predestinados a la libertad y los segundos a la esclavitud. (Ver: Eurípides. Ifigenia en Áulide. 1400). Aristóteles llegó a la conclusión de que «la naturaleza de un bárbaro y la de un esclavo es la misma».
(Ver: Aristóteles. Política. I, 5).
Las distinciones raciales se atenuaron por medio de las enseñanzas de los estoicos. Estos distinguían entre naturaleza y convención y sostenían que todos los hombres eran iguales ante Dios, por lo que, por naturaleza, un hombre no podía darle un trato desigual a otro.
Con el paso del tiempo, ser heleno pasó a considerarse, en palabras de Isócrates, un rasgo intelectual y no racial. Las conquistas de Alejandro Magno consolidaron la influencia griega en el Este, exportando la cultura griega a Asia y transformando permanentemente la cultura y la sociedad en la región. Isócrates declaró en su discurso Panegírico: «Atenas ha dejado tan atrás al resto de la humanidad en cuanto a pensamiento y expresión que sus alumnos se han convertido en los maestros del mundo, y ella ha hecho que el nombre de la Hélade ya no sea distintivo de raza, sino de intelecto, y que el título de heleno sea una insignia de educación en lugar de origen». (Isócrates. Panegyricus.)
Con pequeñas reformas, la civilización helenística supone la evolución de la de la Grecia Clásica a una civilización con dimensiones globales, abierta a todo el mundo. De modo similar, el término heleno evolucionó de ser un nombre nacional que aludía a la etnia griega a ser un término cultural empleado con todo aquel que orientaba su vida de acuerdo con los cánones griegos.
Griechen und Trojaner por Sebald Beham (Künstler_in) – Albertina, Austria – Public Domain. Https://www.europeana.eu
Los griegos (Γραικοί), los jonios (Ἴωνες) y Javán (יָוָן).
La palabra castellana «griego» se deriva de la latina «graecus», que a su vez procede de la voz griega ɣραικός (graikós), el nombre de una tribu de Beocia que emigró a Italia en el siglo VIII a. C. También se dice que hubo un semidiós epónimo: Greco (Γραικός). Por este nombre fueron conocidos los griegos en el oeste de Europa. Homero recogió a las fuerzas de Beocia dentro de la enumeración de naves que realizó en la Ilíada. Además, proporcionó la primera evidencia conocida de una ciudad de Beocia llamada Grea, (Ver: Homero. Ilíada. II, 498), mientras que Pausanias mencionó que Grea era el nombre de la antigua ciudad de Tanagra.( Ver: Pausanias. Boeotics and Phocaeic. Libro 5. Página 136). Cumas, una ciudad situada al oeste de Neápolis (la actual Nápoles) y al sur de Roma, fue fundada por colonos de Cime y Calcis junto con los graeci, los cuales, al entrar en contacto con los romanos, fueron los responsables de que estos últimos aplicasen su nombre para denominar a todas las tribus helénicas.
Soleto es una de las nueve ciudades con habla griega de la provincia de Apulia, Italia. Sus habitantes son descendientes de la primera ola de colonos griegos que llegaron al sur de Italia y a Sicilia en el siglo VIII a. C. El dialecto que hablan se deriva del griego dórico de los colonos y evolucionó independientemente del griego helenístico. La gente de estas ciudades se llaman a sí mismos grekos, del latín graecus, y se consideran a sí mismos helenos. Fuente: Colossus – the English Wikipedia. CC BY-SA 3.0
Como ya se ha comentado, Aristóteles es la fuente más antigua en usar esta palabra, ya que relata cómo un diluvio arrasó el Epiro central, una tierra donde sus habitantes solían ser llamados ɣραικοί (graeci) para ser después conocidos como Ἕλληνες («helenos»). (Ver:Aristóteles. Meteorología. I, 352a). Según Hesíodo, Greco era en la mitología un primo de Latino. El nombre de este personaje parece estar relacionado con la palabra ɣηραιός («anciano»), que era uno de los títulos que se les daba a los sacerdotes de Dódona; recordemos que éstos también eran denominados selloí, por lo que aparece una relación entre los dos nombres básicos de los griegos.
Bajo el dominio romano, a medida que éstos se esforzaban por dominar todos los ámbitos de la vida pública, la palabra «griego» fue adquiriendo una connotación despectiva. Horacio empleaba el término con admiración: «Graecia capta ferum victorem cepit et artes intulit agresti Latio» («La derrotada Grecia conquistó a los vencedores y civilizó a los ignorantes latinos»). Pero Cicerón acabó creando el término realmente peyorativo: graeculi.
Un nombre completamente diferente se estableció en el Este. Los pueblos antiguos del Cercano Oriente conocían a los helenos como yunan, derivado de la palabra persa yauna, que procedía a su vez del griego Ἰωνία (Jonia), la costa occidental del Asia Menor. Esta palabra estaba vinculada a la tribu de jonios, a los que los persas conquistaron a finales del siglo VI a. C., extendiendo el significado de la misma a todos los helenos. Todos los pueblos bajo influencia persa adoptaron el término. Así, la voz yavana del sánscrito tiene este origen, apareciendo la misma en fuentes antiguas de este idioma (la primera vez se produjo en la gramática de Pānini). La palabra yunan se emplea en la actualidad en las lenguas persa, árabe (يوناني), azerí, turca, hindi (यूनान), indonesia y malaya. Además, en el este del Mediterráneo se utilizó el nombre de Javán (יָוָן) para referirse a la nación griega, el cual está relacionado con los anteriores. Existe un personaje epónimo con ese nombre en la Biblia.( ver: Génesis 10:2).
Heleno como sinónimo de pagano
Heleno pasó a significar «pagano» en los comienzos del cristianismo y mantuvo ese significado hasta el fin del milenio, periodo durante el cual la primitiva iglesia cristiana se preocupó de acelerar este cambio de significado. Se cree que el contacto con judíos cristianos provocó que algunos cristianos empleasen el término heleno con un sentido de diferenciación religiosa. Los judíos, al igual que los griegos, se diferenciaban en su idioma de los extranjeros; sin embargo, lo hacían de acuerdo con motivos religiosos en vez de con estándares culturales. Así pues, los primeros cristianos adoptaron el término heleno como modo de diferenciación religiosa, provocando que el uso de la palabra como atributo cultural se fuese extinguiendo en beneficio del nuevo significado. Finalmente, los cristianos acabaron aludiendo a todos los paganos con este nombre.
San Pablo aparece usando heleno en los Hechos de los Apóstoles. Lo hace casi siempre en asociación con hebreo, posiblemente con la intención de sumar esas dos comunidades. Heleno se emplea por primera vez con un sentido religioso en el Nuevo Testamento. En el Evangelio según San Marcos 7:26, una mujer llega ante Jesús arrodillándose ante él: «Esta mujer era helena, siriofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsase de su hija al demonio». Evangelio según San Marcos. 7, 26-.
Ya que la nacionalidad o etnia de la mujer era siriofenicia, «heleno» (traducido como «griego» en algunas versiones, como en la Reina-Valera, y como «pagano» en otras, como las de Ulfilas o Wyclif) debe referirse a su religión. La evolución hacia un significado plenamente religioso fue lenta y se completó alrededor del siglo II o III. El estadista ateniense Arístides reconoció a los helenos como uno de los pueblos paganos más representativos, junto con los egipcios y los caldeos. (Arístides. Apología.).
Más adelante, Clemente de Alejandría informará acerca de un escritor cristiano desconocido que clasificó a todos los pueblos anteriores como helenos y habló de dos naciones viejas y una nueva: la nación cristiana. (Clemente de Alejandría. Misceláneas. 6, 5, 41.)
Varios libros escritos en esta época muestran con claridad el cambio semántico. Quizá el primero en hacerlo fue Tatiano en su obra Apología a los Griegos, completada en el año 170, donde critica las creencias paganas a fin de defender las cristianas. La más importante de las obras posteriores es Contra los helenos, denominada originalmente Contra los paganos de acuerdo con los manuscritos más viejos. El título fue cambiado por otro escritor en un tiempo en el que heleno había perdido por completo su significado original relativo a la etnia o a la cultura griega. En ese contexto, heleno significaba simplemente pagano en general, sin distinción de raza. Por otro lado, refiriéndose al fracaso del intento del emperador Juliano de restaurar el paganismo, el Papa Gregorio I escribió que: «la disputa se resolvió a favor de la cristiandad, mientras que la posición de los helenos quedó seriamente dañada». (Ver: Papa Gregorio. Contra Juliano. 1, 88).
Medio siglo más tarde, se produjo una protesta de cristianos contra el patriarca de Alejandría, al que acusaron de ser un heleno.
El emperador romano Teodosio I tomó las primeras medidas legales contra el paganismo, pero fueron las reformas jurídicas del bizantino Justiniano I las que impulsaron la persecución del fenómeno a gran escala. El Corpus Juris Civilis contenía dos estatutos que decretaban la total destrucción del «helenismo», incluso en la vida civil, que se hicieron cumplir incluso a los hombres situados en altos puestos. La desaparición oficial del paganismo hizo que los no cristianos se convirtiesen en una amenaza pública, lo que contribuyó a que heleno perdiese todavía más su significado original. Paradójicamente, Triboniano, el jurista de Justiniano encargado del Corpus, era, según la enciclopedia de la Suda, un heleno (pagano). (Ver: Diccionario de la Suda, entrada τ (t)).
La acepción de pagano del término heleno ha conseguido pervivir hasta tiempos recientes. Ciertos grupos que apoyan la restauración del culto a los dioses olímpicos se autodenominan politeístas helénicos o helenistas. Fuera de Grecia, estos grupos se preocupan en afirmar que no se consideran griegos por el hecho de llamarse a sí mismos helenos.
Homer unter den Griechen por Nehrdich, Rolf Werner – CC BY-NC-SA. https://www.europeana.eu
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Romanos y romios (Ρωμιοί)
Durante el final de la Edad Antigua y la Edad Media, los griegos fueron conocidos con el nombre político de «romanos». El término originalmente sólo englobaba a los ciudadanos de la ciudad de Roma, pero tras la promoción de los griegos en el Imperio romano, el término perdió en parte su conexión con los latinos. En el año 212, la Constituio antoniana (o Edicto de Caracalla) del emperador romano Caracalla otorgaba la ciudadanía romana a todos los habitantes libres de las provincias dependientes de Roma. No obstante, los griegos modificaron su título político recién adquirido y empezaron a llamarse a sí mismos «romios» (en griego Ρωμιοί, romioí; la palabra en singular es Ρωμιός, romiós). Con la acuñación de este nuevo nombre pretendían reafirmar su doble condición de ciudadanos romanos y de herederos de la historia, la cultura y la lengua helénicas. Además, esta palabra también aludiría a la afiliación de los griegos a la Iglesia ortodoxa, persiguiéndose con ello que la cristianización del Imperio romano sólo supusiese la degradación del término heleno, pero no la del pueblo al que originalmente aludía. La palabra romios pasó a englobar a todos los griegos que formaban parte del Imperio bizantino. Los griegos todavía la emplean hoy en día, aunque en contadas ocasiones, siendo el nombre nacional más popular después de heleno.
Hieronymus Wolf fue un historiador germánico del siglo XVI. Después de entrar en contacto con los trabajos de Laónico Calcocondilas, continuó estudiando la historiografía bizantina a fin de distinguir la historia griega medieval de la historia de la Antigua Roma. ( Colossus – the English Wikipedia). Dominio público.
Este préstamo extranjero tuvo en sus comienzos un significado más político que nacional, dentro de las aspiraciones de Roma de englobar a todas las naciones del mundo bajo su dominio y religión. Hasta comienzos del siglo VII, cuando el Imperio bizantino todavía se extendía por amplias regiones y sobre muchos pueblos, el uso del nombre romano siempre indicaba ciudadanía y nunca ascendencia u origen. Las diferentes etnias crearon sus propios nombres para referirse tanto a la ciudadanía como a su genealogía. Por ello, el historiador Procopio prefiere llamar a los bizantinos «romanos helenizados», mientras que otros autores usan términos como greco-romano, buscando el referirse a ambos aspectos simultáneamente. En el mismo siglo, las invasiones de los lombardos y de los árabes resultaron en la pérdida de muchas de las provincias, entre las que se incluían Italia y todas las asiáticas excepto Anatolia. Las regiones que se mantuvieron eran mayoritariamente griegas, por lo que el Imperio se convirtió en una unidad más cohesionada que acabó por desarrollar una identidad propia. A diferencia de lo ocurrido en los siglos precedentes, existe un fuerte sentimiento nacionalista que se refleja en los documentos bizantinos de finales del primer milenio.
El fracaso de los bizantinos a la hora de proteger al Papa de los lombardos obligó a éste a pedir ayuda al rey de los francos, Pipino III. El Papa consagra a Pipino y le confiere los títulos de «Rey de los francos» y «Patricio de los romanos» (Patricius Romanorum), lo que origina un serio conflicto con los bizantinos. En el año 772, Roma deja de conmemorar al primer emperador con sede en Constantinopla, mientras que en el año 800 Carlomagno es coronado como «Emperador romano» por el propio papa, acto con el que rechaza de manera oficial al Imperio romano de Oriente como auténtico Imperio romano. De acuerdo con la interpretación que hacen los francos de los hechos, el Papa «transfirió la autoridad romana imperial de los griegos a los germanos, en el nombre de su excelencia, Carlos».
Ver ref. Papa Inocencio. Decretalium, Romanourm imperium in persona magnifici Caroli a Grecis transtuli in Germanos.
A partir de ese momento, se desarrollará una disputa acerca de los derechos imperiales romanos. Uno de los argumentos esgrimidos en Occidente, ante la obviedad de la existencia de un emperador en Constantinopla, fue el afirmar que éste no podía ser el heredero del legado romano, pues los griegos no tenían nada que ver con él. El Papa Nicolás I escribe al emperador bizantino Miguel III diciendo: «Dejaste de ser llamado Emperador de los romanos, ya que los romanos de los que afirmas ser emperador son, según tu opinión, unos bárbaros».
Ver ref. Epístola 86. Año 865. PL 119, 926
Por tanto, el emperador en Oriente pasó a ser conocido en Occidente como el emperador de los griegos, reservándose los títulos de «Emperador romano» e «Imperio romano» para el rey de los francos. Se trató de una disputa puramente nominal, sin que se produjese reclamación de tierras alguna. No obstante, la reacción de los bizantinos ante el cambio demuestra lo cercano que el nombre de romano se había convertido para ellos. De hecho, el obispo Liutprando de Cremona, un delegado de la corte franca, fue brevemente encarcelado en Constantinopla por no referirse al «Emperador romano» por su título apropiado y en represalia porque el rey franco Otón I se hubiese proclamado «Emperador del sacro imperio romano germánico». (Ver: Liutprand. Antapodosis).
Restauración del significado de «heleno»
En el siglo IX comenzó una recuperación de significados pasados del término heleno, una vez que el paganismo había sido eclipsado y no suponía una amenaza a la supremacía del cristianismo. La recuperación de estos antiguos significados siguió una evolución similar a la que se produjo en su pérdida. Recuérdese que el nombre se había originado con un sentido nacional en la Antigüedad, se había convertido en término cultural en el periodo helenístico y había terminado con un significado religioso en los comienzos del cristianismo. En cambio, con la desaparición del paganismo y el restablecimiento de la enseñanza en el Imperio bizantino, la palabra recuperó en primer lugar su significado cultural. Finalmente, alrededor del siglo XII, retomó su sentido de «etnia griega», siendo sinónimo en ese momento de «romano».
Entrada de los cruzados en Constantinopla, por Eugène Delacroix, 1840. El saqueo de Constantinopla en el año 1204 por los cruzados exacerbó el nacionalismo dentro del Imperio bizantino y creó un sentimiento de desprecio hacia los «latinos» que se ilustra en los documentos de la época. Nicetas Acominatos recoge de manera muy viva este saqueo y sus secuelas. Eugène Delacroix – The Yorck Project (2002) 10.000 Meisterwerke der Malerei (DVD-ROM), distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH. Dominio público.
Existen escritos del siglo XI en adelante que muestran esta restauración semántica de heleno, realizados por autores como Ana Comnena, Miguel Psellos, Juan III Vatatzés, Gemisto Pletón y otros. Por ejemplo, Comnena se refiere a sus contemporáneos como helenos, pero no usa la palabra como sinónimo de pagano. Es más, ella presume de su educación helénica clásica y de que habla como una nativa de griego, y no como una extranjera que ha aprendido el idioma.
La refundación de la Universidad de Constantinopla promovió el interés en la enseñanza, en particular de los estudios griegos. Así, el patriarca Focio afirmaba que «los estudios helénicos son preferidos sobre los de las obras espirituales». Miguel Psellos se tomó como un cumplido cuando el emperador Romano III lo alabó por haber sido educado «siguiendo el modo helénico» y calificó como debilidad del emperador Miguel IV el que éste estuviese desprovisto de una formación helénica. Por su parte, Anna Comnena afirmó que ella había «llevado su estudio del idioma helénico hasta el más alto nivel». Además, hablando acerca de un orfanato que su padre había fundado, afirma que «allí se podía ver a un niño latino siendo entrenado, a uno escita estudiando el idioma helénico, a uno romano manejando textos helénicos y a un heleno analfabeto hablando en idioma heleno correctamente».
Ver ref. Ana Comnena. La Alexiada (en inglés Archivado el 14 de agosto de 2014 en Wayback Machine.). Prólogo. I
A principios del siglo XIII, la Cuarta Cruzada, una expedición destinada inicialmente a la reconquista de Tierra Santa, acaba con el saqueo de Constantinopla por parte del ejército cruzado. Eustacio de Tesalónica se referirá a la caída de la ciudad denominando a los invasores con el nombre genérico de «latinos», en el que englobaba a todos los fieles de la Iglesia católica, y con el de «helenos» a la población dominante del Imperio. Este hecho provocó una nueva acentuación del nacionalismo griego. Nicetas Acominatos insiste en usar el nombre de helenos, enfatizando los ultrajes de los latinos a los helenos en el Peloponeso y comentando cómo el río Alfeios podría llevarles la noticia a los bárbaros de Sicilia, los normandos.
Ver ref.: Espugnazione di Thessalonica, pp.32, Palermo 1961 y Nicetas Choniates. The Sack of Constantinople. Å, Bonn. Página 806.
El segundo emperador de Nicea (imperio en el que se habían reorganizado los restos del Imperio bizantino), Juan III Ducas Vatatzés, le escribió una carta al papa Gregorio IX acerca de la sabiduría que «llueve sobre la nación helénica». Afirmaba que la transferencia de la autoridad imperial de Roma a Constantinopla había tenido un carácter nacional y no geográfico, por lo que no pertenecía ahora a los «latinos» que habían ocupado la ciudad. En cambio, según sostenía, el legado de Constantino había pasado a los helenos y sólo ellos eran sus herederos y sucesores.
Ver ref. John Vatatzes. Unpublished Letters of Emperor John (1872). Atenas. I, páginas 369 – 378-
Su hijo, Teodoro II Láscaris, se ocupó de extender el nombre de helenos con auténtico fervor nacionalista. Así, afirmó que «la helénica destaca entre todas las demás lenguas» o que «toda clase de filosofía y forma de conocimiento es un descubrimiento de los helenos… ¿Qué tenéis que mostrar, vosotros, italianos?».
(Ver ref. Theodore Lascaris. Christian Theology. 7,7 y 8)
La evolución del nombre fue lenta y nunca acabó por reemplazar a «romano» por completo. De este modo, Nicéforo Grégoras denominó a su trabajo histórico Historia Romana. Por su parte, el emperador Juan VI Cantacuzeno, un gran partidario de la educación griega, en sus propias memorias siempre se menciona a los bizantinos con el nombre de romanos.
ref. Juan Cantacuzeno. Historia. 4, 14
No obstante, en una carta enviada por el sultán de Egipto, Naser Hasan Ben Mohamed, éste alude al emperador por el nombre de «Emperador de los helenos, búlgaros, sasánidas, rumanos, rusos, alanos», pero no de los «romanos».
Nota: Textos similares fueron redactados por los escribas de algunos reyes del Norte, como los de Rusia, Polonia, Lituania…
Ya en los últimos años del Imperio, Gemisto Pletón le señaló a Constantino XI que los hombres que dirigía eran «helenos, tal y como su raza, lenguaje y educación testifica», mientras que Laónico Calcocondilas era partidario de sustituir completamente la terminología romana por la griega. (Ref. George Gemistus Plethon. Paleologeia and Peloponessiaka. Página 247 y Laonicus Chalcondyles. History I. 6.).
El propio Constantino terminó por proclamar a Constantinopla como «el refugio de los cristianos, esperanza y deleite de todos los helenos». (George Phrantzes. History. 3,6). El mismo emperador, en su último discurso antes de la desaparición del Imperio, llamó a su audiencia a concentrarse en las defensas refiriéndose a ellos como los «descendientes de los helenos y los romanos», en un intento de combinar el sentimiento nacional con la tradición romana del Imperio bizantino, ambos respetados por los sujetos presentes.
Los bizantinos (Βυζαντινοί)
El término «Imperio bizantino» fue introducido por el historiador germano Hieronymus Wolf, alrededor de un siglo después de la caída de Constantinopla. Este autor introdujo un nuevo sistema de historiografía bizantina en su obra Corpus Historiae Byzantinae a fin de distinguir la historia de la antigua Roma de la historia de la Grecia medieval, sin necesidad de aludir a los predecesores históricos. Varios historiadores adoptaron esta terminología, entre ellos Montesquieu, que sería quién más la popularizaría en el siglo XVIII, aunque su uso fue minoritario, prefiriéndose el término «Imperio griego». Por ejemplo, los historiadores ingleses preferían emplear la terminología romana; en cambio, los franceses prefirieron usar la palabra griego. El término reapareció a mediados del siglo XIX y ha dominado desde entonces la historiografía. Esto ha ocurrido incluso en Grecia, a pesar de las objeciones notables como la de Konstantinos Paparrigópulos. Pocos investigadores griegos adoptaron la terminología en aquel momento, popularizándose la misma en la segunda mitad del siglo XX.
Edward Gibbon. Historia de la Decadencia y Caída del Imperio romano. Alexandre Rambeau. L’Empire grec au Xe siecle.
nota 2: Ρωμαίος («romano») siguió siendo un nombre muy popular en Grecia para decir «griego», incluso hasta después de la fundación del estado griego moderno en 1829.
Edades moderna y contemporánea
En el año 1453, los turcos otomanos toman Constantinopla, provocando la caída del Imperio bizantino. A partir de este momento, se va a librar un fiero y prolongado debate ideológico en torno a los tres nombres nacionales rivales que poseían los griegos. Esta contienda se suavizó tras la Guerra de la independencia de Grecia, pero no se resolvió completamente hasta el siglo XX, tras la pérdida del Asia Menor ante los turcos.
Desde la Alta Edad Media, la noción de «heleno» como persona de origen griego estaba firmemente establecida. No obstante, la mayoría de la población seguía considerándose «romana», es decir, descendiente del Imperio bizantino. Esto ocurría sobre todo en las zonas rurales alejadas de los centros urbanos. A modo de ejemplo, el poeta y revolucionario griego Rigas Feraios llamaba a «búlgaros y albanos, armenios y romanos» a levantarse en armas contra los otomanos. (Ver ref:Rigas Feraios. Thurius. Línea 45).
«Griego» era el menos popular de los tres términos, aunque era bastante usado por los eruditos e investigadores. De este modo, Adamantios Koraís, un famoso clasicista griego, justificaba su preferencia por el término en su obra Diálogo entre dos griegos: «Nuestros antepasados solían llamarse a sí mismos griegos, pero más tarde tomaron el nombre de helenos de un griego llamado Heleno. Uno de los dos es, por lo tanto, nuestro nombre verdadero. Yo prefiero usar griego porque así es como las ilustradas naciones de Europa nos conocen». (Ref. Adamantios Korais. Dialogue between two Greeks (1805). Venecia. Página 37.)
Para Koraís, helenos era el nombre de los habitantes precristianos de Grecia.
La ausencia del estado bizantino hizo que el uso de romano descendiese paulatinamente, permitiendo a heleno recuperar el puesto de denominación principal. Una vez que el término fue ampliamente aceptado por los líderes políticos y espirituales de la región, su empleo se extendió rápidamente al resto de la población. Esto ocurrió sobre todo durante el comienzo de la Guerra de la independencia, en la que muchos dirigentes militares distinguían entre los romanos inactivos y los griegos rebeldes. (Ref. Ioannis Kakrides. Ancient Greeks and Greeks of 1821 (1956). Tesalónica).
En particular, el general Theodoros Kolokotronis remarcó esta distinción al dirigirse siempre a sus tropas revolucionarias con el nombre de helenos y al llevar siempre un casco griego antiguo. Por su parte, el general Ioannis Makrygiannis hizo referencia a un sacerdote que cumplía con su deber en el seno de los romanos (civiles), pero que espiaba en secreto para los helenos (revolucionarios).
Los ciudadanos del nuevo estado independiente pasaron a llamarse helenos, en referencia a la Antigua Grecia. Este hecho produjo una atención excesiva sobre ese periodo de la historia, dejándose de lado etapas más recientes y con legados también importantes, como la bizantina. Esta tendencia clasicista se moderó debido al impulso de la «Gran Idea» griega, o Panhelenismo. Este movimiento pretendía la creación de un gran estado helénico, que agrupase a todos los pueblos de lengua y etnia griegas. En particular, buscaba la recuperación de Constantinopla, capital del viejo imperio.
Bibliografía «Los nombres de los griegos»
- Panagiotis Christou, The Adventures of the National Names of the Greeks (1964). Tesalónica
- Antonios Hatzis, Elle, Hellas, Hellene (1935-1936′). Atenas
- J. Juthner, Hellenen und Barbaren (1923). Leipzig
- Basso Mustakidou, The words Hellene, Greek, Roman, Byzantine, Ottoman, Turk (1920)
- Ioannis Kakrides, Ancient Greeks and Greeks of 1821 (1956). Atenas
- A. Rambeau, L’empire Grecque au X’ siecle
- John Romanides, Romanity, Romania, Rum (1974). Tesalónica
- Steven Runciman, Byzantine and Hellene in the 14th century
(Continuación: Identidad del pueblo griego.)
A. Helenos
(en griego, Έλληνες, hélēnes): Homero se refiere a los hellenes como una pequeña tribu del sur de Tesalia, acaudillada por Aquiles en la guerra de Troya. (4) En la mitología griega, Helén es el patriarca de los helenos, supervivientes del diluvio universal. (5) Parece que el mito fue desarrollado por las tribus griegas cuando empezaban a individualizarse las unas de las otras, para indicar su origen común. Aun así, actualmente no hay una explicación etimológica clara de esta denominación.
B. Griegos
(en griego, Γραικοί, graikoi): de acuerdo con Hesíodo, según la mitología griega, Greco sería un sobrino de Helén, y los que antes se denominaban graikoi acabarían diciéndose hellenes. (6) De hecho, según la tradición griega, puede ser que el origen del pueblo griego se encuentre en la región central de Grecia. Una teoría moderna hace derivar la palabra «griega» del gentilicio de Graia (Γραία), una población de la costa de Beocia, que se correspondería con el actual Tanagra. Colonos procedentes de Graia participaron en la fundación de Cumas (750 a. C.) en Italia y cuando los romanos, en su expansión hacia el sur, se los encontraron los denominaron graeces, y después hicieron extensivo este nombre a todos los helenos en general. (7) En griego, graia (γραία) quiere decir ‘antigua’, de forma que los griegos serían también «los antiguos».
C. Los Dorios.
La de los dorios (griego antiguo: Δωριεῖς Dōrieis, singular Δωριεύς Dōrieus) era una de las cuatro tribus griegas antiguas (las otras tres eran la de los aqueos, la de los jonios y la de los eolios).
Los dorios se distinguían por su idioma, por su sociedad y por su tradición histórica. Los relatos tradicionales colocan su lugar de origen en las regiones del norte de la Grecia antigua, desde donde algunas circunstancias desconocidas los condujeron hacia el sur de la región del Peloponeso, a ciertas islas de la parte sur del mar Egeo y a la costa sur de Asia Menor. Durante cierto tiempo se consideró su irrupción como una invasión que desestabilizó los Estados micénicos, destruyendo sus formas culturales y sustituyéndolas por las de los invasores. Indro Montanelli señala que los dorios introdujeron criterios racistas en Grecia.(Ver ref.Montanelli, Indro (1963). Historia de los griegos. Barcelona: Plaza & Janés. p. 30.). Su área de dominio histórico los sitúa en el Peloponeso y en la época clásica, con el desarrollo de la cultura espartana, el ejemplo apical de la sociedad y cultura dorias.
La mitología atribuyó este nombre al fundador epónimo, Doro, hijo de Helén, patriarca mitológico de los helenos.
La identidad doria. El nombre de los dorios
El nombre de un hombre, Dōrieus, recibe una breve mención en las tablillas de lineal B en Pilos, una de las regiones invadidas y conquistadas por los dorios. La tablilla de Pilos Fn867 lo registra en el caso dativo como do-ri-je-we, *Dōriēwei. Un plural sin confirmar, *Dōriēwes, se habría convertido en Dōrieis, mediante la pérdida de la w y la contracción, pero en la tablilla es solo un nombre de hombre. Fn867 trata de la contribución de grano a un templo.2 Se desconoce si esto significa «el Dorio» o tuvo el significado original del nombre propio «Dorio».
Según Julius Pokorny ‘dorio’ deriva de Doris, «bosque» (que también puede significar «tierra alta»).3 El segmento Dori sería del grado-o del indo-europeo *deru-, «árbol». Dorio podría traducirse como «la gente del campo», «la gente de la montaña», «los montañeses», «la gente de los bosques», o algún apelativo parecido, lo que encaja eminentemente con su reputado origen.
La tradición de Heródoto
Heródoto mismo era de Halicarnaso, una colonia doria en la costa suroeste de la actual Turquía, que continuó con la tradición literaria de su tiempo y escribió en griego jónico, siendo uno de los últimos autores que lo hizo. Describió las guerras médicas, dando cuenta de manera breve de la historia de los protagonistas, griegos y persas.
Heródoto menciona que la «gente ahora llamada dorios» eran vecinos de los pelasgos de Tesalia. Las mujeres tenían un vestido característico, decía, una túnica (un vestido plano) que no necesitaba sujetarse con broches. Fueron inmigrantes en el Peloponeso. (1.57, online en Perseo.).
Entre ellos estaba el pueblo más tarde conocido como lacedemonios, uno de cuyos reyes se llamaba Dorieo.
La tradición de Pausanias
Otra fuente principal acerca de la identidad doria es la Descripción de Grecia de Pausanias. Relata que los aqueos del Peloponeso fueron expulsados de sus tierras por los dorios que venían del Eta, una región montañosa fronteriza con Tesalia. Los guiaba Hilo, un hijo de Heracles, pero fueron derrotados por los aqueos. Al mando de otro líder consiguieron derrotar a los aqueos y permanecer en el Peloponeso, un suceso al que llamaron «el retorno de los Heráclidas». Habían construido barcos en Naupacto con los que cruzar el golfo de Corinto. La tradición de Pausanias ve esta invasión como un retorno de los dorios al Peloponeso, aparentemente queriendo decir, un retorno de las familias que gobernaban en Etolia y el norte de Grecia a una tierra en la que ellos habían estado y poseído anteriormente. El retorno se describe con detalle: hubo «disturbios» en todo el Peloponeso, excepto en Arcadia, a causa de la llegada de los nuevos colonos dorios. Pausanias continúa describiendo la conquista y reasentamiento de Laconia, Mesenia, Argos y el resto de lugares, y la emigración desde allí hasta Creta y la costa de Asia Menor.
Distinciones idiomáticas
Artículo principal: DóricoEl dialecto dórico se hablaba a lo largo de la costa del Peloponeso, en Creta y al suroeste de Asia Menor. Se ha postulado una relación cercana entre el dórico, el griego antiguo del Noroeste y el antiguo idioma macedonio. En períodos más tardíos, predominaron otros dialectos, sobre todo el ático, sobre el que estaba basado la koiné o el idioma común griego del periodo helenístico. La principal característica del dórico fue la preservación del indoeuropeo [un:], <α> larga, que en el ático-jónico se convirtió en [ε:], <η>. El tsakonio, un descendiente del griego dórico y una fuente de gran interés para los lingüistas, todavía se habla sorprendentemente en algunas regiones de la costa sur de la Argólida del Peloponeso, en la costa de la moderna prefectura de Arcadia.
Algunos autores atribuyen a los dorios la introducción de la pederastia en la Antigua Grecia. Algunos han postulado que esto tuvo lugar en el momento de su migración original y otros que mucho más tarde, alrededor del 630 a. C., comenzando en Creta y extendiéndose a Esparta y al resto de las ciudades-estado griegas. Según Erich Bethe
«Lo que trajeron los dorios fue el amor al efebo como una institución honorable y reconocida. Los dorios regulaban estrictamente la relación amorosa entre el hombre y el muchacho y la trataban como un arreglo muy importante, muy público con una seriedad honorable bajo la protección de la familia, la sociedad, el Estado y la religión… En Esparta, Creta y Tebas… la educación de la clase gobernante descansaba en la pederastia, [y era dirigida hacia] la areté y la virtud masculina, que se manifestaba principalmente en la guerra.»
(Ver. Erich Bethe, «Die dorische Knabenliebe: ihre Ethik une ihre Idee, » Rheinisches Museum für Philologie, 62; 1907 pp441, 444.)
Existe un orden dórico de arquitectura y un modo dórico de música (véase también raíces del acorde de guitarra). La columna se caracterizaba por su simplicidad y fuerza, la música por sus cualidades marciales. La columna dórica se utiliza ampliamente a principios del siglo XXI, particularmente en edificios gubernamentales y otros edificios grandes.
Culturalmente, además de su dialecto dórico del griego, estas colonias retuvieron su calendario dórico característico, que giraba alrededor de un ciclo de festivales de los cuales, el de las Jacintias y el de las Carneas eran especialmente importantes.
El concepto de la invasión dórica
Artículo principal: Invasión dórica
Es incuestionable que una población dóricoparlante entró en el Peloponeso y en otras zonas de Grecia desde el exterior y desplazó a parte de la población previa, cambiando el dialecto principal del micénico al dórico. Sin embargo, se discute cuál fue el momento en que se produjeron estas migraciones. Tradicionalmente se las hace coincidir con las destrucciones de los palacios micénicos, en torno a 1200 a. C. Los antiguos se referían a estos sucesos como el retorno de los Heráclidas; es decir, las familias gobernantes, lejanamente emparentadas con las familias de la Grecia micénica, volvían para reclamar una parte de la tierra de sus ancestros, usando un ejército dorio para hacerlo. Otros autores, como Rubinsohn, han defendido que la irrupción de los dorios ocurrió unos dos siglos más tarde; por otro lado, John Chadwick cree apreciar en las tablillas de lineal B una cohabitación de los dorios con los micénicos. (Ver ref. Luis García Iglesias, Los orígenes del pueblo griego, p. 184-185. Madrid, Síntesis, 2000. ISBN 84-7738-520-3.).
Distribución posmigracional de los dorios
Aunque muchos de los invasores dóricos se asentaron en el Peloponeso, también lo hicieron en Rodas y en Asia Menor, donde se levantarían en tiempos posteriores la Hexápolis dórica (las seis ciudades dorias): Halicarnaso y Cnido en Asia Menor, Cos y Lindos, Cámiros e Ialisos en la isla de Rodas. Estas seis ciudades se convertirían más adelante en rivales de las ciudades jónicas de Asia Menor. Los dorios también se asentaron en Creta.
Estas tradiciones del origen permanecieron con fuerza en los tiempos clásicos: Tucídides vio en parte la guerra del Peloponeso como «jonios luchando contra dorios» y contó la tradición de que los pobladores de Siracusa en Sicilia eran descendientes de los dorios. Otras supuestas colonias dóricas, originalmente de Corinto, Mégara y las islas dóricas, jalonan la costa sur de Sicilia desde Siracusa hasta Selinunte.
ArqueoUDIMA 53 – «Dorios: historiografía y sustrato étnico»
Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA
58,7 K suscriptores4544 visualizaciones 28 ago 2023Fe de erratas: – En el minuto 4 – En la Ilíada no se cita a los dorios; sí, a los heráclidas. La primera mención explícita de los dorios en la literatura helénica aparece en la Odisea. – En el minuto 5 – El pasaje sobre la conversación que un Odiseo «disfrazado» mantiene con su esposa Penélope, a su llegada a Ítaca, no corresponde a a Píndaro. Pertenece realmente a la Odisea de Homero. El profesor Daniel Casado Rigalt analiza una de las tribus fundacionales de la Antigua Grecia: los dorios. Sobre los dorios se han vertido multitud de teorías y enfoques que han ido evolucionando al calor del contexto geopolítico y las tendencias historiográficas desde el siglo XIX hasta la actualidad. palabras clave: dorios, historiografía, tribus griegas, aqueos, jonios, Müller, fuentes griegas, Grecia antigua, Esparta, Atenas Música durante la locución: «What have we lost» by David James Terry.
Bibliografía sobre los Dorios
- Karl Otfried Müller, Die Dorier (The Dorians), (1824).
- Karl Otfried Müller, The History and Antiquities of the Doric Race, Eng. trans., Oxford, 1830. 2 vols.
- Robert Drews, The End of the Bronze Age: Changes in Warfare and the Catastrophe CA. 1200 B.C., Princeton University Press, Princeton, New Jersey, 1993.
- Sarah B. Pomeroy et al., Ancient Greece: A Political, Social, and Cultural History, Oxford University Press, 1999.
- Indro Montanelli, Historia de los Griegos; Edit. Plaza & Janés, Barcelona, 1963.
- John Chadwick, El mundo micénico, Madrid:Alianza (2005), ISBN 84-206-7920-8.
D. Aqueo (pueblo)
Aqueos (en griego, Ἀχαιοί, ajaioí): Homero, a la Ilíada, denomina dánaus y aqueus a los griegos en general, y probablemente eran nombres que designaban pueblos de la civilización micénica, es decir, pueblos preexistentes que serían expulsados por la invasión doria hacia el que ahora es la región de Acaia, al Peloponeso. (8) (9) Documentos egipcios se refieren a los ekwesh, uno de los pueblos de la mar que atacaron Egipto durante el reinado de Merenptah (1213-1203 a. C.), y que podrían ser los aqueos. (10):
Aqueos (del latín Achaei; griego: Ἀχαιοί, Akhaioí) es uno de los nombres colectivos utilizados para el conjunto de los griegos en la Odisea y en la Ilíada de Homero. Los otros términos son dánaos (Δαναοί, utilizado 138 veces en la Ilíada) y argivos (Ἀργεῖοι, utilizado 29 veces en la Ilíada), derivado de Argos, una ciudad de la unidad periférica de Argólida.
En el período histórico, los aqueos fueron los habitantes de Acaya, una región en la zona septentrional del Peloponeso. Las Ciudades-Estado de esta región formaron una confederación conocida como Liga Aquea, que fue muy influyente durante los siglos III y II a. C.
Máscara de Agamenón. De oro, encontrada en la tumba V en Micenas por Heinrich Schliemann (1876). Siglo XVI a.C. Museo Nacional de Atenas. CC BY-SA 3.0. Foto: DieBuche. (ver más tamaño).
Debido al uso de este término en los poemas homéricos, a veces suele designarse como aqueos a los habitantes del pueblo indoeuropeo que, a partir del año 2000 a. C., se desplazaron hacia el sur de los Balcanes y que posteriormente dieron lugar a la civilización micénica, pero la historiografía denomina más frecuentemente «micénicos» a los portadores de dicha cultura. (ver ref. Hernández, Gonzalo Fernández. La historia de Grecia desde sus orígenes a las invasiones dorias., p.38, en Boletín Millares Carlo 27 (2008): 35-52.)
En la Biblia se refiere a este pueblo como acaicos. (Ver Albizu, José Luis (1985). Figuras bíblicas. Madrid: Ediciones Rioduero.).
Tradiciones griegas
Las leyendas griegas hacen proceder a los aqueos de un antepasado epónimo, Aqueo, hijo de Juto y nieto de Helén. Pausanias indica que tanto Aqueo como su hermano Ion habían nacido en Atenas, lugar donde su padre había migrado tras ser expulsado de Tesalia por sus hermanos. Luego, Juto y su familia también fueron expulsados de Atenas y se establecieron en Egíalo, que era como se llamaba a la parte septentrional del Peloponeso. Aqueo marchó a Tesalia para reivindicar los derechos de su padre, mientras Ion se casó con la hija del rey de Egíalo y, a la muerte de este, obtuvo el trono.
Posteriormente, los descendientes de Aqueo regresaron desde Ftiótide (una zona de Tesalia) al Peloponeso, pero se establecieron más al sur, en Laconia y Argólide. En esta época es cuando se desencadenó la guerra de Troya, en la que los aqueos eran los más numerosos de todos los griegos. Luego, los aqueos fueron expulsados de Laconia y Argólide por los dorios y pidieron ser acogidos por los descendientes de Ion, los jonios, que seguían en la parte septentrional de la península del Peloponeso. Sin embargo, estos se negaron, y se desencadenó una guerra en la que vencieron los aqueos, expulsaron a los jonios y llamaron a esa zona Acaya. Referencias: Pausanias VII,1,1-8. y Heródoto I,145.
Mapa de las regiones de Grecia central en la Antigüedad. La región de Acaya era uno de los lugares habitados por los aqueos en época histórica. MinisterForBadTimes, rowanwindwhistler. Este archivo deriva de Map greek sanctuaries-es.svg. CC BY-SA 4.0.
Historia de los Aqueos
El uso del término aqueos por Homero para designar de forma conjunta a los componentes de la coalición de territorios que marchó a la guerra de Troya es la base por la que historiografía considera que este nombre era la denominación de, al menos, un amplio sector de los griegos durante la Edad del Bronce, cuando floreció la civilización micénica.
(Ref: Joachim Latacz (2003), Troya y Homero: hacia la resolución de un enigma, p.181. Barcelona: Ediciones destino. ISBN 84-233-3487-2.).
El fin de la hegemonía aquea en la Grecia continental es motivo de controversia. Tradicionalmente, se ha atribuido este hecho a la invasión por parte de los dorios; sin embargo recientemente se ha puesto en duda esta suposición y se han manejado las hipótesis de que las causas pudieron ser: una invasión por parte de los pueblos del mar, la sucesión de una serie de terremotos o una serie de levantamientos internos.
Posteriormente, en época histórica, se sitúa a los aqueos en una región de la zona septentrional del Peloponeso denominada Acaya, y también en una zona de Tesalia conocida como Acaya Ftiótide. En Acaya, al menos durante la época clásica y buena parte del periodo helenístico, formaban una confederación conocida como Liga Aquea.
La Liga Aquea (en griego antiguo: τὸ Ἀχαϊκόν, tò Achaïkón) fue una confederación de ciudades de Acaya, la antigua región griega que se extendía por la costa nordeste del Peloponeso.
En su apogeo, la Liga llegó a controlar toda la península del Peloponeso, excepto el sur de la región de Laconia. El dominio romano de Acaya condujo a su disolución en el año 146 a. C., tras la Guerra Aquea. ( Ver La liga Aquea).
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
Documentos hititas
Algunos textos hititas mencionan una nación al oeste llamada Ahhiyawa. En la primera referencia a esta tierra, una carta resume las violaciones del tratado del vasallo hitita Madduwatta, al que se llama Ahhiya. Otro importante ejemplo es la Carta de Tawagalawa escrita por un rey hitita no identificado de la época del Imperio (siglos XIV a XIII a. C.) al rey de Ahhiyawa, tratándolo como un igual y sugiriendo que Mileto (Millawanda) estaba bajo su control. También se refiere a un episodio de Wilusa anterior que implicaba la hostilidad por parte de Ahhiyawa. Ahhiya(wa) ha sido identificada con los aqueos de la guerra de Troya y la ciudad de Wilusa con la legendaria ciudad de Troya (nótese la similitud con el griego antiguo Ϝιλιος, Wilios, más tarde Ιλιος, Ilios, el nombre de la acrópolis de Troya). Sin embargo, la relación exacta del término Ahhiyawa con los aqueos más allá de una similitud en la pronunciación es muy debatido entre los investigadores, incluso tras el descubrimiento de que el micénico Lineal B es una antigua forma del griego. El debate anterior fue reanudado en 1984 por Hans G. Güterbock del Instituto Oriental.
Referencias:
- Huxley, G. L. Achaeans and Greeks (1960); Güterbock, Hans G. «The Hittites and the Aegean World: Part 1. The Ahhiyawa Problem Reconsidered» American Journal of Archaeology 87.2 (abril 1983), pp. 133-138; y Machteld J. Mellink, «Part 2. Archaeological Comments on Ahhiyawa-Achaians in Western Anatolia», pp. 138-141.
- Traducción de los Pecados de Madduwatta (en inglés)
- Traducción de la Carta de Tawagalawa (en inglés) Archivado el 21 de octubre de 2013 en Wayback Machine.
- Hans G. Güterbock, «Hittites and Akhaeans: A New Look» Proceedings of the American Philosophical Society 128.2 (June 1984), pp. 114-122.
Los griegos en un momento de su historia chocaron con los Persas, culturas muy diferentes entre si. John Steeple Davis – The story of the greatest nations, from the dawn of history to the twentieth century (published in 1900). Public Domain.
Fuentes egipcias
Durante el quinto año del faraón Merenptah, una confederación de los pueblos de Libia y del norte habrían atacado el Delta occidental. Entre los nombres étnicos de los invasores rechazados está Ekwesh o Eqwesh, a quien algunos han visto como aqueos. Homero menciona un ataque aqueo en el delta, y Odiseo se refiere a lo mismo cuando habla a la sombra de Menelao. Heródoto afirma en su primer libro que Helena había pasado el tiempo de la guerra de Troya en Egipto, y no en Troya, y que después los aqueos fueron allí para recuperarla. Existe también el extraño mito de los hermanos Egipto y Dánao, hijos de Belo, con esta última, supuestamente procedente de Egipto, que Marianne Luban ha sugerido podría datar de esta época.
E. Danaos
Danaos (en griego, Δαναοί, danaoi) y argos (en griego, Αργείοι, argeioi): en la Ilíada ambos nombres designan el conjunto de pueblos griegos que atacaron Troya. Según la mitología, Dánao, originario de Egipto, es el fundador de la ciudad de Argos, de donde serían originarios los argos.
En la mitología griega, Dánao (en griego Δαναός) era el hermano gemelo de Egipto. Ambos eran hijos del mítico rey egipcio Belo y de la hija del dios fluvial Nilo, la náyade Anquínoe. Por parte de su padre descendía de Poseidón y la ninfa Libia. O bien Dánao era hijo de Belo y Side, epónima de la fenicia Sidón.
- Apolodoro, Biblioteca mitológica II,1,4
- Malalas: Chronographia II, 30
El mito de Dánao es una leyenda de fundación (o refundación) de Argos, una de las principales ciudades micénicas del Peloponeso. En la Ilíada de Homero, se designa comúnmente como «dánaos» (‘tribu de Dánao’) y «argivos» a las fuerzas griegas enfrentadas a los troyanos.
Ver artículo: Dánao
F. Romanos
Romanos (en griego, Ρωμαίοι, romaioi, o Ρωμιοί, romioi, o en turco, rûm): denominación aplicada tanto por los griegos como por los turcos a todos los habitantes cristianos de los Balcanes y de Anatolia, o a los cristianos en general dentro del Imperio otomano, cuando el término «griego» pasó a identificar los paganos de la Antigüedad clásica.
G. Jónicos
Jónicos (en griego, Ἴωνες, íōnes; en hebreo, javan o yavan; en las lenguas de la India, iona o iavana; en chino, 大宛, dayuan, ‘grandes jonios’): una de las cuatro grandes tribus griegas, con los eolios, los dorios y los aqueos (o micénicos). Contrariamente a los de las otras tribus, el nombre de los jónicos aparece en el habla de diversas civilizaciones alrededor del mar Mediterráneo oriental y hacia oriente hasta la India y la lejana China. Los jónicos no serían los primeros griegos en aparecer en las crónicas, cosa que corresponde a los danaos y a los aqueos, que se encuentran por primera vez en la civilización micénica en Creta.
La península de Anatolia, sobre la que se extendía la antigua Jonia. Turkey ancient region map ionia.JPG: Roke~commonswiki . CC BY-SA 3.0.
Jonia (en griego antiguo Ἰωνία o Ἰωνίη [Iōnía o Iōníē]; Ιωνία en griego moderno) es el nombre con el que se conocía en tiempos de la Antigua Grecia a la costa centro-occidental de Anatolia, llamada actualmente Grecia asiática, y que incluía además las islas adyacentes. Se trata de una región histórica. En la actualidad, la parte continental pertenece a Turquía (cerca la ciudad de Esmirna), mientras la parte insular (Samos, Quíos, etc.) pertenece a Grecia. El nombre de Jonia fue también usado por Grecia entre 1914 y 1922 para designar los territorios mayoritariamente poblados por griegos en Anatolia con capital en Esmirna.
Aunque las ciudades jonias llegaron a formar una alianza conocida como la Liga Jónica, nunca formaron un Estado unificado. Su epónimo proviene de las tribus jonias que en torno al año 1000 a. C. emigraron, según la tradición, desde el Ática y se establecieron en las costas e islas del mar Egeo. Los griegos de las polis jonias hablaban el dialecto griego llamado jónico, no circunscrito únicamente a esta región.
En estas tierras florecieron muchas de las colonias griegas, piezas trascendentales de la civilización helénica, ya que contribuyeron a la propagación de su comercio y de sus artes.
En época mítica, el término abarcó asimismo la península del Ática, en donde más adelante se fundaría la ciudad de Atenas.
En sentido estricto, Jonia era la zona costera de Lidia y Caria (Asia Menor) entre el río Hermo, al norte, y el promontorio Posidio (al sur).
En este territorio se encontraban las polis (ciudades estado) que formaban la Liga Jónica. En un principio fueron 12 (de ahí el nombre de dodecápolis jonia) y de norte a sur se ubicaban: Focea, Clazómenas, Eritras, Teos, Lebedos, Colofón, Éfeso, Priene, Miunte y Mileto a las que se agregaban las islas de Quíos y de Samos. Posteriormente la Liga Jónica incorporó la polis de Esmirna.
Mapa con algunas de las principales ciudades de Jonia en la Antigüedad.
Dodecaedro derivative work: Rowanwindwhistler (discusión) – MapaTopográficoDeAsiaMenor-jonia.png . CC BY-SA 4.0.
Los jonios, navegantes y colonizadores, el pueblo de Atenas
Dentro de la memoria colectiva griega, los jonios siempre estuvieron ahí. Cuando los micénicos controlaban Grecia, los jonios ya habitaban en el Ática. Cuando los dorios invadieron, los jonios resistieron. Eventualmente se lanzaron al mar y fundaron colonias. Las más importantes colonias griegas eran jonias, y estaban en Asia Menor. Sin embargo, la ciudad más importante de los jonios era Atenas, cuna de la Democracia y faro cultural de la Antigüedad. 00:00 Intro 01:48 Orígenes históricos 05:31 Orígenes míticos 09:31 Colonización y cultura jonia 13:15 Atenas 15:25 Libro de Tom Holland ¿Querés apoyar el Podcast? Twitter: / barbarrojacast Patreon: / labarojadebarbarroja
Orígenes y Migración. Los jonios, que tomaron su nombre de Ion, hijo de Helén, originalmente vivían en el norte del Peloponeso. Tras conflictos con los aqueos, que buscaban asentarse en su territorio, los jonios fueron desplazados hacia el Ática y, eventualmente, emigraron a Asia Menor alrededor del año 1000 a.C. En esta nueva región, desplazaron a los carios y léleges y fundaron ciudades como Éfeso bajo la dirección de Androclo, hijo de Codro, rey de Atenas.
Periodo Arcaico. En el siglo VII a.C., los jonios enfrentaron incursiones cimerias y, posteriormente, la expansión de Lidia. A pesar de la resistencia de algunas ciudades como Mileto, la mayoría fue sometida. Con la llegada de los persas, salvo excepciones, los jonios fueron conquistados y muchos emigraron. Aun así, Jonia se convirtió en un centro de comercio e intelecto, destacando en la filosofía, la literatura y la colonización.
Periodo Clásico. En el 499 a.C., la Revuelta Jónica contra los persas fracasó y resultó en una mayor dominación persa. Las ciudades jonias participaron en las guerras médicas y, tras la derrota persa, se unieron a la Liga de Delos bajo el liderazgo de Atenas. Sin embargo, al final de la guerra del Peloponeso, muchas ciudades jonias se alinearon con Esparta y fueron nuevamente sometidas por Persia.
Periodo Helenístico y Romano. Tras la conquista de Alejandro Magno, Jonia pasó por diversos dominios, incluyendo el Imperio Seléucida y Roma. Finalmente, en el 64 a.C., Jonia se incorporó al Imperio Romano tras las guerras mitridáticas.
Idioma y Dialectos. Los jonios hablaban un dialecto griego con cuatro variantes según la región: caria, lidia, Samos y Quíos.
Este resumen abarca los puntos principales sobre la migración, evolución histórica y cultural de los jonios en la antigüedad.
Art relics from the Ionian cities of Asia. John Steeple Davis – The story of the greatest nations, from the dawn of history to the twentieth century (published in 1900). Public Domain.
H. Eolios
Los eolios fueron una de las antiguas tribus griegas. La tradición los consideraba descendientes de Eolo, hijo de Helén. Originalmente habitaron Tesalia. Por otra parte, también se consideraba que los beocios tenían estirpe eolia.
En Asia Menor se establecieron en la región llamada Eólida, cuyos límites difieren según diversos autores, pero que, según Estrabón, llegó a comprender desde el río Hermo hasta la costa a la altura de la ciudad de Cícico. Asimismo, las islas de Lesbos y Ténedos estaban habitadas por eolios.
Todos estos territorios hablaban una variedad de la lengua griega conocida como eólico.
Fuentes:
- Apolodoro, Biblioteca mitológica I,7,3.
- Pausanias X,8,4.
- Estrabón, Geografía XIII,1,8.
- Estrabón XIII,2,1; Heródoto I,151.
Ver otros artículos:
Distribución de los dialectos griegos en la Antigüedad. En amarillo figuran los territorios que tenían el dialecto eolio.
La Eólida o Eolia (griego antiguo Αἰολίς [Aiolís]; en neogriego: Αιολίδα o Αιολία [Eolída o Eolía]; en latín Aeolis) es el nombre dado en la Antigüedad a la región que comprendía varias islas, Lesbos en particular, y la costa oeste y noroeste de Asia Menor, entre la Tróade y el río Hermo en el Golfo de Esmirna.
Localización de Eólida en Asia Menor. Foto: Rowanwindwhistler. CC BY-SA 3.0.
Orígenes y Definición. Heródoto menciona Eólida como una región griega en Asia Menor habitada por los eolios, un grupo que provenía originalmente de Tesalia y Grecia Central. La región incluía ciudades en la Tróade y las islas del Egeo, como Lesbos. Durante el periodo helenístico, los habitantes de estas ciudades usaban el término «eolio» como identidad regional.
Extensión Geográfica y Disputas. La región de Eólida comprendía el sur de Misia y se extendía desde el río Hermo hasta el cabo Lecto, aunque los límites exactos han sido motivo de disputa entre autores antiguos. Estrabón menciona que la región se confundía con Troya tras la Guerra de Troya.
Historia y Conquista. Los eolios llegaron a la región hacia el siglo XI a.C. y, al igual que jonios y dorios, estuvieron bajo el dominio de Lidia antes de ser conquistados por los persas en el siglo VI a.C. Participaron en la revuelta jónica contra Persia (499-496 a.C.), pero tras la derrota, permanecieron bajo control persa. Tras las guerras médicas, pasaron a formar parte de la Liga de Delos, pero luego volvieron al dominio persa y más tarde al de Alejandro Magno y otros reinos helenísticos.
Helenización y Cultura. La helenización de los eolios fue un proceso gradual y desigual, con comunidades tanto griegas como no griegas. Algunas ciudades costeras como Pérgamo y Teutrania fueron fuertemente helenizadas hacia el siglo IV a.C., aunque las evidencias arqueológicas y numismáticas son limitadas.
Periodo Romano. Finalmente, la región quedó bajo dominio romano en 133 a.C. y sufrió un gran terremoto en el año 17 d.C., que destruyó gran parte de las ciudades.
Este resumen sintetiza los aspectos más relevantes sobre la geografía, historia y cultura de los eolios y su región en la antigüedad.
Mapa con algunas de las principales antiguas ciudades griegas de Eólida. Ver mayor resolución. Mapa: Rowanwindwhistler. CC BY-SA 4.0.
View on the agora; in the back : columns along the western stoa; Izmir, Turkey. Foto por Georges Jansoone JoJan – Self-photographed. Public Domain.
I. Corinto
Corinto (griego Κόρινθος, Kórinthos) es una ciudad del Peloponeso en Grecia, capital de la unidad periférica de Corintia. En el año 2011 la población del municipio de Corinto era de 58 192 habitantes, la de la unidad municipal era de 38 132 y la de la ciudad ascendía a 30 176. Censo de 2011.
Tuvo una gran prosperidad desde la época clásica, y allí se encuentra uno de los templos más importantes dedicado al dios Apolo, con columnas forjadas en una sola pieza y basamentadas en la roca, cosa poco habitual en las construcciones dóricas.
Artículo principal: Antigua Corinto
Periandro Περίανδρος (circa 627-585 a. C.). Copy of Ktesilas – Jastrow (2006). Dominio público
En la mitología griega, la antigua Corinto, originalmente llamada Éfira, fue fundada por Sísifo, quien fue su primer rey. La ciudad prosperó bajo la dinastía de Sísifo hasta ser derrocada por los dorios. La leyenda también sitúa en Corinto la crianza de Edipo y el exilio de Jasón y Medea. La ciudad cambió su nombre a Corinto, supuestamente por Corinto, hijo de Zeus.
Con la conquista doria, el heráclida Aletes se convirtió en el primer rey dórico, estableciendo una dinastía que duró 327 años. Posteriormente, la dinastía Baquíada tomó relevancia. Según Pausanias y Diodoro Sículo, todos los reyes eran descendientes de Aletes.
Evolución histórica de Corinto
Corinto estuvo habitada desde el periodo neolítico, y hacia los siglos IX y VIII a.C. se convirtió en una de las ciudades más grandes y prósperas de Grecia, destacando por su comercio y la fundación de colonias como Siracusa y Corcira. Gobernada por tiranos como Cípselo y Periandro, fue un importante centro comercial y cultural, destacándose por su arquitectura (orden corintio) y cerámica.
En el periodo clásico, Corinto rivalizó con Atenas, lo que fue una de las causas de la Guerra del Peloponeso, donde se alió con Esparta. Posteriormente, formó parte de la Liga Aquea hasta su destrucción por los romanos en 146 a.C., quienes la reconstruyeron en el 44 a.C.
Corinto fue relevante en el cristianismo primitivo, siendo visitada por Pablo de Tarso. En la era moderna, sufrió ocupaciones venecianas y turcas, hasta la independencia griega en 1822. La ciudad fue destruida por terremotos en 1858 y 1928, lo que llevó a su reconstrucción cerca del mar.
La dispersión de los griegos en el siglo VI a. C. www.wwnorton.com. CC BY-SA 3.0.
Así pues, ninguno de estos nombres han servido para identificar en exclusiva a los ciudadanos de un estado griego concreto. (11). En Occidente, el término «griegos» se ha referido tradicionalmente a los hablantes nativos de griego. (12), (13) Los habitantes del Imperio bizantino se denominaban ellos mismos romioi, por el hecho que se consideraban los herederos políticos directos del Imperio romano, pero al menos hasta el siglo XII la mayoría eran educados también en el convencimiento de que habían heredado el legado de la antigua Grecia, a pesar de que para muchos hablantes de griego, «heleno» era sinónimo de pagano. (14) Justo antes de la Caída de Constantinopla (1453) el último emperador, Constantino XI, decía a sus soldados que tenían que recordar que eran descendientes de los griegos y de los romanos. (15)
Antes del establecimiento del moderno estado griego (1822), durante los siglos XVIII y XIX, el vínculo entre los antiguos griegos y los modernos fue redescubierto y revalorizado por los intelectuales del Renacimiento griego, especialmente Rigas Velestinlís. En su obra «Constitución política», Velestinlís se dirige a su nación como «el pueblo descendiente de los griegos». (16)
Los griegos actuales son una nación en el sentido de grupo étnico (ethnos), definido por la cultura y la lengua griega, no por una ciudadanía común, ni por la raza, ni por la religión, ni por estar sujetas a ningún estado en particular. (17) Ahora bien, tanto en la antigüedad como en la Edad Media, y también hoy en menor medida, el término empleado por los griegos para hablar de ellos mismos ha sido siempre genos (Γένος, es decir, la «raza»), que indica el reconocimiento de un ancestro común. (18), (19).
Grupo familiar en una estela funeraria de Atenas. User:Adam Carr. Own photo. Funerary stele from the Archaeological Museum of Athens, scenes of family life. CC BY-SA 3.0.
Los griegos modernos y los antiguos
La vinculación más evidente entre la antigüedad y la modernidad griegas es el uso de la misma lengua, que se encuentra documentada al menos desde el siglo XIV a. C. hasta la actualidad, todo y la carencia de información en cuanto a la edad oscura griega. (13) Se dice que esto solo es comparable con lo que ha pasado con la lengua china. (13), (20) El helenismo ha sido, de hecho, un fondo cultural común, y la continuidad nacional del mundo griego es mucho más clara que la continuidad de su población concreta. (1)(21). Aun así, el helenismo también incorpora una dimensión ancestral que desarrolla aspectos de la literatura ateniense hasta la actualidad, como es el caso del «autoctonia». (22) Durando los últimos años del Imperio romano de Oriente, las zonas de Jonia y Constantinopla experimentaron una reavivada helenística en la lengua, la filosofía y la literatura, así como en los modelos clásicos de pensamiento e intelectualidad. (21) Esta reavivada dio fuerzas al sentimiento de afinidad cultural con la antigua Grecia y la herencia clásica. (21) Los cambios culturales que han sufrido los griegos son, aparte de la supervivencia de un sentido de etnicidad común, innegables. Pero al mismo tiempo, los griegos han conservado su lengua e, incluso, su alfabeto, además de algunos valores, costumbres, un sentido excluyente de la diferencia religiosa y cultural (el término bárbaro fue usado en el siglo XII por la historiadora Ana Comneno para describir a los pueblos que no hablaban griego), y un sentimiento de la identidad y etnicidad griega, a pesar de los cambios políticos y sociales globales de los últimos dos milenios.
Demografía
Actualmente, los griegos étnicos son la mayoría de la población del país, exactamente el 93 % de Grecia, y más del 78 % de la isla de Chipre (excluidos los colonos turcos norteños). (23), (24), (25). La población griega no ha presentado tradicionalmente unos índices de crecimiento muy altos, pero sí que se ha incrementado regularmente desde el primer censo hecho al país, en 1828. (26) Buena parte del aumento de la población de Grecia desde la fundación del nuevo estado se debió de a la anexión de nuevos territorios y a la llegada de un millón y medio de griegos refugiados después del intercambio de poblaciones entre Grecia y Turquía (1923). Aproximadamente un 80 % de la población de Grecia es urbana, con un 28 % concentrado a la ciudad de Atenas.
Los griegos de Chipre tienen una historia similar de emigración, generalmente hacia países anglosajones, debido a la soberanía del Imperio Británico sobre la isla. Se produjo una fuerte oleada migratoria de los griegos chipriotas desde la invasión turca de Chipre de 1974, cosa que hizo menguar la población entre 1974 y 1977, junto a las pérdidas de la guerra y la caída de la fertilidad en los años siguientes.28 Después de la limpieza étnica de un tercio de la población griega de la isla en 1974, también se produjo un incremento de la emigración de chipriotas griegos, sobre todo hacia el Oriente Medio, que contribuyó al decrecimiento de la población, que se paró a la década del 1990. (28), (29), (30), (31), (32), (33). Actualmente, más de dos tercios de la población griega de Chipre es población urbana.
Escenas de un casamiento y de vida familiar en Constantinopla.
Hay una minoría griega de unas 105 000 personas en Albania, especialmente al sur. (34) La minoría griega de Turquía, que todavía era de más de 200 000 personas después del intercambio de 1923, actualmente ha quedado reducida a unos pocos millares, después del Pogromo de Estambul de 1955 y otros episodios de violencia y discriminación más o menos avalados por las autoridades turcas.35 Todo ello consiguió poner fin, si bien no del todo, a tres mil años de herencia helenística en la Asia Menor.3637 También hay minorías griegas, todavía más pequeñas, al resto de países balcánicos, así como en la Oriente Medio y en los países del Mar Negro, que son el que queda de la antigua Diáspora griega de antes del siglo XIX. (38)
Diáspora
Determinar el número total de griegos que viven hoy en día fuera de los dos estados griego y chipriota no es una tarea fácil, ni tampoco suscita mucho acuerdo. Allí donde se puede disponer de censos que identifiquen las particularidades étnicas de la población, los datos nos hablan de unos 3 millones de griegos étnicos en el exterior. Por otro lado, el Consejo Mundial Helénico (SAE) estima que la cifra se tendría que acercar a los 7 millones en total. (39) Y como promedio, según George Prevelakis, de la Sorbona, el número tendría que aproximarse a los 5 millones.(40) La integración, los matrimonios mixtos, y el abandono progresivo de la lengua griega son factores que dificultan la identificación de las personas de origen griego. Los centros más importantes de la diáspora actual son Londres, Nueva York, Melbourne y Toronto. (38) Recientemente, el Parlamento griego ha aprobado una ley que reconoce el derecho de voto a los griegos de la diáspora. (41)
Diáspora antigua
En la antigüedad, las actividades comerciales y de colonización de las tribus griegas y de las ciudades-estado contribuyeron a expandir la cultura, la religión y la lengua griega por las costas del Mediterráneo, especialmente en Sicilia y el sur de Italia (ambas regiones conocidas como la Magna Grecia), la península ibérica (Ampurias), Occitania (Marsella) y el Mar Negro (Odesa, Crimea, Georgia, Trebisonda). (42) Bajo el imperio de Alejandro Magno y los estados que lo sucedieron, los griegos y las clases gobernantes locales helenizadas se establecieron en el Oriente Medio (seléucidas), en la India (Reino Indogriego) y en Egipto Ptolemaico (ptolomeus).
Colonización griega (en rojo) y fenicia (en amarillo) en la antigüedad. Gepgepgep. Mapa completo de las colonias griegas y púnicas en el siglo IV a. C. en la cuenca de mediterráneo. CC BY-SA 3.0. Original file (2,836 × 1,616 pixels).
El periodo helenístico se caracteriza por una nueva oleada colonizadora y el establecimiento de ciudades y reinos griegos en Asia central (el que las crónicas chinas denominan Dayuan, y que quizás quiere decir «Grande Jònia») y a Cirenaica, al norte de África. (43) Bajo el Imperio romano, la facilidad de movimientos que había para las migraciones internas favoreció la expansión de los griegos, y, a las provincias orientales, el griego aconteció la nueva lingua franca, más que el latín, dominando solo en las provincias occidentales. (44) La actual comunidad de los «griko», al sur de Italia, que reúne unas 60 000 personas, es un vestigio viviente de la antigua población griega en la región. (45)(46).
Diáspora moderna
Durando y después de la Guerra de independencia de Grecia, los griegos de la diáspora tuvieron un papel muy importante para el establecimiento del nuevo estado, proporcionando fondos económicos e informaciones desde el exterior. (47) Las familias de los mercaderes griegos tenían contactos en otros países, y durante el conflicto muchos se establecieron alrededor de la Mediterránea, sobre todo en Marsella (Francia), Livorno (Italia) y Alejandría (Egipto), en Rusia (Odessa y San Petersburgo), y en el Reino Unido (Londres y Liverpool), desde donde siguieron comerciando, la mayoría en tejidos y granos. Los negocios solían implicar toda la familia, en su sentido más extenso, y entre todos creaban y mantenían escuelas donde se enseñaba griego, y templos para la Iglesia Ortodoxa Griega. (48)
La diáspora griega en el siglo XX. Fandecaisses – from File:50 largest Greek diaspora.png, File:BlankMap-World-Microstates.svg. CC BY-SA 3.0. Ver mapa a pantalla completa.
Las oportunidades de los mercados comportaron una tendencia a la estabilización progresiva de los mercaderes y cada vez más familias expandieron sus operaciones comerciales hasta acontecer navieros, con la financiación de la comunidad griega local. (49) Con el incremento económico, la diáspora se fue expandiendo por el Oriente Medio, el Norte de África, en India y los Estados Unidos. (49), (50).
A lo largo del siglo XX, se produjeron importantes emigraciones por razones económicas desde Grecia y Chipre hacia los Estados Unidos, el Reino Unido, Chile, Argentina, Australia, Canadá, Alemania y Sudáfrica, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), de la Guerra civil griega (1946-1949), y de la invasión turca en Chipre (1974). (51)
Cultura
La cultura griega ha evolucionado a lo largo de miles de años, con sus inicios en la civilización micénica, y continuando por el periodo clásico, el periodo helenístico, el periodo romano y el periodo bizantino, y fue profundamente afectada y conformada por el cristianismo, a pesar de que la influencia fue profundamente bidireccional. (52), (53) Bajo el Imperio otomano, los griegos tuvieron que soportar unos cuántos siglos de adversidad que culminaron en el genocidio del siglo XX, a pesar de que en esta época no faltaron los intercambios culturales, que enriquecieron ambas culturas. (54), (55), (56), (57), (58). Finalmente, el Renacimiento griego o Ilustración griega (diafotismós) se considera que revitalizó la cultura griega haciendo una síntesis de los elementos clásicos y medievales que caracteriza el momento actual. (12), (59).
Lengua
La mayoría de griegos actuales hablan la lengua griega, una lengua indoeuropea que constituye una rama en sí misma, estrechamente relacionada con el armenio y con las lenguas indoiranias. (2)(13). El griego tiene una de las historias más largas documentadas de cualquier lengua, y la literatura griega, en particular, tiene una historia continua de más de 2500 años. (61) Obras literarias tan importantes para la cultura universal como por ejemplo la épica de Homero, los Elementos de Euclides y el Nuevo Testamento, fueron escritas originalmente en griego.
El ostrakon con el nombre de Cimón de Atenas, que sirvió para enviarlo al exilio. Marsyas. CC BY-SA 2.5.
Un óstraco (del griego: ὄστρακον óstrakon) es una concha o fragmento de cerámica sobre el que se escribía el nombre del ciudadano condenado al ostracismo.
En arqueología se emplea el término ostraca para designar los trozos de cerámica (o fragmentos calcáreos) que se utilizaban como borradores para aprender a escribir o pintar, también se utilizaban en transacciones económicas o intercambios comerciales como «facturas». Los ostraca son muy numerosos y son una fuente de información muy útil.
El griego moderno presenta varias características compartidas con otras lenguas balcánicas, como por ejemplo el albanés, el búlgaro (de la familia de lenguas eslavas) y las lenguas románicas orientales, y ha absorbido muchas palabras foráneas, procedentes sobre todo de las lenguas de Europa Occidental y del turco. (62) Estas influencias externas fueron excluidas de la lengua más formal, la nueva katharévousa creada artificialmente durante el siglo XIX y que acabó siendo la lengua oficial del nuevo estado, debido al filohelenismo y al diafotismós, que afanaban en destacar especialmente el peso de la herencia clásica en los griegos modernos. La diglosia que se estableció dejaba, de hecho, fuera de los círculos de la cultura, del prestigio social y del poder político todos los que seguían hablando griego moderno, hasta que en 1976 esta habla popular fue proclamada lengua oficial nacional, y la katharévousa fue considerada obsoleta.(63).
Minorías lingüísticas en Grecia. Future Perfect at Sunrise. Dominio público.
El griego moderno, considerado la variedad estándar de la lengua, una amplia variedad de dialectos que presentan varios grados de inteligibilidad entre ellos, incluyendo el griego chipriota, el póntico, el capadocio, el griko (en el sur de Italia) y el tsakonio (el único testigo viviente del antiguo griego dórico). (64) El jevanico o judeogriego es la lengua de los romaniotes (judíos griegos) y sobrevive en pequeñas comunidades en Grecia, en Nueva York y en Israel, escrito en una versión propia del alfabeto hebreo.
Por otro lado, muchos griegos de Grecia y de la diáspora son bilingües en otros idiomas, como por ejemplo el inglés (en Chipre y en la diáspora), la arvanítico (albanés de Grecia), el arrumano (lengua románica local), el ladino o judeoespañol, el macedonio, el búlgaro, el ruso y el turco. (13), (65).
Alfabeto y lenguas
El alfabeto griego, empleado para escribir la lengua griega desde el siglo IX a. C. o siglo VIII a. C., es el primer alfabeto que tuvo la Humanidad en el sentido estricto del término, es decir, un sistema de escritura con caracteres diferentes para cada vocal y cada consonante. Su forma actual deriva del antiguo alfabeto jónico o griego oriental, que se impuso a las otras variantes el siglo v a. C., cuando la polis de Antigua Atenas lo adoptó oficialmente. El alfabeto griego es el antecesor del alfabeto latino y del alfabeto cirílico, entre otros.
Actualmente, el alfabeto griego se usa para escribir en griego moderno y también para designar a todas las lenguas las diversas unidades empleadas en los campos de las matemáticas, la física, la astronomía, etc. También es el segundo alfabeto que adoptó oficialmente la Unión Europea, cuando se produjo la incorporación de Grecia en 1981.
Religión
La mayoría de los griegos son cristianos y pertenecen en la Iglesia ortodoxa griega. Durante los primeros siglos de la Era cristiana, la mayoría de los primeros cristianos eran hablantes de griego, y pues el Nuevo Testamento fue escrito originalmente en griego koiné, que aun hoy permanece como la lengua litúrgica de la Iglesia ortodoxa griega. (52), (53). La Iglesia ortodoxa fue siempre muy hostil contra la religión griega antigua, y después, bajo el Imperio otomano, ayudó mucho a los griegos a conservar su identidad por medio del uso de la lengua griega a la liturgia y en los esfuerzos que se hacían para mantener una enseñanza nacional.
Hay pequeñas minorías de griegos étnicos que son fieles a otras iglesias cristianas, como por ejemplo la Iglesia católica y varias iglesias evangélicas, e incluso otras confesiones religiosas no cristianas, como por ejemplo los romaniotes y los sefardíes (judíos instalados en Grecia desde el año 70 o desde 1492, respectivamente), y también los griegos musulmanes. Concretamente, existen comunidades musulmanas griegas en Trípoli (Líbano), y en Al Hamidiyah (Siria), y también hay una importante comunidad grecoparlante, muy difícil de cuantificar, en la región de Ponto, que se escaparon del intercambio de poblaciones entre Grecia y Turquía (1923) merced a su fe musulmana. (67) Finalmente, unos 2000 griegos se han convertido a la versión helénica del neopaganismo. (68), (69), (70).
Los montes Meteora acogen un número considerable de monasterios.
Takeaway at the English Wikipedia
Rousanou monastery in the foreground, Agios Nikolaos behind it and part of the Grand Meteora can be seen in the upper right hand corner of the picture. The village of Kastraki is behind the rocks on the left. CC BY-SA 3.0.
El Papiro 46 es uno de los manuscritos más antiguos del Nuevo Testamento en griego, probablemente escrito entre 175 y 225. Fuente: Desconocida. Foto en Dominio Público. Ver a mayor tamaño.
Este pasaje proviene de la Segunda Carta a los Corintios (2 Corintios 11:33-12:9):
» [Y fui descolgado] en un cesto [por una ventana] en la muralla, y así escapé de sus manos. Es necesario gloriarse, aunque no es provechoso; pero vendré a visiones y revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años—si en el cuerpo, no lo sé, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe—fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco a tal hombre—si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe—que fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo no me gloriaré, sino en mis debilidades. Porque aunque quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero me abstengo, para que nadie piense de mí más de lo que ve en mí o de lo que oye de mí. Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltara, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee para que no me enaltezca sobremanera. Respecto a esto, tres veces rogué al Señor que lo quitara de mí. Y Él me ha dicho: ‘Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad’. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.»
Arte
Entre los artistas griegos más notables tenemos que incluir al pintor renacentista conocido como El Greco, la soprano María Callas, una de las cantantes de más éxito en todo el mundo, Nana Mouskouri, y los compositores Iannis Xenakis, Yanni y Vangelis. El alejandrino Constantino Cavafis y los Nobels Yorgos Seferis y Odysséas Elýtis están entre los poetas más importantes del siglo xx. Finalmente, hay varias actrices de fama mundial, como por ejemplo Melina Merkuri, Irene Papas y Katina Paxinou, ganadora de un Oscar.
La Asunción de la Virgen (1577 – 1579), del Greco. Ver a máxima resolución en Instituto Cultural de Google. Dominio público.
Ciencia
Los griegos de la era clásica hicieron varias contribuciones científicas de importancia y ayudaron a poner los fundamentos de varias tradiciones científicas de Occidente, como la filosofía, la historiografía y las matemáticas. La tradición intelectual de las academias griegas —a partir de la Academia platónica y el Liceo de Aristóteles en Atenas— se mantuvo bajo el Imperio romano, con instituciones ubicadas en Constantinopla, Antioquia de la Orontes, Alejandría y otras ciudades, mientras que la ciencia de Roma era, de hecho, una continuación de la ciencia griega clásica. (71) Los griegos tienen una larga tradición de afecto e investigación en el campo de la educación (paideía en griego). (72) La paideía era uno de los valores sociales más elevados del mundo griego y helenístico, y la primera institución europea que se puede considerar una universidad fue creada en Constantinopla durante el siglo v y siguió existiendo bajo varias formas hasta la caída de la ciudad bajo los turcos otomanos el 1453. (73) La Universidad de Constantinopla se consideraría la primera institución secular de enseñanza superior de la Europa cristiana por el hecho que se impartían materias ajenas a la teología, y porque responde al sentido original de las universidades en todo el mundo como corporaciones de estudiantes, de forma que acontece la primera universidad del mundo. (73), (74).
En 2007, Grecia ocupaba la octava posición mundial más elevada de ocupación en el sector terciario, con un porcentaje de mujeres superior al de hombres entre los estudiantes, mientras los griegos de la Diáspora son igualmente activos en el campo de la educación. (27) Centenares de miles de estudiantes griegos estudian cada año en las universidades occidentales. (75) Entre los científicos griegos más importantes de los tiempos modernos destacan el investigador del cáncer Georgios Papanicolaou (inventor del test de Papanicolaou), los informáticos Nicholas Negroponte (estadounidense) y Michael Dertouzos, los matemáticos Constantin Carathéodory y John Argyris (tío y sobrino) y el físico Dimitris Nanopoulos.
Los griegos y el mar
Entre los navegantes griegos más notables están Piteas, que en el siglo IV a. C. llegó hasta Escandinavia y describió las islas británicas, las mareas y el mar helado, Escilax de Carianda, que exploró el Río Indo y el Mar Rojo entre los siglo vi a. C. y siglo v a. C.; Nearco, que fue el almirante de Alejandro Magno (siglo iv a. C.); el mercader y después monje Cosmas Indicopleustes, que exploró Ceilán (Sri Lanka) y Etiopía en el siglo VI, y Juan de Fuca, que en el siglo XVI exploró la costa oeste de América del Norte buscando el Paso del Noroeste. (83), (84), (85), (86). Los últimos tiempos del Imperio bizantino, los romioi controlaban las rutas marítimas de la Mediterránea y todo el comercio, hasta que un bloqueo impuesto por el emperador al comercio con el Califato permitió a los italianos tomar el relevo de la preeminencia comercial en la zona. (87), (88).
Ulises en su viaje de vuelta en casa después de la guerra de Troya. Siren Painter (eponymous vase) – Jastrow (2006). Dominio público. Original file (2,500 × 1,750 pixels, file size: 2.74 MB).
Véase también
Referencias
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Referencia: Open Ai (2024). Chat GPT. (Gran Modelo de Lenguaje). https://chatgpt.com/chat.