Con el nombre de Periodo predinástico de Egipto se conoce la época anterior a la unificación del valle del Nilo, como también se corresponde con el Calcolítico o Edad del Cobre y en él se establecieron las convenciones artísticas y se pusieron los fundamentos políticos que estructuraron posteriormente el Egipto faraónico. (1).
El período predinástico egipcio se refiere a la fase de la historia de Egipto anterior al establecimiento de la primera dinastía alrededor del año 3100 a.C. Este período abarca aproximadamente desde el 6000 a.C. hasta el 3100 a.C. y se caracteriza por el desarrollo gradual de las comunidades agrícolas y el progreso hacia la formación de una civilización compleja.
Principales características del período predinástico:
Desarrollo Agrícola:
- Las primeras comunidades comenzaron a establecerse a lo largo del valle del Nilo, aprovechando sus fértiles tierras para la agricultura.
- Se cultivaban cereales como el trigo y la cebada, y se domesticaron animales como el ganado, las ovejas y las cabras.
Asentamientos y Cultura Material:
- Aparecieron diversos asentamientos, entre ellos Maadi en el Bajo Egipto y Badari, Naqada I, y Naqada II en el Alto Egipto.
- La cerámica es uno de los elementos más distintivos de esta época, con estilos y técnicas que varían entre las diferentes culturas.
Desarrollo de la Tecnología y el Comercio:
- Se mejoraron las técnicas de fabricación de herramientas y se comenzó a utilizar el cobre.
- El comercio se intensificó, tanto dentro de Egipto como con regiones vecinas, facilitando el intercambio de bienes y conocimientos.
Estructura Social y Política:
- Surgieron jerarquías sociales más complejas y se comenzaron a formar proto-ciudades.
- Las tumbas y los objetos funerarios sugieren la existencia de líderes o jefes con poder significativo.
Religión y Creencias:
- La religión comenzó a jugar un papel más importante, con evidencias de prácticas rituales y enterramientos sofisticados.
- Las primeras representaciones de deidades y símbolos religiosos aparecen en artefactos y tumbas.
Subdivisiones del Período Predinástico:
- Cultura de Badari (circa 4400–4000 a.C.): Conocida por su cerámica de alta calidad y sus prácticas funerarias avanzadas.
- Cultura de Naqada:
- Naqada I (circa 4000–3500 a.C.): Caracterizada por cerámica pintada y la aparición de objetos de marfil y cobre.
- Naqada II (circa 3500–3200 a.C.): Marcada por una mayor complejidad en el arte y la arquitectura, y un aumento en la organización social.
- Naqada III (circa 3200–3100 a.C.): También conocida como la fase «protodinástica», donde se consolidan los elementos que llevarán a la formación del estado faraónico.
Este período es crucial para entender el origen y el desarrollo de la civilización egipcia, que culminará en la unificación del Alto y Bajo Egipto bajo el primer faraón, Narmer, alrededor del 3100 a.C., marcando el inicio del período dinástico.
INDICE PREDINASTICO EGIPCIO
1. El final de las glaciaciones y el Neolítico (6500 — 4000 a. C.)
- Nabta Playa
- Merimdé (5000–4100 a. C.)
- Fayum A
2. El Predinástico Antiguo y Medio (ca. 4000 — 3500 a. C.)
- Maadi
- Naqada I, II, III
3. El Predinástico Reciente, Tardío o Protodinástico (ca. 3300 — 3050 a. C.)
1. El final de las glaciaciones y el Neolítico (6500 — 4000 a. C.)
Al terminar la última glaciación entre los años 13.000 y 10.000 a. C. la temperatura empezó a subir gradualmente. El norte de África comenzó a recibir abundantes lluvias, que formaron pastizales, especialmente junto a los lagos que existían en las regiones que actualmente ocupan los desiertos del Sahara (al oeste del Nilo) y Arábigo (al este). El propio valle del Nilo era pantanoso y la humedad muy alta. La presencia de pastizales formados por una gran cantidad de gramíneas (cereales silvestres como el mijo, sorgo y arroz africano) permitió la existencia de una amplia variedad de animales (como los asnos salvajes) y estos atrajeron a los grupos humanos de cazadores-recolectores.
A causa de las lluvias producidas en el área del lago Victoria (fuente del Nilo Blanco), a finales de junio el nivel del río crece, tomando un color verdoso debido al arrastre de restos vegetales de los pantanos y lagos allí situados. Posteriormente se le suman las aguas producidas por el deshielo de las montañas que rodean el lago Tana (origen del Nilo Azul), que traen consigo arcilla rojiza, y el río se desbordaba (actualmente la presa de Asuán lo impide). Terminadas las inundaciones el nivel del río descendía y dejaba amplias áreas cubiertas de limo, compuesto por los sedimentos transportados. Este limo es muy fértil, por lo que los lugares abonados anualmente por él resultaban muy productivos.
Pre-Dynastic figurine of a woman made from the ivory of a hippopotamus
Predynastic Period (Naqada III)- Early Period,c. 3100 -2700 B.C
Musée du Louvre. E 11888
“Predynastic Egypt” is traditionally defined as the period from the final part of the Neolithic period beginning c. 6000 BC to the end of the Naqada III period c. 3000 B.C.
Therefore, this figurine of a woman which dates from somewhere between 3100 -2700 B.C., places her from somewhere in-between the Pre-Dynastic (Naqada III specifically) and Early Period (1st Dynasty-2nd Dynasty) of Egyptian history.
Read more: https://egypt-museum.com/predynastic-figure-of-a-woman/
Nabta Playa
Nabta Playa fue una vez una gran cuenca endorreica situada en el desierto de Nubia, unos ochocientos kilómetros al sur de El Cairo (ver ref. Instituto arqueológico de América), y unos cien kilómetros al oeste de Abu Simbel, en el sur de Egipto, (ref: «Late Neolithic megalithic structures at Nabta Playa (Sahara), southwestern Egypt». Comparative Archaeology Web. Situación: 22°32′N 30°42′E) .(NASA) La región se caracteriza por tener numerosos yacimientos arqueológicos.
Historia Nabta Playa
Aunque hoy el desierto occidental de Egipto está totalmente seco, no siempre fue así. Existe evidencia de que hubo varios períodos húmedos en el pasado, cuando caían hasta 500 mm de lluvia por año. El más reciente fue durante el último período interglacial y principios de la última glaciación que se extendió entre hace 130.000 y 70.000 años. Durante este tiempo, el área era una sabana y albergaba numerosos animales como los extintos búfalos y grandes jirafas, así como varias especies de antílopes y gacelas.
A partir del X milenio a. C., esta región del desierto de Nubia comenzó a recibir más lluvias, generándose una especie de lago temporal, denominado específicamente, playa, o área de agua estancada estacional. Es posible que los primeros grupos de pobladores del período Neolítico se sintieran atraídos por esta región debido a la fuente de agua y al pasto para el ganado vacuno. Los hallazgos arqueológicos indican la existencia de asentamientos en esta región en fechas comprendidas entre el décimo y el octavo milenio a. C.
Alrededor del X milenio a. C., esta región del desierto de Nubia poseía gran pluviosidad, generándose un lago. Los primeros grupos de personas debieron ser atraídos a la región por sus fuentes de agua y pasto para el ganado vacuno. Estas personas tuvieron una cultura de domesticación de ganado vacuno (tal vez fueron los primeros de toda África en practicar el pastoreo de ganado bovino), y usaban utensilios cerámicos adornados de complejas inscripciones, grabadas quizá usando peines.
Sobre el VII milenio a. C., debió existir un asentamiento muy grande y organizado en la región, contando con un profundo pozo de agua como fuente de recursos. Se han encontrado cabañas construidas con postes. (2) Su alimentación incluía frutas, legumbres, mijo, sorgo y tubérculos.
También, en el VII milenio, pero algo más tarde, se trajeron cabras y ovejas, aparentemente del noroeste. Aparecieron también muchas chimeneas.
Alto nivel de organización
Los descubrimientos arqueológicos revelan que estas personas prehistóricas organizaban su supervivencia, aparentemente, con un mayor nivel de organización que sus contemporáneos del Valle del Nilo:
- Estructuras de piedras hechas sobre y bajo tierra.
- Pueblos perfectamente diseñados con esquemas.
- Profundos pozos que mantenían agua todo el año.
Se encontraron también pruebas de que la región solo era ocupada según la estación, probablemente sólo en verano, cuando el lago se llenaba de agua y había pasto para el ganado vacuno. Los análisis de los restos humanos sugieren migraciones desde el África subsahariana5 del tipo humano que actualmente aun permanece en el África oriental (Eritrea, Somalia) anterior a la expansión bantú y más cercano a los pastores blemios, masais y oromo.
Vínculos religiosos con el Antiguo Egipto
Sobre el VI milenio a. C., aparecen evidencias de una religión o culto prehistórico, con varios sacrificios de piezas de ganado vacuno enterradas en cámaras de piedra con techos forrados de arcilla. Se ha sugerido que el culto asociado al ganado vacuno mostrado en Nabta Playa marca una temprana evolución del culto a Hator del Antiguo Egipto. Hator fue adorada como protectora en las regiones desérticas en Serabit el-Jadim. Los profesores Wendorf y Schild comentan:
… hay muchos aspectos de vida política y ceremonial en el predinástico e Imperio Antiguo que reflejan un gran impacto del pastoreo de ganado vacuno sahariano…
Sin embargo, si bien las prácticas religiosas referentes al ganado vacuno sugerían vínculos con el Antiguo Egipto, el egiptólogo Mark Lehner advierte:
Tiene sentido, pero no de un modo directo. No se puede ir directamente de estos megalitos a la pirámide de Dyeser.
También se han encontrado otros complejos subterráneos en Nabta Playa, uno de los cuales incluye los posibles restos de un temprano intento de escultura egipcia.
Agrupaciones líticas
El crómlech de Nabta Playa es de forma ovalada, siendo su mayor diámetro de unos cinco metros. Reproducción del crómlech en el Museo Nubio de Asuán.
Entre 6100 y 5800 a. C. este pueblo creó una de las más antiguas construcciones líticas conocidas, el pequeño «crómlech» de Nabta Playa, unos mil años anterior al de Stonehenge. Consta de treinta piedras dispuestas en círculo, en cuyo interior hay otras seis piedras. El yacimiento cuenta también con cinco alineamientos líticos que se extienden a partir de un conjunto de piedras centrales.
Arqueología
El astrofísico Thomas G. Brophy sugirió que los «megalitos» de Nabta Playa podían haber constituido una suerte de observatorio astronómico. El círculo de piedras sería un calendario con cuatro pares de piedras a modo de puertas, enfrentadas dos a dos: una pareja orientada en dirección norte-sur y la segunda en dirección nordeste-suroeste, señalando el solsticio.
Además, según Brophy, las seis piedras centrales y sus diferentes inclinaciones también formarían parte del observatorio. Propuso que tres de esas piedras están relacionadas con el cinturón de Orión y las otras tres con el hombro y la estrella principal de Orión, con mayor inclinación que las tres piedras anteriores. Su ciclo se repite aproximadamente cada 25 000 años, siguiendo la precesión de los equinoccios. El último mínimo del cinturón de Orión ocurrió entre el 6400 y el 4900 a. C., según dataciones de radio-carbono de los restos de hogueras hechas en el círculo.
Respecto a los cinco alineamientos radiales, la interpretación de Brophy le sugirió que las líneas trazadas desde estas piedras a la piedra radial se asociaba a los lugares celestes donde se encuentran varias estrellas representadas por las piedras centrales en el «círculo-calendario» en el momento del orto helíaco del equinoccio vernal. Imaginó que las diversas distancias representaban el brillo de las estrellas, y dedujo que los constructores asociaban la distancia de la Tierra a las estrellas con una escala de un metro = 0,799 años luz, dentro del margen de error para distancias astronómicas calculadas hoy.
El crómlech de Nabta Playa es de forma ovalada, siendo su mayor diámetro de unos cinco metros. Reproducción del crómlech en el Museo Nubio de Asuán.
Paleta cosmética con forma de hipopótamo (Nagada I). Foto: Jon Bodsworth. Este enlace. Copyrighted free use.
Durante la segunda mitad del milenio VI a. C. comenzaron a desarrollarse culturas de carácter neolítico, tanto en el Nilo sudanés (Jartum) (2) como en el Delta (El Fayum, Merimde), (3) con pequeñas aldeas dedicadas a actividades sedentarias de agricultura y ganadería, situadas en zonas elevadas para evitar las inundaciones del Nilo. La presencia de aldeas agrarias es relativamente tardía en Egipto, ya que desde el milenio IX a. C. habían comenzado a aparecer en algunas regiones del Próximo Oriente, tales como la región histórica de Palestina (Jericó), Anatolia oriental (actual Kurdistán turco), y los montes Zagros (actuales Irán e Irak).
En el Bajo Egipto se desarrollaron los complejos culturales de:
- Merimdé (5000–4100 a. C.), cuyo principal yacimiento está situado en la ribera occidental del delta del Nilo (El-Omari, 4600-4400 a. C.).
- Fayum A (5600-4000 a. C.), en el lado oriental y algo más hacia el suroeste, en El Fayum, junto al lago Birket Qarun. Aquí todavía continuaban siendo seminómadas, ya que, aunque sembraban y cultivaban, se trasladaban de un lugar a otro para buscar nuevas tierras de cultivo, así como de caza y pesca.
En el Alto Egipto la aldea de El-Badari se convirtió en el núcleo de los grupos conocidos como badarienses (4400-3800 a. C.), a los que sucedieron los amratienses o de Naqada I, los gerzeenses o Naqada II (3500-3200 a. C.) y los gerzeenses tardíos, llamados semanienses o Naqada III (3200-3000 a. C.). De todos ellos han quedado testimonios: cerámica y objetos ornamentales, así como herramientas para la caza, pesca y agricultura, aunque ésta estaba menos avanzada que en el Delta. (4).
Merimdense
Merimdense (o Merimde Beni-Salame) es la denominación de la primera cultura que surge en el Bajo Egipto, en el periodo neolítico, a finales del VI milenio a. C. y perdura prácticamente durante todo el V milenio a. C., siendo contemporánea de las culturas Fayum A y Nabta Playa. Su nombre lo toma de los arcaicos asentamientos de Merimde, situados al sudeste del Delta en la margen occidental del Nilo.
Se trata de una cultura de costumbres totalmente sedentarias, en la que se practicaba muy activamente la ganadería y la agricultura. Sus habitantes cultivaron el grano, usaron alfarería y vivieron en chozas ovales. No han aparecido signos de organización social diferenciada.
Actividad económicaSus habitantes eran agricultores. Utilizaban grandes cestos o vasijas de arcilla enterrados para guardar grano, o silos de capacidad mucho mayor (de hasta 2,40 m de diámetro), con forma redonda y excavados en el suelo que se encuentran dispersos por toda la aldea. Junto a estos silos se han hallado eras de forma circular con el suelo revestido de arcilla.
Conocían la ganadería, criaban carneros, ovejas, bueyes, cabras y cerdos. También poseían perros. Practicaban la caza de hipopótamos y cocodrilos junto al Nilo. También pescaban y recogían moluscos.
Hay indicios de relaciones comerciales con las zonas centrales del Delta, basadas en el trueque de utensilios de piedra cuyos nódulos recogían a orillas del desierto.
UtensiliosTanto la cerámica como los utensilios son limitados y toscos en comparación con sus contemporáneos del Alto Egipto.
Disponían de toscas hachas de piedra, de variadas formas, de sierras (láminas denticuladas) y hoces de madera ligeramente curvada sobre los que se incrustraban lascas de sílex, también tallaban puntas de flecha y las puntas de lanzas, algunas de hermoso acabado.
CerámicaLa cerámica fue elaborada en barro y paja. La incipiente actividad artística se refleja en figurillas de terracota representando ganado vacuno, y en la célebre cabeza de ídolo del Museo Egipcio de El Cairo.
AsentamientosLas viviendas fueron evolucionando paulatinamente de primitivas chozas hasta cabañas de adobe de estructura más sólida.
En las primeras fases (Fase I) vivían en endebles cabañas hechas de estera y caña, con soportes que las sustentaban en la tierra; estaban dispersas conformando pequeñas explotaciones agrícolas de carácter familiar, independientes las unas de las otras, según Trigger.
En la Fase II, el asentamiento creció y se levantaron viviendas más sólidas, de adobe, excavadas en el suelo a unos 25 cm, con planta oval o de herradura, de unos 5 o 6 metros de longitud, y tejado a dos aguas.
EnterramientosNo existía un área especial para los cementerios. Los muertos eran enterrados dentro del asentamiento, en fosas ovaladas y poco profundas. Los cadáveres estaban dispuestos en posición fetal, sobre su lado derecho (en el 85% de los casos), posiblemente de cara a su antiguo hogar, cubiertos con esteras o con pieles de animales, y sin ajuar funerario.
Cabeza de terracota. Prof. Mortel. Este enlace. CC BY 2.0.
Fayum A
Fayum A es el nombre que se da a una cultura neolítica surgida en el Egipto predinástico alrededor del V milenio a. C. Es llamada así porque se encontraron asentamientos en la depresión de Fayum, un oasis situado a 80 km al suroeste de El Cairo, junto al lago Birket Qarun, probablemente una sabana en aquella época. Es contemporánea de las culturas Fayum B (Nabta Playa) y Merimdense. Sus habitantes se dedicaban a la caza y pesca, ganadería, el cultivo esporádico y la fabricación de cerámica.
El primer asentamiento está situado en la parte norte de la depresión de Fayum, y está datado cerca 5200 a. C., durante una época seca que dura hasta el 4000 a. C. Al comienzo del IV milenio a. C., el clima del desierto conllevaba violentas precipitaciones. El final de la cultura del Fayum se puede fechar alrededor de 4000 a. C. Tras ella apareció la cultura Moerien.
Esquema de las actividades agrícolas del Neolítico y sus herramientas, según antiguas representaciones egipcias. José-Manuel Benito – Trabajo propio. Dominio público.
Es el más antiguo de los asentamientos egipcios neolíticos que se han encontrado. Entre sus restos hay graneros, que contuvieron trigo y cebada. Las viviendas eran de caña o paja trenzada, y es probable que tuvieran ovejas y cabras, como otros pueblos neolíticos.
Para la producción de sus utensilios, las gentes utilizaron fragmentos de sílex y de otras rocas que fueron recogiendo en la superficie del desierto. Con los fragmentos grandes fabricaron hachas. Su origen se cree que está, probablemente, al noreste de la depresión de Fayum. Los instrumentos más importantes se pueden dividir en cuatro tipos: herramientas talladas, dentadas, raspadores y hachas pulimentadas. Mucho más raros son los taladros, buriles o raspadores. Además de bifaces se han encontrado herramientas que apuntan a tareas concretas y definidas, como equipos agrícolas (hoces) y cuchillos, o bien de propósito general, como puntas de flecha. Por lo que se conoce acerca de esta cultura, parece que en los 1000 años de evolución la industria de herramientas de piedra no avanzaron mucho.
Se han descubierto vasijas de cerámica de formas esférica y semiesférica, jarrones con cuellos más o menos cilíndricos, tazas de diferentes tamaños y platos.
Entre el patrimonio cultural Merimdense y el de Fayum A hay relaciones familiares, especialmente con respecto a la fabricación de equipos de piedra (como las bifaces de sílex) y cerámica. Se da por hecho que Fayum A es anterior por la falta absoluta de metales entre sus restos. Posiblemente haya surgido de una emigración desde Oriente Medio, concretamente del valle del Jordán.
Hay grandes asentamientos de esta cultura, como los excavados en Kom W y Kom K,nota 1 con más de 100 chimeneas. Están situados a 8,5 km y 8 km respectivamente de la actual orilla norte de Birket Qarun, aunque en la época en que se utilizaron la distancia era de 1 km. Tienen numerosas bodegas que parecen dedicadas a almacén, probablemente para granos. Se encontraban en un terreno alto, incluso lo suficiente para evitar las inundaciones periódicas, lo que apunta a un establecimiento permanente.
Se han encontrado restos de fogatas que se han asociado a ocupaciones estacionales relacionadas con la caza y pesca así como con los llamados «sitios de matanza». La mayoría de ellos están localizados cerca del lago, y entre sus restos se encuentran hipopótamos, vacas, ovejas, cabras, animales silvestres y numerosos peces. Se aprecia que el ganado jugaba un papel menor en el almacén de alimentos, donde predominan los restos de peces. La caza se llevaba a cabo en la zona costera del lago y pastoreaban en las praderas de los alrededores. También se han encontrado muelas para el grano junto a la laguna, que se llevarían allí durante los periodos secos.
En la época húmeda la población se reunía en los asentamientos mayores que se encuentran sobre el nivel del lago. Durante este tiempo se dedicaban a la agricultura, como indican las numerosas bodegas y los restos de equipos de cosecha y molienda de grano. Otro de los objetivos económicos era la cría y mantenimiento de animales de granja; aunque la caza no se descuidó, era de menor importancia.
2. El Predinástico Antiguo, y Medio. (ca. 4000 — 3400 a. C.).
Hacia el 4000 a. C., durante la fase final del Badariense, aparecieron en el Alto Egipto los primeros útiles de cobre nativo trabajados en frío. Pero la verdadera metalurgia no se desplegó hasta el final de la fase más antigua de Naqada (Naqada I o Amratiense), cuyo yacimiento epónimo está situada en el Alto Egipto, al sur de El-Badari y de cuyos momentos finales sería contemporánea. Los yacimientos relacionados con este grupo consisten en poblados hechos de barro, dedicados a la agricultura y la ganadería, con necrópolis de tumbas de inhumación colectivas y ajuares funerarios compuestos por paletas de pizarra, armas de sílex y figurillas antropomorfas de barro y marfil. (5).
Modelo realizado en arcilla de cuatro bueyes (El-Amra, 3500 a. C.). JMiall. CC BY-SA 3.0.
En el Bajo Egipto apareció la cultura de Maadi (4000-3200 a. C.), continuadora de Fayum A. Durante estos momentos apareció la metalurgia en el Delta, probablemente debido a la relativa proximidad del Oriente Próximo. También se produjo un mayor desarrollo y dependencia de la agricultura, comenzando a dominar las crecidas del río con diques y canales, lo que permitió un sedentarismo total y la fundación de pequeñas poblaciones, que desembocarían posteriormente en la creación de los nomos.
Este período se caracteriza por la amplia difusión de la cerámica (arcilla endurecida y cocida), muy pulida y de color opaco o pintada. Se han encontrado objetos decorativos realizados en cobre. Además de la cerámica las clases sociales superiores utilizaban vasijas de piedra pulimentada, ya que, a pesar del uso de metales, en Egipto se siguió utilizando siempre la piedra. En las tumbas de la época se encontró gran cantidad de estos objetos, además de lanzas y flechas, lo que hace suponer que existía la creencia de la vida después de la muerte, muy difundida más tarde. Aparte de los ritos funerarios había ritos agrarios, con el objetivo de obtener la fertilidad de los campos. Justamente en este período se elaboraron estatuillas similares a Hathor, la posterior diosa de la fertilidad y del matrimonio. Esta diosa está representada con cuerpo humano y cabeza y cuernos de vaca. Además del tradicional cultivo de comestibles, se introdujo el lino, con el que se confeccionaron vestimentas. Dentro de los periodos de la cultura egipcia se puede notar una gran uniformidad en el tratamiento diáfano de la arquitectura en cuanto al uso de la luz.
Maadi
Maadi es una aldea con importantes restos arqueológicos de época predinástica, situada en Uadi el-Tih, a unos cinco kilómetros al sur de la ciudad de El Cairo (Egipto), en el Bajo Egipto; actualmente es un suburbio de la ciudad. Situación: 29°58′N 31°15′E Altitud: 26 metros.
De esta población recibe el nombre La cultura de Maadi, que se inició en el quinto milenio y perduró hasta bien avanzado el cuarto milenio.
La característica más destacada de la cultura de Maadi es el conocimiento de la metalurgia y el uso del cobre, pues sus habitantes controlaban el intenso comercio entre el Valle del Nilo y la península del Sinaí. Baumgartel sugiere: «La floreciente industria del cobre, originada por la primera explotación de las minas del Sinaí, bien podría haber sido la razón de la existencia de Maadi». Según Rizkana y Seeher: «fue una cultura de una marcada especialización artesanal enfocada a una actividad comercial». En Maadi se domestican los primeros burros, que pudieron ser los que transportaron las vasijas con aceite o grasa desde el sur de Canaán al Egipto prehistórico (Hoffman).
Se alimentaban de pescado, Lates Niloticus, del río Nilo; también cultivaban trigo, cebada, lentejas y guisantes.
Viviendas
Habitaban en cabañas ovaladas, o abrigos con forma de herradura, construidos con postes clavados en la tierra, profundamente, para sustentar las paredes realizadas con entramado de cañas y ramas, recubiertas de barro. También habitaban en viviendas subterráneas oblongas, de tres por cinco metros y más de dos de profundidad, techo vegetal, y revestidas de esteras, conteniendo fogones y chimeneas. Tenían piedras de moler y vasijas para almacenamiento. Disponían de silos y graneros en las afueras del poblado. También tenían zonas para enterramientos. Esto es muestra de una sociedad avanzada, organizada y jerarquizada, cuya principal actividad fue el comercio.
Utensilios
La cerámica local es de color marrón-rojizo o negro, generalmente de forma globular, con fondo plano y cuello no muy estrecho, hecha a mano, sin ayuda de torno, aunque el borde pudo haber sido acabado con un torno lento (Midant-Reynes); es similar a la cerámica del Alto Egipto de la misma época.
Elaboraban vasijas de piedra, de caliza o basalto, con forma de copa semiesférica. Disponían de útiles líticos de sílex, láminas, buriles y raspadores; también útiles de láminas de bordes y nervios rectilíneos «láminas cananeas», procedentes de Palestina (Midant-Reynes); algunas sierras y mazas discoidales, y piezas bifaciales, como puntas de flecha y dagas.
Cronología
Se ha determinado una cronología con los datos estratigráficos de los cementerios de Maadi:
- Fase I: coetánea con la cultura Amratiense o Naqada I en el Alto Egipto, representada por el yacimiento de Maadi, la más antigua.
- Fase II: contemporánea del periodo Naqada IIab y Naqada IIcd.
- Fase III: coetánea de los últimos periodos Naqada II o Gerzeense, representada en el cementerio de Buto. La última fase.
En Buto se ha encontrado otro asentamiento similar (Th. Von der Way, 1980), y por los restos hallados se cree que hubo relaciones con la cultura de Uruk en Sumeria (Bower, 1992).
En Maadi se domestican los primeros burros. Pintura en una tumba egipcia. Ägyptischer Maler um 1430 v. Chr. – The Yorck Project (2002) 10.000 Meisterwerke der Malerei (DVD-ROM), distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH. Dominio público.
Naqada o Nagada es el nombre que recibe una cultura arqueológica de la época predinástica del Antiguo Egipto, que se data de ca. 4000 a 3000 a. C.
El nombre fue dado por Werner Kaiser y proviene de la ciudad de Naqada, situada en la ribera del Nilo, 25 kilómetros al norte de Tebas.
En Naqada, las primeras excavaciones fueron realizadas por Flinders Petrie, James Quibell del University College de Londres, y John Garstang de la Universidad de Liverpool. En éstas encontraron evidencias de una cultura que eclosionó hacia el 3800 a. C. y que tuvo una continuidad cultural durante prácticamente un milenio, llegando hasta Nubia (Hemamein).
Se divide en tres fases:
- Naqada I (Amratiense), 4000 – 3500 a. C.,
- Naqada II (Gerzeense), 3500 – 3200 a. C.,
- Naqada III (Semaniense), 3200 – 3000 a. C.
Inicialmente la cultura Naqada I fue denominada Amratiense por Flinders Petrie pero Werner Kaiser, en 1957, le dio el nombre de Naqada mientras Amratiense se aplicaba al periodo, para hacer más hincapié en el hecho de la continuidad cultural entre las tres fases de Naqada.
Naqada I
Naqada I, o Nagada I, fue la cultura del periodo predinástico de Egipto, llamada también Amratiense, que se extendió de Matmar, en el norte, hasta Uadi Kubbaniya al sur, teniendo su núcleo en el meandro de Qena. Está datada entre el 4000 y 3500 a. C.
En el Alto Egipto la aldea de El-Badari se convirtió en el núcleo de los grupos conocidos como badarienses (4400-3800 a. C.), a los que sucedieron los amratienses o de Naqada I, los gerzeenses o Naqada II (3500-3200 a. C.) y los gerzeenses tardíos, llamados semanienses o Naqada III (3200-3000 a. C.). De todos ellos han quedado testimonios: cerámica y objetos ornamentales, así como herramientas para la caza, pesca y agricultura, aunque ésta estaba menos avanzada que en el Delta.
El nombre de Naqada I, le fue asignado por Werner Kaiser en 1957, para reforzar la idea de continuidad con los periodos siguientes: Naqada II y Naqada III. Naqada era una pequeña población que se llamaba en egipcio antiguo Nubt (Dorada), aunque cada una de las culturas existentes conformó un núcleo independiente.
Hacia 4000 a. C. la cultura Badariense, se desarrolló por un tiempo en paralelo y luego dándole paso a la cultura Amratiense, después llamada Nagada I. El cambio se caracteriza por la estratificación social, artesanía mejorada y nuevas formas artísticas, y su expansión más al sur. Las tumbas se hicieron más grandes junto con otras pequeñas y sencillas; los asentamientos se hicieron permanentes.
Por sus características se divide en los estadios de Naqada Ia, Naqada Ib, Naqada Ic, y hasta un Naqada Id (más discutible), que algunos sitúan en realidad dentro del período Naqada IIa. Durante los periodos Ia, Ib, y Ic se incrementa progresivamente la estratificación social, pero desde Ic se detiene.
Primeras entidades políticas
La formación de entidades políticas comenzó en Nagada I. Nagada y otras ciudades evolucionaron hacia poderes locales que fueron los primeros organizados de Egipto. Quizás la necesidad de colaboración en la explotación agrícola y la importación de materiales, hizo necesaria la aparición de líderes. Se estima que acaeció una evolución similar, por la misma época, en la cultura Maadi-Buto, en la zona del delta del Nilo.
Cuenco de cerámica roja con decoración blanca. Museo Egipcio de la Universidad de Leipzig. Einsamer Schütze – Trabajo propio. CC BY-SA 3.0.
Actividad económica Naquada
La alimentación era fundamentalmente pescado y otros animales como gacelas; también comían cereales: cebada, guisantes y otras variedades.
Se han detectado importaciones de Siria, Canaán, Nubia y Mesopotamia; aparece incluso lapislázuli de Afganistán.
ArtesaníaLa piedra era mejor trabajada y eran frecuentes las bifaciales. Aparecieron también elementos decorativos; se han encontrado figurillas de cerámica, hueso y marfil. Su fósil director son los utensilios de cerámica roja con decoraciones blancas. A la cerámica le siguió la pintura en rojo pero con dibujos lineales o geométricos; es también de esta época la aparición de cucharas, peines y agujas, pero casi ningún indicio de metales.
De este periodo sólo se han encontrado objetos de metal en El-Hammamiya y Jattara. En Hieracómpolis se encontró un horno y una estructura rectangular, que parece indicar edificios permanentes y mejor construidos que una simple choza, para población sedentaria.
También se han encontrado paletas romboidales de pizarra y cabezas de maza de piedra.
Vasijas de cerámica de Nagada I. Einsamer Schütze – Trabajo propio. CC BY-SA 3.0.
Tumbas naqada
Las tumbas se conformaron como agujeros ovalados, con el difunto enterrado en posición contraída, la cabeza orientada al oeste (tal vez ya se creyese que donde el sol se ponía,se encontraba el reino de los muertos), y el cuerpo apoyado sobre su costado izquierdo. Bajo el cuerpo, a menudo, se extendía una estera, y bajo la cabeza un fragmento de tela o piel. Este tipo de prácticas funerarias, constatadas en otras necrópolis amratienses, nos indican una posible creencia en la resurrección asociada con el culto solar (Martí P. Coronado, en Revista Más Allá de la Ciencia, n.º 336, marzo de 2017).
Personas y animales aparecen enterrados juntos en Mahasna, Abadiya, Al-Amra, Gebelein e Hieracómpolis; en Al-Amra, algunas tumbas están acompañadas de cornamentas.
En las necrópolis se aprecia una diferencia social en los enterramientos. Se han encontrado muchos tipos de cementerios: en el N y el B hay más de 112 tumbas. Al final del periodo, la estratificación social se aprecia en el cementerio T, con pocas pero ricas tumbas que debieron corresponder a la élite. En Abadiya se encontró una tumba (B101) con mucha cerámica, la pintura de un antílope, seis esferas de arcilla blanqueada, una estatuilla de hipopótamo, pulseras y tres dientes de hipopótamo.
Estatuilla femenina en hueso, con ojos de lapislázuli. Jon Bodsworth. Fuente: este enlace. Copyrighted free use.
Yacimientos Naqada
Entre las aldeas excavadas está la de Hemmamiya, que es típica, con nueve estructuras circulares hundidas parcialmente bajo tierra, con restos de haber sido un hogar y otras zonas de almacén.
Hieracómpolis (Nejen) aparece también en el periodo de Naqada I, pero fue más importante en los periodos siguientes, y se estima que estaba bien situada para el comercio con Nubia y próxima al desierto oriental.
Abidos, que será importante en el período Naqada III y posteriormente por el culto al dios Osiris, conserva un cementerio del periodo Naqada I con signos de estratificación social. La tumba U-502, del final del período, es de un niño prematuro, con mucha cerámica, ocho figuras femeninas y tres masculinas, que se atribuyen al establecimiento del sistema hereditario.
Ägyptisches Museum (Egyptian Museum), Berlin. Einsamer Schütze – Own work. CC BY-SA 3.0.
Figurilla de la cultura Naqada, Museo del Louvre. Jastrow y un autor más. Dominio público.
Jarras de basalto de Egipto en forma de cerámica de Maadi, Naqada I y Naqada II, Museo Británico. Anthony Huan. Enlace flikr.
Perro del periodo Naqada I de piedra. Louvre. Aoineko y un autor más. CC BY-SA 1.0.
Naqada II
Naqada II, o Nagada II, es la cultura del periodo predinástico egipcio, conocida también como Gerzeense o Gerzense (nombre proveniente de la localidad de Gerza, o Al-Gerzeh, en la región de El Fayum) que se desarrolla de c. 3500 hasta c. 3400 a. C.
Fases
Se divide, siguiendo a Werner Kaiser, en los estadios Naqada IIa, Naqada IIb, Naqada IIc y Naqada IId. Deriva del Naqada I o Amratiense y se encuentran en la misma área, principalmente en el Alto Egipto.
En los estadios IIa y IIb se incrementa la población, aparecen nuevas técnicas, surge la especialización y se mejora la estructura social y la calidad de los elementos, sean de piedra, marfil o cerámica. El entierro todavía es parecido a los de Naqada I.
En los estadios IIc y IId la cultura se expande, sobre todo hacia el Bajo Egipto, donde provoca la desaparición de la cultura Maadi. Los asentamientos de Buto, Sedment, Harageh, Abusir el Maleq y Minshat Abu Omar dejan de tener elementos de esta cultura y, o bien desaparecen o son sustituidos por elementos de Naqada II. Las teorías modernas sugieren que la cultura Maadi, dentro de su propia evolución, podría haber llegado a un grado similar a la de Naqada, sin precisar una influencia directa, aunque los contactos están acreditados.
Vasija de terracota con forma de ave (Naqada II). Louvre. Guillaume Blanchard, July 2004, Fujifilm S6900. Vasija con forma de ave. Material: Terracota. Epoca: Naqada II.
Vasija cerámica: Naqada II. Museo del Louvre. Aoineko y un autor más – Trabajo propio. CC BY-SA 1.0.
Ciudades Estado en Naqada II
En este periodo se establecieron verdaderas ciudades Estado, si bien algunos lugares conservaron su independencia como entidades políticas menores. De las excavaciones, los expertos deducen que Nubt (Naqada) fue sobrepasada en poder por Hieracómpolis. El mito dinástico de la lucha entre los dioses Seth (que fue el dios de Naqada) y Horus (el dios de Hieracómpolis) podría indicar este hecho. El proceso parece que fue general y las comunidades más ricas y poderosas se impusieron, por voluntad o por conquista, a las pequeñas. Las causas más probables, a veces una mezcla de estas, podrían ser la actividad militar, las migraciones de población desde el desierto oriental, las nuevas rutas de intercambio comercial con Asia, el compartir recursos, los matrimonios entre familias dirigentes y otros. No se descarta que algunos estados menores de hecho continuaran existiendo pero dependientes de un estado mayor, y que fuesen el origen de los futuros nomos.
Vasija de andesita: Naqada II, ~30 cm, Field Museum. User:Madman2001 – Camera. CC BY-SA 3.0.
La sociedad en Naqada II
La sociedad se desarrolló con expresiones artísticas e ideas más complejas. Aparecen los signos precursores de los jeroglíficos. La tumba 100 en Hieracómpolis, de un jefe, muy rica en comparación con las anteriores, muestra la estratificación social. De este período es el primer templo, también en Hieracómpolis, que demuestra el establecimiento de ideas religiosas.
Actividad económicaLa economía continúa siendo agrícola y ganadera, con incremento del comercio. Algunos animales fueron domesticados como las ovejas, las cabras, los cerdos y los perros. Ya se irrigaba mediante medios naturales en este período, con las crecidas del Nilo de agosto y septiembre.
La expansión de Naqada II llegó también al Sinaí y al sur de Palestina (Ain Besor, Tell Erani, Azor). Las influencias externas vienen de Uruk, Jamdat Nasr, Tell Judeidayh, Biblos y Megiddo. El lapislázuli, procedente de Mesopotamia, aparece muy a menudo en Naqada II. Es en este periodo cuando se establecen las primeras relaciones comerciales con los pueblos de Nubia.
Vasija cerámica: Naqada II. British Museum. Aoineko y un autor más – Trabajo propio. CC BY-SA 1.0.
Artesanía Naqada II
La cerámica cambia de estilo con nuevas decoraciones figurativas y esquemáticas, definitorias de esta época, ornamento que no volverá a practicarse a lo largo de toda la historia del Antiguo Egipto.
El trabajo en piedra se mejora; surgen joyas de oro y plata; figuras femeninas, amuletos, más productos de importación (Canaán, Mesopotamia) y desaparecen los rasgos similares a la cultura de Maadi (en el estadio IIc).
Enterramientos
Se caracteriza por una evolución de las prácticas funerarias, con menos entierros, poca variación en sus tipos y formas de sepulcros, incremento de los ricos entierros en tamaño y diseño, prácticamente exclusivos para una sola persona, pero hay entierros múltiples más numerosos que en Naqada I; aparece el ataúd ajustado al cuerpo y a los elementos que lo acompañan; se encuentran algunos cuchillos con los difuntos. Los cementerios continúan siendo en el suelo, y los de los ricos separados de los otros.
Enterramiento: réplica del British Museum. CC BY-SA 2.5– Ismoon, Locutus Borg, Nina-no.
Yacimientos Naqada II
En el Bajo Egipto la principal excavación es Algara, en la región al este de El-Fayum, que corresponde al Naqada IIc y IId y que dio el nombre inicial a Naqada II en las exploraciones de Flinders Petrie. Contiene 288 tumbas de las cuales 249 están íntegras. También es importante Tell el Farain (Buto), que conserva rasgos de su identidad anterior a Naqada II que persistirán hasta el Naqada III.
El lugar de Harageh al sudeste de El Lahun, fue excavado antes de la Primera Guerra Mundial y se encontraron bastantes tumbas del IIc y IId. En Tura, que fue un pequeño establecimiento en la orilla este del río, a nueve km al sur de El Cairo y a dos kilómetros de Maadi, también se encontró un cementerio, con indicios de la cultura Naqada II pero la cerámica todavía es del tipo de Maadi. En el Delta, en el lugar de Kafr Hassan Dawood, recientemente excavado, se han encontrado tumbas del IIc y IId, cuarenta de ellas de personajes posiblemente importantes.
En todo el Bajo Egipto se percibe, más o menos claramente, la transformación de la cultura de Maadi por la cultura Naqadiana.
Principales lugares de la cultura Naqada II en el Alto Egipto:
- Mahansa
- Nubt (Naqada)
- Nejen (Hieracómpolis)
- Abedyu (Abidos)
- Abu (Elefantina)
Principales lugares de la cultura Naqada II en el Bajo Egipto:
Merimde
El Omari
Maadi
Per Uadyet (Buto) Tell el-Farain
Sau (Sais)
Minshat Abu Omar
Kafr Hassan Dawood
Tell el-Farkha
Gerzeh
Abusir el-Maleq
Harageh
Tura
Paleta ceremonial de época protodinástica. Louvre. Aoineko y un autor más – Trabajo propio. CC BY-SA 1.0. Ver mayor tamaño.
Referencias Naqada
- Midant-Reynes, 2000, p. 77.
- Petrie / Wainwright / Mackay: El Laberinto, Gerzeh y Mazghuneh , Escuela Británica de Arqueología en Egipto XXI. Londres 1912
Bibliografía
- Midant-Reynes, Béatrix (2000). «El período Nagada (c. 4000-3200 a. C.)». En Shaw, Ian, ed. Historia Oxford del Antiguo Egipto. La Esfera de los Libros, S.L. (publicado el 2007).
Naqada III
La cultura Naqada III, o Nagada III, antes conocida como Semaniense, es una cultura de la Edad de Cobre perteneciente al periodo predinástico de Egipto que sigue a la fase Naqada II y se data entre 3300 y 3050 a. C. Con él acaba la cultura Naqadiana.
- Shaw, Ian, ed. (2000). The Oxford History of Ancient Egypt. Oxford University Press. p. 479. ISBN 0-19-815034-2.
- Natale Barca, Prima delle Piramidi, pag. 91.
Paleta. Museo del Louvre. Rama y un autor más – Trabajo propio. CC BY-SA 3.0 fr.
La cultura Naqada surgió a principios del cuarto milenio a. C. en el Alto Egipto y se extendió hacia el norte hasta el Bajo Egipto en el transcurso de 1500 años. Se divide en tres periodos, que finalmente desembocan en el Periodo Dinástico Temprano de Egipto. Estas secciones ilustran el constante cambio social y tecnológico hacia una mayor complejidad que finalmente condujo a la fundación del Estado egipcio. La cultura Naqada suele contraponerse a la coexistente cultura subegipcia, que tradicionalmente se consideraba cultural y tecnológicamente inferior y acabó fusionándose con ella.
Nagada III es la fase final de la cultura Nagada, aproximadamente entre el 3200 a. C. y el 3000 a. C. El período se denomina cada vez más dinastía X, ya que en esta época ya existía una organización estatal similar al Egipto dinástico, pero la egiptología tradicional comienza la historia del estado egipcio con la era de la I dinastía. Nagada III cubre todo Egipto y bastantes elementos muestran el espíritu de innovación:
- primeros recuerdos escritos
- primeras narrativas pictográficas sobre paletas
- primer uso regular de serej
- primeros cementerios reales conocidos
primeros rastros de riegoEl periodo Naqada III se refiere a la cultura arqueológica del periodo protodinástico de la llamada Dinastía 0 y del Dinástico Temprano de la Primera y Segunda dinastías. Para entonces, ya existía un sistema de estado a gran escala y altamente centralizado, que abarcaba grandes partes del Alto y Bajo Egipto, aunque seguían surgiendo conflictos con las élites locales por la restauración de la anterior organización descentralizada o la asunción del poder en el estado central. El primitivo estado egipcio antiguo consolidó su poder internamente y se expandió más hacia el norte, hacia el Levante meridional hasta el río Yarkon. El desarrollo de una ideología real es evidente en la creciente monopolización de ciertos objetos simbólicos por parte de la élite gobernante, como las clavas con cabezas de piedra y las paletas de maquillaje, que anteriormente también se habían utilizado como símbolos comunitarios y para prácticas rituales domésticas. En el entorno de esta élite surgió la Alta Cultura egipcia antigua, mientras que la desigualdad social cada vez mayor se describe como una «evolución de la simplicidad» y un «vaciamiento simbólico» del resto de la población. En la tumba protodinástica U- de Abidos se encuentran por primera vez jeroglíficos.
Los objetos de la cultura Naqada III se encontraron especialmente en las tumbas ricamente decoradas de los alrededores de Abydos, mientras que las tumbas de otras partes de Egipto muestran una clara «simplificación» y disminución de la decoración. En el Bajo Egipto destaca un «centro cúltico-administrativo» en Tell el-Farcha. Numerosos objetos egipcios en la Baja Nubia y el Levante meridional apuntan a una expansión de la cultura Naqada más allá de las fronteras de Egipto; destaca una fortaleza egipcia de adobe excavada en Tell es-Sakan al sur de la actual Gaza. El período Naqada III mostró una homogeneidad cada vez mayor de la cerámica, con la cerámica de tapa negra finalmente desapareciendo y siendo reemplazada por otros estilos de cerámica hecha por especialistas. Los objetos asociados a la ideología real muestran primero criaturas sobrenaturales como leopardos con cuello de serpiente y grifos alados.,
- Shaw, Ian, ed. (2000). The Oxford History of Ancient Egypt. Oxford University Press. p. 479. ISBN 0-19-815034-2.
- Natale Barca, Prima delle Piramidi, pag. 91.
- Agnieszka Mączyńska (2015). Bajo y Alto Egipto en el cuarto milenio a.C.. El desarrollo de la especialización artesanal y la organización social de las culturas del Bajo Egipto y Naqada – Estudios de Arqueología Africana , vol 14. p. 66 f.
- Alice Stevenson: The Egyptian Predynastic and State Formation. En: Journal of archaeological research. Vol. 24, Nº 4, 2016, p. 424.
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- A. Stevenson, El Predinástico egipcio y la formación del Estado. 2016, pp. 443, 449.
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- A. Stevenson: El Predinástico egipcio y la formación del Estado. 2016, p. 444.
- Christiana Köhler: El surgimiento del Estado egipcio. En: Emily Teeter: Antes de las pirámides: los orígenes de la civilización egipcia (= Oriental Institute Museum publications. Volumen 33). Oriental Institute of the University of Chicago, Chicago 2011, ISBN 978-1-88592-382-0.
Fases Naqada III
Se subdivide en cuatro estadios: Naqada IIIa 3300-3250 a. C, Naqada IIIb 3250-3200 a. C., Naqada IIIc 3200-3150 a. C. y Naqada IIId 3150-3050 a. C., estos últimos coetáneos con el periodo protodinástico de Egipto. En este último período comenzó el proceso de formación del estado unificado, puede que ya iniciado en el Naqada II. Los reyes de este período se han agrupado a efectos cronológicos en la denominada dinastía 0. De Nejen la hegemonía pasó a Tinis (Abidos) pero se mantuvieron los estados locales o regionales, posible origen de los futuros 42 nomos (16 nomos del Alto Egipto y 10 del Bajo Egipto son anteriores a la tercera dinastía).
Características generales
Las características de este período fueron: los primeros jeroglíficos, la invención de la navegación a vela (independiente de la que tuvo lugar en el Golfo Pérsico, 2000 años antes), las primeras narraciones gráficas en paletas, el uso continuado de serejs a modo de sellos distintivos de cada soberano, los primeros auténticos cementerios reales y seguramente las primeras obras de irrigación. Los primeros soberanos poderosos son de esta época. Usan los serejs que identifican al rey y a su territorio. La cultura egipcia se extiende hacia Nubia.
Hegemonía del Alto Egipto
La hegemonía regional en el Alto Egipto se desplaza de Nejen hacia Tinis (Abidos), con algún otro estado importante como El Kab. En cambio Nubt (Naqada) casi no tiene presencia y las tumbas encontradas en la ciudad son pobres, sea por falta de poder político o económico (los expertos consideran probable que hubiera sido absorbida por Nejen o por Abidos). Otros posibles estados de la época podrían situarse en Tinis y Abadiya (Alto Egipto), Maadi, Buto y Sais (Bajo Egipto), y Qustul en Nubia.
La influencia del Alto Egipto se extiende hacia a Maadi (que desaparecerá avanzado el Naqada III) y hacia Buto, en el Delta. Es durante este período que se fundó, o se hizo mayor Menfis, que se convirtió en capital. Hacia el 3050 a. C. en que podría situarse el reinado de Narmer, el primer faraón que se supone que gobernó sobre el Alto y Bajo Egipto, hasta el final del período, hacia el 3000 a. C. o un poco más tarde, se consolidó la unión de las dos tierras y se inició el llamado Periodo tinita, y la primera dinastía, en el estadio Naqada IIId.
- VerKinnaer, Jacques. «Early Dynastic Period». The Ancient Egypt Site. Consultado el 4 de abril de 2012.
La unificación
La unificación se hizo, según algunas evidencias como la paleta de Narmer y la Paleta de Tehenu, mediante actividad militar, aunque debía ser ínfima pues no hay evidencias arqueológicas; parecería entonces que los reyes de Abidos sólo recogieron una fruta madura, preparada ya para la unificación que se dio mediante un proceso económico, cultural y social prolongado en el tiempo (seguramente iniciado antes del 3300 a. C.), al que podrían no ser ajenas las alianzas (familiares o no) y la falta de poder y liderazgo de muchos pequeños estados frente a la fuerza política, económica y militar de un poder territorialmente extenso, numéricamente fuerte, socialmente cohesionado, culturalmente dominante y económicamente rico. Las resistencias podrían haber surgido en lugares puntuales o de pueblos culturalmente diferentes como el libio. Desde el establecimiento de Menfis como capital, fue el centro administrativo del estado.
Paleta de Narmer, reproducción del Museo Real de Ontario. Autor foto. Captmondo. Dominio público.
Actividad comercial Naqada III
La desaparición de Maadi, que fue despoblada, piensan los expertos que tendría causas económicas más que políticas: la capital se desplazó un poco al sur, hacia Menfis y el centro del comercio, con Canaán, se desplazó a otro sitio (el motivo podría ser la unificación y la nueva administración, que se debía establecer más cercana a Palestina y allí donde los intereses de los nuevos soberanos eran mejor satisfechos) y los ricos y comerciantes se resituaron llevando la ciudad a la decadencia y finalmente al abandono. En todo el Naqada III se aprecia un constante incremento del comercio y la presencia egipcia en Canaán, con una posible sede administrativa en Tell es-Sakan o en Besor. El comercio se expande hacia el sur, a Nubia, y hacia al nordeste, a Canaán y Mesopotamia, con productos como cobre, madera, obsidiana, plata, lapislázuli y otros.
Mango de cuchillo decorado. Naqada III. Museo del Louvre. Calame y un autor más. CC BY-SA 3.0.
Actividad cultural Naqada III
En los aspectos culturales, la cerámica decorada disminuye pero aparecen otras manifestaciones artísticas. Los jeroglíficos que ya habían aparecido en Naqada II en forma de signos, evolucionan durante el período. La influencia mesopotámica no está establecida.
Religión
Los dioses más importantes de la época fueron Horus (dios celeste y sanador, considerado iniciador de la civilización egipcia), Seth (deidad brutal, señor del mal y las tinieblas), Nejbet (diosa protectora, en los nacimientos y en las guerras), Min (dios lunar, de la fertilidad y la vegetación), Hathor (divinidad cósmica, diosa del amor, de la alegría) y Bat (diosa celeste, asociada a la fertilidad).
Relaciones políticas
El origen de los gobernantes de la Dinastía 0, cómo llegaron al poder y cómo se unió todo el bajo Nilo a la vuelta de las dinastías 0-I (la I.23 Es cierto que la cultura Maadi dejó de existir en torno a los subperíodos Nagada IIc-d, siendo reemplazadas todas las culturas localizadas del Bajo Egipto por la Nagada III alrededor del 3200 a. C.. Al final del período, entre Nagada III y la Dinastía I, la periódica desaparición y posterior repoblación de asentamientos en el norte de Egipto puede haber sido el resultado de las luchas que acompañaron a la unificación. Los gobernantes de la Dinastía 0 muestran muchos de los motivos familiares de Nubia, por lo que es posible que fueran de origen nubio o que conquistaran Nubia.
Los grafiti hallados en las canteras de Vadi l-Hammat, en el desierto al este de Tebas y los dibujos en las paredes rocosas de Gebel Sheikh Suleiman ya describen las batallas del primitivo reino del Alto Egipto. Esto se anticipó a las inscripciones nubias y palestinas de Jezer. El Estado ya era militarmente poderoso en esta época, y trataba de consolidar su influencia en todas las franjas posibles.
Statuette fragment, male possibly, CC0.
Enterramientos Naqada III
El cementerio real siguió en Abidos hoy conocido como Umm el-Kaab. Aquí, durante Nagada II, había un gran cementerio público, y al final del período, la U-j, cuyo propietario fue nombrado rey Escorpión debido a las numerosas representaciones de escorpiones (aunque a menudo se hace referencia a él como Uj por la pronunciación inglesa de U-j). Varios reyes que se puede demostrar que gobernaron realmente fueron enterrados en las inmediaciones de la tumba marcada como U-j. Les siguen sucesivamente los reyes de la I Dinastía, cuyas tumbas muestran un desarrollo ininterrumpido. El cementerio de Nagada está completamente empobrecido. El cementerio de Nehen también ha sido abandonado en su mayor parte, pero un poco más adelante, a dos kilómetros y medio de Nehen, se han descubierto grandes tumbas pertenecientes a Nagada III. Son considerablemente más pequeñas en superficie que las tumbas del cementerio de Abudos, pero más grandes que las de los plebeyos. Por lo tanto, podrían ser las tumbas de la élite gobernante local.
El cementerio de los altos funcionarios se estableció en Saqqara. El cementerio secundario debió ser Helwan. Tarjan debió ser un cementerio de dignatarios de segundo nivel. Dentro de los cementerios se incrementa el número de tumbas de personajes importantes y se establecen algunas sólo para la clase dirigente, entre ellos el cementerio real de Abidos con tumbas mucho más ricas y arquitectónicamente más complejas; esto pone en evidencia una diferenciación social muy notable.
La colocación de las tumbas de los gobernantes protodinásticos, con su perímetro separado del resto del círculo funerario, ilustra la característica de los cementerios de Nagada III, diferenciados por estatus social y de riqueza. No hay indicios de ello en los cementerios del Bajo Egipto del mismo periodo. En el ajuar funerario hay verdaderos símbolos de estatus.
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3. El Periodo Protodinástico de Egipto (situado generalmente entre los años 3300 y 3150 a. C.)
es considerado la fase final del periodo predinástico. Es conocido también como Dinastía 0 o periodo predinástico tardío. Culturalmente, se corresponde con el periodo denominado Naqada III.
La Dinastía 0
La Dinastía 0 de gobernantes egipcios fue durante muchos años desestimada por los egiptólogos, siendo sólo reconocida a partir de las excavaciones de Émile Amélineau y Flinders Petrie en el cementerio de Umm el-Qaab (Abidos), entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, y también por las excavaciones de James Edward Quibell en Nejen (Hieracómpolis).
Está asociada al final de la época predinástica, también denominada periodo de Naqada III. En ella se incluyen varios gobernantes que reinaron en el Alto Egipto entre el 3300 y el 3200 a. C.: Horus Ro o Iry-Hor (c. 3300 – 3275 a. C.), Horus Ka o Ka-Sehen (c. 3275 – 3250 a. C.) y Horus Escorpión I o Serket (c. 3250 – 3200 a. C.)
Estos gobernantes oriundos del Alto Egipto son blanco continuo de debate, relativo a la extensión de sus reinos en época tan antigua de la historia de las civilizaciones humanas, aún después de las recientes excavaciones realizadas por el Instituto Arqueológico Alemán en Abidos y de las dirigidas hasta hace poco tiempo por Michael Hoffman y Barbara Adams en Hieracómpolis.
La identidad de estos primeros reyes figura en la Piedra de Palermo, casi 700 años posterior, y otras listas de faraones que se hicieron unos 2000 años después, como las de Abidos, Saqqara o el Canon Real de Turín. La más antigua representación de un posible gobernante se ha encontrado en una vasija de Abidos, y data de la época en que esta ciudad era un enclave funerario de la capital, Tinis. Se representa, junto a una mujer embarazada, a un hombre ataviado con el shenti (faldilla), y una pluma en la cabeza, sosteniendo una maza, en una postura que se repitió después en las representaciones reales.
En este periodo surgen las primeras auténticas ciudades, tales como Tinis en Abidos, Nubet en Ombos, Nejab en Eileithyaspolis, Nejen en Hieracómpolis, Per-Montu en Hermontis, Uetyeset-Heru en Edfu, y Ab en Elefantina.
Son típicos de esta época los magníficos vasos tallados en piedra, los cuchillos ceremoniales, como el de Guebel el-Arak, las paletas para cosméticos, o las cabezas de mazas votivas y de guerra.
Cuchillo ceremonial tallado en sílex y marfil. Guebel el-Arak. 3200 a. C. Rama y un autor más – Trabajo propio. CC BY-SA 3.0 fr.
Faraones conocidos
El soberano Iry-Hor de la Dinastía 0 está reconocido como gobernante de Tinis, pudiendo haber sido durante su reinado cuando la poderosa ciudad de Naqada (o Nagada) fue conquistada.
Ka-Sehen prosiguió las conquistas de su antecesor, en dirección al sur, posiblemente hasta la frontera con el reino de Nejen o Hieracómpolis.
En relación con Serket, parece probable el hecho de la unificación del Alto Egipto durante su reinado, debido a su representación en la maza del Depósito Principal de Hieracómpolis que lo muestra tocado con la Corona Blanca del Alto Egipto (hedyet). Queda, sin embargo, la duda sobre si conquistó también el Bajo Egipto, o si esa tarea habría sido desempeñada por su sucesor Narmer (c. 3200 – 3140 a. C.), que pudo ser el último gobernante de esta dinastía, o el primero de la dinastía I.
Referencias
- Jiménez González, José Juan (2011). «Sociedad y poder desde el Egipto predinástico». Revista de arqueología del siglo XXI (363): 14-18.
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- Padró Parcerisa, Josep (2003). «Historia del Egipto faraónico.». Madrid (quinta edición) (Alianza Editorial). pp. 27-29. ISBN 84-206-8190-3.
- Sancho, José Antonio (2006). «Dinastía 00». Proyecto Dinástico. Archivado desde el original el 15 de enero de 2013. Consultado el 6 de noviembre de 2011.
- Eiroa García, Jorge Juan (2010). «Prehistoria del mundo». Barcelona (primera edición) (Sello Editorial SL). pp. 564-565. ISBN 978-84-937381-5-0.
- Varios eruditos consideraban que Narmer era el último rey del Periodo Protodinástico de Egipto, diferente del faraón Menes, y otros lo asociaban con Aha, pero después del descubrimiento de Dreyer (1985-95) de varias marcas de sellos encontradas en las tumbas de Den y Qaa en Umm el-Qaab, Abidos, se puede determinar con seguridad que es exacta la sucesión dinástica: Narmer, Aha, Dyer, Dyet, Merneith, Den, Adjib, Semerhet, Qaa.
Para un análisis de las fuentes arqueológicas sobre la unificación misma de Egipto, ver «Egipto, El mundo de los faraones», editado por Regine Schulz y Matthias Seidel, Editorial Könemann, impreso en Alemania, ISBN 3-8331-1106-2, año 2004, páginas 25-30.
7. Ver la nota biográfica sobre el Rey Escorpión en Artehistoria.
8. Basado en: University College London. 2000; y B. Adams & K. Cialowicz, Protodynastic Egypt, Shire Publications, 1987.
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Periodo predinástico de Egipto.
- Las culturas prehistóricas de Egipto, en Liceus Archivado el 28 de mayo de 2013 en Wayback Machine.
- Genealogía, Reyes y Reinos, periodo predinástico de Egipto
- Período Predinástico en artehistoria.com