Sarcófago fenicio de Palermo (siglo v a. C.). G.dallorto.
Fenicia es el nombre de una antigua región de Oriente Próximo, cuna de la civilización fenicio-púnica, que se extendía a lo largo del Levante mediterráneo, en la costa oriental del mar Mediterráneo. Se llamaba kanaʕan
Φοινίκη o Phoiníkē. Su duración cronológica está encuadrada entre el 1200 a.C hasta el 539 a.C. Su territorio abarcaba desde la desembocadura del río Orontes al norte, hasta la bahía de Haifa al sur, comprendiendo áreas de los actuales Israel, Siria y Líbano, una región denominada antiguamente Canaán, con cuya denominación se engloba muy a menudo en las fuentes.Ver ref. «González Blanco, Antonino El mundo púnico: historia, sociedad y cultura». Editora Regional de Murcia, 1994, ISBN 84-7564-160-1, p. 63.
Sus capitales fueron Biblos (1200-1000 a. C.) y Tiro (1000-539 a. C.). Mientras que Biblos se convierte al pricipio en el centro predominante, sobre el 1200 a.C; es sobre el 814, la ciudad de Tiro, pasa a ocupar la capitalidad. Tiro, bajo el reinado de Hiram I de Tiro, se convierte en el centro predominante; y sobre el 539 a.C Ciro II el Grande conquista Fenicia.
Conocidos como hábiles navegantes y comerciantes, los fenicios jugaron un papel crucial en la historia del mundo antiguo, difundiendo su cultura y su alfabeto por todo el Mediterráneo. Este trabajo pretende explorar la historia, la cultura, la religión, el comercio, la expansión, el legado y la importancia histórica de los fenicios de manera detallada.
Mapa de la zona fenicia, en la costa mediterránea. Se observa la situación de los principales centros urbanos: Tiro, Sidón, Beritus (Beirut), Biblos o Trípoli. Gráfico-Mapa por: Alvaro qc. CC BY 3.0
Orígenes Fenicios: Beritus fue fundada por los fenicios, y su historia se remonta al menos al tercer milenio a.C. La ciudad era un puerto estratégico en la costa del Mediterráneo y, aunque no era tan influyente como Tiro o Sidón, participaba activamente en el comercio marítimo fenicio
Después del período fenicio, la ciudad pasó bajo control griego tras las conquistas de Alejandro Magno. Posteriormente, Beritus se convirtió en una colonia romana en el 14 a.C. bajo el emperador Augusto. Durante el período romano, Beritus ganó gran importancia, convirtiéndose en un centro de cultura y educación. De hecho, fue conocida por su escuela de derecho, que era una de las más prestigiosas del Imperio Romano. Edad Media y Renacimiento: Con el tiempo, Beritus fue afectada por terremotos y conquistada por diferentes imperios, incluyendo los bizantinos y los árabes. En la Edad Media, la ciudad pasó por varios períodos de declive y resurgimiento.
Aunque no dejaron grandes monumentos como los egipcios o los mesopotámicos, su influencia se siente en el desarrollo de la escritura, el comercio, y la difusión cultural a lo largo del Mediterráneo. La habilidad de los fenicios para adaptarse, innovar y prosperar en un entorno geopolítico complejo los convierte en una de las civilizaciones más fascinantes de la antigüedad.
-Introducción
-Historia. Pueblo Fenicio.
-Organización Política y Sociedad. Ciudades-Estado;Sociedad.
- ECONOMÍA:
-Agricultura y explotación forestal.
-Vino fenicio.
-Industria.
-Comercio y navegación
– Colonización y expansión Fenicia por el Mediterráneo
– Colonias tirias y colonias sidonias
- Arte y Cultura fenicia
-Arte fenicio
-Arte fenicio y arte cartaginés
-Cerámica fenicia. Principales focos de producción
-Influencias del arte fenicio
-Arquitectura
-Escultura
-Literatura fenicia
-Historia y fuentes
-Temáticas Literarias
-Alfabeto Fenicio
-Política
-Interacción con Otras Civilizaciones
-Religión. Divinidades fenicias
-Principales ciudades fenicias
- -Tiro: La Joya de Fenicia
- -Biblos: La Cuna de la Civilización Fenicia
- -Sidón: la tercera en importancia
-Anexo: Cerámica cartaginesa o Púnica
-Legado de los Fenicios
-Conclusión
+ Conferencias de Fundación Juan March (6 x de 1 hora apróx)
+ Conferencia: «Los Fenicios: origen, desarrollo y apogeo de una civilización fascinante.» (Eva Tobalina.)
+ Documental: «Fenicios, mercaderes y navegantes»
+ Documental: «Cartago y los fenicios: El origen del alfabeto»
+ Ser Historia Podcast nº 832. El mundo Fenicio. (Nacho Ares- Ser Historia).
Si algo hay que caracterizara a los Fenicios es su afán comercial y navegante. Publisher New York Ward, Lock. Este enlace. Public Domain.
Historia
Poblada desde principios del II milenio a. C. por semitas cananeos, la Fenicia histórica se extendía sobre una estrecha franja costera de 40 km, desde el Monte Carmelo hasta Ugarit (unos 300 km). El territorio, montañoso y poco apto para la agricultura (aunque se esforzaron por sacarle provecho) orientó a sus habitantes hacia las actividades marítimas. Con más razón el mar se le impuso a este pueblo, al quedar dividido en pequeñas ciudades estado separadas por espolones rocosos, pues el cabotaje era mejor que las vías terrestres para el contacto entre las ciudades, que se escalonaban desde Acre y Tiro, por Sidón y Biblos, hasta Arados y Ugarit. Fenicia, al ser un estrecho paso entre el mar y el desierto sirio, en contacto al sur, a través de Canaán y del Sinaí con Egipto, y al norte, a través del Éufrates, con la Mesopotamia y el Asia Menor, estaba destinada a ser una rica encrucijada comercial, codiciada por los grandes imperios vecinos.
Pueblo fenicio
El nombre étnico que se otorgaban los fenicios a sí mismos era (?). (kenaʿani, «canaaneos») o (bin kenaʿan, «hijos de Canaán»), que coincide con el pueblo cananeo citado en la Biblia. (3) Los griegos los llamaron Φοίνικες (phoínikes, «rojos, púrpuras»), muy probablemente por los apreciados tintes de color púrpura con que comerciaban. (4) De phoíniks derivó el término «fenicio», que se aplica más bien a los descendientes de los cananeos que habitaban en la franja costera desde Dor (actual Israel) hasta Arados o Arwad (actual Siria), entre el siglo XIII a. C. y la conquista musulmana. No obstante, el término phoíniks puede fácilmente ser una etimología popular derivada del etnónimo pōnīm, gentilicio de Pūt. Este término denominaba estrictamente a la región costera de Canaán, y muchos de los pueblos fenicios lo utilizaban como sinónimo. (5) De pōnīm derivarían también las formas latinas poenus y punicus.
La cultura fenicia es una civilización antigua que no dejó firmes huellas físicas de su existencia. Su lugar geográfico en la historia es el actual Líbano, y el crecimiento desproporcionado de las ciudades, así como los frecuentes enfrentamientos bélicos del pasado, ha dificultado el hallazgo de restos que revelen su cultura material. Sin embargo, a diferencia de otras, dejó un importante legado cultural a las civilizaciones posteriores, principios comerciales y el alfabeto.
Según Heródoto, los fenicios migraron desde las costas del Golfo Pérsico (llamado Mar Eritreo en su Historia) para luego asentarse definitivamente en la región que posteriormente se conoció como Fenicia. (6).
Mapa de las principales rutas comerciales usadas por los fenicios-. Bourrichon: Rodriguín Esta fuente CC BY-SA 3.0-
Organización Política y Sociedad
Ciudades-Estado
A diferencia de otras civilizaciones contemporáneas, los fenicios no formaron un imperio unificado, sino que vivían en ciudades-estado independientes. Cada ciudad-estado tenía su propio gobierno, que generalmente consistía en un rey asistido por un consejo de nobles. Las ciudades-estado fenicias a menudo estaban en competencia entre sí, aunque también formaban alianzas temporales cuando enfrentaban amenazas externas.
Sociedad
La sociedad fenicia estaba estratificada en diferentes clases sociales. En la cúspide estaba la élite, compuesta por la familia real, la nobleza y los ricos comerciantes. Los artesanos, marineros y agricultores formaban la clase media, mientras que los esclavos, a menudo capturados en guerras o comprados en el comercio, constituían la clase baja.
Economía
Agricultura y explotación forestal
Si bien la geografía de la región era accidentada, los fenicios aprovecharon al máximo las posibilidades del suelo para la explotación agrícola y cultivaron incluso en las laderas de las montañas. Eran conocidos sus bosques de cedros del Líbano.
Vino fenicio
Artículo principal: Vino fenicio
Los fenicios fueron uno de los primeros pueblos antiguos en tener un importante efecto sobre la historia del vino. (7) A través del contacto y el comercio difundieron su conocimiento de la viticultura y la producción de vino y propagaron variedades antiguas de vid. (8) Introdujeron o animaron la expansión de la viticultura y la producción de vino en varios países que siguen elaborando variedades aptas para el mercado internacional, como el Líbano, Argelia, Túnez, Egipto, Grecia, Italia, España o Portugal. (7) Aunque pudieron ejercer un efecto indirecto en la expansión de la viticultura en Francia, a menudo se confunden con los griegos foceos, (9) que fundaron la colonia viticultora de Massilia (Marsella) en el 600 a. C. y llevaron la producción de vino tierra adentro.(7)
Industria
La cerámica fenicia fue muy utilizada, comercializada y distribuida; así como los objetos de vidrio coloreado y los tejidos de lana teñidos con púrpura de Tiro, un colorante que extraían de un molusco (el múrice, del género Murex, y cuyo nombre en griego —phoinikes, derivado de phoinos: «rojo sangre»— identificaba tanto al tinte como al pueblo que lo comercializaba). (10)
Los fenicios desarrollaron una industria de artículos de lujo muy solicitados en la época y de gran valor comercial, como joyas, perfumes y cosméticos, entre otros.
Comercio y navegación
El comercio era su actividad principal debido a su ubicación geográfica. Consistía inicialmente en el intercambio en forma de trueque de los productos elaborados en Fenicia por las mercancías disponibles en otros lugares (bien otros productos manufacturados —especialmente de las civilizaciones más desarrolladas—, o bien materias primas, como minerales metálicos —cobre y estaño— o metales preciosos, especialmente de los pueblos más primitivos de Occidente). Posteriormente, la invención de la moneda permitió relaciones comerciales más sofisticadas. Sin embargo, este crecimiento les despertó la necesidad de contabilizar sus productos (inventario), lo que les llevó a crear el primer alfabeto, del cual derivaron los demás.
La necesidad del transporte a largas distancias estimuló la construcción naval y la mejora de las técnicas de navegación.
Fueron los grandes mercaderes de la antigüedad. La geografía de sus costas, que propiciaba la instalación de puertos, y la madera de sus bosques les brindaban los elementos básicos para construir barcos y organizar compañías de navegación. Una de ellas fue contratada por el rey persa Darío I en el siglo V a. C. En cierta medida consiguieron establecer una talasocracia, o «gobierno de los mares», que les permitió controlar comercialmente el Mediterráneo.
Los viajes fenicios establecieron nexos perdurables entre el Mediterráneo oriental y el occidental, no solo comerciales sino también culturales.
El comercio fue la piedra angular de la economía fenicia. Los fenicios eran marineros excepcionales, y su flota comercial navegaba por todo el Mediterráneo, llegando hasta el Atlántico y el Mar Rojo. Establecieron rutas comerciales que conectaban el Mediterráneo oriental con regiones tan lejanas como las Islas Británicas y África Occidental. Los productos fenicios incluían metales preciosos, vidrio, madera de cedro, textiles teñidos con púrpura de Tiro, y productos agrícolas.
Colonización y expansión fenicia por el Mediterráneo
Durante sus largos viajes debían abastecerse en distintos puntos de su recorrido. Incluso se suponía que las limitaciones inherentes a la navegación primitiva (evitación de la navegación nocturna) impedirían singladuras muy superiores a los 60 km, aunque se ha comprobado que recorrían distancias mucho mayores sin tocar puerto. (11) Con el tiempo esas escalas fueron transformándose en establecimientos permanentes que permitieran el almacenamiento y el comercio estable con los pueblos indígenas, que la historiografía denomina factorías o colonias, de forma similar a las colonias griegas. La colonización fenicia fue un fenómeno comercial y poblador localizado en puertos de fácil defensa, penínsulas o islas cercanas a la costa, sin conquistas territoriales en el interior.
La expansión fenicia fue impulsada principalmente por razones económicas. Los fenicios establecieron colonias a lo largo de las costas del Mediterráneo occidental para asegurar el acceso a recursos y mercados. Algunas colonias comenzaron como puestos comerciales y, con el tiempo, se convirtieron en ciudades prósperas. Entre las colonias más importantes estaba Cartago, fundada por colonos de Tiro alrededor del 814 a.C., que más tarde se convirtió en una potencia regional y rival de Roma.
También se establecieron colonias fenicias en las proximidades de algunas ciudades de mayor grado de civilización, donde obtenían concesiones, como en la ciudad egipcia de Menfis.
Los marinos comerciantes de Sidón crearon asentamientos-almacenes amurallados. Los de Tiro fundaron hacia el siglo IX a. C. en el norte de África Qart Hadasht (Cartago), cuya posición estratégica entre el Mediterráneo occidental y el Mediterráneo oriental la convirtió en la más importante de todas las colonias y terminó por acoger el centro de la civilización púnica cuando las ciudades metropolitanas del Levante fueron conquistadas por el Imperio persa siglo VI a. C.).
Para apoyar su comercio, los fenicios establecieron numerosas colonias y puestos comerciales en todo el Mediterráneo. Algunas de las colonias más importantes fueron Cartago (en la actual Túnez), Gadir (Cádiz, España), Lixus (Marruecos) y Kition (Chipre). Estas colonias no solo servían como centros comerciales, sino que también ayudaban a expandir la influencia cultural y política de los fenicios.
La rivalidad secular que mantenían griegos y fenicios por las rutas comerciales y el establecimiento de colonias llevó, también en el siglo VI a. C., a un enfrentamiento militar de gran envergadura, la batalla de Alalia siglo VI a. C.), en la que la colonia griega focense de Alalia se enfrentó a la flota cartaginesa, aliada con los etruscos, redefiniéndose la relación de fuerzas en la región.
Las factorías fenicias se esparcieron prácticamente por toda la ribera sur mediterránea y sus islas: desde Gadir, más allá del estrecho de Gibraltar, en el entorno del mítico reino de Tartessos y puerta de las rutas del océano Atlántico, hacia el norte —Europa— y el sur —África—, hasta las costas de Asia y el mar Negro.
En la costa africana son localidades de fundación fenicia Tangis, Mogador y Lixus (actual Marruecos), Sidi Abdeselam del Behar —desembocadura del Río Martín— y Kudia Tebmain —rio Emsá— (actual Argelia), Utica —de la que se piensa que fue la primera colonia en fundarse, o quizá la segunda después de Gadir—, Hadramemtum, Leptis Minor, y Tapso (actual Túnez), Leptis Magna, Trípoli y Sabratha (actual Libia).
En las islas del Mediterráneo occidental, Iboshim o Eubussus (Ibiza), Nora (Nurri), Sulcis, Tharros (San Giovanni di Sinis), Bithia y Olbia (Cerdeña), Motia (Sicilia) y Malta; en las del mediterráneo oriental Kition (Chipre).
Los fenicios fueron el primero de los pueblos colonizadores históricos de la península ibérica. Los restos arqueológicos más antiguos descubiertos hasta la actualidad proceden de Malaka (Málaga) y Gadir (Cádiz), aunque establecieron colonias también en el mediterráneo peninsular, como el yacimiento de Río Real (Marbella), (12) Los Toscanos (Vélez-Málaga), Sexi (Almuñécar), Abdera (Adra), Cerro del Prado, Chorreras, Villaricos, Mazarrón y Guardamar de Segura. En cuanto al área atlántica peninsular, son yacimientos fenicios Cádiz, Chiclana de la Frontera y el Yacimiento arqueológico de Doña Blanca en El Puerto de Santa María. Es más discutido, en cuanto a si se trataban de asentamientos fenicios o bien pertenecientes a Tartessos con una fuerte influencia fenicia debido al importante comercio entre ambos, lugares como por ejemplo Onuba (Huelva), Abul (Alcacer do Sal) y quizás Olissipo (Lisboa). Otras escalas en la ruta comercial fenicia, siendo de origen prehistórico, pudieron llegar hasta Galicia e incluso las islas británicas al norte y a las Islas Canarias en el sur.
La fundación de la nueva Qart Hadasht (Nueva Cartago, la actual Cartagena) fue una iniciativa posterior, respondiendo a los nuevos criterios de la civilización púnico-cartaginesa del siglo III a. C., en la época de las guerras púnicas contra Roma. También a esa época pertenecen los restos púnicos de Melilla.(13)
Colonias tirias y colonias sidonias
La mayor parte de las colonias fenicias eran tirias (fundadas por Tiro). Se ha propuesto como una diferencia con las colonias sidonias (fundadas por Sidón) la divinidad tutelar: Melkart para Tiro, Astarté para Sidón. (14) Otra diferencia es que varias colonias sidonias estaban establecidas en la ribera norte del Mediterráneo, como Temesa (cerca de Nápoles), las islas de Citerea, Chipre, Creta y Rodas, (15) o en Asia. Se ha señalado como rasgo propio de las colonias sidonias en la península ibérica sus topónimos con la terminación -ipo (Baicipo, Dipo, Acinipo, Lacipo, Iripo, Oripo, Ostipo, Sisipo, Ventipo, Olisipo).(16) Se dice que, de entre las colonias de Sidón, Paros proporcionaba mármol, Tasos, oro, Milo, azufre y alumbre; mientras que el tinte púrpura provenía de Citerea y Creta. (17)
Cabeza escultórica, procedente de Cartago. Desconocido – Museo del Louvre. Jastrow (2005). Dominio público.
Cultura
El pueblo fenicio contribuyó a crear un importante vínculo entre las civilizaciones mediterráneas y más aún entre las formas artísticas del mundo antiguo, por imitación, fusión y difusión de ellas, aunque no se le considere como creador original de una gran cultura propia.
Los fenicios utilizaban un alfabeto fonético, que los griegos adaptaron a su propia lengua y, con el tiempo, sirvió de modelo para los posteriores alfabetos occidentales. Este alfabeto constaba de veintidós signos para las consonantes y no tenía vocales, pero fue muy importante, pues era sencillo y práctico, a diferencia de otros alfabetos coetáneos que solo dominaban los escribas y altos funcionarios tras un arduo aprendizaje.
La cultura fenicia fue muy importante en su época, pero han quedado pocas huellas de su historia. Se conoce de su existencia, sobre todo, a través de los textos de otros pueblos que entraron en contacto con ellos, en particular los asirios, babilonios y, más tarde, los griegos. Se estudia principalmente en las ruinas de las ciudades que fueron colonias de Sidón o Tiro, como las de Cerdeña y Andalucía y, sobre todo, en las establecidas en la isla de Chipre.
Impacto Cultural: La expansión fenicia tuvo un impacto cultural significativo en el Mediterráneo. A través de sus colonias y redes comerciales, los fenicios difundieron su alfabeto, conocimientos tecnológicos, arte y religión. Este proceso de difusión cultural, conocido como «fenicización», influyó profundamente en las civilizaciones locales, incluyendo a los griegos, los etruscos y otros pueblos del Mediterráneo.
Arte fenicio
Arte fenicio es la denominación historiográfica del arte de la civilización fenicia, tanto el de las metrópolis fenicias del Mediterráneo Oriental como el de las colonias fenicias.
Cartago era la principal colonia fenicia, beneficiada por su posición central en el Mediterráneo. La bibliografía suele utilizar los adjetivos «semita» y «púnico» para referirse tanto a fenicios como a cartagineses.
(Ver referencia/fuente: Eduardo Ferre Albelda, Gloria y ruina de la Iberia Cartaginesa – Imágenes del poder en la historiografía española, Cuadernos de prehistoria y arqueología,). Para la producción artística de Cartago, suele emplearse el término arte cartaginés o púnico, sin olvidar la dualidad de significado de esta última.
«El Arte fenicio y púnico». ArteHistoria. Consultado el 25 de febrero de 2019.
Este arte mantuvo una uniformidad entre las metrópolis orientales de Fenicia (Tiro, Sidón, etc.) y las colonias hacia occidente, aun con la gran distancia, debido al contacto mercantil constante.
El arte fenicio reflejaba las influencias de Egipto, Mesopotamia y otras culturas del Mediterráneo, pero también desarrolló un estilo propio. Los fenicios eran hábiles en la producción de joyería, marfil tallado, cerámica y objetos de vidrio. En arquitectura, los fenicios construyeron impresionantes templos y palacios, a menudo utilizando la madera de cedro del Líbano. Sus habilidades arquitectónicas también se manifestaron en la construcción de sus poderosos barcos, que eran esenciales para su dominio del comercio marítimo.
Reproducción de una lámina con alabastrones esmaltados de Rbodor en Fenicia.
Fuente: Europeana
Reproducció d’una làmina amb alabastrons esmaltats de Rbodor a Fenícia por Desconegut – Digital Memory of Catalonia, Spain – CC BY-NC-ND.
Arte fenicio y arte cartaginés
El arte fenicio se extiende desde el siglo X a. C., ya que las obras anteriores a esta fecha son tan similares a las egipcias y asirias que no pueden distinguirse de ellas, hasta el siglo VI a. C. cuando Fenicia es conquistada por Nabucodonosor II, comenzando una decadencia de las colonias.( Fuente consulta: Pomponio Mela (2012). «Arte Fenicio o Arte Púnico». ArteEspaña.). Desde ese momento Cartago, fundada por fenicios en el siglo IX a. C. y principal colonia, aprovecha su ubicación y toma la dirección de las colonias hasta que es conquistada por Roma en el siglo II a. C., siendo este periodo el estudiado como arte púnico o cartaginés.
En el caso de la cerámica el especialista Caro Bellido data la transición del ajuar cerámico fenicio al periodo de influencia cartaginés hacia el año 550 a. C.
- Caro Bellido, 2008, pp. 68 y 119.
- González Blanco, Antonino (1994). El mundo púnico: historia, sociedad y cultura (en español). Editora Regional de Murcia. p. 63. ISBN 84-7564-160-1.
Cerámica fenicia
Cerámica fenicia es la producida en la Antigüedad por el pueblo fenicio («phoinikes», «Phoinike») en la región mediterránea hoy ocupada por el Líbano y relacionada con la semítica «Chanaan» o Canaan. Tuvo continuidad histórico-cultural en la cerámica púnica o cartaginesa, con la que aparece reunida en algunos estudios.
Ánfora fenicia del yacimiento de Alt de Benimaquia (siglo VI a. C.). CC BY-SA 3.0. Pguerin.
Ánfora fenicia, tipo R.1 de Vuillemot, sin base, labio vertical con engrosamiento interior, hombro hemisférico de carena muy marcada, galbo globular, la base no se conserva, posiblemente pintada con bandas. Dos asitas de sección circular están ajustadas a la panza desde la carena. Superficie anaranjada sin tratamiento conservado, pasta anaranjada con desgrasante esquistoso y calizo. Diám. borde: 13 cm, diám. max: 48cm, alt. cons.: 63 cm. Este tipo de ánfora constituye la forma dominante en la colección de hallazgos. El borde engrosado con ese labio resaltado hacia el interior de la boca recuerda las producciones del alfar fenicio del Cerro del Villar (Málaga) fechado en el primer cuarto del s. VI a.C. (580-560 a.C). Es de destacar que en esta colección de materiales escasean los perfiles con labios verticales delgados típicos de las ánforas R1 de Trayamar habituales del pleno siglo VII a.C. Existen, pero de forma testimonial, debido, quizás, a la cronología más tardía del contexto de l’Alt de Benimaquia.
Principales focos de producción
El foco más importante fue el yacimiento de Tiro, que analizó Bikai en su ya clásico estudio sobre la cultura fenicia. También son básicos los hallazgos de Sarepta.
- Maynor Bikai, Patricia (1978). «The Pottery of Tyre». books.google.es (en inglés) (Aris and Phillips).
- Maass-Lindemann, 2006, p. 289-302.
Mediterráneo occidental
En el Mediterráneo occidental destacan los asentamientos fenicios en la península ibérica, en los yacimientos de Toscanos, Chorreras y el Morro de Mezquitilla en la provincia de Málaga, y los atlánticos de Doña Blanca y Huelva.16 En el Morro, por ejemplo, se ha detectado la presencia de las arcillas locales, así como de colonias hermanas. La tipología inicial, escindida y desaparecida como foco fenicio-púnico, se fusionaría luego con estilos de influencia griega en Sicilia y de la tartésica del sur de la península ibérica.
Caro Bellido data la crisis de los asentamientos fenicios ‘andaluces’ hacia el siglo vi a. C. (con restos de incendios y destrucción contemporáneos de la desaparición de Tartessos). La transición de lo fenicio a lo púnico queda datada hacia el año 550 a. C.
Otro foco importante en el Mediterráneo occidental son los yacimientos norteafricanos como el de Sidi Abdeselam del Behar, junto a Tetuán.
- González Blanco, Antonino (1994). El mundo púnico: historia, sociedad y cultura. Editora Regional de Murcia. p. 63
- Aubet Semmler, María Eugenia (1987). Tiro y las colonias fenicias de Occidente (en español). Barcelona: Bellaterra
- López Malax-Echeverría, Alberto (ca. 1973). «Cerámica fenicia del sur de España (Una comunicación sobre la cerámica de «barniz rojo)». Centro de Estudios Ibero Fenicios (en español). Consultado el 6 de mayo de 2018.
- Caro Bellido, 2008, p. 119.
- López Pardo, F. (1996) Los enclaves fenicios en el África noroccidental: del modelo de las escalas náuticas al de colonización con implicaciones productivas en Gerión 14. Madrid: Departamento de Historia Antigua de Universidad Complutense.
- «Cerámica fenicia». cananeos (en español). 18 de diciembre de 2011. Consultado el 5 de mayo de 2018.
- López Malax, 1973, p. 67.
- «Protohistoria y Colonizaciones». man.es (en español). Consultado el 6 de mayo de 2018.
Jarra trilobulada (necrópolis de Cádiz). Ángel M. Felicísimo from Mérida, España – Jarra. CC BY 2.0
Jarro de boca de seta. Museo de Cádiz. Ángel M. Felicísimo from Mérida, España – Jarro de boca de seta. CC BY 2.0
Figura. Museo de Mariamont. Vassil – Trabajo propio. Creative Commons. Original file (1,854 × 3,943 pixels).
Copa. Museo Arqueológico de Sevilla. Ángel M. Felicísimo from Mérida, España. Copa decorada con dos pájaros procedente de Herrera, Sevilla. No hay más datos en la vitrina de exposición. CC BY 2.0. Original file (2,500 × 2,053 pixels).
Ollas y cacharros de barro de origen fenicio. Jamie Heath – Cooking Pots with Lids & Frying Pan. Original file (4,032 × 1,960 pixels,).
«Frasco de peregrino, de Tharros, Cerdeña, período fenicio, siglo VII-VI a.C.». Zunkir – Own work. CC BY-SA 4.0. Original file (3,612 × 4,844 pixel)
«Exposición de Tel Rehov en el Museo de la Tierra de Israel en Tel Aviv. Jarra decorada al estilo fenicio, importada de la costa fenicia.» Oren Rozen. CC BY-SA 4.0. Original file (2,400 × 1,600 pixels).
Jarra zoomórfica con cabeza de pájaro. Zoomorphic jug, in the form of a bird from Tharros, Sardinia, Phoenician period, 7th-6th century BC. Zunkir – Own work. CC BY-SA 4.0 Original file (4,319 × 3,569 pixels).
Terracotta amphora with Phoenician inscription MET. Original file (4,000 × 4,000 pixels). Licencia Creative Commons,.
Templos de los Obeliscos. Heretiq – Trabajo propio. Byblos, Lebanon – Obelisk Temple
El Templo de los Obeliscos de Byblos es un importante sitio arqueológico ubicado en la antigua ciudad de Byblos, en el actual Líbano. Byblos es una de las ciudades más antiguas del mundo, con una historia que se remonta a varios milenios antes de Cristo. El templo, que data aproximadamente del tercer milenio a.C., es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
Byblos, conocida como Gebal en la antigüedad, fue un importante puerto fenicio. El Templo de los Obeliscos fue construido durante la Edad del Bronce, entre el 1900 y el 1600 a.C. Se cree que fue dedicado al dios Reshef, una deidad cananea asociada con la guerra y la protección.
El templo destaca por su estilo arquitectónico único. Está compuesto por una serie de pequeños obeliscos de piedra, que son monolitos puntiagudos, alineados en su interior. Estos obeliscos no eran tan altos como los egipcios, sino que eran más modestos en tamaño, y algunos estaban grabados con inscripciones.
El recinto del templo era de forma rectangular y estaba rodeado por un muro. En su centro, se encontraba un santuario con los obeliscos, algunos de los cuales estaban dedicados a dioses locales o a figuras importantes de la comunidad.
Se cree que el templo tenía una función ritual importante en la ciudad de Byblos. Los obeliscos probablemente simbolizaban la conexión entre lo divino y lo terrenal. Podrían haber sido utilizados como marcadores sagrados o lugares de ofrenda a los dioses.
En las excavaciones se han encontrado varios artefactos votivos, como figuras de bronce, cerámica, y otras ofrendas, lo que sugiere que los fieles acudían al templo para realizar ofrendas y buscar favores divinos.
El templo fue descubierto por arqueólogos franceses a principios del siglo XX. Las excavaciones revelaron la estructura del templo y una gran cantidad de artefactos que proporcionaron información valiosa sobre la vida religiosa y cultural en Byblos durante la Edad del Bronce. Hoy en día, el sitio es un importante destino turístico y arqueológico, que ayuda a los visitantes a comprender la rica historia de la región. El Templo de los Obeliscos es un testimonio de la compleja vida religiosa de los fenicios y su habilidad arquitectónica, reflejando la mezcla de influencias culturales y religiosas que caracterizó a Byblos, una de las ciudades más antiguas y continuadamente habitadas del mundo.
Influencias del arte fenicio
Las producciones artísticas fenicias tienen un fuerte componente artesanal. En sus esculturas, cerámicas, joyas y objetos de metal, predominaban las influencias egipcias, con elementos asirios, en un primer periodo (desde el siglo X a. C. -fecha más antigua que se suele asignar al arte fenicio- hasta el siglo VII a. C.). En un segundo periodo pasó a predominar la influencia griega, llegando a veces a confundirse sus producciones con las griegas, aunque, por lo general, se detecta con mayor tosquedad y eclecticismo del artista fenicio en las obras de sus talleres.
Después de repetidas investigaciones realizadas sobre el arte fenicio, se puede afirmar que no existe con anterioridad al siglo X a. C. pues aunque mucho antes fabricaban y vendían productos los industriales y mercaderes fenicios su arte no pasaba de ser una mera imitación del egipcio o asirio y parece que incluso entonces se consideraban sus artículos como originarios de los artistas que les servían de modelo. Desde dicho siglo se descubre en las obras fenicias de estatuaria, glíptica, orfebrería, etc. la tendencia a combinar los estilos orientales en una misma pieza, sobresaliendo el egipcio.
En la península ibérica el arte fenicio se mezcló con la producción de los pueblos indígenas, especialmente en Tartessos.( Ref: Maass-Lindemann, Gerta (2006). «Interrelaciones de la cerámica fenicia en el occidente mediterráneo». En Instituto Arqueológico Alemán, ed. Mainake (en español) (Madrid) .
Arquitectura
Las formas de arquitectura fenicia se infieren más por los dibujos de los sellos y otros relieves que por las ruinas de sus edificios; aunque no faltan algunos restos de piezas arquitectónicas hallados en Chipre y Fenicia. Entre estos, figura el capital con volutas, inspirado en el arte oriental y que bien pudo ser el antecesor del orden jónico. Los templos fenicios (como el de Biblos) se distinguían por tener el santuario sin cubierta. En él se daba culto a una piedra o betilo que generalmente consistía en un aerolito de forma cónica (como piedra caída del cielo) situado en medio de la estancia a la cual precedía un atrio rodeado interiormente de columnas. Era también característica la forma que los sidonios daban a sus suntuosos sarcófagos de piedra, y que reproducía el contorno de la figura humana, como los sarcófagos antropoides de madera egipcios.
«Reproducción de una lámina con el trono y los capiteles de Om-el-Aramid en Fenicia por Desconocido.»
Aquí se describe una reproducción artística o ilustración de un trono y capiteles (las partes superiores de columnas) de un lugar llamado Om-el-Aramid en Fenicia, realizada por un autor anónimo o desconocido.
Digital Memory of Catalonia, Spain – CC BY-NC-ND. Ver enlace.
Escultura
Bajo el nombre de esculturas fenicias se han comprendido numerosas y variadísimas estatuas de los pueblos fenicios, libios, sardos, tirrenos, pelasgos, hititas y chipriotas que se presentan con cierta rigidez arcaica y falta de naturalidad y que ofrecen visibles reminiscencias asirias, egipcias e incluso griegas según las épocas y los países. Se consideran como legítimamente fenicias en piedra y bronce las esculturas chipriotas (de la isla de Chipre) toda vez que los fenicios se apoderaron de la isla hacia el año 1000 a. C. y fundaron allí ciudades importantes subyugando a los hititas que eran sus antiguos pobladores. Asimismo, puede estudiarse el arte fenicio en las islas de Cerdeña e Ibiza de las cuales se apoderaron las colonias tirias en el siglo VIII a. C.
Figura en bronce (ss. VIII-VII a. C.) del dios Melqart, época fenicia arcaica, encontrada en la capital de Huelva (España). José Luis Filpo Cabana – Trabajo propio. CC BY 4.0.
Copa de electrón procedente de Idalion, Chipre (Museo del Louvre), siglos VIII o VII a. C., en la cultura chipriota arcaica I. Dominio público. Original file (3,150 × 2,420 pixels,).
Sus producciones fueron más artesanales que artísticas, y en sus esculturas, cerámicas, joyas y objetos de metal domina la influencia egipcia desde el siglo X a. C. (que es la fecha más antigua que se suele asignar al arte fenicio), con elementos asirios, hasta llegar al siglo VII a. C. Sin embargo, a partir de entonces predomina la influencia griega, llegando a veces a confundirse sus producciones con las griegas, como se confunden las anteriores al siglo X a. C. con las asirias y egipcias.
Las formas de arquitectura se infieren más por los dibujos de los sellos y otros relieves que por las ruinas de sus edificios, aunque no faltan algunos restos de piezas arquitectónicas hallados en Chipre y Fenicia. Entre estos figura el capitel con volutas, inspirado en el arte oriental y que bien pudo ser el antecesor del capitel jónico. Los templos fenicios (como el de Biblos) se distinguían por tener el santuario sin cubierta. En él se daba culto a una piedra o betilo, que generalmente consistía en un aerolito de forma cónica (como piedra caída del cielo) situado en medio de la estancia a la cual precedía un atrio rodeado interiormente de columnas. Era también característica la forma que a los sarcófagos suntuosos de piedra daban los fenicios sidonitas, que se adaptaba más o menos al contorno de la figura humana como los de madera egipcios (sarcófagos antropoides).
Posteriormente este arte se fue extendiendo a lo largo de toda la costa mediterránea donde los fenicios tenían influencia, llevándolo a esos lugares, además de influenciar a las culturas autóctonas, de lo que es un claro ejemplo Tartessos, que llegó a tener una importante aculturación.
Objetos de vidrio importados por comerciantes fenicios a la península ibérica. Madrid, M.A.N. Miguel Hermoso Cuesta – Trabajo propio. CC BY-SA 4.0. Original file (4,770 × 2,959 pixels, file size: 2.5 MB).
Artesanos fenicios, patera en plata y oro con un día de caza del rey, 675-650 a. C., de la tumba de Bernardini en la necrópolis de la Colombella, en Palestina. Museo Nacional Etrusco de Villa Julia. Sailko – Trabajo propio. CC BY-SA 4.0.
Literatura fenicio-púnica
La literatura fenicio-púnica es aquella escrita en fenicio, la lengua de las antiguas civilizaciones de Fenicia y Cartago. Toda ella está rodeada de un halo de misterio por los pocos vestigios que se han conservado: todo lo que resta es una serie de inscripciones, pocas de las cuales tienen carácter netamente literario (solo alguna narración histórica, poemas, etc.), monedas, fragmentos de la Historia de Sanjuniatón y del Tratado de Magón, la traducción al griego del viaje de Hannón el Navegante y el texto del Poenulus de Plauto. Sin embargo, es un hecho probado que tanto en Fenicia como en Cartago hubo bibliotecas y que los fenicios tuvieron una rica producción literaria heredera del pasado cananeo, de la que obras como las redactadas por Filón de Biblos o Menandro de Éfeso son una parte ínfima.
- Barton, George A. (1901). «On the Pantheon of Tyre». Journal of the American Oriental Society (en inglés). A las comparativamente escasas inscripciones que se han sacado a la luz en los últimos años, consistentes en inscripciones votivas, religiosas y funerarias, difícilmente se las puede dignificar con el nombre de literatura.
- Krahmalkov, Charles R. (2001). A Phoenician-Punic Grammar. Leiden; Boston; Köln: Brill. pp. 13-15.
- Amor Ruibal, Ángel María (2005). «Los problemas fundamentales de la filología comparada: su historía, su naturaleza y sus diversas relaciones científicas».
- Martín Ruiz, Juan Antonio (2007). «Los libros púnicos de Cartago: a la búsqueda de un saber perdido». Byrsa: revista semestrale di arte, cultura e archeologia del mediterraneo punico (Polis expresse) .
- Encyclopédie Larousse (2002). «littérature phénicienne». Dictionnaire mondial des littératures (en francés).
- Fernández Ardanaz, Santiago (2000). «Enculturación en el mundo neopúnico: traducción de la Biblia al neopúnico en los ss. IV-V d.C.». II Congreso Internacional del Mundo Púnico. pp. 409-413. Archivado desde el original el 24 de enero de 2022. Consultado el 5 de julio de 2011.
Viaje de Hannón el Navegante, la traducción de cuyo periplo es uno de los pocos relatos fenicios que se han conservado. Hannón el Navegante era un explorador y rey cartaginés de los siglos VI o V a. C., más conocido por su exploración naval de la costa occidental de África. La única fuente de su viaje es un relato en griego conocido en la actualidad como Periplo de Hannón. Según algunos análisis modernos de su ruta, la expedición de Hannón podría haber logrado ir hasta el sur de Gabón; otros, en cambio, no creen que haya ido más lejos que al sur de Marruecos.
Historia y fuentes
El historiador judío Flavio Josefo alude a los anales fenicios o tirios que supuestamente consultó para redactar sus obras históricas. También Heródoto habla sobre la existencia de unos libros de Biblos y una Historia de Tiro conservada en el templo de Hércules-Melqart de Tiro. Además, es posible encontrar algunos retazos de la influencia ejercida por ciertos escritos de Ugarit en algunos libros bíblicos, como pueden ser el Génesis o el libro de Ruth, en los que se hallan restos de composiciones poéticas de temática religiosa, así como otras de índole política con un marcado perfil propagandístico o de naturaleza filosófica. Rufo Festo Avieno alude asimismo a unos viejos anales púnicos de los que habría extraído sus informes sobre el periplo de Himilcón. De hecho, las fuentes grecorromanas hablan de unos libros púnicos salvados in extremis del saqueo e incendio a que fue sometida Cartago durante varios días por las legiones de Escipión el Africano en la primavera del año 146 a. C. Plinio indica en su Historia natural que a la caída de Cartago muchas de estas obras pasaron a los gobernantes númidas y que el Senado romano ordenó la traducción al latín de alguna de ellas, en concreto la obra agrícola de Magón, para lo que se creó una comisión dirigida por Décimo Junio Pisón.
- Ver ref. Martín Ruiz, Juan Antonio (2007). «Los libros púnicos de Cartago: a la búsqueda de un saber perdido».
Según la enciclopedia bizantina llamada Suda hubo en la antigüedad un tal Charon de Cartago que fue un historiador que escribió varias obras: Vidas de Hombres Ilustres, Vidas de Mujeres Ilustres y Tiranos.
Extensión del territorio cartaginés antes de la I guerra púnica. Autor: BishkekRocks. Dominio público.
Según la enciclopedia bizantina llamada Suda hubo en la antigüedad un tal Charon de Cartago que fue un historiador que escribió varias obras: Vidas de Hombres Ilustres, Vidas de Mujeres Ilustres y Tiranos.
Agustín de Hipona, que vivió entre los siglos III y IV d. C., consideraba el púnico como una de las principales lenguas «sapienciales», junto al hebreo, el cananeo, el latín y el griego. Sobre la literatura en púnico comentó en una de sus cartas: Quae lingua si improbatur abs te, nega Punicis Libris, ut a viris doctissimus proditur, multa sapienter esse mandata memoriae («Si rechazas esta lengua, estás negando lo que han admitido muchos hombres eruditos: son muchas las cosas que han sido sabiamente preservadas del olvido gracias a libros escritos en púnico»). Para Agustín esta literatura no era solo antigua, sino también coetánea. Habla de abecedaria y salmos compuestos en púnico y de que, de hecho, tanto donatistas como católicos neopúnicos escriben «libritos en púnico» que reúnen «testimonios de las sagradas escrituras». Se ha llegado a pensar que una parte importante de la Biblia llegó a traducirse al neopúnico.
- Fernández Ardanaz, Santiago (2000). «Enculturación en el mundo neopúnico: traducción de la Biblia al neopúnico en los ss. IV-V d.C.». II Congreso Internacional del Mundo Púnico. pp. 409-413.
Temáticas de uso de la literatura fenicia
Tratados de agricultura
Es uno de los campos sobre el que se tienen más datos, pues se sabe que una vez terminada la III guerra púnica el Senado de Roma decidió traducir al latín un tratado de agronomía de carácter enciclopédico escrito por Magón, que fue considerado por Columela como el padre de la Agronomía. Este tratado estaba compuesto por 28 libros de los que se han conservado 66 fragmentos. Su contenido comprende aspectos de viticultura, topografía, medicina veterinaria, apicultura y arboristería frutal, amén de indicaciones en las que defiende que las propiedades no deberían ser muy extensas y que el propietario no se habría de ausentar del lugar. De todas formas, Magón no debió ser el único tratadista cartaginés que incidió en este mismo tema, ya que Columela indica expresamente que existían varios escritores que se centraron en esta cuestión, si bien, salvo un tal Amílcar, no hace ninguna matización sobre quiénes podían ser ni sobre la profundidad de sus trabajos.
- (Ver ref. Cory, Preston (2003). «On Phoenician Literature: Introduction to Sanchoniathon».)
Escritos filosóficos
Aunque no se tiene apenas constancia, parece probable que se escribieran escritos de tema filosófico, ya que se sabe que tanto en Cartago como en Gadir hubo escuelas de corte platónico y pitagórico, corrientes que parecen haber gozado de una amplia aceptación en el ámbito fenicio colonial. Solo conocemos escritos de Moderato, de la escuela gaditana, que escribía en griego. A Sanjuniatón se le atribuye un tratado sobre filosofía del que no queda más constancia que la simple mención.
- (Ref. Lynch Botta, Anne Charlotte (1860). Handbook of universal literature: from the best and latest authorities: designed for popular reading and as a textbook for schools and colleges. New York: Derby & Jackson.)
Escritos religiosos
Los fragmentos quese han conservado de la obra de Sanjuniatón conforman el texto religioso más extenso conocido sobre la mitología fenicia: una especie de Teogonía que incluye pasajes de cosmogonía, historias heroicas, vida de los dioses y uso de rituales con serpientes.
Existe además una alusión de Plutarco respecto a una serie de pergaminos de contenido sagrado que fueron rescatados Cartago y escondidos bajo tierra, aunque la veracidad de esta información no ha podido ser confirmada. Por otra parte, se sabe que la literatura religiosa fenicia influyó profundamente el relato bíblico de Job.
- M.J. Edwards (1991). Philo or Sanchuniathon? A Phoenicean Cosmogony. New Series, 41 (1). The Classical Quarterly.
Tratados de historia
Polibio, en sus Historias habla claramente de historiadores cartaginenses y Salustio afirma haberse documentado con los libros púnicos del rey númida Hiempsal. La obra histórica de Sanjuniatón, considerada la más extensa producida en fenicio, se tradujo al griego en el siglo II a. C., aunque solo se ha conservado un largo fragmento que trata principalmente de temas religiosos. Con todo, la autenticidad de los textos atribuidos a Sanjuniatón ha sido varias veces puesta en duda, sin que se haya llegado a un consenso claro. En la literatura griega se encuentran hasta después del siglo III a. C. abundantes alusiones a una Cosmogonía escrita por Mosco de Sidón en el siglo XIV a. C. Se ha señalado también la probable existencia de biografías sobre Aníbal; según Polibio y Tito Livio, este hizo grabar en fenicio y griego tales gestas el año 205 a. C. en el templo de Hera en Lacinio, siendo bastante probable que se limitara a continuar con una antigua tradición en función de la cual los generales cartagineses solían escribir sus hazañas haciendo entrega de las mismas a un santuario para que las preservase.4Otro ejemplo de este tipo de literatura es una inscripción sobre la toma de Agrigento en el año 406 a. C., de la que se conserva un pequeño fragmento de un texto que debió ser mayor:
Poesía
Se han encontrado fragmentos de poemas fenicios que indican que entre otros géneros, se cultivaba la prosa rimada retórica y la narración poética de ritmo yámbico
Lengua y gramática
No se sabe apenas nada sobre el conocimiento gramatical de los propios fenicios. Un manuscrito latino, el Berne codex 123 indica que el fenicio tenía 12 partes de la oración, las ocho tradicionales (sustantivo, pronombre, verbo, adjetivo, adverbio, preposición, conjunción e interjección) más el artículo, el «modo impersonal», el infinitivo y el «gerundio».
Por otra parte, Eusebio de Cesárea atribuye a Sanjuniatón la autoría de un tratado titulado Sobre el alfabeto fenicio.
Tratados de navegación y geográficos
Pese a la fama de navegantes y exploradores de los fenicios, los dos únicos escritos que han llegado hasta la actualidad son los relatos de Hannón el Navegante e Himilcón. El relato original de Hannón no parece ser anterior al siglo II a. C., siendo así que incluso ha llegado a plantearse si no fue realizado al destruirse Cartago. Es interesante constatar que la historiografía griega y latina parece desconocer por completo este viaje antes de la caída de la capital púnica. El periplo de Himilcón solo se conoce por algunos comentarios que hace Avieno y que, según él, procederían de antiguos anales púnicos a los que habría accedido. Se ha planteado también que el rey Juba II basó sus conocimientos geográficos sobre las fuentes del Nilo en libros púnicos que conservaba en su corte, como recoge Amiano Marcelino, fuentes que indicaban que el origen de este cauce fluvial se encontraba en un monte de Mauritania. Algo similar sucede con las navegaciones que este monarca habría llevado a cabo supuestamente en el archipiélago canario, expedición que habría recogido Plinio: aunque por la forma en la que el texto pliniano describe las islas queda claro que existió un viaje real hasta estas aguas, en la actualidad se discute si esta expedición atlántica fue llevada a cabo por Juba II o si, en realidad, este monarca se limitó a recoger una serie de datos que encontró en los libros cartagineses que había heredado de sus antepasados.
Por su parte, Marino de Tiro, que vivió en el siglo I d. C., fue considerado por ya en su época como el primer geógrafo digno de recibir el apelativo de científico.
- (Ver ref. Wagner, Carlos G. (1989). Los fenicios. Historia del mundo antiguo: Oriente. Madrid: Akal. pp. 58-60.)
A pesar de que su obra original ha desaparecido, Claudio Ptolomeo la utilizó extensamente en la redacción de su Geographia.
Tratados internacionales y legislativos
No hay noticias directas al respecto, pero se sabe que los tratados internacionales que Roma firmó con Cartago se conservaban en el Capitolio en tablas de bronce y se debe suponer que los púnicos los conservaran igualmente. Se sabe que el tratado realizado el año 215 a. C. entre Aníbal y Filipo V de Macedonia se redactó en griego y púnico y en él se hacía alusión a distintas divinidades cartaginesas de tal forma que recuerda el tratado suscrito mucho siglos antes entre Asarhadon y el rey de Tiro, lo que ha sido interpretado como un signo de conservadurismo estatal que solo se puede explicar por la conservación a lo largo de los siglos de estos documentos.
Literatura traducida
Bastantes autores clásicos e incluso algunos contemporáneos han defendido la idea de que en la Antigüedad solo los romanos habían desarrollado su cultura lo suficiente como para comprender y traducir las obras griegas. Paradójicamente, es precisamente en la obra Poenulus del comediógrafo Plauto uno de los pocos sitios donde queda constancia de traducciones de obras griegas al púnico.
Plauto, comediógrafo romano que incluyó textos en púnico en una de sus obras, el Poenulus.
Con el auge de Cartago en el siglo V a. C., el fenicio se convirtió en una lengua de prestigio en el Mediterráneo, compitiendo con el latín y el griego, lo que propició esta labor traductora. Abajo se citan dos fragmentos del Poenulus («El pequeño púnico»), traducción de la obra griega ὁ Καρχηδόνιος (ho Karkhēdónios, «el cartaginés»), posiblemente del poeta Alexis de Turio (ca. 375-275 a. C.) y en las que Plauto incluyó fragmentos de la traducción de esta misma obra al púnico, así como de varias otras traducciones de que tuvo conocimiento, a fin tanto de divertir a la audiencia con el sonido extraño de una lengua como que sirviera de pie para juegos de palabras y errores de traducción:
Krahmalkov, Charles R. (2001). «1. The Phoenician language». A Phoenician-Punic Grammar. Leiden; Boston; Köln: Brill. pp. 6-12.
En resumidas cuentas, Todo sobre la literatura fenicia y púnica está rodeado de un halo de misterio dados los pocos vestigios que se han conservado: lo que se conserva es una serie de inscripciones, pocas de las cuales tienen carácter netamente literario (solo alguna narración histórica, poemas, etcétera), monedas, fragmentos de la «Historia de Sanjuniatón» y del «Tratado de Magón«, la traducción al griego del viaje de Hannón el Navegante y el texto del Poenulus de Plauto. Sin embargo es un hecho probado que tanto en Fenicia como en Cartago hubo bibliotecas y que los fenicios tuvieron una rica producción literaria heredera del pasado cananeo, de la que obras como las redactadas por Filón de Biblos o Menandro de Éfeso son una parte ínfima.
Alfabeto fenicio
Uno de los legados más importantes de los fenicios es su alfabeto. Desarrollaron un sistema de escritura basado en un alfabeto fonético de 22 letras, que representaba sonidos consonánticos. Este alfabeto fue más sencillo y práctico que los sistemas de escritura cuneiforme o jeroglífico, lo que facilitó su adopción por otras culturas, como los griegos, que lo modificaron y lo difundieron por Europa. Este alfabeto es el antecesor de muchos sistemas de escritura actuales, incluido el alfabeto latino. El alfabeto fenicio es un antiguo alfabeto consonántico que se utilizó para escribir el fenicio y otras lenguas cananeas (como el hebreo, moabita, amonita y edomita). Aunque sus 22 letras son todas consonantes, las escrituras más tardías se sirven de mater lectionis para representar algunas vocales.
El fenicio se convirtió en uno de los sistemas de escritura más utilizados al ser difundido por los mercaderes fenicios a lo largo del mundo mediterráneo, donde fue asimilado por muchas otras culturas que lo adaptaron a sus respectivos idiomas. El alfabeto arameo, una forma modificada del fenicio, es el precursor de los alfabetos árabe y hebreo modernos. El alfabeto griego (y por extensión sus descendientes, como el latino, el cirílico y el copto) deriva directamente del fenicio, aunque los valores de algunas letras se modificaron para representar las vocales.
Dado que las letras originalmente se inscribían con un estilete, la mayoría de las formas son angulares y rectilíneas, aunque progresivamente se fueron desarrollando formas cada vez más cursivas, culminando con el alfabeto neopúnico del Norte de África de época romana. El fenicio se escribía generalmente de derecha a izquierda, aunque se han hallado algunos textos escritos en bustrófedon.
Más información: Idioma fenicio
Los fenicios fueron los inventores del alfabeto. El alfabeto fenicio comenzó como una serie de ideogramas, un conjunto de símbolos que representaban animales y objetos. A estos ideogramas se les asignaba un valor fonético de acuerdo al nombre, en idioma fenicio, del animal u objeto representado; este alfabeto solo contenía consonantes, veintidós en total. Era un sistema simple, lo que permitió la difusión del conocimiento y la cultura.
Posteriormente, el alfabeto fenicio fue adoptado y modificado por los griegos para representar su idioma. Los griegos tomaron algunas letras del alfabeto fenicio y les dieron valor de vocal; debido a las diferencias lingüísticas entre ambos idiomas (griego = indoeuropeo, fenicio = semita) también cambiaron la pronunciación de algunas letras, y agregaron algunos símbolos para representar sonidos inexistentes en fenicio. El alfabeto latino proviene del alfabeto etrusco, que fue a su vez una adaptación del alfabeto griego.
Los hebreos también adoptaron el alfabeto fenicio, aunque dada la similitud de sus lenguas y la mutua influencia por su cercanía geográfica hubo una menor modificación que por los griegos.
El alfabeto fenicio ha sido en una u otra forma la base para los alfabetos latino, griego, cirílico, árabe, y algunos estudiosos consideran que también dio origen a los abugidas del subcontinente asiático.
Inscripción púnica hallada en Nabeul (Túnez). Recuerda la consagración de unos santuarios a Baal Hammon y Tanit. Habib M’henni-. Original file (3,560 × 2,656 pixels)- CC BY-SA 3.0-.
Recolección paleoráfica de formas de las letras fenicias hecha por Mark Lidzbarski en 1898. de:Mark Lidzbarski, 1898 – Handbuch der nordsemitischen Epigraphik, nebst ausgewählten Inschriften. Dominio público. Original file (3,600 × 2,684 pixels).
Sarcófago de Eshmunazor II, rey de Sidón. Primer cuarto del siglo V a.C. Necrópolis de Magharat Tablun (Cueva de Apolo), Saidda, antigua Sidón (Líbano). Departamento de Antigüedades Orientales. Sala 17a. AO 4806. Louvre. Sarcófago egipcio. El rey lleva los atributos de la realeza en Egipto: el nemes (tocado), la falsa barba; está adornado con un pectoral cuyos extremos están decorados con cabezas de halcón. La tapa lleva la inscripción fenicia más larga conocida del período persa.
Eric Chan from Hollywood, United States – sarcophagus. CC BY 2.0.
Política
Fenicia nunca formó una entidad política unitaria de carácter nacional. Su nombre es más bien una designación geográfico-cultural y hace referencia a una serie de ciudades-estados surgidas paulatinamente desde el III milenio a. C., unidades políticas autónomas con gobierno propio.
Teniendo inicialmente gobiernos monárquicos en cada ciudad, con el paso del tiempo esta estructura política se vería modificada por el inmenso desarrollo económico alcanzado por las ciudades fenicias (obra tanto de particulares como del Estado). Las luchas sostenidas por la hegemonía y la expansión comercial en el Mediterráneo alteraron las relaciones de poder en el interior de sus sociedades y en sus relaciones externas. Esto se aprecia en aquellas ciudades-estado que llegaron a ser gobernadas por consejos de hombres de negocios, entre los que se elegía al monarca, y en algunas ciudades donde las oligarquías que se formaron (enfrentadas a veces con movimientos “populares”) decidieron “sustituir” al monarca por magistrados anuales llamados sufetes, que solo duraban un año en sus funciones.
En consonancia con esto, al describir la organización política de la colonia tiria de Cartago en el siglo III a. C., Polibio describe:
“… a mi modo de entender, la República de Cartago en sus principios fue muy bien establecida por lo que hace a los puntos principales. Porque había Reyes o Sufetes, había un Senado con una autoridad aristocrática, y el pueblo era señor sobre ciertas cosas de su inspección. En una palabra, el enlace de todas estas potestades se asemejaba al de Roma y Lacedemonia.”
Interacción con Otras Civilizaciones
Relaciones con Egipto y Mesopotamia
Los fenicios mantuvieron relaciones comerciales y diplomáticas con Egipto y Mesopotamia, las grandes potencias de la época. De Egipto importaban productos de lujo, como papiro y oro, mientras que exportaban madera de cedro y otros productos. En Mesopotamia, los fenicios adoptaron y adaptaron elementos culturales, religiosos y tecnológicos que luego difundieron por el Mediterráneo.
Conflictos y Guerras. Aunque eran principalmente comerciantes y navegantes, los fenicios también participaron en conflictos militares, principalmente defensivos. La ciudad de Tiro, por ejemplo, resistió un asedio de 13 años por parte del rey babilonio Nabucodonosor II en el siglo VI a.C. Durante las guerras púnicas, Cartago, la colonia fenicia más poderosa, luchó contra Roma en una serie de guerras que finalmente llevaron a su destrucción en 146 a.C.
Religión
Artículos principales: Mitología fenicia y Religión en Cartago.
La mitología fenicia es una de las más antiguas del Mediterráneo y comparte muchos elementos con las mitologías cananea y semítica, reflejando la cultura y las creencias religiosas de las ciudades-estado fenicias, como Tiro, Sidón, Biblos, y Cartago. Aunque gran parte de la mitología fenicia se ha perdido o fue absorbida por otras culturas, algunos de sus elementos y deidades clave son conocidos a través de fuentes griegas, romanas, egipcias, y textos bíblicos.
Los dioses adorados por los fenicios varían de una ciudad a otra. Así el panteón de Sidón difiere del de Tiro o el de Chipre. Es más, algunas divinidades están presentes de una forma u otra en la mayoría de las ciudades significativas. Estas divinidades son principalmente Astarté, Baal, Dagón, Resef y Melkart.
Divinidades fenicias
Los dioses adorados por los fenicios varían de una ciudad a otra. Así el panteón de Sidón difiere del de Tiro, Biblos o Chipre. Aun así, algunas divinidades están presentes de una forma u otra en la mayoría de las ciudades significativas. Estas divinidades son principalmente El, Baal, Yam, Anat, Aleyin, Muth, Astarté y Melkart.
El dios principal a quien se denominaba genéricamente El, se consideraba el padre de todos los dioses del panteón fenicio. Se le asociaba con el sol y era el que distribuía el tiempo, teniendo bajo su control los años, meses, días y noches. El era el dios supremo, considerado el padre de los dioses y el creador del universo. En la mitología fenicia, se le representa como una figura patriarcal y sabia, y es equivalente al dios «El» de la mitología cananea. Esposas y Familia: El estaba casado con la diosa Asherah, con quien tuvo muchos hijos, que formaban el panteón de los dioses menores.
Baal Hammón
Baal Hammon era el principal dios fenicio adorado en la colonia de Cartago, generalmente identificado por los griegos como Crono y por los romanos como Saturno. Baal significa «señor», sin embargo, el significado de hammon es incierto, siendo posible su origen en Amón «El oculto», símbolo del poder creador y «Padre de todos los vientos» en la mitología egipcia. Baal Hammón se supone representado en algunas esculturas o relieves en forma de un personaje masculino de cierta edad, sentado en un trono entre dos esfinges. Los romanos convirtieron a Baal Hammón en Saturno.
Como segundo dios más importante se encuentra Baal, que se consideraba el rey de los dioses y que había conquistado su puesto al atacar a El en el monte Sapan. Era el dios de la lluvia, el trueno y la guerra y era representado a veces por un novillo de cuernos finos. Combate a su enemigo, el dios del mar, Yam, para lo cual, el dios Kothar, dios de la artesanía y de la técnica le ha fabricado dos mazas para enfrentarse en las batallas. Con la segunda de ellas, derribará a Yam y tendrá una victoria que representa el valor de los marinos al enfrentarse con las olas del mar. Baal era el dios de la tormenta, la lluvia, y la fertilidad. Era una deidad central en la religión fenicia, adorada especialmente en las ciudades de Tiro y Sidón. Su nombre significa «Señor» o «Maestro». Mito Principal: Uno de los mitos más famosos es la lucha de Baal contra Mot, el dios de la muerte. Baal muere, pero es resucitado por la diosa Anat, representando el ciclo de las estaciones y la renovación de la vida.
Baal tonante, estela hallada en Ugarit. Jastrow y un autor más – Trabajo propio. Dominio público. Original file (1,725 × 4,011 pixels).
De las tres imágenes representadas, la izq, según observador representa a Melkart, estatua conocida como el Efebo de Motia. La foto es cortesía de Hartmut Riehm. Está bajo licencia Creative Commons. C BY-SA 2.5. Archivo original: Original file (1,920 × 2,560 pixels).
La imagen del centro El dios Baal Hammón representado como un hombre de edad en un trono entre dos esfinges. Foto: AlexanderVanLoon. CC BY-SA 4.0. Original file (3,220 × 5,000 pixels).
La de la derecha es un Altar a Tanit, diosa de la fecundidad. Foto: GIRAUD Patrick. CC BY-SA 2.5. Original file (1,748 × 2,622 pixels).
La religión fenicia era politeísta y compartía muchas características con la religión cananea. Los principales dioses fenicios incluían a El, el dios supremo; Baal, el dios de la tormenta y la fertilidad; Astarté, diosa de la guerra y el amor; y Melqart, el dios patrón de Tiro. Los templos fenicios eran centros de la vida religiosa y política, y los sacrificios animales eran una práctica común. También se han documentado sacrificios humanos en ciertos rituales religiosos, aunque estos eran poco comunes y generalmente realizados en circunstancias extremas. (Referencia: Open Ai (2024). Chat GPT. (Gran Modelo de Lenguaje). https://chatgpt.com/chat.).
Quemador de incienso representando a Baal-Hamon, siglo II a. C. AlexanderVanLoon.CC BY-SA 4.0. Original file (3,000 × 4,700 pixels).
Baal Hammon o Baal Ammon era el principal dios fenicio adorado en la colonia de Cartago, generalmente identificado por los griegos como Crono y por los romanos como Saturno.( ver ref. Lancel, Serge. Carthage, a history. p. 135.).
Baal
Baal (en fenicio 𐤁𐤏𐤋, AFI: [ba’ʕal], «señor») era una divinidad (posiblemente solar) de varios pueblos situados en Asia Menor y su influencia: fenicios, cartagineses, caldeos, babilonios, sidonios y filisteos. Su significado se aproxima al de «amo» o «señor». Era el dios de la lluvia y la guerra. En la Biblia, Baal (בעל Ba‘al) era considerado por los hebreos como uno de los falsos dioses, sin embargo, ellos le rindieron culto en algunas ocasiones cuando se alejaron de su adoración a Yahvé. Fue adorado por los fenicios como el dios más importante de su panteón y además tuvo una esposa llamada Baalit, que se representaba como una mujer hermosa.
Era un dios atmosférico considerado responsable de la fertilidad de la vegetación y considerado como rey de los dioses. Tradicionalmente se representaba como un hombre barbado con cuernos rizados de carnero. La compañera de culto de Baal Ḥammon era Tanit.
Referencias:
- Brouillet, Monique Seefried, ed. From Hannibal to Saint Augustine: Ancient Art of North Africa from the Musee du Louvre. Michael C. Carlos Museum, Emory University: Atlanta GA, 1994.
- Serge Lancel. Carthage: A History. p. 195.
Etimología
Baal significa «señor», sin embargo, el significado de hammon es incierto, siendo posible su origen en Amón «El oculto», símbolo del poder creador y «Padre de todos los vientos» en la mitología egipcia. También se le consideraba el Señor de los altares del incienso.
Culto y atributos
La adoración a Baal Hammon floreció en diferentes colonias fenicias como Motia o Cartago. Se cree que su supremacía entre los dioses cartagineses data del siglo V a. C., después de que las relaciones entre Cartago y Tiro se rompieran con la Batalla de Hímera (480 a. C.). Los eruditos lo identifican de diversas maneras con el dios semítico del noroeste El o con Dagón.
- Ver refe. Moscati, Sabatino (2001). The Phoenicians. Tauris, p. 132.
- «Carthaginian Religion». Ancient History Encyclopedia.,
- Roberto Peter Bongiovanni (2014). «The Interchange of Plain Velar and Aspirate in Kronos/Chronos: A Case for Etymological Equivalence». Tesis en CUNY. 2014.
En Cartago y en el norte de África, Baal Hammon fue asociado especialmente con el carnero y fue adorado también como Baal Qarnaim (‘El señor de los dos cuernos’) en un santuario al aire libre en Jebel Boukornine (‘la colina de los dos cuernos’), en Túnez. Los símbolos del dios eran la media luna y el disco solar.
La interpretatio graeca lo identificó con el titán Crono. En la Antigua Roma fue identificado con Saturno, y el intercambio cultural entre Roma y Cartago como resultado de la Segunda Guerra Púnica puede haber influido en el desarrollo de la fiesta de Saturnalias. Los atributos de su forma romanizada como un Saturno africano indican que Hammon (Amunus en la obra de Filón de Alejandría) era un dios de la fertilidad.
Las fuentes grecorromanas relatan que los cartagineses quemaban a sus hijos como ofrendas a Baal Hammon. En su nombre se hacían sacrificios humanos, «molk», como ofrenda religiosa. Durante algún tiempo ha habido controversia a este respecto: los restos humanos hallados en el tofet de Cartago se habían atribuido a restos procedentes de niños muertos por causas naturales o productos de abortos humanos. Por la abundancia de restos, la edad de la muerte de los niños, así como la presencia de restos animales (que suponen eran sacrificados en sustitución de algunos niños, hijos de familias poderosas), algunos autores descartan la primera hipótesis.
- Walbank, Frank William (1979). A historical commentary on Polybius 2. Clarendon Press. p. 47.
- Lancel, Serge. Carthage, a history. p. 197.
Geografía
Baal Hamon también es un lugar mencionado en Antiguo Testamento en Cantares 8:11.
- Cantares 8:11.
- Bible Hub: Song of Solomon 8:11. Consultado el 15 de julio de 2019.
Allí existía un viñedo productivo, propiedad de Salomón, que entregó a unos arrendatarios, a cambio de que le trajeran mil siclos de plata cada uno al acabar la cosecha. Se supone que el lugar era idéntico a la ciudad caananita de Baal-gad, y también a Hammon en la tribu de Aser. Otros lo identifican con Belamon, en la Palestina Central, cerca de Dothaim.
La diosa Tanit
Tanit fue la diosa más importante de la mitología cartaginesa, la consorte de Baal y patrona de Cartago. Era equivalente a la diosa fenicia Astarté, diosa de la fecundidad, cuyo culto incluía la prostitución llamada hierogamia, que consistía en prostituirse en un templo simulando la unión con la deidad con fines religiosos destinados a la fertilidad. Durante la romanización fue asimilada a Juno y no a Venus, como hubiera correspondido de ser equivalente de Astarté.
Tanit, también conocida como Tinnit, es la diosa más importante de la mitología cartaginesa. Equivalente a la diosa fenicia Astarté, era la divinidad de la luna, la sexualidad, la fertilidad y la guerra, así como la consorte de Baal y patrona de Cartago. Fue adorada también en Egipto e Hispania, en especial en Ibiza.
Busto de Tanit, hallado en la necrópolis púnica de Puig des Molins, Ibiza. Foto: Nanosanchez. Dominio público.
El busto de Tanit es una pequeña figura de terracota identificada con el culto a la diosa homónima, y que se encuentra en el Museo Monográfico de Puig des Molins en Ibiza (España).
La estatuilla, de apenas 47 cm, fue hallada en la necrópolis púnica de Puig des Molins, Ibiza. Se cree que fue realizada por un artesano griego en la zona oriental de la isla de Sicilia, de donde procede la arcilla con la que fue confeccionada. A raíz de aquí, recientes hipótesis apuntan que quizás no representa a la diosa Tanit, la cual tuvo un importante culto en Ibiza, sino a Deméter o, quizás, a la diosa Perséfone, hija de la anterior.
Data de en torno a los siglos iv al III a. C. y se cree que pudo ser una ofrenda votiva en la cueva púnica de Puig des Molins.
Referencias
- «La imagen impostora de la Tánit de Ibiza». Diario de Ibiza. 13 de noviembre de 2013. Consultado el 26 de abril de 2024.
- «Tanit de Ibiza. Las culturas antiguas de las Islas Baleares». Baleares Antigua. 13 de marzo de 2020. Consultado el 26 de abril de 2024.
Iconografía: Su símbolo era una circunferencia sobre un trazo horizontal y un triángulo o «V» invertida. Inicialmente, el triángulo era un trapecio. Algunos estudiosos lo asocian con el símbolo Anj del Antiguo Egipto. También se la simboliza por el creciente lunar y el disco representante del planeta Venus. (Ver ref. Julio González Alcalde, Simbología de la diosa Tanit en representaciones cerámicas ibéricas, Quad. Preh. Arq. Cast. 18, 1997).
De forma similar a Astarté, Tanit aparece en ocasiones representada desnuda, simbolizando la fertilidad, y a lomos de un león o con cabeza de este, en referencia a su carácter guerrero. Abundan también las imágenes aladas, posible influencia del arte egipcio de Isis. Sus seres consagrados eran, entre otros, la paloma, la palmera, la rosa y el pez. Otro motivo la equiparaba con la griega Europa, cabalgando un toro que representaría a Zeus–El.
- Guadalupe López Monteagudo, María Pilar San Nicolás Pedraz, Astarté-Europa en la península ibérica – Un ejemplo de interpretatio romana, Complurum Extra, 6(I), 1996: 451-470
En el sur de la península ibérica, en Málaga, en la desembocadura del río Guadalhorce, en el paraje conocido como Cerro del Villar apareció un poblado fenicio y entre sus enseres y ajuares una Tanit en bastante buen estado de conservación.
Diosa Tanit con cabeza de leona. Museo Nacional del Bardo (Túnez). Foto: Habib M’HENNI. Fuente: Este enlace. CC BY-SA 2.0.
Culto
El culto a la predecesora de Tanit, Astarté, comienza a denotarse arqueológicamente desde el 3000 a. C. en los estados fenicios de Sidón y Tiro. Es en las cercanías de estas ciudades, alrededor del siglo VI a. C. que el nombre de Tanit aparece por primera vez, en una inscripción que reza «Tanit de Astarté». La relación entre ambas podría haber sido hipostática, representando dos carices de una misma diosa.
La adoración a Tanit se volvió popular en la colonia tiria de Cartago, especialmente tras el distanciamiento entre Cartago y Tiro sucedido en la primera mitad del siglo V a. C. cuando los cultos tradicionales fenicios de Astarté y Melqart perdieron terreno ante los cultos púnicos de Tanit y Baal Hammon.
A partir del 400 a. C., su culto está documentado en muchos lugares mediterráneos: Sidón en el Líbano; Kition en Chipre; Thinissut, Hadrumentum y Constantina en el Norte de África; Tharros, Sulcis y Nora en Cerdeña; Cova Des Culleram en Ibiza; Tossal de la Cala en Benidorm y Lilibeo y Palermo en Sicilia. Su grafía en púnico es Tnt, dado que las lenguas semitas se escriben sin vocales, por lo que su pronunciación verdadera sería aproximadamente Tinit.
En la epigrafía a menudo aparece denominada Tnt pn B’l (Tanit, faz/nombre de Baal), siendo, pues, la divinidad paredra del dios Baal, aunque con el tiempo acabará apareciendo sola en las inscripciones.
Estatua de Tanit hallada en la isla de Ibiza. Museo de Arqueología de Barcelona. Foto: Sdanir – Trabajo propio. CC BY-SA 3.0.
En Hispania
Los fenicios llevaron el culto de Astarté con la fundación de Gadir, la actual Cádiz. Allí podría haberse asimilado con una diosa madre de origen nativo, que quedó iconográficamente ligada a ella. La presencia de Tanit-Astarté pervivió hasta después de la conquista romana de Hispania, cuando fue integrada con la Juno romana (junto con elementos de Diana y Minerva) en una diosa denominada Dea Caelestis, del mismo modo en que Baal Hammon fue asimilado con Saturno. La Dea Caelestis retendría atributos púnicos hasta la terminación de la época clásica en el siglo IV.
En Ibiza
Ibiza era un buen sitio para fondear las naves, por lo que colonos procedentes de Gadir se establecieron y generaron una economía propia que comerciaba con los pueblos de la costa peninsular cercana. El culto a Tanit se mantuvo fuertemente arraigado en la isla de Ibiza, donde la diosa fue adorada hasta la cristianización, en el siglo II. En Ibiza es donde más estatuas de la diosa se han encontrado, la más conocida de las cuales es la de la Cova Des Culleram, en Sant Vicent de sa Cala.
En 1907 se descubrió el santuario rupestre Culleram, donde los fieles depositaban terracotas votivas a Tanit y otras divinidades y le hacían sacrificios de animales. Las terracotas estaban pintadas y representaban un busto alado de la diosa delimitado por flores de loto, un disco solar o una media luna.
Es importante señalar que en el ámbito púnico en general, y en Cartago en particular, no se conserva una estatuaria monumental, ya que las esculturas no sobrevivieron tras la caída y destrucción de Cartago en el año 146 a.C. Por lo tanto, se desconoce cuál habría sido la iconografía «oficial» de la diosa Tanit.
Aunque no se puede determinar con certeza cuándo se introdujo su culto en la isla, como se mencionó anteriormente, Ibiza alberga una de las pocas cuevas-santuario conocidas dedicadas a la diosa Tanit: el santuario de Es Culleram (Cueva d’Es Culleram). Esto se confirmó por el texto en caracteres neopúnicos en una de las caras de una placa de bronce, fechada en el siglo II a.C., que menciona explícitamente a la diosa cartaginesa, y por la gran cantidad de exvotos femeninos encontrados en su interior, que evidencian la gran devoción que esta divinidad tuvo en la isla. (Epigrafía fenicio-púnica en Ibiza).
Con el paso del tiempo, el culto a Tanit en Ibiza se fusionó con otras creencias y religiones, como el cristianismo, que llegó a la isla en el siglo IV d.C. Sin embargo, el legado de Tanit perduró en la cultura ibicenca, y su figura continuó siendo venerada y recordada a lo largo de los siglos.
En las islas Canarias
El culto a Tanit se extendió más allá del ámbito mediterráneo y llegó incluso a las islas Canarias (de hecho, los aborígenes de estas islas, llamados comúnmente como guanches eran de origen bereber). No se descarta la posibilidad de que la diosa Chaxiraxi fuera de hecho la propia diosa Tanit con distinto nombre y atributos debido al citado origen bereber de los antiguos aborígenes canarios.
La actual religión neopagana llamada Iglesia del Pueblo Guanche, utiliza el símbolo de la diosa Tanit para representar este nuevo culto. Esto se debe a que sus fieles creen en el concepto de la Diosa Madre6 venerada a través de los siglos y con diferentes nombres. Tanit también está incluida en este culto, pues representa para esta religión (al igual que todas las demás diosas) una advocación de la diosa guanche Chaxiraxi que era venerada en la isla de Tenerife.
Referencias
- Julio González Alcalde, Simbología de la diosa Tanit en representaciones cerámicas ibéricas, Quad. Preh. Arq. Cast. 18, 1997
- Guadalupe López Monteagudo, María Pilar San Nicolás Pedraz, Astarté-Europa en la península ibérica – Un ejemplo de interpretatio romana, Complurum Extra, 6(I), 1996: 451-470
- Gutiérrez Medina, M. Lluïsa, Fenicis i cartaginesos: Tanit d’Eivissa. Barcelona: Graó, 1991, p. 3.
- Almogarén. El culto a Tanit en las Islas Canarias.
- XVIII Coloquio de Historia Canario-Americana
- La Iglesia del Pueblo Guanche. Consideraciones metodológicas. Gobierno de Canarias.
- El culto a la diosa Tanit
- Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre Tanit.
Melkart
Melkart fue una divinidad fenicia de la ciudad de Tiro, a la que estuvo consagrado primitivamente el templo de Heracles en la antigua ciudad de Cádiz. Su culto centrado en el fuego sagrado de las ciudades, se extendió por todas las colonias de Tiro incluyendo Cartago. Melqart era el dios patrón de Tiro, identificado a menudo con Hércules por los griegos. Se le consideraba un dios de la realeza, la colonización, y el comercio.
Cultura y Expansión: Melqart era venerado en muchas colonias fenicias, especialmente en Cartago, donde se le identificaba con Baal Hammon, y en Gadir (actual Cádiz, España).
Era la forma fenicia del dios Baal. Originariamente era un dios agrícola, del campo, la vegetación, la fecundidad y la primavera, por lo que su ritual comprendía una serie de ritos de muerte y resurrección cíclicos anuales, coincidentes con las estaciones del año; no obstante, también era una deidad marina, pues era una divinidad de carácter sincrético. Pasó luego a ser considerado «rey de la ciudad», que es el significado etimológico de su nombre (melk, rey), y como patrono de la ciudad de Tiro, se transformó también en dios de la colonización y de la protección de la navegación.
Portal:mitología. Contenido relacionado con mitología.
Astarté
Astarté era la principal diosa de Sidón y con presencia en las otras ciudades fenicias. Astarté es la diosa de la fecundidad, aunque sus características y dependiendo de las ciudades son diferentes. También es adorada como diosa guerrera, de la caza o incluso como patrona de los navegantes.
- Astarté era la diosa del amor, la fertilidad, y la guerra. Es una de las deidades más importantes de la región, similar a Ishtar en Mesopotamia y a Afrodita en Grecia.
- Culto: Astarté fue ampliamente adorada en toda Fenicia y sus colonias, incluyendo Cartago. Sus templos solían estar ubicados en lugares altos, y su culto a menudo incluía ritos relacionados con la fertilidad.
Suele representarse posada sobre un león y sosteniendo una flor de loto y una serpiente. En otras representaciones se acentúa su carácter como diosa de la fecundidad y aparece tocándose los senos o dando de mamar a dos niños. Se asimiló en otras culturas con nombres diferentes, como por ejemplo la Afrodita de los griegos, la Venus romana o la Isis egipcia. Contaba con abundantes santuarios en Sidón y Tiro. Está documentado un santuario dedicado a Astarté en El Carambolo (Sevilla), fechado en el siglo VIII a. C.
Astarté es la reina del cielo a quien los cananeos quemaban incienso en la Biblia (Jeremías, 44).
Astarté siriaca, obra de Dante Gabriel Rossetti (1877). Dante Gabriel Rossetti – Art UK. Dominio público.
Creencias y Prácticas Religiosas:
Sincretismo: La religión fenicia era sincrética, lo que significa que incorporaba elementos y deidades de otras culturas con las que los fenicios tuvieron contacto, como los egipcios, los griegos, y los mesopotámicos.
Cultos: Los fenicios eran conocidos por sus rituales y sacrificios, incluyendo el controversial rito del sacrificio infantil, mencionado en algunas fuentes antiguas como parte del culto a Baal Hammon y Tanit, aunque la evidencia arqueológica de esto es discutida.
Templos: Los templos fenicios eran centros religiosos y económicos importantes, a menudo situados en lugares estratégicos, como puertos o colinas. Los templos también servían como depósitos de riqueza y lugares de sacrificio.
La mitología fenicia, aunque fragmentaria en su conservación, refleja una rica y compleja tradición religiosa que influyó profundamente en las culturas del Mediterráneo antiguo, incluyendo los griegos y romanos.
Ciudades Fenicias principales
Tiro
Tiro (en árabe: صور Ṣūr) es una ciudad situada en el sur del Líbano. Con 117 100 habitantes, Tiro se encuentra en la costa oriental del mar Mediterráneo, unos 37 km al norte de Acre, y 32 km al sur de Sidón. El nombre de la ciudad significa ‘roca’. A sus habitantes se les denomina «tirios» en español. La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, por sus vestigios arqueológicos de diversas civilizaciones.
- صور (Ṣūr) en árabe
- (Ṣur) en fenicio
- צור (Tzor) en hebreo
- Ṣurru en acadio
- Τύρος (Týros) en griego
Columnas antiguas yacen en el puerto sumergido de Tiro/Sour, en el sur del Líbano, con el horizonte de la ciudad moderna al fondo. RomanDeckert. CC BY-SA 4.0. Original file (4,000 × 3,000 pixels).
Tiro: La Joya de Fenicia
Introducción
Tiro, una de las ciudades más importantes de la antigua Fenicia, desempeñó un papel crucial en la historia del Mediterráneo oriental. Fundada en la costa del actual Líbano, Tiro se destacó como un centro comercial, cultural y político de primer orden. Este trabajo explora la historia, la economía, la cultura, y el legado de Tiro, analizando su impacto en el mundo antiguo.
1. Origen y Fundación de Tiro
Tiro fue una de las principales ciudades-estado fenicias, junto con Biblos, Sidón, y Arwad. La ciudad se menciona por primera vez en textos egipcios y mesopotámicos del segundo milenio a.C. La tradición fenicia, recogida por autores como Heródoto, sostiene que Tiro fue fundada alrededor del 2750 a.C., aunque la ciudad probablemente existió como asentamiento ya desde antes.
2. Geografía y Composición Urbana
Tiro estaba compuesta por dos partes principales: una en la costa continental y otra en una isla cercana. Esta isla, fortificada y conectada a la costa por un istmo artificial construido por Alejandro Magno durante su famoso asedio, se convirtió en el núcleo de la ciudad. La ubicación de Tiro, con su puerto natural, la convirtió en un importante centro marítimo.
3. Economía y Comercio
Tiro era famosa por su riqueza y su dominio del comercio marítimo. Los fenicios de Tiro fueron los mejores navegantes de su tiempo, estableciendo rutas comerciales que llegaban hasta el Mediterráneo occidental, incluyendo colonias en lugares tan lejanos como Cartago, en el norte de África, y Cádiz, en la península ibérica.
El comercio de Tiro se basaba en productos de lujo, como la púrpura de Tiro, un tinte costoso y codiciado que se extraía de un molusco local, el murex. Este tinte se utilizaba para teñir telas que eran muy valoradas por la élite de las culturas mediterráneas. Además, Tiro comerciaba con metales, madera de cedro del Líbano, y productos agrícolas.
4. Cultura y Religión
La cultura fenicia de Tiro fue un crisol de influencias debido a sus extensas conexiones comerciales. La religión tiria estaba centrada en el culto a Melqart, el dios patrón de la ciudad, identificado a menudo con Hércules en la mitología griega. El templo de Melqart en Tiro era un importante centro religioso que atraía a peregrinos de toda la región.
Además, Tiro fue el lugar de origen de figuras míticas como Dido, la legendaria fundadora de Cartago. Las tradiciones culturales y religiosas de Tiro influyeron profundamente en las colonias fenicias y, por extensión, en el mundo mediterráneo.
5. Tiro y el Mundo Antiguo
Tiro desempeñó un papel crucial en las relaciones internacionales del mundo antiguo. Mantuvo una alianza con el rey Salomón de Israel, proporcionando madera de cedro y mano de obra para la construcción del Templo de Jerusalén. Sin embargo, la ciudad también fue objeto de envidia y conflicto, siendo asediada por grandes potencias como Egipto, Asiria, y Babilonia.
El asedio más famoso fue el de Alejandro Magno en 332 a.C., quien, tras un asedio de siete meses, conquistó la isla de Tiro construyendo un puente de tierra firme hacia la isla. La caída de Tiro marcó el fin de su independencia, aunque la ciudad continuó siendo un importante centro comercial bajo el dominio helenístico y romano.
6. Legado de Tiro
El legado de Tiro se extiende mucho más allá de su existencia como ciudad-estado fenicia. Su cultura y comercio influyeron en todo el Mediterráneo, especialmente a través de su colonia más famosa, Cartago, que se convirtió en una de las principales potencias del mundo antiguo. La influencia cultural de Tiro también perduró a través de su alfabeto, que fue adoptado y adaptado por los griegos, y eventualmente se convirtió en la base del alfabeto latino.
Conclusión
Tiro fue una ciudad de enorme importancia en la antigüedad, no solo como centro comercial y cultural, sino también como símbolo del poderío fenicio. Su historia, marcada por la innovación y la resistencia, la convierte en un punto de referencia para el estudio de las civilizaciones antiguas del Mediterráneo. El legado de Tiro sigue vivo en la historia de las civilizaciones occidentales y en el rico patrimonio cultural del Líbano.
Tiro fue la más importante de las ciudades de Fenicia, fundada al mismo tiempo que Sidón (hoy Sayda), Biblos (hoy Iubail) y Beritos (hoy Beirut), en el III milenio a. C.
- Bariaa Mourad: Du patrimoine à la muséologie: conception d’un musée sur le site archéologique de Tyr (Thèse); Museum National d’Histoire Naturelle (MNHN)
La situación de la ciudad de Tiro no ofrece dudas, está en el lugar conocido como Sur.
Tiro originalmente consistía en dos distintos centros urbanos, uno en una isla y el otro en la costa adyacente ―aproximadamente a 30 estadios (5,6 km) según Estrabón en su Geografía XVI, 2―, antes de que Alejandro Magno conectase la isla con la costa durante su asedio de la ciudad.
Era una ciudad isleña fuertemente fortificada en medio del mar (con muros defensivos de 45 m de altura) y la más antigua, originalmente llamada Ushu (Palaetiro, para los griegos) era en realidad más una línea de suburbios que una ciudad y fue usada principalmente como una fuente de agua y madera para la ciudad en la isla. Flavio Josefo indica que hasta incluso lucharon entre ellos, aunque la mayor parte del tiempo se aliaron debido a la riqueza de la ciudad isleña por su comercio marítimo y sus bosques de madera de cedro, y agua potable de la zona continental.
Fundación
Tiro surge sobre el 1300 a. C., aunque según Heródoto fue fundada alrededor del 2700 a. C. Filón de Biblos (en Eusebio de Cesarea) cita a Sanjuniatón quien comenta que primero estuvo ocupada por Hypsuranius. En la obra de Sanjuniatón se dice que estaba dedicada a «Abibalus, rey de Beritos» (posiblemente Abibaal, el que fue rey de Tiro y posteriormente rey de Sarra).
- Donald R. Vance: «Literary sources for the History of Palestine and Syria: the phœnician inscriptions», en The Biblical Archaeologist,
Historia temprana
El comercio del mundo antiguo era almacenado en Tiro.
Los comerciantes tirios fueron los primeros que se aventuraron a navegar en las aguas mediterráneas; Fue un puerto importante de Fenicia, alcanzando gran prosperidad económica; de él salieron barcos para fundar numerosas colonias a orillas del Mediterráneo con el propósito de dominar el comercio marítimo, fundando colonias en las costas e islas cercanas del mar Egeo, en Grecia, la costa norte de África, Cartago, Sicilia, Córcega, en la ibérica Tartessos, e incluso más allá de las columnas de Hércules, en Gadeira (Cádiz).
Driver’s IsaiahLos mismos tirios llamaban a su ciudad Sor o Sur (que quiere decir ‘roca’), y los hebreos la llamaron Tsor. Los griegos la llamaron Tor o Tir, y los romanos adoptaron este mismo nombre, aunque a veces se la ve nombrada como Sara o Sarra.
Heródoto menciona que los persas creían que un grupo de cretenses raptó a la hija del rey de Tiro, llamada Europa, y la llevó a Creta; esto, si bien es una racionalización del mito del rapto de Europa, muestra algunos roces que fenicios y pueblos del Egeo mantuvieron.8 La ciudad fue poblada desde el III milenio a. C. y en el siglo XVI a. C. fue conquistada por Tutmosis I. En el siglo XIV a. C. se alió con Egipto, independizándose de Sidón. Estuvo en manos de los egipcios hasta la época de Ramsés II (siglo XIII a. C.). Hacia el 1190 a. C. fue repoblada por gente de Sidón. En el siglo IX a. C. sometió a su antigua metrópoli, para luego pasar a ser tributaria de Asiria.
En tiempos del rey David (c. 1000 a. C.), se estableció una alianza entre los hebreos y tirios, que tiempo atrás eran gobernados por sus reyes nativos.
Teatro rectangular en Al Mina. Heretiq – Trabajo propio. Tyre, Lebanon – rectangular theatre at Al Mina excavation area. CC BY-SA 2.5. Original file (2,048 × 1,536 pixels).